Los Chikos del Machismo (I)

Autores: Afrania y Linuxero

Los Chikos del Maíz son un grupo de hip-hop del País Valencià que se encuadra dentro del subgénero del rap político, con letras de gran carga ideológica. El grupo presume de ser comunista y en su tema “Trabajador@s” nos sorprendió a muchos por no dejar títere con cabeza y ser un genial alegato en defensa de la clase trabajadora. En los últimos tiempos, los Chikos han tenido un fuerte empuje lo que les han llevado incluso a tocar en la última Fiesta del PCE. Por todo ello podríamos encuadrarles entre los grupos de izquierdas, sin embargo, el tufillo machista que despiden sus letras nos hace replantear dicha consideración, como a continuación pasaremos a analizar.

¿Rap conciencia o simple Gangsta Rap?

El hip-hop es un género musical que surgió en EEUU a finales de los 60 y que evolucionó en multitud de subgéneros. Mientras algunos dieron lugar al positive hip-hop o rap consciente, que se centraba en temas sociales y de contenido político, el que más se comercializó fue el Gangsta Rap de los años 80 y 90, un estilo hedonista donde las referencias al proxenetismo, las drogas y la violencia, eran una constante. A España, el hip-hop llegó en pleno auge de este último, y muchos raperos españoles adoptaron las mismas actitudes misóginas tipo gánster.

Sin embargo, siempre hubo grupos y mcs que se desmarcaron de esas actitudes, como Def con Dos, y cada vez son más dentro del conocido como Rap Conciencia, al estilo de BKC o El Chojin, de forma que no se entiende cómo el Tony y el Nega (los vocalistas de los Chikos del Maíz), que presumen de izquierdismo radical, copien las características carcas y retrógadas de la corriente gangsta y, cuando mencionan a las mujeres (ya sean políticas, actrices o la novia de un amigo), aludan de manera  más o menos despectiva a su sexualidad, esto es, no se han desprendido de la visión de la mujer como un objeto sexual al más puro estilo reggaeton.

Desde la misma intro de su primer cd, “Miedo y asco en Valencia”, se sueltan lindezas hacia las mujeres tales como “por mamadas no hago baladas” o “tú pidiendo ruido y tu novia entre mis ingles”, y en otro tema “tu novia por una raya grita fuerte, me lo trago”. Como si a las mujeres sólo les gustasen las “baladas”, como si las mujeres siempre fueran “novias de”, no sujetos con personalidad propia, y como si fueran todas potencialmente putas que se venden por cualquier cosa. Prácticamente todas las canciones contienen rimas donde las mujeres son superficiales, golfas, estrechas o frígidas, lo que resulta aún más repulsivo si encima se acompañan de la clásica verborrea ególatra del gángsta rap, en claro antagonismo con la humildad que ha caracterizado a los grupos musicales combativos vinculados a la Izquierda o al rap cosciente o político.

me tiro a hippies que están forradas y tienen papis de derechas

“Yo levanto faldas y aparto compresas”

“Niñata, chúpamela y vete, que esto del rap no te pega y podrás presumir en clase: eh, se la he chupado al Nega”

Sin embargo, los Chikos del Maíz insisten en autodefinir su pureza ideológica al establecer como estribillo de una de sus canciones que son rojos, como la regla de tu hermana”. Es más, son los más antimonárquicos al asegurar que dejaron cicatriz en el ano de Letizia Ortiz. También contra la ex-presentadora del telediario de TVE, en la canción “España profunda y cañí” afirman que Letizia Ortiz es una arpía, quesu coñito tiene premio y que no cobra veinte euros por mamada, cobra un reino. Sin embargo, en ningún momento se refieren al heredero de la Corona, el príncipe Felipe, lo cual evidencia la fijación que tienen estos señores con las mujeres, independientemente de su clase social.

En esa línea de no dejar títere con cabeza destacan los Chikos por realizar acertadas críticas a políticos nacionales y jerifaltes del ordo mundial. Pero igualmente vemos cómo los juicios a las mujeres con frecuencia son de tipo sexual y no sobre su labor en el cargo. Como son políticas que no cuentan con el aprecio de sus fans, estas soeces ofensas quedan enmascaradas. Así, a nuestra ministra de Defensa, ex- de vivienda, le dedican un Querida ministra traiga vaselina que vamos a jugar al teto y nos montamos una orgía en el piso de 30 metros. De Rita Barberá, alcadesa de Valencia, afirman en tono burlón que le molan las lesbianas y el Cardhu y se toca mientras piensa en París Hilton. A Ana Palacio, ex ministra de AA.EE. del PP, le llaman frígida y analfabeta. Por contra, en ex-presidentes del gobierno, ministros y políticos varones, las alusiones sexuales brillan por su ausencia, salvo un par de “maricones“, insulto homófobo muy vinculado al “machoiberismo” autóctono.

Este lenguaje soez de claro matiz sexual también se lo dedican a otras mujeres del cine, la música o la prensa rosa: terrorismo no es ETA, es Belén Esteban enseñando las tetas, Elsa Pataky la chupará de muerte pero no es una actriz o Amaral es un frígida y Bisbal no tiene el graduado.

Por todo ello es una desfachatez que el Nega critique en un artículo de internet el machismo de Las Fallas (no somos los únicos que se lo reprochamos), o que la única mención testimonial, en sus canciones, a una de las luchas de las mujeres sea contra la “violencia doméstica” (y no contra la “violencia machista” o “violencia de género”, términos más apropiados por englobar todos los tipos de violencia y no sólo la que se produce en la “domus”).

II parte: Los Chikos del Machismo con el reformismo regulacionista

Original en: http://afranias.wordpress.com/2011/04/26/los-chikos-del-machismo-i/

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