Historia del anarquismo en Turquía

Este artículo proviene originalmente de la página de Karakök Otonomu (Turquía/Suiza). Karakök Otonomu (Autónomos de Karakök) es el miembro más reciente de la Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA) y tiene miembros germanoparlantes en diversos países. Para saber más sobre ellos se puede visitar su página: http://www.karakok.org

Después del derrumbe del Imperio otomano durante la Primera Guerra Mundial, Mustafa Kemal Atatürk fundó la actual República de Turquía en 1923. Ello trajo consigo profundos cambios; por ejemplo, Turquía es el único Estado islámico en el que el laicismo (la separación de Estado y religión) está establecido por ley.

mapa de turquía

En 1920 ya se había fundado el Partido Comunista Turco (PCT). El comunismo era muy popular en Turquía, dada su proximidad geográfica a Rusia y en especial tras la Revolución de octubre. El PCT era miembro del Komintern, por lo que suponía un peligro serio para el kemalismo de Atatürk. Por eso, el PCT fue prohibido en 1923 y sus líderes tuvieron que vivir en el exilio de ahí en adelante.

Desde la fundación de la República, el Ejército turco es un Estado dentro del Estado. Es el órgano supremo del Estado turco y completamente intocable. Criticar al Ejército, hablar mal de él, por no hablar de objetar, es un delito grave. El Ejército tiene una función de supervisión, en momentos de crisis para el Estado siempre ha tomado partido contra el pueblo y lo ha silenciado con violencia. Así es como la República turca renueva una y otra vez su poder y su confianza en sí misma.

Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial (Segunda Guerra Imperialista), el gobierno turco pasó por primera vez del sistema kemalista de partido único a un sistema multipartidista. El partido del gobierno acabó por no ser el CHP (Partido Republicano del Pueblo) de Atatürk, sino el proestadounidense Partido Democrático (PD), con el primer ministro Adnan Menderes a la cabeza. Cuando proclamó en 1960 una ley para neutralizar a la oposición política, el Ejército intervino y zanjó el asunto con rapidez ahorcando a Menderes y a dos de sus ministros.

A eso siguieron los tiempos en torno a 1968, que fue un tiempo de movimientos renovadores en todo el mundo (p. ej. movimientos pacifistas, ecología, música, feminismo, hippies, amor libre, política revolucionaria). De todos estos diversos movimientos sólo llegó uno a Turquía: el movimiento político revolucionario. El movimiento político en Turquía fue principalmente un movimiento juvenil. Jóvenes de todo el país fueron influidos por la guerra de Vietnam, los levantamientos populares de Cuba, China, Camboya, Laos y los países latinoamericanos. Les cautivó una ola de romanticismo revolucionario y el marxismo-leninismo se abrió al gran público.

El PCT (Partido Comunista de Turquía) fundado en 1920 perdió su influencia sobre la juventud mientras que fue el TIP (Partido de los Trabajadores Turcos), fortalecido después de 1960, el que atrajo a las masas. En aquellos tiempos, la juventud todavía no pudo desprenderse de la ideología kemalista y por eso tampoco se mostraba contraria al ejército, que al fin y al cabo era (y es) el guardián del kemalismo. Sólo entre 1969 y 1971 empezó a haber sectores de la juventud que se cuestionaban, criticaban e incluso se desvinculaban de dicha ideología.

Los revolucionarios fueron llamados «anarquistas» por el Estado, en el sentido de que se oponían al sistema establecido. En aquellos tiempos, el término «anarquista» era también sinónimo de «terrorista», independientemente de la ideología. Todo el movimiento revolucionario fue descrito por el Estado y la sociedad como movimiento anarquista.

Cuando el aparato del Estado y organizaciones civiles fascistas cultivadas a sabiendas por el Estado se aliaron y comenzaron a reprimir con las armas los levantamientos juveniles, los revolucionarios se vieron obligados a responderles en los mismos términos. El motor de Estado y fascistas era el amor a la patria, mientras que para el movimiento revolucionario se trataba, por una parte de autodefensa y, por otra, de antiimperialismo, socialismo, problemas académicos en las universidades e institutos, la resistencia sindical de los trabajadores y la realización de la reforma agraria prometida a los campesinos. Los medios también se posicionaron contra el movimiento revolucionario y realizaron contrapropaganda.

En 1971, el Ejército volvió a intervenir y destrozó el movimiento. Tres importantes líderes revolucionarios y bastantes luchadores más fueron ejecutados. Turquía quedó sumida en el silencio y el miedo.

Desde una perspectiva global, vinieron tiempos en los que las relaciones entre los partidos comunistas de diversos países atravesaron dificultades. Comenzaron las luchas de liberación de minorías étnicas, los Estados socialistas desarrollaron tendencias dictatoriales y se estrecharon los lazos entre los Estados capitalistas.

Todas estas circunstancias desembocaron en 1974 en un nuevo surgimiento del movimiento revolucionario en Turquía. Gran cantidad de gente leía literatura revolucionaria. Sin embargo, aparte de los clásicos alemanes de la filosofía sólo entraban en el país escritos y libros del Komintern, como literatura sobre materias como historia soviética, marxismo-leninismo, el Pacto de Varsovia, estalinismo, manifiestos de los partidos comunistas de distintos países y anti-trotskismo. No llegaba literatura sobre bakuninismo, anarcosindicalismo, narodniks, comunismo de izquierdas y trotskismo. El movimiento juvenil era marxista-leninista y acabó viviendo una serie de escisiones. Parte estaba bajo la influencia de los soviéticos, parte por Mao y otra parte por Enver Hoxha. También hubo quienes buscaron una vía intermedia. La cantidad de revolucionarios alcanzó varios millones. Simultáneamente aumentaron las organizaciones civiles fascistas, que siguieron realizando ataques armados contra la izquierda. Los enfrentamientos armados se convirtieron en algo habitual y la situación bordeaba la guerra civil: cada día moría un promedio de 26 personas. La población kurda de Turquía también luchó activamente contra la opresión y comenzó a practicar la guerrilla en las montañas. Turquía era una olla a punto de estallar. El Ejército volvió a intervenir.

En 1980, el Ejército dio un golpe para hacerse con el poder. 650.000 personas fueron detenidas, se fichó a 1,7 millones. Se solicitó la pena de muerte para 7000 personas, 50 fueron ahorcadas. 570 personas fueron condenadas a muerte.  299 personas murieron en prisión por la tortura, 585 por otros medios, 144 murieron en circunstancias sin aclarar,  30.000 solicitaron asilo político en el exilio. Se cerraron 23.700 oficinas de organizaciones revolucionarias, para 400 periodistas se solicitaron penas totales de 4000 años, durante los 300 días que siguieron al Golpe se clausuraron y dejaron de publicar todos los periódicos. En todos los rincones del país, el aparato del Estado cazaba a los llamados anarquistas y terroristas. En todas las paredes colgaban listas de nombres y fotografías de los denominados «anarquistas buscados».

El Golpe trajo consigo una nueva época, empujando a las masas hacia un contexto apolítico y asocial, una paz de cementerio.

Ya en 1985 comenzó en el este de Turquía un nuevo movimiento kurdo articulado en torno al PKK y diversas organizaciones marxistas-leninistas kurdas.

En Estambul apareció la publicación Kara (=negro), que dio a conocer el anarquismo por primera vez en público. Por primera vez en la historia de Turquía dejó de etiquetarse como «anarquistas» a todos los movimientos revolucionarios y se pasó a percibir el anarquismo como una ideología y filosofía de por sí. Kara criticaba al Estado y el papel de la mujer bajo el Islam y el capitalismo. Por primera vez se afrontó de forma concreta la cuestión de los derechos de la mujer. Se criticó la estructura y las relaciones de poder tradicionales, también en los círculos marxistas. Los redactores de Kara practicaron la autocrítica y vieron que, como organizaciones revolucionarias, se habían comportado igual que el Estado y las instituciones estatales y que se habían fijado metas equivocadas. Hubo gente de círculos marxistas, que hasta entonces no conocían el anarquismo, que se sintió atraída por el contenido de esta publicación escrita a mano: descubrieron en Kara una gran chispa de verdad. Vieron por escrito pensamientos que habían albergado desde hacía años, pero que no se habían atrevido a formular ante sí mismos ni en su entorno. Sin embargo, debido a que la tradición marxista seguía fuertemente arraigada en la sociedad, la publicación dejó de aparecer tras su sexto número.

Ya en la década de los 90, la generación más joven comenzó a pensar de forma más libre. Por una parte estaban lo bastante cercanos al movimiento izquierdista como para dejarse influir por los planteamientos revolucionarios; por otra parte, tenían la suficiente distancia como para juzgar con objetividad. Criticaron la opresión, el poder y la jerarquía que había tenido lugar en las organizaciones marxistas y allanaron así el camino a un movimiento contra la dominación, la autoridad y el poder: había nacido el anarquismo. Por fin llegó también literatura anarquista a Turquía. El movimiento anarquista creció, atrajo a la gente y mostró una nueva alternativa. Muchos antiguos activistas marxistas se asociaron a la nueva ideología, de modo que el promedio de edad de los anarquistas en Turquía es relativamente alto.

pancarta

Hoy en día, el movimiento anarquista se encuentra en todos los rincones de la vida cotidiana, sea en forma de organizaciones, autónomos, iniciativas o individuos. Los anarquistas están en universidades, fábricas, barrios, escuelas y puestos de trabajo y hacen suyos los problemas de la población. El anarquismo llega incluso a lugares que no había alcanzado el marxismo. Cuestiones como la ecología, el vegetarianismo/veganismo, el feminismo, el transgénero o la problemática de los refugiados, que habían permanecido ajenas al movimiento marxista, tienen ahora lugar en el anarquismo. Esto engloba, por ejemplo, acciones y manifestaciones conjuntas con los afectados.

Por poner un ejemplo, el año pasado fue asesinado en la comisaría de Estambul Beyoglu el refugiado nigeriano Festus Okey. Las agrupaciones anarquistas (entre ellas la nuestra) comenzaron entonces una campaña antirracista, como parte de la cual visitaron el campo de refugiados en el que había vivido Festus Okey. Allí protestaron junto con los refugiados contra el racismo y la brutal violencia del Estado turco.

En marzo de 2008 fue asesinada la embajadora italiana por la paz Pippa Bacca. Estaba viajando a dedo desde Italia a Palestina e Israel. La razón de su viaje era llamar a la paz y la libertad en los territorios en crisis. Un camionero la violó y la asesinó cerca de Estambul. Hubo fuertes acciones de protesta. Organizaciones anarquistas, entre ellas los Autónomos de Karakök, organizaron manifestaciones bajo el lema «No somos hombres». Se trataba de hacer ver el rechazo al modelo de macho turco y la protesta contra la opresión de las mujeres por parte del Estado y la sociedad.

Como decíamos, hasta después de 1980 no hubo un movimiento explícitamente feminista. Las mujeres comenzaron a organizarse de forma independiente y a sacar publicaciones. Mientras que el 8 de marzo había sido celebrado antes por organizaciones marxistas, las organizaciones de mujeres lo comenzaron a celebrar por su cuenta. Hoy hay gran número de casas de mujeres en las que pueden encontrar refugio las mujeres oprimidas o que sufren violencia doméstica. Estas casas de mujeres no fueron fundadas por el Estado (al Estado le es indiferente la situación de las mujeres), sino por organizaciones feministas.

Él movimiento de los trabajadores también ocupa un lugar importante para el movimiento anarquista actual, y las huelgas en las que los trabajadores y los anarquistas hacen huelga o se manifiestan codo a codo están a la orden del día.

Por nombrar algunos ejemplos:

En una fábrica de vaqueros de Estambul, donde se aclaran pantalones terminados mediante el procedimiento del lavado a la piedra, cada vez más trabajadores enferman de silicosis, una enfermedad pulmonar debida a la inhalación de polvo mineral. En la fábrica se realizan acciones conjuntas de protesta con los trabajadores.

También en Estambul, en el puerto de Tuzla, los trabajadores fabriles y portuarios sufren unas condiciones laborales miserables. No se da ningún valor a su salud y no dejan de morir trabajadores en accidentes laborales. Actualmente han muerto 103 personas. Hay una fábrica en la que para hacer peso se usan trabajadores en vez de sacos de arena. Dos trabajadores cayeron y se mataron, otros doce resultaron heridos. El Estado no se ocupa de mejorar las condiciones sino que, por el contrario, los trabajadores que protestan y hacen huelga son atacados una y otra vez por la policía y civiles fascistas. Los anarquistas apoyan a los trabajadores, tanto en las huelgas como en acciones de protesta en el casco urbano, donde se llega a la gran masa.

En Düzce, organizaciones anarquistas apoyan la huelga de 41 trabajadores de la fábrica de cueros DESA. En una filial en Estambul de esa misma fábrica fue despedida Emine Arslan porque se había organizado sindicalmente. Como protesta, no abandonó la fábrica, sino que desde hace unos dos meses y medio lleva a cabo una sentada en solitario. No sólo protesta contra el despido, sino también contra las condiciones de trabajo de la fábrica: los trabajadores enganchan todos los días a las 08.30, pero por la noche no hay límite de horario. La jornada puede llegar a durar 22 horas. Varias organizaciones, entre ellas anarquistas, marxistas, feministas y pro derechos humanos, se solidarizan con Emine Arslan y la apoyan. La policía observa la acción a todas horas y fotografía a visitantes y huelguistas. Mucha gente boicotea ya los productos de la fábrica DESA.

También está la situación de los trabajadores de IBM. El 28 de octubre de 2008 emitieron un comunicado de prensa en el que exigen la mejora de las condiciones de trabajo y el derecho a organizarse sindicalmente. Protestan contra las jornadas de trabajo excesivas, los recortes de salario y el estrés competitivo y de ventas. Para defender también los derechos de los trabajadores de este sector se fundó una plataforma de solidaridad que se compone de diversas organizaciones.

Por primera vez en la historia de Turquía, del movimiento anarquista surgió un movimiento radical contra el sacrosanto e intocable Ejército. Antes, muchos jóvenes incluso se enorgullecían de cumplir el servicio militar por la patria. Se decía que «Un hombre sólo es hombre cuando ha hecho el servicio militar». Hoy hay cada vez más insumisos por motivos antimilitaristas. Rechazan ser utilizados por el Ejército para su propia explotación, participar en la sucia y brutal guerra contra los kurdos y rechazan el Ejército en sí mismo, con todas sus características autoritarias y jerárquicas.

fusil roto

La insumisión suele consistir en que el insumiso avisa a un abogado, los medios de comunicación y sus amistades para luego anunciar públicamente su decisión. Con ello, no sólo rechaza el servicio militar, sino también el Estado en sí mismo. Anuncia que no exige nada al Estado y que tampoco le debe nada. Por lo general, a continuación se quema el documento de identidad o lo devuelve a las autoridades.

En consecuencia, el Ejército intenta siempre obtener un certificado psiquiátrico, cosa que rechazan los insumisos. Debido a la presencia de los medios, la acción está en boca de todos, de moso que no se detiene inmediatamente al insumiso, sino que el Estado espera a que el caso pierda actualidad para detenerle. Suele ocurrir alrededor de un año después.

El castigo por la insumisión comprende tanto la acusación de separar al pueblo del Ejército como de degradar públicamente al Ejército. La condena es de varios años en una prisión militar, donde se tortura severamente a los insumisos.

El movimiento antimilitarista es algo único e inusitado en la historia turca. Con el concepto de la insumisión al servicio militar, el movimiento anarquista ha logrado arraigar una nueva idea en la sociedad y darle valor a la gente. Es una lucha que ha llevado a que amplios sectores de la población tomen el anarquismo como un movimiento independiente y a tener en cuenta y a que otras organizaciones también se hayan visto influidas: por ejemplo, hoy también hay insumisos al servicio militar en círculos de los movimientos de liberación kurdos.

La declaración de insumisión más reciente tuvo lugar el 27 de septiembre a las 19.00. El anarquista Inan Mayis Aru se concentró con unas 30 personas ante la tumba del jeque Bedreddin en Estambul.

tumba de bedreddin

Nota: El jeque Bedreddin fue un estudioso y filósofo que vivió en el Imperio otomano alrededor del año 1400. Por sus ideas revolucionarias, se le considera precursor del comunismo y lideró varios levantamientos populares. Por ello, en 1420 los clérigos islámicos le juzgaron por hereje y fue ahorcado.

Allí leyó su declaración de insumisión, en la que anunciaba que bajo ningún concepto entraría en el ejército. Depositó una copia de su declaración y un ramo de flores sobre la tumba. No avisó a los medios de comunicación, puesto que los considera parte del militarismo y la mentira que rechaza. En lugar de eso, afirmó: «Creo en la capacidad de nuestros propios medios, nuestras redes de información, publicaciones y radios clandestinas».

También en la ciudad de Van, al este de Turquía, se fundó una «Iniciativa Antimilitar» anarquista. El 21 de julio leyó un comunicado de prensa. En el mismo llamaba a la población a negarse a hacer el servicio militar. En respuesta, el Estado inició un proceso contra la iniciativa.

La gente sigue estando expuesta a severas torturas en prisión, puede que más que nunca. En especial, los presos políticos como los insumisos y los activistas kurdos sufren torturas y atentados contra los derechos humanos, puesto que se les considera traidores. En la prisión de Gebze hubo hace poco un caso en el que unos presos acosaron verbalmente a unas kurdas presas. Con el tiempo comenzó el acoso físico. Los hombres lograron llegar hasta las celdas de las mujeres, reventaron las ventanas y las asaltaron. 9 mujeres fueron agredidas. Ni los guardianes ni los soldados intervinieron. Cuando se les preguntó, respondieron que se había desatado el sentimiento nacional de los hombres y que no hubiera podido hacerse nada. Todo ello a pesar de que saben con cuánta dureza y violencia actúan cuando quieren los soldados y guardianes.

Muy recientemente murió otro preso por la tortura. Había sido detenido por difundir una publicación legal.

También son muy graves las torturas no corporales que se llevan a cabo, como medidas disciplinarias, tortura psicológica y aislamiento. El líder del PKK Abdullah Öcalan se encuentra desde hace 9 preso en régimen de aislamiento. Hace poco, sus abogados hicieron saber que había sufrido serias agresiones físicas.

Mientras que las organizaciones marxistas consideraban al principio a los anarquistas como contrarrevolucionarios, ahora ya reconocen que las luchas anarquistas son luchas revolucionarias contra el poder del Estado y los fascistas. Se va conjuntamente a las fábricas y se resiste contra los fascistas civiles, como cuando asaltan escuelas. También el 1º de mayo hay numerosos anarquistas engrosando las filas de las manifestaciones. Se crean alianzas para la acción con todas las organizaciones revolucionarias. El lema «Viva la unión revolucionaria» se ha convertido en una importante consigna en todas las manis.

La alianza es cada vez más importante para contrarrestar con fuerza el poder del Estado. Por eso colaboramos estrechamente con movimientos anarquistas de otros países. Se han abierto las fronteras de la lucha anarquista y ésta ya no se limita a Turquía. Dentro de Turquía estamos tratando de crear una alianza con todas las organizaciones anarquistas turcas: de momento somos tres organizaciones colaborando estrechamente: Autónomos de Karakök, Otonom A y el Colectivo Anarquista de Ankara). Otros grupos debaten actualmente su participación en una federación turca. También fuera del país se están fundando federaciones, como en los Balcanes y Grecia. Cada vez hay más activistas de otros países que visitan Turquía y viceversa. Por ejemplo el año pasado, Karakök tuvo de huésped a gente de la AGP (Acción Global de los Pueblos), la gente que preparó la primera ola antiglobalización en Seattle.

anarquía en chipre!

Este año participaron por primera vez anarquistas turcos en un congreso de la Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA). El congreso de la IFA de este año tuvo lugar del 4 al 6 de julio en Carrara, Italia, donde se fundó hace 40 años la IFA. Anarquistas de 32 países distintos informaron sobre la resistencia y la organización en sus países. Dado que Carrara es una ciudad importante en la historia de las luchas anarquistas, la población nos recibió con los brazos abiertos y nos sentimos como en casa: por todas partes ondeaban banderas anarquistas y anarcosindicalistas al viento. En el congreso participaron 4 delegados de Autónomos de Karakök de Turquía y Suiza. Informamos sobre la historia del anarquismo en Turquía y sobre la situación actual de las luchas anarquistas. Para el próximo año hemos invitado a todas las organizaciones presentes a un encuentro en Estambul.

 

Traducción: chief salamander.

Traducido de: http://fda-ifa.org/geschichte-des-anarchismus-in-der-turkei/

Última modificación de la versión en alemán: 15/11/2009

 

Comentarios

Gracias chief Salamander por estas últimas traducciones. Los que más allá del ingles entendemos pocos idiomas te agradecemos que nos acerques estas historias de anarquistas y autonomos tanto de Alemania como de Turquía. Me tomo la licencia de darles algo de difusión. Gracias mil.

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