¡Yo también estuve al Parlament y lo volvería a hacer!

¡YO TAMBIÉN ESTUVE EN EL PARLAMENT Y LO VOLVERÍA A HACER!

Si recortáis más de nuestras vidas nosotros bloquearemos vuestros templos, si tiráis a más gente de sus casas que sepáis que bloquearemos vuestros propósitos, a sabiendas de que la democracia sacará sus dientes y secuestrará a nuestros compañeros.

“De la indignación a la acción”, decía la convocatoria de Acampada Barcelona para bloquear el Parlament Catalá el 15 de junio. Acudieron miles de manifestantes; querían impedir la aprobación de nuevos recortes en sus vidas, querían impedir que los diputados hicieran su labor: seguir decidiendo por nosotros y en contra de nosotros.
Por autodefenderse han sido imputados arbitrariamente 20 compañeros de entre los miles de manifestantes; “castigo ejemplar” dijo en tono medievo Arthur Mas, presidente de Cataluña. Les quieren imputar un delito de 3-5 años de cárcel por, según ellos, “atentado” contra la Alta Autoridad Estatal; en la vida real fue por zarandear, insultar y tirar pintura a unos vejestorios. Vejestorios que iban a recortar más presupuestos en sanidad y educación, es decir, que iban a seguir atentando contra nuestras vidas, nuestra salud y educación.

La complicidad entre el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional y el denunciante ante el bloqueo del Parlament (el sindicato Manos Limpias, cuyo nombre lo dice todo) en colaboración con los medios de incomunicación empujó y facilitó la imputación. La Audiencia Nacional es hija del TOP, Tribunal de Orden Público de la Dictadura franquista; el sindicato Manos Limpias es dirigido por Miguel Bernad Remón, Caballero de Honor de la Fundación Francisco Franco. A la cabeza, por tanto, identificamos dos cochinos muy cochinos.
La Audiencia Nacional dio una fianza al sindicato Manos Limpias porque ni si quiera tiene representación en ningún centro de trabajo. Bajo este juego de fianzas podría así personarse el sindicato como Acusación Popular apelando al supuesto “interés ciudadano…por delitos que afectan a instituciones esenciales”, dijeron.
En la vida real la única y verdadera Acusación Popular que se ha dado en todo este proceso fue la de miles de personas bloqueando las puertas del Parlament señalando, zarandeando e insultando a los diputados por robarles más de sus vidas. Desde ese día hemos visto como los catalanes han seguido defendiéndose: han ocupado y acampado en centenares de hospitales durante todo el verano y las mareas verdes han teñido el asqueroso negro asfalto.

La última colaboración de capciosos fue por parte de los medios de incomunicación, como siempre cómplices de este régimen de vida. “Donaron” las fotos a los Mossos de Escuadra; “gracias a la prensa, vamos a la Audiencia”, coreaban repletos de ira en Barcelona.
Aunque su complicidad en el caso comenzó con los titulares en portada de todos los periódicos y telediarios burgueses al día siguiente al bloqueo. Éstos constituyeron toda una campaña de deslegitimación al 15M en un intento, como siempre, de dividirnos (amar al opresor y odiar al oprimido) y paralizarnos (hacernos indolentes e inertes); es decir, de crear lo que ellos llaman “opinión pública”. No olvidaremos los titulares en portada, en concreto el de La Razón: “Democracia Secuestrada”.
Una vez más la vida real era otra: fueron más bien nuestros compañeros los secuestrados por la democracia. El 4 de octubre saltándose el protocolo que estipula que la citación judicial se ha de entregar a los imputados amablemente en sus casas, los Mossos de Esquadra (mitad personas, mitad armarios) detuvieron a los compañeros en: su trabajo, en medio de asambleas, a otros caminando por la calle, delante de sus amigos… Los esposaron; los metieron en un furgón y llevaron a comisaría.
Estas detenciones no sólo fueron improcedentes (ya que no está estipulada la detención de personas para darles un papelito) siendo así nuestros compañeros secuestrados por la democracia, sino que, además, se trataba de una medida de denigración, humillación y de Abuso de Poder. Querían intimidarlos; quieren que todos/as nosotros les temamos, son el Poder; no quieren que vayamos al Parlamento a bloquearles las puertas, quieren recortar y recortar sin respuesta directa de los afectados. Pero aquí como en los desahucios que sepáis que bloquearemos contra viento y marea.

El resto de imputados queriendo evitar el Abuso de Poder acudieron voluntariamente al edificio de la Ciudad de la Justicia para recoger su citación. Cuando esperaban en la cafetería del edificio a su turno entró una discreta y humilde brigada móvil de 50 Mossos de Esquadra armados y con pasa montañas. Los esposaron y encerraron brutalmente en el Auditorio sin razón alguna (hoy en día eres una amenaza si te tomas un café y no llevas corbata). Luego fueron llevados a la oscura comisaría Mont Juic. La democracia siguió sacando sus dientes, esos que aún gente se empeña en no ver.
Imagínense las caras de los compañeros; habían ido voluntariamente para evitar todo ese negro-circo, que de hecho es in-protocolario. Pero “los mitad personas, mitad armarios” tenían, como de costumbre, ganas de marcha; y la Audiencia con Eloy Velasco a la cabeza había dado el beneplácito por teléfono de la detención in-protocolaria, como si de comprar pizza se tratara.
El cruel teatro para nuestros compañeros siguió. En octubre vinieron a Madrid para compadecer ante la terrorífica Audiencia Nacional Fascista; efectivamente, el viaje a Madrid tuvieron que pagárselos ellos de su bolsillo. En cambio, ayer miércoles 14 de noviembre compadecían los diputados “agredidos” del Parlament, pero ellos lo tuvieron, como siempre, más fácil. Alegaron desde la altanería de aquellos que se sientan en un escaño “problemas de agenda” para acudir a Madrid, de manera que el juez se trasladó (con nuestro dinero) hasta Barcelona para complacerles. Imagínense, una vez más, la cara de nuestros compañeros.

Una manifestación el día anterior y una concentración esta mañana recibían a los diputados en la puerta antes de su comparecencia como “agredidos”. Nuevamente han sido abucheados con ira, sin piedad; y esta vez han cortando los cables de Telecinco, conscientes de la colaboración de los medios con el régimen del Estado policial. El manifiesto de la convocatoria decía: “lo volveremos a hacer, para volver a decirles de nuevo a la cara que no aprobamos sus recortes sociales, que no les queremos y que no los necesitamos”.
Dentro, en el juzgado, todo se desarrollaba con normalidad; la diputada socialista Monstserrat Tura expresaba su gran dolor por haber sido agredida: “son 420€ los daños causados a mi vestuario por las personas que me echaron pintura”.
Las obscenas palabras de Tura pueden sentenciar a 3-5 años de cárcel a nuestros 20 compañeros imputados arbitrariamente y que acudieron, como todos los demás, a bloquear el Parlament porque creían firmemente que quien permite el abuso sobre sus vidas en definitiva no hace otra cosa que ordenar que se haga.
A todos los implicados, cómplices, cochinos y bárbaros de este acoso y derribo a nuestros compañeros les decimos que: si recortáis más de nuestras vidas nosotros bloquearemos vuestros templos, si tiráis a más gente de sus casas que sepáis que bloquearemos vuestros propósitos, a sabiendas de que la democracia sacará sus dientes y secuestrará a nuestros compañeros.
A la señorita Monstserrat Tura le compensamos con poesía obscena, como a ella le gusta: “seguramente la próxima vez tu traje no estará manchado de pintura”.

Este no es el primer ni último caso que sufriremos; mañana podrás ser tú; antes de ayer fue Edu León.
Barcelona no estás sola; ánimo desde Madrid.
¡SI NOS TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS!
¡EN TODO VUESTRO PROCESOS NO ESTÁIS SOLOS!
¡NO OS OLVIDAREMOS!

“Una sociedad que se olvida de sus mayores está abocado al fracaso;
Un movimiento que se olvida de sus presos (o detenidos) está condenada a la derrota”.

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Especial: 
15 M
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