Posición de Embat sobre el nuevo gobierno de la Generalitat y el proceso constituyente

El pacto entre Junts pel Sí y la CUP-CC ha permitido el nombramiento como Presidente de la Generalitat de Carles Puigdemont (JxS, CDC), a pocas horas del cierre del plazo de la investidura.

En los últimos días los acontecimientos se precipitaron y se pasó de la tensión, los insultos y las descalificaciones, a un acuerdo cocinado en reuniones a puerta cerrada. Con este pacto continúa adelante el llamado proceso de desconexión, aspecto en el cual las dos partes estaban de acuerdo. Se cumple también con el “ni Mas ni marzo” que se planteaba desde parte de la Esquerra Independentista. Sin embargo, restan otras carencias e incógnitas.

Del Gobierno de la Generalitat desaparecen Mas, Rigau, Ruiz, Puig…, pero la mayoría de aquellos y aquellas que acceden tienen demasiada experiencia partidista así como en las bancadas del Parlamento como para ser ajenos, por activa (CDC) o por apoyo (ERC), a las políticas de recortes sociales, de privatizaciones, de represión de las respuestas sociales y sindicales…

En el debate de investidura, casi calcado a otros anteriores de Mas, nada se concretó en cuanto a políticas sociales. Como mucho la referencia genérica e inconcreta que con la independencia mejorarán las condiciones de vida de las catalanas y de los catalanes.

Así pues, mala pieza en el telar, gobierno continuista con una mayoría de esfuerzos públicos y publicitarios dedicados a la desconexión y, mientras tanto, mismas políticas antisociales amparadas en lo maltrato fiscal del Estado español.

En los últimos tiempos hay bastante gente en la izquierda anticapitalista y en los movimientos sociales señalando el “techo de vidrio“ de los movimientos populares (que llegan a un límite de capacidad de convocatoria) e idealizando la participación institucional (sometiéndola a determinados controles). La experiencia de las últimas semanas es una muestra más de que las instituciones y quienes las controlan desde hace muchos años no son neutrales y que jugar a un juego en el cual otros han puesto las reglas y las pueden cambiar cuando quieren no puede ser nuestro principal campo de actuación.

Desde Embat volvemos a poner el énfasis en los barrios y localidades, en los puestos de trabajo, en los ateneos y cooperativas, en el feminismo, en el ecologismo… en la vida cotidiana y el internacionalismo solidario de los pueblos. Los Parlamentos responden a las mismas dinámicas de siempre: consolidar y reforzar la dominación de clase. Nuestra tarea fundamental tiene que ser la de contribuir a la autoorganización de las clases populares y a la dinamización de sus reivindicaciones y luchas y, en definitiva, a la creación de poder popular.

Para crear poder popular queremos dejar claro que hay que establecer mecanismos de una “institucionalidad popular“ con su legitimidad fruto del debate y las propuestas desde bajo, raíz de la coordinación efectiva entre movimientos sociales, sindicales, vecinales, políticos… Tenemos que crear un movimiento popular potente que pueda tener una voz propia en este “proceso constituyente“ que empieza con la nueva legislatura.

La reivindicación, construcción y defensa de las soberanías que necesita nuestro pueblo sólo podrán ser factibles mediante la construcción de un espacio social autónomo, lo más amplio posible, dedicado a esta tarea que no sea mera comparsa de nadie en las instituciones del enemigo.

Nos hacen falta reuniones y encuentros de los diferentes movimientos sociales y populares a todos los niveles, tanto para debatir como para decidir las líneas a seguir para crear un nuevo país de y para las clases populares de Cataluña sin dejar esta tarea en manso del Parlamento.

Embat

Cataluña, 13 de enero de 2016

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El pacte entre Junts pel Sí i la CUP-CC ha permès el nomenament com a President de la Generalitat de Carles Puigdemont (JxS, CDC), a poques hores del tancament del termini de la investidura.

En els darrers dies els esdeveniments es van precipitar i es va passar de la tensió, els insults i les desqualificacions a un acord cuinat en reunions a porta tancada. Amb aquest pacte continua endavant l’anomenat procés de desconnexió, aspecte en el qual les dues parts estaven d’acord. S’acompleix també amb el “ni Mas ni març” que es plantejava des de part de l’Esquerra Independentista. No obstant això, resten altres carències i incògnites.

Del Govern de la Generalitat desapareixen Mas, Rigau, Ruiz, Puig…, però la majoria d’aquells i aquelles que hi accedeixen tenen massa experiència partidista i en les bancades del Parlament com per ser aliens, per activa (CDC) o per suport (ERC), a les polítiques de retallades socials, de privatitzacions, de repressió de les respostes socials i sindicals…

En el debat d’investidura, quasi calcat a d’altres anteriors d’en Mas, res no es va concretar quant a polítiques socials. Com a molt la referència genèrica i inconcreta que amb la independència milloraran les condicions de vida de les catalanes i dels catalans.

Així doncs, mala peça al teler, govern continuista amb una majoria d’esforços públics i publicitaris dedicats a la desconnexió i, mentre tant, mateixes polítiques antisocials emparades en el maltracte fiscal de l’Estat espanyol.

En els darrers temps hi ha força gent en l’esquerra anticapitalista i en els moviments socials assenyalant el “sostre de vidre“ dels moviments populars (que arriben a un límit de capacitat de convocatòria) i idealitzant la participació institucional (tot sotmetent-la a determinats controls). L’experiència de les últimes setmanes és una mostra més que les institucions i quins les controlen des de fa molts anys no són neutrals i que jugar a un joc en el qual altres han posat les regles i les poden canviar quan volen no pot ser el nostre principal camp d’actuació.

Des d’Embat tornem a posar l’èmfasi en els barris i localitats, en els llocs de treball, en els ateneus i cooperatives, en el feminisme, en l’ecologisme… en la vida quotidiana i l’internacionalisme solidari dels pobles. Els Parlaments responen a les mateixes dinàmiques de sempre: consolidar i reforçar la dominació de classe. La nostra tasca fonamental ha de ser la de contribuir a l’autoorganització de les classes populars i a la dinamització de les seves reivindicacions i lluites i, en definitiva, a la creació de poder popular.

Per crear poder popular volem deixar clar que cal establir mecanismes d’una “institucionalitat popular“ amb la seva legitimitat fruit del debat i les propostes des de baix, arrel de la coordinació efectiva entre moviments socials, sindicals, veïnals, polítics… Hem de crear un moviment popular potent que pugui tenir una veu pròpia en aquest “procés constituent“ que comença amb la nova legislatura.

La reivindicació, construcció i defensa de les sobiranies que necessita el nostre poble només podran ser factibles mitjançant la construcció d’un espai social autònom, el més ampli possible, dedicat a aquesta tasca que no sigui mera comparsa de ningú en les institucions de l’enemic. 

Ens calen reunions i trobades dels diferents moviments socials i populars a tots els nivells, tant per debatre com per decidir les línies a seguir per crear un nou país de i per les classes populars de Catalunya sense deixar aquesta tasca en mans del Parlament.

Embat

Catalunya, 13 de gener de 2016

Enlaces relacionados / Fuente: 
http://embat.info/posicio-dembat-sobre-el-nou-govern-i-el-proces-constituent/

Comentarios

Recuerdo artículo publicados en este lugar defendiendo y proponiendo como opción válida a las cup, bueno pues hoy vemos claramente cómo la participación institucional termina como siempre, es "natural", y vemos como las propuestas independentistas terminan por colapsar el anticapitalismo. Y vemos otras propuestas tratan de enfangar el discurso para encubrir lo que no quieren que veamos, el tufo nacionalista que hay debajo de sus planteamientos. 

Imagen de Octavio Alberola

Efectivamente, una vez más se ha podido constatar el resultado de ilusionarse con las perspectivas de cambio ("poder popular") por la vía electoral e institucional...

¿Cómo pues ilusionarse otra vez con "establecer mecanismos de una “institucionalidad popular“"? ¿Acaso la "legitimidad" la CUP no provenía "del debate y las propuestas desde bajo, raíz de la coordinación efectiva entre movimientos sociales, sindicales, vecinales, políticos…"?

¿No nos decían que la CUP era un mecanismo de "institucionalidad popular""un espacio social autónomo"?

¿Cómo, en tales condiciones, se puede proponer "crear un movimiento popular potente" a través de "este “proceso constituyente“ que empieza con la nueva legislatura"?

¿Cómo se puede seguir defendiendo lo mismo (el nacionalismo y sus instituciones) y pretender "decidir las líneas a seguir para crear un nuevo país de y para las clases populares de Cataluña sin dejar esta tarea en manos del Parlamento"?  

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