El tema se abrió en el sitio correcto de preguntas, dudas y sugerencias al equipo de gestion de alasbarricadas.org
Resuelta la duda al segundo post, ya ha derivado en una conversación informal propia del cajón de sastre que es Ingobernables.
Que el equipo de gestion se preocupe de cerrar el tema o lo que tenga que hacer, yo sigo con lo mio.
La metáfora de los pollos espaciales no se muy bien que realidad o realidades son las que ilustra. A mi lo que me despierta es el fantasma de mis muchas dudas sobre como prodría ser la aplicación del comunismo libertario, y el camino a recorrer hasta llegar a eso.
Me da la impresión que se dan demasiadas cosas por sentado, yo no creo que hayan cauces naturales para eso ¿Como un glaciar que al derretirse las aguas encutentran su propio cauce? Dudo que sea comparable, y creo que el leer a los clasicos no solo no me va a sacar de mis dudas, sino que me llevaría a muchas otras nuevas dudas. Yo parto de un solo y mínimo convencimiento, el de que no hay camino por la via de dejar en manos de unos pocos el timon para que la hipotética revolución llegue a buen puerto.
El que no haya cuadros dirigentes, el que la clase trabajadora se saque sus propias castañas del fuego, sin engaños, sin juegos de palabras, que yo sepa hasta hoy solo lo contempla la teoría anarquista.
Pero como en la metáfora de los pollos espaciales, ese proposito esencial y primigenio se puede adulterar de muchas maneras distintas. Como en la metáfora los burócratas y dirigentes del antiguo régimen iban a querer encontrar su sitio en el nuevo orden de cosas, y expertos profesionales en el arte de la hipocresía, no me extrañaría que encontrara el modo de hacerlo.
Repito, por encima de cualquier duda, parto del convencimiento personal de que en el momento que haya acción mediada, eso sólo puede llevar a nuevas o viejas formas de sometimiento y esclavitud.
Hay un párrafo de la novela "Memorias de Adriano", que expresa muy bien esta idea, y me gusta citarla:
Código: Seleccionar todo
Dudo de que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre. Soy capaz de imaginar formas de servidumbre peores que las nuestras, por más insidiosas, sea que se logre transformar a los hombres en máquinas estúpidas y satisfechas, creídas de su libertad en pleno sometimiento, sea que, suprimiendo los ocios y los placeres humanos, se fomente en ellos un gusto por el trabajo tan violento como la pasión de la guerra entre las razas bárbaras. A esta servidumbre del espíritu o la imaginación, prefiero nuestra esclavitud de hecho. Sea como fuere, el horrible estado que pone a un hombre a merced de otro exige ser cuidadosamente reglado por la ley.