Objetivismo, relativismo y otras quimeras

Confrontación e intercambio de ideas entre las diferentes tendencias del Anarquismo, así como crítica desde un prisma libertario a otras corrientes ideológicas e información sobre éstas.
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Chimaera monstrosa
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Objetivismo, relativismo y otras quimeras

Mensaje por Chimaera monstrosa » 21 Jun 2008, 14:19

Objetivismo, relativismo y otras quimeras

Un enfermo mental de 203 ha silbado a las autoridades en lugar de aplaudirles con entusiasmo en una entrega de trofeos. El hecho sacado de su contexto puede parecer anecdótico, el sentido común no puede explicar estos hechos que escapan a una idea cerrada de la cultura y el lenguaje en el que tienen lugar.

Feyerabend afirma que el sentido común, o no existe o sería como un archipiélago en un mar de inconmensurabilidad, tenemos puntos firmes unidos por aquello que los separa. Dice que tanto el relativismo como el objetivismo son quimeras, construcciones con las cuales tratamos de clasificar los individuos y las culturas, en este sentido afirma que “cada cultura es potencialmente cualquier cultura” y no existen hechos que puedan ser considerados ajenos al lenguaje o la cultura, inconmensurables con esta como afirman algunos. Todo parece más sencillo de lo que es, y en el texto homérico que examina, en el cual a Aquiles se le ofrece la mano de la hija de Agamenón en matrimonio, si bién escapa al sentido común de la época, no es ajeno al lenguaje; evidentemente porque ha sido formulado en este. Pero en la Iliada presentar el enfado de Aquiles sí que escapa al sentido común, y sin duda le da belleza literaria, que es lo que trata Homero recopilando estos pasajes de la tradición oral dos siglos anteriores (S. VIII a.C.), en la época geométrica de la pintura cerámica griega.

Tomas Staz en “El mito de la enfermedad mental” afirma que el médico servirá a los intereses de quién le paga; estado, empresa o clientela. Hay quién afirma en pintadas que los psiquiátricos son cárceles mentales, y no les falta razón. Todos los regímenes encierran disidentes peculiares en instituciones psiquiátricas.

Visto de otra forma, este enfermo mental demuestra que de los 203 pacientes y enfermeros estos están más unidos en sus fervorosos aplausos a la costumbre de lo que el díscolo supone. No discutiremos ese extraño fenómeno por el que todos se ponen a aplaudir al mismo tiempo. Es preciso tener una voluntad expresa, diferente del resto, para hacer algo distinto; pedirles que cesen en sus aplausos, insinuar un ¡fuera! para cortar sus mezquinas y asquerosas sonrisas. La segunda vez que se cita a las autoridades para que se les aplauda, los ánimos han sido calmados, y unos pocos y breves aplausos se oyen unidos a un silbido, parece que todos están de acuerdo, no conviene aplaudir.

Quizás todos a la vez se han dado cuenta de la estupidez en que consiste aplaudir a esos cazadores de aplausos que es la autoridad. Auctoritas en latín significaba el que tenía la capacidad de hacer algo. Sin embargo ahora la policía se echa mano a la pistola cuando oye la palabra nada y retroceden cuando se les señala con el dedo, ¿qué autoridad?. La Polizeiwissenschaft o ciencia de la policía discute sobre la siempre cambiante forma en las que la policía tiene la posibilidad de actuar sobre un sujeto libre, rodearlo, evitarle avanzar, golpearlo si toca o insulta un agente, abalanzarse sobre él si levanta el puño izquierdo, etc ... Sobre esto hacen leyes que son las que permiten encerrar. Esa substancia dismorfa que es la autoridad es intocable por sus propias leyes.


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