Independencia, sí. Pero sin Estado, sin patria, y sin Europa
José Iglesias Fernández
La Independencia, de enigmáticos cantos, nos determina a atender a lo que nos está saliendo al paso, dejando de lado lo que es más preocupante (Sófocles) Nada haremos si no arrasamos y demolemos todos los sistemas sobre los que se apoya el capitalismo ¿Independencia?, sí, pero sin Estado ni Patria
Preliminar
Poco podremos hacer si no arrasamos, demolemos y destruimos todos los sistemas sobre los que se apoya el capitalismo. Lo que nos lleva a formular pregunta y respuesta: ¿Independencia?, sí, pero afirmando que no lleve reivindicado como condición un Estado ni una Patria para justificarla. Y que tampoco tenga un destino, la aberrante y aborrecible Europa. Ahora bien, entendemos que la independencia ha de ser la que surja del aniquilamiento del capitalismo, y de sus órganos represores: es decir, del Estado, del mercado y del dinero. Y, en la medida que suprimimos el Estado, hay que arrasar así mismo el sistema de los cuerpos de seguridad, el sistema judicial, el sistema penal, el sistema militar, el sistema mediático, y todo sin olvidarnos del patriarcado y las religiones. Demoler ha de ser el objetivo que permita construir: destruir construyendo y construir destruyendo. Pura dialéctica de la praxis. En el capitalismo no hay espacio para la independencia de los pueblos, los países, las naciones; para el sistema, todos son considerados territorios sometidos a la explotación, la rapiña y la desposesión a favor de sus objetivos funcionales, orgánicos, sistémicos.
Es previsible, aunque lejano, que la UE acoja una Cataluña, u otra autonomía de su territorio, surgida de un proceso independentista, pero será en las mismas condiciones y reglas que impone el capitalismo monopolista en naciones más poderosas, como Alemania, Francia, los Países Bajos, los países nórdicos, el Reino Unido, y así hasta veinte y siete miembros. Si, como dice Samir Amin, “el núcleo Europeo [incluyendo a Suiza] ha estado [y está] bajo el dominio económico, político y social de sus propios monopolios generalizados que surgieron a partir de las formas anteriores de capitalismo monopolista, alcanzado ese estatus en el período 1975-1990”. Si, como añade, existe “un segundo nivel [en el que] incluye a Italia, España y Portugal, en el que el mismo modelo dominante – en la actualidad, la del capitalismo monopolista generalizado- aparece mucho más recientemente, después de la Segunda Guerra Mundial. La consecuencia es que estas sociedades conservan peculiaridades en sus formas de gobierno económico y político que impiden su ascenso en igualdad con los demás”.[1]
Entonces, ¿cuál será el estatus de Cataluña, en términos del derecho a decidir, como un nuevo estado catalán, como proclama la pancarta? Porque compruebo como desde otras autonomías, se critica el fracaso de la Europa neoliberal, pero se tiene la esperanza, y se formula una alternativa soberanista y democrática dentro de la Unión Europea. Una región donde se diese “más poder para la sociedad y menos poder para los mercados”.[2] No cabe duda que es una posibilidad que seguirá planteando un fuerte debate en el futuro. Como también será difícil construir autonomía para las personas y los colectivos que nos declaramos antisistema. Porque lo que absolutamente no tolerará la UE es un espacio con comunas anticapitalistas como las que definiremos más abajo. Así que coincido con Ángeles Maestro en una conclusión, que puede ser aplicada más allá de los confrontados discursos feministas: que “la crisis estructural del capitalismo y su desesperada búsqueda de nichos de beneficio saca otra vez a escena nuevas/viejas formas de acumulación de capital en el que las relaciones de opresión y explotación se entrecruzan: esclavismo, patriarcado, racismo, dominación cultural y lucha de clases”.[3] Samir Amín establece que posibilidades ve él para la lucha. Dice: “hay nostálgicos que imaginan que pueden "hacer retroceder" el capitalismo monopolista a sus posiciones previas a 1945. Pero la historia nunca permite estas vueltas atrás. Debe abordarse al capitalismo tal y como es hoy. [Y el hoy lo considera] un momento histórico en el que la izquierda radical debe ser audaz. Me refiero a la izquierda que está convencida de que el sistema capitalista debe ser superado en su esencia. En el Norte, existen las condiciones objetivas para aislar el capital monopolista, que ejerce su poder también gracias a su clero político y mediático. Esto podría comenzar por una alianza política - no una alianza electoral - y social, que incluyese a la gran mayoría. En las periferias, la audacia consistiría en la formación de un bloque histórico alternativo anticompradore”.
En resumen, habrá que aprender a construir destruyendo el sistema a partir de sus grietas. Es decir, si queremos construir alternativas contra el sistema hemos de distinguir la paja del grano, o como señalaba Mao, la contradicción principal de las secundarias. Sófocles lo tenía claro; el poder, los poderosos, te envolverán en cuestiones irrelevantes, de manera que pospongas, o incluso no veas, las que son realmente decisivas.[4]
Contra la patria, comunidad
Por lo que, si el punto de abandono es el capitalismo, sugiero que el punto de llegada sea la sociedad comunal; un territorio compuesto por comunidades libres, que decidirán cuando y bajo que modelos administrativos (federal, confederal, autonómico, etc.) se relacionan con las comunas vecinales. [5] Y el municipalismo puede ser ese proceso entre ambos puntos, el proceso que permite la destrucción de la sociedad capitalista en la medida que se construye simultáneamente la sociedad comunal. El municipalismo es una filosofía de la praxis, de la acción, por la que toma su nombre del lugar o territorio en el cual actúa y la población se identifica.[6] Y el bien común es el objetivo de armonía a construir por sus miembros, propiciado por la filosofía del apoyo mutuo entre seres humanos que conviven entre ellos en régimen de igualdad.
Mientras no vivamos en un sistema social sin propiedad privada, sin clases y sin jerarquías, laico, antimilitarista y anti sexista, en el que los seres humanos decidamos y gestionemos horizontalmente entre iguales [7] la riqueza comunal y los recursos que han de cubrir nuestras necesidades, poco o casi nada podremos hacer contra las agresiones que perpetran las sociedades clasistas, y el capitalismo en particular, contra el ser humano y el planeta, contra el conjunto formado por el hábitat natural y por la especie humana, contra la casa común de la especie humana.[8]
Son estos rechazos los que nos llevan a pensar en la comunidad como la unidad de convivencia de aquellas personas que deciden de manera libre, autónoma y voluntariamente vivir de forma colectiva, buscando el bien común y el apoyo mutuo, sin distinción de credos, razas, etnias, edades, sexos, colores, culturas, lenguas, etc., lo que lleva a que la comunidad no tenga necesidad de reivindicar un Estado-nación, y menos por motivos religiosos, étnicos, lingüísticos, culturales, clasistas, geográficos, y demás contingencias. [9] La vida en la sociedad comunal prescindirá de los tres pilares de las sociedades clasistas en donde los poderosos ejercen la opresión,[10]como son el Estado, el Mercado y el Dinero.
El concepto de buen vivir es muy sujetivo, tanto que invita a ser reivindicado como modo de vida de las comunas en particular y de las sociedades comunales en general. Sin embargo, nos encontramos con la existencia de varias definiciones del mismo, una subjetividad que da lugar a equívocos, lo mismo que el término puede ser confundido con otras propuestas con nombres similares: economía y buen vivir, [11] economía del bien común, [12] economía de solidaridad, [13]economía social solidaria del buen vivir, [14] etc. Dada esta profusión de definiciones y términos, mis preferencias se inclinan por los valores [15] de convivencia del contenido de algunas de las recomendaciones que Epicuro hace a las comunidades que adoptaron este estilo de vida comunitaria:
Asumir que “nacemos una sola vez, pues dos veces no es posible, y no podemos vivir eternamente”. Por tanto, debemos prevenirnos contra los mitos religiosos.
Qué “el hombre bien nacido se dedica principalmente a la sabiduría y a la amistad. De estas, una es un bien mortal, la otra, inmortal”.
Qué, “según el derecho común, lo justo es lo mismo para todos, pues es algo útil en la relación de unos con otros”.
Qué “no hay vida placentera sin que sea juiciosa, bella y justa, ni se puede vivir juiciosa, bella y justamente sin el placer. A quien le falte esto, no le es posible vivir una vida placentera”. Por tanto, el placer ha de estar orientado por la prudencia.
Y nos exhorta a considerar que “la necesidad es un mal, pero no hay necesidad alguna de vivir con necesidad”, así como “nada es suficiente para quien lo suficiente es poco”.[16]
El potencial de vida comunitaria que genera el ámbito municipal
¿Por qué es tan importante el ámbito municipal como espacio desde el cual iniciar el proceso anticapitalista? Es bien sabido que la ciudadanía, constituida en sujetos políticos, (pasivos o activos, individuales o colectivos), se ubican en lo barrios que componen el espacio municipal. Enfatizábamos estos aspectos en otro trabajo,[17] en el cual recordábamos como la población “vivimos en barrios, pero la suma de ellos conforma ese espacio al que llamamos administrativamente el municipio. En todo municipio, somos muchas las personas que nos beneficiamos de los bienes y servicios municipales, bienes públicos que están a cargo de la buena o mala gestión de la Alcaldía. Allá donde la gestión se hace a favor de la población la calidad de vida puede ser óptima; allá donde se hace a favor de los poderes locales o externos al municipio, esta seguramente que es pésima, o deja bastante que desear. Recordemos algunos de los servicios más importantes que podemos tener acceso a nivel local, y que son comunes en la mayoría de municipios:
Entorno ambiental. Alcantarillado y saneamiento, limpieza y arreglo de calles, alumbrado público, mantenimiento de parques, jardines y zonas verdes, recogida de basuras, seguridad vial, urbanismo, vivienda y terreno residencial, depuración aguas y residuos.
Bienestar social. Asistencia social, centros de acogida (maltrato de género, infancia, menores y ancianos, discapacitados, jubilados, sin techo, minorías étnicas y extranjeros), programas contra la pobreza, atención a drogodependencias, alojamiento a transeúntes, atención ciudadana, emergencia social
Actividades educativas y culturales. Escuelas y guarderías, cursos (idiomas, arte, música, danza, internet, etc.), becas de estudio, comedor y libros de texto, actividades extraescolares, conciertos, exposiciones, bibliotecas y ludotecas, museos, teatros, radio y prensa, albergues.
Actividades ciudadanas. Subvenciones a asociaciones, clubes, empresas privadas (talleres y comercios), mantenimiento de fachadas.
Actividades económicas. Recursos dedicados a potenciar el turismo, la construcción de polígonos industriales, los mercados municipales, ferias artesanas, transporte urbano, oficina de patentes, propiedad, y recaudación fiscal, la promoción del empleo.
Actividades artístico-deportivas. Pabellones, campos (fútbol, tenis) y polideportivos, frontones, piscinas, gimnasios, centros cívicos, programas y concursos culturales y festivos, programas de ocio y tiempo libre.
Salud. Hospitales, consultorios y centros de salud, planificación familiar, servicio de ambulancias.
Otros servicios. Bomberos, seguridad ciudadana, oficina del consumidor, puntos verdes (recogida de muebles, electrodomésticos, etc.), cementerios.
Empresas municipales, consorcios mixtos, empresas privadas. Las empresas municipales han ido desapareciendo, en la medida que se privatizaban servicios tales como el agua, la vivienda, luz, gas, transporte público, y pasaban a ser gestionados por empresas mixtas y privadas. Por tanto, la mayoría de las alcaldías han dejado de controlar servicios tan importantes para el bienestar ciudadano como el agua y otras energías (electricidad, gas, carbón), etc., porque los políticos, a quienes cedemos la representación periódicamente, los fueron y van todavía privatizando en beneficio de las entidades privadas de lucro. La corrupción, que se ha disparado en la última década, especialmente a nivel municipal, es posible debido a esta dejadez manifiesta por parte de las poblaciones locales.
También hay que destacar como, en el municipio, existen otras dimensiones que afectan directamente a la convivencia humana: relaciones de vecindario, laborales, culturales, asociativas, etc.:
Relaciones de producción y consumo. El ámbito municipal facilita el contacto directo entre sus habitantes: tanto a nivel de producción, como de proximidad de los trabajadores de los diferentes oficios y especialidades, y mediante las redes de trabajo personal y colectivo; a nivel de satisfacción de necesidades, esta misma proximidad facilita el intercambio; es decir, desde el punto de organizar estas dos actividades como economía colectiva, la proximidad entre productores, así como la proximidad entre consumidores, y entre ambos grupos, es un elemento positivo para potenciar las actividades económicas en la vida local. Este es uno de los planos básicos para consolidar las relaciones sin la intermediación de la propiedad privada en la producción y la distribución de la sociedad comunal.
Relaciones de vecindario. Relaciones de cooperación entre vecinos que se podrán establecer y organizar desde las respectivas organizaciones y colectivos que actúan en los respectivos barrios. Los problemas de la pobreza, la inmigración, el racismo, la exclusión social, la marginación por orientación sexual, la discriminación y el maltrato de género, las carencias por edad o discapacidad, el desempleo, la drogadicción y la ludopatía, las dificultades de acceso a la vivienda y los desahucios, etc. podrían ser abordados conjuntamente, de forma integral donde sea posible, con políticas y fondos municipales, así como con la participación de las mencionadas asociaciones ciudadanas y vecinales; una forma más comunitaria y social de abordar estas situaciones de desamparo de estos colectivos que la economía de mercado y las empresas privadas jamás atenderán. Este es otro plano para el desarrollo del apoyo mutuo y la gestión horizontal, sin poder, de las diversas actividades encaminadas al bienestar colectivo.
La presencia de las empresas municipales encargadas de estos servicios y actividades, así como la recuperación de otras desparecidas, irán contratando progresivamente el personal con carácter de servidores públicos o funcionarios. En el corto plazo, algunos de estos servicios pueden ser gestionados por empresas mixtas, en las cuales la propiedad es pública pero la actividad productiva puede ser realizada por personal de entidades organizadas bajo el criterio de la economía social.[18] Esta es una de las medidas que potenciará la capacidad de ocupación local y dará prioridad a los ciudadanos que viven en el propio municipio. No hace falta añadir que la calidad del empleo (contratación, niveles salariales, protección social, condiciones de trabajo, etc.) tanto de los funcionarios como el del personal de las empresas mixtas, ha de ajustarse a lo establecido por la normativa laboral. Este plano permite la implicación directa en la organización y la gestión de la producción, elemento clave para la satisfacción de necesidades en cualquier sociedad humana.
Gestión asamblería. La gestión con carácter representativo que actualmente tiene el Ayuntamiento ha de ir perdiendo peso para ir dando paso a la participación, la gestión y el seguimiento ciudadano en forma de asamblea. Mientras dure la versión representativa, tanto el alcalde como los ediles no podrán ser reelegidos para una segunda legislatura. La gestión colegiada basará su trabajo en las funciones necesarias a desempeñar y no en el concepto de cargo, de forma que ha de desaparecer el cometido de alcalde, tenientes de alcalde, secretarios, etc., que tanto poder personal e institucional contienen en ellos mismos. Otro de los planos indispensables para la disolución del poder, y en especial el del Estado en todos sus niveles administrativos.
Disolución paulatina del Estado. Reafirmar que el Estado no tiene cabida en la gestión orgánica de la sociedad comunal. Por tanto, en el municipalismo, la idea de la disolución paulatina de esta institución clasista debe ser un objetivo irrenunciable de todas las organizaciones sociales y vecinales, de todos los colectivos y movimientos sociales comprometidos con la transformación del capitalismo en una sociedad sin clases. (El resto de las reflexiones pueden leerse e este mismo artículo)
A modo de resumen, de evaluación general de este tipo de proyectos
Ni patria, ni Estado, ni Europa. Tampoco, religión, patriarcado, militarismo, clase y racismo. El municipalismo como proceso anticapitalista, y la comuna como forma mínima de sociedad alternativa.[19] En la medida que estas se consoliden serán ellas mismas las que vayan decidiendo que forma de agruparse, tamaño, y que extensión de territorio encuentran idóneo. ¿Utopía? Por descontado, es la única salida posible y disponible fuera y contra la barbarie capitalista.
Bibliografía
Samir Amin. La implosión del sistema europeo. En
http://marxismocritico.com/2013/05/24/l ... a-europeo/
Epicuro. Carta a Meneceo, Exhortaciones, etc. En
http://www.e-torredebabel.com/Bibliotec ... picuro.htm
José Iglesias Fernández. La conformación del espacio Europa y el capitalismo planetario. En
http://www.kaosenlared.net/colaboradore ... tario.html
José Iglesias Fernández. Cambiar el poder municipal para mejorar nuestras vidas y transformar la sociedad. En
http://old.kaosenlared.net/noticia/camb ... mar-socied
José Iglesias Fernandez. De la Renta Básica a la Riqueza Comunal, Baladre, 2013.
Leif Korsbaek. El comunalismo: cambio de paradigma en la antropología jurídica a raíz de la globalización. En
http://www.ciesas.edu.mx/proyectos/rela ... enLeif.pdf
Carmelo Lisón Tolosana. Antropología cultural de Galicia. Akal, 2004.
Ángeles Maestro. Feminismo marxista. Notas acerca de un proceso en construcción. En
http://www.kaosenlared.net/component/k2 ... cción.html
Sófocles. Edipo rey. En
http://www.ciudadseva.com/textos/teatro ... po_rey.htm
TAIFA. Seminario de Economía Crítica. Reflexionando sobre las alternativas. Informe nº 9.
Xavier Vence. Crise e fracaso de Unión Europea neoliberal. Unha alternativa soberanista e democrática. Galiza Sempre, 2013.
José Iglesias Fernández
Barcelona, 9 agosto del 2013
http://www.kaosenlared.net/component/k2 ... uropa.html