Pinelli

De Ateneo Virtual
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Nace en Milán el 21 de octubre de 1928, hijo de Alfredo y de Rosa Malacarne. La primera parte de su vida transcurre en el barrio popular de Porta Ticinese. Al terminar la escuela primaria tiene que empezar a trabajar, primero como aprendiz, luego como dependiente. Le gusta leer, un hábito que le acompañará durante el resto de su vida. En 1944 participa en la resistencia antifascista como correo de la Brigada “Franco”, colaborando con un grupo de partisanos anarquistas, que supusieron su primera toma de contacto con el pensamiento libertario. En 1954 entra a trabajar en el ferrocarril como maquinista. En 1955 se casa con Licia Rognini, a la que conoció en un curso de esperanto, pronto tendrá con ella dos hijas, Silvia y Claudia. A principios de los años 60 una veintena de jóvenes anarquistas crean un grupo en Milán (“Gioventù libertaria”), entre ellos se encuentra Amadeo Bertolo, que en 1962 tuvo el honor de aparecer en la prensa como uno de los participantes en el secuestro del vice-cónsul español en Milán para obtener (como de hecho obtuvieron) la conmutación de una pena de muerte de un anarquista en la España franquista.

Pinelli (Pino para sus compañeros y amigos) es con sus 35 años el más mayor de todos, pero esto no supone un problema: su carácter jovial y expresivo hace de él un “compadre”. Y cuando en 1965, tras una decena de años sin sede, los anarquistas abren local en la calle Murillo, Pinelli es uno de los que fundan el Círculo Sacco y Vanzetti. Allí tiene lugar en 1966 un encuentro de la juventud libertaria europea. Tras ser desalojados, los anarquistas milaneses cambian de sede y el 1º de mayo de 1968 inauguran el Círculo anarquista Ponte della Ghisolfa en la plaza Lugano, en un barrio obrero del extrarradio (Bovisa). Toma el nombre del antiguo puente, desde el que se ven los binarios de la estación de ferrocarril de puerta Garibaldi, donde trabaja Pinelli.

Estamos en el 68 y el viento de la contestación que sopla en Francia llega también a Milán. Pinelli está activo en muchos frentes: como anarquista, y como uno de los que abre el local, organiza un eficaz servicio de librería y es uno de los organizadores de un intenso ciclo de conferencias vespertinas. Aprovecha la posibilidad que tiene de viajar gratis (por ser ferroviario) y contacta directamente con compañeros de otras localidades, como Luciano Farinelli de Ancona, Aurelio Chessa de Pistoia o Umberto Marzocchi de Savona. Son frecuentes también sus encuentros con Alfonso Failla en Marina de Carrara, adonde va de vacaciones con la familia. Como trabajador, Pinelli se afana también en el campo sindical, en particular en la reactivación de la USI, de la cual abre una sección en el Círculo. También la CUB de los trabajadores de los transportes urbanos de Milán elige el Círculo como sede y no la abandonarán hasta después del atentado del 12 de diciembre de 1969: la represión antianarquista aconseja este traslado. Los medios anarquistas milaneses están en ebullición, en muchas facultades nacen núcleos libertarios, también en las fábricas, y son frecuentes los repartos de propaganda a primera hora de la mañana. Aparecen libros y folletos y antiguos periódicos reprenden su marcha. Los anarquistas milaneses sienten la necesidad de una segunda sede que se encuentre en la zona sur de la ciudad. Entre los más activos en la búsqueda y apertura del Círculo de la calle Scaldasole (en el barrio Ticinese) está Pinelli.

El 25 de abril de 1969 dos atentados golpean la Estación Central y la Feria. Las investigaciones se dirigen hacia los medios libertarios y son detenidos algunos anarquistas: comienza así una campaña de criminalización que se recrudece en marzo, cuando algunos atentados a trenes son atribuidos también a los anarquistas. Se hace circular el rumor de una posible implicación de Pinelli, anarquista y ferroviario. Pinelli y su grupo “Bandiera Negra” reaccionan y denuncian la maniobra, dan vida (con el modelo de la "Cruz Negra” inglesa de aquellos tiempos y de la rusa de los años 20) a la Cruz Negra Anarquista, dedicada específicamente a la solidaridad concreta con los compañeros detenidos y a la publicación de un boletín de contrainformación. Pinelli es el anarquista más “señalado” de los milaneses y frecuentemente está en comisaría para legalizar manifestaciones, concentraciones… Su interlocutor es un joven comisario de policía, de trato informal, elegante, amigable: Luigi Calabresi. Así, cuando a última hora de la tarde del 12 de diciembre de 1969, justo tras el atentado de Piazza Fontana, Calabresi se presenta en el Círculo de la calle Scaldasole e invita a Pinelli a presentarse en comisaría, este accede sin problemas, coge su moto y sigue al coche de la policía. En la comisaría Pinelli se encuentra, en un amplio salón, con gran parte de los anarquistas milaneses, llamados como él para declarar. En las 48 horas siguientes, límite máximo en aquel entonces para las detenciones en comisaría, algunos detenidos son liberados, otros son trasladados a la cárcel de San Vittore. Pinelli es retenido en comisaría más tiempo del legalmente establecido. Es interrogado. Después, a eso de la medianoche entre el 15 y el 16 de diciembre, su cuerpo vuela desde una ventana del cuarto piso de la comisaría y se estrella contra el suelo. Las contradictorias primeras declaraciones de la policía dejan ver que no se ha tratado de un “suicidio”, como afirma la versión oficial. Muere en Milán, en el hospital Fatebenefratelli esa misma noche.

La dimensión político-judicial de su asesinato, entrelazada con el caso completo de la masacre de Piazza Fontana, en particular con el “caso Valpreda”, se convertirá con los años en un auténtico boomerang para el Poder. El fracasado intento de correr un velo sobre los hechos que culmina en la tesis del “mareo súbito” como causa de la caída por la ventana de Pinelli que aparece en la sentencia del juez Gerardo D´Ambrosio no consiguió más que hacer más evidente una verdad que aún no se ha reflejado en los papeles oficiales. Se cuentan por decenas los libros, las películas, las obras de teatro, las instalaciones artísticas, las canciones dedicadas a Pinelli y a su asesinato, no sólo en Italia. Citamos dos: