Entrevista al Frente de Estudiantes Libertarios de Argentina

fel-chile.org

Esta entrevista fue realizada por compañeros del Frente de Estudiantes Libertarios de Chile, en el marco de su 1° Congreso, efectuado entre el 27 y 29 de junio del 2012 en la ciudad de Buenos Aires, instancia a la que fuimos invitados por esta organización hermana, junto a compañeros de Uruguay. La entrevista fue realizada a tres compañeros de la organización , pertenecientes a la educación secundaria, universitaria y terciaria. Ellos son Tomás de Secundarios Técnicos de Capital Federal, José de la Facultad de Ingeniería de la UBA (de Capital Federal), y Julián de la Carrera de Historia del Profesorado Joaquín V. González.

FEL-CHILE: ¿Qué los llevó a crear el FEL-Argentina?

FEL-ARGENTINA:

(José): La organización nace como una coordinación entre 3 agrupaciones de base de las facultades de Ingeniería, Filosofía y Letras y Ciencias Sociales de la UBA. Se llamaba “la FEL”, la Federación de Estudiantes Libertarios, y nos fusionamos con compañeros de otras facultades pertenecientes a la Tendencia Anarquista en Educación. El objetivo principal era formar una tendencia libertaria para superar los grupúsculos individuales de las diferentes facultades para mostrar porqué siempre un colectivo más grande muestra un proyecto y objetivos claros más que agrupaciones divididas por núcleo. El principal objetivo original era una cuestión de propaganda, y de muestra de proyecto. Luego, lo primordial fue empezar a entender que era necesario atacar el sistema educativo de forma conjunta y que los trabajos individuales sin una unidad estratégica ni una unidad táctica, no tenía la misma utilidad.

(Julián): Sí. También partiendo de la base de que en Argentina no existe un polo fuerte de referencia libertaria (y es algo a crear). La apuesta de crear un FEL va por, en primer lugar unificar ciertas fuerzas que se venían trabajando y por otro lado,  y también -no solamente por una fusión y un crecimiento de número, sino además por un crecimiento político y programático-, empezar a superar lo que se venía haciendo y plantear ciertos debates en relación a la inserción social de los libertarios, sobre cómo aportar a la organización de un movimiento estudiantil desde una perspectiva libertaria. Nosotros veíamos que con la herramienta del FEL se podía llevar a cabo ese aporte de lo libertario hacia el frente concreto. Es decir, la organización como una herramienta para llevar adelante la lucha social.

FEL-CHILE: Y en ese sentido ¿cuál es la situación actual del Movimiento Estudiantil argentino? y ¿cuáles son los desafíos en la construcción, tanto a nivel secundario como en educación superior?

FEL-ARGENTINA:

(Julián): En líneas generales, de por sí el campo popular argentino atraviesa un proceso de reflujo luego de lo que fue el levantamiento del 2001 que fue una cuestión muy avanzada en Argentina. En parte también por los límites del propio movimiento, de las organizaciones de izquierda, y también por la política que siguió el gobierno para cooptar movimientos sociales y para canalizar movilizaciones populares reales. En este momento no hay organizaciones de masa fuertes que representen alternativas de izquierda o por lo menos que sean alternativas, no digo súper revolucionarias, pero que representen intereses de clase fuertes.

Esto se aplica también al campo estudiantil, que por lo general suele ser bastante politizado. En algunas facultades hay mucho desarrollo político en abstracto, por así decirlo, pero en general el campo estudiantil no tiene -más allá de las federaciones a nivel nacional y por cada facultad, los CC.EE, etc.-, una organización fuerte que represente y en la que exista una participación fuerte de la base. Ese es el contexto del medio estudiantil, que los últimos años vino dando luchas importantes. Nosotros tenemos la lucha del 2010 (José): la que hace nacer al FEL en cierta medida. (Julián) Llegó a tener un alcance nacional, tuvo puntos fuertes sobretodo en Capital Federal y Buenos Aires y también se extendió a otros lugares como Córdova y demás. Esta lucha no se puede acumular en algo orgánico y hay un reflujo importante que es lo que suele pasar en los últimos años, que se va para adelante y se vuelve para atrás casi a cero, por los propios límites del movimiento, y también por falta de una política que sepa porqué pelear, cuando parar, y que no vaya simplemente a fondo por ir. Y en ese sentido los desafíos –por lo menos a nivel general- tienen que ver con una consigna central para la etapa, la defensa de la Educación Pública, que es una cuestión que se viene atacando sistemáticamente. Es algo que logran allá en Chile. Acá el Plan Bolonia también es algo que se busca aplicar, y “la” tarea de la etapa para los estudiantes es la defensa de la Educación Pública, viendo que todavía existe esa Educación Pública y que el avance de los gobiernos en su destrucción es algo a frenar.

(José): Sumado a eso, particularmente en Capital Federal (que en cierta medida es el polo que nuclea a todo el movimiento estudiantil nacional, en conjunto con Córdoba), desde el 2001 hay un proceso de recuperación de los Centros de Estudiantes (CC.EE) por parte de la izquierda, más que nada por la izquierda trotskista de Argentina. Con partidos como el Partido Obrero, en conjunto con compañeros de organizaciones independientes más de centroizquierda (no revolucionarias) conforman un frente, recuperan la FUBA, la federación de los estudiantes para los estudiantes, en un proceso democrático, real, que da disputas en diferentes niveles, que trata de recuperar todos los CC.EE de la UBA, que antes estaban en manos de la Franja Morada, de la UCR, que era gobierno hasta el 2001, y gana esa lucha este frente entre el trotskismo impulsado por el PO y por TNT más que nada (que es una agrupación  muy importante en ese momento). Ganan la FUBA, y durante un buen tiempo ésta es conducida por estos sectores de centroizquierda, de izquierda independientes y por el trotskismo. Y en esas luchas se avanza en un montón de cosas, hay un real avance. Ahora bien, hay otras cosas que no cambian. Algunas de las cosas que no cambian es la visión de los CC.EE como un mero proveedor de servicios (léase como un lugar donde uno va, saca fotocopias, y no mucho más), no un centro de lucha, a pesar de que originalmente sí lo fue, en el 2001 lo fueron, participaron de asambleas, en algunos casos, populares que se dieron, y hasta solidarizaron con las luchas de los trabajadores, pero el CC.EE a la interna de la facultad no cambió mucho en comparación a lo que era antes. En ese sentido, luego de esa etapa, que se va cerrando alrededor del 2007-2008, hay una autodenominada “Nueva Izquierda”, compuesta más que nada por el autonomismo, que con críticas que en cierta medida nosotros compartimos, de cara a ese frente que termina siendo hegemonizado por el trotskismo, empieza a plantear críticas respecto del método, de cómo funcionan los CC.EE, y termina ganando muchos CC.EE y la Federación de la UBA. Actualmente están esos dos grandes actores sociales peleando por la conducción de los CC.EE y de la FUBA; el autonomismo por un lado, el trotskismo por el otro.

Nosotros, lo que estamos buscando hacer es crear un real movimiento estudiantil, que no dependa directamente de una fuerza política, no por alarmismo, sino porque queremos que para poder tener un movimiento estudiantil eficiente es necesario que exceda a la organización de tendencia, o las organizaciones políticas, nucleando más que nada a los compañeros estudiantes por sus propias reivindicaciones, llevándolos a disputas políticas. La situación del movimiento estudiantil es esa, por lo menos en términos políticos: dos grandes actores a la izquierda disputando la dirección, y en el medio un intento de nueva fuerza social que se para en el medio con acuerdos en muchas cosas con uno de esos frentes, y con acuerdos abstractos pero no reales con el otro, con el más autonomista.

 (Tomás): En el ámbito de los secundarios, el 2010 básicamente fueron la punta de lanza acá en Capital Federal, los que impulsaron en cierta medida la lucha que después se expandió a la UBA y demás sedes, con reivindicaciones como edificios con obras de calidad, y con becas también, viandas, etc., el movimiento secundario impulsa “el estudiantazo”, una toma masiva de colegios, alrededor de 40 colegios y de facultades. Después de ese período, el 2011 se empiezan a romper las coordinadoras que nucleaban a la mayoría de colegios, rompe el kirchnerismo (la actual presidencia nacional), se crea otra coordinadora y entra todo el 2011 en una etapa de reflujo. Dentro de ese contexto, el 2012, hoy en día, la punta de lanza del movimiento estudiantil son los colegios técnicos, los colegios que estaban nucleados a las UES, que hoy en día no pinchan ni cortan en Capital Federal, y bueno, como FEL, estamos insertos ahí en los colegios técnicos. Yo particularmente estudio en uno de esos y estamos llevando a cabo una lucha por lo que es planes de estudio, y hoy en día por suerte se logra en una coordinadora nuclear a más de 12 colegios técnicos e impulsar una lucha muy copada acá en Capital Federal, y con un una masividad nunca antes vista en lo que es educación técnica a nivel inclusive nacional.

(José): Lo que estamos apostando nosotros y otras fuerzas políticas es a recomponer esas luchas que se dieron durante el 2010, que si bien en ese momento fueron encabezadas por los estudiantes técnicos, hoy en día queremos que la UBA y la FUBA vuelva a ponerse a la cabeza de las luchas nacionales como lo ha hecho en otros casos, y bueno, estamos en ese proceso. Es un proceso complejo, en la medida que hay un ataque cada vez más fuerte a la educación y la mayoría de nuestros compañeros todavía no se movilizan. Hay que encontrar cuál es la veta que nos permite a todos los estudiantes avanzar para crear el Poder Estudiantil y poder lograr consolidar nuevas luchas y nuevas reivindicaciones que, está lleno, digo, desde “no a los cambios de estudios”, que cada vez se quiere asemejar más a los planes de estudios como los de Chile, donde hay un montón de postgrados. Por otro lado están las cuestiones más reivindicativas clásicas del estilo “participación en el co-gobierno de la facultad”, “autonomía real de la facultad para decidir su política”, y también la cuestión más obvia que es el estado de la facultad y de la institución en sí, que es bastante deplorable. En mi facultad por ejemplo, hay ascensores que se han desfondado y, es bastante riesgoso para la mayoría de los estudiantes. Reivindicaciones hay, el problema no es tanto las reivindicaciones, sino encontrar cuál es la veta para volver al camino del 2010.

 

 

 

 

(Julián): Bien, sí, me reía un poco porque en Terciarios todas las semanas se cae un ascensor, y eso es bastante peligroso también. Bueno, yendo al espacio terciario, y hablando más en concreto en el instituto en el que estoy yo, el Joaquín V. González, que es el instituto de formación docente más grande del país, que tiene un número aproximado de 6.000 estudiantes (lo cual lo asemeja a muchas facultades y universidades), también tenemos el mismo problema del reflujo. La diferencia es que nosotros en el proceso del 2010, básicamente fuimos de los sectores peor organizados. Cuando fue “el estudiantazo”, nosotros básicamente llegamos como furgón de cola, no teniendo bien instaladas las reivindicaciones propiamente dichas que se estaban luchando, y más bien fue una cuestión de apoyar la lucha, también plantear las reivindicaciones, pero no eran muy sentidas en los cursos, porque no hubo una preparación anticipada. A la par veníamos de fuertes derrotas en las que el gobierno nacional había logrado implementar las reformas de los planes de estudio en todas las carreras del instituto, con lo cual ya veníamos de una derrota que se terminó de cerrar en “el estudiantazo” en el cual, no solamente no ganamos nada en condiciones edilicias sino que además se cerraron las últimas reformas de los planes. Actualmente las reivindicaciones se relacionan con lo mismo: el tema edilicio, y los planes de estudio. Nosotros como FEL junto a muchos otros compañeros independientes, hemos impulsado y hemos ganado pequeñas conquistas, por ejemplo en carreras como historia, (la más grande del instituto), hemos ganado en los órganos de co-gobierno, el quite de correlativas del plan nuevo del plan de historia, que es una cuestión muy sentida, y eso militándolo fuertemente, con un planteamiento concreto, difundiendo entre los cursos, organizando compañeros, y eso es una de las apuestas que hemos hecho y que dieron fuertes frutos. Y después en cuanto también a lo edilicio que es una cuestión mucho más compleja porque ganar eso en el instituto implican que te den un anexo, lo cual es bastante plata que el gobierno de la ciudad, súper neoliberal, súper derechoso, no es algo que esté dispuesto a ceder, por el contrario, no te va a dar nada porque de hecho está cerrando muchos cursos, en el cual la política es muy directa. Eso también es una cuestión bastante complicada, porque la falta del instituto, es un instituto que tiene un crecimiento demográfico de matrícula importante todos los años, y sin embargo no entramos en el edificio. Las 14 carreras que hay no entran, entonces es una reivindicación que es objetiva. Nosotros el trabajo que hemos hecho es mucho más incipiente porque si bien es algo que es muy sentido, no es algo que a la gente le haga movilizarse y bajar de los cursos a discutirlo. La pequeña apuesta que hemos hecho y que también ha dado sus frutos es en carreras también importantes como Filosofía, Psicología, y Ciencias de la Educación, a través de nuestra intervención como FEL y muchos compañeros también cercanos a nosotros, con los cuales discutimos y construimos en conjunto. Hemos ganado este año la apertura de otro turno, en las tres carreras Filosofía, Psicología y Ciencias de la Educación, con lo cual nuestra apuesta ha pasado también por –viendo que es un contexto en el cual la organización no es masiva- dar pequeñas victorias que nos permitan recuperar ciertas posiciones que habíamos perdido. Con respecto por ejemplo a las correlativas, tiene que ver con haber perdido el tema de los planes, pero también volver a sacar ciertos problemas que trajeron esos planes, siempre en mente como norte que eso apueste a que más estudiantes se organicen y salgan a luchar por muchas más cuestiones que son asignaturas pendientes que tenemos en el instituto. Así que, pasa por ese lado, la apuesta del FEL por lo menos en mi lugar de base.Primer Congreso Frente de Estudiantes Libertarios-Argentina

(Tomás): Sí, inclusive, el tema de los terciarios (transportado a técnicos) es en cuanto a los planes de estudio, más o menos igual. Cada vez se busca reducir más los contenidos específicos, por ejemplo en los técnicos, a contenidos más generales, y más abocado a cuestiones más económico-empresariales. En el caso de los técnicos la lucha que estamos llevando a cabo es justamente esa: no al quite de materias específicas, y no a la desvalorización de un título que hoy en día es –acá en Capital Federal- el que más peso tiene en cuestión de conocimiento a nivel nacional, el título de técnico en Capital Federal.

FEL-CHILE: Yendo más allá del plano estudiantil, ¿bajo qué perspectivas político-programáticas el FEL-Argentina ha ido estableciendo relaciones con otros frentes de lucha? y ¿qué desafíos y perspectivas de trabajo han surgido de allí como organización con intención revolucionaria?

FEL-ARGENTINA:

(José): Los dos frentes más comunes con los cuales nos relacionamos son el Frente Sindical, con el que actualmente tenemos poco relacionamiento, pero apostamos a tenerlo en mayor medida y el Frente Territorial.

En el caso del Frente Sindical, desde nuestra creación e incluso antes hemos participado muy activamente de diferentes luchas, como la de Kraft-Terrabusi, una productoras de golosinas más importantes de todo el mundo, que ha sido enorme a nivel internacional, la de Adosac, de los trabajadores de la educación media, en una lucha muy fuerte contra el Estado por parte de esos compañeros y, hasta hace muy poco, la Línea 60 de colectivos de Monsa (en la que en nuestra página web –http://www.fel-arg.org/- pueden ver una serie de entrevistas), una de las líneas más importantes de todo el país. Nuestro apoyo es simplemente para difundir el conflicto, sino que poniendo el cuerpo y acercándonos, dando una mano, desde algo tan simple como ayudar a armar la comida para los trabajadores que en ese momento se están organizando para defenderse de la patronal y del Estado, hasta estar ahí y codo a codo con los trabajadores. Ese es nuestro mayor aporte de cara al Movimiento Obrero que podemos dar. No queremos que la militancia estudiantil esté alejada del resto del pueblo trabajador, sino todo lo contrario, tiene que ir a la par. Esos son ejemplos concretos. En lo general, la realidad es que nosotros apostamos a relacionarnos con todos los conflictos en los que podamos. Somos una organización chica todavía, pero nuestra voluntad está en eso.

(Julián): En el caso del Frente Territorial la política del FEL en este corto tiempo de vida ha sido también coordinar con espacios territoriales, con sectores de trabajadores precarizados, o lo que quedó con el movimiento del 2001 de los desocupados, y también con lo que se hace de trabajo en barrios. Un ejemplo es la Educación Popular, algo a lo que nosotros le damos importancia, y que tiene que ver el aspecto pedagógico y también político. Hay muchos compañeros que les motiva lo que se puede hacer en los barrios, con la alfabetización, con el apoyo escolar, con trabajo en bachilleratos populares y demás. También buscamos dar apoyo a otros trabajos, como las tomas de tierras y el trabajo con los trabajadores precarizados, algo acá que se está levantando en Argentina y que es una apuesta que nosotros como libertarios y clasistas no podemos dejar pasar.

En la jornada en la que estamos se busca incorporar estos trabajos a la política de la organización. Porque para nosotros un movimiento estudiantil eficaz en su lucha y con potencialidad revolucionaria tiene que estar necesariamente relacionado con otros frentes, con los trabajadores, tanto el obrero industrial clásico, como el sector de transportes, como los desocupados y precarizados, que al fin y al cabo son parte de la misma clase, que es la Clase Trabajadora.

FEL-CHILE: Y ¿cómo se enfrentan ustedes a otros movimientos sociales, de carácter ciudadanista, que carecen de construcción clasista, como el movimiento ambientalista, o por los derechos de salud, o los temas de género, por ejemplo?

FEL-ARGENTINA:

(José): Acá en Argentina no existen ese tipo de movimientos ciudadanistas de la misma manera que existen en otros países. No hay una tradición de ese tipo. Ese espacio lo ocupan otro tipo de partidos. Ahora bien, la realidad es que sí existen, como en todo lados del capitalismo, sectores reformistas, o neoliberales teñidos de algún reformismo muy tibio, y la mejor manera para luchar contra esos proyectos que suelen ser los hegemónicos dentro del capitalismo, es lograr trabajar correctamente los ejes reivindicativos, las cuestiones concretas que atañen a los sujetos oprimidos y explotados del capitalismo en los diferentes frentes, sea estudiantil, sea sindical, sea territorial, y unirlo con un proyecto de cambio social más general. En lo concreto, cómo lo hacemos, es intentando, como decía un compañero del FEL de Chile, levantándonos todas las mañanas y preguntándonos porqué somos revolucionarios, no recitando una biblia, preguntarse cómo hago para convencer al compañero que está al lado mío de que hay reivindicaciones y luchas históricas, miles, millones de personas que han luchado por nosotros y los derechos que tenemos, desde las 8 horas hasta tener una educación en la cual nos enseñen a leer y a escribir. Son cosas que costaron sangre, y son cosas por las que hay que seguir luchando. Me parece que lo que nosotros tratamos de hacer suena bastante abstracto, pero no tengo otra mejor respuesta que es de tratar de vincular lo concreto con lo general, de manera correcta, y siempre ser un ejemplo ante el resto de nuestros pares. Ya sea si estamos en una facultad, creo que lo mejor es ser el mejor estudiante, si es un trabajador, ser un compañero solidario, no ser un vago y mantener la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Nosotros apostamos a tratar de mantener esa coherencia y me parece que es la mejor manera de apostar a disputar esos proyectos.

FEL-CHILE: En ese sentido, y en el marco de este Primer Congreso del FEL-Argentina, ¿cuáles serían las nuevas apuestas que tienen como organización?

FEL-ARGENTINA:

(Julián): Nosotros estamos en un proceso de crecimiento importante, no solamente en lo numérico, sino también en aspectos políticos, en profundizar definiciones que nos ayuden a intervenir en la realidad, profundizar caracterizaciones y estrategias también para poder aumentar nuestro radio de influencia, e inclusive una cuestión que es central desde el FEL es también, ampliar el espectro en el cual lo libertario y lo estudiantil se pueden relacionar, en el sentido de que Argentina es un país enorme, donde lo estudiantil tiene peso en un montón de provincias, y la apuesta del FEL es a crecer en distintos lugares y buscar crear un polo de referencia nacional libertario y clasista que intervenga en el medio estudiantil, con reivindicaciones propias del medio estudiantil, genuinas, trabajadas –nosotros hacemos política para ganar esas reivindicaciones-, pero también que tenga un norte político-revolucionario, que no quede simplemente en una cuestión de reformas. Es decir, el desafío del FEL, pasa por perfeccionar nuestra herramienta organizativa, nuestras definiciones políticas, estratégicas y programáticas, para seguir en una construcción, en nuestro caso como frente de poder estudiantil, pero de un poder general de la Clase Trabajadora, digamos, no nos entendemos disociados. Y en ese sentido, el Congreso viene a cerrar muchos aspectos que nosotros necesitamos mejorar. Es una jornada en la cual estamos tomando nuevas definiciones, y el Congreso es un momento importante para encontrarnos, balancear, reflexionar, y también para proyectar hacia adelante cómo va a ser nuestro trabajo, las tareas que tenemos que emprender como libertarios, como militantes revolucionarios en esta etapa.

(José): Sumado a eso, apostamos a que la organización aprenda un montón del interior del país. Creemos que hay muchísimo que aprender de otras experiencias de lugares que no están tan viciados muchas veces por la política nacional como lo está Capital Federal, y apostamos a eso, a aprender de otros compañeros que están en el interior. Actualmente hay dos. Una nueva sección que se sumó antes del Congreso, que son los compañeros de Mar del Plata, y estamos empezando a discutir y a relacionarnos con compañeros desde el norte hasta el sur del país, pero es un proceso complicado en el que hay un ida y vuelta, en el que uno tiene que tener la capacidad de escuchar, pero a la vez de no ceder en el proyecto, dar a entender a los compañeros que hay un marco general. Las cosas avanzan en un sentido y ellos se tienen que adaptar, como nosotros nos tenemos que adaptar.

El otro eje que hay que profundizar enormemente, es no tanto la militancia de base, sino más bien la inserción. Porque no es lo mismo militancia de base que inserción. Uno puede tener una enorme militancia de base, pero puede llegar a un cuerpo social muy chico, a una base social pequeña. Lo que queremos es tener una política más de masas, que exceda simplemente a nuestra periferia, que es una periferia importante para el poco tiempo que tenemos. Y el objetivo está en eso, en profundizar esa inserción, para poder dar luchas concretas, como las estamos dando en algunos ámbitos, para poder consolidar la organización, pero también los espacios donde intervenimos, y desde ahí tener un “trampolín”, para desarrollar políticas más generales. Y ahí es cuando empiezan a aparecer las preguntas, de bueno, hay Federaciones estudiantiles, hay relaciones entre los CC.EE, relaciones entre los CC.EE (los órganos gremiales donde uno interviene) y Organizaciones Sociales. Antes mencionaba nuestra relación con otros frentes. La realidad es que no es lo mismo cuando uno puede tener incidencia en un órgano gremial o en una Federación, que si no la tiene para relacionarse con otros frentes y aportar su solidaridad. Entonces nuestra apuesta está en eso, a profundizar la inserción, pero no solamente por la inserción misma, sino para poder tener capacidad de, luego volcar y relacionar nuestra militancia con el resto del pueblo, que día a día lucha y tiene muchas cosas que enseñarnos a los estudiantes y también a los libertarios.

(Tomás): Inclusive, de la mano de lo que dice José, también posicionar al FEL y dar el salto como FEL de cara a referenciarnos hacia el masivo como una alternativa a las corrientes de izquierda que están un poco agotadas en cuanto a capacidad o formas y métodos de interpelar al masivo. Posicionarnos como una verdadera alternativa o proyecto de izquierda, diferente en cuanto a forma y método a los que han agotado la izquierda tradicional, y que hegemonizó de alguna manera el proceso acá en Argentina.

FEL-CHILE: Vemos que en este Congreso han invitado a organizaciones hermanas de Uruguay y a nosotros de Chile. En relación con esto, ¿de qué manera creen que se vuelve una herramienta políticamente útil, la conformación de lazos entre las organizaciones estudiantiles libertarias? Y a la luz de ello, ¿qué desafíos piensan que tiene el movimiento libertario latinoamericano e internacional?

(José): La respuesta más fácil y sencilla es decir: aprender. Nosotros creo que siempre hemos tenido –más allá de la forma- en cuanto a contenido una voluntad muy grande de aprender de otros compañeros. Creemos que los compañeros del FEL de Chile, pero no solamente el FEL de Chile, sino del movimiento de masas que se está dando en el ámbito educativo y se venía dando en el ámbito educativo en Chile, es algo que nos ha marcado la cancha por así decirlo, nos ha enseñado un montón de cosas. Nosotros lo hemos seguido muy de cerca, por ahí más de cerca de lo que creían los compañeros del FEL, o incluso de otras fuerzas. Acá en Argentina ha sido un tema que se ha tocado en extenso. Ha sido un tema que se ha debatido, incluso ha habido comisiones, asambleas, actividades, las que han ido bastantes compañeros. Más que nada activismo, no el masivo masivo, pero, no solamente los militantes. Han ido a discutir y aprender de esas experiencias y entonces, por lo menos de cara a los compañeros de Chile la realidad es que es aprender. Los tres países, Uruguay, Argentina y Chile mantienen una tradición política desde los de abajo hasta los de arriba muy similar. El tema de las dictaduras, el tema de las organizaciones revolucionarias que han intervenido en esos países tienen historias similares, las disputas que ha habido son muy similares, y la realidad es que creo que en esa semejanza uno puede sacar conclusiones y a la vez también –por qué no- tener críticas, pero críticas positivas. Todavía no las tenemos, pero es una apuesta a desarrollar. Uno aprende del otro lado, plantea, bueno, creo que esto es correcto, esto no. Me puedes explicar por qué esto funciona así, y en ese proceso dialéctico, de ida y vuelta es donde hay un aprendizaje, una enseñanza constante, que me parece que tienen que mantenerlo todas las organizaciones revolucionarias. Siempre esa apuesta internacional que siempre tuvieron los libertarios no me parece menor, y menos aún hoy en día. No creo que lo primordial, -creo que nadie cree que lo primordial- es la cuestión más así de discusión política general, por ahí algunas tendencias revolucionarias minoritarias creen que es lo más importante. Yo creo que lo interesante no es la discusión por la discusión misma sino para sacar aprendizajes para las luchas concretas, y el día de mañana, por qué no, ahí sí haya una cuestión más de coordinación, donde los avances por parte de las clases de la burguesía más que nada, en su avance, uno tiene que tener una mínima coordinación entre las diferentes organizaciones, que es útil, realmente útil. Un ejemplo de eso, es el tema del Plan Bolonia, que acá se implemente con la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) y con el ANFE, que viene a reglamentar la educación y el modelo de país -no solamente la educación-. Porque una cosa es cómo funciona la universidad, pero también la universidad es un micro lugar donde se definen un montón de cuestiones más generales de cómo funciona un país. Y estos lineamientos generales, que vienen de Europa, y en algunos casos también influenciados por la educación estadounidense, digo, a nosotros –a todos los latinoamericanos- nos golpea de lleno. Y me parece que es necesario que haya una mínima coordinación, por lo menos en información, en principio entre todas las organizaciones que apuestan a defenderse, pero no defendiendo lo que ya hay, porque hay una Educación Pública, por lo menos en Argentina, que tiene un montón de aristas que son útiles para nosotros, pero la defensa pasa por defender lo que hay, pero a la vez buscando transformarlo porque no es suficiente. Creo que va en ese sentido, entender qué cosas hay similares, en la lucha por abajo para aprender de los errores y aciertos de cada organización, y la lucha por arriba, aprender de cuáles son los ataques con los que viene la burguesía, para poder plantearse mejor.

(Julián): Además teniendo en cuenta, como decía el compañero, que tanto lo que se está haciendo acá en Argentina, como lo que se está haciendo en Uruguay, son espacios más jóvenes, y que tenemos mucho por caminar y en ese proceso creo que es importante tomar en cuenta que ya hay un polo de referencia y hay un polo donde se ha hecho una acumulación, que es en Chile, entonces nosotros vemos eso como una forma para nosotros de aprender de cosas que ya están acumuladas y poder inclusive evitar tener errores que los podemos saltar digamos, si nosotros somos realmente coherentes, sobre todo cuando los procesos se dan a nivel latinoamericano, y además nosotros estamos hablando también de que es un tipo de construcción de una herramienta organizativa que es libertaria, y más todavía cuando uno pretende orientar un movimiento de masas, surfear en ese movimiento de masas que es tan dinámico, lo que están haciendo en Chile nos enseña muchísimo, tanto en Argentina como en Uruguay, y además teniendo en cuenta que estamos en una instancia de Congreso, que nos otorga la posibilidad, a los compañeros tanto de Chile como Argentina y Uruguay discutir cuestiones de fondo y no simplemente pasar pequeños informes de lo que se está haciendo. Es decir, discutir cuestiones de fondo de cómo se va a construir la organización, de qué líneas programáticas vamos a tener para la etapa, de qué manera vamos a intervenir en frentes de masas y demás, son elementos esenciales para construir una corriente revolucionaria.

(José): Me parece que en resumen, lo que se podría decir es que, la actualidad es el postmodernismo, donde campea tanto el autonomismo, y donde todo el mundo quiere reinventar la rueda y perder tiempo rehaciendo la historia y olvidándose de los cientos de años de las luchas de los explotados. Me parece que la mínima manera de romper con eso es dejar de lado un poco el orgullo de querer aprender todo y generar todo uno, y decir, “bueno, tengo cosas para tomar de esto, y cosas para innovar en este sentido”. Es lo mínimo que creo que debería hacer cualquier organización para, por lo menos, tirar la intención de romper con la era en la que estamos.

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