Bachofen y el Matriarcado

Como decía, es un error pensar que las ideologías de género, haya sido generada por las feministas. De hecho quienes observaron y describieron su subordinación en el seno de las sociedades modernas, fueron hombres, es decir, intelectuales, literatos, doctores. Titulaciones que están poco menos que vedadas a las mujeres en el siglo XIX.

 

Johann Jakob Bachofen (1), ese es el tío que describe el matriarcado. Hacia 1861 este tipo versado en mitología, pone de manifiesto que esa cantidad de leyendas que circulan en torno a mujeres mandonas como las amazonas, ha de tener algún trasfondo de realidad histórica. Y entonces, establece un esquema evolucionista de los que tanto gustaban en el siglo XIX. 

 

Bachofen asegura que en una primera fase, los humanos se organizan en el hetairismo, o sea, hombres promiscuos y violentos se dedican a follarse y a golpear todo lo que se pone a tiro. Es una etapa muy primitiva, humana pero recién salida de la animalidad. En medio de ese comunismo sexual y promiscuo, de hombres chingando cualquier cosa que se mueva, ¿qué es lo único que está claro? La madre. El padre no se sabe ni quién es. Pero la madre siempre está presente. Es un elemento estable, asentado, conocido, afectuoso. Así que en un momento dado, las mujeres se alzan contra los hombres, y aparece la amazona (2), dando paso a una etapa ginecocrática, estable, social. Se construye el hogar, se acaba con el comunismo y se impone la monogamia. Es el matriarcado.

 

¿Qué es lo que surge con la monogamia? Oh, pues el padre. Ahora se sabe quién es ese cabrón. Los hombres, que son más políticos, más racionales, no tan emotivos, se acaban imponiendo a las mujeres, poooorque la familia, célula social, ha quedado establecida. Y así queda el encantador esquema evolucionista: Hetairismo —> Matriarcado —> Patriarcado (3).

 

Fijaros que todas estas explicaciones funcionan por dualidades: la mujer pertenece al reino de la naturaleza, las emociones, los sentimientos, todo ello, porque es madre, es su destino biológico. Mientras que el hombre pertenece al reino de la razón, de la cultura, de la ley y del derecho. Y ya tenéis hecha la oposición, naturaleza-cultura, mujer-hombre, sentimiento-razón (4).

 

¿Qué decir de toda esta película? Pues que es un rollo macabeo. Los mitos son chorradas. El mito de los dragones y los caballeros que salvan a la doncella, ni quiere decir que hubiese dragones, ni que hubiese doncellas. Nunca se ha encontrado un matriarcado, un país, un sitio, en el que las mujeres como género, dominasen a los hombres. Esos mitos, atención, los han elaborado los narradores para explicar que antaño las mujeres mandaban, y que los hombres se rebelaron para quitarse de encima esa dominación (5).

 

Porque, recuerda: tanto la historia, como la leyenda, como el mito, no cuentan lo que pasó. Lo que explican, es lo que pasa ahora (6). Lo que es de uno es de todos, los que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

 

 

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NOTAS

 

(1) Bachofen, a pesar de ser un muermo que nadie ha leído, es muy citado por haber dicho que hubo un matriarcado en alguna parte.

(2), Experta arquero, jinete, esbelta, con un bikini blindado como muestran los cómics. Puede ser tanto rubia como morena.

(3) El primer patriarca, fue seguramente abogado. De ahí que acabase quedándose con todo.

(4) No os recomiendo leer a Bachofen, porque como pasa con todos esos académicos, no hay quien les entienda. Es mejor que me creáis a mí, que charlaba con él en Berlín de estas cosas. O podéis leeros la actual fuente de conocimiento que es la wikipedia. 

(5) Con lo cual se justifica que las mujeres estén ahora jodidas.

(6) Bueno, yo qué sé, se me ha ocurrido y digo lo que me sale. Lejos de mí la pretensión de dar explicaciones contundentes. Con que sepas que las cosas pasan, vas que chuta.

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