Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

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Kaval
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Kaval » 01 Jul 2013, 16:02

Jorge. escribió:Yo lo digo a la inversa. Si el marxismo fuese una ciencia, los capitalistas lo usarían.
¿Estás seguro de que no lo hacen?, ¿no hace sino confirmarlo la clase dominante en cada uno de sus movimientos?

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Jorge.
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Jorge. » 01 Jul 2013, 16:18

Kaval escribió:
Jorge. escribió:Yo lo digo a la inversa. Si el marxismo fuese una ciencia, los capitalistas lo usarían.
¿Estás seguro de que no lo hacen?, ¿no hace sino confirmarlo la clase dominante en cada uno de sus movimientos?
:o Ojú Kaval, claro que estoy seguro. Eso que dices, es rarísimo.

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Kaval
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Kaval » 01 Jul 2013, 17:05

A ver, a ver... No confundamos teleología con análisis, ni tampoco método con intereses. Lo que quiero decir es que las actuaciones de los capitalistas, en su diversidad muchas veces contradictoria (como no puede ser de otra manera, al menos en lo secundario), no hacen sino confirmar el análisis marxista (no en su totalidad, sobra decir), pero no porque sean marxistas en el sentido programático, contingente, sino que lo son por necesidad, en el terreno de los hechos, incluso naturalmente si me pongo estupendo. Normalmente, en las declaraciones y en sus estudios internos, se ve cómo los capitalistas suelen tener mayor conciencia de clase que los trabajadores hoy en día. En el actuar de la superestructura (Estados, cultura...), más de lo mismo. Que luego salgan con el marginalismo, el individualismo metodológico o lo que sea que se inventen no es más que la formulación ideal de las relaciones materiales existentes.

No recuerdo dónde lo leí, lo mismo fue por aquí, pero alguien dijo que la burguesía, de voluntad anarquista (entiéndase...), se organiza y actúa de forma leninista para tener el poder. Bastante cierto, a mi modo de ver, si observamos la historia reciente.

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Jorge.
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Jorge. » 01 Jul 2013, 17:10

Kaval, eso que dices es muy raro. Lo primero que el marxismo, entendido como teorías y pensamientos de Marx, es muy amplio. Abarca desde la economía a una cantidad de chorradas que sus admiradores ocultan, como la frenología y el estudio de los cráneos para saber si uno era digno de ser o no de la Liga. Eran cosas del siglo XIX y no se lo reprocho. Marx escribió de antropología, de política, de todo lo que le vino a mano, y en unos sitios dice una cosa, y en otros otra. Luego el tema del materialismo histórico y el el materialismo dialéctico, yo no los considero ciencias sino filosofía o algo parecido. Y en economía lo que dice, es discutible. Los propios marxistas de los países del socialismo real, no aplicaban ese rollo, así que pensar que los capitalistas siguen la lógica descrita por Marx... Me suena muy traído de los pelos.

Benito Espinosa
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Benito Espinosa » 01 Jul 2013, 18:24

¿Que es ciencia burguesa y que es ciencia proletaria, o de clase? ¿Que similitudes tienen, o que las diferencia?

Saludos.

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Bela Kun
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Bela Kun » 01 Jul 2013, 20:24

Rogaría que se leyera un poco más a fondo lo que digo, porque me vais a hacer contestar cosas que no he dicho:
En mi opinión, no existen las leyes sociales en el sentido que tú pretendes darle. La ley de la gravedad no dice "que las cosas bajan", sino que dos cuerpos se atraen entre sí en razón de su masa y de su proximidad, algo bastante más complejo que decir que las cosas caen al suelo, porque afecta a planetas, satélites, mareas y en definitiva a todos los cuerpos existentes. Las ciencias sociales jamás han sido capaces de llegar a un nivel de precisión tan alto y con el conocimiento actual tampoco es posible, pues en toda ciencia social por definición existe el factor social o humano, que no se puede comprender en una ecuación.
Es que, al decir "las cosas bajas", no hago otra cosa que satirizar lo dicho por Jorge., con lo de "el dinero atrae dinero". Ya sé que esta ley no habla de que las cosas bajan, digo que antes del descubrimiento de la ley de la gravedad se sabía que las cosas caían igual que se sabía que el dinero atrae dinero antes de que se demostrara que la tendencia del capitalismo es a concentrar y centralizar capital, que es algo también mucho más complejo que "el dinero atrae dinero", pero que se ha comprobado con la evolución de la economía mercantil: Se empezó a con artesanía, pequeños propietarios y pequeños campesinos desperdigados y desconexos por todo el mundo y se ha acabado por una economía mundial con una pequeña oligarquía en la cima.

Tampoco afirmo en ningún sitio que las ciencias sociales tengan la precisión de las ciencias naturales, por algo hablo de "tendencias". Además, hay otra diferencia muy importante, que las leyes sociales pueden hacerse caducas y crear otras nuevas según las personas cambiemos nuestras formas de relacionarnos. Por ejemplo, sin capitalismo no hay leyes económicas capitalistas, leyes que se han demostrado que sí existen y puedes comprobar-lo en la vida cotidiana: ¿Qué pasa cuando un producto escasea mucho más que antes? ¿Qué pasa cuando un banco central inyecta demasiado dinero en una economía?

Y te pregunto algo más: ¿Por qué quieres abolir el dinero y el mercado si me estás diciendo que no conlleva necesariamente injusticias? Según tu, no hay nada que conlleve al dinero y al mercado a ser injusto, por lo tanto, dejémonos de tantas pajas mentales, presentémonos a las elecciones con un programa muy posibilista, las ganamos y reformamos esas injusticias concretas para que el dinero y el mercado sean buenos para todxs.
Si yo salgo a la calle todos los días del año con un termómetro después de haber dicho que en verano hace más calor, y efectivamente constato que entre junio y agosto hace más calor ¿seré un científico? Lógicamente no
Ya, pero si luego te preguntas porque en verano hace más calor y empiezas un estudio y una investigación para explicarlo, pues puede que sí.
Bueno, a ver si encuentran algo a fuerza de buscar, aunque a mí me parece que no saben ni lo que buscan, pero... Je, ¿Y el hombre social qué es? ¿Algo de fuera de la naturaleza?
Me refiero a tratar el funcionamiento de la sociedad como si fueran planetas.
"el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño,(...) Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación."

Karl Marx

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Jorge.
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Jorge. » 01 Jul 2013, 20:40

Bela Kun escribió:Rogaría que se leyera un poco más a fondo lo que digo, porque me vais a hacer contestar cosas que no he dicho:

Es que, al decir "las cosas bajas", no hago otra cosa que satirizar lo dicho por Jorge., con lo de "el dinero atrae dinero".
Bela Kun, decir que existe una ley de crecimiento, o de concentración, o de lo que sea del Capital, y que lo dijo Marx, para mí carece de valor, ya que no le veo la aplicabilidad técnica. Y si la tiene, está pero que muy escondida. Hay que tener un poquito de escepticismo en esto de la ciencia social, ¿eh? Que el siglo XX pasó hace un rato como una apisonadora.

La ciencia social, tiene grandes limitaciones. El Marx científico social, es del siglo XIX, junto con Morgan, Spencer, y el resto de la banda. No les quito mérito. No digo que no haya aportado Marx... Pero vamos, que huele tanto bombo vistos los resultados. Un poquitín de modestia cuando se hable de leyes sociales, plis, que la moto que se nos vende no solo hace ruido, sino que anda poco.

plan_b
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por plan_b » 01 Jul 2013, 23:16

también habría que tener en cuenta el pensamiento de durkheim, de max weber, de schutz... al menos los dos primeros sí creían que la sociología debía ser una ciencia, y trataron de dotarla de una base teórica. aristóteles, hobbes y adam smith también tenían un modelo sociológico, es decir una teoría del ser humano y una teoría de la sociedad. tuvieran más o menos razón, conviene conocer sus ideas porque éstas influyeron a veces durante siglos en el pensamiento occidental: por ejemplo, la escolástica medieval se basaba en aristóteles a través del tomismo, y para entender el nacimiento de la sociedad burguesa y liberal es preciso leer a Hobbes y a Smith, en tanto que max weber está considerado como el sociólogo más brillante... él tenía su propia teoría acerca del nacimiento del capitalismo y la verdad es que su estudio resulta muy interesante y sugestivo.
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Jorge.
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Jorge. » 02 Jul 2013, 05:46

Lo mismo digo. Son gente que ofrecen muchas ideas, más o menos acertadas. Has mencionado a dos, a Durkheim y a Weber que me hicieron pensar mucho. Hay decenas de marcos teóricos, o como se les llame ahora. El marco marxista es uno de tantos, puede convenirnos en algunas cosas, en otras no lo tengo tan claro. Lo que estoy diciendo es que hay que tener prevención con lo que se lee, y no poner los ojos en blanco mientras se deletrea "m-a-r-x". Es difícil leerlo, entiendo que tras pasarse semanas descifrando ese galimatías, cuando se le entiende uno tenga que hablar como él... Pero hay mucha cosa que descifrar por ahí.

blackdrac
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por blackdrac » 02 Jul 2013, 09:45

Bela Kun escribió:Rogaría que se leyera un poco más a fondo lo que digo, porque me vais a hacer contestar cosas que no he dicho:

Es que, al decir "las cosas bajas", no hago otra cosa que satirizar lo dicho por Jorge., con lo de "el dinero atrae dinero". Ya sé que esta ley no habla de que las cosas bajan, digo que antes del descubrimiento de la ley de la gravedad se sabía que las cosas caían igual que se sabía que el dinero atrae dinero antes de que se demostrara que la tendencia del capitalismo es a concentrar y centralizar capital, que es algo también mucho más complejo que "el dinero atrae dinero", pero que se ha comprobado con la evolución de la economía mercantil: Se empezó a con artesanía, pequeños propietarios y pequeños campesinos desperdigados y desconexos por todo el mundo y se ha acabado por una economía mundial con una pequeña oligarquía en la cima.

Tampoco afirmo en ningún sitio que las ciencias sociales tengan la precisión de las ciencias naturales, por algo hablo de "tendencias". Además, hay otra diferencia muy importante, que las leyes sociales pueden hacerse caducas y crear otras nuevas según las personas cambiemos nuestras formas de relacionarnos. Por ejemplo, sin capitalismo no hay leyes económicas capitalistas, leyes que se han demostrado que sí existen y puedes comprobar-lo en la vida cotidiana: ¿Qué pasa cuando un producto escasea mucho más que antes? ¿Qué pasa cuando un banco central inyecta demasiado dinero en una economía?

Y te pregunto algo más: ¿Por qué quieres abolir el dinero y el mercado si me estás diciendo que no conlleva necesariamente injusticias? Según tu, no hay nada que conlleve al dinero y al mercado a ser injusto, por lo tanto, dejémonos de tantas pajas mentales, presentémonos a las elecciones con un programa muy posibilista, las ganamos y reformamos esas injusticias concretas para que el dinero y el mercado sean buenos para todxs.


Ya, pero si luego te preguntas porque en verano hace más calor y empiezas un estudio y una investigación para explicarlo, pues puede que sí.
Te agradecería que tú también leyeras atentamente mis mensajes, pues me atribuyes una frase completamente distinta a todo que he escrito. El problema es que pareces creer que las leyes económicas son tremendamente complejas y no lo son. No sé si has estudiado económicas o algo similar, pero en serio, no lo son. La mayoría de ellas son muy simples y parten de lógicas erróneas.

Hablas de tendencias pero luego dices que hay leyes que existen y se pueden comprobar en la vida cotidiana. ¿En qué quedamos? En cualquier caso, no das ninguna forma de comprobarlo más que esperar a que escasee un producto o un BC inyecte dinero central en una economía. Y ambas son situaciones que depende del contexto pueden provocar multitud de consecuencias, no una sola como pareces pensar. Por ejemplo, la escasez de un producto. Lo que sucederá con el punto de equilibrio de ese producto depende antes de nada de la renta personal disponible media, de si es un bien normal o inferior, elástico o inelástico, si su consumo depende de otros bienes o no, si existe un bien sustitutivo o no, de la propensión marginal al ahorro, y de un montón de factores más que básicamente lo que quieren decir es que no se puede medir el comportamiento humano ni tener en cuenta todas las circunstancias (por eso muchas veces ni así aciertan). En muchos casos la experiencia propia puede prever mejor qué ocurrirá que las ecuaciones. Por poner dos ejemplos, si hubiera en España escasez de te, 7up o guisantes, el precio no sufriría una variación en absoluto comparable a la misma situación con el café, la coca cola o el pan, respectivamente, aunque hablamos de productos muy similares. Con la inyección de líquido a un país por parte del BC (que no especificas si se hace emitiendo deuda o a través de las reservas de oro, cosas diametralmente opuestas) sucede tres cuartos de lo mismo. Cuando decía que las fórmulas son tremendamente sencillas hablo no de que sean simples, sino de que son deducibles por cualquiera que analice el tema en profundidad y tenga una inteligencia media.

Y luego viene cuando te inventas la frase que comentaba y dices que yo digo que el mercado no conlleva injusticias. No sé si lo haces por provocar o por falta de comprensión lectora, pero yo he dicho literalmente contestando a tu mensaje:

"Si creemos que debemos abolir el dinero, la concentración de capital y las condiciones actuales de producción no es porque tengamos ningún conocimiento científico al respecto, sino porque somos conscientes de la crueldad y la inconsistencia del sistema actual, y queremos acabar con él"

así que no sé de dónde sacas que yo diga que el mercado no conlleva injusticias, porque crueldad es una palabra muy similar e inconsistencia también va por el mismo camino. Luego lo otro ya es de traca y ahí si me queda claro que intentas provocar, poniendo en mi boca suposiciones tuyas bastante ofensivas sin ningún motivo más que el de difamar, supongo. Lo único que yo digo es que no actuamos por conocimiento científico, sino por nuestra experiencia y nuestra observación. Si a mí me agreden, no me defiendo por conocimiento científico, sino por instinto de supervivencia. No sé tú.


@ON TOPIC: sólo quería recalcar que no niego la validez de los análisis de muchos estudiosos del ámbito social (pues me negaré siempre a llamarlos científicos) como Durkheim, Weber, Habermas o el propio Marx. Pero me niego a llamarlos ciencia. Jorge. decía que si el marxismo fuera una ciencia, los capitalistas lo utilizarían, y yo creo que Kaval tiene parte de razón. El marxismo ha dejado una huella profunda en la teoría económica y en sociología. Al menos así entiendo yo lo que él dice. Lo que yo quería decir es que en la ciencia, cuando una teoría se prueba errónea, se descarta. Aunque se sigan utilizando partes de la misma para nuevas teorías, si no funciona, no se puede ni se debe seguir utilizando. Y eso obviamente no sucede en la economía.

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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Kaval » 02 Jul 2013, 17:52

Jorge, lo que dices del materialismo histórico-dialéctico, en el sentido de que no terminas de tener claro que si te parecen ciencia o filosofía, ¿no es acaso atribuible a toda la ciencia social? Lo digo porque el debate era ese y parece como si estuviéramos haciendo la acusación particular al marxismo.

Por otra parte, me resulta cotidiano que me digas que lo que yo digo es muy raro, jejeje. Sobra decir que si hablamos del marxismo como aportación científico-social o como se le quiera considerar, dejamos fuera las extravagancias que mencionas de frenología o cualquier otro asunto (muchas veces suelen ser ad hominems, no en tu caso claro está).

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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Kaval » 02 Jul 2013, 18:24

Benito Espinosa escribió:¿Que es ciencia burguesa y que es ciencia proletaria, o de clase? ¿Que similitudes tienen, o que las diferencia?
Esto sería un asunto muy interesante para tratar en otro hilo, quizás. Interesante y también complicado. Creo que un primera lanza para ese debate podría romperse con la imagen del fragmento de un libro que puse en la primera página, la cual nos puede dar pistas sobre esta hipotética (y en mi opinión real) distinción. Para dar quizá algún apunte simplón, diría que la ciencia burguesa tiende a ser funcionalista, cuantitativa e idealista. Y prefiero restringir esta apreciación a la rama social, no porque no se dé en el campo exacto, sino porque ya se me va de las manos la cosa.

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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Jorge. » 02 Jul 2013, 20:35

blackdrac escribió:@ON TOPIC: sólo quería recalcar que no niego la validez de los análisis de muchos estudiosos del ámbito social (pues me negaré siempre a llamarlos científicos) como Durkheim, Weber, Habermas o el propio Marx. Pero me niego a llamarlos ciencia. Jorge. decía que si el marxismo fuera una ciencia, los capitalistas lo utilizarían, y yo creo que Kaval tiene parte de razón. El marxismo ha dejado una huella profunda en la teoría económica y en sociología.
Yo eso no le he negado en ningún momento. Los economistas críticos emplean a Marx y hay muchos estudios. posteriores que han ido mejorando esa teoría económica, y dan explicación a datos desde puntos de vista que nos convienen. Lo he dicho varias veces. Lo que digo una y otra vez, es que la economía tiene una capacidad predictiva muy escasa, que las explicaciones de por qué sucede esto o lo otro se da a posteriori. Intento explicar que lo que hay en ciencia social, y Marx fue un científico social, a día de hoy es escaso. En economía y con cuarenta escuelas, pasa lo mismo. Con el marxismo Kaval, no tengo especial inquina. Lo que pasa es que los marxistas le dan un pisto a su fundador, que yo sugiero que se tome con menos entusiasmo. Leer a Marx no está mal. Pensar que fue el genio más genial del siglo XIX con obra imperecedera, faro, estrella y guía de todo, me suena más que regular. Y eso le pasa a más de un marxista. Y si te hubieses ido al tiempo previo a la caída de la URSS y el auge del moísmo, entonces sí que era para flipar.
Kaval escribió:Jorge, lo que dices del materialismo histórico-dialéctico, en el sentido de que no terminas de tener claro que si te parecen ciencia o filosofía, ¿no es acaso atribuible a toda la ciencia social? Lo digo porque el debate era ese y parece como si estuviéramos haciendo la acusación particular al marxismo.
En otras ocasiones, con Mises y con otros economistas pro-capitalistas, he mantenido enconadas discusiones en torno a los mismos temas, poniéndome en frente de quienes decía que existen axiomas que explican el comportamiento económico humano, como los de la praxeología, el rendimiento marginal y esas vainas. Yo, en economía y sociales, no me creo casi nada. Si saco a colación al marxismo ahora, es solo porque me parece oportuno.

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Aitor Mena
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Aitor Mena » 02 Jul 2013, 21:13

Kaval escribió:
Benito Espinosa escribió:¿Que es ciencia burguesa y que es ciencia proletaria, o de clase? ¿Que similitudes tienen, o que las diferencia?
Esto sería un asunto muy interesante para tratar en otro hilo, quizás. Interesante y también complicado. Creo que un primera lanza para ese debate podría romperse con la imagen del fragmento de un libro que puse en la primera página, la cual nos puede dar pistas sobre esta hipotética (y en mi opinión real) distinción. Para dar quizá algún apunte simplón, diría que la ciencia burguesa tiende a ser funcionalista, cuantitativa e idealista. Y prefiero restringir esta apreciación a la rama social, no porque no se dé en el campo exacto, sino porque ya se me va de las manos la cosa.
Este es un debate interesante. Yo definiria a la ciencia social (económica) burguesa como:
-Con un enfoque ideológico (sistema de ideas) implícito (nunca lo hacen explícito) que determina la visión del fenómeno hasta el punto de distorsionar la descripción de la realidad.
-Con objetos de análisis irrelevantes/irreales para comprender el funcionamiento real de las economías capitalistas. Todo ello en lo referido a las preguntas de investigación a realizar o temas en los que centrarse, los apriorismos (deductivismo) del aspecto concreto a diseccionar, etc.
-Con el uso de técnicas relacionadas con lo anterior que refuerzan el enfoque. En el caso de la economía, sobretodo técnicas matemáticas y cuantitativas, evitando técnicas históricas (y cuando estas existen -historia económica- aisladas de la historia social), evitando enfoques transversales de las diferentes escuelas de pensamiento económico, evitando un análisis social/jurídico más amplio donde insertar en análisis de la actividad económica (de estructura social / modo de regulación), evitando análisis cualitativo, etc.
-Con el resultado de legitimación del statu quo en vez de explicación del mismo para intervenir en él (y transformarlo).
-Con el objetivo de legitimar "cientificamente" "empiricamente" politicas y acciones concretas para reforzar su poder, dominio y beneficios (perjudicando a la mayoría social).

Entiendo que la ciencia social (económica) de clase -crítica, radical- se contrapone a la burguesa en cada uno de los puntos.

Este artículo de los 70 creo que sintetiza bien el enfoque para la economía:

Zweig, M. Paradigmas burgueses y radicales en economía. Revista española de economía, enero-abril 1977.
http://aueconomialternativa.files.wordp ... onomia.pdf

Por cierto, el análisis que se hace en el artículo del Estado en la economia en los diferentes enfoques vale la pena leerlo.

también este artículo complementa

Cherry, R. El sesgo ideológico de la teoría tradicional. Revista española de economía, enero-abril 1977.
http://aueconomialternativa.files.wordp ... cional.pdf
Última edición por Aitor Mena el 03 Jul 2013, 17:35, editado 1 vez en total.
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Aitor Mena
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Re: Sobre las Ciencias Sociales y su supuesto cientificismo

Mensaje por Aitor Mena » 03 Jul 2013, 15:19

Un ejemplo reciente, aplicado del sesgo del análisis económico burgués y sus objetivos lo podemos ver en esta nota del economista laboral Albert Recio (Universitat Autònoma de Barcelona):

http://www.mientrastanto.org/boletin-11 ... presion-22
Salarios, contrato único y dualismo laboral

I

Si en algo han tenido un enorme éxito los políticos neoliberales —y los economistas neoclásicos que legitiman sus propuestas— es en saber elegir el espacio en el que se analizan y se discuten los problemas económicos. Ocurre en el caso de las pensiones, y especialmente en el del paro. Como parten del supuesto de que el mercado capitalista es una máquina que funciona sin fricciones, si existe desempleo éste debe ser consecuencia del mal hacer del mercado laboral, un mercado en el que es evidente el peso que tienen instituciones supuestamente no mercantiles: los sindicatos y la intervención pública. De aquí que su receta frente al paro sea siempre la de las “reformas estructurales”. Un eufemismo para no decir claramente que se quiere un mercado sin sindicatos ni derechos laborales, o, como mínimo, donde ambos desempeñen un papel marginal, de comparsas.

II

En España, donde el paro ha sido un problema persistente y son recurrentes los períodos de desempleo masivo, la respuesta habitual ha sido ir aplicando una tras otra reformas laborales. Pero éstas siempre parecen insuficientes a los ojos de la patronal, los economistas más influyentes (sobre todo los ligados a Fedea) y las grandes organizaciones internacionales (FMI, OCDE, UE). Aunque el argumento no ha dejado de variar, siempre se ha esgrimido el telón de fondo de que en España quedan demasiados restos del paternalismo franquista, que explicarían este anquilosamiento del mercado laboral. (Olvidan que el susodicho paternalismo era en la práctica un modelo autoritario con pocos derechos, salarios bajos, jornadas laborales extenuantes, represión y grandes dosis de informalidad.)

En la crisis de los años setenta el argumento era la ausencia de formas precarias de contratación. Cuando aparecieron las primeras estadísticas sobre empleo temporal (1987), resultó evidente que el peso del mismo era mucho mayor en España que en cualquier otra parte (si no se tiene en cuenta la importancia del empleo informal en muchos países). Entonces tuvieron que rectificar su argumento y descubrieron ideas procedentes de la tradición heterodoxa, como las de “segmentación” y “dualidad”. El argumento era que las reformas habían provocado la aparición de un mercado dual integrado por unos trabajadores muy protegidos (mediante elevados costes de indemnización) y otros totalmente desprotegidos, con contratos temporales que permitían prescindir de ellos a la menor contrariedad. Estas diferencias se traducían en una completa dualidad, entre un sector laboral con empleo estable y capacidad de imponer alzas salariales sustanciales, y otro sector siempre precario, con empleo inestable y forzado a los salarios bajos.

Si uno se entretiene en analizar pormenorizadamente el funcionamiento real del mercado laboral obtiene una pintura mucho más compleja, pero los amantes de este enfoque siempre la niegan. Por ejemplo, si analizamos la distribución de temporales y fijos en las diferentes ramas de actividad, observamos que existen enormes diferencias sectoriales, en gran parte fruto de las condiciones específicas de cada sector. Si analizamos la evolución de los salarios, no hay evidencias de que tener un elevado nivel de temporales en el sector permita a los fijos mejorar ostensiblemente su situación, sino más bien al contrario. Cuando analizamos lo ocurrido en las diferentes coyunturas, podemos observar que en la crisis de 1991-1994 se destruyó más empleo fijo que temporal (lo contrario de lo previsto por su teoría), y podemos observar también que, en el largo período de crecimiento de 1996-2007, en muchos sectores la temporalidad descendió (por efecto de la negociación colectiva y las propias estrategias empresariales), pero en conjunto se mantuvo elevada por dos razones básicas: el fuerte crecimiento del empleo en la construcción (el sector con mayor tasa de temporalidad) y el creciente uso del empleo temporal por parte de la Administración Pública. El desplome de la construcción y los recortes públicos están detrás de la fuerte caída del porcentaje de empleo temporal en la crisis actual, aunque ello no ha servido para proteger realmente a los empleados fijos (de los más de 3 millones de empleos destruidos, una tercera parte son fijos). Cuando estudiamos los datos que ofrecen los estudios basados en la “Muestra de vidas laborales” que proporciona la Seguridad Social, observamos una situación mucho más compleja que la sugerida por este enfoque dual: algunos empleos, como los de la construcción, se caracterizaban por una enorme profusión de contratos temporales, pero, en cambio, daban lugar a mayores salarios y a una cierta carrera profesional que no se encontraba en otros sectores —empleos de servicios personales— donde el empleo era más estable pero las personas recibían salarios muy bajos y no experimentaban ningún tipo de progresión profesional. Al realizar estudios sectoriales, como en la industria de la automoción, hemos podido observar que se generan enormes desigualdades en condiciones de empleo a través de las redes de subcontratación que permiten que personas que realizan actividades de parecida dificultad gocen de condiciones laborales muy diferentes (salario, estabilidad, etc.) en función de la empresa en la que trabajan y del convenio colectivo al que están adscritos. Más que de un mercado dual, con unos “privilegiados” y otros “precarios”, lo que tenemos es un mercado enormemente segmentado, con una gran diversidad de condiciones laborales en función del sector, la empresa, el convenio colectivo, el tipo de contrato y otros factores (como el género o la nacionalidad) que sitúan a las personas en planos desiguales.

III

Pero todo esto suele ser ignorado, minusvalorado o cuestionado por los defensores de la eficiencia del mercado. Como otros dogmáticos, esgrimen una propuesta sencilla que debería bastar para resolver la grave situación de empleo en la que nos han metido: el contrato único. Es decir, un solo contrato laboral —“todos fijos”—, pero con un nivel de indemnización por despido creciente en función de la antigüedad (la indemnización inicial se situaría entre 8 y 12 días por año trabajado y la final, entre los 20 y los 33); un contrato único que iría asociado al derecho irrestricto de las empresas a despedir a un coste previamente conocido. A tenor de esta propuesta, el contrato único sería la llave para resolver dos graves problemas de nuestro mercado laboral: el elevado desempleo y su dualidad. Hay que advertir que, de todas formas, la cosa empieza a no estar clara ni para ellos, puesto que en su última propuesta el contrato laboral se traduce en cuatro formas contractuales: dos de contrato “único” (dos escalas de indemnización según el despido sea o no procedente), un contrato de formación para jóvenes y el recurso a las ETT para los empleos temporales.

Aun aceptando su premisa de partida, que la dualidad es la principal causa de los problemas del mercado laboral, no está claro que su receta vaya a acabar con ello. De hecho, lo que proponen es una completa libertad de despido con costes moderados y crecientes según la antigüedad. En este contexto, despedir a los que llevan poco tiempo será muy fácil y barato, casi igual que ahora. Y no hay que ser un gran experto para ver que si la empresa tiene algún problema no dudará en despedir a los que lleven menos tiempo, que habitualmente ocupan puestos de trabajo menos estructurales y tienen menos experiencia. Si de lo que se trata es de penalizar el excesivo uso de la temporalidad, lo racional sería lo contrario, encarecer el contrato de temporales (con primas salariales o elevados costes de indemnización), algo que sugería un liberal como Adam Smith al considerar que el salario debería compensar las desigualdades laborales en otros aspectos. Curiosamente nunca se les ha ocurrido esta solución, porque el objetivo real del contrato único es otro.

Por una parte, la batalla del contrato único tiene que ver con la vieja demanda patronal del despido libre. De hecho, en España la figura del despido improcedente es una forma de despido libre, pero demasiado onerosa a ojos de los empresarios. Y los estudios comparativos han mostrado que aquí siempre ha sido más fácil, pero no más barato, despedir que en muchos otros países. Al abaratar paulatinamente la indemnización mientras se mantienen los mismos requisitos de procedimiento, simplemente lo que se hace es aproximarnos al despido libre a bajo coste. Como nos recordó la economista británica Jill Rubery en un simposio de economistas heterodoxos, en el mundo anglosajón todos los empleos son, en la práctica, temporales. Nuestros aguerridos economistas puede que tengan, además, una preocupación “estética”: su argumento sobre la rigidez del mercado laboral español contrasta con la evidencia del elevado nivel de contratos temporales, pero si desaparece la diferenciación formal entre ambos, desaparece también la pista estadística que permite afirmar que la precariedad es un rasgo inherente de nuestro mercado laboral. Es cierto que, con la información que se obtiene de la Encuesta de Población Activa, seguiría siendo posible aportar pruebas de las malas condiciones de empleo, pero exigiría un trabajo de especialistas que ahora evita la rotundidad del porcentaje de empleo temporal. La forma de presentar los datos tampoco es neutra, puesto que contribuye a la generación de percepciones sociales. El contrato único es no sólo una forma de avanzar hacia el despido libre, sino también una medida orientada a hacernos creer que nuestro mercado laboral es socialmente aceptable. Algo parecido al hecho de que, al presentar como “ocupada” a cualquier persona que haya trabajado, de forma retribuida, un mínimo de una hora a la semana, se pueda camuflar la proliferación de subocupación y de situaciones laborales que no garantizan la subsistencia.

IV

Para las élites internacionales, el modelo de mercado laboral que hay que propugnar es el de tipo anglosajón, con pocas regulaciones, pocos derechos (una de las condiciones que explican las enormes desigualdades sociales del mundo anglosajón). Desde esta perspectiva es coherente que, junto con el contrato único, se promuevan la limitación de la negociación colectiva a nivel de empresa (o sea, la inexistencia de la negociación colectiva en la mayoría de los empleos) y una política de empleo orientada a forzar a los desempleados a aceptar cualquier trabajo. Lo paradójico es que nos presenten este modelo como el paradigma de un mercado laboral sin diferencias, unitario, cuando la mejor investigación empírica ha mostrado que se trata de un mundo laboral donde la segmentación, la desigualdad (incluso entre personas con un nivel profesional semejante), la inseguridad económica y la proliferación de “working poors” son habituales. Todos los que hemos trabajado en el estudio de la segmentación laboral empezamos aprendiendo del modelo estadounidense y sabemos que, desde la década de los setenta, las cosas han ido a peor.

Sin embargo, para oponerse a lo que significan este contrato único y esta orientación política que plantea el chantaje de o empleo degradado o paro hay que contar con una sólida alternativa, algo que hasta ahora está lejos de haber sido construida a pesar de que existen ideas a desarrollar. Una línea de oposición exige desarrollar un marco analítico diferente, en el que el empleo se sitúe como una resultante del funcionamiento global de la economía, en el que las formas de empleo deben ponerse en relación con el modelo de distribución de la renta, con la lógica de las necesidades sociales.

El keynesianismo fue un intento de tratar de compatibilizar el capitalismo con unas condiciones económicas decentes para todo el mundo. La crisis de los años setenta significó la liquidación de este intento tanto en el plano real como en el intelectual. Buena parte de la izquierda ha seguido apegada a la idea del retorno al keynesianismo (y en la práctica ha acabado llevando a cabo una política de adaptación a las exigencias neoliberales). La crisis actual, con el fracaso palpable de las políticas neoliberales, ha puesto de manifiesto que, sin embargo, las élites perseveran en sus visiones y no muestran ninguna intención de retorno al capitalismo de pacto social. No nos queda otra que construir un marco analítico alternativo, orientado a promover un modelo económico universal, a superar los problemas que contribuyeron al naufragio de las políticas keynesianas de pleno empleo y a dotar a la mayoría de la población de propuestas sólidas en las que basar sus justas luchas sociales.
Autobusean ez duk ohiturazko aurpegia, aurrera egiteko hoa inoiz ez bezala

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