Quiero realizar una crítica a un aspecto que comparten tanto el marxismo como el anarco-sindicalismo (y buena parte del anarquismo en general)
que es lo que yo llamo trabajocentrismo, es decir, el centrar la práctica en el mundo del trabajo.
En el Marxismo, el Obrero es prácticamente Dios, solamente por su condicion laboral. Pero el anarquismo, (especialmente en su vertiente sindicalista) tampoco está tan lejos.
Demás está decir que el anarcosindicalismo se basa en su totalidad en el Trabajo, ya que el Sindicato es la herramienta de un Trabajador contra un Patrón.
Pero, en mi opinión, esto es un error, ya que:
1) Se excluyen a las clases medias, a los profesionales, a los estudiantes (como yo) que también podemos ser sujetos revolucionarios.
2) Se reproduce, de manera involuntaria, el culto al Trabajo que predica la burgesía y la burocracia stalinista.
3) Se subordinan todas las luchas, tanto reivindicativas como revolucionarias, a un aspecto particular de la vida, en perjuicio de los otros.
4) Se deshumaniza a la persona, al etiquetarla según su rol productivo.
En mi opinión, las organizaciones auto-gestivas no deben centrarse en el mundo del Trabajo ni en ningún otro aspecto en particular, sino tener su justificación en sí mismas, es decir, en el accionar colectivo y autónomo de un grupo de seres humanos, lo cual de por sí ya es una práctica revolucionaria. (Ya que ningun sistema de explotación es compatible con el accionar y pensamiento autónomo de sus integrantes).
No me parece que tenga mucho sentido que un estudiante se adhiera a una organización que firma "Confederación de Trabajadores" o "Federación Obrera", especialmente si dichas organizaciones están conformadas mayoritariamente por estudiantes (no digo que sea el caso de ninguna organización en especial, pero puede ocurrir).
En cambio, sí tendría sentido que se una a una que firme, por poner ejemplos "Federación de Personas", o "Grupo Autónomo" lo cual no denota ningun rol social en particular, y admite en su interior a toda clase de miembros.
Por otro lado, noto cierto prejuicio hacia las clases medias por parte del marxismo y del anarquismo, quienes creen descalificar a alguien llamándolo "pequeñoburgués", etc.
Pareciera que el hecho de ser ultraexplotado fuera un orgullo, y quien no lo fuera quedara afuera del conjunto. Lo cual no resiste el menor análisis lógico, ya que, si uno lucha por la emancipación de las personas, es porque considera indeseable la explotación, y por lo tanto, no se enorgullece de su existencia, sino que se repugna de ella.
Espero haber sido claro y animar un debate serio.
Saludos fraternales
El Ale
