The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Conservacionismo, Antidesarrollismo, cuestionamiento de la tecnología, naturismo, alternativas al sistema industrial capitalista, cambio climático...
Avatar de Usuario
supernova
Mensajes: 206
Registrado: 16 Jun 2009, 18:28

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por supernova » 18 Jul 2009, 22:44

Por mí, que te den por el culo
mmm, interesante, pero no has respondido.

Nedludd, he visto tu opinión.

http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 13&t=26411
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 13&t=39579
El sistema indutrial hay que destruirlo y ver como junto con el mueren millones de personas, pero es un precio justo para mantener la libertad y la autonomia.
EnArmas, para la poblacion mundial actual no existe ningun modelo libre de sociedad. No se puede mantener bajo ningun concepto una poblacion de casi 7 mil millones de personas, sin una concentracion exesiva de ella en X territorios.
El interes no es salvar a 7 mil millones de personas, sino garantizar la libertad. Siendo el crecimiento demografico una concecuencia, primero de la agricultura y luego de la Rev industrial, sostener los niveles poblacionales actuales implica necesariamente sostener ambos modelos.
De nada valen 7 mil millones de personas que sean esclavas.
Hasta ahora había visto a primitivistas considerar inevitable que el genocidio sería parte del colapso, no que fuera deseable. De todas formas, para el capitalismo existe una enorme cantidad de "humanidad sobrante", completamente prescindible. Su eliminación no garantiza ni el fin del sistema tecnoindustrial, ni del capitalismo. Ya los nazis lo practicaron sin problemas.
"Las consecuencias incluyen el surgimiento de inteligencia biológica y no biológica, software inmortal basado en humanos y niveles de inteligencia ultra-elevados que se expandirán hacia el universo a la velocidad de la luz."

Avatar de Usuario
carlmn
Usuario Anulado
Mensajes: 1527
Registrado: 20 Ene 2008, 13:15

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 18 Jul 2009, 23:35

Bueno visto que nadie decía nada, me he puesto a traducir el prólogo.
Espero que no estemos malgastando esfuerzos paralelos. Si a alguien más le interesa, que informe qué partes está traduciendo. Yo iré haciendo lo propio también.
Cuando lo acabe lo publico aquí.

Un saludo.

Nedludd
Mensajes: 191
Registrado: 12 May 2009, 02:55

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Nedludd » 19 Jul 2009, 00:00

Supernova, mas alla de tu critica poco constructica que escapa a todo intento por comprender la realidad, destaco el trabajo que te tomaste en sacar de contexto las cosas que he dicho. Si quieres en algun momento charlar y profundizar sobre la disminucion de la poblacion tras la caida del sistema tecno-indutrial, pues me avisas.
La comparacion infantil que hiciste de mis ideas con el nazismo es simplemente inaceptable y no tendria ningun sentido que conteste a eso.

Pero vamos, tu critica Supernova, no es original. Muchas personas caracterizadas por su ideologia de tendencia izquierdista, se sienten atacados por la primera parte del manifiesto unabomber, y en consecuencia, optan por burlarse, en lugar de comprender e informase. Es natural, y existen muchas personas en tu misma situacion.

No tenes porque compartir los ideales anarco-primitivistas. Me he encontrado con muchas personas que obstentan defender al sistema industrial, resaltando sus "beneficios" y comodidades. De todos modos, lo importante no es encasillarse bajo una ideologia, sino informarse, instruirse y "evolucionar".

Lo ideal, es que investigues sobre el origen de la civilizacion, desde las primeras agrupaciones humanas, pasando por el origen de la agricultura, las ciudades, el Estado, el capitalismo, y el Sistema tecnologico industrial. Luego puedes tomar partido, y comenzar a definir tu ideologia.

En todo caso, abri un topic, expone tus ideas y dejalas abiertas al debate.

Avatar de Usuario
supernova
Mensajes: 206
Registrado: 16 Jun 2009, 18:28

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por supernova » 19 Jul 2009, 00:31

Creo que es bastante difícil sacar de contexto lo que has dicho, que es bastante claro, y no trata de debatir la disminución poblacional tras la caída del sistema tecnoindustrial, sino de lo indeseable que es la existencia de siete mil millones de esclavos. ¿Cuál era la población para un planeta primitivista? Creo que unos cien millones. Si quieres matizarlo, es cosa tuya.

No pretendía hacer una comparación con el nazismo, dado que éste en ningún momento planteó llegar tan lejos. Tan sólo, que se trata de un ejemplo dentro del "Sistema" de que puede asumir sin problemas la desaparición de importantes cantidades de humanidad sin ningún problema, en cantidades de miles de millones. La mayor parte de la población del Sudeste Asiático, África subsahariana, Oriente Medio y América Latina, son superfluas para el capitalismo, salvo como campo donde ejercitar el colonialismo en todas sus formas.

Aunque no lo comparta, el primitivismo me parece una perspectiva interesante, aunque lo considero inocuo. Me hace gracia la acusación de izquierdista, y leyendo a Unabomber, igualmente él mismo podría serlo. En Golpear donde duele hace incapié en la lucha contra la biotecnología, cuando hay tantos "izquierdistas", como Bové o Greenpeace trabajando en ese sentido. También presenta otros ámbitos de lucha, pero sin decir en ningún caso cómo habría de hacerse ese "golpear donde duele" (salvo cuando habla de legalidad y protestas pacíficas, pero no hay que olvidar que está en la cárcel).

Aparte, habla de energía eléctrica, comunicaciones, ordenadores y propaganda. Pero, ¿porqué iba a doler más que atacar a la industria maderera? Al menos, frenar a la industria maderera frena la destrucción de los territorios que aún son verdaderamente salvajes.

A todo eso, yo añadiría otra cuestión que no se trata, y es la labor de los evangelistas que se introducen en las selvas para cambiar los modos de pensamiento de los "salvajes".
"Las consecuencias incluyen el surgimiento de inteligencia biológica y no biológica, software inmortal basado en humanos y niveles de inteligencia ultra-elevados que se expandirán hacia el universo a la velocidad de la luz."

Nedludd
Mensajes: 191
Registrado: 12 May 2009, 02:55

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Nedludd » 19 Jul 2009, 01:25

Siempre me pregunto porque ciertas personas se consideran mas humanistas por el simple echo de estar en contra de la muerte. Elijen la esclavitud en lugar de la muerte. Si por ellos fuera, vivirian cargando piedras y con cadenas en los tovillos, siempre y cuando tengan alimento y agua para sobrevivir. Esa ideologia fue impuesta desde los origenes de la esclavitud. Cuando los esclavos se suicidaban, los esclavistas mutilaban sus cuerpos, para atacar sus creencia de reercanacion. Sobre esa base ejemplificadora, se transmitio una idea que perdura en el inconciente social "No te quejes, todabia estas vivo". Esa mentalidad engendra sumision y conformismo.

Supernova.. vos queres un mundo superpoblado de esclavos, porque sos una victima de la influencia de una ideologia milenaria. La ideologia que impuso el esclavista.

La pregunta es la siguiente ¿puede existir en el planeta una poblacion de 7 mil millones de personas, sin tecnologia industrial, sin agricultura, sin Estado? ¿Pueden las personas ser libres dentro de la civilizacion?

Mi respuesta a esas 2 preguntas es NO. Si queres podemos debatir sobre eso. Si pensas que 7 mil millones de personas pueden ser libres... entonces abri un topic y explicanos a todos detalladamente cual es la forma.

"Golpear donde duele" es un texto que Kazcynski escribio desde la carcel, por lo cual existe una especie de autocensura. No puede dar detalles o incentivar a la violencia bajo ningun concepto, porque en ese caso su articulo no seria publicado. No se puede pretender que explique como diseñar bombas para destruir una empresa electrica.
Sin embargo, leyendo entre lineas, es posible advertir, que no pretende hacerlo por las vias legales y pacificas. Textual: "Cuando atacas estos órganos vitales del sistema, es esencial no atacarlos en los términos de sus propios valores, sino en términos de valores inasumibles por los del sistema.".
Y es suficiente con analizar su proceder, para comprender como atacar al sistema. Si bien sus ataques tenian como fin solo conseguir una "popularidad" que le permita difundir sus ideas, tambien daban la pauta de una de las formas en que realizar la revolucion. Recorda que él se influencio demasiado con el libro "El agente".

Cuando se habla de atacar las bases del sistema, se habla de eliminarlo desde su raiz, destruyendo el "motor" que le da vida.

Con respecto a tu inquietud te has salteado el punto "La industria maderera es un objetivo secundario" donde da explicaciones muy claras.

La pregunta es la siguiente supernova. ¿se puede producir deforestacion cuando...

No existe electricidad
No existe maquinaria
No existen combustibles
No existen redes de comunicacion

y se ve afectada radicalmente la vida de las personas que se ocupaban de cortar los arboles?

No obstante, si se quiere atacar a la industria maderera, es un beneficio para la causa, pero no representaria un cambio significativo.

Avatar de Usuario
carlmn
Usuario Anulado
Mensajes: 1527
Registrado: 20 Ene 2008, 13:15

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 19 Jul 2009, 02:38

He traducido el prólogo, aunque a estas horas me daba un poco de pereza pero al final me puse.
Podéis confiar en mi nivel de inglés, además soy bastante perfeccionista y si dudaba en alguna palabra busqué el significado exacto y sinónimos apropiados.

De todas maneras si véis algún fallo decidlo por favor.

Una cosa más, a partir del prólogo comienza su versión perfeccionada de La sociedad industrial y su futuro (más bien sobre la gramática y el léxico como dice en el prólogo). Quizá podríamos saltar a la traducción otras partes de más interés, o partir de una versión antigua ya traducida del Manifiesto y compararlas corrigiéndola.

De todas maneras veo necesario que compartamos esfuerzos puesto que se haga como se haga es un tocho de 390 páginas.

Bueno, aquí va el prólogo:
PRÓLOGO:


Tengo que comenzar diciendo que estoy profundamente insatisfecho con este libro. Debería haber sido una exposición organizada y sistemática de una serie de ideas relacionadas. En cambio, es una colección desorganizada de escritos que exponen ideas de forma no sistemática. Y algunas ideas que considero importantes no son siquiera mencionadas. Simplemente no he tenido tiempo para organizar, reescribir, y completar los contenidos de este libro.

La principal razón por la que no he tenido tiempo, ha sido que las agencias del gobierno de los Estados Unidos han interpuesto dificultades legales innecesarias. Por mencionar sólo la más importante de esas dificultades: el fiscal de los Estados Unidos para el distrito Este de California, ha propuesto formalmente que se reúnan y confisquen el original y cada copia de todos y cada uno de los documentos que yo alguna vez escribí y entregué a todas mis presuntas “víctimas” a través de una ficticia venta que permitirá a las “víctimas” obtener todos los documentos sin tener que pagar nada por ellos. Siguiendo este plan, el Gobierno podría incluso confiscar los documentos que he dado a librerías, incluyendo los documentos que han estado en los estantes de las librerías durante varios años. La información con la cual el fiscal de los Estados Unidos ha presentado esta propuesta está disponible públicamente: son el Documento 704 y el Documento 713, número de caso CR-S-96-259 GEB, distrito de la corte de los Estados Unidos para el distrito Este de California.

En este momento, tengo el asesoramiento de abogados para resistir las acciones del Gobierno respecto a mis documentos. Pero he aprendido de la dura experiencia, que es imprudente el dejar todo en manos de abogados; uno está bien aconsejado para investigar los temas legales de uno mismo, seguir la pista de lo que los abogados están haciendo, e intervenir cuando es necesario. Pero ese trabajo requiere mucho tiempo, especialmente cuando uno está recluído en una prisión de máxima seguridad y tiene limitado el acceso a los libros de leyes.

Habría preferido retrasar la publicación de este libro hasta que hubiera tenido tiempo de preparar su contenido adecuadamente; pero parece aconsejable publicarlo ahora, antes de que el Gobierno tome acciones para confiscarme todos mis documentos.

Tengo, además, otra razón para evitar el retraso: La Oficina Federal de Prisiones ha propuesto nuevas regulaciones que permitirían a los alcaides de las prisiones cortar casi todas las comunicaciones entre los presuntos presos por “terrorismo” y el mundo exterior. Las regulaciones propuestas están publicadas en el Registro Federal, volumen 71, número 63, páginas 16520-25.

No tengo ni idea de cuándo la nueva regulación puede aprobarse, pero si eso ocurriera, entonces sería muy probable que cortaran mis comunicaciones. Obviamente es importante para mí publicar mientras puedo seguir comunicándome de una manera relativamente libre, y eso es por lo que este libro tiene que aparecer ahora en un estado inacabado.

La versión de “La sociedad industrial y su futuro” que aparece en este libro, difiere del manuscrito original sólo en asuntos triviales: gramática, puntuación, mayúsculas, y similares, han sido corregidas y mejoradas de manera ocasional. Por lo que yo sé, todas las versiones recientes de “La sociedad industrial y su futuro” publicadas en inglés y francés contienen numerosos errores, como la omisión de partes de frases, o incluso frases enteras, y varios de esos errores son suficientemente serios como para cambiar u oscurecer el significado de todo un párrafo.

Lo que es mucho más serio es que almenos un artículo completamente falso ha sido publicado bajo mi nombre. Recientemente he recibido información por correspondencia desde España, donde se me informaba de que un artículo titulado “La rehabilitación del Estado por los izquierdistas” había sido publicado y atribuído a mí. Pero lo cierto es que no escribí el artículo. Así que los lectores no deberían asumir que todo lo publicado bajo mi nombre ha sido escrito por mí. No hace falta decir, que todos los escritos atribuídos a mí en el presente libro son auténticos. Me gustaría agradecer al Doctor David Skrbina por sus preguntas y argumentos, que me animaron a formular y escribir ciertas ideas que había estado incubando durante años. También le debo mi agradecimiento a un gran número de personas. Al final de “La verdad sobre la vida primitiva” les he agradecido por su hombre (y con su permiso) a varias personas que me han provisto con materiales para ese ensayo, y algunas de esas personas me han ayudado enormemente de otras maneras también. En particular, tengo una gran deuda de gratitud con Facundo Bermudez, Marjorie Kennedy, y Patrick Scardo. Le debo gracias especiales a mi correspondiente en España que escribe con el seudónimo “Último Reducto” y a su compañera, ambos me proporcionaron argumentos estimulantes; y Último Reducto además ha traducido muchos de mis escritos a español. Dudo si dar gracias a otras personas a las cuales les debo gratitud, pero no sé si desearían ser nombradas públicamente. Pero sobre todo tengo que agradecer al Doctor Patrick Barriot, que me ha enseñado la mejor amabilidad, y sin cuya generosa ayuda este libro no podría haber sido publicado.

Para mayor claridad, quiero establecer aquí en forma de sumario los puntos principales que he tratado de desarrollar en mis escritos.



1. El progreso tecnológico nos está llevando a un desastre inevitable. Puede haber un desastre físico (como por ejemplo, algún tipo de catástrofe medioambiental), o puede ser un desastre en términos de dignidad humana (reducción de la raza humana a una condición degradada y servil). Pero sea el desastre de un tipo u otro, ciertamente habrá sido el resultado de un progreso tecnológico continuado.

Esto no es una opinión excéntrica. Entre aquellos atemorizados por las probables consecuencias del progreso tecnológico se encuentran Bill Joy, cuyo artículo “Por qué el futuro no NOS necesita” (“Why the future doesn’t need US” [1] - N. del T.: NOS = juego de palabras con “us” y “U.S.”) es ahora famoso, Martin Rees, autor del libro “Nuestro último siglo” (“Our Final Century” [2]), y Richard A. Posner, autor de “Catástrofe: Riesgo y Respuesta” (“Catastrophe: Risk and Response”[3]). Ninguno de esos tres es un radical por mucha imaginación que se le eche, ni está predispuesto a poner reparos a la estructura social existente. Richard Posner es un juez conservador del Tribunal de apelación del séptimo circuito de los Estados Unidos. Bill Joy es un bien conocido mago de los ordenadores, y Martin Rees es el astrónomo real de Bretaña. Esos dos hombres, que han dedicado su vida entera a la tecnología, raramente querrían augurar ningún mal sin tener una buena razón para ello.

Joy, Rees, y Posner, están preocupados principalmente por los desastres físicos y por la posibilidad, o más bien la probabilidad, de que los seres humanos sean reemplazados por máquinas. El desastre que supone el progreso tecnológico para la dignidad humana, ha sido comentado por hombres como Jacques Ellul y Lewis Mumford, cuyos libros son ampliamente leídos y respetados. A ningún hombre se le considera fuera del margen o ni siquiera cercano a él.



[1] Wired magazine, Abril 2000
[2] Publicado por William Heineman, 2003
[3] Prensa de la Universidad de Oxford, 2004



2. Sólo el colapso de la civilización tecnológica moderna puede evitar el desastre. Por supuesto, el colapso de la civilización tecnológica traerá por sí mismo un desastre. Pero cuanto más se siga expandiendo el Sistema Tecnoindustrial, peor serán el desastre a la larga. Un desastre menor ahora, evitaría uno mayor más tarde.

El desarrollo del Sistema Tecnoindustrial no puede ser controlado, restringido, o guiado, ni sus efectos pueden ser moderados a ningún grado sustancial. Esto, de nuevo, no es una opinión excéntrica. Muchos escritores, empezando por Karl Marx, han notado la importancia fundamental de la tecnología para determinar el curso de desarrollo de la sociedad. En efecto, ellos han reconocido que es la tecnología la que controla a la sociedad, y no al revés. Ellul ha enfatizado especialmente en la autonomía de la tecnología, el hecho de que la tecnología moderna ha cobrado vida propia y no está sujeta al control humano. Ellul, además, no fue el primero en formular esta conclusión. Ya en 1934 el pensador mexicano Samuel Ramos [4] estableció claramente el principio de autonomía de la tecnología, y este concepto ya fue vislumbrado anteriormente, en la década de 1860 por Samuel Butler. Por supuesto, ninguno cuestionó el hecho obvio de que los individuos o grupos humanos pueden controlar la tecnología en el sentido que en un punto dado en el tiempo pueden decidir qué hacer con un artículo tecnológico en particular. Lo que el principio de autonomía tecnológica afirma es que el desarrollo tecnológico en su conjunto, y sus consecuencias a largo plazo para la sociedad, no están sujetos al control humano. Por lo tanto, mientras la tecnología moderna siga existiendo, podemos hacer muy poco para moderar sus efectos.

Como conclusión, nada excepto el colapso de la sociedad tecnológica puede evitar el gran desastre. De modo que, si queremos defendernos nosotros mismos de la tecnología, la única acción que podemos tomar y que podría resultar efectiva, es precipitar el colapso de la sociedad tecnológica. Aunque esta conclusión es una consecuencia lógica del principio de autonomía tecnológica, y aunque está posiblemente implícita en varios alegatos de Ellul, yo no sé de ningún escritor convencional que haya publicado que reconoce explícitamente que la única salida es a través del colapso de la sociedad tecnológica. Esta ceguera a la obviedad sólo puede ser explicada como resultado de la timidez.

Si queremos precipitar el colapso de la sociedad tecnológica, entonces nuestra meta es una meta revolucionaria bajo cualquier definición razonable del propio término.



[4] El perfil del hombre y la cultura en Mexico, décima edición, Espasa-Calpe Mexicana, Ciudad de Mexico 1982 (originalmente publicado en 1934), páginas 104-105.



3. La izquierda política es la primera línea de defensa contra la revolución de la sociedad tecnológica. De hecho, la izquierda de hoy sirve como un tipo de extintor de incendios, que apaga y sofoca cualquier movimiento revolucionario. ¿A qué me refiero por la “izquierda”? Si crees que el racismo, sexismo, derechos de los gays, de los animales, de los indígenas, y la “justicia social”, están entre los temas más importantes a los que el mundo actual se enfrenta, entonces eres un izquierdista tal y como yo uso el término. Si no te gusta esta aplicación del término “izquierdista”, eres libre de denominar a la gente a la cual me refiero con otro término. Pero, como sea que los llames, la gente que extingue los movimientos revolucionarios son la gente que está volcada ciegamente en estas causas: racismo, sexismo, derechos de los gays, de los animales, el medio ambiente, explotación laboral, neocolonialismo; todo es lo mismo para ellos. Esa gente constituye una cultura que ha sido etiquetada como “La contracultura” [5]. Cuando sea que un movimiento de resistencia comienza a emerger, esos izquierdistas (o como sea que has decidido llamarles), acuden en masa como moscas a la miel, hasta sobrepasar en número a los miembros del movimiento original, acapararlo, y convertirlo en otra simple facción izquierdista, y así es como finalmente lo atrofian. La historia del proyecto “Earth First!” nos provee de un elegante ejemplo de este proceso [6].



[5] Consultar Paul Hollander. La supervivencia de la contracultura (“The survival of the adversary culture”)
[6] El proceso ha sido hábilmente documentado por Martha F. Lee, Earth First!: Enviromental apocalypse, Syracuse University Press, 1995.



4. Lo que se necesita es un nuevo movimiento revolucionario dedicado a la eliminación de la sociedad industrial, que tome las medidas de excluir a los izquierdistas, así como a los neuróticos varios, vagos, incompetentes, charlatanes, y personas deficientes en el autocontrol , que están volcadas en los movimientos de resistencia de América hoy en día. Qué forma debería tomar el movimiento revolucionario, eso es lo único que permanece abierto a debate. Pero lo que está claro es que, para comenzar, las personas que se toman en serio el problema de la tecnología, deben establecer contacto sistemático los unos con los otros y un sentido de propósito común; deben separarse estrictamente de “la contracultura”; deben estar orientados hacia la acción práctica, sin renunciar a priori a las formas de acción más extremas; y deben ponerse como meta nada menos que la disolución de la civilización tecnológica.


La verdad es que da gusto leer a este hombre, uno se da cuenta de que esas "conclusiones descabelladas" no lo eran tanto.

Un saludo.
Última edición por carlmn el 23 Jul 2009, 23:19, editado 2 veces en total.

Nedludd
Mensajes: 191
Registrado: 12 May 2009, 02:55

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Nedludd » 19 Jul 2009, 03:07

Exelente carlmn!. Lo que a mi no deja de asombrarme de Kazcynski es la claridad con que expresa sus ideas.

En esta primera parte, rescato algo que dice de Marx "Muchos escritores, empezando por Karl Marx, han notado la importancia fundamental de la tecnología para determinar el curso de desarrollo de la sociedad. En efecto, ellos han reconocido que es la tecnología la que controla a la sociedad, y no al revés."

Los izquierdistas apoyados en las palabras de Marx, suelen pasar por alto LA ENAJENACION del hombre con la maquina. Algo de lo que marx hablo lo suficiente y dejo ideas claras.

Bueno carlmn, espero que puedas seguir traduciendo.. esta muy interesante!.

Avatar de Usuario
carlmn
Usuario Anulado
Mensajes: 1527
Registrado: 20 Ene 2008, 13:15

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 19 Jul 2009, 04:20

Contenidos:

Prólogo, por Theodore J. Kaczynski ................................... 13

La sociedad industrial y su futuro ..................................... 19
Postdata de El Manifiesto .............................................. 101
La verdad sobre la vida primitiva
(Una crítica al anarcoprimitivismo) .................................. 103
El truco más ingenioso del Sistema .................................. 161
La revolución que viene ................................................ 174
El camino a la revolución ............................................... 187
Moralidad y revolución .................................................. 194
Golpear donde duele ..................................................... 206
Cartas a David Skrbina .................................................. 212
Exctractos de las cartas a un alemán .............................. 304
Extracto de la carta a A.O. ............................................ 317
Carta a un científico americano ...................................... 320
Carta a M.K. ............................................................... 322
Carta a J.N. ................................................................ 329
Una entrevista con Ted ................................................ 339
Estados Unidos de América contra Theodore John Kaczynski
(Explicación de las opiniones judiciales) ............................ 352

Epílogos:

Por qué el futuro necesita a Ted Kaczynski
Por el doctor Patrick Barriot ........................................... 359
Un revolucionario para nuestros tiempos
Por el doctor David Skrbina ............................................ 371
Bibliografía .................................................................. 387
Índice ........................................................................ 393
Creo que el siguiente más interesante para traducir sería el de The truth about primitive life.
Como de costumbre Ted K. lo ha enumerado con puntos internos dentro del propio documento, por lo que el reparto para su traducción podría resultar más fácil.

Este texto, junto con La revolución industrial y su futuro, y las Cartas a David Skrbina; son los documentos que más ocupan.


Yo mañana empezaré a traducir el texto de La verdad sobre la vida primitiva. Cuando acabe el primer y segundo puntos, lo colgaré.

Un saludo.

Avatar de Usuario
Fionn Mac Cumhaill
Mensajes: 1877
Registrado: 30 Dic 2008, 15:00

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 19 Jul 2009, 11:33

Me pondré yo también a ello en cuanto tenga tiempo, pues antes me he comprometido a digitalizar algunos de los textos de los que hablábamos antes. En cualquier caso, uno de ellos es "Morality and revolution", que aparece también en este libro y probablemente sea el mismo. Aún así lo corroboraré. Yo dejaría "La sociedad industrial y su futuro" para el final pues probablemente sea un esfuerzo de comparar y corregir más que traducir de verdad.

PD: Supernova, ¿de verdad nos estás pidiendo a los foreros indicaciones explícitas de cómo realizar una revolución? Por favor, muchacho, esas cosas no son para frikis de internet. Nosotros traducimos y digitalizamos textos, nada más. Un beso :wink: .
El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
y a las montañas y bosques
les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
de los estados del ánimo nacidos del fuego,
tú no desapareces.


W. B. Yeats, 1893

* * * * * * * * *

Avatar de Usuario
turiferario
Mensajes: 2940
Registrado: 20 Jun 2005, 18:14

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por turiferario » 19 Jul 2009, 16:26

Nedludd escribió: La pregunta es la siguiente supernova. ¿se puede producir deforestacion cuando...

No existe electricidad
No existe maquinaria
No existen combustibles
No existen redes de comunicacion

y se ve afectada radicalmente la vida de las personas que se ocupaban de cortar los arboles?
La respuesta es sí a todo.

En el siglo V antes de Cristo una expedición cartaginesa bordeó y describió lo que hoy es el Sáhara Occidental, donde vivían comunidades dedicadas a la pesca y al pastoreo, fundamentalmente. Era una zona de bosque, sotobosque y matorral costero en la que había ríos y lagunas.
Aunque hubo factores climáticos que también influyeron, buena parte del avance del desierto en esa zona se debió a la acción humana. Hay más constancias históricas de este mismo fenómeno en sociedades primitivas.

De Kaczyniski, poco que comentar. Su pensamiento me parece francamente limitado y de un individualismo que roza lo preocupante.

Por otro lado no deja de ser gracioso un tipo que proponga modelos sociales, cuando él mismo vivía completamente aislado como un anacoreta. :wink:
“Todo el problema con el mundo es que los tontos y los fanáticos siempre están tan seguros de sí mismos, y la gente inteligente tan llena de dudas.”
- Bertrand Russell (A Word a Day)

Nedludd
Mensajes: 191
Registrado: 12 May 2009, 02:55

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Nedludd » 19 Jul 2009, 18:07

Turiferario... hablabamos de la deforestacion con las caracteristicas actuales.
Igualmente, no entiendo la logica de la informacion que diste. Decis que comunidades dedicadas a la pesca y pastoreo comenzaron a cortar arboles... pero ¿por que?. Tambien sostenes que hay constancias de sociedades primitivas que deforestaban. Son datos interesantes para analizar, seria bueno que profundices sobre el tema.

Yo tengo entendido que la deforestacion tiene su origen con la expansion de la agricultura, simplemente porque se necesitan nuevos territorios para el cultivo. La civilizacion inca, por ejemplo, practicaba el sistema de roza.

Avatar de Usuario
Fionn Mac Cumhaill
Mensajes: 1877
Registrado: 30 Dic 2008, 15:00

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 19 Jul 2009, 19:13

El poder de deforestar, como el poder de hacer cualquier otra cosa, se ve limitado si los medios son limitados. Por eso, limitar o suprimir la mayor parte de medios que potencian acciones indeseables es un objetivo importante para cualquier revolucionario.

Que sociedades fundamentadas en la pesca, en el pastoreo, o en lo que quiera cada uno, hayan llevado a cabo acciones determinadas no implica que:

-Disminuyendo los medios de la humanidad ésta sea capaz de continuar con el mismo nivel de destrucción que a día de hoy, en la misma cantidad de tiempo.

-Que una nueva sociedad fundamentada en la pesca o el pastoreo tenga que cometer los mismos errores.

Disponemos de información suficiente como para saber qué es lo que tenemos que hacer y qué no.
El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
y a las montañas y bosques
les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
de los estados del ánimo nacidos del fuego,
tú no desapareces.


W. B. Yeats, 1893

* * * * * * * * *

Avatar de Usuario
Caos
Mensajes: 67
Registrado: 05 Dic 2007, 15:36

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por Caos » 19 Jul 2009, 22:15

En proceso de traducción:

El truco más ingenioso del Sistema .................................. 161
La esencia de lo que hemos perdido no es el control sobre los medios de producción o de la riqueza material; son nuestras vidas mismas, nuestra capacidad para crear nuestra existencia en términos de nuestras propias necesidades y deseos.

Avatar de Usuario
carlmn
Usuario Anulado
Mensajes: 1527
Registrado: 20 Ene 2008, 13:15

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 20 Jul 2009, 16:39

Yo traduje el primer punto de "La verdad sobre la vida primitiva". Por motivos personales no pude traducir el segundo ayer pero hoy intentaré sacar tiempo para hacerlo.
Y poco a poco continuaré con el artículo entero.

El artículo consta de 11 puntos y una nota de conclusión.

Un saludo.

Avatar de Usuario
carlmn
Usuario Anulado
Mensajes: 1527
Registrado: 20 Ene 2008, 13:15

Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski

Mensaje por carlmn » 21 Jul 2009, 03:24

Bueno, a lo largo del día lo he acabado traduciendo. Aquí pongo el punto uno y dos, ya continuaré. Quedan 9 pero creo que no son tan largos como el dos, o almenos no todos.

La verdad sobre la vida primitiva.
(Una crítica al Anarcoprimitivismo)



1. Así como la Revolución Industrial sucedió, la sociedad moderna creó para sí un mito auto-condecorativo, el mito del “progreso”: Desde la era de nuestros remotos simios antecesores, la historia humana ha seguido su incesable rumbo hacia un futuro mejor y más brillante, siendo alegremente bienvenidos por todos cada avance tecnológico que surgía: la ganadería, la agricultura, la rueda, la construcción de ciudades, la invención de la escritura y el dinero, los buques de pesca, la brújula, la pólvora, la imprenta, la máquina de vapor, y, al fin, el mayor logro humano, ¡La sociedad indutrial moderna! Antes de la industrialización, prácticamente todo el mundo estaba condenado a una vida invariable, trabajos durísimos, enfermar de desnutrición, y una esperanza de vida reducida. ¿Acaso no somos muy afortunados por vivir en estos tiempos modernos que nos brindan montones de ratos de ocio y un tropel de comodidades tecnológicas para hacer nuestras vidas más fáciles?

A día de hoy, pienso que hay realmente poca gente que sea sincera, honesta y bien informada, que siga creyendo en este mito. Para perder la fe en el progreso, uno sólo tiene que mirar alrededor y ver la devastación de nuestro medio ambiente, la proliferación de las armas nucleares, la excesiva frecuencia con la que se dan casos de depresión, ansiedad y estrés psicológico, el vacío espiritual de una sociedad que se nutre a sí misma con la televisión y los juegos de ordenador… y podría seguir y seguir.

El mito del progreso puede no estar muerto aún, pero está muriendo. En su lugar, otro mito ha estado creciendo, un mito que ha sido promovido especialmente por los anarcoprimitivistas, aunque también se ha generalizado en otros círculos. De acuerdo con este mito, antes del advenimiento de la civilización nadie tuvo que trabajar jamás, la gente simplemente arrancaba la comida de los árboles y se la metía en la boca, dedicando el resto de su tiempo a jugar al corro de la patata con los hippies. Los hombres y mujeres eran iguales, no había rivalidad, ni racismo, sexismo u homofobia, la gente vivía en armonía con los animales, y todo era amar, compartir y cooperar.

De acuerdo, lo anterior sólo era una caricatura de la visión de los anarcoprimitivistas. La mayoría de ellos -espero- no están tan lejos del alcance de la realidad como digo. Sin embargo, están bastante fuera de su alcance, y ya es hora de que alguien desacredite su mito. Porque ese es el propósito de este artículo, voy a decir poco aquí acerca de los aspectos positivos de las sociedades primitivas. De todas formas, quiero dejar bien claro que podría decir muchas cosas positivas acerca de estas sociedades. En otras palabras, el mito anarcoprimitivista no es un mito al cien por cien; contiene varios elementos reales.


2. Vamos a empezar con el concepto de “abundancia primitiva”. Parece ser que entre los primitivistas existe la creencia de que nuestros antepasados cazadores-recolectores tenían que trabajar una media de apenas dos a tres horas diarias, o de dos a cuatro horas diarias… los ejemplos varían, pero el máximo establecido nunca pasa de cuatro horas diarias, o 28 horas a la semana (de media) [1]. La gente que proporciona esos ejemplos normalmente no establece con precisión lo que quieren decir por “trabajar”, pero al lector se le deja asumir que ello incluye todo tipo de actividades necesarias para reunir las exigencias prácticas del estilo de vida de los cazadores-recolectores.

Lo típico, es que los anarcoprimitivistas fallen al citar las fuentes de esta supuesta información, pero parece ser que principalmente proviene de dos ensayos, uno de Marshal Sahlins (La Sociedad de la Opulencia Original – The Original Affluent Society [2]) y otro de Bob Black (Abundancia Primitiva – Primitive Affluence [3]). Sahlins reivindica este hecho, basándose en los bosquimanos de la región de Dobe, en Sudáfrica, cuya “semana laboral era aproximadamente de 15 horas” [4]. Para exponer esta información, se fió de los estudios de Richard B. Lee. Yo no tengo acceso directo a los trabajos de Lee, pero sí que tengo una copia de un artículo de Elizabeth Cashdan en el cual ella resume los estudios de Lee de una manera bastante más precavida y completa que la de Sahlins [5]. Cashdan contradice a Shalins rotundamente: según ella, Lee se encontró con que los bosquimanos que estudió trabajaban más de cuarenta horas por semana [6].

En una parte de su ensayo que muchos anarcoprimitivistas han encontrado conveniente pasar por alto, Bob Black reconoce la realidad de la semana laboral de cuarenta horas semanales y explica la siguiente contradicción: Sahlins siguió los trabajos recientes de Lee que sólo tenían en cuenta el tiempo usado en la caza y recolección. Cuando luego tuvo en cuenta todo el trabajo en general, la semana laboral era el doble [7].

El trabajo omitido por Sahlins y los anarcoprimitivistas era probablemente la parte más desagradable de la semana laboral de los bosquimanos, demasiado, ya que la mayor parte consistía en preparar el alimento y conseguir leña [8]. Y hablo desde una amplia experiencia personal con el alimento salvaje: preparar esos alimentos para su uso suele ser tan agradable como un grano en el culo. Es mucho más placentero recolectar nueces, desenterrar raíces, o jugar a ser cazador, que partir nueces, limpiar las raíces, y jugar a ser peletero y carnicero -o recoger leña y cocinar sobre una hoguera.

Los anarcoprimitivistas también yerran al creer que los hallazgos de Lee pueden ser aplicados a todos los cazadores-recolectores en general. Ni siquiera está claro que esos hallazgos puedan ser aplicados a lo largo de todo un año en base a los estudios de los bosquimanos que hizo Lee. Cashdan deja evidencia de que la investigación de Lee pudo haber sido hecha durante el periodo del año en el que los bosquimanos trabajan menos. También menciona otros dos pueblos cazadores-recolectores que han mostrado que gastan bastante más tiempo en la caza-recolección del que los bosquimanos de Lee usaban [10], y ella saca en claro que Lee pudo haber subestimado en gran medida el trabajo de las mujeres, porque él falló al no incluir el cuidado de los niños en el gasto de tiempo global. [11]

No estoy familiarizado con ningún otro estudio cuantitativo exacto sobre el tiempo de trabajo de los cazadores-recolectores, pero es cierto que al menos un número extra de cazadores-recolectores trabajaron un montón, más de las cuarenta horas semanales de los bosquimanos de Lee. Gontran de Poncins estableció que los esquimales con los que vivió entre 1939 y 1940 no tenían “ningún grado considerable de ocio”, y que ellos “trabajaban y trabajaban durante quince horas diarias solamente para conseguir comida y sobrevivir” [12]. Probablemente él no quiso decir que trabajaban exactamente quince horas cada día, pero está claro por sus informes que los esquimales trabajaban muy duramente.

Entre los pigmeos Mbuti principalmente estudiados por Paul Schebesta, los días que las mujeres no iban a por suministros de fruta y verdura a los cultivos de la aldea, sus crecientes excursiones al bosque duraban entre cinco y seis horas. Aparte de la tarea de recolectar alimentos, las mujeres tenían un trabajo adicional considerable que hacer. Por ejemplo, cada tarde, una mujer tenía que adentrarse de nuevo en el bosque y volver al campamento jadeando y arqueada bajo un montón de leña. La mujer trabajaba bastante más que el hombre, pero parece claro por los informes de Schebesta que, no obstante, los hombres trabajaban mucho más de las tres o cuatro horas diarias que afirman los anarcoprimitivistas [13]. Colin Turnbull estudió a los pigmeos Mtubi, los cuales cazaban con redes. Debido a la ventaja que les concedían las redes, estos Mtubi sólo gastaban en la caza unas veinte horas semanales. Pero para ellos: “la fabricación de redes es prácticamente una actividad de tiempo completo… la cual es consentida por ambos, hombres y mujeres, cuando tienen el tiempo libre o las ganas para ponerse a ello” [14].

Los Siriono, que vivían en un bosque tropical de Bolivia, no eran cazadores-recolectores puros ya que empezaron a plantar cultivos de extensión limitada en ciertas épocas del año. Pero vivieron la mayoría del tiempo cazando y recolectando [15]. Según el antropólogo Holmberg, los Siriono cazaban de media día sí día no. Salían al amanecer y normalmente volvían al campamento entre las cuatro y las seis de la tarde [17]. De ahí se saca que de media eran almenos once horas para la caza, y al ser tres días y medio por semana, la cifra asciende a 38 horas semanales para la caza, como mínimo. A nada que los hombres hicieran un mínimo de trabajo en los días que no cazasen, su semana laboral, hecha la media a lo largo del año, debía ser de más de 40 horas. Y sólo una pequeña parte de ese trabajo consistía en la agricultura [19]. De hecho, Holmberg estimó que los Siriono gastaban cerca de la mitad del tiempo que estaban despiertos en la caza-recolección [20], lo cual significaría pasar unas 56 horas semanales aproximadamente en esas actividades, a solas. Incluyendo otro tipo de trabajo, la semana laboral podría ser de más de 60 horas. Las mujeres Siriono “disfrutan incluso de menos tiempo libre que los hombres”, y “la obligación de llevar a los niños hasta su madurez les deja poco tiempo para el resto” [21]. El libro de Holmberg contiene muchas otras indicaciones de cuán duro han de trabajar los Siriono [22].

En La Sociedad de la Opulencia Original, Sahlins expone, además de los bosquimanos de Lee, otros ejemplos de pueblos cazadores-recolectores que supuestamente trabajaban poco, pero en la mayoría de esos casos, o no ofrece una estimación cuantitativa del tiempo dedicado al trabajo, u ofrece una estimación basada sólo en el tiempo dedicado a la caza-recolección. Si los bosquimanos de Lee son tomados como referencia, ésta podría estar bien debajo de la mitad del tiempo total de trabajo [23]. Sin embargo, para dos grupos de aborígenes australianos, Sahlins sí que da estimaciones cuantitativas del tiempo gastado en “cazar, recolectar plantas, preparar comidas y reparar armas”. En el primer grupo, la media semanal del tiempo empleado por cada trabajador en dichas actividades era de 26 horas y media; en el segundo grupo, ascendía a 36. Pero esto no incluye todo el trabajo; no dice nada, por ejemplo, acerca del tiempo empleado en el cuidado de los niños, la recolección de leña, traslado del campamento, o crear y reparar otros instrumentos a parte de las armas. Si se contara todo el trabajo necesario, la semana laboral del segundo grupo probablemente sobrepasaría las 40 horas semanales. La semana laboral del primer grupo no representa a un grupo normal de cazadores-recolectores, ya que dicho grupo no tenía niños que alimentar. El propio Sahlins, además, cuestiona la validez de las deducciones sacadas de dichos datos [24]. Por supuesto, incluso si se encontraran ejemplos puntuales de sociedades cazadoras-recolectoras cuyo tiempo de trabajo total se limitara a unas tres o cuatro horas diarias, importaría bastante poco para el presente propósito, ya que aquí no nos estamos centrando en casos excepcionales, sino en la jornada laboral de los cazadores-recolectores de forma generalizada.

Cualesquiera que puedan ser las horas de trabajo empleadas por los cazadores-recolectores, la mayoría de dicho trabajo será agotador físicamente hablando. Los hombres Siriono recorrían unos 24 kilómetros al día en sus expediciones de caza, y algunas veces llegaban incluso a los 64 kilómetros. Recorrer tal distancia en la naturaleza salvaje, sin caminos ni sendas, requiere muchísimo más esfuerzo que hacerlo por una carretera o un camino asfaltado.

“Al caminar y correr por pantanos y a través de la selva, el cazador desnudo está expuesto a espinas, pinchos, plagas de insectos… Mientras que la búsqueda de comida es gratificante de otro modo, porque a la larga siempre se obtiene comida para la supervivencia, también es un castigo constante, debido a la fatiga y al dolor inevitablemente asociados a la caza, pesca y recolección de comida” [27].

“Los hombres suelen disipar su ira hacia otros hombres mediante la caza. …Incluso sí no cazan nada, vuelven a casa demasiado cansados para estar enfadados” [28].

Para los Siriono [31], hasta recolectar fruta salvaje puede ser peligroso [29] y puede llevar un trabajo considerable [30]. Los Siriono hacen muy poco uso de las raíces salvajes [32], pero es bien sabido que muchos cazadores-recolectores confían profundamente en las raíces como alimento. Normalmente, recolectar raíces comestibles en la naturaleza salvaje no es como sacar zanahorias de la suave tierra de cultivo de un huerto. Lo más habitual es que el suelo esté duro, o esté cubierto de hierba robusta que tendrás que atravesar para conseguir las raíces. Desearía poder llevar a ciertos anarcoprimitivistas al monte, enseñarles dónde crecen las raíces comestibles, e invitarles a que consigan su cena escarbando allí con sus manos. Cuando hubieran conseguido suficientes raíces de perideridia o bulbos de camassia para tener una comida medio decente, sus manos llenas de ampollas les desengañarían de cualquier idea acerca de que los primitivos no tenían que trabajar para vivir.

El trabajo de los cazadores-recolectores solía ser monótono, además. Era monótono, por ejemplo, cuando se trataba de desenterrar raíces, y éstas eran pequeñas, como era el caso de los indios del oeste de Norteamérica, como las raíces amargas o las ya mencionadas camassia y perideridia. Coger bayas también es monótono si pasas muchas horas haciéndolo.

O intentad curtir piel de ciervo. Una cruda, la que está seca se endurece, se queda como cartón, y si la doblas se partirá, igual que haría el cartón.

Hay que curtir las pieles para que sean útiles como ropa o mantas. Suponiendo que quisieras dejar el pelo de la piel, como harías con ropa de invierno, hay tres pasos indispensables para curtir una piel de ciervo. Primero, debes quitar cuidadosamente cada pedazo de carne que haya pegado a la piel. La grasa en particular debe quitarse con un cuidado escrupuloso, ya que cualquier pedacito de grasa que se quedara pegado a la piel haría que se pudriera. Después, la piel debe ser ablandada. Y finalmente, debe ser ahumada. Si no se ahumea y se moja, cuando se seque se acartonará, y habrá que ablandarla entera de nuevo. Lo que más tiempo lleva es de lejos la parte del ablandado. Se emplean muchas horas en amasar la piel con tus manos, o en llevarlo adelante y atrás sobre la cabeza de una estaca introducida en un bloque de madera, y el trabajo es muy monótono. Hablo desde la propia experiencia.

Un argumento que se ofrece a veces es que los cazadores-recolectores que sobreviven en los tiempos recientes, es debido a que viven en entornos bastos y salvajes, ya que las zonas más acogedoras han sido tomadas por los pueblos agricultores. Supuestamente, los cazadores-recolectores prehistóricos que ocuparon tierra fértil debieron haber trabajado mucho menos que los cazadores-recolectores recientes que viven en desiertos u otros entornos no productivos [33]. Esto puede ser cierto, pero tal argumento es especulativo, y soy bastante escéptico al respecto.

Ahora estoy un poco oxidado, pero antes solía estar familiarizado con las plantas comestibles del Este de Estados Unidos, zona que es precisamente una de las regiones más fértiles del mundo, y me sorprendería si alguien pudiera levantar allí una familia mediante la caza y recolección empleando menos de cuarenta horas de trabajo semanales. La región contiene una amplia variedad de plantas comestibles, pero vivir de ellas no sería tan fácil como podríais pensar. Coger nueces, por ejemplo. La nuez negra, nuez blanca, y nuez dura, son extremadamente nutritivas y bastante abundantes. Los indios solían recolectar pilas enormes de ellas [34]. Si encuentras unos pocos árboles buenos en Octubre, probablemente podrías recolectar suficientes nueces en una hora o menos como para alimentarte durante todo el día. Suena genial, ¿no? Sí, sí que suena genial, al menos si nunca has intentado romper una nuez negra. Quizás Arnold Schwarzenegger podría romper una nuez negra con un cascanueces habitual (si el cascanueces no se rompe primero) pero una persona de un físico medio no podría. Tienes que golpearla con un martillo; y el interior de la nuez, se divide en pequeñas partes que son tan gruesas y duras como una concha de almeja, así que tienes que romper la nuez en varias partes y recoger cada pedacito comestible lenta y tediosamente. Es un proceso que lleva mucho tiempo. Para conseguir alimento suficiente para un día, te podrías tirar el resto del tiempo partiendo nueces y cogiendo los trozos comestibles del fruto. Las nueces blancas salvajes (no confundirse con las nueces inglesas domesticadas que compras en la tienda) son bastante parecidas a las negras. Las nueces duras no son especialmente difíciles de partir, pero siguen teniendo partes internas duras que quebrantar, y normalmente son mucho más pequeñas que las negras.

Los indios solucionaron ese problema poniendo las nueces en un mortero y moliéndolas hasta convertirlas en trozos minúsculos de cáscara, carne y tal. Entonces cocían la mezcla y luego lo retiraban para que se enfriase. Los fragmentos de cáscara se quedaban en el fondo, mientras que los fragmentos de carne se quedaban en una capa superior. Esta manera es más eficiente que romper las nueces de manera individual, pero como se puede ver, también requiere cierto trabajo.

Los indios del Este de los EE.UU. utilizaban otros alimentos salvajes que necesitaban una preparación más o menos laboriosa para hacerlos comestibles [36]. Es poco probable que ellos usaran dichos alimentos si otros alimentos que fueran más fáciles de preparar hubieran estado disponibles en la cantidad suficiente.

Euell Gibbons, un experto en plantas salvajes comestibles, sacó un episodio acerca de vivir de la tierra en el Este de los Estados Unidos [37]. Es difícil decir qué nos puede contar su experiencia acerca del tiempo que los pueblos primitivos empleaban en el trabajo, ya que él no dio información cuantitativa acerca de cuántas horas pasó recolectando. En cualquier caso, él y sus padres sólo recolectaban para alimento y su procesado; no tuvieron que curtir pieles o hacer su propia ropa, herramientas, utensilios o refugios; no tenían niños que alimentar; y sustituyeron su dieta con productos comerciales ricos en calorías: aceite de cocina, azúcar, y harina. Y en al menos una ocasión, usaron el automóvil como transporte.

Pero, dándole una oportunidad al argumento, vamos a asumir que las regiones fértiles del mundo fueron alguna vez tan abundantes que era posible vivir de la tierra durante todo el año con una media de, vamos a decir, sólo tres horas de trabajo al día. Con unos recursos tan abundantes, los cazadores-recolectores no necesitarían viajar para buscar comida. Uno esperaría que se volvieran sedentarios, y en ese caso, serían capaces de acumular riqueza y formar estructuradas jerarquías sociales. Por lo tanto, perderían algunas de las cualidades que los anarcoprimitivistas valoran en los cazadores-recolectores nómadas. Ni siquiera los anarcoprimitivistas niegan que en la costa noroeste de Norteamérica hubiera cazadores-recolectores sedentarios que acumulaban riqueza y tenían unas jerarquías bien desarrolladas [38]. Las pruebas sugieren la existencia de otras sociedades cazadoras-recolectoras similares (donde la abundancia de los recursos naturales lo permite, por ejemplo, en los ríos principales de Europa [39]). De este modo, los anarcoprimitivistas están atrapados en un problema: donde los recursos naturales eran suficientemente abundantes para minimizar el trabajo, también maximizan la probabilidad del desarrollo de jerarquías sociales que los anarcoprimitivistas aborrecen.

Sin embargo, no he estado intentando probar que el hombre primitivo era menos afortunado en su vida laboral de lo que lo es el hombre moderno. En mi opinión, lo cierto es que es al contrario. Probablemente al menos algunos cazadores-recolectores nómadas tenían más tiempo para el ocio de lo que los empleados americanos modernos tienen. Es cierto que la dura semana laboral de cuarenta horas de los bosquimanos de Richard Lee era más o menos igual que la semana laboral común en América. Pero los americanos modernos tienen que cargar con un gran número de solicitudes en su tiempo libre fuera de su horario de trabajo. Yo mismo, cuando trabajo en un empleo de cuarenta horas semanales, normalmente me he sentido ocupado: he tenido que ir a comprar comestibles, al banco, a la lavandería, rellenar formularios de impuestos, llevar el coche al taller, cortarse el pelo, ir al dentista… Siempre hay algo necesario que hacer. La mayoría de la gente con la que mantengo correspondencia actualmente, también se queja de estar ocupada. Por el contrario, el tiempo del hombre bosquimano, una vez acabada la jornada de trabajo, era exclusivamente suyo; podía emplear su tiempo libre en lo que quisiera. Las mujeres bosquimanas en edad de reproducción podían haber tenido mucho menos tiempo de ocio porque, como las mujeres de toda sociedad, tenían que cargar con el cuidado de los niños pequeños.

Pero el ocio es un concepto moderno, y el énfasis que ponen en él los primitivistas pone en evidencia su servidumbre a los valores de esa civilización que tanto dicen odiar. La cantidad de tiempo empleada en el trabajo no es lo que importa. Muchos autores han discutido ya qué es lo que falla respecto al trabajo en la sociedad moderna, y no veo razón para volver sobre ese tema de nuevo. Lo que sí importa es que, aparte de la monotonía, lo que falla respecto al trabajo en la sociedad moderna, no falla en la sociedad de cazadores-recolectores nómadas.

El trabajo de los cazadores-recolectores supone un desafío, tanto en términos del nivel de esfuerzo físico como en términos del nivel de habilidades requeridas [40]. El trabajo de los cazadores-recolectores tiene un sentido, y su sentido no es abstracto, remoto, o artificial, sino concreto, muy real, y directamente importante para el trabajador: trabaja para satisfacer sus propias necesidades físicas, las de su familia, y las de otra gente a la que él se siente personalmente cercano. Sobre todo, el cazador-recolector nómada es un trabajador libre: no es explotado, no se somete a ningún jefe, nadie le da órdenes [41]; él diseña su propia jornada laboral, si no lo hace como individuo lo hace como miembro de un grupo que es suficientemente pequeño como para que cada individuo pueda participar de manera significativa en las decisiones tomadas [42]. Los trabajos modernos tienden a ser estresantes psicológicamente [43]. El trabajo de los cazadores-recolectores a veces es monótono, pero mi opinión es que la monotonía causa relativamente poco malestar en las sociedades primitivas. El aburrimiento, yo creo, es en gran medida un fenómeno de la civilización, y es un producto de los estreses psicológicos que son característicos de la vida civilizada. Reconozco que esto es un problema derivado de mi opinión personal, no puedo probarlo, y una discusión sobre ello se alejaría demasiado de la óptica de este artículo. Aquí sólo diré que mi opinión está basada mayormente en mi propia experiencia viviendo fuera del sistema Tecnoindustrial.

Es difícil decir cómo se sentían los cazadores-recolectores respecto a su trabajo, ya que los antropólogos y otras personas que han visitado los pueblos primitivos (al menos aquellos cuyos informes he leído) normalmente no parecen haberse preguntado dichas cuestiones. Pero el siguiente texto de Holmberg merece la pena mencionarlo: “son relativamente apáticos respecto al trabajo (taba taba), el cual incluye tareas tan ingratas como la construcción de casas, reunir leña, limpiar, plantar y labrar los campos. Sin embargo, en un tipo de trabajo bastante diferente, se encuentran actividades tan placenteras como la caza (gwata gwata) y la recolección (deka deka, “buscar”), los cuales son vistos más como un divertimento que como trabajo” [44].

Pese a eso, el hecho es que, como vimos anteriormente, las actividades de caza y recolección de los Siriono gastaban una excesiva cantidad de tiempo, eran fatigosas, agotadoras, y exigentes físicamente.

Responder