Libros sobre la Guerra Civil

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geronimo355
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 02 Feb 2014, 16:42

Hola a tod@s ! Este es mi primer post en este foro y lo quería hacer en este tema sobre los libros de la Guerra civil ya que soy un gran aficionado a la lectura. Me he apuntado varios libros que habeis mencionado y que todavía no conocía. Me alegro que el libro de Burnett Bolloten haya sido mencionado varias veces, es un gran libro.

Por mi parte quisiera recomendar los libros de Miguel Amorós, especialmente Durruti en el laberinto. Agustin Guillamón publicó un interesante estudio llamado Barricadas en Barcelona. Los trabajos de Frank Mintz también son excelentes en mi opinión.

Clásicos imprescindibles son El Reñidero español de Franz Borkenau, El Laberinto español de Gerald Brenan, Los de Barcelona de H.-E. Kaminski, Homenaje a Cataluña de George Orwell.

Recientemente, he descubierto España traicionada de Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov que confirma la traición estalinista con documentos obtenidos en los archivos soviéticos. Esta es la reseña del libro en el sitio de la Fundación Andreu Nin : http://www.fundanin.org/artola3.htm

El libro, publicado en 2002, llega a las siguientes conclusiones :

1 - El PCE careció de autonomía, no fue un partido nacional, sino que fue dirigido en todos los aspectos estratégicos y en las decisiones centrales por los soviéticos, a través de sus consejeros y de los delegados de la Komintern, durante toda la guerra civil, como ya lo había sido en los años anteriores de la Segunda República.

2- Los soviéticos condicionaron e influyeron decisivamente en las decisiones militares más importantes de la guerra civil española, atendiendo a los intereses diplomáticos y a las valoraciones de los intereses propios de la Unión Soviética.

3- El PCE y los consejeros soviéticos mantuvieron un acoso implacable contra todos los que no se plegaban a sus deseos. Eso explica los ataques a Largo Caballero, al POUM o la obsesión contra los anarquistas. La ofensiva contra Largo Caballero es objeto de informes como uno de 15 de abril de 1937 donde se plantea con claridad la posibilidad en dicha crisis latente de “intervenir enérgicamente para apresurar la resolución” (recordemos que semanas después se produjo la provocación que condujo a los Hechos de Mayo en Barcelona y a la caída de Largo Caballero). Sobre el POUM se señala su preocupación en febrero de 1937 por su implantación y por su acercamiento a los anarquistas (documento 34, p. 185-186) y plantea la necesidad de derrotar al POUM para hacerse más fácilmente con la posibilidad de neutralizar a la CNT. Algunos como Marty, conscientes de la dificultad de eliminar completamente a los anarquistas no dudan en señalar que “después de la victoria nos tomaremos la revancha”, p.93.

4- La entrega de armamento (pagada onerosamente y por anticipado por el gobierno español) fue el instrumento fundamental del chantaje al que fue sometida reiteradamente la República española. Este hecho fue celosamente ocultado en la propaganda comunista basada en la “ayuda desinteresada” de la URSS.

5- A partir de la caída del gobierno Largo Caballero el proyecto soviético fue el control de todos los resortes del poder estatal, sobre todo los militares como policiales, manteniendo una fachada institucional republicana. La interpretación de que ello constituyó un ensayo de democracia popular es plenamente acertado.

6- La represión contra el POUM respondía al delirio totalitario soviético pero también era un instrumento de debilitamiento de aquellos a quienes los rusos veían como sus adversarios principales para el control absoluto de la República española: los socialistas (los largocaballeristas primero y después los prietistas) y los anarquistas.

7- El desarrollo de una revolución social en grandes zonas de la España republicana (radicalmente en Cataluña y Valencia), ajena al dominio y a los intereses estratégicos de la URSS, provocó en la política comunista un doble proceso: debilitar como fuera esa revolución social para poder consolidar el poder institucional del PCE apoyado por los rusos. Los comunistas eran perfectamente conscientes de la existencia de esa revolución, como se dice en un informe de Marty en octubre de 1936: “Los trabajadores gestionan las empresas, pero no saben como dirigirlas. Los anarquistas tienen el control de todo” (p.81). El éxito de los comunistas en desactivar esa revolución social, y establecer su hegemonía, está estrechamente vinculado a la creciente desmoralización de la zona republicana, en la cual el PCE y sus aliados fueron aislando a todos aquellos que tenían una actividad autónoma.

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Versión en francés de Durruti en el laberinto, traducido por Jaime Semprún y publicado por l'Encyclopédie des Nuisances, editorial cuyo catálogo es de gran interés para los libertarios :
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Prefacio de Miguel Amorós a Durruti en el laberinto :

La historia de nuestra guerra civil está llena de cuestiones cuya resolución objetiva es una necesidad para aquellos que luchan contra la destrucción del conocimiento histórico emprendido desde el poder, porque la liquidación de la memoria histórica asociada al proletariado significaría la eliminación de toda perspectiva revolucionaria. La figura de Durruti, en tanto que personificación de la revolución proletaria anarquista de 1936 concentró muchas de esas cuestiones, verdaderas heridas del movimiento libertario, que en su propio beneficio conviene mantener abiertas y hurgar en ellas. Si duelen, es signo de que sus ideas perviven. Esas ideas no tienen precio. Quienes trataron de venderlas, se vendieron sólo a sí mismos. El anarquismo o es radical o no es nada. Sin embargo en los tiempos del espectáculo y la cultura de masas el pasado vendría ser una mercancía moderna, consumible como cualquier otra. Un objeto cultural de entretenimiento asequible en cuadernos coleccionables, DVDs o series televisivas. La banda de historiadores de la universidad ya no tiene por función la falsificación o la ocultación del pasado como hacían los estalinistas sino su conversión en espectáculo.

El primer paso de esa preparación para el consumo ha sido la museificación. La historia para la pandilla universitaria sería un enorme panteón de cadáveres a los que se podría despedazar y analizar como se haría con las momias de Egipto. La distancia que nos separa de ellos sería tan fabulosa que nada habría que temer. El punto de vista forense certificaría el lejano momento de la defunción y desplegaría un abanico de hipótesis a escoger. Ese aspecto “plural” es el marchamo de la mercancía ; en el espectáculo importa poco la moraleja. Se trabaja para el olvido pero de otra manera : si los historiadores estalinistas se servían del presente para reescribir el pasado, los actuales expertos de universidad se sirven del pasado para mistificar el presente. La historia-espectáculo legitima la dominación como si ésta no tuviera que ver con aquél ; embalsamando cadáveres, el poder quiere mostrarse como el heredero legal de los vencidos y no como el vencedor de la víspera. Como buen usurpador, quiere que no se sepa que es un recién llegado, que su pasado es reciente, que prácticamente no tiene historia. Que está ahí porque nadie se decide a echarlo. Un buen ejemplo ha sido el “socialismo libertario” que hace unos años sacó de la chistera el presidente Zapatero. La mercantilización espectacular de la guerra civil correspondería a una pérdida total del sentido histórico en las masas, vacías y atemorizadas. No obstante dicha pérdida no es completa y por lo tanto, tiene remedio. Todavía la historia no es de quien la manipula. Durruti no ha muerto.

DURRUTI EN EL LABERINTO de Miguel Amorós. Colleccion Muturreko burutazioak N°13, Bilbao.
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mistela
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por mistela » 13 Oct 2014, 12:45

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, Ronald Fraser.
La república española y la guerra civil, Gabriel Jackson.
Doy fe, Antonio Ruiz Vilaplana.
The spanish civil war, Helen Graham.
El holocausto español, Paul Preston.

Salut!

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 14 Abr 2015, 03:38

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Guy Debord presenta el texto de esta forma : « Este llamamiento de un miliciano anarquista desconocido, perteneciente a la famosa « Columna de Hierro », aparece a día de hoy como el escrito más verídico y más hermoso que nos haya dejado la revolución proletaria de España. El contenido de dicha revolución, sus intenciones y su práctica son resumidas fríamente, y apasionadamente. Las principales causas de su fracaso son denunciadas : las que proceden de la constante acción contrarrevolucionaria de los estalinistas relevando, en la República, las fuerzas burguesas desarmadas, y de las constantes concesiones de los responsables de la CNT-FAI (aquí amargamente designados bajo el término de « los nuestros ») de julio de 1936 a marzo de 1937.

El que reivindica con orgullo el título, entonces injurioso, de « incontrolado », ha hecho muestra del más gran sentido histórico y estratégico. Se hizo la revolución a mitad, olvidando que el tiempo no espera. « Ayer éramos amos de todo, hoy son ellos que lo son. » A partir de entonces, ya sólo les queda a los libertarios de la Columna de Hierro « seguir hasta el final, juntos ». Después de haber vivido un momento tan grande, no es posible « separarnos, marcharnos, no volver a vernos ». Pero todo lo demás ha sido renegado y dilapidado.

Este texto, mencionado en la obra de Burnett Bolloten, fue publicado por Nosotros, diario anarquista de Valencia, los 12, 13, 15, 16 y 17 de marzo de 1937. La « Columna de Hierro » fue integrada, a partir del 21 de marzo, en el « ejército popular » de la República, bajo el nombre de 83ª Brigada. El 3 de mayo, el levantamiento armado de los obreros de Barcelona fue desautorizado por los mismos responsables, que consiguieron derrotarlo el 7 de mayo. Tan sólo quedaron en presencia dos poderes estatales de la contrarrevolución, el más fuerte de los dos ganó la guerra civil. »
Última edición por geronimo355 el 27 Oct 2019, 08:29, editado 1 vez en total.
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 25 Ago 2016, 20:40

Todo el mundo estaba, de un modo u otro, en contra de las colectivizaciones, excepto los propios trabajadores. Bien es verdad que la CNT-FAI las reivindicó como suyas, y fueron casi siempre militantes de esas organizaciones que tomaron la iniciativa de crearlas. Pero el decreto que limitaba y desvirtuaba esas colectivizaciones también venía en gran medida de la CNT-FAI.

Los trabajadores que habían realizado y defendido durante largos meses la autogestión de numerosos sectores industriales y agrícolas (y también la de la cultura y la educación, etc.), tenían como enemigos no sólo a los militares y a los fascistas representantes de las clases dominantes de la burguesía y de los latifundistas, sino también «objetivamente» a las nuevas capas burocráticas que, bajo las mismas banderas que ellos, se disponían — ya habían comenzado — a restablecer, bajo formas a veces nuevas la vieja explotación del trabajador asalariado y la jerarquización totalitaria de la vida social.

Carlos Semprún Maura, Revolución y contrarrevolución en Cataluña (1936-1937)

Texto integral : http://www.somnisllibertaris.com/libro/ ... ndex02.htm

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 10 Jun 2017, 18:08

Agustín Guillamón ha publicado un nuevo libro : https://www.traficantes.net/libros/insurreccion

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Mayo del 37 fue la derrota del proletariado revolucionario más avanzado, que la contrarrevolución estalinista y el reformismo republicano necesitaban y buscaban para desarmar la amenaza de los comités de defensa sobre las instituciones burguesas y desencadenar una represión selectiva, que integrase a los comités superiores en el aparato estatal y aniquilase a los revolucionarios.

Por primera vez en la historia, se dio el caso de una insurrección iniciada y sostenida contra la voluntad de los líderes a que perteneció la inmensa mayoría de los insurrectos. Pero aunque una insurrección puede improvisarse, una victoria no; y aún menos cuando todas las organizaciones obreras antifascistas se mostraron hostiles al proletariado revolucionario: desde la UGT hasta los comités superiores de la CNT.

Esos comités superiores llegaron a jugar con dos barajas, permitiendo la formación de un Comité Revolucionario de la CNT (Merino, Ruano y Manzana), al mismo tiempo que se formaba una delegación, encabezada por Santillán, para negociar en el Palau de la Generalitat. Pero muy pronto abandonaron la carta insurreccional por los ases del alto al fuego, que aseguraban su futuro de burócratas. Companys y Comorera sólo jugaban con la baraja de la provocación a la CNT para destruirla y conseguir así un gobierno fuerte. El presidente de la Generalitat llegó a ordenar a la aviación el bombardeo de todos los cuarteles y edificios en poder de los cenetistas.



Este libro puede leerse de forma independiente, si bien es innegable que forma parte de una tetralogía dedicada al proceso revolucionario vivido en la ciudad de Barcelona en 1936-1937, que finalmente queda organizada del siguiente modo:

Hambre y violencia en la Barcelona revolucionaria
1. La revolución de los comités. De julio a diciembre de 1936
2. La guerra del pan. De diciembre de 1936 a mayo de 1937
3. Insurrección. Las sangrientas jornadas del 3 al 7 de mayo de 1937
4. La represión contra la CNT y los revolucionarios. De mayo a septiembre de 1937

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El presente libro es complemento o continuación de los anteriores libros de Agustín Guillamón, Los Comités de Defensa de la CNT en Barcelona (1933-1938) y Barricadas en Barcelona. En ambos se relatan los hechos que, durante la guerra civil española, van desde el mismo comienzo y el estallido de la Revolución social, hasta el triunfo definitivo de la contrarrevolución, en el mes de mayo de 1937.

Cuando un movimiento revolucionario hace su aparición en la historia rompe con las teorías muertas y suena la hora anhelada de la acción revolucionaria.

El proletariado es arrojado a la lucha de clases por su propia naturaleza de clase asalariada y explotada, sin necesidad que nadie le enseñe nada: lucha para sobrevivir.

Las revoluciones sociales, esas tentativas de reorganización de la producción y de la sociedad sobre nuevas bases, son extremadamente raras en la historia.

En el siglo XX estallaron la revolución rusa, protagonizada por los soviets, la revolución alemana, caracterizada por los räters (consejos) y la revolución española, identificada con los comités. Soviets, räters y comités fueron los potenciales órganos de poder de la clase obrera en cada una de esas revoluciones.

El estudio de esos órganos de poder permite un conocimiento profundo de las dinámicas sociales, problemas y debilidades de cada una de esas revoluciones. Más allá de las circunstancias políticas, sociales y económicas en que surgieron, nos aportan siempre una experiencia insustituible, tanto en sus éxitos como, sobre todo, en sus fracasos.

Para los revolucionarios, la gran enseñanza de la revolución de los comités, en 1936, fue la necesidad ineludible de la destrucción del Estado.


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La pugna entre el PSUC y la CNT, de diciembre de 1936 a mayo de 1937, fue un conflicto ideológico, pero ante todo el enfrentamiento de dos políticas opuestas de abastecimiento y gestión económica de la gran urbe barcelonesa. Comorera, desde la Consejería de Abastos, priorizaba el poder del PSUC al abastecimiento del pan o la leche a la ciudad de Barcelona.La pugna entre eI PSUC y la CNT, de diciembre de 1936 a mayo de 1937, fue un conflicto ideológico, pero ante todo el enfrentamiento de dos políticas opuestas de abastecimiento y gestión económica de la gran urbe barcelonesa.

Comorera, desde la Consejería de Abastos, priorizaba el poder del PSUC al abastecimiento del pan o la leche a la ciudad de Barcelona, mejor sin pan ni leche, que un pan y una leche suministrados por los comités revolucionarios y los sindicatos de la CNT. Hambre y penurias de los barceloneses eran el precio a pagar por el incremento del poder del PSUC y de la Generalidad, en detrimento de la CNT.

El PSUC, en una ciudad sometida a las penalidades y privaciones de la guerra, opuso la libertad de mercado a la racional distribución alimenticia realizada por los comités de abastos de las barriadas. El hambre de los trabajadores fue causada por la maniobra consciente de los partidos burgueses y contrarrevolucionarios, desde ERC hasta el PSUC, para debilitar y derrotar a los revolucionarios. A ese proceso le hemos denominado guerra del pan.

El desarme de los trabajadores era el objetivo fundamental de esos partidos. También los comités superiores libertarios vieron en los comités de barrio a sus peores enemigos, cuando éstos se negaron a acatar los decretos de desarme, pactados con el gobierno y el resto de organizaciones antifascistas.

A finales de abril, los comités de defensa de los barrios desbordaron a los comités superiores cenetistas. La insurrección de los trabajadores, en mayo de 1937, no fue derrotada militarmente, sino políticamente, cuando los líderes anarcosindicalistas dieron la orden de alto el fuego. El hambre y el desarme eran los dos objetivos necesarios para el inicio del proceso contrarrevolucionario, que desencadenó toda su fuerza represiva contra los militantes cenetistas y las minorías revolucionarias en el verano de 1937.

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Durante las sangrientas jornadas de mayo de 1937 los comités revolucionarios desbordaron a los comités superiores cenetistas. La insurrección de los trabajadores no fue derrotada militarmente, sino políticamente, cuando los líderes anarcosindicalistas dieron la orden de alto el fuego.

El hambre y el desarme eran los dos objetivos necesarios para el inicio del proceso contrarrevolucionario, que desencadenó toda su fuerza represiva contra los militantes cenetistas y las minorías revolucionarias en el verano de 1937.

La represión de los estalinistas y de ¡ajusticia republicana fue de carácter SELECTIVO: intentó integrar a los comités superiores en el aparato estatal, al mismo tiempo que desencadenaba una feroz represión contra los revolucionarios y encarcelaba a los dirigentes que habían tenido cargos de responsabilidad en Orden Público.

Esa represión del anarcosindicalismo fue acompañada por una actitud pasiva de los comités superiores, que optaron por una defensa individual y jurídica de los presos, en lugar de una defensa colectiva y política. Los millares de presos anarcosindicalistas exigieron a los comités superiores un mayor compromiso y solidaridad, que sólo consiguió una campaña de prensa clandestina en favor de los presos, sin renunciar nunca al colaboracionismo. Los presos cenetistas anunciaron una huelga de hambre para obtener esa solidaridad, denegada al principio por los comités superiores en nombre de la lealtad institucional al gobierno.

De la violencia revolucionaria de los comités contra la burguesía y los fascistas, característica de julio de 1936, se había pasado a la violencia represiva de las fuerzas burguesas del orden capitalista y de ¡ajusticia republicana contra la CNT y los revolucionarios. En el seno de la CNT esa represión de la oposición revolucionaria interna era simultánea a la integración de los comités superiores en el aparato estatal. No se trataba de ninguna 'traición" de los dirigentes, sino de las dos vertientes necesarias y complementarias de un mismo proceso contrarrevolucionario: represión y persecución de los revolucionarios e institucionalización de los comités superiores.

El orden público burgués se fundamentaba en la unidad antifascista de todas las organizaciones, con el objetivo único de ganar la guerra. Ese objetivo suponía la plena sumisión de la CNT a un Estado fuerte, así como la extensión de la militarización al trabajo, a la economía y a todas las relaciones sociales y políticas.

En junio de 1937 se creó la CAP, recuperación de un ejecutivo fuerte y ágil de la CNT (como había sido el Comité de comités de julio de 1936) capaz de impedir un nuevo desbordamiento de la militancia, como había sucedido en mayo. Juan García Oliver y los comités superiores repitieron el 20 de septiembre de 1937 su papel de bomberos e impidieron la resistencia contra el asalto del PSUC y las fuerzas de orden de la Generalidad al edificio de los Escolapios, sede del sindicato de la alimentación, de diversos grupos anarquistas y del último comité de defensa de barriada aún existente.

En octubre de 1937 la guerra y la constante dejación de principios habían devorado ya a la revolución.


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El diez de febrero de 1938, en Barcelona, hacia las diez de la noche, un joven de unos veinte años, vestido con el uniforme de capitán del Ejército, había encendido un cigarrillo. Tenía una cita. Era un frío día de invierno. Se aproximaron los dos hombres con los que había concertado la cita. En respuesta a su saludo el más cercano, a su izquierda, le disparó, a medio metro de distancia. La bala penetró por el mentón hacia la izquierda de la boca, siguiendo una trayectoria de abajo arriba y de izquierda a derecha que destrozó dos piezas dentarias, parte del paladar y se incrustó en el cráneo, sin provocar orificio de salida.

¿Quién era el joven asesinado? ¿Quiénes y por qué lo asesinaron? ¿Quién investigó el asesinato? ¿Quiénes, y por qué, fueron detenidos, torturados y juzgados por ese crimen? ¿Qué implicaciones políticas desviaron la investigación criminal? ¿Es posible solucionar un asesinato setenta años después de ser cometido? ¿Puede resolver la investigación histórica un crimen que, en su momento, fue despachado descuidadamente por la investigación policial? Dilucidar hoy ese crimen, ¿puede ayudarnos a comprender los conflictos existentes en una sociedad inmersa en una cruenta guerra civil? ¿Quién y por qué, bajo las pintadas murales que interrogaban "¿dónde está Nin?", respondía con malévola rima: "en Burgos o en Berlín"?
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 02 Oct 2018, 19:25

Michel Bounan, La loca historia del mundo

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 25 Oct 2018, 08:35

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Agustín Guillamón y Antonio Gascón - Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña (1936-1937)

Presentación :

Los historiadores mienten. Antonio Martín Escudero, mal llamado "el Cojo de Málaga", no fue un asesino en serie, ni un ladrón, como explica la Historia Sagrada de la burguesía; sino un destacado militante anarquista: "el durruti de la Cerdaña". Durante nueve meses se desarrolló en la Cerdaña una profunda experiencia libertaria. Demostramos que Martín fue asesinado en una emboscada preparada por sus enemigos en el puente de Bellver. Documentamos que la lista de las víctimas fusiladas en la matanza del 9-9-1936 no fue elaborada por los anarquistas, sino por los nacionalistas de ERC. Como escribía Orwell en su novela 1984: "Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado".

La historia es un combate más de la guerra de clases en curso. A la historia de la burguesía oponemos la historia revolucionaria del proletariado. A las mentiras se las derrota con la verdad; a los mitos y a la leyenda negra con los archivos.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 15 Mar 2019, 14:15

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La Revolución traicionada : La verdadera historia de Balius y los Amigos de Durruti de Miguel Amorós sale en francés bajo el título de Hommage à la Révolution espagnole (Éditions de la Roue, septiembre de 2019).

Preámbulo de Michel Gomez : www.gimenologues.org/spip.php?article857

Presentación por la editorial : https://www.hobo-diffusion.com/catalogu ... utionnaire


Versión en español :

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Última edición por geronimo355 el 24 Nov 2019, 06:59, editado 4 veces en total.
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 28 Sep 2019, 10:01

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Agustín Guillamón, Barcelona, mayo de 1937

El antifascismo fue, en los años treinta, la mayor victoria del fascismo. La unión sagrada de todos los antifascistas para derrotar al fascismo y defender la democracia suponía, para el movimiento obrero, renunciar a los propios principios, a un programa revolucionario proletario, a las conquistas revolucionarias, a todo (es decir, el famoso eslogan falsamente atribuido a Durruti: "Renunciamos a todo menos a la victoria"), para someterse al programa y los intereses de la burguesía democrática.

Fue ese programa de unidad antifascista, de colaboración plena y leal con todas las fuerzas antifascistas, el que condujo a la CNT-FAI, rápida e inconscientemente, a la colaboración gubernamental con el objetivo único de ganar la guerra al fascismo. Fue esa adhesión al programa antifascista (esto es, de defensa de la democracia capitalista) la que explica por qué y cómo los mismos líderes revolucionarios de ayer se convirtieron, algunos meses después, en ministros, bomberos, burócratas y contrarrevolucionarios.

Libros de Anarres, Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires, 2019
352 págs. Rústica 20x12 cm
ISBN 9789871523320
Última edición por geronimo355 el 21 Nov 2019, 04:48, editado 2 veces en total.
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 30 Sep 2019, 11:31

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Orwell está mencionado al final de la presentación en inglés del último libro de Agustín Guillamón donde se explica que Orwell, a pesar de sus grandes méritos, no disponía de todos los datos para explicar de forma completa la magnitud de la conspiración republicana y estalinista contra la revolución obrera :


May 1937 saw the defeat of one of the most advanced revolutions in modern history. In Insurrection, Agustín Guillamón explains how and why it happened. One of the foremost historians of the Spanish Civil War writing today, Guillamón is known for his skill at unearthing new information, which he gathers from both archives and interviews. In this, his most recent and newly translated book, he uses that information to shed light on some of the most vexing and previously unanswered questions about the conflict, especially on the way that Stalinist and Republican forces conspired through assassination, intrigue and violence, to suppress the uprising. This is a story that George Orwell recounted, but failed to fully understand, in Homage to Catalonia.

Portada de la edición en español de Insurrección publicada en 2017 :

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Mayo del 37 fue la derrota del proletariado revolucionario más avanzado, que la contrarrevolución estalinista y el reformismo republicano necesitaban y buscaban para desarmar la amenaza de los comités de defensa sobre las instituciones burguesas y desencadenar una represión selectiva, que integrase a los comités superiores en el aparato estatal y aniquilase a los revolucionarios.

Por primera vez en la historia, se dio el caso de una insurrección iniciada y sostenida contra la voluntad de los líderes a que perteneció la inmensa mayoría de los insurrectos. Pero aunque una insurrección puede improvisarse, una victoria no; y aún menos cuando todas las organizaciones obreras antifascistas se mostraron hostiles al proletariado revolucionario: desde la UGT hasta los comités superiores de la CNT.

Esos comités superiores llegaron a jugar con dos barajas, permitiendo la formación de un Comité Revolucionario de la CNT (Merino, Ruano y Manzana), al mismo tiempo que se formaba una delegación, encabezada por Santillán, para negociar en el Palau de la Generalitat. Pero muy pronto abandonaron la carta insurreccional por los ases del alto al fuego, que aseguraban su futuro de burócratas. Companys y Comorera sólo jugaban con la baraja de la provocación a la CNT para destruirla y conseguir así un gobierno fuerte. El presidente de la Generalitat llegó a ordenar a la aviación el bombardeo de todos los cuarteles y edificios en poder de los cenetistas.
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 21 Nov 2019, 04:49

geronimo355 escribió:
28 Sep 2019, 10:01
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Agustín Guillamón, Barcelona, mayo de 1937

El antifascismo fue, en los años treinta, la mayor victoria del fascismo. La unión sagrada de todos los antifascistas para derrotar al fascismo y defender la democracia suponía, para el movimiento obrero, renunciar a los propios principios, a un programa revolucionario proletario, a las conquistas revolucionarias, a todo (es decir, el famoso eslogan falsamente atribuido a Durruti: "Renunciamos a todo menos a la victoria"), para someterse al programa y los intereses de la burguesía democrática.

Fue ese programa de unidad antifascista, de colaboración plena y leal con todas las fuerzas antifascistas, el que condujo a la CNT-FAI, rápida e inconscientemente, a la colaboración gubernamental con el objetivo único de ganar la guerra al fascismo. Fue esa adhesión al programa antifascista (esto es, de defensa de la democracia capitalista) la que explica por qué y cómo los mismos líderes revolucionarios de ayer se convirtieron, algunos meses después, en ministros, bomberos, burócratas y contrarrevolucionarios.

Libros de Anarres, Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires, 2019
352 págs. Rústica 20x12 cm
ISBN 9789871523320


Presentación muy esclarecedora por el propio Agustín Guillamón : https://kaosenlared.net/barcelona-mayo-de-1937/

UGT y comités superiores de la CNT, ERC y gobierno de la Generalidad, estalinistas y nacionalistas, todos juntos, convirtieron la hermosa victoria militar de la insurrección, al alcance de la mano (Merino, Rebull), en una horrorosa derrota política. Todos juntos, pero de forma distinta, para desempeñar eficazmente cada uno su papel. Estalinistas y republicanos directamente en las barricadas de la contrarrevolución. Anarcosindicalistas y poumistas en la ambigüedad del quiero y no puedo, del soy, pero dejo de ser; los primeros recomendando el cese de la lucha y el abandono de las barricadas; los segundos mediante el “audaz” seguidismo de los primeros.

Sólo dos pequeñas organizaciones, los Amigos de Durruti y la SBLE, intentaron evitar la derrota y dar a la insurrección unos objetivos claros. El proletariado revolucionario barcelonés, esencialmente anarquista, luchó por la revolución, incluso contra sus organizaciones y contra sus líderes, en un combate que ya había perdido en julio de 1936, en el mismo momento en que dejó en pie el aparato estatal y trocó la lucha de clases por el colaboracionismo y la unidad antifascista.

Pero hay batallas perdidas que han de librarse en beneficio de las generaciones futuras, sin más objetivo que el de dejar constancia de quién es quién, advertir el lado de la barricada en que se encuentra, señalar dónde están las fronteras de clase y cuál es el camino a seguir y los errores a evitar.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 24 Nov 2019, 07:02

geronimo355 escribió:
15 Mar 2019, 14:15
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La Revolución traicionada : La verdadera historia de Balius y los Amigos de Durruti de Miguel Amorós sale en francés bajo el título de Hommage à la Révolution espagnole (Éditions de la Roue, septiembre de 2019).

Preámbulo de Michel Gomez : www.gimenologues.org/spip.php?article857

Presentación por la editorial : https://www.hobo-diffusion.com/catalogu ... utionnaire


Versión en español :

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Preámbulo de Hommage à la révolution espagnole por Michel Gomez : https://lesamisdebartleby.wordpress.com ... el-amoros/

En primer lugar, precisemos para nuestros lectores hispanizantes que el presente libro no es la traducción del publicado en España con el título La revolución traicionada (Virus Editorial, 2003). En efecto, si éste ha servido de base, se han suprimido, reescrito o añadido muchos pasajes. Los documentos citados son más numerosos y variados, sobre todo gracias a los nuevos archivos abiertos en España. El trabajo de historiador se ha profundizado y ampliado, sin que por ello desaparezcan las simpatías del autor, de las que da cuenta el título de este nuevo libro.

La revista francesa L'Espagne nouvelle, rebautizada en esta ocasión L'Espagne indomptée ("España indómita"), publicó en su último número (julio-agosto-septiembre de 1939), dos textos importantes, claros y lúcidos en los que se analizaba el sentido real de los dos momentos esenciales de la revolución española (julio 36 y mayo 37). Estos artículos, firmados por el secretario de los «Amigos de Durruti», fueron redactados por Jaime Balius. Como están reproducidos íntegramente en el presente libro, es posible extraer algunos pasajes para acompañar esta presentación.

Y para empezar, la cita donde Balius afirmaba que la lucha armada que estalló en el momento del Pronunciamiento era, antes que nada, la conciente culminación del proceso revolucionario en curso y no, como proclama la verdad oficial de la guerra civil, el simple efecto de un antifascismo espontáneo del pueblo español: « [… ] En los ambientes antifascistas se defendió esta tesis: que, sin rebelión militar, no habría habido movimiento popular armado. Eso es falso. Hay más. Esta concepción, difundida hasta en los ambientes anarquistas por algunos camaradas, nos ha llevado a una mentalidad contrarrevolucionaria. Nosotros, militantes anarquistas que en febrero de 1936 éramos perfectamente conscientes de la grandiosa marea social que se ponía en marcha en el horizonte español, no podíamos admitir que la acción obrera se interpretara exclusivamente como reflejo defensivo. Este criterio fue también el nuestro cuando los «Amigos de Durruti» en España emprendieron, mientras todavía era tiempo, rectificar la situación en el sentido indicado tan magníficamente por las jornadas de julio […]» (España indómita, verano de 1939).

El 19 de julio de 1936 fue efectivamente mucho más que una defensa de la República contra un golpe de Estado, para muchos de los que, con las armas en la mano, vencieron por primera vez a los militares en una parte de España. Fue el momento decisivo de una revolución preparada desde hace mucho tiempo, liderada por multitudes de individuos decididos, dotados de una combatividad entrenada, afilada, animados por un horizonte, un proyecto igualitario y libertario, concreto y detallado, que poseía, al menos lo creían, una organización forjada para tal fin.


Sin embargo, pocos días después comenzó la larga marcha de la colaboración; las inagotables «circunstancias» comenzaron a servir de justificación para la transformación del proyecto revolucionario en un antifascismo restrictivo; que se ponga en marcha el proceso que cambiaría de «compañeros y compañeras» que ejercen responsabilidades en dirigentes responsables, de «líderes naturales» en ministros, constituyendo así progresivamente dentro de la CNT-FAI una burocracia que finalmente cumplirá la función de toda burocracia: servir al orden y al Estado.

Como dijo José Peirats, «nadie puede minimizar la importancia de los problemas planteados a los anarquistas el 20 de julio de 1936 cuando se vieron con la situación en sus manos, sin saber qué hacer al respecto. Lo que les reprochamos no es la renuncia a la dictadura anarquista, sino de haber optado por la contrarrevolución» (Rojo y Negro, 1967).

El primer acto contrarrevolucionario en este caso fue no haber realizado ninguna consulta real para saber qué camino tomar a partir de lo que querían y hacían esos centenares de miles de anarcosindicalistas. Mientras que, junto con muchos otros, actuaban como actores resueltos de su destino, colectivizando a las empresas, controlando las calles, organizando la vida a través de una multitud de comités revolucionarios, fueron conducidos en una dirección que no era la suya. Así pues, todas las grandes decisiones se tomaron sin que hubiera reuniones ni debates en el seno de las instancias sindicales.

Por supuesto, los riesgos eran grandes, pero eran conocidos y eso era precisamente lo que se debería de haber debatido dentro de las múltiples estructuras de la militancia y más allá. Esto era posible, y en Aragón, por ejemplo, bajo la protección de las columnas anarquistas situadas a lo largo de la línea del frente, miles de aldeas se convirtieron en colectividades libertarias. Así pues, hubo un «ir por el todo», pero en la base, paso a paso, sin teatralidad, y ahí reside toda la profundidad y la grandeza de la revolución española.

Es este radical abandono de los principios, de las ideas e incluso de los comportamientos morales por parte de las élites libertarias que el autor estudia, analiza, denuncia. Lo hace a través del prisma de la agrupación de los «Amigos de Durruti», constituida después de la muerte de Durruti, gracias a los «debates» muy turbulentos que acompañaron la resistencia, e incluso el rechazo de la militarización de las milicias, es decir, la recreación de un aparato militar clásico en gran parte en manos de los estalinistas. Pusieron en el centro de su proyecto la defensa y profundización de las conquistas revolucionarias obtenidas al calor del 19 de julio. Por supuesto, veían como primer y principal obstáculo a esta «posibilidad» la cristalización de una nomenclatura anarquista: único resultado palpable del «colaboracionismo». Publicaron, legal o clandestinamente, su portavoz: « [… ] No nos importa lo que hagan los gobernantes, sea cual sea su nombre. Lo que nos importa es el comportamiento de nuestros hombres, de nuestros responsables y de nuestros dirigentes. Y este comportamiento no ha sido limpio ni dedicado. ¿Cuál de ellos, con un gesto ejemplar, renunció al salario de su cargo y se contentó con recibir el mismo salario que los que luchaban en el frente? ¿Cuál de ellos renunció a la pensión afectada como funcionario despedido, vestigio del orden burgués? ¿Cuál de ellos renunció a su puesto por razones ideológicas? [… ]» (El Amigo del Pueblo, 12 de agosto de 1937).

Los Amigos de Durruti crecieron en popularidad porque simbolizaban la integridad anarquista dañada en los círculos gobernantes. Evidentemente estuvieron presentes en la lucha callejera y de ideas que encendió Barcelona en mayo del 37. Más allá de la respuesta a la provocación estalinista, sentían que se abría de nuevo el horizonte del 19 de julio, de una manera aún más clara; sólo quedaban dos bandos : «Por un lado de la barricada luchaba la reacción, por otro, éramos nosotros, los trabajadores, los que manteníamos la lucha sin injerencia de ningún tipo» (España indómita, verano de 1939). Pero los trabajadores ya no tenían delegados y sus representantes – el aparato CNT-FAI – pidieron el alto el fuego, y lo peor de todo, el desarme, entregando a los vencedores a la feroz represión de los vencidos, la alianza estalino-republicana. Para completar el ciclo de sus renuncias, la CNT-FAI, que tenía una buena parte de su prestigio moral por no haber hecho nunca esto, abandonó esta vez a los hombres y mujeres que habían combatido y a los miles de prisioneros antifascistas revolucionarios que iban a poblar las cárceles de la República. Y, por supuesto, en nombre del realismo, sus dirigentes de facto justificarán sus posiciones; el mismo realismo que los llevará a perder la revolución, la guerra y sus almas.

La paradójica derrotada de mayo marcó el fin de la revolución española y el autor nos da muchos ejemplos de los efectos del despliegue unilateral de la contrarrevolución: muchísimos arrestos y detenciones (3000 en Cataluña) asesinatos, desapariciones, destrucción de las colectividades aragonesas…

Homenaje a la revolución española permite también juzgar el programa de salvaguardia revolucionaria de los «Amigos de Durruti», en el que los partidarios del anarquismo de gobierno no vieron más que un bolchevismo dictatorial, mientras que otros más honestos, como Prudhommeaux, afirmaron que no era « ni original ni preciso, pero se reconoce ciertamente mucho más claramente el rostro y los rasgos distintivos del anarcosindicalismo español que en los discursos de los ministros ». Si este programa tenía algunos rasgos expeditivos, hay que medirlos por la sincera ira que animaba a los « Amigos de Durruti» ante el continuo sabotaje de los logros revolucionarios, y en aquellos tiempos de gran escasez, al indecente estilo de vida de una plétora de burócratas, porque, para retomar una última vez las palabras de Balius: «Si todos somos culpables solidariamente, hay quienes tienen una carga de culpa particularmente pesada por sus responsabilidades. Fueron los dirigentes de la CNT-FAI, cuya actitud reformista en julio y sobre todo la intervención contrarrevolucionaria en mayo del 37, quienes bloquearon el camino a la clase obrera y asestaron el golpe mortal a la revolución» (España indómita, verano de 1939).

Por lo tanto, la cuestión no es especular sobre las posibilidades reales que habría tenido la revolución libertaria española de ir más lejos, sino extraer las lecciones sobre la manera en que los que se habían puesto a su mando la hicieron perder.

En Europa fue sin duda el combate más bello en favor de la igualdad y la libertad durante la primera fase de industrialización del mundo, pero las fuerzas combinadas del espectáculo y de la planificación-destrucción del territorio han destruido la mayor parte de las realidades del vivero popular que formaba su espíritu: barrios, cultura, conocimientos, sueños de un futuro por construir. La conciencia proletaria, esa forma histórica y determinada de la conciencia humana, se ha disuelto al contacto con las multitudes solitarias y con la extrema diversidad de las luchas particulares: el totalitarismo tecno-industrial (etapa actual del capitalismo) no ha abolido evidentemente las clases, sino que ha masificado uniformemente la del mayor número.

El principal motor de esta historia inhumana parece ser, por el momento, la lucha competitiva para no caer en las filas de los supernumerarios definitivos. Aquellos para quienes la megamáquina sólo asegurará según el mérito – la aceptación de la domesticación – la estricta respuesta a las necesidades vitales. Pero nuestras protestas, temores y furia no hacen nada, nos adentramos en los oscuros tiempos de una sociedad del trabajo sin trabajo. Para aflojar un poco las cadenas, tendríamos que encontrar ya las solidaridades activas, la necesidad de los demás que, en otro tiempo, organizaban, cuando era necesario, la supervivencia colectiva mientras alimentaban las luchas por una vida más amplia.

Con este recordatorio del pasado de las prácticas y de las ideas redescubriremos el tesoro escondido de las revoluciones, como estas dos ideas esenciales para la comprensión de la acción de los «Amigos de Durruti» y de toda la revolución española : el sentimiento de clase – la voluntad igualitaria – y la autoorganización – el firme rechazo de toda burocracia, de todas las formas de representación que no estén estrictamente controladas y revocables en todo momento. Porque, a pesar de haber sufrido todas las desfiguraciones provocadas por la atomización de los seres y los ataques permanentes de la industria espectacular de la falsificación, no han desaparecido del todo en el desastre consumista; todavía están presentes, como lo atestigua, con cierta tenacidad, el movimiento subversivo y plebeyo de los «Chalecos amarillos ».

Con estas dos únicas ideas no se puede todo, pero sin ellas no se puede nada esencial si se quiere devolver un sentido colectivo y emancipador al gran juego de la necesidad y de la libertad.

Michel Gomez, 2019
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 26 Dic 2019, 09:30

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Texto completo de Jalones de derrota, promesa de victoria de Grandizo Munis (tiene el defecto de ser un trotskista que nunca dejó de ser leninista, pero fue capaz de escribir algunas cosas lúcidas contra el frente popular, instrumento de la burguesía y del estalinismo) : https://bataillesocialiste.files.wordpr ... errota.pdf


Página 209 :

Examinando el antagonismo “cultura contra barbarie” concretamente, en cuanto los dos extremos se relacionan con los elementos constitutivos de la sociedad y sus tendencias progresivas y regresivas, se precisan sus bases en esta otra forma: a la cultura por el socialismo o a la barbarie por el capitalismo. Pero en este caso la primera verdad es clase contra clase; no puede haber interés en rechazar la expresión, sino en propalarla y hacerla conciencia de las masas cuya tarea histórica es terminar con la barbarie capitalista. Negándola, el stalinismo indicaba claramente, bien antes de que estallara la guerra civil, su decisión de impedir que las masas siguieran ese camino. Y se le vio no reparar en ningún crimen para lograrlo. Tras la famosa cultura stalinista se ocultaba, a la manera del avestruz, la barbarie capitalista y sus respectivos gobiernos, a los que en lo sucesivo, los excomunistas les tendían la mano.

Daré aún otra prueba de la premeditada finalidad burguesa del frente popular. En vísperas de la guerra civil, totalmente apresados ya los partidos stalinistas en el colaboracionismo decretado por el VII congreso, toda la capacidad de archivo humano de un Varga fue volcada en la imprenta para afirmar que en España ni siquiera podía hablarse de revolución socialista. Dedicó a ello un número especial de la Correspondencia Internacional. Con datos que todo el mundo conoce, demostró lo que todo el mundo sabía, que España es un país retrasado industrialmente y con muchas taras feudales, por incumplimiento de la revolución burguesa. Esta verdad palmaria, que a un partido revolucionario hubiera servido para organizar la alianza entre el proletariado urbano, el rural y los campesinos pobres, era utilizada por Varga y el partido stalinista para supeditar esas tres clases a una revolución burguesa tan falaz en boca de ellos como imposible objetivamente. El documento en cuestión, como cualquier otro de la época que se tome uno la molestia de consultar, está impregnado de este tópico: puesto que la revolución democrática (burguesa) no ha sido hecha, el proletariado no puede aspirar a tomar el poder e iniciar su revolución. La revolución socialista no es cosa de ahora; faltan las condiciones históricas; primero hay que hacer la revolución burguesa.
Michel Bounan, La loca historia del mundo

geronimo355
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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 22 May 2020, 19:58

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Agustín Guillamón, La matanza del cuartel Carlos Marx, 2020

http://calumnia-edicions.net/product/la ... -guillamon

Los doce cadáveres, abandonados el 8 de mayo de 1937 por una ambulancia en la carretera de Cerdanyola a Bellaterra, eran personas que habían sido detenidas en las cercanías del cuartel Carlos Marx, durante las Jornadas de Mayo. Los cadáveres presentaban señales de haber sido torturados bárbaramente y posteriormente rematados con tiros en la sien o en la cara, único medio de ocultar el salvajismo practicado. Diez de los doce asesinados fueron finalmente identificados. Uno de los dos desconocidos no identificados tenía unos dieciocho años y vestía una camisa azul con las letras CNT bordadas en rojo.

ISBN 978-84-121281-7-8, 2020, 89 páginas
Michel Bounan, La loca historia del mundo

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Re: Libros sobre la Guerra Civil

Mensaje por geronimo355 » 25 May 2020, 05:27

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Agustín Guillamón, Los comités de defensa de la CNT en Barcelona

La pugna entre el PSUC (comunistas) y la CNT, de diciembre de 1936 a mayo de 1937, fué un conflicto ideológico, pero ante todo el enfrentamiento de dos políticas opuestas de abastecimiento y gestión económica de la gran urbe barcelonesa.

Joan Comorera (PSUC), desde la Consejería de Abastos, priorizaba el poder del PSUC al abastecimiento del pan o la leche en la ciudad de Barcelona. Mejor sin pan ni leche, que un pan y una leche suministrados por los comités revolucionarios y los Sindicatos de la CNT. Hambre y penurias de los barceloneses eran el precio a pagar por el incremento del poder del PSUC y de la Generalidad, en detrimento de la CNT.

El hambre de los trabajadores fue causada por la maniobra consciente de los partidos burgueses y contrarrevolucionarios, desde ERC hasta el PSUC, para debilitar y derrotar a los revolucionarios. A ese proceso le hemos denominado guerra del pan.

El desarme de los trabajadores era el objetivo fundamental de esos partidos. También los comités superiores libertarios vieron en los comités de barrio a sus peores enemigos, cuando éstos se negaron a acatar los decretos de desarme, pactados con el Gobierno y el resto de Organizaciones antifascistas.

A finales de abril, los comités de defensa de los barrios desbordaron a los comités superiores cenetistas. La insurrección de los trabajadores, en mayo de 1937, no fue derrotada militarmente, sino políticamente, cuando los lideres anarcosindicalistas, traicionando sus bases, dieron la orden de alto el fuego.

El hambre y el desarme eran los dos objetivos necesarios para el inicio del Proceso contrarrevolucionario, que desencadenó toda la fuerza represiva contra los militantes cenetistas y las minorías revolucionarias en el verano de 1937.


Editorial Descontrol, Colección Re-Mémora, Barcelona 2020
253 págs. Rústica 22x15 cm
ISBN 9788418283048
Michel Bounan, La loca historia del mundo

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