Comentarios en: Libertad y honor en internet http://www.alasbarricadas.org/sgae/?p=101 Campaña de Informacion sobre el ataque de la Sociedad General de Autores contra Alasbarricadas Tue, 19 Jan 2010 18:12:44 +0000 hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.1 Por: Shy Guy http://www.alasbarricadas.org/sgae/?p=101&cpage=1#comment-4987 Shy Guy Fri, 12 Sep 2008 12:12:29 +0000 http://www.alasbarricadas.org/sgae/?p=101#comment-4987 Sólo por seguir con el debate, que parece bastante interesante. Se dice que los personajes públicos deben tolerar que ciertos medios de comunicación se entrometan en su vida privada hasta cierto punto. El caso que no s viene a la cabeza, es el de todos esos personajes de la prensa rosa, que viven de venderentrevistas y exclusivas a revistas y programas del corazón. Sin embargo, por la misma regla de tres, si un hombre decide vender algunos muebles de su casa, ¿puede alguien forzarle a poner a la venta los que no quiera vender? Al fin y al cabo, lo que esos personajes hacen es vender parcelas de su vida privada; nadie puede obligarles a que hagan lo mismo con las que no quieran; y mucho menos, entrar en ellas sin su permiso (caso de los paparazzi). Sobre el caso de la hermana de una mujer casada con un hombre eminente de la vida pública española, cabe preguntarse por qué tiene ella que pagar por una decisión de su hermana, en la que no tomó parte. Se habla de interés público. Si un hermano de un político desvía fondos públicos para pagar caprichos privados, está claro que tiene que saberse. El problema está en delimitar ese interés público. La prensa del corazón no hace más que imponer su derecho a informar y criticar, pero, ¿para qué? Para mofarse de la ropa desgarbada que lleva un personaje en la finca de su abuela, para burlarse de la gordura del hijo de un torero, para insinuar con malicia que determinado actor es un engreído y una mala persona, para declarar con mucho veneno que un hombre no se comportó con su hijo como un buen padre, para dejar a entender que fulanita de tal es una casquivana (iba a decir otra palabra, pero no sé si me caería encima una demanda como la de putasgae.com). ¿Es interés público sacar las miserias privadas de otros simplemente por el placer que da restregárselas a la cara? Claro que está el tema de que, a veces, somos tan celosos de meternos en la vida privada de los demás, que pueden estar maltratando a una mujer al otro lado de la escalera, o encerrando a una chica en el garaje del vecino, y nos lavamos las manos, diciendo que son asuntos privados. Por otro lado, creo que, por naturaleza, el hombre tiende a opinar y a expresar su opinión. Somos animales sociales. ¿Se puede demandar a una persona por expresar una opinión? Porque una cosa es dar la opinión subjetiva, en respuesta a un post,y otra publicar un libro, una noticia o una entrada en el blog, donde ya sí que se exige que la información en la que nos basamos sea contrastada, o al menos, fiable. Si una opinión está equivocada, simplemente se debate, se demuestra lo contrario. Pero no sé si una opinión negativa sobre una empresa o una persona, es una difamación. Una cosa es mentir y manipular la información descaradamente, y otra tener una opinión equivocada. El problema es que, en comentarios tipo "Fulanito de tal es un ladrón", así, a palo seco, sin argumentos, solamente con insultos, es difícil saber donde termina la opinión, y donde comienza la difamación con odio visceral. Y aún así, no es lo mismo un comentario en un blog, que publicarlo en un periódico. Por supuesto que los delitos sólo deben pagarlos los individuos que los han cometido. No vamos a anteponer el derecho al honor a las garantías procesales y a unos principios mínimos de justicia. Que ya no estamos en tiempos de Hammurabi. Sólo por seguir con el debate, que parece bastante interesante.

Se dice que los personajes públicos deben tolerar que ciertos medios de comunicación se entrometan en su vida privada hasta cierto punto. El caso que no s viene a la cabeza, es el de todos esos personajes de la prensa rosa, que viven de venderentrevistas y exclusivas a revistas y programas del corazón. Sin embargo, por la misma regla de tres, si un hombre decide vender algunos muebles de su casa, ¿puede alguien forzarle a poner a la venta los que no quiera vender? Al fin y al cabo, lo que esos personajes hacen es vender parcelas de su vida privada; nadie puede obligarles a que hagan lo mismo con las que no quieran; y mucho menos, entrar en ellas sin su permiso (caso de los paparazzi). Sobre el caso de la hermana de una mujer casada con un hombre eminente de la vida pública española, cabe preguntarse por qué tiene ella que pagar por una decisión de su hermana, en la que no tomó parte.

Se habla de interés público. Si un hermano de un político desvía fondos públicos para pagar caprichos privados, está claro que tiene que saberse. El problema está en delimitar ese interés público. La prensa del corazón no hace más que imponer su derecho a informar y criticar, pero, ¿para qué? Para mofarse de la ropa desgarbada que lleva un personaje en la finca de su abuela, para burlarse de la gordura del hijo de un torero, para insinuar con malicia que determinado actor es un engreído y una mala persona, para declarar con mucho veneno que un hombre no se comportó con su hijo como un buen padre, para dejar a entender que fulanita de tal es una casquivana (iba a decir otra palabra, pero no sé si me caería encima una demanda como la de putasgae.com). ¿Es interés público sacar las miserias privadas de otros simplemente por el placer que da restregárselas a la cara?

Claro que está el tema de que, a veces, somos tan celosos de meternos en la vida privada de los demás, que pueden estar maltratando a una mujer al otro lado de la escalera, o encerrando a una chica en el garaje del vecino, y nos lavamos las manos, diciendo que son asuntos privados.

Por otro lado, creo que, por naturaleza, el hombre tiende a opinar y a expresar su opinión. Somos animales sociales. ¿Se puede demandar a una persona por expresar una opinión? Porque una cosa es dar la opinión subjetiva, en respuesta a un post,y otra publicar un libro, una noticia o una entrada en el blog, donde ya sí que se exige que la información en la que nos basamos sea contrastada, o al menos, fiable. Si una opinión está equivocada, simplemente se debate, se demuestra lo contrario. Pero no sé si una opinión negativa sobre una empresa o una persona, es una difamación. Una cosa es mentir y manipular la información descaradamente, y otra tener una opinión equivocada. El problema es que, en comentarios tipo “Fulanito de tal es un ladrón”, así, a palo seco, sin argumentos, solamente con insultos, es difícil saber donde termina la opinión, y donde comienza la difamación con odio visceral. Y aún así, no es lo mismo un comentario en un blog, que publicarlo en un periódico.

Por supuesto que los delitos sólo deben pagarlos los individuos que los han cometido. No vamos a anteponer el derecho al honor a las garantías procesales y a unos principios mínimos de justicia. Que ya no estamos en tiempos de Hammurabi.

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