La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Anarquismo e Independentismo vs. Nacionalismo. ¿Cómo afronta el Anarquismo la existencia de "naciones" y "movimientos de liberación nacional"?
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TAO
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La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Mensaje por TAO » 16 Feb 2007, 13:56

En recuerdo del Bertold Bretch

Lu Tao era director músico en la corte de Ming Yi, en el reino de Quin, hace unos cinco mil años. La princesa Ho Sa Nian, famosa por ser una mujer inteligente y capacitada para cualquier tarea (llegó a sustituir al general Chu en la Batalla de los Tres Cerros, que rechazó a los invasores del reino de Quon) lo interrogó un día de esta manera:

— Lu Tao, eres un servidor eficaz. Haces lo que se te manda con discreción y competencia y nos porporcionas agradables veladas aplicando tu arte. Pero observo que lo haces sin entusiasmo cuando cantas las baladas que relatan nuestras victorias contra tiranos e invasores. ¿A qué se debe tu indiferencia? Responde con plena libertad.

— Princesa, considero que tanto en el reino de Quin como en el de Quon se puede morir uno de hambre.

— Amplía tu respuesta Lu Tao.

— Princesa, hace unos años, cuando estábamos invadidos por tropas de Quon, uno de sus oficiales me obligó a bajarme de la acera y a caminar por el barro. Me sentí tan humillado que deseé en ese momento con todas mis fuerzas, no solo que ese oficial muriese, sino que el reino de Quon con todos sus pobladores desapareciese. Entonces me dí cuenta de que yo me había vuelto nacionalista y de inmediato rechacé ese sentimiento, pues nuestros oficiales y soldados son tan imbéciles como los de Quon. Porque tanto en Quin como en Quon se puede morir uno de hambre. Por eso carezco de entusiasmo patriótico, ya que es preciso combatir la estupidez para que deje de haber estúpidos.

— Entiendo que acabas de llamar estúpido a todo nuestro pueblo —respondió Ho Sa Nian—. Pero mejor no hables de ello o acabarás ejecutado como espía de Quon.
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Vangelis
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Mensaje por Vangelis » 16 Feb 2007, 15:16

patriotismo -> ignorancia

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TAO
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Mensaje por TAO » 17 Feb 2007, 00:38

En otra ocasión Lu Tao ofreció una velada de hu-chin a la princesa Ho Sa Nian. Al finalizar, la princesa interrogó así a su músico jefe.

— Lu Tao, eres un ser extraño. Cualquier persona siente amor por su país y estaría dispuesto a dar la vida por su Patria, por sus antepasados, por sus costumbres... En cambio tú miras con indiferencia el estandarte imperial pese a todas mis advertencias. ¿Por qué no tienes el orgullo de Quin? Habla libremente Lu Tao.

— Princesa, un burro nacido en Quon no se siente orgulloso por pertenecer a esa nación. Lo mismo le ocurre a un burro nacido en Quin.

— ¿Te comparas con un burro Lu Tao? Explícate.

— La cuestión es, princesa Ho Sa Nian, que si mañana invadiésemos el reino de Quon y liberásemos a ese burro que os he mencionado del yugo de su Emperador, ¿dejaría por ello el burro de cargar leña?

La princesa le miró inescrutable. Con su blanca mano le animó a proseguir.

— He aquí por qué el burro no siente orgullo por pertenecer a un reino o a otro. Y en ese sentido, un burro es infinitamente más inteligente que un patriota.

— Entiendo Lu Tao —respondió Ho Sa Nian lanzando una bocanada de humo de su pipa de opio.

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MAS RÒNEK
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Mensaje por MAS RÒNEK » 17 Feb 2007, 03:19

Exacto... lo que pasa es que esto no es demasiado aplicable a la península ibérica. hay un bando que tiene soldados, que quiere que el territorio del otro sea destruido, que antepone el orgullo de su tierra a la racionalidad política. Y ese bando no es el de los independentistas, es el de los que creen en el estado por activa o por pasiva, que creen en su nación periférica vacía de contenido como método de encaje definitivo del territorio en el estado, es en definitiva el bando de los españolistas. No me digas que CIU o PNV o ERC son nacionalistas porqué lo único que hacen es manipular las legítimas aspiraciones del pueblo hacia sus fines, tal como hacen algunos sindicatos mayoritarios... ahco dan!
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Vangelis
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Mensaje por Vangelis » 17 Feb 2007, 10:47

No es aplicable no, en Cataluña independiente no cargaríamos leña :lol:

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TAO
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Mensaje por TAO » 17 Feb 2007, 11:05

Lu Tao compuso por orden del emperador Ming Yi, del reino de Quin, una balada en la que se narraba la muerte del capitán Cao Zhi en el parapeto de la Puerta del Dragón de la Ciudad Imperial. Cao Zhi era el héroe nacional de Quin, desde que se enfrentó con un puñado de soldados al ejército de Quon pereciendo en la defensa de la ciudad. Cuando finalizó la actuación, que había emocionado a los asistentes, y mientras los funcionarios y soldados salían a pasear por los Jardines del Cerezo Azul, la princesa Ho Sa Nian se quedó fumando opio con Lu Tao, para escándalo de sus eunucos.

— Lu Tao, te felicito. Has hecho una obra musicalmente perfecta. Pero caminas sobre el filo de un cuchillo con tu poesía. Los miembros de la corte de mi padre y mi real padre conforman un numeroso grupo de asnos, pero algún día puede hacerse la luz en esas cabezas obtusas.

— Sois una persona muy inteligente, señora, con una especial sensibilidad...

— Déjate de alabanzas Lu Tao, no son tu estilo. Lu Tao, te conozco. Tú tienes una manera muy especial de relatar. Cuando en versos heptasílabos cuentas cómo Cao Zhi, con el pecho atravesado por cuarenta flechas envenenadas, toma el estandarte imperial y lo hace tremolar para animar a sus hombres, exageras bastante. Pero cuando es capturado y decapitado, que digas que su cabeza habla afirmando la victoria de Quin, es una burla a toda la corte imperial. Y lo cantas nada menos que batiendo una campana de bronce.

— No puedo escapar a tu crítica señora. Pero no me negarás que esas estupideces circulan en la corte. Los historiadores al servicio de tu celeste padre son unos seres de inventiva prodigiosa. En realidad he procurado ser moderado, porque me he saltado en la representación la parte en la que el cuerpo acéfalo del capitán Cao se incorpora y extermina a golpes de kung-fú a treinta Guardias Imperiales de Quon... Si me permites tomar la campana de bronce bailaré la gesta...

— ¡Lu Tao!, el reino de Quin estaba bajo el dominio de Quon, eso es cierto. Sufríamos el yugo extranjero. El levantamiento del pueblo y la guerra que hemos mantenido por nuestra independencia, ¿no eran una causa justa?

— Princesa, no hay tantas diferencias entre la gente de Quin y de Quon. En realidad somos muy parecidos. Celebramos matrimonios mixtos, hablamos los mismos idiomas, tenemos las mismas ropas, similares fiestas, culto a los antepasados y comemos arroz en dos comidas... Tan solo ellos pintan sus dragones de predominante amarillo y nosotros de rojo. ¿Era una causa justa ir a la guerra por el color de un dragón de papel? En ese caso, los de Quon también luchaban por una causa justa. En mi opinión, esa lucha es similar a cocer las alubias con un fuego alimentado por sus propios tallos.

— Explícame, Lu Tao, esa imagen.

— Señora, cuando tu padre comenzó a mandar agentes para organizar el ejército libertador, reclutó a numerosos campesinos que abandonaron sus actividades. En la Batalla de los Tres Cerros, sabiamente dirigidos por tu persona, consiguieron derrotar a los de Quon dejando el campo sembrado de miles de cadáveres. ¿Acaso esos campesinos no cocieron las alubias con el fuego alimentado por sus tallos?

— Cierto. Pero son héroes. Su heroísmo salvó la nación.

— Señora, con carne de héroe se hace la comida de las ratas. Y una nación salvada no llena el plato de arroz.

— Como siempre, eres duro como un disco de jade Lu Tao. Pero el disco más duro lo rompe un simple martillo.

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MAS RÒNEK
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Mensaje por MAS RÒNEK » 17 Feb 2007, 13:33

Vangelis escribió:No es aplicable no, en Cataluña independiente no cargaríamos leña :lol:
Hombre, seguro que la cargaríamos... Pero a lo que me refiero es que el arrebato independentista es hasta cierto punto lógico (tiene lo suyo de irracional también, como todas las causas), pero no se trata de odio. Y te hablo de indepes no te hablo de nacionalistas, para mi es diferente... bueno otro día me extiendo más que me tengo que preparar una disfressa per montar fressa a veure si entre cuixa i cuixa avui em menjo una maduixa uhuhuahuhahahahaahuha
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Mensaje por TAO » 18 Feb 2007, 08:56

La princesa Ho Sa Nian recibió una tarde a un intelectual de alto rango que buscaba patrocinadora para publicar su libro. La princesa lo recibió en el salón del Mono Borracho mientras Lu Tao interpretaba una vigorosa composición con el litófono. En aquellos tiempos en que se carecía de tocadiscos, el músico jefe estaba siempre ocupado.

— Habla intelectual, explícame qué puedo hacer por ti que beneficie al pueblo de Quin.

— Mi muy esclarecida princesa, he creado esta gramática de la lengua de Quin. He dedicado mi vida a ella, porque cuando pongo delante de mis ojos la antiguedad de todas las cosas que para nuestro recuerdo quedaron escritas, saco por conclusión que siempre la lengua fue compañera del imperio de Quon. En Quin no hemos seguido esa política. La lengua de Quin hasta ahora anduvo suelta y fuera de toda regla; y por esta causa ha sufrido en pocos siglos muchos cambios, porque, si la queremos cotejar con la de hoy a quinientos años, hallaremos tanta diferencia entre ambas como puede haber entre dos lenguas lejanas. Por ello he escrito esta gramática, para que nuestro idioma quede fijo y siempre se aprenda tal como es hoy.

— Veo muy interesante tu libro. Amplía tus explicaciones y habla libremente. Y tú Lu Tao, no aporrees tan fuerte el litófono que me vas a volver loca.

— Princesa, pretendo que en todas las escuelas nacionales se enseñe la gramática de Quin, que todos los funcionarios tengan que hablar la lengua escrita normalizada, y que los inmigrantes que vienen de Quon sepan que tienen que hablar en chino Quin para realizar sus transacciones comerciales y también en sus puestos de trabajo. El chino Quin tiene que hacerse lengua oficial de nuestro imperio porque está en clara desventaja frente al chino Quon. Los inmigrantes no hacen más que aumentar el problema. Son verdaderos agentes del imperio Quon que nos imponen su cultura y su idioma. En las posadas y tabernas se canta estilo Quon y el habla predominante en nuestra patria el es Quon, debido a los años que estuvimos invadidos por sus infernales ejércitos. Tienen más población, fornican a todas horas, son vagos, su red de caminos es insana...

La princesa Ho Sa Nian comenzó a fumar opio. Se sumió en profunda meditación y contestó al rato:

— Intelectual. Los inmigrantes de Quon no hacen más que trabajar en las canteras. Se les paga barato por su tarea y la venta de piedra nos produce grandes beneficios. Esos inmigrantes se traen a sus familias y procrean más súbditos para Quin, que quedó bastante desabastecida de brazos tras la última guerra. Respecto a tu libro, atónita me hallo ante tus pretensiones, porque una gramática es una herramienta para enseñar una lengua, y no veo por qué el lenguaje hablado habría de enseñarse. En nuestro reino cada uno de los súbditos obtiene un perfecto dominio sobre su lengua sin ningún problema. Y no le incumbe al emperador interferir en ese dominio que nace del hogar de cada cual. Publicaremos diez copias de tu gramática, pero no habrá idioma oficial en Quin mientras yo sea princesa.

El intelectual salió del salón haciendo grandes reverencias y dando las gracias. Cuando Ho Sa Nian quedó a solas con Lu Tao (y con cuarenta eunucos), le habló de esta forma.

— Lu Tao, ¿no crees que este intelectual está completamente loco? Pretender que en la escuela se enseñe a hablar es una verdadera pérdida de tiempo. Y hacer del idioma un arma política es una insensatez que no dará más que problemas. Pienso que esas ideas no se impondrán jamás. ¿Qué opinas Lu Tao?

— Princesa, tus enormes errores como gobernante, tu falta de visión política y tu incapacidad para predecir el futuro demuestran tu gran sabiduría. Espero que vivas mil años.

La princesa siguió fumando indiferente, recibiendo intelectuales y escuchando canciones de taberna, hasta bien entrada la noche.

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Mensaje por TAO » 19 Feb 2007, 18:09

Lu Tao fue convocado con urgencia por la princesa Ho Sa Nian. Lu tao compareció con las manos en los bolsillos. La princesa, frunciendo el ceño le preguntó:

— Dime Lu Tao, ¿qué clase de ser es este?

Ante Lu Tao se encontraba un tipo de cabellos, bigotes y barba amarillos, con dos trenzas que salían de los laterales de un casco puntiagudo adornado por largas alas de cisne. Su vestido era de una pieza tosca de lana cruda que le llegaba hasta los tobillos. Una cuerda le servía de cinturón y de él colgaba un cuerno hueco.

— Princesa, parece un humano. ¿De dónde ha salido?

— Lo encontraron en la playa. Puede que su barco haya naufragado. Nadie entiende ni una palabra de lo que dice, pues su habla es gutural y parece más bien propia de una bestia. Los intelectuales afirman que es un mal augurio y que debemos prepararnos para la calamidad; los militares afirman que es un demonio-espía; los cortesanos se quejan de que apesta como un cerdo y han llegado a la conclusión de que es un animal; los campesinos pretendían comérselo; los inmigrantes de Quon ponerlo a partir piedra; mi padre no quiere saber nada de este asunto y delega en mí; y yo tengo cosas más importantes que hacer, así que averigua lo que puedas antes de la función de esta tarde, pues el Hijo del Cielo quiere que interpretes de nuevo [mirada de desesperación hacia el techo] la muerte del capitán Cao.

— Como quieras princesa.

Lu Tao asió la mano del ser y lo llevó a la habitación contigua. Poco a poco se empezaron a escuchar risas, sonidos de trompeta y canciones bárbaras. Al cabo de media hora Lu Tao se presentó ante la Princesa.

— ¿Y bien Lu Tao?

— Señora, es un músico como yo. Tiene nuestra misma edad más o menos princesa. Cumplirá sesenta años la semana que viene. Quiere aprender a tocar el hu chin porque dice que mi violín de dos cuerdas es más sencillo que el de ellos, ya que tiene tres. Se llama Jormungand, aunque él prefiere que le llamen Jhonny. Habita en Midgard, Britania, que se encuentra a unos tres años de viaje en barco hacia el oeste bordeando la costa. Hemos estado charlando de diversas cuestiones: celebran el día más largo del año, los cambios de estaciones, y los festivales de las cosechas tocando el cuerno y bailando. Su gobierno es tan incompetente como el de Quin. Tienen guerras similares, fornican y fundan familias y clanes. Comen algo que se llama cebada y con ella fabrican una bebida fuerte. Su idioma es igual que el nuestro, lo que varían son los sonidos que emite...

— ¿Cómo dices Lu Tao?

— El idioma es el mismo que el nuestro señora. Mientras nosotros decimos “¿Qué tal estás?”, ellos dicen “jau dú yu dú”. Pero el concepto es el mismo. De hecho nos hemos entendido perfectamente. Al parecer abandonó su casa porque su suegra le hacía la vida imposible... Ya sabéis que ese es uno de los dramas de Quin... Ah, no naufragó, sino que saltó de la borda porque el comandante del barco está empeñado en dar la vuelta al mundo. Ya sabéis lo que dijo el sabio Lao Tzhú:
Hay quienes marchan adelante, hay quienes marchan atrás.
Hay quienes permanecen callados, hay quienes hablan.
Algunos son fuertes, otros débiles.
Algunos medran, otros perecen.
- ¡Lu Tao! ¡Cómo vas a decir que habla nuestro mismo idioma cuando no hay quien le entienda!

— Es el mismo idioma señora. Lo único que hay que hacer es aprenderlo. Una vez aprendido sirve para decir las mismas estupideces. En definitiva: es un hombre. Lo sé porque le he levantado la falda y le he visto la tranca. Así que como es igual que nosotros, podemos decir que él es un auténtico chino Quin, o que nosotros somos verdadero britanos. ¡Hemos descubierto nuestra verdadera patria!

— Lu Tao, si no fuera porque mi augusto padre te aguarda para que le cantes la absurda gesta del capitán Cao Zhi, ordenaría que te dieran tormento con la gota china para aclararte las ideas.

— Gracias por tu infinita bondad Hija del Cielo. He pensado en llevarme a Jhonny para que me acompañe con el cuerno...

— Ni todos los antepasados del Imperio Quin podrán salvarte cuando llegue tu hora. Eunucos: traedme mi pipa.
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Mensaje por TAO » 21 Feb 2007, 20:55

— Lu Tao, me sorprendes. faltas tres días de Palacio, nadie sabe nada de ti, mi padre languidece sin tus cantos... Salgo a tomar el fresco en la Avenida de los Cerezos en Flor y te veo sujeto en el cepo con un aspecto lamentable. El pueblo te arroja lagartos muertos y excrementos de mono... Lu Tao... ¿Cómo has llegado a tan triste estado?

— Ay mi señora. Qué desgraciado soy tan solo pretendiendo el bien. Sabes que el día del Po-Yi conmemora la Batalla de los Tres Cerros y la independencia del Reino de Quin. Es una fecha complicada para andar tranquilo por la calle, sumido en los propios pensamientos. Entre desfiles militares, salvas de pólvora, ofrendas florales, visitas a las tumbas de los antepasados, exposición de las momias de los guerreros, discursos del alcalde y del gobernador, periódicos murales y la turba recorriendo las calles buscando extranjeros, es mejor recogerse en un lugar seguro. Ese es un mal momento para las personas de aspecto extraño, porque el pueblo piensa que cualquier persona con pinta rara es un quonista y se dedica a cazarlos y a apalearlos...

— Sé breve Lu Tao. El aire está especialmente aromático y no deseo arruinar la mañana oliendo tu peste a sudor y a meados.

— Señora, el día de Pu Yi organicé un té en el mesón de Chuan, esa casa de putas que llaman “El templo de la Luz Serena”. Pagué a un pregonero para que anunciase que quien quisiera librarse de las celebraciones oficiales, beber y escuchar canciones de Lu Tao podía acercarse por allí.

— Prosigue.

— Fue un triunfo señora. El salón se llenó de gente, con intelectuales pobres, marineros de Quin, prostitutas buscando clientes, forzudos del circo Chen, veteranos sin pensión mutilados de la Batalla de los Tres Cerros, inmigrantes canteros de Quon, vendedoras de calamar, el britano Jormungand y su cuerno, díscolos adolescentes de ambos sexos, una decena de campesinos... Algo bastante entretenido.

— ¿Y bien?

— Princesa, una cosa lleva a la otra. Bebimos como se debe de beber y yo realicé una versión libre de “La muerte del Capitán Cao”. ¡Qué éxito princesa! Teníais que haber escuchado los aplausos y las risas cuando Cao corre como un leopardo por las murallas pidiendo auxilio por el acoso de tres gordas matronas de Quon hambrientas de amor...

— Acaba de una vez Lu Tao.

— Bueno, pues empezóse a escuchar un tumulto en la calle que interrumpió nuestro inocente entretenimiento. Procedente del exterior provenía el rumor de un torrente que invade la pacífica y tranquila llanura. Conviene precisar que el salón se encontraba en un entresuelo al que se accedía por una pequeña escalera, y todos nos dirigimos a las ventanas, donde pudimos ver los pies de la multitud hasta el punto de impedir el paso de los carruajes. ¡Imagináos princesa Ho Sa Nian!, ¡estaban impidiendo el Libre Comercio!

— ¡No abuses de mi paciencia! Déjate de monsergas y explica de una vez qué te pasó.

— Princesa, mi enemigo el Gobernador había difundido que estábamos realizando un acto de confraternización de ciudadanos de Quin y de Quon y, excitados los patriotas por sus soflamas, habían venido a interrumpirnos. La turba enloquecida gritaba: —¡Mueran los quonistas, mueran los traidores!—. Y al oírla, no la amenaza, sino el insulto y la consideración del abismo de atraso en que aquella gente se hallaba sumida, apenaba dolorosamente mi corazón.

— Qué sensible eres Lu Tao.

— Gracias Princesa. Los patriotas se lanzaron al asalto, pero dado de que tenían que entrar por una angosta puerta y que allí estaba el britano Jormungand... La cuestión es que el britano escalabró a varios ciudadanos de la Liga Patriótica de Quin. Ya sabéis, esa organización secreta cuyos miembros se visten de rojo con un dragón en el pecho y son expertos en kung-fú... Pero como dijo el sabio Lao-Tzú:
El sabio controla sin autoridad,Y enseña sin palabras; Él deja que todas las cosas asciendan y caigan, Nutre, pero no interfiere, Dá sin pedirle,Y está satisfecho
— Ya. Entiendo. Jormungand dio sin recibir y quedó contento.

— Hubo una pequeña pelea, como en la Batalla de los Tres Cerros... ¡Deberías de haber estado allí para dirigirnos Princesa! La cuestión es que el Templo de la Luz Serena quedó completamente destruido. Esas edificaciones de paredes de papel no son muy sólidas. También sufrieron desperfectos las calles adyacentes. Al final llegó la Guardia Imperial, y cuando estaba dando gracias al Cielo por la presencia de tus augustas fuerzas de seguridad (ya que no pude huir a tiempo), un soldado malencarado me sacudió como a una estera con el plano de su espada. Cuando desperté me encontré en el cepo, sometido al escarnio público. Y aquí llevo dos días con sus noches. Tan solo Jormungand me trae agua...

— ¿Quieres que abogue en tu favor?

— No Princesa. Ya le he explicado al burócrata celeste que la ley del imperio de Quin recoge el derecho a libre reunión y a opinar lo que le parezca a uno conveniente, y después de escucharme atentamente me ha ampliado la estancia en el cepo un día más. Luego me envía a un intelectual cada dos horas a recitarme poesía nacional de Quin. Así que cualquier intervención podría empeorar las cosas aún más. Ea, princesa, no frunzas el ceño de tu augusto semblante. Mañana estaré como nuevo cantándoos alguna balada bien guarra.

— Así sea Lu Tao. ¿Prefieres que te descuente el sueldo por tu ausencia o que te quite tres días libres?

— Oh Princesa Ho Sa Nian, dejemos ese enojoso asunto al sindicato.

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TAO
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Mensaje por TAO » 23 Feb 2007, 00:45

¿Puede un calamar fundamentar una nación? Puede

La princesa Ho Sa Nian había tenido un día agotador despachando con los cortesanos imperiales sobre el color de las cortinas del Salón Rosa. Decidida a tener una estimulante conversación y algo de desahogo, decidió pinchar a Lu Tao, que estaba interpretando una ligera composición con el litófono y la campana de bronce, acompañado por Jormungand con el cuerno.

- Dime Lu Tao, tú siempre afirmas que no existen diferencias entre las personas de los diferentes reinos, que en Quin y en Quon somos parecidísimos... Pero he encontrado algo que nos diferencia notablemente de Quong.

- ¿Sí Princesa? ¿De qué se trata?

- Del plato nacional de Quin, de la principal fuente de alimento de nuestro pueblo: el chu, ese calamar prensado en rodillos de piedra y secado al sol. Nadie come ese producto en Quong, ya que son gente de interior y prefieren guisar los perros que aquí son nuestras mascotas. Es una diferencia muy significativa, porque en torno al calamar gira nuestra vida. Somos un pueblo expansivo y marinero que mira al mar...

- Princesa, ¿tú comes calamar seco? Tenía entendido que detestas ese bicho.

- ¡Lu Tao! Yo soy una princesa. El chu es un plato del pueblo.

- Entonces tu no formas parte del pueblo princesa. Podríamos decir que el pueblo es el conjunto de ciudadanos pobres que comen calamar seco. O mejor dicho: lo mastican durante horas en un vano intento de ablandarlo. Podríamos decir que me parece estúpida una nación que se fundamenta en un calamar. ¿Qué ocurriría si mañana migrasen los calamares a otros mares? ¡Por todos los antepasados! ¡Desaparecería el fundamento del Imperio Quin y nos convertiríamos en comedores de perros! Afortunadamente nos quedará Jormungand, que se ha aficionado al chu y consume grandes cantidades a diario, y por lo tanto forma parte del pueblo de Quin con todo derecho. Así, según el sabio Lao Tzú:
Lo que se mira pero no puede ser visto está más allá de la forma;
Lo que se escucha pero no puede ser oído está más allá del sonido;
Lo que se agarra pero no puede ser tocado está más allá del alcance;
Son cosas tan profundas que evaden la definición,
Es un misterio
- Realmente Lu Tao, a veces me pregunto por qué los antepasados hicieron que salvases la vida en la Batalla de los Tres Cerros... Doncellas: ¡avisad a diez eunucos para que me masajeen las nalgas! Y vosotros dos seguid con la música con un poco de suavidad, que vais a dejar sin ratas el Palacio.
Última edición por TAO el 26 Feb 2007, 20:44, editado 1 vez en total.

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TAO
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Mensaje por TAO » 24 Feb 2007, 09:39

Buen espía y mal consejero

Los informes que llegaban de la provincia secesionista de Guanpong eran cada vez más confusos, y deseando tener una visión objetiva del problema, la princesa Ho Sa Nian envió a Lu Tao como espía. Al cabo de un mes regresó con su informe.

— Como sabes, Princesa, los pobladores de Guanpong son en su mayoría guanponeses, aunque hasta ahora habían convivido sin problemas con la minoría quinista. Pero los agentes del Imperio Quong están excitando a la población en contra de vuestro padre, de quien dicen que es un estúpido, ya sabéis... El movimiento secesionista de Guanpong es amplio y decidido. Asistí junto a Jormungand a un acto patriótico que os describo. En una gran prado verde habían dispuesto un escenario en el que los traidores soltaron sus discursos. Un millar de hombres y mujeres aplaudían. Todo estaba decorado con los estandartes de Guanpong, que son de color verde con un cerdo de cabeza blanca. En un momento dado, empezó una representación patriótica. Pasaron corriendo unos hombres vestidos con un traje blanco de algodón llevando grandes cencerros. Luego aparecieron más, pero estos iban dentro de una mesa camilla con flecos... Sí princesa, forma parte del traje provincial tradicional. Hacen un agujero en una tabla redonda, la cubren con un mantel, se meten dentro y corren haciendo círculos. Luego se les unen los de los cencerros. Debe de ser algo muy emotivo porque había gente llorando de la emoción. Después se mostró en el escenario a un gran cerdo de cabeza blanca, y lo pasearon ostentosamente. Al fondo había un bosque, y de él salieron diez jóvenes con armadura, lanza, escudo y el emblema de Guanpong. Cubrían su cabeza con un casco llamado tricornio que les tapaba la cara. Desde el escenario, su portavoz, un tipo atlético, una especie de Capitán Cao, aseguró que estaban dispuestos a morir por la Patria Libre de Guanpong, y recordaron a sus mártires y a los presos que languidecen en vuestra prisión local. Afirmó la indivisibilidad de Guanpong y la necesidad de unir a los guanponeses de territorio Quon con los de Quin. Después se fue todo el mundo a casa.

— ¿Pero qué tontería es esa? Guanpong siempre ha sido leal al imperio Quin. ¿De dónde sacan esas ideas?

— Bueno, ellos afirman que son peculiares, diferentes. Uno de sus signos de identidad, del que se sienten orgullosos, es de su idioma.

— ¡Pero si hablan chino! ¡Como todos nosotros!

— Sí. Pero los guanponeses no pronuncian la “r” y la cambian por una “d”. Y cecean. Así dicen, por ejemplo: “El pedo de Zan Doque no tiene dabo, podque Damón Damídez ze lo ha codtado”... ¡No te rías princesa! Ellos creen que es muy musical y se enojarían mucho si te viesen carcajearte de su idioma... Además, a ellos les hace mucha gracia cómo hablamos nosotros. El otro signo de identidad es el cerdo de cabeza blanca. Ya sabes que los de Quon y los de Quin nos los comemos (calamares y perros aparte). Ellos no. Los usan como mascotas. Tener en casa un cerdo de cabeza blanca es el colmo del patriotismo guanponés. ¡No te rías princesa! ¿Quieres organizar una guerra civil? El cerdo de cabeza blanca es tan importante como pintar de rojo los dragones o comer calamares...

— Lu Tao, ¿qué hacen mis funcionarios para tener a raya a esos estúpidos?

— Pues lo normal en estos casos: detienen a los que pasean cerdos amparándose en la legislación sanitaria. Han prohibido las mesas camillas y cencerros y obligan a que las vacas lleven campanas. En la escuela se burlan de la pronunciación popular de la “d”... cosas así. Tienen una bonita colección de presos que son torturados según la legislación vigente para que canten... Los patriotas de Guanpong responden con secuestros, apuñalamientos de funcionarios, clavos envenenados en las sillas... En definitiva, la opresión nacionalista se hace insoportable. Todo está cada vez más liado y puede haber un levantamiento en cualquier momento. De hecho a Jormungand, por tocar el cuerno cuando hacían una cencerrada por poco le linchan...

— Muy bien. Puedes retirarte.

— Princesa Ho Sa Nian, como espía ya sé que no puedo darte consejos, pero me voy a tomar esa libertad como es habitual en mí, aunque luego tenga que ir algún tiempo al cepo. Ya sabes lo que dijo el sabio Lao Tzú:
Los mejores gobernantes son apenas conocidos por sus vasallos; los hombres poderosos no deben usar la violencia, pues la violencia tiene la costumbre de retornar; las zarzas crecen donde quiera que vaya un ejército, y años de hambre siguen a una guerra.
Princesa, este es mi consejo: suelta a los presos, destituye a los funcionarios, idemniza a todas las víctimas, será más barato que la guerra. Luego licencia las tropas, date una vuelta por Guanpong, métete en sus tabernas y deja que pronuncien la “d”, que empleen cencerros, tricornios, mesas camillas, que paseen cerdos o que los metan en las camas si quieren. Todo eso carece de importancia. El nacionalismo es estúpido, pero más estúpido es quien desde fuera se lo toma en serio. Además, tienen una Princesa a la que llaman Tigresa Lady Wu. Su padre un cretino tan grande como el vuestro, y harás migas con ella...

— Como espía tienes mi consideración y afecto. Como consejero te has ganado dos días en el cepo.
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_libertario_
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Mensaje por _libertario_ » 24 Feb 2007, 14:22

Realmente muy curioso los textos, donde se podria encontrar mas cosas sobre este hombe?

Gracias
"Yo revierto la frase de Voltaire, y digo esto, si Dios realmente existiese, sería necesario abolirlo."Bakunin

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TAO
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Mensaje por TAO » 25 Feb 2007, 16:26

¿Puede salvarse lo que no existe?

Aquella tarde suave perfumada de loto la princesa Ho Sa Nian estaba de excelente humor, y yendo acompañada por Lu Tao decidió escarnecer un poco su orgullo.

— Lu Tao, tú siempre afirmas despreciar el pueblo de Quin, sus símbolos, sus héroes, y afirmas ante mí que tanto da una dominación como otra. Y, sin embargo, luchaste valerosamente en la batalla de los Tres Cerros. Tú sólo te pusiste ante dos ejércitos de Quon y les hiciste caer en una trampa. No puedes negar tu patriotismo.

— Princesa Ho Sa Nian, las cosas no son siempre lo que parecen ser. El lago está sereno, pero el hombre se hunde cuando menos lo espera.

— No puedes negarlo Lu Tao. Yo estaba en lo alto del Cerro de Lushan durante la batalla, y te escuché retar al enemigo. Yo misma pude contemplarte con tu altivo uniforme rojo de Quin cuando levantó la niebla. Por ello fuiste nombrado músico jefe de la corte.

— Princesa, fue el gran poeta de Quin, Su Dong Po, el que dijo: “Uno no ve el aspecto del monte Lushan si se haya encima de él”. Intentar describir el monte sin verlo, es como si un ciego intentase describir un elefante con las manos en un solo acto: si tocase una pata diría que el elefante es una columna; si palpase el cuerpo diría que el elefante es una pared; si tomase en sus manos la cola diría que el elefante es una serpiente.

— Comprendo... ¿Qué fue lo que no vi en la Batalla de los Tres Cerros por estar encima de uno de ellos?

— Princesa, lo que ocurrió realmente fue esto:

«En el burgo de Ziu Pao estaba ejerciendo mi arte como payaso, y tras la función me fui a dormir temprano. Aquella noche dos ejércitos Quon cayeron sobre las tropas de Quin en esa zona con ventaja de cuatro a uno. Cuando escuché el estrépito de la alarma, sin dudarlo un momento, supe que debía de cumplir con mi deber: mientras todos los patriotas se armaban para combatir al opresor, yo me puse lo primero que encontré, que era el disfraz de mono rojo, y con mi hu-chin por todo equipaje, rodeado por la oscuridad de la noche sin luna, corrí por los campos en dirección opuesta a la batalla. Finalmente, jadeando, me paré en un claro donde reinaba un completo silencio y la niebla cubría el paisaje. Me sentí a salvo y quise tranquilizarme.

» Tomé entonces mi hu-chin y empecé a entonar la primera balada que vino a mi mente mientras asomaba la radiante aurora. Se trataba de una canción muy célebre en las tabernas de Quon que se titulaba “me gusta el conejo peludo de tu puta madre”. A las pocas estrofas, el viento despejó la niebla y me encontré a menos de cien pasos del ejército del Mariscal Liu Bei, que ocupaba las alturas del Cerro de Chidong. Liu Bei había escuchado la canción y se sintió ultrajado pensando que se la dirigía a él y, sin poderse aguantar, tomó su caballo y comenzó a perseguirme. Yo no perdí el tiempo dándole explicaciones. Princesa, aquel hombre tenía un aspecto terrible.

»Inmediatamente su guardia personal le siguió, y tras ellos el resto de su ejército que abandonó su segura posición. El Mariscal Lu Sheng, que ocupaba el cerro de Sichuan, creyendo que su colega atacaba a todo el ejército de Quin, no quiso perder su parte de gloria y abandonó las alturas de su cerro para descender al valle.

»Entretanto yo saltaba por las peñas dirigiéndome al estrecho pasillo que forma el cerro de Lushan y el río Shin Tsé. Liu Bei, enfurecido por mis rojas vestimentas de mono quin y por mi velocidad en la huida, no veía que se estaba introduciendo en una angosta ratonera. Afortunadamente, tu augusta persona ocupaba el cerro de Lushan, y cuando percibiste lo providencial de mi jugada, ordenaste lanzar desde las alturas sobre los de Quon flechas y piedras. Una de tus patrullas me rescató y me llevó a tu celestial presencia, y allí, mientras dabas órdenes con grandes gritos de diabla, me desmayé. La batalla duró todo el día y gracias a tu pericia y a la ventaja táctica obtenida, fue la victoria para Quin».

La princesa Ho Sa Nian había escuchado el relato imperturbable, lanzando vaporosas nubes de opio de cuando en cuando. Tras unos minutos de silencio, habló de este modo.

— Eso explica el enigma de cómo lograste atraer al enemigo a una posición tan infame para él. Lu Tao, ¿no ves lo irónico de este episodio? Es realmente estúpido: puede decirse que tu nulo patriotismo y tus canciones de borrachos salvaron nuestra Patria y nuestra vida.

— De los que sobrevivieron, tal vez. Quienes murieron no salvaron nada. En cuanto a la Patria, ¿cómo podrá salvarse aquello que no existe?

— Canta para mí la balada de la Batalla de los tres Cerros. La auténtica Lu Tao, la que sacó de sus casillas al mariscal Liu Bei.

— Si te agrada princesa, puedes hacer tú los coros. Cuando llegue el estribillo, tienes que entonar con voz aguardentosa: «Aunque sea de mujer vieja, tu bodega huele a almeja. Yo fogoso cocinero, vengo a limpiarte el bujero».

Lu Tao pasó el resto de la tarde interpretando cánticos patrióticos de este tipo para irritación de cortesanos e intelectuales. Jormungand acompañaba con el cuerno.
Última edición por TAO el 26 Feb 2007, 20:41, editado 1 vez en total.

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TAO
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Mensaje por TAO » 26 Feb 2007, 20:37

De incógnito en Guanpong

La Princesa Ho Sa Nian había iniciado un viaje de incógnito, acompañada de Lu Tao y del britano Jormungand como guardaespaldas, para informarse directamente de la situación en la provincia secesionista de Guanpong. Vestidos como músicos pobres, rondando la sesentena de edad, se hacían pasar por una compañía de artistas ancianos fumadores de opio. Calentándose todos frente a un precario fuego, en el campo y por la noche, Lu Tao realizaba el resumen del espionaje de la jornada. Jormungand dormitaba borracho envuelto en su vestido de lana tras haber vomitado. Todo era muy romántico.

— ... Y como habéis podido comprobar, las represalias se suceden cada vez más deprisa. El señor Pi Pong, patriota guanponés, se ha reunido con los antepasados porque intentó atentar contra el Gobernador, de noche y sin linterna, con tan mala suerte que se despeñó por un barranco. También son de lamentar los ataques con lanza de siete patriotas guanponeses contra una patrulla de guardias imperiales. Sus lanzamientos en hora de mercado dejaron heridas a dos vendedoras de calamar y a un cerdo de cabeza blanca que se recupera tras infinitos cuidados. A su vez, un asesino que tiene toda la pinta de estar a sueldo del Gobernador ha intentado acabar con la vida de Tigresa Lady Wu. Pero se ha confundido y ha apuñalado a la señora Gou Gong, gobernanta de la casa de té El Imperio Rojo de Quin. Sus familiares acudieron a sus exequias exigiendo venganza y justicia contra no se sabe quién. También hay que considerar las detenciones indiscriminadas que han realizado los burócratas imputando a varios primos lejanos de Lady Wu, a los que tus corruptos jueces han condenado a diversos tormentos después de un proceso lleno de irregularidades...

— No exageres Lu Tao. Los jueces hacen su trabajo en una situación precaria. Teniendo en cuenta que están amenazados de muerte hay que alabar su profesionalidad...

— Como tú digas princesa, pero tus jueces apestan. Te recuerdo también que se prohibió una exhibición de cerdos de cabeza blanca... Ah, y el asunto del fabricante de armas, que vende lanzas que perforan cualquier escudo, y escudos que resisten cualquier lanzazo...

De repente, ruidos de marciales pisadas, y una voz:

— ¡Alto a la Guardia!

A lo que responde Lu Tao

— ¡Corre por tu vida Ho Sa Nian! ¡Jormungand, ¡it ran cuik ly!, ¡camon jiar!, ¡camon jiar!

Y dando tres saltos, Lu Tao se pierde en la espesura seguido de su jadeante jefa y de su amigo. Al cabo de un rato de frenética carrera, en la que Jormungand abre camino con su cuerpo destruyendo cuanto árbol sale a su encuentro, los tres se detienen.

— ¡Lu Tao! ¿Quieres explicarme por qué huíamos? No hacíamos nada ilegal, tenemos salvoconductos, somos artistas errantes, fumamos opio, todo está en regla.

— Señora, teniendo en cuenta el índice de aciertos que están teniendo las tropas imperiales, los patriotas guanponeses, la milicia Quin de inmigrantes quoneses, los agentes de Quon y los asesinos a sueldo de tu gobierno, ser inocentes es la manera más segura de que nos desuellen y usen nuestra piel para membrana de timbal de batalla. Además, si tan segura estás de tu inocencia, ¿por qué no te quedaste allí para ver qué quería esa guardia nocturna?... ¡De buena nos hemos librado! Por el acento yo diría que eran soldados de Quin...

— Más a mi favor, ¿por qué huíamos si eran tropas leales a mi padre?

— Princesa [rostro de paciencia infinita]. Precisamente por eso. Son las más peligrosas, las mejor armadas y las que actúan con mayor impunidad en defensa del Estado. Recuerda lo que dijo el gran poeta maldito Lu Song Po:
Allí donde haya un soldado
hay un hombre ocioso
malo, ruín, de estrecha mirada.
Un hombre que no trabaja
con una lanza en la mano.
¿Qué hará sino usarla?
El cabronazo...
— Dejemos eso Lu Tao [escéptica. Pensativa]. ¿Crees que puedo encender ya la pipa?
Última edición por TAO el 09 Mar 2007, 15:34, editado 1 vez en total.

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