¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Anarquismo e Independentismo vs. Nacionalismo. ¿Cómo afronta el Anarquismo la existencia de "naciones" y "movimientos de liberación nacional"?
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Lebion
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Lebion » 14 Ene 2013, 12:48

El progreso de la humanidad
[Este texto de E. Reclus ha sido extraído del número 51 de la «Publicación difusora de las ideas anarquistas» Amor y Rabia, de enero de 1999, en la cual Reclus nos defiende la aspiración universal del ideal anarquista: nuestra gran patria que es la humanidad toda.]
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Y sin embargo, en nuestros días el sentimentalismo humanitario está en baja; todos nuestros grandes escritores, todos los hombres de Estado derrochan ingenio a expensas de esa pobre sentimentalidad, debido a que la segunda mitad del siglo XIX ha sido fértil en enseñanzas relativas a las formas que a veces toma el progreso. Los revolucionarios de 1848 lanzaron con brillo particular la palabra «humanidad», pero aquellas buenas gentes, en su profunda ignorancia, no tenían idea alguna de las dificultades que habían de encontrar a su propaganda, y fue muy fácil ridiculizarlos después de la derrota. Vino después la Guerra Franco-Prusiana, que elevó a la cúspide de la gloria la política bismarckiana, floreciente en la sentimental Alemania. Se puso empeño en copiar, aunque con general incapacidad, la manera de obrar del Canciller de Hierro, cuya sombra reina aún sobre nosotros. A la libertad de Grecia y de las Dos Sicilias, a las aclamaciones que saludaron un Byron, un Kossuth, un Garibaldi, un Herzen, ha sucedido la conducta más prudente ante las carnicerías de Armenia, las matanzas del África austral y los pogromos de Rusia. En todos los países de Occidente domina un ardiente nacionalismo, y en general las fronteras se han reforzado desde hace cincuenta años. Hemos visto también, en la Gran Bretaña, la idea republicana, que reunía muchos partidarios antes de 1870, borrarse poco a poco de la política corriente, y lo mismo sucede en todos los países civilizados respecto de las «utopías» más generosas. Habría motivo para desanimarse considerando esas evoluciones innegables como retrocesos definitivos, si se perdiera de vista la investigación de las causas; pero cuando se ha comprendido el funcionamiento de esas reacciones, no puede conservarse la menor duda de que ha de resonar nuevamente el grito de «humanidad» cuando los «humillados y ofendidos», que no ha dejado de pronunciarse entre sí, se hayan asimilado un perfecto conocimiento científico; cuando hayan adquirido una mayor destreza en su inteligencia internacional, se sentirán bastante fuertes hasta impedir para siempre toda amenaza de guerra.

Por graves, por llenas de peligros que puedan ser en sus detalles las discusiones entre los gobiernos rivales, esas disputas, aún seguidas de guerras, no pueden tener consecuencias análogas a las de las luchas de otros tiempos que hicieron desaparecer los hititas, los elamitas, los sumerios y acadios, los asirios, los persas y, antes que ellos, tantas civilizaciones cuyos nombres hasta nos son desconocidos. En realidad, todas las naciones, incluso las que se tienen por enemigas, constituyen, a pesar de sus jefes y de las supervivencias de odios, una sola nación cuyos progresos locales reaccionan sobre el conjunto y constituyen un progreso general. Los que el «filósofo desconocido» del siglo XVIII llamaba los«hombres de deseo», es decir, los que quieren el bien y trabajan para realizarlo, son ya muy numerosos y bastante activos y armoniosamente agrupados en una nación moral para que su obra de progreso se sobreponga a los elementos de retroceso y de disociación que producen los odios supervivientes.

A esa nación nueva, compuesta de individuos libres, independientes los unos de los otros, pero tanto más amantes y solidarios; a esa humanidad en formación hay que dirigirse para la propaganda de todas las ideas que parecen justas y renovadoras. La gran patria se ha ensanchado hasta las antípodas, y como tiene conciencia de sí misma, siente la necesidad de darse una lengua común: no basta que los nuevos conciudadanos se adivinen de un extremo a otro del mundo, es preciso que se comprendan plenamente, pudiendo deducirse en conclusión y con toda certidumbre que el lenguaje deseado verá la luz: todo ideal fuertemente deseado se realiza.

Esta unión espontánea de los hombres de buena voluntad por encima de las fronteras, quita todo valor directivo a las «leyes», falsamente denominadas, que se han deducido de la evolución anterior de la historia y que, no obstante, merecen ser clasificadas en la memoria de los hombres como habiendo tenido su verdad relativa.

ELISÉE RECLUS, 1905.
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Fionn Mac Cumhaill
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 14 Ene 2013, 12:54

Lebion escribió:nuestra gran patria que es la humanidad toda.
¿Qué es eso?
El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
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les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por UnSolPost? » 15 Ene 2013, 11:29

Del dret de no pertinença.

Difícil, impossible entendre des d'occident, negador. Diria ell, com? Que no vols pertànyer al summum? Sens dubte, pensa, deus ser un marginat, un leprós irrecuperable.

Aquest dret, principi i fi de la dignitat humana, és el que ens hem vingut negant des de temps immemorials. Parlem d'inclusivitat, democràcia, coneixement, progrés; creem mites, ideologies, normes, preceptes, lleis al seu servei. Fet això només cal capturar els nadons i posar-los, abans de que puguin percebre cap altre horitzó, entre les quatre parets que des del principi fins a la fi anomenaran el seu món. Un món ple de felicitat al servei del seu gestor.

Però ai de qui albiri més enllà! No tindrà terra, aigua, aires, on desenvolupar la vida des de l'atreviment, el repte. Es senzill, tot això ja te amo, un amo tan gentil que el deixa escollir entre el sí o sí de la pertinença. Si escull, qualsevol glopada d'aigua, qualsevol inspiració li serà discutida, si no escull, l'aparell seductor de retaguàrdia farà que qualsevol empassada de saliva que faci li sàpiga a sang. Diu l'aborigen: jo no entenc del vostre dret. Quans aborígens han mort! Quants han de morir! I tot per no entendre!

Jo sóc aborigen fins que en un empassar saliva una avinguda de sang m'ofegui. I tot per no acceptar el vostre dret a pertànyer, l'únic dret possible.

Del derecho de no pertenencia.

Difícil, imposible de entender desde occidente, negador. Diría él ¿Cómo? ¿Que no quieres pertenecer al summum? Sin duda, piensa, debes se un marginado, un leproso irrecuperable.

Este derecho, principio y fin de la dignidad humana, es el que se nos ha venido negando desde tiempos inmemoriales. Hablamos de inclusividad, de democracia, conocimiento, progreso; creamos mitos, ideologías, normas, preceptos, leyes a su servicio. Hecho esto sólo queda capturar los bebés y ponerlos, antes de que puedan percibir ningún otro horizonte, entre las cuatro paredes que desde el principio hasta el final llamarán su mundo. Un mundo lleno de felicidad al servicio de su gestor.

Pero ¡hay de quien divise más allá! No tendrá tierra, agua, aires, donde desarrollar la vida desde el atrevimiento, el reto. Es sencillo, todo esto ya tiene un amo, un amo tan gentil que le deja escoger entre el sí o sí de la pertenencia. Si escoge, cada sorbo de agua, cualquier inspiración le será discutida, si no escoge, el aparato seductor de retaguardia hará que cualquier tragar saliva le sepa a sangre. Dice al aborigen: yo no entiendo vuestro derecho. ¡Cuantos aborígenes han muerto! ¡Cuantos tienen que morir! ¡Y todo por no entender!

Yo soy aborigen hasta que en un tragar saliva una avenida de sangre me ahogue. Todo por no aceptar vuestro derecho a pertenecer, el único derecho posible.



Finalment, no em vull refugiar en escrits per deixar de lluitar per la gent que pateix opressió aquí (o arreu del món) i ara.
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"S'ha suggerit que l'origen de cilis i flagels va ser simbiogenètic, encara que sense proves". Occident, darwinista abans que Darwin i per a consagració d'ell, sempre ha tingut dificultats per trobar-les. La ciència, summum cognitiu de la nostra cultura, mai les ha buscades amb la vehemència que busca les altres.

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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Lebion » 15 Ene 2013, 11:46

Fionn Mac Cumhaill escribió:
Lebion escribió:nuestra gran patria que es la humanidad toda.
¿Qué es eso?
Es de la nota de quien cuelga el texto, que se me olvidó poner el link:

http://grupostirner.blogspot.com.es/201 ... nidad.html
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 15 Ene 2013, 12:23

Gracias, UnSolPost?, porque nunca se me habría ocurrido formularlo. Derecho de No Pertenencia. Me lo aplico, respecto de la humanidad toda, de la nación y de las naciones, de la UE y de lo que venga.
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por UnSolPost? » 15 Ene 2013, 19:32

Fionn Mac Cumhaill, estem aquí per compartir :wink:
softcatala.org/traductor

"S'ha suggerit que l'origen de cilis i flagels va ser simbiogenètic, encara que sense proves". Occident, darwinista abans que Darwin i per a consagració d'ell, sempre ha tingut dificultats per trobar-les. La ciència, summum cognitiu de la nostra cultura, mai les ha buscades amb la vehemència que busca les altres.

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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por BOP » 20 Ene 2013, 21:45

¿Qué opináis de lo dicho por Bakunin? Dejo un enlace:

http://www.nodo50.org/fau/teoria_anarqu ... unin/4.htm
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Fotallesa » 31 Ene 2013, 00:50

Insurrecto_HxC escribió: Pero despues de viajar por casi toda andalucia, me dado cuenta q es una falacia y un cuento muy mal elaborado por cierto, porque se ha intentado construir una identidad andaluza a partir de la nada, se pone como ejemplo el dialecto, pero de una provincia a otra hay cambios muy significativos, se pone como ejemplo de folclore el flamenco o la sevillana , pero las sevillanas son mas bien propias unicamente de sevilla y el flamenco es un rasgo de la identidad de la etnia gitana... el carnaval de cadiz ES DE CADIZ no de toda andalucia , porqe hay gente de todo el mundo q le gustan las chirigotas y eso nolo hacen andaluces ni gaditanos.... la gastronomia lo mismo... cambia hasta la manera de llamarle a una misma comida,la preparacion....en general andalucia me parece el producto de ansias de grandeza o envidias hacia otras comunidades, y el patriotismo andaluz simplemente ridiculo, no hay por donde cojerlo, hablando mas de 5 minutos con uno te das cuenta de los disparates que dicen, por ejemplo hablando de al-andalus, pero al-andalus se expandia por toda la peninsula e igualmente estaba divida en distintos reinos....

andalucia es un invento igual que lo es españa.
Aplica los mismos razonamientos a cualquier territorio que algunos reivindiquen como nacional y llegarás a las mismas conclusiones ¿O no hay diferencias dialectales y folklóricas en Cataluña, en Euskadi, en Galicia o en Castilla? ¿No le gusta el chotis o el pantumaca a gente de todo el mundo? ¿No se remontan sus nacionalismos a entidades políticas que poco o nada tienen que ver con los territorios actuales?.
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Fionn Mac Cumhaill
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Re: ¿Qué tengo yo que ver contigo? Sobre sentir la nación

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 31 Ene 2013, 10:22

Quien más o quien menos de los que aquí estamos vivimos según ciertos patrones capitalistas y eso no significa que nos guste o nos sintamos identificados con ellos, se trata de una imposición sociocultural, militar y económica.

Si nos ponemos en ese plan, decir que el único valor objetivo es el más arbitrario de todos: el puto dinero. Si lo tienes pasas, si no, no pasas. Y sobre el dinero no pueden construirse identidades abstractas de ningún tipo, sino muy materiales y prácticas: clase alta, clase baja. El capitalismo es muy internacionalista, y el racismo no dura mucho cuando se tiene la cartera llena de billetes.

Es que nos están haciendo pensar como ellos...
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