Catalunya clama por la independencia

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Lebion
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por Lebion » 21 Oct 2019, 15:06

https://www.cnt.es/noticias/cnt-valles- ... Tw42oBlWlg
Ante la actual revuelta catalana

La actual situación de excepción social que vive Cataluña no tiene precedentes en la historia reciente de nuestro país. Durante toda la semana las movilizaciones sociales en respuesta a la sentencia del proceso han sido de una contundencia masiva que muestra la fuerza que tiene la población cuando se organiza y se moviliza masivamente.

Por otro lado la violencia policial desde el primer momento, encabezada por los cuerpos de antidisturbios de Mossos d’Esquadra y Policía Nacional colaborando conjuntamente, ha desatado una oleada de protestas nocturnas en todas las capitales de provincia ininterrumpidamente y con una intensidad de la protesta que no ha hecho más que incrementarse noche a noche, día a día.

Los gobernantes y políticos catalanes ahora se desmarcan de estas protestas por violentas, abandonando en los momentos más duros a la juventud que creció viendo como la Policía Nacional y la Guardia Civil reventaban sus colegios electorales y apaleaban a pacíficos defensores del referéndum. Esta juventud que hoy se defiende (y nos defiende) de la brutalidad policial, ahora los abandonan ante las acusaciones de terrorismo y violencia del ejecutivo Pedro Sánchez, con la colaboración de los gobernantes, partidos políticos y la ultraderecha.

Hay una oleada en el mundo de protestas que surgen por diferentes motivos, pero todas tienen un denominador común. La humanidad aspira a vivir en las cotas más altas posibles de libertad, justicia social y bienestar. Y ante el fracaso de las diferentes economías neoliberales de dar esta solución a la mayoría social de cada país, periódicamente surgen protestas desencadenadas por varios factores (recientemente en Hong Kong, Ecuador y ahora en Chile, por nombrar algún ejemplo) que derivan en brutales represiones y reacciones autoritarias de toda forma de gobierno.

Y es que por definición, gobernar corrompe. Los intereses para mantener el poder durante la partida que dura su mandato hace que los partidos políticos parlamentarios tengan sus propias estrategias y pretendan movilizar en el pueblo según sus intereses. Pero hoy Cataluña vuelve a desbordar la clase política catalana y española, dando una lección al mundo de dignidad y autoorganización en una nueva revuelta.

Simultáneamente en Cataluña tenemos una situación económica y social que no hace más que empeorar: paro estructural en los colectivos más vulnerables (jóvenes, mayores de 55 años, mujeres e inmigrantes), la pobreza ha aumentado, acceder a la vivienda sigue siendo un grave problema, se precariza el trabajo y se debilitan los sistemas públicos de educación y sanidad, etc. Una situación que es similar en el resto del Estado español, con las diferencias propias de cada territorio.

Y en otros territorios empieza a movilizarse también la sociedad en contra de la represión en Cataluña: Madrid, Burgos, Vitoria, Sevilla… Cada vez se suman más ciudades a protestar contra la represión y contra sus responsables: el gobierno y la Monarquía.

Vivimos en un estado que nace del pacto de una clase política con el franquismo el 1978, un estado que lleva reprimiendo las revueltas de la clase trabajadora y de todos los pueblos que cuestionan su estructura. Hace falta una salida común a esta situación con todos los actores posibles que lleve a poner fin a la actual Monarquía y abra un nuevo escenario alejado de todo aquello que nos oprime.

Desde CNT Vallès Oriental, como sindicato revolucionario y anarcosindicalista, nos comprometemos a iniciar y promover los contactos con todas las fuerzas sindicales de Cataluña y el resto del Estado para iniciar un movimiento sindical revolucionario que acompañe la revuelta catalana y la dote de contenido de clase y social, que abogue por la abolición de la Monarquía y un nuevo modelo confederal del territorio donde cada pueblo pueda autodeterminarse políticamente.

Viva la libertad!

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Joreg
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por Joreg » 21 Oct 2019, 16:22

Lebion escribió:
21 Oct 2019, 15:06
Desde CNT Vallès Oriental, como sindicato revolucionario y anarcosindicalista, nos comprometemos a iniciar y promover los contactos con todas las fuerzas sindicales de Cataluña y el resto del Estado para iniciar un movimiento sindical revolucionario que acompañe la revuelta catalana y la dote de contenido de clase y social, que abogue por la abolición de la Monarquía y un nuevo modelo confederal del territorio donde cada pueblo pueda autodeterminarse políticamente. Viva la libertad!

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Guay
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adonis
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por adonis » 23 Oct 2019, 15:09

https://www.elsaltodiario.com/opinion/j ... -barcelona
Opinión
Los anarquistas: el enemigo

Lo podemos leer en todos los medios de comunicación mainstream: los anarquistas han hecho todas las maldades sucedidas en el último mes en toda España.
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La utilización del monopolio de la fuerza por parte del Estado siempre ha sido un tema delicado. Más aún lo es la narrativa legitimadora del sistema penal en un Estado que se autodefine como democrático. Entendámonos: abrir cabezas y encerrar gente no siempre está bien visto por todos los implicados. Y menos en una sociedad de clases.

El sistema penal que tenemos se supone que fue estructurado en torno a una serie de ideas centrales de los reformadores ilustrados de la Europa que se quería liberar del poder absolutista del Antiguo Régimen. Eso implicaba, en lo político, un sistema de división de poderes y de elección democrática de los representantes; y en lo penal, toda una caja de herramientas de garantías ciudadanas, creadas para limitar el poder del Estado y sus agentes, así como la idea central de que el propio sistema penal tenía como finalidad la reinserción y humanización de los infractores, no su pura aniquilación ni el suplicio (la tortura pública, la ejecución mediante medios especialmente impresionantes ) que, en la sociedad anterior, convertía el castigo de los delitos en la manifestación pública de un poder que podía generar, como ejemplo para toda la población, un sufrimiento inaudito.

Así, el Derecho Penal de la sociedad capitalista que se autodefinía como democrática, estaba basado en una idea principal: sólo iba a actuar, dada su enorme capacidad para dañar los derechos fundamentales de los implicados, ante las agresiones más graves frente a los bienes jurídicos más importantes de la sociedad. Cuáles eran esas agresiones y esos bienes, era algo que se determinaba de manera rigurosa y limitada en el correspondiente Código Penal. Y allí se debían tipificar, exclusivamente, actividades concretas. No líneas de pensamiento (se tenía a gala una cierta libertad de expresión) ni la pertenencia a colectivos sociales (se hablaba de la igualdad de los ciudadanos como un valor).

Por supuesto, estamos hablando de tiempos pasados. De una narrativa jurídica que está pasada de moda. Aunque tampoco tenemos muy claro cuando estuvo realmente de moda en esta Península nuestra que ha pasado de dictaduras a dictablandas, y de reformas de la dictadura a dictaduras reformadas, tantas y tantas veces en los últimos siglos.

La tendencia brutal del nuevo Derecho Penal neoliberal es, sin embargo, lo que se ha denominado por conocidos juristas como Raúl Zaffaroni, el “Derecho Penal del enemigo”. Es decir, que lejos de castigar conductas concretas, previamente tipificadas, y ya consumadas; lo que hace el sistema penal actual es identificar grupos sociales posiblemente infractores y, ya que estamos, en nombre de la prevención de las conductas desviadas y de la defensa adelantada del orden social, ir tipificando como delito lo que estás personas hacen.

No se trata, pues, de que el ciudadano Fulanito ha hecho tal cosa que estaba previamente definida en el Código Penal como delito, sino de que hay un grupo de gente sospechosa que, un día de estos, hará algo que aún no tenemos identificado y que será muy, muy malo. Por eso, antes de que ese día llegue, tenemos que estudiarles, vigilarles e ir tipificando ya lo que estas gentes hacen como delito. No perseguimos, pues, una conducta concreta. Perseguimos a un enemigo.

Y aquí llegan los anarquistas. Los anarquistas: el enemigo de hoy.

Porque hoy les toca a los anarquistas ser el enemigo. Lo podemos leer en todos los medios de comunicación mainstream: los anarquistas han hecho todas las maldades sucedidas en el último mes en toda España. Anarquistas sin Fronteras, que se desplazan por toda Europa buscando los disturbios como las aves migratorias buscan los vientos más cálidos. Anarquistas con fantasmales Másteres en guerrilla urbana que utilizan para cruzar contenedores en una calle y que deben haber recibido becas de poderes oscuros para saquear tiendas de móviles.

Poco importa que ser anarquista sea una ideología (es decir, una convicción íntima o una manera de ver el mundo), supuestamente protegida como cualquier otra en un contexto de libertad de pensamiento y pluralismo político; y no una actividad concreta. Y es que hay anarquistas que se dedican a predicar el pacifismo (como Lev Tolstoi), que organizan cursos de formación sindical, que colaboran con grupos de parados y personas desahuciadas, que recuperan la Memoria democrática de nuestro pueblo en la Universidad, o que defienden la naturaleza y ponen en marcha huertos colectivos.

También, hay, por supuesto, anarquistas que se encapuchan y cruzan contenedores. Aunque no se sabe muy bien cuales son las pruebas que sustentan la histeria recurrente de los medios de comunicación patrios sobre los anarquistas esta semana. Ningún dato acompaña algunas informaciones y otras se escudan, simplemente, en que los anarquistas que han detenido son demasiado jóvenes (16 y 17 años) para que haya pruebas previas de su pertenencia a tan oscuro mundo. Es el problema de redactar las informaciones periodísticas parafraseando los atestados policiales: a veces los atestados tienen (sean o no conscientes de ello sus autores) más de obra literaria de ficción que de investigación de la realidad, como sabemos todos los que hemos sido penalistas.

Así que el enemigo que toca son los anarquistas. Es un enemigo que viene bien: permite subir el tono represivo sin acusar directamente a la gran masa de independentistas catalanes que se han manifestado estos días. Es decir, sin que se den demasiada cuenta de que vamos a por ellos. Es un grupo humano con una larga trayectoria como enemigo (sólo superada, quizás, por masones, comunistas y judíos). Y es un enemigo al que, básicamente se ha ido acosando con diversas operaciones policiales (que se han demostrado infundadas ante los tribunales en la casi totalidad de los casos) en los últimos años.

Pero un enemigo tiene que haber, porque sólo la presencia del enemigo justifica la actuación adelantada del sistema penal. El hecho de que la vigilancia estatal se convierta en omnipresente (pero no sólo para el enemigo, para todos) y de que el populismo punitivo se vuelva la narrativa básica de los medios de comunicación y de las sentencias judiciales. El Estado de emergencia, sin la declaración de emergencia.

Porque el enemigo, por otro lado, es, por supuesto, excepcionalmente malvado, y por ello comete crímenes especialmente reprobables. Y eso nos lleva a la carnal relación existente, en el sistema penal neoliberal, entre el “Derecho Penal del enemigo” y la extensión de los mecanismos de emergencia y excepcionalidad.

Me explicaré: Juan Alejandre, mi viejo profesor de Historia del Derecho en la Universidad Complutense, tenía un interesantísimo librito sobre la historia de la tortura como medio de prueba en el proceso penal. La relacionaba con la historia del llamado “delitum exceptum”, el delito especialmente grave que permite saltarse, legalmente, todas las garantías del ciudadano en el procedimiento. En su momento, en Roma, el intento de asesinato del Emperador, por ejemplo.

La tesis de mi viejo (y gran) profesor, era que, al igual que el derecho penal en general muestra una fuerte vis expansiva (tiende a extender sus propias competencias, invadiendo ámbitos que no le deberían corresponder si se entiende como la reacción ante las agresiones más graves ante los bienes jurídicos más importantes), dentro del propio Derecho Penal, el “delitum exceptum” también muestra una fuerte vis expansiva (si no interviene la racionalidad jurídica, cada vez más cosas se consideran dentro del marco de ese delito especialísimo que permite a las fuerzas de represión saltarse las garantías generales de los ciudadanos en su persecución).

Hay que tener bien presente que el terrorismo es el gran “delitum exceptum” de nuestro tiempo. Con unos tipos penales cada vez más amplios, una jurisprudencia cada vez más permisiva con las crecientes limitaciones que le acompañan, supuestamente derivadas de su persecución, a las garantías fundamentales y una narrativa cada vez más populista que favorece su omnipresencia penal por parte de los medios de comunicación. En la persecución del delitum exceptum, en su vis expansiva sin freno, que es lo que nos estamos jugando con todo este culebrón de los catalanes, los anarquistas y otros enemigos semejantes, se llega al Estado de Excepción, declarado o no. Algunos ya lo están pidiendo, como Abascal y su gente.

Sólo un dato, hablando de Abascal: Hitler no derogó, hasta mucho después de haber tomado el poder, el entramado constitucional de la República de Weimar, que era un modelo dentro del mundo democrático liberal. Sólo fue introduciendo y expandiendo, gradualmente, sus mecanismos de excepción ante el delitum exceptum, hasta que el orden normativo devino, casi naturalmente y con el aplauso de grandes juristas, esencialmente otro. Un orden autoritario y asesino. Un orden normativo en guerra abierta (la excepción, la emergencia) con el enemigo (el rojo, el judío, el anarquista) en una situación de urgencia que justificaba, teóricamente, todas las excepciones.

La democracia, queridos amigos, se defiende para todos, o no sobrevive para nadie.
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José Luis Carretero

Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión

geronimo355
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por geronimo355 » 13 Dic 2019, 17:17

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El incombustible Raoul Vaneigem (publicó su famoso Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones en 1967) acaba de publicar un texto sobre la situación mundial actual : https://kaosenlared.net/aqui-estamos-do ... ieza-todo/


Aquí estamos ¡donde empieza todo!

extracto :

Dos realidades combaten entre sí, enfrentándose con violencia. Una es la realidad de la mentira. Beneficiándose del progreso tecnológico, trata de manipular a la opinión pública en provecho del poder establecido. La otra es la realidad de la vida cotidiana de la población.

Por un lado están las palabras hueras de la jerga de los negocios que muestran la importancia de las cifras, los sondeos y las estadísticas; que pululan en falsos debates cuya proliferación sirve para ocultar los verdaderos problemas: las reivindicaciones existenciales y sociales. Los ventanales mediáticos de la mentira vierten todos los días un montón de trapicheos y conflictos de intereses triviales que no nos interesan, pero cuyas consecuencias negativas nos afectan. Sus guerras de devastación rentable no son las nuestras; no tienen más objeto que disuadirnos de llevar a cabo la única guerra que nos concierne, la guerra contra la inhumanidad propagada mundialmente.

[...]

En Sudán se sacude el yugo de la tiranía y del poder militar, Irán vacila. Las protestas del Líbano son un toque de atención para Hezbollah y el islamismo, cuyos oropeles religiosos ya no enmascaran su objetivo político-petrolero. En Argelia no quieren una capa de pintura gubernamental. En Irak se pone al descubierto que la realidad social puede más que la importancia otorgada a las rivalidades religiosas. Quedan los catalanes, los únicos que quieren un Estado cuando el “más frío de los monstruos fríos” se encuentra por todas partes cribado de flechas. No obstante, no es imposible que los independentistas, debatiéndose en un callejón sin salida por culpa del pulso que mantiene el Estado madrileño con la no menos estatista Generalitat, acaben respirando los efluvios del cadáver franquista que el espíritu nacionalista ha obligado a salir del cementerio. Tampoco es imposible que les vengan a la memoria las colectividades libertarias de la revolución del 36, esa que forjó una auténtica independencia, la que fue aplastada por el Partido Comunista y su aliado, el Estado Catalán.
Última edición por geronimo355 el 07 Mar 2023, 03:42, editado 1 vez en total.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por geronimo355 » 07 Mar 2023, 03:41

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https://serhistorico.net/2019/12/30/de- ... guillamon/

Hay que elegir entre Miquel Badía y Justo Bueno. Hay que elegir entre Antonio Martín o sus asesinos nacionalistas, que inventaron la leyenda negra antilibertaria para ocultar sus propios crímenes. O anarco o independentista; las dos cosas a la vez sólo son posibles cuando se sufre una profunda esquizofrenia.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
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Re: Catalunya clama por la independencia

Mensaje por geronimo355 » 18 Dic 2023, 07:57

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Amnistiar al fascismo catalán, en eso están.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

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