Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Nihilo, has afirmado que yo intento juzgar qué es o no es anarquismo desde una perspectiva concreta, colectivista o comunista libertaria. Y lo has hecho justamente haciendo un "quote" a una intervención donde aceptamba las conexiones entre anarquismo y mutualismo, o sea que es aún más ridículo.
Si no das las citas que te pide Pablo (A), que te ha contestado muy adecuadamente, es porque estás acusando falsamente y manipulando. Para aberraciones como ésas no hay sitio aquí.
Y las descalificaciones a Paria me parecen intolerables.
Si no das las citas que te pide Pablo (A), que te ha contestado muy adecuadamente, es porque estás acusando falsamente y manipulando. Para aberraciones como ésas no hay sitio aquí.
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Tienen una bandera negra,
a media asta sobre la esperanza.
(Léo Ferré)
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El Hombre Guillotina
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Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Mi intervención constara de un único mensaje (independientemente de las réplicas o alusiones que pueda despertar), no se trata de un “desprecio” a los “contendientes dialécticos”, se trata de que en un caso u otro, he leído y observado los argumentos expuestos por ambas (o múltiples) partes, en tal caso creo saber que se me podría refutar y tan solo pretendo “ganar tiempo” contemplado dichos contra-argumentos de antemano (ejercicio de presunción, no cabe duda).
Para empezar quiero dejar constancia de mi negativa recalcitrante de que se expulse a nadie de sitio alguno… no me importan las “políticas” de páginas u organizaciones, creo firmemente que la “expulsión”, el “destierro”, el “ostracismo”, y demás son tácticas del todo invalidas, anacrónicas y deleznables… si pretenden separar la “mies de la paja” solo conseguirán darle más fuerza a los denostados, convertirlos en “mártires” y “victimas” (tal cual he observado), la idea es refutarlos (como ya se ha apuntado), pero desde una óptica netamente Anarquista… paso ha explicarme.
La cuestión se ha planteado en torno a palabrería engañosa que los amantes de las nuevas y viejas opresiones han sabido utilizar muy bien, el asunto no es si se esta en contra del Estado y el Capital (ahora viene el momento en el que os cuestionáis mi salud mental), pues todos conocemos “liberales” de todos los colores, capitalistas de las más variadas raleas, tiranos de sombrero de copa o de birrete académico, que se oponen con todas sus fuerzas al “Estado”… el gran magnate de la Texaco puede gritar: “Muerte al Estado”, el pequeño propietario que me clava su voz en los tímpanos para que limpie más rápido su tienducha también me grita: “Muerte al Estado”, pues ese “monstruo” les arrebata una pequeña porción de sus ganancias.
Comprenden perfectamente que el Estado vela por la seguridad de sus “propiedades”, es este el que apunta con las bayonetas o rifles a esa “pobre masa proletaria” que podría arrojarse en cualquier momento sobre sus “bienes”, pero a cambio les pide una pequeña “colaboración” ante la que el propietario, grande o pequeño, se irrita, como un niño al que le obligan a compartir sus golosinas. Pero, ¿Acaso ese dinero que va a manos del Estado no se reparte entre los mismos “empresario” pues son ellos (lobbys mediante) los que manejan las riendas del poder político?... los capitalistas retratados por Dickens no están tan caricaturizados como se cree, y hacen cumplir fielmente la idea de que el millonario rompe a llorar cuando pierde un simple céntimo.
¿El problema sería entonces la impugnación del Capitalismo? Si, pero no tal y como se ha planteado. Los marxistas de todos los pelajes pueden condenar el Capitalismo de la forma más taxativa, para después, sino lo hacen renacer en la forma del “Capitalismo de Estado”, concentrarlo (y esto en el mejor de los casos) en las manos de verticales formulas de dominio y opresión, Platón, Babeuf y las primeras enunciaciones de Weitling, son buen ejemplo de ello. Desde la bancada de los tiranos con casco prusiano y de los apolillados dogmas del mecanicismo “académico” también se pide la “abolición” del Capitalismo, gritan y claman por su muerte los padres de las “democracias” y los hijos de las “dictaduras”, lo padres de la “mentira” y los hijos de la “realidad objetiva y material”.
Que los aludidos en el asunto que aquí se trata (y siento tener que recurrir a estúpidas generalizaciones, pero observando que en la mayoría de los casos suelen hablar en “plural mayestático” y que algunos de ellos se comportan como una “comandita homogénea”, no veo la necesidad de establecer “diferencias” hasta que ellos mismos lo hagan; para los que lo hayan hecho, disculpas de antemano), condenen el Estado o incluso, el Capital, es algo irrelevante pues podrían hacerlo en los mismos términos que los personajes de los ejemplos ya expuestos… lo esencial, lo imprescindible, lo ineludible es saber si ¿Condenan la Autoridad?.
Puedo oír los murmullos: “ya esta intoxicando con cuestiones filosóficas y teóricas”, “ya esta tergiversando con asuntos que no guardan relación alguna con el tema”… lejos esta de mi intención “maximizar” sobre lo que “es” o no “es” Anarquismo, para mi cada uno debe tener su propio Anarquismo, su propia y personal concepción, es eso lo que ha permitido que hayan habido innumerables corrientes, con distintos prismas sobre lo económico, lo social, lo identitario o la praxis, sin que se hayan tenido que desaparecer, “forzosamente”, las unas en detrimento de las otras. Para mi ha existido, sin embargo, un punto común que las ha hecho converger a todas en una misma barricada, le Negación, inexorable, contra toda forma de Autoridad… sea esta política, económica, racial, sexual, o individual, etc.
Lo que mueve a un Anarquista a Negar al Estado, no es más que el carácter opresivo y Autoritario de dicho organismo, ¿existe o existirá Estado alguno que no se asiente sobre la premisa de la Autoridad?, no, pues tal cosa supondría su abolición, ergo, todo Anarquista se opone a todo Estado.
Y he aquí lo verdaderamente interesante y sobre lo que me dedicare a teorizar contra los señores “capitalistas” (os llamo así pues como he dicho no habéis definido, por lo menos, con la suficiente claridad, donde empezáis unos y donde otros, así que en vez de bautizaros con este o aquel epíteto, os llamare “capitalistas”, si alguno cree desmedido o injusto dicho término, entonces simplemente que no se de por aludido pues dichas palabras no se dirigirán contra él, a no ser que en los hechos demuestre lo contrario), ¿existe o existirá forma alguna de Capitalismo que no se aposente sobre la base de la Autoridad?, no, por tanto Capitalismo y Anarquismo son términos antagónicos.
Mis credenciales han demostrado que para unos soy un “individualista furibundo” y para otros un “comunista purista”, lo mismo me da, yo me denomino Anarquista, sin más retranca, ahora bien no consentiré que ninguna abstracción se eleve sobre mi Individualidad, ni que ningún privilegio me niegue el Pan, no acataré los “mandamientos colectivos”, como tampoco respetaré la “propiedad privada”… elucubrar entonces el membrete que más os apetezca.
Las estructuras Capitalistas, su observancia sagrada, su consideración y preservación es una herramienta coactiva y lesiva de mi propio “YO”, de mis necesidades y decisiones, de mi libertad y la ajena. Pasare a exponer mi planteamiento… Han sido múltiples los pensadores Anarquistas clásicos que han considerado la “propiedad privada” como una salvaguarda de la propia “Individualidad”. Stirner clamaba contra el “comunismo” y alzaba su voz a favor de la “propiedad” pues consideraba que el comunismo autoritario pretendía convertir a todos en (según sus propios términos) “pordioseros”, colectivizar la “pobreza y miseria” dejando intacta la ganancia de los “egoístas involuntarios” (egoístas que se consideran dotados de falsos valores “altruistas”) o de los egoístas descarados y aupados en los puestos de poder (desde el mandarín, al sultán y el kaiser)… sin embargo, su defensa de la “propiedad” es harto distinta a la que hoy practican los “capitalistas”, el quería proclamar su “derecho” (palabra por él odiada) “auto otorgado”, de tener cuanto quisiera, dentro de los limites de su propia naturaleza, quería tomar de donde le apeteciera y vulnerar la “propiedad ajena”, pero ¡ojo!, invocando a los demás a que, tanto como él tomaba de los demás, ellos pudiera tomar de lo de él, perdiendo el respeto a los preceptos legales, ultrajando su “propiedad exclusiva” y adquiriendo de su haber todo cuanto quisieran y necesitaran, y ¿Acaso un mundo donde puede obtenerse de todo lo existente lo necesario para vivir, donde unos adquieren de unos y otros de otros, no es el establecimiento de una suerte de “propiedad colectiva”?, la diferencia se fue disolviendo en la semántica, aunque así no lo comprendieron algunos de sus partidarios. Sin embargo, lo términos están ahí, la “propiedad” debe pertenecerle a todos los que deseen adquirirla, sin prerrogativas ni requisitos de ninguna especie, han de ser los propios desposeídos quienes en pos de su propio bienestar desalojen a los poderosos de la poltrona y les arrebaten lo que necesitan para subsistir, arrebatándole la preeminencia a los “egoístas profesionales”.
Por su parte Joseph- Pierre Proudhon mal entendido, ayer y siempre (y no en todas las ocasiones por su propia culpa), propugnaba en un principio la abolición sistemática de la “propiedad privada” y la sustituía por la “posesión” o el “usufructo”. La diferencia es clara, la propiedad privada puede ejercerse sobre elementos que no podemos emplear, ocupar, o hacer producir por nosotros mismos, mientras que la posesión se establece solo sobre aquellos de lo que podemos encargarnos por nuestros propios medios. El ejemplo del teatro de Cicerón es muy socorrido, la propiedad es un hombre que pretende adquirir todas las butacas para el solo, aunque su cuerpo solo puede ocupar una, y la posesión es el derecho de gozar de cuantas butacas pueda ocupar nuestro cuerpo, que por lo general es solo una. Así entendidas las cosas se plantean colaboraciones, simbiosis, mutualidades entre los distintos productores y los gremios o federaciones a los que estos pertenecen para intercambiar bienes y servicios. Es esta la base del “mutualismo proudhoniano”, (los “Bancos del Pueblo” y demás son herramientas que el mismo terminó por desdeñar y que solo sobrevivieron en sus partidarios americanos y franceses, como Tolain). Con el tiempo Proudhon acabó por reconocer cierta forma de “propiedad privada” como garantía ante las “fagocitaciones estatales y capitalistas”, postergándola siempre, y más en el sistema por el vislumbrado, a los “intereses de la Sociedad”, la cual cede la “propiedad” a los productores, devolviéndola estos cuando cambien de actividad productiva, mueran o cuando se sabotee el abastecimiento “colectivo” (la sal en la tierra y demás). Como vemos solo existen diferencias de grado.
La vertiente americana, la nacida de las pioneras ideas de Josiah Warren y de la importación de las de Proudhon (incluso en el caso de Tucker con algunas de Stirner) se basaba en revalidar los planteamientos de la última etapa proudhoniana, algunos como William B. Greene, fueron proudhonianos “clásicos”, otros como Stephen Pearl Andrews y Ezra Heywood mostraban cierta afinidad entre ambos autores, especialmente hacia Warren, sobre todo por medio de su “discípulo” directo Andrews, pero sin convertir nada en un dogma cerrado. Fueron otros, principalmente Benjamin R. Tucker, el que reclamó el titulo de “campeón de la propiedad privada”, pero ¿Convertía esto a Tucker en un “capitalista”? en modo alguno, su odio hacia tal Kraken, y hacia sus tentáculos en forma de “monopolios” es bien sabido, él se denominaba (igual que sus excomulgados anarco comunistas) como “socialista libertario”. Quiere, como Proudhon, que la propiedad de los medios de producción pase a los productores, pero en calidad de “propietarios individuales”. Proudhon, con sus recelos, aceptaba el comercio mientras “no hubiera usura y carestía”, Tucker lo acepta y convoca a los obreros a vender, comprar, y enajenar sus recién adquiridos “medios de producción”… el problema del amasamiento de ingentes fortunas, de la constitución de nuevas formas de jerarquía, de la necesidad apremiante, y la idea de contratar otra vez a “mano de obra asalariada” e incluso “cuerpos de seguridad”, son amargas derivaciones que han ido emanando de sus planteamientos (pero hasta un anarcosindicalista y comunista libertario como Cornelissen hablaba de una “policía anarquista”, si, hasta esos puntos llegó cierto “fanatismo orgánico” y confusión “pragmática”). Aún así Tucker seguía bramando para que el Capital, y sus distintas categorías monopolistas, desaparecieran en loor del progreso de los trabajadores y de su derecho a conquistar los medios de producción, y la adquisición de los bienes producidos.
Ante lo expuesto las conclusiones se me antojan claras, ¿Qué es el socialismo? El sistema en el que los medios de producción les pertenecen a los propios productores, ¿Han creído muchos Anarquistas que esta idea no es incompatible con la “propiedad privada”? ciertamente, pero, ¿Han defendido alguna vez estos Anarquistas partidarios de la “propiedad privada” las formulas Capitalistas? En modo alguno, ¿Y donde reside entonces la diferencia? Eso pasaré a explicarlo ahora.
La antinomia es nítida, se defienda o no la “propiedad privada”, el Anarquismo, entre la pugna entre Capital y Trabajo, toma partido por este último. Los señores “capitalistas” no puede ser tan ingenuos como para creer que el Capital es capaz de producir por si solo, ¿no, verdad?, reconocerán entonces al Trabajo como fuente de toda riqueza. El Capital, inerme e improductivo, no serviría ni como simple “bono de cambio”, si este quedara abolido, y se reconociera como único objeto de valor material lo consumible o lo que proporciona y produce los elementos necesarios y susceptibles de ser consumidos, el dinero, a no ser que se unte en mantequilla, o se valore como un “collage artístico”, ni puede consumirse ni reproducir bienes de consumo (incluyendo todos los elementos de “ocio”, “aprendizaje” y categorías similares). Entonces, ¿Si el Capital no produce por si mismo, si es infértil y estéril, donde reside su utilidad?, se consideraba que era el “valor representativo” que servía para ahorrarse trasportar una recua de mulas, o una pira de cerdos, tal y como se hacía con las conchas o las bolsitas de sal, una especie de “pagaré” en el que se anotaba “te debo tantos animales de granja”, sin embargo, la “trasmutación se produjo”, esos papeluchos o piezas de metal no valían lo que cien cerdos, ni lo que cien mulas, pero se adquirió la idea de que tener tantos papeles era equivalente a tener tantos “bienes de valor”, así un ridículo elemento incomestible paso a adquirir un pretendido “valor”… como decía Machado: “Todo necio confunde valor y precio”.
La Propiedad Privada se estableció como garante de dichos papeluchos (o cualquier otra representación simbólica antes del fenómeno acontecido en el Tigris y el Eufrates, es decir la creación del dinero), ante la imposibilidad de dominar tantos animales, de ocupar tantas fanegadas de tierra, de poseer tantos bosques, se estableció la “propiedad privada” sobre dichas cosas mediante la atestiguación de tanto “capital” reconvertido ahora en “patrimonio”, así podría repetirse semejante disparate con el aire y el sol, ¿si se ha hecho sobre el agua y la tierra, sobre elementos vitales como el alimento, porque no iba a hacerse sobre otros elementos igual de imprescindibles?
Pero para salvaguardar dicha “propiedad” hacia falta la protección del “Estado”, con sus “Leyes” como advertencia, y sus “cuerpos armados” y crueles “castigos” como represalias.
Repito mi pregunta inicial ¿es compatible el Capitalismo con el Anarquismo? No, pues me impide tomar aquello que necesito, no, pues coarta mi libre disposición condenándome al trabajo involuntario o a la muerte por inanición, no, pues requiere que trabaje para “él” en vez de para mi, para quién me apetezca, para todos, no, pues me exige el sometimiento y la obediencia de sus leyes y prerrogativas, no, pues aún cuando no existiera el Estado seguiría representando un viejo-nuevo Poder ante el que rendir acatamiento, no, pues su esencia misma, su corrompida simiente, es la de la propia Autoridad.
Si estos señores comprenden que el Capitalismo no es fuente alguna de riqueza ¿Qué necesidad tienen de considerarse “capitalistas”?, supongamos la ficticia e hipotética circunstancia de que un pretendido sistema Capitalista, sin Estado, me proporcionara una parte alícuota de un medio de producción, imaginemos el mejor sistema capitalista posible, aquel donde está al alcance de “todos” la “iniciativa empresarial”, la “prosperidad del emprendedor”, la “adquisición de cuantiosas propiedades”, un “fantástico Capitalismo generoso”, ¿No supondría la destrucción del mismo Capitalismo pues tanto mi consumo como mi producción dependerían, en exclusiva, de mi trabajo?, ¿No acabaría acaso por abolirse completamente el dinero pues la gente intercambiaría directamente lo producido?, ¡Vaya!, el tiro les ha salido por la culata, “construyendo han destruido”, y no parece una mala propuesta… pero algo falla. ¿Acaso tendrían razón de ser un sistema Capitalista sin competencia voraz?, ¿Qué pasará con aquellas personas que por edad o impedimentos coyunturales no pudieran producir tanto para intercambiar como otros?, ¿Tendríamos que retomar el “santo ejercicio de la caridad”, para no tener que aplicar “justicia”?, ¿Sería así como subsanaríamos las “contradicciones del sistema”, tal y como se hace hoy, donde la miseria y el hambre se consideran campo exclusivo para ser subsanado por la eventual y lastimera “caridad”?, ¿Qué sería de las personas que rehuyeran la competencia, e intentaran producir solamente para vivir?, ¿Quién intercambiaría en condiciones de “igualdad” cuando otros han ido adquiriendo los medios de producción, que los ancianos, y personas con dificultades físicas, han tenido que vender pues en sus condiciones estos no les servían para producir lo necesario para su manutención?, ¿Quién podría competir con quienes han ido almacenando un monopolio que les permite “cambiar más, a cambio de menos que los demás” sin tener perdida alguna, obteniendo, al contrario, ingentes ganancias?, ¿Y que pasará cuando a esas pléyades de desfavorecidos se les acabe el dinero que les arrojó la venta de sus medios de producción? Yo os lo diré, la indigencia, la miseria, la hambruna, ¿Y que será de sus hijos, de toda esa generación de padres enfermos que han perdido su medio de subsistencia? Yo os lo diré, que tendrán que trabajar como la nueva “clase asalariada” para los que si han conseguido conservar sus medios de producción y aún más, incrementarlos. He aquí el renacer del salario, y de todas las lacras que hoy padecemos…. Aún el Capitalismo enmascarado en palabras “amables” y en premisas “benevolentes” sigue siendo un Baal devorador de carne humana, una fiera feroz que no tendrá reparos en reconstituir el Gobierno en cuanto sienta peligrar sus propiedades y beneficios ante la amenazadora presencia de las “hordas del hambre”.
El Capital en todas sus formas no es más que Autoridad, obliga a someterte a sus mecanismo para poder respirar, obliga a trabajar en lo que no quieres para poder comer, obliga a obedecer las ordenes de los “propietarios” a fin de conservar el estatus de “esclavo” que te permite vivir, obliga a respetar lo que otros “amasan” para poder existir, obliga a que renuncies a tu Individualidad, te apercolla y amenaza so pena de usar su fuerza bruta y armada, impidiéndote definitivamente que puedas “ser” lo que realmente desearías “Ser”.
Alguno ha hablado despectivamente sobre “la toma del montón”, ¿Sabrá que las primeras criticas a dichas propuestas vinieron de los “colectivistas españoles” y de las teorías, comunistas “estructuradas y transitorias” de Malatesta?, Sin embargo, y no tengo empaque en reconocerlo, yo propugno la absoluta libertad económica de Todo Individuo. Hago mías muchas palabras de Déjacque, padre del “comunismo libertario”, y aún muchos (criticables, para algunos, por lo excesivamente optimistas) planteamientos de Kropotkin y su “comunismo libérrimo” (quedándoseme algunas de sus propuestas incluso demasiado cortas), el reafirmado por Faure, Galleani, Ciacabilla, y tantos otros, según el cual “cada uno debe hacer según sus fuerzas y recibir según sus necesidades”. Vieja, y para algunos carcomida “máxima”, pero dicha “fórmula”, y que tomen buena nota los supuestos defensores de la “libertad económica”, no viene más que a decir que nadie esta obligado a hacer más que cuanto quiera y pueda, y que nadie esta obligado a renunciar a todo aquello que necesite.
Muchos dirán, desconfiando de la autonomía individual, que tal sistema sería un “caos”, ¿No se quejan acaso los “capitalistas” de cómo se representa (tal y como yo he hecho) su “idílico y futuro” Capitalismo?, sin embargo entra aquí una incógnita nueva que el Capitalismo se niega a recoger en su ecuación, la ausencia absoluta de Autoridad, y la libre determinación de todo sujeto para producir cuanto quiera, y consumir cuanto necesite, siendo dueño absoluto, como todos los demás, de los medios de producción. Mientras no se elimine la “propiedad privada”, mientras haya un ficticio “derecho” (pues los derechos que se compran son “privilegios”, y los que se otorgan simples “certificados de esclavitud”) que limite y coarta mi voluntad para trabajar y crear según cada uno decida, según las necesidades de todos y cada uno, mientras en base a tal “normativa” se neutralice mi capacidad de obtener todo aquello que necesito para garantizar mi supervivencia, mientras deba “respeto” y “observancia ciega” a una ley que constata la riqueza de unos en detrimento de la igualdad, o la simple subsistencia de los demás, mientras se establezca cualquier tipo de “arancel”, lesivo con mi capacidad creativa, con mi determinación productiva, con mi trabajo voluntario, y mis energías libertarias, mientras se ejerza cualquier forma de control autoritario sobre mi capacidad de elegir y decidir, sobre mi irrenunciable disposición a consumir aquello que prolongue mi propia vida, nadie será LIBRE… que Nadie pueda establecerle limite alguno, sea legal, moral, económico o político, para tomar lo que a todos los productores nos pertenece. Esto era lo que defendían los primeros “comunistas libertarios”, los que en España eran llamados “extravagantes” e “individualistas”, los que no conocían más Voluntad que la propia, ni más sistema que el que saciaba el hambre ajena.
Retomando la cuestión inicial, y volviendo al “asunto práctico” que se ha planteado en este debate, lo que los sujetos aludidos deberían plantearse es si ¿Apoyan o no la Autoridad?, si la respuesta es abiertamente negativa, deben desterrarla no solo de sus conceptos económicos sino también políticos, si la respuesta es positiva, no hará falta gastar más saliva.
Respondan lo que respondan, la reflexión no tiene porque ser pública. Si se oponen a la Autoridad, también a la del Capital, llámenseles “mutualistas o individualistas económicos”, la diferencia estriba tan solo en un criterio sobre la organización de un futuro sistema económico, que en último y primer término, solo le corresponderá decidir a los afectados ¿Para que enzarzarse ahora en vacuos duelos sobre tal o cual concepto “quimérico”? expongamos ideas, digamos como nos gustaría que fuera y como no, lo que esperamos y lo que tememos, pero que no se “peleé agriamente” por un incierto proyecto… yo personalmente preferiría poder ver realizadas todas las opciones para poder decidir, sobre el terreno, cual es más apetecible.
Pero si aceptan la Autoridad, esta vez disfrazada tras el antifaz del Capital, son simplemente los conservadores de ayer y hoy, los hijos de Smith, Ricardo, Malthus, de Bastiat y Say, los “liberales” liberticidas, los opresores vocacionales, los capitalistas de viejo o nuevo cuño, los que usan el amparador nombre de “Anarquistas” para encubrir su descompuesta naturaleza reaccionaria.
No se como se actuará generalmente cuando alguien entre a darles vivas a Stalin, a Hitler o a Rockefeller (tres pintorescos tipos de totalitarismo), yo jamás solicitaría la expulsión de nadie, sean tirios o troyanos, pero si alguna vez se ignora, se ridiculiza, se ataca, se responde, se alza una voz airada contra semejantes energúmenos (tal y como espero que se haga en la calle), que se reproduzca tal procedimiento (yo por lo menos lo he intentado) aquí y ahora. Yo no propugno la “expulsión” de los reaccionarios que pisan estos suelos para arrojarlos allén de los mares, recluidos en la isla perdida de alguna Guayana, yo pido tan solo, que la gente tenga ganas (y a ser posible tiempo) de aplastarlos con su verbo o de dedicarles el más hirientes silencio, fuera como fuese, cuando ya no puedan llamar la atención se irán.
En cuanto a los “interesados directos”, ya me he explayado bastante, si condenan la Autoridad Capitalista, y sus repugnantes herramientas, tan solo existe una cuasi salvable diferencia de grado. Si la aceptan, propugnan y apuntalan, tan solo están haciendo el ridículo al malgastar su tiempo y esfuerzos precisamente con aquellos que desprecian sus conceptos opresivos, y sus formulaciones autoritarias… sus cabriolas, malabarismos con vidas y sensibilidades humanas, les podrán divertir si están en una “torre de marfil”, pero con los pies en el suelo, oliendo el sudor y oyendo los llantos ajenos, se percatarían de que su tan “amado” sistema, es el que padecemos y sufrimos en el presente, el que provoca genocidios alimentarios y profusas esquilmaciones emotivo-psicológicas… que les quede claro que si algún día conseguimos derribar las columnas de la Autoridad, ellos, encima el edificio, caerán desde las cúspides contra el suelo marmóreo, y el Engendro-Capital, ese Golem sin sentimientos ni ideas propias, será reducido a escombros, por el nervio Anarquista, con palabras y titánicos actos que aún quedan por esculpirse y, sobre todo, realizarse.
No tengo nada más que decir al respecto, sintiendo la “longitud”, Salud.
Para empezar quiero dejar constancia de mi negativa recalcitrante de que se expulse a nadie de sitio alguno… no me importan las “políticas” de páginas u organizaciones, creo firmemente que la “expulsión”, el “destierro”, el “ostracismo”, y demás son tácticas del todo invalidas, anacrónicas y deleznables… si pretenden separar la “mies de la paja” solo conseguirán darle más fuerza a los denostados, convertirlos en “mártires” y “victimas” (tal cual he observado), la idea es refutarlos (como ya se ha apuntado), pero desde una óptica netamente Anarquista… paso ha explicarme.
La cuestión se ha planteado en torno a palabrería engañosa que los amantes de las nuevas y viejas opresiones han sabido utilizar muy bien, el asunto no es si se esta en contra del Estado y el Capital (ahora viene el momento en el que os cuestionáis mi salud mental), pues todos conocemos “liberales” de todos los colores, capitalistas de las más variadas raleas, tiranos de sombrero de copa o de birrete académico, que se oponen con todas sus fuerzas al “Estado”… el gran magnate de la Texaco puede gritar: “Muerte al Estado”, el pequeño propietario que me clava su voz en los tímpanos para que limpie más rápido su tienducha también me grita: “Muerte al Estado”, pues ese “monstruo” les arrebata una pequeña porción de sus ganancias.
Comprenden perfectamente que el Estado vela por la seguridad de sus “propiedades”, es este el que apunta con las bayonetas o rifles a esa “pobre masa proletaria” que podría arrojarse en cualquier momento sobre sus “bienes”, pero a cambio les pide una pequeña “colaboración” ante la que el propietario, grande o pequeño, se irrita, como un niño al que le obligan a compartir sus golosinas. Pero, ¿Acaso ese dinero que va a manos del Estado no se reparte entre los mismos “empresario” pues son ellos (lobbys mediante) los que manejan las riendas del poder político?... los capitalistas retratados por Dickens no están tan caricaturizados como se cree, y hacen cumplir fielmente la idea de que el millonario rompe a llorar cuando pierde un simple céntimo.
¿El problema sería entonces la impugnación del Capitalismo? Si, pero no tal y como se ha planteado. Los marxistas de todos los pelajes pueden condenar el Capitalismo de la forma más taxativa, para después, sino lo hacen renacer en la forma del “Capitalismo de Estado”, concentrarlo (y esto en el mejor de los casos) en las manos de verticales formulas de dominio y opresión, Platón, Babeuf y las primeras enunciaciones de Weitling, son buen ejemplo de ello. Desde la bancada de los tiranos con casco prusiano y de los apolillados dogmas del mecanicismo “académico” también se pide la “abolición” del Capitalismo, gritan y claman por su muerte los padres de las “democracias” y los hijos de las “dictaduras”, lo padres de la “mentira” y los hijos de la “realidad objetiva y material”.
Que los aludidos en el asunto que aquí se trata (y siento tener que recurrir a estúpidas generalizaciones, pero observando que en la mayoría de los casos suelen hablar en “plural mayestático” y que algunos de ellos se comportan como una “comandita homogénea”, no veo la necesidad de establecer “diferencias” hasta que ellos mismos lo hagan; para los que lo hayan hecho, disculpas de antemano), condenen el Estado o incluso, el Capital, es algo irrelevante pues podrían hacerlo en los mismos términos que los personajes de los ejemplos ya expuestos… lo esencial, lo imprescindible, lo ineludible es saber si ¿Condenan la Autoridad?.
Puedo oír los murmullos: “ya esta intoxicando con cuestiones filosóficas y teóricas”, “ya esta tergiversando con asuntos que no guardan relación alguna con el tema”… lejos esta de mi intención “maximizar” sobre lo que “es” o no “es” Anarquismo, para mi cada uno debe tener su propio Anarquismo, su propia y personal concepción, es eso lo que ha permitido que hayan habido innumerables corrientes, con distintos prismas sobre lo económico, lo social, lo identitario o la praxis, sin que se hayan tenido que desaparecer, “forzosamente”, las unas en detrimento de las otras. Para mi ha existido, sin embargo, un punto común que las ha hecho converger a todas en una misma barricada, le Negación, inexorable, contra toda forma de Autoridad… sea esta política, económica, racial, sexual, o individual, etc.
Lo que mueve a un Anarquista a Negar al Estado, no es más que el carácter opresivo y Autoritario de dicho organismo, ¿existe o existirá Estado alguno que no se asiente sobre la premisa de la Autoridad?, no, pues tal cosa supondría su abolición, ergo, todo Anarquista se opone a todo Estado.
Y he aquí lo verdaderamente interesante y sobre lo que me dedicare a teorizar contra los señores “capitalistas” (os llamo así pues como he dicho no habéis definido, por lo menos, con la suficiente claridad, donde empezáis unos y donde otros, así que en vez de bautizaros con este o aquel epíteto, os llamare “capitalistas”, si alguno cree desmedido o injusto dicho término, entonces simplemente que no se de por aludido pues dichas palabras no se dirigirán contra él, a no ser que en los hechos demuestre lo contrario), ¿existe o existirá forma alguna de Capitalismo que no se aposente sobre la base de la Autoridad?, no, por tanto Capitalismo y Anarquismo son términos antagónicos.
Mis credenciales han demostrado que para unos soy un “individualista furibundo” y para otros un “comunista purista”, lo mismo me da, yo me denomino Anarquista, sin más retranca, ahora bien no consentiré que ninguna abstracción se eleve sobre mi Individualidad, ni que ningún privilegio me niegue el Pan, no acataré los “mandamientos colectivos”, como tampoco respetaré la “propiedad privada”… elucubrar entonces el membrete que más os apetezca.
Las estructuras Capitalistas, su observancia sagrada, su consideración y preservación es una herramienta coactiva y lesiva de mi propio “YO”, de mis necesidades y decisiones, de mi libertad y la ajena. Pasare a exponer mi planteamiento… Han sido múltiples los pensadores Anarquistas clásicos que han considerado la “propiedad privada” como una salvaguarda de la propia “Individualidad”. Stirner clamaba contra el “comunismo” y alzaba su voz a favor de la “propiedad” pues consideraba que el comunismo autoritario pretendía convertir a todos en (según sus propios términos) “pordioseros”, colectivizar la “pobreza y miseria” dejando intacta la ganancia de los “egoístas involuntarios” (egoístas que se consideran dotados de falsos valores “altruistas”) o de los egoístas descarados y aupados en los puestos de poder (desde el mandarín, al sultán y el kaiser)… sin embargo, su defensa de la “propiedad” es harto distinta a la que hoy practican los “capitalistas”, el quería proclamar su “derecho” (palabra por él odiada) “auto otorgado”, de tener cuanto quisiera, dentro de los limites de su propia naturaleza, quería tomar de donde le apeteciera y vulnerar la “propiedad ajena”, pero ¡ojo!, invocando a los demás a que, tanto como él tomaba de los demás, ellos pudiera tomar de lo de él, perdiendo el respeto a los preceptos legales, ultrajando su “propiedad exclusiva” y adquiriendo de su haber todo cuanto quisieran y necesitaran, y ¿Acaso un mundo donde puede obtenerse de todo lo existente lo necesario para vivir, donde unos adquieren de unos y otros de otros, no es el establecimiento de una suerte de “propiedad colectiva”?, la diferencia se fue disolviendo en la semántica, aunque así no lo comprendieron algunos de sus partidarios. Sin embargo, lo términos están ahí, la “propiedad” debe pertenecerle a todos los que deseen adquirirla, sin prerrogativas ni requisitos de ninguna especie, han de ser los propios desposeídos quienes en pos de su propio bienestar desalojen a los poderosos de la poltrona y les arrebaten lo que necesitan para subsistir, arrebatándole la preeminencia a los “egoístas profesionales”.
Por su parte Joseph- Pierre Proudhon mal entendido, ayer y siempre (y no en todas las ocasiones por su propia culpa), propugnaba en un principio la abolición sistemática de la “propiedad privada” y la sustituía por la “posesión” o el “usufructo”. La diferencia es clara, la propiedad privada puede ejercerse sobre elementos que no podemos emplear, ocupar, o hacer producir por nosotros mismos, mientras que la posesión se establece solo sobre aquellos de lo que podemos encargarnos por nuestros propios medios. El ejemplo del teatro de Cicerón es muy socorrido, la propiedad es un hombre que pretende adquirir todas las butacas para el solo, aunque su cuerpo solo puede ocupar una, y la posesión es el derecho de gozar de cuantas butacas pueda ocupar nuestro cuerpo, que por lo general es solo una. Así entendidas las cosas se plantean colaboraciones, simbiosis, mutualidades entre los distintos productores y los gremios o federaciones a los que estos pertenecen para intercambiar bienes y servicios. Es esta la base del “mutualismo proudhoniano”, (los “Bancos del Pueblo” y demás son herramientas que el mismo terminó por desdeñar y que solo sobrevivieron en sus partidarios americanos y franceses, como Tolain). Con el tiempo Proudhon acabó por reconocer cierta forma de “propiedad privada” como garantía ante las “fagocitaciones estatales y capitalistas”, postergándola siempre, y más en el sistema por el vislumbrado, a los “intereses de la Sociedad”, la cual cede la “propiedad” a los productores, devolviéndola estos cuando cambien de actividad productiva, mueran o cuando se sabotee el abastecimiento “colectivo” (la sal en la tierra y demás). Como vemos solo existen diferencias de grado.
La vertiente americana, la nacida de las pioneras ideas de Josiah Warren y de la importación de las de Proudhon (incluso en el caso de Tucker con algunas de Stirner) se basaba en revalidar los planteamientos de la última etapa proudhoniana, algunos como William B. Greene, fueron proudhonianos “clásicos”, otros como Stephen Pearl Andrews y Ezra Heywood mostraban cierta afinidad entre ambos autores, especialmente hacia Warren, sobre todo por medio de su “discípulo” directo Andrews, pero sin convertir nada en un dogma cerrado. Fueron otros, principalmente Benjamin R. Tucker, el que reclamó el titulo de “campeón de la propiedad privada”, pero ¿Convertía esto a Tucker en un “capitalista”? en modo alguno, su odio hacia tal Kraken, y hacia sus tentáculos en forma de “monopolios” es bien sabido, él se denominaba (igual que sus excomulgados anarco comunistas) como “socialista libertario”. Quiere, como Proudhon, que la propiedad de los medios de producción pase a los productores, pero en calidad de “propietarios individuales”. Proudhon, con sus recelos, aceptaba el comercio mientras “no hubiera usura y carestía”, Tucker lo acepta y convoca a los obreros a vender, comprar, y enajenar sus recién adquiridos “medios de producción”… el problema del amasamiento de ingentes fortunas, de la constitución de nuevas formas de jerarquía, de la necesidad apremiante, y la idea de contratar otra vez a “mano de obra asalariada” e incluso “cuerpos de seguridad”, son amargas derivaciones que han ido emanando de sus planteamientos (pero hasta un anarcosindicalista y comunista libertario como Cornelissen hablaba de una “policía anarquista”, si, hasta esos puntos llegó cierto “fanatismo orgánico” y confusión “pragmática”). Aún así Tucker seguía bramando para que el Capital, y sus distintas categorías monopolistas, desaparecieran en loor del progreso de los trabajadores y de su derecho a conquistar los medios de producción, y la adquisición de los bienes producidos.
Ante lo expuesto las conclusiones se me antojan claras, ¿Qué es el socialismo? El sistema en el que los medios de producción les pertenecen a los propios productores, ¿Han creído muchos Anarquistas que esta idea no es incompatible con la “propiedad privada”? ciertamente, pero, ¿Han defendido alguna vez estos Anarquistas partidarios de la “propiedad privada” las formulas Capitalistas? En modo alguno, ¿Y donde reside entonces la diferencia? Eso pasaré a explicarlo ahora.
La antinomia es nítida, se defienda o no la “propiedad privada”, el Anarquismo, entre la pugna entre Capital y Trabajo, toma partido por este último. Los señores “capitalistas” no puede ser tan ingenuos como para creer que el Capital es capaz de producir por si solo, ¿no, verdad?, reconocerán entonces al Trabajo como fuente de toda riqueza. El Capital, inerme e improductivo, no serviría ni como simple “bono de cambio”, si este quedara abolido, y se reconociera como único objeto de valor material lo consumible o lo que proporciona y produce los elementos necesarios y susceptibles de ser consumidos, el dinero, a no ser que se unte en mantequilla, o se valore como un “collage artístico”, ni puede consumirse ni reproducir bienes de consumo (incluyendo todos los elementos de “ocio”, “aprendizaje” y categorías similares). Entonces, ¿Si el Capital no produce por si mismo, si es infértil y estéril, donde reside su utilidad?, se consideraba que era el “valor representativo” que servía para ahorrarse trasportar una recua de mulas, o una pira de cerdos, tal y como se hacía con las conchas o las bolsitas de sal, una especie de “pagaré” en el que se anotaba “te debo tantos animales de granja”, sin embargo, la “trasmutación se produjo”, esos papeluchos o piezas de metal no valían lo que cien cerdos, ni lo que cien mulas, pero se adquirió la idea de que tener tantos papeles era equivalente a tener tantos “bienes de valor”, así un ridículo elemento incomestible paso a adquirir un pretendido “valor”… como decía Machado: “Todo necio confunde valor y precio”.
La Propiedad Privada se estableció como garante de dichos papeluchos (o cualquier otra representación simbólica antes del fenómeno acontecido en el Tigris y el Eufrates, es decir la creación del dinero), ante la imposibilidad de dominar tantos animales, de ocupar tantas fanegadas de tierra, de poseer tantos bosques, se estableció la “propiedad privada” sobre dichas cosas mediante la atestiguación de tanto “capital” reconvertido ahora en “patrimonio”, así podría repetirse semejante disparate con el aire y el sol, ¿si se ha hecho sobre el agua y la tierra, sobre elementos vitales como el alimento, porque no iba a hacerse sobre otros elementos igual de imprescindibles?
Pero para salvaguardar dicha “propiedad” hacia falta la protección del “Estado”, con sus “Leyes” como advertencia, y sus “cuerpos armados” y crueles “castigos” como represalias.
Repito mi pregunta inicial ¿es compatible el Capitalismo con el Anarquismo? No, pues me impide tomar aquello que necesito, no, pues coarta mi libre disposición condenándome al trabajo involuntario o a la muerte por inanición, no, pues requiere que trabaje para “él” en vez de para mi, para quién me apetezca, para todos, no, pues me exige el sometimiento y la obediencia de sus leyes y prerrogativas, no, pues aún cuando no existiera el Estado seguiría representando un viejo-nuevo Poder ante el que rendir acatamiento, no, pues su esencia misma, su corrompida simiente, es la de la propia Autoridad.
Si estos señores comprenden que el Capitalismo no es fuente alguna de riqueza ¿Qué necesidad tienen de considerarse “capitalistas”?, supongamos la ficticia e hipotética circunstancia de que un pretendido sistema Capitalista, sin Estado, me proporcionara una parte alícuota de un medio de producción, imaginemos el mejor sistema capitalista posible, aquel donde está al alcance de “todos” la “iniciativa empresarial”, la “prosperidad del emprendedor”, la “adquisición de cuantiosas propiedades”, un “fantástico Capitalismo generoso”, ¿No supondría la destrucción del mismo Capitalismo pues tanto mi consumo como mi producción dependerían, en exclusiva, de mi trabajo?, ¿No acabaría acaso por abolirse completamente el dinero pues la gente intercambiaría directamente lo producido?, ¡Vaya!, el tiro les ha salido por la culata, “construyendo han destruido”, y no parece una mala propuesta… pero algo falla. ¿Acaso tendrían razón de ser un sistema Capitalista sin competencia voraz?, ¿Qué pasará con aquellas personas que por edad o impedimentos coyunturales no pudieran producir tanto para intercambiar como otros?, ¿Tendríamos que retomar el “santo ejercicio de la caridad”, para no tener que aplicar “justicia”?, ¿Sería así como subsanaríamos las “contradicciones del sistema”, tal y como se hace hoy, donde la miseria y el hambre se consideran campo exclusivo para ser subsanado por la eventual y lastimera “caridad”?, ¿Qué sería de las personas que rehuyeran la competencia, e intentaran producir solamente para vivir?, ¿Quién intercambiaría en condiciones de “igualdad” cuando otros han ido adquiriendo los medios de producción, que los ancianos, y personas con dificultades físicas, han tenido que vender pues en sus condiciones estos no les servían para producir lo necesario para su manutención?, ¿Quién podría competir con quienes han ido almacenando un monopolio que les permite “cambiar más, a cambio de menos que los demás” sin tener perdida alguna, obteniendo, al contrario, ingentes ganancias?, ¿Y que pasará cuando a esas pléyades de desfavorecidos se les acabe el dinero que les arrojó la venta de sus medios de producción? Yo os lo diré, la indigencia, la miseria, la hambruna, ¿Y que será de sus hijos, de toda esa generación de padres enfermos que han perdido su medio de subsistencia? Yo os lo diré, que tendrán que trabajar como la nueva “clase asalariada” para los que si han conseguido conservar sus medios de producción y aún más, incrementarlos. He aquí el renacer del salario, y de todas las lacras que hoy padecemos…. Aún el Capitalismo enmascarado en palabras “amables” y en premisas “benevolentes” sigue siendo un Baal devorador de carne humana, una fiera feroz que no tendrá reparos en reconstituir el Gobierno en cuanto sienta peligrar sus propiedades y beneficios ante la amenazadora presencia de las “hordas del hambre”.
El Capital en todas sus formas no es más que Autoridad, obliga a someterte a sus mecanismo para poder respirar, obliga a trabajar en lo que no quieres para poder comer, obliga a obedecer las ordenes de los “propietarios” a fin de conservar el estatus de “esclavo” que te permite vivir, obliga a respetar lo que otros “amasan” para poder existir, obliga a que renuncies a tu Individualidad, te apercolla y amenaza so pena de usar su fuerza bruta y armada, impidiéndote definitivamente que puedas “ser” lo que realmente desearías “Ser”.
Alguno ha hablado despectivamente sobre “la toma del montón”, ¿Sabrá que las primeras criticas a dichas propuestas vinieron de los “colectivistas españoles” y de las teorías, comunistas “estructuradas y transitorias” de Malatesta?, Sin embargo, y no tengo empaque en reconocerlo, yo propugno la absoluta libertad económica de Todo Individuo. Hago mías muchas palabras de Déjacque, padre del “comunismo libertario”, y aún muchos (criticables, para algunos, por lo excesivamente optimistas) planteamientos de Kropotkin y su “comunismo libérrimo” (quedándoseme algunas de sus propuestas incluso demasiado cortas), el reafirmado por Faure, Galleani, Ciacabilla, y tantos otros, según el cual “cada uno debe hacer según sus fuerzas y recibir según sus necesidades”. Vieja, y para algunos carcomida “máxima”, pero dicha “fórmula”, y que tomen buena nota los supuestos defensores de la “libertad económica”, no viene más que a decir que nadie esta obligado a hacer más que cuanto quiera y pueda, y que nadie esta obligado a renunciar a todo aquello que necesite.
Muchos dirán, desconfiando de la autonomía individual, que tal sistema sería un “caos”, ¿No se quejan acaso los “capitalistas” de cómo se representa (tal y como yo he hecho) su “idílico y futuro” Capitalismo?, sin embargo entra aquí una incógnita nueva que el Capitalismo se niega a recoger en su ecuación, la ausencia absoluta de Autoridad, y la libre determinación de todo sujeto para producir cuanto quiera, y consumir cuanto necesite, siendo dueño absoluto, como todos los demás, de los medios de producción. Mientras no se elimine la “propiedad privada”, mientras haya un ficticio “derecho” (pues los derechos que se compran son “privilegios”, y los que se otorgan simples “certificados de esclavitud”) que limite y coarta mi voluntad para trabajar y crear según cada uno decida, según las necesidades de todos y cada uno, mientras en base a tal “normativa” se neutralice mi capacidad de obtener todo aquello que necesito para garantizar mi supervivencia, mientras deba “respeto” y “observancia ciega” a una ley que constata la riqueza de unos en detrimento de la igualdad, o la simple subsistencia de los demás, mientras se establezca cualquier tipo de “arancel”, lesivo con mi capacidad creativa, con mi determinación productiva, con mi trabajo voluntario, y mis energías libertarias, mientras se ejerza cualquier forma de control autoritario sobre mi capacidad de elegir y decidir, sobre mi irrenunciable disposición a consumir aquello que prolongue mi propia vida, nadie será LIBRE… que Nadie pueda establecerle limite alguno, sea legal, moral, económico o político, para tomar lo que a todos los productores nos pertenece. Esto era lo que defendían los primeros “comunistas libertarios”, los que en España eran llamados “extravagantes” e “individualistas”, los que no conocían más Voluntad que la propia, ni más sistema que el que saciaba el hambre ajena.
Retomando la cuestión inicial, y volviendo al “asunto práctico” que se ha planteado en este debate, lo que los sujetos aludidos deberían plantearse es si ¿Apoyan o no la Autoridad?, si la respuesta es abiertamente negativa, deben desterrarla no solo de sus conceptos económicos sino también políticos, si la respuesta es positiva, no hará falta gastar más saliva.
Respondan lo que respondan, la reflexión no tiene porque ser pública. Si se oponen a la Autoridad, también a la del Capital, llámenseles “mutualistas o individualistas económicos”, la diferencia estriba tan solo en un criterio sobre la organización de un futuro sistema económico, que en último y primer término, solo le corresponderá decidir a los afectados ¿Para que enzarzarse ahora en vacuos duelos sobre tal o cual concepto “quimérico”? expongamos ideas, digamos como nos gustaría que fuera y como no, lo que esperamos y lo que tememos, pero que no se “peleé agriamente” por un incierto proyecto… yo personalmente preferiría poder ver realizadas todas las opciones para poder decidir, sobre el terreno, cual es más apetecible.
Pero si aceptan la Autoridad, esta vez disfrazada tras el antifaz del Capital, son simplemente los conservadores de ayer y hoy, los hijos de Smith, Ricardo, Malthus, de Bastiat y Say, los “liberales” liberticidas, los opresores vocacionales, los capitalistas de viejo o nuevo cuño, los que usan el amparador nombre de “Anarquistas” para encubrir su descompuesta naturaleza reaccionaria.
No se como se actuará generalmente cuando alguien entre a darles vivas a Stalin, a Hitler o a Rockefeller (tres pintorescos tipos de totalitarismo), yo jamás solicitaría la expulsión de nadie, sean tirios o troyanos, pero si alguna vez se ignora, se ridiculiza, se ataca, se responde, se alza una voz airada contra semejantes energúmenos (tal y como espero que se haga en la calle), que se reproduzca tal procedimiento (yo por lo menos lo he intentado) aquí y ahora. Yo no propugno la “expulsión” de los reaccionarios que pisan estos suelos para arrojarlos allén de los mares, recluidos en la isla perdida de alguna Guayana, yo pido tan solo, que la gente tenga ganas (y a ser posible tiempo) de aplastarlos con su verbo o de dedicarles el más hirientes silencio, fuera como fuese, cuando ya no puedan llamar la atención se irán.
En cuanto a los “interesados directos”, ya me he explayado bastante, si condenan la Autoridad Capitalista, y sus repugnantes herramientas, tan solo existe una cuasi salvable diferencia de grado. Si la aceptan, propugnan y apuntalan, tan solo están haciendo el ridículo al malgastar su tiempo y esfuerzos precisamente con aquellos que desprecian sus conceptos opresivos, y sus formulaciones autoritarias… sus cabriolas, malabarismos con vidas y sensibilidades humanas, les podrán divertir si están en una “torre de marfil”, pero con los pies en el suelo, oliendo el sudor y oyendo los llantos ajenos, se percatarían de que su tan “amado” sistema, es el que padecemos y sufrimos en el presente, el que provoca genocidios alimentarios y profusas esquilmaciones emotivo-psicológicas… que les quede claro que si algún día conseguimos derribar las columnas de la Autoridad, ellos, encima el edificio, caerán desde las cúspides contra el suelo marmóreo, y el Engendro-Capital, ese Golem sin sentimientos ni ideas propias, será reducido a escombros, por el nervio Anarquista, con palabras y titánicos actos que aún quedan por esculpirse y, sobre todo, realizarse.
No tengo nada más que decir al respecto, sintiendo la “longitud”, Salud.
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Aparte de que el nuevo avatar de Aquiles es una provocación:

me veo obligado a volver a intervenir.
¿Que los ultraliberales están próximos al anarquismo o que se puede colaborar? Pues tal vez, pero no son anarquistas.
Quienes se dicen mutualistas, primero tendrán que demostrar que tienen algo que ver con el mutualismo histórico. Aquí ya se presentan dudas, ya que en su particular versión del mutualismo ya han introducido algunas modificaciones. Aquí podemos ver el trabajo hecho nihilo, al parecer el mentor de estos "nuevos mutualistas".
http://es.wikipedia.org/wiki/Mutualismo ... %C3%ADa%29
Por otro lado, asumen el discurso anarcocapitalista y se consideran más próximo a éste que al "anarquismo clásico". Únicamente conservan algunos gestos anarquistas por provenir de ese sustrato, ¿eso los hace anarquistas?
¡Pero si ni siquiera consiguen comprender las nociones más básicas de la visión anarquista de la economía! Todo su discurso económico está atravesado por el liberalismo, incluso cuando hablan de cooperativismo.
Revolucion social actual
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... =7&t=35099
Sobre la propiedad de la tierra, es lo de menos. Al capitalismo le deja bastante indiferente la propiedad de la tierra, ya que la terratenencia es un principio feudal, caciquil, no burgués. A la burguesía le dá igual si la tierra es propiedad de un antiguo noble, es de muchos pequeños propietarios reunidos en una coopertiva, una reserva de indios del Amazonas, o propiedad del Estado como en la antigua URSS. Si quiere llegar hasta los recursos que desea explotar, lo hará de la forma que sea.
me veo obligado a volver a intervenir.
Si en lo económico estás más próximo al liberalismo que al anarquismo, entonces es oportuno englobarte entre los ultraliberales. Ser políticamente de izquierdas lo es mucha gente y no es anarquista. De lo contrario no serías mas que un neoconservador. De hecho, en muchas cosas a nivel político, como herederos de la ilustración, existen coincidencias entre anarquismo y liberalismo, y aún así no los llamamos compañeros. Que me explote un patrón progre puede ser más llevadero que ser explotado por un patrón reaccionario y cabrón, pero no deja de ser explotación.AaA escribió:Depende de que planteamientos sean. Desde luego en lo económico estoy más de acuerdo con él que con lo que te refieres como anarquismo clásico (anarcocomunismo, debo entender?). En lo moral tengo muchísimo en común con el "anarquismo clásico": feminismo, antirracismo...Urkijo escribió:Pregunto que si tú no te ves afectado por los planteamientos de stewie sobre el "anarquismo clásico" por tu posición mutualista. ¿O estás en el mismo barco que él?
¿Que los ultraliberales están próximos al anarquismo o que se puede colaborar? Pues tal vez, pero no son anarquistas.
Esto plantea el dilema de por dónde cortamos si hay quienes asumen acríticamente que quien se reclama mutualista lo es sólo por el hecho de decirlo. Si hay anarquistas que dicen que los "mutualistas" son compañeros, éstos dicen que los agoristas lo son de ellos, y éstos a su vez que los son de los ancaps, y ya que estamos a partir de aquí nos podemos abrir a todo el espectro "libertariano"... ¿dónde está la línea que separa a quien es liberal de quien no lo es? ¿cuál es la diferencia entre un liberal y un anarquista?AaA escribió:Quedan totalmente excluídos de esta última definición los agoristas, a los que considero compañeros legítimos y contenedores de una rabia antisistema enorme.
Quienes se dicen mutualistas, primero tendrán que demostrar que tienen algo que ver con el mutualismo histórico. Aquí ya se presentan dudas, ya que en su particular versión del mutualismo ya han introducido algunas modificaciones. Aquí podemos ver el trabajo hecho nihilo, al parecer el mentor de estos "nuevos mutualistas".
http://es.wikipedia.org/wiki/Mutualismo ... %C3%ADa%29
Por otro lado, asumen el discurso anarcocapitalista y se consideran más próximo a éste que al "anarquismo clásico". Únicamente conservan algunos gestos anarquistas por provenir de ese sustrato, ¿eso los hace anarquistas?
¡Pero si ni siquiera consiguen comprender las nociones más básicas de la visión anarquista de la economía! Todo su discurso económico está atravesado por el liberalismo, incluso cuando hablan de cooperativismo.
Revolucion social actual
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... =7&t=35099
¿Cuáles son las diferencias entre quienes en la actualidad se dicen "mutualistas" con respecto al mutualismo histórico? ¿Y la de éste con respecto al colectivismo histórico? ¿Cuáles son las diferencias entre el "neomutualismo" y el anarcocapitalismo? ¿Son una mera variante del "libertarianismo"?Aquiles escribió:Si quieres revolución, monta una cooperativa. Durruti no va a resucitar para salvarnos el pellejo.
Sobre la propiedad de la tierra, es lo de menos. Al capitalismo le deja bastante indiferente la propiedad de la tierra, ya que la terratenencia es un principio feudal, caciquil, no burgués. A la burguesía le dá igual si la tierra es propiedad de un antiguo noble, es de muchos pequeños propietarios reunidos en una coopertiva, una reserva de indios del Amazonas, o propiedad del Estado como en la antigua URSS. Si quiere llegar hasta los recursos que desea explotar, lo hará de la forma que sea.
- Si quieres tener una visión del futuro, imagina una bota pisoteando un rostro humano... para siempre.
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Cierto, no ha sido un comentario muy acertado, pero, ¿acaso no Paria no nos ha descalificado a más de uno en contadas ocasiones? ¿Te parece eso tolerable? A mí tampoco.Y las descalificaciones a Paria me parecen intolerables.
Hombre Guillotina, me ha gustado tu post. En cuanto a la diferencia del mutualismo con el capitalismo es que rechaza la propiedad exclusiva de la tierra (es para quien la trabaja). Además se opone al salariado, aunque no intenta abolirlo por la fuerza porque sí. Si alguien libremente decide asalariarse, pues bueno. Creo que son dos diferencias bastante significativas, y que dan un giro bastante significativo a la óptica económica.
Y no, yo no acepto la autoridad, rechazo cualquier tipo de jerarquía, aunque creía que eso no era necesario decirlo.
Si en lo económico está dentro del anarquismo, puede que se acerque al liberalismo, pero sin duda estará dentro del anarquismo.Si en lo económico estás más próximo al liberalismo que al anarquismo
nihilo, al parecer el mentor de estos "nuevos mutualistas"
Me rio por no llorar. Así que el parecer seguimos las lecciones de Maese Nihilo que nos deja escritas en el mundo de la wikipedia, y nada más. Deja las descalificaciones atrás, que no es tan difícil. Prueba, que no cuesta tanto, ya verás. Hasta puede que te sientas mejor.
¿Es que acaso el anarquismo alberga una sola visión de la economía? Oído cocina. Si es así, ¡haber empezado por ahí! Nos hubiéramos ahorrado unos cuantos posts.¡Pero si ni siquiera consiguen comprender las nociones más básicas de la visión anarquista de la economía!
A esto le llamo yo ignorar la evidencia. Ocurre que uno de los pilares de la discusión para diferenciar el mutualismo del anarcocapitalismo es la concepción de la tierra, como han mencionado unos cuantos, entre ellos Pablo(A), y tú dices que es lo de menos. No veo consistente por ningún lado ese argumento.Sobre la propiedad de la tierra, es lo de menos. Al capitalismo le deja bastante indiferente la propiedad de la tierra, ya que la terratenencia es un principio feudal, caciquil, no burgués. A la burguesía le dá igual si la tierra es propiedad de un antiguo noble, es de muchos pequeños propietarios reunidos en una coopertiva, una reserva de indios del Amazonas, o propiedad del Estado como en la antigua URSS. Si quiere llegar hasta los recursos que desea explotar, lo hará de la forma que sea.
Esto plantea el dilema de por dónde cortamos si hay quienes asumen acríticamente que quien se reclama mutualista lo es sólo por el hecho de decirlo. Si hay anarquistas que dicen que los "mutualistas" son compañeros, éstos dicen que los agoristas lo son de ellos, y éstos a su vez que los son de los ancaps, y ya que estamos a partir de aquí nos podemos abrir a todo el espectro "libertariano"... ¿dónde está la línea que separa a quien es liberal de quien no lo es? ¿cuál es la diferencia entre un liberal y un anarquista?
Que yo sepa los que colaboran son compañeros, luego pueden ser compañeros y no anarquistas. No hay ninguna nueva línea que trazar. Anarquista es el que defiende la libertad ante todo y tiene una filosofía ácrata. No tienes que darle más vueltas al asunto.¿Que los ultraliberales están próximos al anarquismo o que se puede colaborar? Pues tal vez, pero no son anarquistas.
A los osados pertenece el futuro
- Zack_Tucker
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Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
He leido el texto del "hombre guillotina" y me parece una argumentación perfecta, en serio. ojalá te pudiera rebatir pero estoy a años luz de argumentar como tu.
-¿Quien es para ti un "neomutualista" o un mutualista clásico?
-¿En que criterios te vas a basar?
Mira esta será la última vez que te lo diga:
1-Yo soy un mutualista clásico por las razones que dije en mi anterior comentario (Página 12) y sinceramente me ofende que me taches de Capitalista y de estar al servicio del Capital, de hacer "entrismo" y todo eso, es como si yo te llamará stalinista.
2-No apruebo tu especie de purga porque como toda purga caen inocentes y aludes culpables. Aparte las ideologías nunca tienen una línea definida, puesto que la mente humana no se encuadra en campos ni sigue firmemente las directrices de una filosofía a rajatabla, sino mira el texto de tu compañero "el hombre gillotina" cuando habla del mismisimo Tucker.
3-Se supone que si teneis una ideología fuerte y crees en ella no creo que por que entren anarcocapitalistas a rebatirte nada, se vaya a destruir en movimiento anarcocomunista, digo yo... Parece como si tuvieras miedo a que te ganasen dialecticamente lo que no dice mucho de ti.
4-No te tendría que molestar andar rebatiendo siempre pues si alguien repite un tema de conversación, le dices que ya hay un post sobre eso y que si quiere que se lo lea entero y si quiere y tiene algo interesante que añadir que sigua rebatiendo.
5-Insultos y faltas al respeto las he visto en ambos bandos de la discursión así que no aludas a ellas como un motivo de expulsión, has caldeado el ambiente y es normal (aunque no comparto) el comportamiento de Aquiles con la foto de Stalin, a pesar del patente sentido del humor de la foto, de la que si estas seguro de tus ideas no deberias sentirte agredido, es lógico que la gente se enfade cuando intentas expulsarla por decir que son capitalistas encubiertos.
Pero mejor díme tú lo siguiente:¿Cuáles son las diferencias entre quienes en la actualidad se dicen "mutualistas" con respecto al mutualismo histórico? ¿Y la de éste con respecto al colectivismo histórico? ¿Cuáles son las diferencias entre el "neomutualismo" y el anarcocapitalismo? ¿Son una mera variante del "libertarianismo"?
-¿Quien es para ti un "neomutualista" o un mutualista clásico?
-¿En que criterios te vas a basar?
Mira esta será la última vez que te lo diga:
1-Yo soy un mutualista clásico por las razones que dije en mi anterior comentario (Página 12) y sinceramente me ofende que me taches de Capitalista y de estar al servicio del Capital, de hacer "entrismo" y todo eso, es como si yo te llamará stalinista.
2-No apruebo tu especie de purga porque como toda purga caen inocentes y aludes culpables. Aparte las ideologías nunca tienen una línea definida, puesto que la mente humana no se encuadra en campos ni sigue firmemente las directrices de una filosofía a rajatabla, sino mira el texto de tu compañero "el hombre gillotina" cuando habla del mismisimo Tucker.
3-Se supone que si teneis una ideología fuerte y crees en ella no creo que por que entren anarcocapitalistas a rebatirte nada, se vaya a destruir en movimiento anarcocomunista, digo yo... Parece como si tuvieras miedo a que te ganasen dialecticamente lo que no dice mucho de ti.
4-No te tendría que molestar andar rebatiendo siempre pues si alguien repite un tema de conversación, le dices que ya hay un post sobre eso y que si quiere que se lo lea entero y si quiere y tiene algo interesante que añadir que sigua rebatiendo.
5-Insultos y faltas al respeto las he visto en ambos bandos de la discursión así que no aludas a ellas como un motivo de expulsión, has caldeado el ambiente y es normal (aunque no comparto) el comportamiento de Aquiles con la foto de Stalin, a pesar del patente sentido del humor de la foto, de la que si estas seguro de tus ideas no deberias sentirte agredido, es lógico que la gente se enfade cuando intentas expulsarla por decir que son capitalistas encubiertos.
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
A mí tamién me ha encantao la respuesta de El Hombre Guillotina: es lo que yo hubiera escrito de haber tenido un ratito más.
Existen numerosas corrientes económicas dentro del anarquismo, pero todas ellas parten de la premisa básica del socialismo. Esa es la parte que no parecéis entender. Que a partir de ahí se organicen de una forma u otra, es harina de otro costal, pero la libre competencia, los emprendedores y toda otra serie de características propias del capitalismo, por mucho que os empeñéis, no forman parte del anarquismo. Que haya quien, a día de hoy, todavía crea que la ley de los mercados de Jean Baptiste Say se cumple, y que encima lo quieran hacer colar por anarquismo es lo que espeluzna.¡Pero si ni siquiera consiguen comprender las nociones más básicas de la visión anarquista de la economía!
¿Es que acaso el anarquismo alberga una sola visión de la economía? Oído cocina. Si es así, ¡haber empezado por ahí! Nos hubiéramos ahorrado unos cuantos posts.
kuando los ke mandan pierden la vergüenza, los ke obedecen pierden el respeto
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
El mutualismo parte desde una visión socialista, no creo que sea algo dudoso. Creía que era algo claro. Sólamente pretendía ironizar sobre la forma en la que Xell había planteado ese tema y el sentido que podían llegar a tomar esas palabras. Nada más.KoLoKaDa escribió:Existen numerosas corrientes económicas dentro del anarquismo, pero todas ellas parten de la premisa básica del socialismo. Esa es la parte que no parecéis entender. Que a partir de ahí se organicen de una forma u otra, es harina de otro costal, pero la libre competencia, los emprendedores y toda otra serie de características propias del capitalismo, por mucho que os empeñéis, no forman parte del anarquismo. Que haya quien, a día de hoy, todavía crea que la ley de los mercados de Jean Baptiste Say se cumple, y que encima lo quieran hacer colar por anarquismo es lo que espeluzna.
A los osados pertenece el futuro
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Si el socialismo tiene chorrocientas explicaciones e interpretaciones es lógico que también lo tenga el capitalismo. Para unos capitalismo es el dominio del hombre por el hombre para otros el socialismo es la dominación del hombre por el hombre; así también para unos el capitalismo es la ausencia de privilegio, para otros el socialismo es la ausencia de privilegio.Existen numerosas corrientes económicas dentro del anarquismo, pero todas ellas parten de la premisa básica del socialismo.
No me parecen debates interesantes las defensas religiosas de palabras que han perdido mucho del sentido que tenía cuando fueron creadas, porque han tenido muchos significados a favor y en contra y en el paso a superar la era industrial -donde surgieron- pues para analizar la realidad que viene cada vez son más extrañas tales definiciones. Esas hermenéuticas exquisitas son más bizantinismo que nada.
En sí, me vale un pepino que reivindiquen la palabra -porque es eso palabra ya que significados últimos no existen- socialismo unos o el capitalismo otros como sinónimos de libertad y la otra palabra como sinónimo de esclavitud. Lo que me importa es qué significados, o qué implicaciones reales tiene para ustedes el concepto de anarquía, sea liberal o socialista -que por cierto si hay autores que clásicos que consideran el anarquismo como una forma de liberalismo disidente-.
La intervención del hombre guillotina me parece interesante, lo único que no comparto es su lenguaje y análisis doctrinario decimonónico, y resumiré muy escuetamente: trabajo sin capital es esclavitud, capital sin trabajo es inutilidad.
Sobre que no aporte las fuentes, pues aporté citas de Tucker y Proudhon, un artículo sobre la historia del anarquismo del mercado en el siglo XX, y una noticia sobre el seminario de Derecho anarquista de Rotterdam, ya si no prestaron atención pues busquen en alguna página de este hilo han de estar.
La pedagogía no ha de pretender civilizar a los hombres, sino formar personas libres, caracteres soberanos y la voluntad, tan duramente oprimida hasta ahora, no debe debilitarse más. Max Stirner
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
oiga, que aquí los adeptos del doblepensar y maestros del eufemismo son los que quieren hacer colar que el capitalismo no proporciona privilegios... pero exigen se les garantice la herencia y la propiedad privada para perpetuar esas diferencias. Que unos de boquilla digan aquello de "partir de una igualdad de oportunidades" no significa que, hipócritamente, no estén haciendo justo lo contrario. La denuncia de la perversión que del lenguaje ha hecho el neocapitalismo me parece necesaria y no una batalla de esqueletos polvorientos nel armario: ya pueden llamarlo "flexibilización de plantilla", que si ponen a 10.000 currantes en la calle la única libertad que practican es la del despido libre, socialización de la pérdida y privatización de los beneficios. Yo no voy a dejar de considerarme socialista, comunista y anarquista tan sólo porque el PSOE se diga sociata, Llamazares comunista o Sánchez Dragó anarcoide
¿qué queréis propiedad privada y exclusiva?¿que el mercado se regule a sí mismo por la libre iniciativa de los empresarios?¿que sigan existiendo Fuerzas de Seguridad que velen por esa propiedad?¿que las mismas oportunidades tiene una tienda de barrio que una franquicia en este capitalismo del bienestar? Claaaaaaaaaaaaaaro. Pues anarquistas no vais a ser...
¿qué queréis propiedad privada y exclusiva?¿que el mercado se regule a sí mismo por la libre iniciativa de los empresarios?¿que sigan existiendo Fuerzas de Seguridad que velen por esa propiedad?¿que las mismas oportunidades tiene una tienda de barrio que una franquicia en este capitalismo del bienestar? Claaaaaaaaaaaaaaro. Pues anarquistas no vais a ser...
kuando los ke mandan pierden la vergüenza, los ke obedecen pierden el respeto
Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Pues resulta que de quien más cerca estoy es de Proudhon y de Tucker. Sí, defendían el laissez-faire y la propiedad privada. Huy, vas a renegar de ellos también?Xell escribió:Si en lo económico estás más próximo al liberalismo que al anarquismo, entonces es oportuno englobarte entre los ultraliberales.
Mi moral no me hace anarquista. Ni a mí ni a nadie.Ser políticamente de izquierdas lo es mucha gente y no es anarquista. De lo contrario no serías mas que un neoconservador. De hecho, en muchas cosas a nivel político, como herederos de la ilustración, existen coincidencias entre anarquismo y liberalismo, y aún así no los llamamos compañeros. Que me explote un patrón progre puede ser más llevadero que ser explotado por un patrón reaccionario y cabrón, pero no deja de ser explotación.
En vez de seguir diciendo eso, porque no me dices por que no soy anarquista?. Y no digas que es porque no soy socialista y te quedes sin explicar por que no soy socialista.¿Que los ultraliberales están próximos al anarquismo o que se puede colaborar? Pues tal vez, pero no son anarquistas.
Quizá habría que definir el término anarquismo... De todas formas, que cada uno acepte como compañero a quien le plazca.Esto plantea el dilema de por dónde cortamos si hay quienes asumen acríticamente que quien se reclama mutualista lo es sólo por el hecho de decirlo. Si hay anarquistas que dicen que los "mutualistas" son compañeros, éstos dicen que los agoristas lo son de ellos, y éstos a su vez que los son de los ancaps, y ya que estamos a partir de aquí nos podemos abrir a todo el espectro "libertariano"... ¿dónde está la línea que separa a quien es liberal de quien no lo es? ¿cuál es la diferencia entre un liberal y un anarquista?
Y como se supone que debería ser el mutualismo? Porque no puedes decirme eso y quedarte tan ancho.Quienes se dicen mutualistas, primero tendrán que demostrar que tienen algo que ver con el mutualismo histórico. Aquí ya se presentan dudas, ya que en su particular versión del mutualismo ya han introducido algunas modificaciones.
Conspiranoia.Aquí podemos ver el trabajo hecho nihilo, al parecer el mentor de estos "nuevos mutualistas".
No he dicho eso en ningún momento. Por otra parte, eso podría convertirse en realidad ya que cuando me he acercado a agoristas me he encontrado con gente que se ha abierto a mis planteamientos y ha decidido unir su causa a la mía en busca del objetivo común: acabar con la autoridad y las coacciones a la hora de actuar.Por otro lado, asumen el discurso anarcocapitalista y se consideran más próximo a éste que al "anarquismo clásico".
En cambio, cuando me he girado hacia el otro sector (y estoy hablando de este mismo foro) me he encontrado con gente que me ha colgado una etiqueta que no es la mía, que se ha cerrado a mis planteamientos, que me ha llamado de todo, que me ha dicho que no soy su compañero y que ha desprestigiado mi labor en este terreno. Y sí, estoy último va por ti.
Con honrosas excepciones, todo sea dicho.
Algunos gestos anarquistas... Vaya, estoy en contra de toda orden no voluntario... pero no acepto la economía de Marx y Kropotkin! Que poco anarquista!Únicamente conservan algunos gestos anarquistas por provenir de ese sustrato, ¿eso los hace anarquistas?
En fin, si Proudhon o Tucker participaran en este foro hubieran sido baneados hace tiempo.
Cuales son? La planificación central y la expropiación del individuo?¡Pero si ni siquiera consiguen comprender las nociones más básicas de la visión anarquista de la economía!
Exijo el baneo de Proudhon y Tucker!
Última edición por AaA el 05 May 2008, 22:36, editado 1 vez en total.

Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Te espero encantado. Lo digo porque no se me aclaró si para ser socialista basta sirve lo que mencionaba Benjamin Tucker:KoLoKaDa escribió:la premisa básica del socialismo.
http://www.banderanegra.canadianwebs.com/tucker.html. (sí, no se ve una mierda. Se puede leer copiando y pegando en otro lado. La cita está en el primer párrafo que no está en cursiva).Tucker escribió:[...]la más básica reclamación del socialismo: que el trabajador debe convertirse en dueño de su propio trabajo.
Auténtico libre mercado, eh?socialización de la pérdida y privatización de los beneficios

Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Al final me van a salir plumas y pico, y me voy a convertir en loro, ya veréis. Los socialistas han otorgado siempre a la palabra "socialismo" un significado claro, definido y que no da lugar a erróneos; otra cosa es que desde ámbitos no socialistas se haya manoseado este significado, haciéndolo mutar para desprestigiar las ideas que hay detrás o para obtener algún rédito político. De todas formas, esto no debería implicar un cambio en el significado de la palabra, que como se ha dicho tropecientasmil veces es el siguiente: socialista es cualquier teoría económica que propugne el control y la gestión íntegra de la producción de la sociedad por parte de los propios productores. Ya que afirmas que existen otras definiciones de socialismo, te invito a que me digas cuáles, de modo que podamos examinarlas y emitir una opinión sobre ellas.nihilo escribió:Si el socialismo tiene chorrocientas explicaciones e interpretaciones es lógico que también lo tenga el capitalismo.Existen numerosas corrientes económicas dentro del anarquismo, pero todas ellas parten de la premisa básica del socialismo.
Sobre el tema de las citas, yo te pedí que transcribieses o dieses referencias de textos de Proudhon, Bellegarrigue y Stirner, en los que éstos defendiesen la propiedad privada absoluta. Acabo de revisar las trece páginas de esta discusión y no he encontrado rastro de que hayas hecho lo propio.
Por último, en lo tocante a la intervención de El Hombre Guillotina, hay que reconocer que es una aportación muy valiosa, sólidamente argumentada y con bastante información. De todas formas, discrepo del rechazo de este compañero por las expulsiones de los ultraliberales. No estoy de acuerdo porque esto supondría un agravio comparativo para con los fascistas, bolcheviques, liberales y otros que han pasado por estos foros, han vertido aquí propaganda de su ideología, han jugado con el confusionismo y por lo tanto se les ha expulsado. Sin ningún odio a priori, simple y llanamente porque los foros de Alasbarricadas son un espacio dedicado al debate entre anarquistas, no de anarquistas con otras gentes, y por lo tanto estaban utilizando esta herramienta de forma equivocada. Así las cosas, una de dos: o se considera a los ultraliberales como una tendencia más del anarquismo, error que para mí sería de enorme gravedad, o no se les considera tales. Y si no se les considera anarquistas, hay que ser coherente. O se les expulsa (en bloque o no, eso me da igual, yo tampoco pienso que hayan entrado en bloque) como al resto de personas de ideologías diferentes que han venido aquí a hacer lo que ellos, o en lo sucesivo no se expulsa a nadie, no importa qué ideas tenga, que venga aquí a emplear estos foros como herramienta de difusión de su pensamiento. Si tomamos esta opción, Alasbarricadas pasará de ser un foro de debate entre anarquistas para ser un foro de discusión entre los anarquistas por un lado y quienes no lo sean por el otro. Sin menoscabo de la importancia de saber mantener una discusión argumentada con individuos de otras ideologías, cosa que creo que es vital, me parece que la función de Alasbarricadas no es ésa sino otra igualmente importante y quizá mucho más enriquecedora: la de dar cabida a discusiones y debates entre las mil y una tendencias y disparidades que constituyen eso que llamamos anarquismo.
Concluyendo, y por si no estuviese claro, ésta es mi opinión, que no tiene por qué coincidir con la de la administración del foro, que es quien decidirá qué hacer llegado el caso.
Salud.
Hoy condenará la Audiencia
a un ladrón principiante
por no robar lo bastante
para probar su inocencia...
Ser cenetista

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Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
Con esto has explicado lo que yo quería decir sobre el manoseo de la palabra "socialismo". Me gusta, es claro y fácil de asimilarKoLoKaDa escribió:no voy a dejar de considerarme socialista, comunista y anarquista tan sólo porque el PSOE se diga sociata, Llamazares comunista o Sánchez Dragó anarcoide
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Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
No entiendo esta definición. Implica planificación centralizada? Que opinas de la definición que daba Tucker (que está en mi anterior post)?Pablo (A) escribió:socialista es cualquier teoría económica que propugne el control y la gestión íntegra de la producción de la sociedad por parte de los propios productores.
Por otra parte, a mí también me van a salir plumas de repetirlo: me gustaría que quien ha pedido mi expulsión me expique por que no soy anarquista.

Re: Expulsión de todos los ultraliberales o anarcocapitalistas
precisamente por eso lo he puesto, porque lo llaman "libre mercado" (regulado por unas leyes inexorables y blablablá) y no lo es. Pero el neoliberalismo de hoy, representado por el FMI y otras instituciones encargadas de liberalizar mercados ajenos y proteger los propios, hace de la perveresión del lenguaje su seña de identidad. Sólo hay que ver el nombre que les ponen a sus operaciones militares, como "libertad duradera", "justicia infinita"... Si les diese por bautizar a su operación de desestabilización del régimen chavista "socialismo emancipador" no por ello yo pasaría a denominarme "libertariana" para diferenciarme de ellossocialización de la pérdida y privatización de los beneficios
Auténtico libre mercado, eh?
Son los que manipulan, retuercen y le buscan nuevos significados a las cosas los que debieran explicarse y dejarse de tanto fariseísmo. Si le quieren llamar socialismo a ponerse lechugas en la cabeza, que lo hagan, pero que expliciten en nota al pie que donde dice "socialismo" se inserte "ponerse lechugas en la cabeza". Me recuerda a Gustavito Bueno Sr., llamando a una silla "mesa" en su teoría materialista y luego llevándose las manos a la cabeza porque nadie le entiende: si quiere crear un vocabulario nuevo para describir una nueva realidad y proscribir el de los demás, que viene a ser una convención entre los hablantes, perfecto pa él. Que se haga un diccionario Bueno- Español, Español- Bueno, pero que no pretenda venir a mi casa a decirme que no sé como utilizar "mesa" correctamente y que mi definición está apolillada
mira que estoy de acuerdo en redefinir y actualizar muchos de los conceptos tradicionales (como el de clase social), pero es que con el socialismo no hay tu-tía que actualizar: está clarito y diáfano, sirve a la intención de describir con el menor número de palabras una realidad enorme y es reconocido por todos los oyentes.
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