[Debate] Un sindicalismo para transformar la realidad

ALB NOTICIAS: El contexto de este artículo es el debate que está teniendo lugar en Catalunya en torno al sindicalismo en Catalunya dado el crecimiento de la Intersindical CSC. Esta central está siendo apoyada por las entidades soberanistas e independentistas para ser la futura Comisiones Obreras catalana. Su modelo sindical es similar al de esa central, aunque se recubre con un lenguaje radical de ruptura con el estado español. Toman como referencia el modelo sindical vasco. Dentro de un sindicalismo muy poco combativo (con poco interés en seguir las huelgas de los demás) CSC se arroga del "prestigio" que implica convocar huelgas generales como las del 8 de Noviembre de 2017 o la del 21 de febrero de este año. Por ello va recibiendo un pequeño pero creciente apoyo de sectores de trabajadores favorables a la independencia que o bien vienen de CCOO y UGT o bien nunca han estado sindicalizados.

Genís Ferrero intenta participar en ese debate que se está dando en la izquierda sindical, en su caso desde posiciones anarcosindicalistas.

He tenido ocasión de debatir en Granollers un par de veces sobre sindicalismo en nuestro país con en Marc Sallas de la Intersindical CSC, y aprovechando su último artículo titulado "Llevemos la República a los centros de Trabajo" quiero aprovechar la ocasión para continuar con algunos aspectos del último debate donde estuvimos junto con compañeras de la IAC y la COS que no pude profundizar dado el breve tiempo que como ponentes disponíamos.

Hay un tema recurrente en el debate sobre sindicalismo y el independentismo, y es la eterna comparación con el sindicalismo mayoritario vasco y dentro de este en especial ELA que está desplegando una tarea digna de estudio dentro del sindicalismo de combate. A pesar de la aparente conexión con un sindicalismo de base independentista o nacionalista, no es este factor el determinante de los resultados que obtiene el sindicalismo de ELA, LAB y en menor medida CIG.

Las principales claves del éxito del sindicalismo vasco son de estrategia sindical más que de razón ideológica. Un sindicalismo de confrontación, ELA lo denomina de contrapoder, basado en una independencia de partidos e instituciones, una estrategia de negociación colectiva que prioriza la empresa y el centro de trabajo vía secciones sindicales y la Caja de Resistencia.

Ante esto, el relato de un sindicalismo independentista como impugnación al régimen del 78 es una lectura que se queda muy corta. Un sindicalismo que, vistiendo la ideología que sea, repita los parámetros del modelo sindical impuesto por el Régimen del 78 nunca será capaz de transformarlo, tumbarlo o simplemente hacerle frente de forma real. Revestirse de una determinada ideología no determinará el tipo de sindicalismo que hacemos, es la praxis y el contenido de la acción sindical el que permitirá superar el modelo sindical de hoy. Un modelo que no es que sea del Régimen del 78, si no que es heredero directo del Sindicato Vertical franquista que fue quien instauró en el estado español el sistema de elecciones sindicales.

El modelo de elecciones sindicales ha servido para legitimar una negociación sectorial basada en cuotas de negociación y no en una mayor afiliación en centros de trabajo, y por tanto una efectiva capacidad de movilización, a la vez que asentaba el concepto de concertación social que plasmó el régimen en los Pactos de la Moncloa del 25 de octubre de 1.977 y que en Cataluña tuvieron una oposición frontal en el movimiento obrero de la época. La búsqueda de un espacio en el mapa sindical que rápidamente quedó plasmado después de la gran desmovilización de las izquierdas y el movimiento obrero durante los años 80, impulsó a todo tipo de centrales sindicales a intentar intentando llegar a las cuotas de representatividad necesarias para estar -a menudo simplemente- presentes en las mesas de negociación sectoriales.

Frente a esta realidad en las dos últimas décadas algunas organizaciones sindicales han sabido encontrar la palanca que los ha permitido invertir la inercia, por un lado priorizando un modelo sindical basado en la afiliación y la auto-organización. Por otro lado dotarse de recursos propios ajenos a las instituciones y el modelo de relaciones laborales imperante, un gran ejemplo es la Caja de Resistencia (herramienta histórica del movimiento obrero que ha recuperado su vigencia).

Pero todo esto ha ido ligado de una progresiva independencia de los partidos políticos, que los ha llevado a no supeditarse a intereses parlamentarios o de estrategia partidista. Las desavenencias, especialmente por parte de ELA, son recurrentes y profundas tanto con los partidos nacionalistas como con los partidos de izquierdas. Así, tenemos que el debate abierto con fuerzas como PNV y EH Bildu son en clave social y de izquierda y no tanto en clave nacional, dado que finalmente a nivel parlamentario estos partidos donde tienen capacidad de gobierno se supeditan a los marcos legales del neoliberalismo de Europa.

Las claves del crecimiento del sindicalismo vasco no han estado pues en su rol de sindicato abertzale, si no en sentar las bases de un sindicalismo realmente antagónico a las políticas neoliberales de la patronal pero también de las instituciones. En este sentido, parte del sindicalismo en clave nacional de Cataluña no ha sabido responder de forma antagónica a debates presupuestarios en el parlamento durante el 2.017, o no se han promovido movilizaciones sectoriales en áreas del sector público como la Sanidad o la Enseñanza en aquel mismo periodo, porque desde una lógica de partidos esto atentaba a la estrategia impulsada no por el pueblo trabajador y sus organizaciones de clase en pro de un determinado cambio social, si no por la agenda parlamentaria y de gobierno. Lo cual es diametralmente opuesta a nuestra perspectiva de absoluta independencia de clase y popular.

Llegado en este punto, retomo donde dejé mi intervención en el último debate con Marc. Si entendemos la construcción de la República como un marco de transformación social, tenemos que asumir que cualquier cambio que no sea impulsado por la clase trabajadora lo será hecho en su contra. Desde esta perspectiva, el anarcosindicalismo mantiene su apuesta por un sindicalismo radicalmente de clase y radicalmente independiente de partidos e instituciones, que ponga el eje social como vertebrador de una nueva sociedad y por tanto opuesto a cualquier sumisión al marco legal y mental del neoliberalismo. La negociación colectiva como manifestación de la acción directa en los centros de trabajo, con la huelga como herramienta central.

Consciente de nuestra limitada incidencia por el momento, la apuesta no es tanto para construir un sindicalismo a rebufo de una determinada situación electoral que pueda favorecer la presencia del sindicato en algunos ámbitos, si no el desarrollo y fortalecimiento de un modelo sindical que realmente es la impugnación al Régimen del 78. Un modelo sindical propio y diferenciado realmente al resto. La reanudación de aquella oposición a los Pactos de la Moncloa, ligado a una visión global de transformación radical de la sociedad basada en los principios libertarios que garantice los derechos y libertades individuales y colectivos de todos los pueblos de la península.

Per Genís Ferrero

Secretari d'Acció Sindical i Jurídica de CNT Vallès Oriental

i Article publicat a Vilaweb el 10 de març de 2019

http://www.vilaweb.cat/noticies/sindicalisme-independentisme-opinio-marc-sallas/

ii "Nos gustaría trabajar de manera coral con la izquierda política. Evidentemente estas relaciones pueden ser conflictivas, porque no vamos a renunciar a nuestra autonomía. Pero no han querido probar esta vía. Si lo que la izquierda busca es su certificación institucional para ser una más, como ha hecho la socialdemocracia en Europa, es normal que el sindicalismo reivindicativo sea un estorbo. Esto para ELA es una frustración. La izquierda política no nos necesita si lo que busca es su certificación institucional. Para esto no necesita la alianza ELA-LAB, le puede suponer un estorbo, porque con su actual práctica quedaría en evidencia."

Fragment de l'entrevista de Landeia a Adolfo Muñoz Txiki, ex Secretari General de ELA el 5 d'abril de 2019.

http://www.ela.eus/es/noticias/201csin-una-izquierda-politica-firme-no-son-posibles-los-cambios-que-necesitamos201d

https://lasoli.cnt.cat/2019/04/20/opinio-un-sindicalisme-per-transformar-la-realitat/

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