Candidato de izquierdas, tú también te abstienes

Ya ha pasado otra gran noche de la democracia. Las expectativas que se había hecho la izquierda, defraudadas. Ahora echan pestes de la abstención, o del masoquismo de los electores. Al parecer la culpa de todo la tiene el que no vota lo apropiado… A ver, amigos y amigas de la izquierda electoral. ¿Por qué habéis perdido? Por culpa de vuestra abstención. Os lo cuento.

Un inciso. Lo primero, la política: en este reino, desde la Restauración de 1874, la izquierda no ha ganado las elecciones más que cuando se ha presentado unida al completo: o en un partido hegemónico o en un frente popular. Así pues: desastre. ¿La culpa? Vuestra que no sabéis poneros de acuerdo.

Lo segundo. Las elecciones generales, autonómicas, locales y europeas, son un evento reaccionario. Están diseñadas para que salga un resultado nefasto para el que vota. Vuelvo a decirlo: un tipo que gane 600 euros y trabaje doce horas, y que esté solo, frente a la urna, sin organización, sin hábitos de decisión colectiva, sin haber participado en la vida en acciones políticas (en huelgas, protestas, boicots, manifestaciones…), es un conservador que votará –si vota– por quedarse como está. Tiene asimilada la ideología vigente y cualquier mensaje del tipo "Teresa Rodríguez, ha dicho que te van a quitar tu casa y tus ahorros"… Pues se le ofrecen dos opciones básicas. O votar por el señorito, que para eso manda, va bien vestido y tiene éxito, o abstenerse. Y se abstiene además, porque seguramente ya ha votado antes por todos y cada uno de los partidos existentes, o ha visto votar a otros como él, y no ha percibido cambios significativos a mejor en su vida. Si le vas con el cuento de que "vamos a cambiarlo todo", mirará ese "todo", emitido por profesores, licenciados y diplomados, con cinismo. ¿Qué le importa la ley Wert-LOMCE si sus hijos están destinados a ser obreros? ¿En qué le afecta la Ley Mordaza si él no protesta? Y así con todo, sabe que al final, esta es la verdad: todos mienten.

En fin. Los perdedores echarán la culpa a la abstención. Sin pensar ni por un momento, que los electoralistas también se abstienen. Que los libertarios y libertarias de corazón o de ideas votamos diariamente, y nos dejan solos en las trincheras del despido, de los derechos laborales, de los desahucios, de los piquetes, viendo venir de frente a la policía o al juez. Ponemos en juego nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestra seguridad, apostamos y votamos fuerte por aportar a las libertades colectivas una dinámica en la que creemos: la de hacerlo todo entre todos, la de sacar a relucir lo mejor que tenemos en la clase obrera, dándole protagonismo, formación comunitaria, orgullo, hábitos colectivos, y capacidad de decisión en el día a día. Amigos y amigas electoralistas: ahora tomad vuestra purga de realismo, y decidnos luego que somos nosotros, con vuestra abstención activa y vuestro voto pasivo, quienes no conseguimos nada.

Comentarios

Imagen de Octavio Alberola

Sí, Acrato, haces bien en recordales todo eso a los que pretenden hacernos responsables de su derrota por defender y practicar la abstención. EHaces bien porque es el momento de obligarles a asumir la responsabilidad de que el "cambio" se quede siempre en promesa y esperanza fallida...

Sí, acrato, es el momento de recordarles -"a los amigos y amigas electoralistas"-  que la única dinámica portadora de cambio es la "la de hacerlo todo entre todos, la de sacar a relucir lo mejor que tenemos en la clase obrera, dándole protagonismo, formación comunitaria, orgullo, hábitos colectivos, y capacidad de decisión en el día a día".  

La historia, una vez más, nos ha dado razón y nos recuerda que solo la acción directa produce  cambio y tienen potencialidades emancipadoras. 

Pero no olvidemos que para ello la acción directa no debe quedarse simplemente en proclama, en palabras; pues, una vez más, la historia nos muestra que ella se hace con lo que hacemos o no hacemos, que no es votar o no votar lo que cuenta sino, como decía Mella, lo que hacemos el resto de los días del año.

 

Imagen de Acratosaurio rex

Y que así sea. Decir lo que hacemos, hacer lo que decimos.

Hola.

Las elecciones son un instrumento para consolidar orgnizaciones y luchas, no siempre. Está claro que quienes han ideado y legalizado esas leyes son los poderosos, los que pretenden mantener su Status Quo, pero a veces se les va de la mano y acaban perdiendo esas elecciones frente a un pueblo organizado. Eso, como todo anarco sabe, pasó en el 36 y hay que votar lo mínimo pero cuando hay una posiblidad de cambiar "algo" se ha de votar. La CNT lo entendió en ese momento y dió una maravillosa ministra de Sanidad llamada Federica Montseny.

Yo sólo voto cuando creo que algo se puede cambiar, si no lo veo claro, no voto.

Salud.

Pepín.    

Imagen de Acratosaurio rex

Tienes razón con que de vez en cuando uno ve que existen posibilidades de cambiar algo mediante el voto Pepín, y ese día uno siente irrefrenables deseos de ir a votar. Entonces no pierdo el tiempo, y hago que mis sobrinas me aten a la silla con dos o tres rollos de cinta americana hasta que cierran los colegios. No pudiendo moverme, me limito a lanzar espantosos alaridos que resuenan hasta el Barrio Alto, acompañado por ladridos de todos los perros de la comarca. Esta actitud tiene una base racional y científica, y es que una vez que fui a votar para ver qué se sentía, cuando salí del colegio me sentí completamente idiota, siendo mi estado habitual parcialmente idiota. Por eso lo mejor es tomar medidas. PD: ese truco me lo enseñó Federica Montseny, cuando en el 82 tuvo deseos de ir a votar, y la amarré con la cuerda del tendedero hasta que pasó el peligro.

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