Me pregunta uno, que si no voy a decir nada de las próximas elecciones autonómicas catalanas. Las del 21-D. Vale. Un inciso: si tú tienes decidido votar a quien sea, no leas lo que sigue, porque de verdad, te puedes cagar en mis muertos. A mis muertos no les importa, pero a mí me dolería pensar, que siembro dicotomías, o sea, la mala hostia.
Hay dos cosas que me mueven a ser prudente: Una, que hay compañeros que se sienten heridos cuando hago el planteamiento abstencionista, y piensan que soy un cenizo, un pesimista, un lastre, un derrotista, o un benefactor del PP. Y si encima pierden, no lo atribuyen a que son unos ineptos recolectando acólitos, si no que me señalan como cómplice; dos, que son elecciones en Cataluña, y si ahora me tuviese que poner a rezongozear todos los comicios autonómicos, por ejemplo los de Segovia, que no sé ni ponerla en el mapa, pues estaría apañado.
Así que si me manifiesto, es porque mi siquiatra me exige que no me aísle, que me exprese, que dé abrazos, que cree mi propia realidad sonriendo con esperanza. Y de lo que pase luego, ni soy responsable, ni incito a la pasividad, ni quiero quitarle las ganas a nadie. Solo soy un tonto, que dice lo que se le ocurre. Advertido estás: no leas.
Por supuesto, yo no iría a votar en estas… NUNCA. Son unas elecciones que convoca el Central en una Autonomía. Una locura. Hay varios partidos ofendidos que señalan que se trata de elecciones "ilegítimas y sin garantías", y que si las pierden será porque "hay pucherazo". Pero se presentan.
Entonces… ¿Para qué participan? Es como si te invitan a una rifa, y vas diciendo que los premios están dados. En fin, que me parece un completo disparate, y el único motivo que veo en los partidos no ilegítimos para presentar listas, es no perderse el momio. El chollo. La bicoca. La posición privilegiada.
¿Y qué nos prometen? No hay más que leerse los programas electorales, si es que existen. Miro al azar –por ejemplo– el del PSC. Tiene –dicen– 700 propuestas (1). La que se comenta ahora en la prensa: que el Estado perdone a la Generalitat 52.000 millones de euros de deuda. Lo cual significa que la deuda se transfiere al Estado, que tendrá que pagar ese préstamo bancario, más los intereses. ¿Y de dónde financiaría el Rey los pagos? Pues evidentemente, de Cataluña. Porque de los vascos… ¡Jajajajajajá! ¿Van a pagar los vascos y navarros, la deuda catalana? Evidentemente, no (2). Si dijeran: "condonación de la deuda disolviendo el ejército", eso sí que es concretar.
La otra propuesta de Iceta es la de la España Federal. Parece que con ponerle la palabra "federal" a todo, se solucionan por arte de magia los problemas. Así tendremos un Estado federal, una hacienda federal, una judicatura federal y una policía federal. A ver, pensemos, con dos dedos apoyados en la frente, establecemos una esclavitud federal y… ¿Qué obtenemos? Pues un esclavo federal, eso es. En cambio si dicen: "Estado federal eliminando dos millones de funcionarios y dejando la Ley Gitana", pues queda mucho más claro.
Este es mi consejo: leeros los programas electorales, como si fueseis a compraros un piso, exigiendo concreción, y resultados. Porque de lo prometido luego, si te vi no me acuerdo (3). Y piensa también en qué te van a dar, aparte de bofetones. Que después de cuarenta años de engaños... Yo creo que ya está bien.
En definitiva, que nos dicen aquí y allí que esto es el fascismo. Vale. Yo lo matizo: es el fascismo de la partitocracia. Hay unos partidos que nos quieren dejar en el fascismo tradicional. Mal, muy mal. Y hay otros que nos prometen una renovación. Subiremos a una nave, y la llevaremos a un Nuevo Mundo, con los mismos capitanes de siempre… ¿Cómo cojones llamaremos al Nuevo Mundo, suponiendo que lleguemos algún día? Yo sí lo sé. Yo propongo de nombre el de: Reino Republicano de Nuevo Fascismo de Catapaña.
Y así, todos contentos.
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NOTAS
(1) Ahora mismo que he entrado en la página del PSC a ver su programa electoral, ponen un cartel que dice: "Programa Electoral. No hay noticias. No se ha encontrado información con estos datos
• Programa Electoral
• Propuestas electorales"
Así que las estarán maquetando. O pensando aún qué cuernos decir.
(2) La deuda pública catalana en el II trimestre de 2017 es de 76.727 millones de euros. Con el Estado esa deuda es de 52.499 millones de euros. Condonar la deuda catalana con el Estado, significa que el Estado la tiene que asumir, y que devolver a los bancos que los hayan prestado, 52.499 millones. Porque lo que está más que claro, es que la banca, a no ser que estalle una revolución, una guerra, y el Apocalipsis, jamás perdonará ni un céntimo, a cambio de nada. Meter en programa electoral semejante propuesta, es de un ridículo espantoso.
(3) Por ejemplo, la Ley de Transitoriedad a la República, era la continuidad de lo existente en España, en materia de leyes, derecho, mercado, deuda, organización económica. Daba luego un periodo de tiempo para estudiar propuestas ciudadanas, elaborar la Constitución nueva, y aprobarla o rechazarla en referéndum. Yo me pregunto cómo es posible, que nadie tenga aún presentado, un borrador de esa nueva constitución, las preguntas que se harían, o los proyectos de porvenir en materia de empleo, pensiones, renta, legislación laboral, política fiscal, educación… Y esa indefinición en la propuesta, en personas que afirman disponer de planes y expertos en todo, es sumamente sospechosa e indica, que lo primero es el Poder, y que luego harán lo que les dé la gana. La Ley de Transitoriedad, conservadora en materia de ley y orden, al menos a mí me dio mucho que pensar. Podéis leerla en Ley de Transitoriedad [1], y fue presentada por: Lluís M. Corominas i Díaz, presidente del Grupo Parlamentario de Junts pel Sí; Marta Rovira i Vergés, portavoz del Grupo Parlamentario de Junts pel Sí; Mireia Boya e Busquet, presidenta del Grupo Parlamentario de la Candidatura d'Unitat Popular - Crida Constituent; Jordi Orobitg i Solé, diputado del Grup Parlamentari de Junts pel Sí; Benet Salellas i Vilar, diputado del Grupo Parlamentario de la Candidatura d'Unitat Popular - Crida Constituent; Gabriela Serra Frediani, diputada del Grupo Parlamentario de la Candidatura d'Unitat Popular - Crida Constituent.
La aprobaron con los votos de Junts pel Sí, y de la Candidatura d'Unitat Popular.