EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

La lucha desde dentro y contra la Prisión, reformatorios, centros psiquiátricos, manicomios. Videovigilancia y técnicas de seguimiento y control. Represión contra el movimiento libertario. Situación de l@s menores, represaliad@s, pres@s, excluíd@s...
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yoSkAn
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EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por yoSkAn » 15 Dic 2011, 10:09

Pues nada, he topado con este texto de la FIJA, que personalmente, aunq creo que tiene críticas que pudieran ser razonables, las formas me aprecen insultantes

Este texto, de autores anónimos, ha sido extraído de Jake Libertario nº 19, FIJL, 2002. El Grupo Anarquista Star, adherido a la FIJA, lo ha reeditado bajo el aspecto de un folleto que se está distribuyendo por algunos actos y espacios antiautoritarios de Madrid.

En los últimos años, en nuestros medios, se ha venido hablando constantemente de presos en lucha, de huelgas de hambre, de rebeldes sociales, de reivindicaciones (la abolición del FIES y tres más, que sabemos os la sabéis de carrerilla)...

Partiendo de que algo de lucha real ha habido en todo esto, queremos hacer una crítica (más corrosiva que constructiva) a lo que está siendo el "fenómeno presista" para tratar de discernir enre lo poco que ha habido de lucha y comunicación real, y lo mucho que ha habido de folklore o "lucha simulada". Sobre todo queremos hacer una mención especial a esa lucha y que a día de hoy se han convertido en parte importante del fenómeno presista.

¿Qué entendemos por “fenómeno presista”?

Para poner en situación, aunque probablemente sea más que conocida, haremos un breve resumen de lo acontecido. Antes de 1999 había algunas pocas personas y grupos que mantenían contacto (mediante correspondencia y visitas) con presos, pero fue a raíz de la primera Huelga de Hambre Indefinida (y colectiva) cuando se dio a conocer a todo el entorno-movimiento libertario (antiautoritario o antirrepresivo) la situación en las cárceles.

Es evidente que a partir de entonces salieron como champiñones los grupos de apoyo a presos, las publicaciones repletas de comunicados y de direcciones de "compañeros presos"... En bastantes ciudades se realizaron acciones de apoyo a los presos y en solidaridad con sus reivindicaciones. El lema fue: "¡¡Su lucha es nuestra lucha!!". Y eso estuvo bien... Mientras hubo lucha, claro.

Desde entonces ha habido varios encuentros "anticarcelarios" en los que se ha podido divagar a gusto sobre nuestro papel en esta lucha y sobre cómo podiamos extenderla. Todo quedaba en una bien intencionada, pero abstracta, declaración de propósitos: difusión, coordinación y futuras cajas de resistencia.

La coordinación conseguida siempre ha sido la mínima, la estrictamente imprescindible para que todo el tinglado no se hundiese. Y a lo que hemos llamado coordinación no es más que al esfuerzo constante de contadas personas, que curiosamente son las que menos han hecho gala del estúpido protagonismo que tanto abunda ahí.

Y, en cuanto a las famosas cajas de resistencia... Se trató el tema, se especuló, se insinuó, pero se tuvo que recordar que de ello no se habla, SE HACE.

Lo que sí se logró fue la extensión-difusión de la pseudo-lucha, pero solo cuantitativamente (ningún avance cualitativo hemos apreciado). Fueron muchas las personas que empezaron a cartearse con compañeros (y no tan compañeros) que están prisioneros del odiado Estado capitalista y opresor. Y muchos, también, los presos que hicieron lo mismo con los nuevos compañeros de la calle. Todos se convirtieron en "queridos amigos" y se dijeron "salud, compañero"... Pero, ¿y después qué?

Decimos lo de pseudo-lucha porque pensamos que escribir dos docenas de cartas al mes y hacer un par de visitas al talego no puede ser considerado como una lucha o enfrentamiento (con lo cual no estamos diciendo que deje de hacerse, sino tan sólo que no se pretenda hacer ceer que es esa práctica lo más subversido y revolucionario que podamos hacer).

Además, muchos parecen olvidar que se trata de una "lucha" parcial. No por ello queremos relegarla a un segundo plano, sólo queremos recordar que mientras haya Estado-capital habrá cárceles (aunque varíen o se transformen), mientras haya obsesión-alienación habrá presos (tanto dentro como fuera de los muros).

En los 80' fue la insumisión; en los 90', la okupación, y ahora es el presismo. Parece ser que en cada momento nos dejamos arrastrar por la lucha "que se lleva", como si de una moda se tratase, sin ser capaces de practicar nuestra resistencia-ataque en todos los frentes.

En su momento, desde los Colectivos, Grupos e Individualidades anarquistas no se planteó una estrategia de lucha anticarcelaria desde una práctica anarquista, nos dejamos llevar por las formas que más tarde configurarían el fenómeno presista.

Cuando hablamos de presismo no nos estamos refiriendo a la lucha contra las cárceles desde una óptica revolucionaria y desde una práctica tan real como radical, sino a todas estas prácticas, que ya son costumbres para muchos, que se supone consisten en el "apoyo a los presos" considerado en abstracto. Es decir, que el presismo es aquello en lo que ha quedado reducida y desvirtuada la lucha contra las cárceles.

Algunas de las características que más no llaman la atención de este apoyo presista son las que siguen:

Idealización, casi mitificación, de los "compañeros presos"

Aparte de que muy poco criterio usamos al considerar a alguien compañero sin apenas conocerlo (¿será que no suponen mucho para nosotros Ios compañeros o que, previamente, hemos vaciado de contenido el término?), hemos observado una progresiva idealización de quienes, desde dentro de las cárceles, protestan por las condiciones que la Institución Exterminadora les impone. Todo aquel cuyo nombre siga a un comunicado, ya está en lucha. Todo aquel que pase un día sin comer o sin salir al patio, también lo está. Y así, con la colaboración de nuestras imparables ganas de ir sumando, hemos confeccionado unas extensas listas de "presos en lucha", listas que son más ficticias que extensas porque cuando nos hemos puesto en serio a confirmarlas han aparecido más tachones que nombres.

Esta actitud de sumar adeptos a nuestra causa e idealizarlos es la herencia de la engañosa ley del número y la cultura de la masa. Para Ios marxistas clásicos y Ios neo-marxistas (también aún para muchos ácratas), la clase obrera o el proletariado era aquel ente casi místico que, independientemente de lo que hiciese o cómo lo hiciese, era revolucionario en sí mismo y por naturaleza. Pues de igual modo, para Ios presistas, el preso en general, y "los compañeros presos" en particular, son, si no revolucionarios, sí rebeldes por definición.

Claro que en las cárceles hay algunos pocos compañeros anarquistas (y otros revolucionarios). También hay rebeldes, luchadores, atracadores... Pero no son todos los están, ni están todos los que son.

Estas confusiones han conducido hasta el hecho de inflar descaradamente (fuese la intención mejor o peor) las cifras de huelguistas participantes en la última huelga de hambre colectiva. Y aún queremos ir más lejos: ¿dónde están los "luchadores irreducibles" que salen en "libertad"?, ¿qué hacen?, ¿de qué forma prosiguen la lucha y se solidarizan con sus "hermaos presos"? Cuántas palabras que se las lleva una simple brisa...

¿Hasta qué punto es rebelde o revolucionario quien atraca-roba-expropia para "vivir" a todo trapo (es que a todo se le llama Vida)? Sí, de acuerdo, no se vende por un sucio salario, no se prostituye ocho horas al día, ni cuatro. Puede conservar el odio al estado (porque lo asocia a la cárcel), pero... El odio al capital es otro tema. Habladle de abolir el podrido dinero, pero a la vez tratad de darle alguna respuesta a cómo podrá entonces tener ese buen coche, buena ropa y buena fiesta, si no queréis que os mande rápidamente a la mierda.

El hecho de atentar contra la propiedad privada puede significar, de forma consciente o inconsciente, estar contra la desigualdad social, pero no podemos ser tan ilusos como para pensar que siempre es así. Quizás se atenta contra la propiedad privada por no estar de acuerdo con la distribución actual de la misma (por querer más trozo del pastel), no por rechazar la propiedad, ni siquiera la desigualdad.

El pensar en conseguir la pasta necesaria para "montar un pequeño negocio y vivir de las rentas" no significa otra cosa que la aceptación o claudicación ante las ideas capitalistas.

Por nuestra parte tenemos claro que nuestros compañeros, presos o no, son rebeldes y anticapitalistas, de hecho o en potencia, pero no burgueses en potencia (aunque atraquen en lugar de trabajar). A estos les consideramos sin lugar a dudas nuestros enemigos, por triste y penosa que haya sido su vida antes y después de su paso por la cárcel.

Tantas ganas tenemos de ser más, que vemos anarquistas donde no los hay. Se es anarquista o revolucionario por convicción, no por conveniencia. Esto, tan evidente y simple, nos lo han tenido que recordar decenas de veces algunos amigos y compañeros que tenemos en las cárceles.

Nos hemos apropiado de una engañosa barita mágica que, simplemente por proximidad o contacto, va adjudicando la etiqueta de "anarquista" como si de un simple adjetivo se tratase. Como se vio que se iba un poco la mano y lo de las "masas anarquistas dentro de las prisiones" no se sostenía por ninguna parte, se optó por un término algo más genérico y fácil de otorgar. Y así aparecieron las "masas de rebeldes sociales" que pueblan hoy las cárceles...

Idealización, casi mitificación, de los que apoyan a los "compañeros presos"

No sólo les hemos puesto en un pedestal a ellos, sino que nos hemos subido nosotros también. Hoy, para ser algo o alguien dentro del movimiento presista, tienes que escribirte con al menos tres de los presos más conocidos y admirados (y, a poder ser, hacerte colega de ellos), darte a conocer todo lo que puedas y no mandar menos de X cartas a la semana (no concretamos cifra porque dependerá de la fama del destinatario en cuestión; algunas cartas valen por dos o, incluso, por tres).

De esta forma podrás participar sin problema alguno en las tertulias presistas (sea mediante reuniones o mediante cartas con otros "puntos de apoyo") y navegar por las páginas presistas sin temor a no saber de qué ostias están hablando. Todos sabemos quién es fulanito, en qué cárcel está y de qué cárcel viene. Poco a poco iremos descubriendo con quién se escribe cada cual, con quién puede verse y con quién no, y así, "trazando lazos de solidaridad", se va formando la gran familia feliz presista. Si no somos hermanos, seremos primos, aunque sea lejanos. Todos tenemos cabida.

Así pues, los "solidarios con los presos" se constituyen en una categoría diferenciada (para alguno, incluso superior) de revolucionarios. No es dificil encontrarse con quien afirma que la "lucha contra las cárceles" es la lucha principal e indispensable porque la cárcel es la forma más clara de opresión por parte del estado. Nos negamos a establecer jerarquía alguna entre las luchas, pues el sistema de dominio no reposa sobre un exclusivo pilar, y sólo a través de un enfrentamiento global-integral tendremos posibilidades de acabar con lo que nos priva de la libertad que deseamos.

Fragmentando las luchas, especializándonos en una de ellas, y perdiendo la mirada en nuestro propio ombligo, muy lejos no llegaremos. No son pocos Ios que han olvidado por completo los demás frentes, ignorándolos consciente o inconscientemente. Hay quien ya no espera la Revolución porque la HACE, pero también hay quien ni la espera ni la hace porque ya no sabe qué desea además de la abolición del FIES, la excarcelación de los enfermos terminales, el cese de la dispersión... ¿Qué harán si un día caen los muros porque el estado deja de necesitar las cárceles para mantener el control?

No hay libertad en las cárceles pero tampoco la hay fuera de ellas, así que o la conquistamos plenamente o no habremos derribado ni un solo muro.

Grupos ¿anarquistas? de apoyo a presos

¿Anarquistas o, tal vez, asistencialistas? Éste es con toda seguridad el punto más serio y a la vez el más triste, ya que deja en evidencia la falta de criterio de Ios anarquistas para llevar a cabo una lucha con una teoría y, sobre todo, con una práctica tan propia como real.

¿Conocéis la historia de unos anarquistas que empezaron pensando que podrían luchar codo con codo con sus "hermanos presos" por la LIBERTAD y acabaron mandando recados, tarjetas de teléfono, giros y pasando comunicados? Ésa fue toda su lucha y sigue siendo la de muchos.

Nos hemos dedicado a editar boletines, revistas..., que, lejos de ser medios de comunicación entre personas y utilizarlo además como arma que ataca y transgrede los muros (cualesquiera que sean), han quedado en meros relatos personales que nada aportan y poco daño hacen, y en el peor de los casos han servido como páginas de contactos entre gente de dentro-fuera o fuera-dentro.

La cárcel es una institución y, como tal, tiene caras públicas que la representan y caras menos públicas que la sostienen. Tiene edificios e infraestructura. Tiene tantas facetas a las que los anarquistas podemos hacer sentir nuestra rabia...

No somos cristianos, ni budistas, ni presistas. No queremos apoyar ni asistir a los presos, tan sólo queremos que deje de haberlos fuera y dentro de las cárceles.

Sobre los Círculos de familiares y amigos

Ya hemos dicho que nos oponemos a las cárceles desde una perspectiva propia, que no es la misma que la de la Asociación por los Derechos Humanos, ni la de las diversas Coordinadoras y ONG's.

Algunos indican que lo que tendríamos que hacer es reunimos con los familiares de los presos y crear así una "red social", quizá similar a la que existió en tiempos de la COPEL. También se dice que podríamos dedicarnos a recaudar fondos para ayudar a las familias de presos que lo necesiten.

Pero no, no vamos a hacer nada de eso, porque, inevitablemente, estamos al lado de quienes se enfrentan a este estado de cosas (cárcel incluida), sean amigos o no de presos, tengan o no algún familiar dentro. Nuestro círculo, nuestro clan, nuestra gente, son los que desean ir con nosotros desde el principio y hasta el final, no quienes se quedarán a medio camino cuando hayan logrado suavizar y democratizar la cárcel, o cuando su hijo-hermano-amigo haya podido salir del aislamiento, esté en una cárcel más cercana o haya salido en libertad.

No queremos tampoco a nuestro lado a aquellos que no desean la cárcel para los suyos pero no se la cuestionan para los demás (o que consideran que quienes deberían estar dentro son los terroristas, y no se refieren precisamente al Estado-capital).

Y sobre las "familias", ¿no estábamos como anarquistas por la destrucción de la familia como institución opresiva, limitadora y impuesta? ¿O eso será después de acabar con la cárcel?

Comunicación real o ficticia

Otro aspecto curioso del presismo es su concepto de comunicación. Para Ios presistas, conocer o estar en contacto con alguien también es escribirse, de vez en cuando, una hoja con cuatro líneas (o con cuatrocientas) pero sin decirse absolutamente nada, sin compartir más que las típicas frases hechas que parece que vienen en algún tipo de carta-modelo que se debió distribuir al principio de esta "lucha". Escribir por compromiso no aporta nada ni a quien lo hace ni a quien lo recibe. Lo que hay que potenciar son las relaciones reales en las que tras el mutuo conocimiento e intercambio de ideas pueda surgir la complicidad, el compañerismo y/o la amistad. Pues mucho es lo que nos podemos aportar unos a otros, de lo cual puede salir fortalecida nuestra lucha.

Después está lo que ya no es ni comunicación: el cotilleo generalizado. Poco podemos decir sobre esto que todos no sepamos ya. Los chismorreos talegueros (tanto dentro como fuera) nada tienen que envidiar a los programas del corazón. Como decíamos antes, todos acabamos sabiendo quién es colega de quién, quiénes no se tragan, quién es "novio" de tal cual... ¿También forma parte esto de la "lucha presista"?

Desmitifiquemos al preso por su condición de recluido, porque tal condición no es más que una imposición del Estado. El, antes que preso, es PERSONA, y como tal tendrá sus ideas e inquietudes. En base a éstas estableceremos o no nuestras afinidades-complicidades.

Desmitifiquemos la "lucha contra las cárceles", pues muy a menudo no deja de ser un simple apoyo y responde más a un sentimiento caritativo hacia el que se considera débil e indefenso, que a un deseo real de acabar con la institución penitenciaria y el estado de las cosas que la hace necesaria.

ORGANÍCEMONOS Y LUCHEMOS POR EL COMUNISMO LIBERTARIO.
extraído de
http://grupoanarquistastar.blogspot.com ... n-del.html
Tanto gilipollas y tan pocas balas.

¿Y qué pasa si el cambio climático es un engaño y estamos creando un mundo mejor para nada?

http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/

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Jorge.
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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por Jorge. » 15 Dic 2011, 10:14

Me parece poco constructivo. ¿Qué hicieron los autores de la reflexión estos diez años desde que se publicó el escrito? No es una pregunta retórica. Me interesa.

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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por yoSkAn » 15 Dic 2011, 11:05

Primero me gustaría decir que si cuelgo y critico este texto no es, precisamente, porque se me pueda considerar presista. De hecho, haciendo memoria, creo que sólo he mantenido correspondencia con presxs a quienes conociera previamente, y además eran comunes pero coño, colegas.

Y vamos con el texto de Janfry Wein
Partiendo de que algo de lucha real ha habido en todo esto, queremos hacer una crítica (más corrosiva que constructiva) a lo que está siendo el "fenómeno presista" para tratar de discernir enre lo poco que ha habido de lucha y comunicación real, y lo mucho que ha habido de folklore o "lucha simulada". Sobre todo queremos hacer una mención especial a esa lucha y que a día de hoy se han convertido en parte importante del fenómeno presista.

Vale, al menos se dan cuenta.
¿Qué entendemos por “fenómeno presista”?

Para poner en situación, aunque probablemente sea más que conocida, haremos un breve resumen de lo acontecido. Antes de 1999 había algunas pocas personas y grupos que mantenían contacto (mediante correspondencia y visitas) con presos, pero fue a raíz de la primera Huelga de Hambre Indefinida (y colectiva) cuando se dio a conocer a todo el entorno-movimiento libertario (antiautoritario o antirrepresivo) la situación en las cárceles.
A mi esto de poner en 1999 el momento en que se da a conocer al entorno-movimiento libertario la situación de las cárceles ya se me hace, como poco, erróneo en la datación.

Es evidente que a partir de entonces salieron como champiñones los grupos de apoyo a presos, las publicaciones repletas de comunicados y de direcciones de "compañeros presos"... En bastantes ciudades se realizaron acciones de apoyo a los presos y en solidaridad con sus reivindicaciones. El lema fue: "¡¡Su lucha es nuestra lucha!!". Y eso estuvo bien... Mientras hubo lucha, claro.

Desde entonces ha habido varios encuentros "anticarcelarios" en los que se ha podido divagar a gusto sobre nuestro papel en esta lucha y sobre cómo podiamos extenderla. Todo quedaba en una bien intencionada, pero abstracta, declaración de propósitos: difusión, coordinación y futuras cajas de resistencia.

La coordinación conseguida siempre ha sido la mínima, la estrictamente imprescindible para que todo el tinglado no se hundiese. Y a lo que hemos llamado coordinación no es más que al esfuerzo constante de contadas personas, que curiosamente son las que menos han hecho gala del estúpido protagonismo que tanto abunda ahí.

Y, en cuanto a las famosas cajas de resistencia... Se trató el tema, se especuló, se insinuó, pero se tuvo que recordar que de ello no se habla, SE HACE.
Esta crítica la entiendo, y además es aplicable a otras muchas. Siempre es complicado.
Lo que sí se logró fue la extensión-difusión de la pseudo-lucha, pero solo cuantitativamente (ningún avance cualitativo hemos apreciado). Fueron muchas las personas que empezaron a cartearse con compañeros (y no tan compañeros) que están prisioneros del odiado Estado capitalista y opresor. Y muchos, también, los presos que hicieron lo mismo con los nuevos compañeros de la calle. Todos se convirtieron en "queridos amigos" y se dijeron "salud, compañero"... Pero, ¿y después qué?

Decimos lo de pseudo-lucha porque pensamos que escribir dos docenas de cartas al mes y hacer un par de visitas al talego no puede ser considerado como una lucha o enfrentamiento (con lo cual no estamos diciendo que deje de hacerse, sino tan sólo que no se pretenda hacer ceer que es esa práctica lo más subversido y revolucionario que podamos hacer).

Además, muchos parecen olvidar que se trata de una "lucha" parcial. No por ello queremos relegarla a un segundo plano, sólo queremos recordar que mientras haya Estado-capital habrá cárceles (aunque varíen o se transformen), mientras haya obsesión-alienación habrá presos (tanto dentro como fuera de los muros).
Que está muy bien lo de que sepamos diferenciar las cosas, pero ya estamos soltando lo de luchas parciales (porque el tiempo de las perosnas es limitado, aún no he conocido a nadie que se dedique a todo, y por dedicarse, me refiero no a apoyar, o a asistir a eventos que montan otros, sino a, efectivamente, etar en uno d elso engranajes de algun proyecto. No conozco a nadie que consiga estar en todos los engranajes, y si lo conociera, igual me asustaría). Y por otra parte, pensaba yo que eso del apoyo mutuo y la solidaridad tb implciaban estas cosas.
En los 80' fue la insumisión; en los 90', la okupación, y ahora es el presismo. Parece ser que en cada momento nos dejamos arrastrar por la lucha "que se lleva", como si de una moda se tratase, sin ser capaces de practicar nuestra resistencia-ataque en todos los frentes.
Vuelvo a lo anterior. Los kolektivos que he conocido (y en alguno en que he militado) que "se dedicaba a todo", realmente se dedicaba a hacer propaganda y apoyo a grupos que se dedicaban íntegramente a una cosa. Es que es imposible hacerlo todo. Hay quien se dedica más a unas luchas que a otras, y luego hay que trabajar, dormir, y hasta tener vida social.

En su momento, desde los Colectivos, Grupos e Individualidades anarquistas no se planteó una estrategia de lucha anticarcelaria desde una práctica anarquista, nos dejamos llevar por las formas que más tarde configurarían el fenómeno presista.

Cuando hablamos de presismo no nos estamos refiriendo a la lucha contra las cárceles desde una óptica revolucionaria y desde una práctica tan real como radical, sino a todas estas prácticas, que ya son costumbres para muchos, que se supone consisten en el "apoyo a los presos" considerado en abstracto. Es decir, que el presismo es aquello en lo que ha quedado reducida y desvirtuada la lucha contra las cárceles.

Algunas de las características que más no llaman la atención de este apoyo presista son las que siguen:

Idealización, casi mitificación, de los "compañeros presos"

Aparte de que muy poco criterio usamos al considerar a alguien compañero sin apenas conocerlo (¿será que no suponen mucho para nosotros Ios compañeros o que, previamente, hemos vaciado de contenido el término?), hemos observado una progresiva idealización de quienes, desde dentro de las cárceles, protestan por las condiciones que la Institución Exterminadora les impone. Todo aquel cuyo nombre siga a un comunicado, ya está en lucha. Todo aquel que pase un día sin comer o sin salir al patio, también lo está. Y así, con la colaboración de nuestras imparables ganas de ir sumando, hemos confeccionado unas extensas listas de "presos en lucha", listas que son más ficticias que extensas porque cuando nos hemos puesto en serio a confirmarlas han aparecido más tachones que nombres.
lo de considerar a alguien compañero sin apenas conocerlo, yo diría que tiene más que ver con ese sentimiento de hermanamiento que se ha difundido tanto en el anarquismo, y que a mi al menos me parece positivo. La próxima vez que haya un llamamiento en protesta al encarcelamiento de un compañero, muchos podrían decir "oh, qué pronto le llamas compañero, yo no le conocía, paso de ir". Hostias, algo de cuidadito en cargarnos el sentimiento de solidaridad!!
Sobre los listados de pres@s en lucha, pues sí, es una pena que no se actualicen.
Esta actitud de sumar adeptos a nuestra causa e idealizarlos es la herencia de la engañosa ley del número y la cultura de la masa. Para Ios marxistas clásicos y Ios neo-marxistas (también aún para muchos ácratas), la clase obrera o el proletariado era aquel ente casi místico que, independientemente de lo que hiciese o cómo lo hiciese, era revolucionario en sí mismo y por naturaleza. Pues de igual modo, para Ios presistas, el preso en general, y "los compañeros presos" en particular, son, si no revolucionarios, sí rebeldes por definición.

Claro que en las cárceles hay algunos pocos compañeros anarquistas (y otros revolucionarios). También hay rebeldes, luchadores, atracadores... Pero no son todos los están, ni están todos los que son.

Estas confusiones han conducido hasta el hecho de inflar descaradamente (fuese la intención mejor o peor) las cifras de huelguistas participantes en la última huelga de hambre colectiva. Y aún queremos ir más lejos: ¿dónde están los "luchadores irreducibles" que salen en "libertad"?, ¿qué hacen?, ¿de qué forma prosiguen la lucha y se solidarizan con sus "hermaos presos"? Cuántas palabras que se las lleva una simple brisa...
Aquí, el autor, mostrando sus huevos de metal y la chorra de mithril. Hay que pasar lista cuando sales de la cárcel. Tienes que rendir cuentas sobre qué haces y que no. Conoce todos los grupos anarquistas, todas las actividades, y si esa persona "ya no se da a conocer" es que sus palabras se las llevó el viento. Qué poco humanos somos a veces :o

¿Hasta qué punto es rebelde o revolucionario quien atraca-roba-expropia para "vivir" a todo trapo (es que a todo se le llama Vida)? Sí, de acuerdo, no se vende por un sucio salario, no se prostituye ocho horas al día, ni cuatro. Puede conservar el odio al estado (porque lo asocia a la cárcel), pero... El odio al capital es otro tema. Habladle de abolir el podrido dinero, pero a la vez tratad de darle alguna respuesta a cómo podrá entonces tener ese buen coche, buena ropa y buena fiesta, si no queréis que os mande rápidamente a la mierda.

El hecho de atentar contra la propiedad privada puede significar, de forma consciente o inconsciente, estar contra la desigualdad social, pero no podemos ser tan ilusos como para pensar que siempre es así. Quizás se atenta contra la propiedad privada por no estar de acuerdo con la distribución actual de la misma (por querer más trozo del pastel), no por rechazar la propiedad, ni siquiera la desigualdad.

El pensar en conseguir la pasta necesaria para "montar un pequeño negocio y vivir de las rentas" no significa otra cosa que la aceptación o claudicación ante las ideas capitalistas.

Por nuestra parte tenemos claro que nuestros compañeros, presos o no, son rebeldes y anticapitalistas, de hecho o en potencia, pero no burgueses en potencia (aunque atraquen en lugar de trabajar). A estos les consideramos sin lugar a dudas nuestros enemigos, por triste y penosa que haya sido su vida antes y después de su paso por la cárcel.
Bueno, para mi los presos sociales o comunes o como se les quiera llamar, no es que sean revolucionarios, pero no me sale ponerles el cartelico de culpables y menos el de enemigos.


[...]
No sólo les hemos puesto en un pedestal a ellos, sino que nos hemos subido nosotros también. Hoy, para ser algo o alguien dentro del movimiento presista, tienes que escribirte con al menos tres de los presos más conocidos y admirados (y, a poder ser, hacerte colega de ellos), darte a conocer todo lo que puedas y no mandar menos de X cartas a la semana (no concretamos cifra porque dependerá de la fama del destinatario en cuestión; algunas cartas valen por dos o, incluso, por tres).

De esta forma podrás participar sin problema alguno en las tertulias presistas (sea mediante reuniones o mediante cartas con otros "puntos de apoyo") y navegar por las páginas presistas sin temor a no saber de qué ostias están hablando. Todos sabemos quién es fulanito, en qué cárcel está y de qué cárcel viene. Poco a poco iremos descubriendo con quién se escribe cada cual, con quién puede verse y con quién no, y así, "trazando lazos de solidaridad", se va formando la gran familia feliz presista. Si no somos hermanos, seremos primos, aunque sea lejanos. Todos tenemos cabida.

Así pues, los "solidarios con los presos" se constituyen en una categoría diferenciada (para alguno, incluso superior) de revolucionarios. No es dificil encontrarse con quien afirma que la "lucha contra las cárceles" es la lucha principal e indispensable porque la cárcel es la forma más clara de opresión por parte del estado. Nos negamos a establecer jerarquía alguna entre las luchas, pues el sistema de dominio no reposa sobre un exclusivo pilar, y sólo a través de un enfrentamiento global-integral tendremos posibilidades de acabar con lo que nos priva de la libertad que deseamos.
Bueno, esto en realidad pasa en todos los ámbitos, y creo que viene de l grave inseguridad que arrastramos en esta socieda,d según la cual, para tapar nestras inseguridades tenemos que atacar a lxs demás y así desviar la atención hacia "lo malos que son otros, pa que nadie se fije en mi".
Fragmentando las luchas, especializándonos en una de ellas, y perdiendo la mirada en nuestro propio ombligo, muy lejos no llegaremos. No son pocos Ios que han olvidado por completo los demás frentes, ignorándolos consciente o inconscientemente. Hay quien ya no espera la Revolución porque la HACE, pero también hay quien ni la espera ni la hace porque ya no sabe qué desea además de la abolición del FIES, la excarcelación de los enfermos terminales, el cese de la dispersión... ¿Qué harán si un día caen los muros porque el estado deja de necesitar las cárceles para mantener el control?
Aparte de que creo que es imposible que caigan los muros para mantener el control (sobretodo pq además de control, son un negocio y yo diría que hoy por hoy es casi más fundamental la parte de negocio que de control social) pues una parte del cerebro sentiría alivio, pero la otra sigo yo que se pondrá a pelear.


Grupos ¿anarquistas? de apoyo a presos

¿Anarquistas o, tal vez, asistencialistas? Éste es con toda seguridad el punto más serio y a la vez el más triste, ya que deja en evidencia la falta de criterio de Ios anarquistas para llevar a cabo una lucha con una teoría y, sobre todo, con una práctica tan propia como real.

¿Conocéis la historia de unos anarquistas que empezaron pensando que podrían luchar codo con codo con sus "hermanos presos" por la LIBERTAD y acabaron mandando recados, tarjetas de teléfono, giros y pasando comunicados? Ésa fue toda su lucha y sigue siendo la de muchos.

Nos hemos dedicado a editar boletines, revistas..., que, lejos de ser medios de comunicación entre personas y utilizarlo además como arma que ataca y transgrede los muros (cualesquiera que sean), han quedado en meros relatos personales que nada aportan y poco daño hacen, y en el peor de los casos han servido como páginas de contactos entre gente de dentro-fuera o fuera-dentro.
Ah, voilá, ya sabía yo que lo de asistencialista se me había refrescado por algo! solidaridad y apoyo mutuo es "asistencialismo".

-Hola tío, qué tal ahí dentro?
-bueno, a ratos, me voy haciendo pero el tiempo pasa muy lento. Se me ha acabado la tarjeta de teléfono. Podrías traerme una? la verdad es que a veces charlar con XXX o con YYY son lo que me mantiene entero.
-Ah no tio, eso es asistencialismo.

Intentar desvincular que dentro de cada militante hay una persona, con sus emociones, sensibilidades, afectos, y tb, claro carencias, me parece irse de la realidad y pensarse que somos anarco-cyborgs
La cárcel es una institución y, como tal, tiene caras públicas que la representan y caras menos públicas que la sostienen. Tiene edificios e infraestructura. Tiene tantas facetas a las que los anarquistas podemos hacer sentir nuestra rabia...
No somos cristianos, ni budistas, ni presistas. No queremos apoyar ni asistir a los presos, tan sólo queremos que deje de haberlos fuera y dentro de las cárceles.
coño, no queremos apoyar a los presos! estas sí es buena! somos anarquistas pero eso del apoyo mutuo no nos mola! Además, tengamos en cuenta que los presos y presistas están ahí porque chuk norris les deja vivir.

Sobre los Círculos de familiares y amigos

Ya hemos dicho que nos oponemos a las cárceles desde una perspectiva propia, que no es la misma que la de la Asociación por los Derechos Humanos, ni la de las diversas Coordinadoras y ONG's.

Algunos indican que lo que tendríamos que hacer es reunimos con los familiares de los presos y crear así una "red social", quizá similar a la que existió en tiempos de la COPEL. También se dice que podríamos dedicarnos a recaudar fondos para ayudar a las familias de presos que lo necesiten.

Pero no, no vamos a hacer nada de eso, porque, inevitablemente, estamos al lado de quienes se enfrentan a este estado de cosas (cárcel incluida), sean amigos o no de presos, tengan o no algún familiar dentro. Nuestro círculo, nuestro clan, nuestra gente, son los que desean ir con nosotros desde el principio y hasta el final, no quienes se quedarán a medio camino cuando hayan logrado suavizar y democratizar la cárcel, o cuando su hijo-hermano-amigo haya podido salir del aislamiento, esté en una cárcel más cercana o haya salido en libertad.

No queremos tampoco a nuestro lado a aquellos que no desean la cárcel para los suyos pero no se la cuestionan para los demás (o que consideran que quienes deberían estar dentro son los terroristas, y no se refieren precisamente al Estado-capital).

Y sobre las "familias", ¿no estábamos como anarquistas por la destrucción de la familia como institución opresiva, limitadora y impuesta? ¿O eso será después de acabar con la cárcel?
pues a mi lo de establecer redes de apoyo, moral, económico, logístico, me parece una buena muestra de lo que puede llevar la cooperación, la solidaridad, el apoyo mutuo, que no todo va a ser poner bombas en ministerios de interior. Y estamos de nuevo con "no queremos a nuesrto lado a tal y cual", cuando precisamente ese es el mejor momento para profundizar en las causas de la cárcel, en las injustas leyes, en su injusta existencia. Toda persona que conozco que tenga o haya tenido a alguien dentro, se muestra altísimamente receptiva a leer y escuchar movidas anti-represivas, a ahondar en el funcionamiento y la crítica a las cárceles. por eso lo fipo un poquet con eso. La gente, si no viene con los chakras ya abiertos, no somso asistencialistas, no vamos a transmitir nada, tiene que venrise ya concienciado y meado de casa.

Sobre la destrucción de la familia, pos vale, podemos hasta debatir la destrucción de la familia (no obstante, la familia existe como concepto anterior y ajeno al estado; otra cosa es el modelo de familia). De todas formas, hoy por hoy, existe. Tb queremos destruir el trabajo asalariado, pero de momento, seguimos teniendo compañeros de trabajo. Y tb el sistema educativo, y seguimos teniendo compañeros de clase. Y eso, más allá del "nombre formal de la relación", implica una relación emocional y afectiva.

Si meten a mi hermano en la trena, no sufro "porque sea mi hermano", sufro porque han metido a un tipo con el que llevo conviviendo toda mi vida, y hemos crecido juntos, debido, sí, al modelo familiar imperante. Porque me presentan ahora a un tio que en realidad cambiaron en el hospital y me dicen que es mi hermano y que está en la trena, y no sufro igual.
ASí que a ver si dejamos de ser algo cortos de entendederas, porque cuando te encierran a un familiar directo, implica, cenutrio, que están encerrando a alguien con quien has convivido muchos años y has compartido muchas cosas.

Comunicación real o ficticia

Otro aspecto curioso del presismo es su concepto de comunicación. Para Ios presistas, conocer o estar en contacto con alguien también es escribirse, de vez en cuando, una hoja con cuatro líneas (o con cuatrocientas) pero sin decirse absolutamente nada, sin compartir más que las típicas frases hechas que parece que vienen en algún tipo de carta-modelo que se debió distribuir al principio de esta "lucha". Escribir por compromiso no aporta nada ni a quien lo hace ni a quien lo recibe. Lo que hay que potenciar son las relaciones reales en las que tras el mutuo conocimiento e intercambio de ideas pueda surgir la complicidad, el compañerismo y/o la amistad. Pues mucho es lo que nos podemos aportar unos a otros, de lo cual puede salir fortalecida nuestra lucha.
Hombre, ya, pero bueno, aparte de que parece que bastante te leen las cartas los departamentos de seguridad, como pa que te los tenga que leer la fija pa dar el visto bueno XD
A algunos se les da mejor comunicar, otros no saben qué contar, hay cosas que directamente es mejor callarse, encima sabes que van a leer tu correspondencia, por lo que tampoco te apetece que tal funcionario de prisiones se entere de tus comeduras de tarro, devaneos sentimentales o lo que sea que le cuentas a tu amigo. Y además, como somos humanos, pues más de una vez, aun a amigos del alma, con las prisas, les mandamos mails, cartas, postales, o sms un poco chorras y muy triviales, que en realidad quieren decir: tio, te aprecio pero estoy hasta arriba no me puedo extender más, absorbe mi cariño de cada letra, que suman en total 25.

Después está lo que ya no es ni comunicación: el cotilleo generalizado. Poco podemos decir sobre esto que todos no sepamos ya. Los chismorreos talegueros (tanto dentro como fuera) nada tienen que envidiar a los programas del corazón. Como decíamos antes, todos acabamos sabiendo quién es colega de quién, quiénes no se tragan, quién es "novio" de tal cual... ¿También forma parte esto de la "lucha presista"?
vale sí, esto puede llegar a ser muy despreciable, pero al final pasa en todos los ámbitos, y es el cotilleo en sí. Que cuando te relacionas con un grupo de gente, sepas quien se traga y quien no, y quienes están liados, es de lo más normal y comprensible. Los realmente perjudiciales son los cotilleos que denigran o rebajan a la persona, las falsedades, las triquiñuelas y el meter baza. Cierto grado de cotilleo "sano" es hasta normal, y os lo dice alguien que siempre es el último mono en enterarse de todo en todos los grupos humanos a los que pertenece.
Desmitifiquemos al preso por su condición de recluido, porque tal condición no es más que una imposición del Estado. El, antes que preso, es PERSONA, y como tal tendrá sus ideas e inquietudes. En base a éstas estableceremos o no nuestras afinidades-complicidades.

Desmitifiquemos la "lucha contra las cárceles", pues muy a menudo no deja de ser un simple apoyo y responde más a un sentimiento caritativo hacia el que se considera débil e indefenso, que a un deseo real de acabar con la institución penitenciaria y el estado de las cosas que la hace necesaria.

ORGANÍCEMONOS Y LUCHEMOS POR EL COMUNISMO LIBERTARIO.
Y que este comunismo libertario sea humano, no soca dde anarco-cyborgs!
Y que el apoyo mutuo, la solidaridad, la cooperación, la autoorganización, cobren sentido en nuestras vidas, tanto como el llamamiento a la libertad, el sabotaje, etc!
Tanto gilipollas y tan pocas balas.

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Jorge.
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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por Jorge. » 15 Dic 2011, 12:48

No he conocido a nadie que haya sido capaz de establecer relación con un preso mediante correspondencia, salidas, apoyo… durante veinte años de condena. Lo digo porque es una queja de algún preso de largo recorrido, eso de ver cartas que llegan y que un buen día se deja de recibir.

Por otro lado el apoyo a familiares y presos mediante dinero, redes de apoyo y otras medidas, es un trabajo de base que hace que avancen los movimientos sociales. Si los islamistas han conseguido crecer y establecer fuertes vínculos con las comunidades, se ha debido precisamente al trabajo de base y apoyo. No a que llegue un clérigo predicando. El trabajo de base crea vínculos, relaciones, proporciona conocimientos, permite formar a los militantes en actividad organizativa, y es algo que siempre viene bien, aparte de ayudar a personas concretas, y no a cuestiones abstractas.

En cuanto a la crítica que se hace para criticar, pues vale de más bien poco. A todo lápiz se le puede sacar punta, la cuestión es «¿para escribir qué?». Por eso he preguntado que en pasando diez años, que trabajo es el desarrollado por los partidarios de las cosas que dice ese escrito. Por ver la evolución de actitudes y hechos.

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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por JuGuEtE RaBiOsO » 17 Dic 2011, 15:38

Me parece acertado esto que dice Jorge: El trabajo de base crea vínculos, relaciones, proporciona conocimientos, permite formar a los militantes en actividad organizativa, y es algo que siempre viene bien, aparte de ayudar a personas concretas, y no a cuestiones abstractas
Acá, en Argentina, este tipo de trabajo/relación lo hacen los compañeros de la Sociedad de Resistencia de Mendoza. El trato es directo no sólo con los familiares, sino con los presos de la cárcel de Mendoza, con quienes se trabaja desde las cuestiones más básicas hasta las ideológicas, pero no desde una posición externa, sino entre iguales. No sé si me explico, pero a quien le interese puede contactarse con ellos. Hace rato que vienen con este tema.

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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por blia blia blia. » 17 Dic 2011, 16:10

Jorge. escribió:Me parece poco constructivo. ¿Qué hicieron los autores de la reflexión estos diez años desde que se publicó el escrito? No es una pregunta retórica. Me interesa.
No es de la FIJA, YoSKAn, es de la FIJL. Es un artículo muy polémico que no me atrevería a repartir sin una hoja de servicios en la materia que me avalara. No conozco al grupo Star de la FIJA, así que no opino.

Hicieron y mucho. Se escribió a medias desde dentro y desde fuera. En su día me pareció una crítica a la especialización de asistencialismo presista que se aislaba del resto de luchas. O más bien la constatación de la ruptura de la FIJL con la época que tuvo de idealización de la población penitenciaria (los presos así en general como rebeldes sociales natos) y que aún mantenían otros grupos.

Trata también cuestiones particulares de las luchas, como por ejemplo lo poco fiables que eran las comunicaciones con ciertos presos, que decían que seguían las convocatorias de huelgas, chapeos y demás y era mentira.

Personalmente creo que la especialización y cierto asistencialismo son necesarios y se deben mantener a pesar de que uno vea muchas más sombras que luces. Así son las cosas, con los trabajadores, con los presos, con los indignados o con cualquier grupo en el que pensemos. Eso sí, al que después de haber visto en qué consiste la cosa no se implique mínimamente, puerta.

Un debate necesario hubiera sido "Cómo conseguir que no desaparezca el movimiento de apoyo a presos/as en lucha tras cada oleada represiva". También la coordinación. De todas formas, iniciativas como la de la publicación A Cops fueron de las cosas con más fundamento, iniciativa, constancia,... que se hicieron en la época.

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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por yoSkAn » 19 Dic 2011, 11:09

me han bailao las siglas :lol: :lol: :lol:

aún así, me da igual desde donde está escrito. Está escrito MAL. No aporta sugerencias, y 10 años después, queremos saber qué se ha hecho.

PAra mi, esto e sun ejemplo de panfleto para escribir...tú, en tu casa, un día de cabreo, y dejartelo guardadito en tu diario de exorcismos personales.
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Re: EL FIN DE LAS CÁRCELES ES EL FIN DEL PRESISTA

Mensaje por blia blia blia. » 19 Dic 2011, 19:05

El artículo está firmado, se ha especulado mucho sobre la trayectoria de la FIJL en la época de cambio de milenio.
Ciertamente si lees el artículo de los Tigres de Sutellena, parece ser que la FIJL desencantados primero de la lucha anarcosindical y después de la lucha pro-presos derivó en una especie de individualismo vanguardista (por ser muy somero y muy injusto). Este escrito se podría enmarcar en aquello. Lo que hicieron o no se insinúa en el escrito que parece bien informado.

Que es gente coherente que sin arrepentirse de aquello ha evolucionado, también se señala.

Como he dicho muchas cuestiones se refieren a hechos y actitudes concretas bien conocidas entonces en el mundillo de la lucha pro-presos y que les llevaron a soltar este exabrupto.

Si se puede decir lo mismo ahora, no tengo ni la más remota idea, pero nada se repite exactamente aunque siempre hay algún error en el que se vuelve a caer. Desgraciadamente gran parte de las personas involucradas desaparecían tras cada golpe represivo y la falta de continuidad imposibilitaba el aprendizaje. Pero no sé qué ha pasado en los 10 últimos años.

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