The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Haber si seguis traduciendo que estoy copiando. 
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Una cosa, cuando alguien tenga The Road to Revolution traducido, por favor, que avise.
Gràcies!!!
Gràcies!!!
- raskolhnikov
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
En proceso de traducción:
El camino a la revolución ............................................... 187
El camino a la revolución ............................................... 187
"Perseguís a la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambuláncias, y os protegemos mientras dormís, así que no te metas con nosotros."
Tyler durden
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- raskolhnikov
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Voilá!! Traducido, puede ser que tenga faltas y fallos así que agradecería que me lo dijeseis para poder corregir el texto, que seguro que alguna errata se me ha escapado.
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EL CAMINO A LA REVOLUCION
Una revolución no es una fiesta...
MAO ZENDONG [1]
Una gran revolución se está gestando. Lo que esto significa es que las condiciones previas necesarias para la revolución se están creando. Si la revolución se convierte en realidad dependerá del coraje, determinación, persistencia y eficacia de los revolucionarios.
La condiciones previas necesarias para la revolución [2] son estas: Debe haber un fuerte desarrollo de los valores que son incompaibles con los valores de las clases dominantes en la sociedad, y la realización de estos nuevos valores será imposible sin un colapso de la estructura existente de la sociedad.
Cuando estas condiciones están presentes, surge un irreconciliable conflicto, entre los nuevos valores y los valores que son necesarios para el mantenimiento de la estructura existente. La tensión entre estos dos sistemas de valores crece y sólo puede resolverse a través de la eventual derrota de uno de los dos. Si el nuevo sistema de valores es suficientemente vigoroso, resultará victorioso y la estructura existente de la sociedad será destruida.
Este es la forma mediante la cual las dos grandes revoluciones de la era moderna, la revolución Francesa y la revolución Rusa, se hicieron realidad. Solamente como un conflicto de valores se está construyendo (la revolución) en la sociedad actual. Si este conflicto se hace suficientemente intenso, dará lugar a la mayor revolución que el mundo haya visto.
1. "Crónica de una investigación sobre el movimiento campesino en Hunan" en Lecturas seleccionadas de los trabajos de Mao Tsetung [=Zengong]. Agencia de Lenguas Extranjeras. Pekín. 1971. Página 30.
2. Como lo he usado en este artículo, el término "revolución" significa un radical y rápido colapso en la estructura existente de la sociedad, producido de forma deliberada desde dentro de la sociedad más que por algún factor externo, y contrario a la voluntad de las clases dominantes en la sociedad. Una revolución armada, incluso una que derroca a un gobierno, no es una revolución es este sentido de la palabra a menos que barra la estructura existente de la sociedad en la que se produce la revolución.
La estructura central de la sociedad moderna, el elemento clave del cual dependen todos los demás, es la tecnología. La tecnología es el factor principal para determinar la forma en la que la gente moderna vive y es la fuerza decisiva en la historia moderna. Esta es una opinión expresada por diversos y doctos pensadores [3], y dudo mucho que varios historiadores serios pudieran encontrarse con quién se aventurase a estar en desacuerdo conmigo. Sin embargo, tú no necesitas depender de opiniones de expertos para comprender que la tecnología es el factor decisivo en el mundo moderno. Basta con mirar alrededor y verlo tú mismo. A pesar de las enormes diferencias que antes existían entre las culturas de los diferentes países industrializados, todos esos países están ahora convergiendo rápidamente hacia una cultura común y una forma común de la vida, y lo hacen a causa de su tecnología común.
Dado que la tecnología es la estructura central de la sociedad moderna, estructura de la cual depende todo lo demás, el fuerte desarrollo de los valores totalmente inconsistente con las necesidades del sistema tecnológico debería satisfacer las condiciones previas para la revolución.
Este tipo de desarrollo está teniendo lugar ahora mismo. Hace 50 años, cuando yo era un niño, la aprobación calurosa e incluso el entusiasmo por la tecnología era casi universal. En 1962 me había convertido en hostil hacia la tecnología por mi mismo, pero yo no me atrevía a expresar mi opinión abiertamente, pues en aquellos días casi todo el mundo suponía que sólo un chiflado, o tal vez un predicador de los bosques del Mississipi, podría oponerse a la tecnología. Ahora sé que por aquellos tiempos había algunos pensadores que escribían críticamente sobre la tecnología. Pero era tan raro y tan poco escuchado que hasta que yo no tuve casi 30 años nunca supe de nadie más excepto yo que se opusiese al progreso tecnológico. Desde entonces ha habido un profundo cambio en las actitudes de la gente hacia la tecnología. Por supuesto, la mayoría de la gente en nuestra sociedad no tienen una actitud hacia la tecnología, porque nunca se han molestado en pensar acerca de la tecnología como tal.
3. Karl Marx mantenía que los medios de producción constituyen el factor decisivo para determinar el carácter de una sociedad. Pero Marx vivió en un tiempo en el que el principal problema al que se aplicó la tecnología fue al de la producción. Debido a que la tecnología ha resuelto de manera tan brillante el problema de la producción, la producció ya no es el factor decisivo. Más críticos actualmente son otros problemas a los cuales la tecnología es aplicada, como el procesamiento de la información y la regulación de la conducta human (p.ej: a través de la propaganda). Así la concepción de Marx del poder de determinación del carácter de una sociedad debe ser ampliado para incluir toda la tecnología y no sólo la tecnología de la producción. Si Marx estuviera vivo hoy, él sin duda estaría de acuerdo.
Si la industria de la publicidad les eñseña a comprar nuevos Tecno-trastos, entonces ellos van a comprarlos y a jugar con ellos, pero ellos no piensan en esto. El cambio en actitudes hacia la tecnología ha ocurrido entre la minoría de la gente que piensa seriamente acerca de la sociedad en la cual ellos viven. Por lo que sé, casi toda la gente reflexiva que sienten entusiasmo por la tecnología son aquellos que pueden beneficiarse de alguna manera, como científicos, ingenieros, ejecutivos de las corporaciones y militares. Un número mucho mayor de personas se muestran cínicos acerca de la sociedad moderna y han perdido la fe en sus instituciones. Ellos ya no respetan un sistema político en el que el más despreciable de los candidatos puede ser vendido con éxito al público mediante sofisticadas técnicas de propaganda. Son despectivos respecto a las industria del entretenimiento electrónico que nos alimenta de basura. Ellos saben que los escolares están siendo drogados (con Ritalin, etc.) para mantenerlos dóciles en las aulas, saben que las especies se están extinguiendo a un ritmo anormal, que la catástrofe medioambiental es una posibilidad muy real y que la tecnología nos está impulsando a todos hacia lo desconocido a una velocidad temeraria, con consecuencias que pueden ser totalmente desastrosas. Pero debido a que no tienen esperanza en que el gigante tecnológico pueda ser detenido, han crecido apáticos. Ellos simplemente aceptan el progreso tecnológico y sus consecuencias como males inevitables, e intentan no pensar nada sobre el futuro.
Pero al mismo tiempo hay un número creciente de personas, especialmente los jóvenes, que están dispuestos a observar el carácter atroz de lo que el sistema Tecno-Industrial está haciendo con el mundo. Ellos están preparados para rechazar los valores del sistema Tecno-Industrial y reemplazarlos por otros nuevos. Están dispuestos a renunciar a la seguridad física y a la comodidad, los juguetes de los estudios Dysney, y el resto de fáciles soluciones para todos los problemas que la tecnología provee. Ellos no necesitan el tipo de estatus que proviene de poseer más y mejores objetos materiales que un vecino. En lugar de estos valores espiritualmente vacíos, están dispuestos a abrazar un estilo de vida moderado que rechace el obsceno nivel de consumo que caracteriza al nivel de vida Tecno-Industrial; son capaces de optar por el valor y la independencia en lugar de la servidumbre cobarde del hombre moderno, y sobre todo, están dispuestos a desprenderse de la idea tecnológicadel control humano sobre la naturaleza y reemplazarla con la reverencia por la totalidad de la vida en la Tierra-libre y salvaje como fue creada a través de cientos de millones de años de evolución.
¿Cómo podemos utilizar este cambio de actitud para sentar las bases de para una revolución? Una de nuestras tareas, obviamente, es ayudar a promover el crecimiento de los nuevos valores y difundir ideas revolucionarias, que alentará a la oposición activa al sistema de technoindustrial. Sin embargo, la difusión de ideas, por sí misma, no es muy eficaz. Tenga en cuenta la respuesta de una persona que está expuesta a las ideas revolucionarias. Asumamos que él o ella es una persona reflexiva que se enferma escuchando o leyendo sobre los horrores que la tecnología guarda para el mundo, y se siente estimulado y esperanzado en el aprendizaje de qué mejores, y más ricas, formas satisfactorias de vida son posibles. ¿Qué sucede después? Tal vez nada. A fin de mantener un interés en las ideas revolucionarias, las personas tienen que tener la esperanza de que esas ideas en realidad puedan llevarse a la práctica, y necesitan tener la oportunidad de participar personalmente en la realización de estas ideas. Si una persona que ha sido expuesta a las ideas revolucionarias no se le ofrece nada práctico que puede hacer en contra del Tecnosistema, y si nada importante está pasando para mantener viva la esperanza, esta persona probablemente pierda el interés. La exposición adicional al mensaje revolucionario tendrá cada vez menos efecto en ella por más veces que se repita, hasta que finalmente se convierte en completamente apáticos y se nieguen a pensar más allá acerca del problema de la tecnología. Con el fin de mantener el interés de la gente, los revolucionarios tienen que mostrarles que cosas están sucediendo, cosas importantes, y tienen que dar a la gente la oportunidad de participar activamente en el trabajo hacia la revolución. Por esta razón, un efectivo movimiento revolucionario es necesario, un movimiento que sea capaz de hacer que las cosas sucedan, y que las personas interesadas pueden inscribirse o cooperar con el fin de tener una parte activa en preparar de la forma en preparar el camino a la revolución. Y a menos que el movimiento crezca mano a mano con la difusión de las ideas, las ideas resultarán relativamente inútiles. Por el momento, por lo tanto, la tarea más importante de los revolucionarios es construir un movimiento eficaz.
La eficacia de un movimiento revolucionario no se mide sólo por el número de personas que pertenecen a él. Mucho más importante que la fuerza numérica de un movimiento es su cohesión, su determinación, su compromiso con un objetivo bien definido, su valor, y su persistencia obstinada. La posesión de estas cualidades, en un número muy reducido de personas pueden pesar más que la vacilación de la mayoría no comprometida. Por ejemplo, los bolcheviques nunca fueron una parte numéricamente importante, pero fueron ellos los que determina el curso que tomó la Revolución Rusa. Me apresuro a añadir que no soy un admirador de los bolcheviques. Para ellos, los humanos sólo tenían valor caja de cambios en el sistema tecnológico. Pero esto no siginifica que no podamos aprender lecciones de la historia de un efectivo movimiento revolucionario que no se preocupaba mucho acerca de la opinión pública. Por supuesto, un movimiento revolucionario no debe ofender al público mientras no haya una buena razón para ello. Pero el movimiento nunca debería sacrificar su integridad por comprometer sus principios básicos de cara a la hostilidad pública.
El servir a la opinión pública puede traer ventajas a corto plazo, pero a la larga, el movimiento tendrá su mejor oportunidad de éxito si se mantiene fiel a sus principios en lo bueno y en lo malo, no importa los impopulares que estos principios pueden ser, y si está dispuesto a competir contra el sistema en las cuestiones fundamentales, incluso cuando las probabilidades están en contra del movimiento. Un movimiento que retrocede o pacta (con el sistema, nota del traductor *) cuando las cosas se ponen difíciles es probable que pierda su cohesión o se convierta en un movimiento de reforma flojo y soso. El mantenimiento de la cohesión, la integridad del movimiento, y demostrar su valor, son mucho más importante que mantener la buena voluntad del público en general. El público es voluble, y su la buena voluntad puede tornarse en hostilidad y viceversa repentinamente.
Un movimiento revolucionario requiere de paciencia y persistencia. Podría ser que tuviera que esperar varias décadas antes de la ocasión para la llegada de la revolución , y durante estas décadas tiene que ocuparse de preparar el camino para la revolución. Esto fue lo que el movimiento revolucionario hizo en Rusia . La paciencia y la persistencia a menudo dan sus frutos a largo plazo, incluso en contra de toda expectativa. La historia proporciona muchos ejemplos de causas que parecían perdidas y que triunfaron al final debido a la persistencia tenaz de sus fieles, a su negativa a aceptar la derrota.
Por otra parte, el momento propicio para la revolución puede llegar inesperadamente, y un movimiento revolucionario tiene que estar bien
preparado con antelación para aprovechar la ocasión cuando este llega. Se dice que los bolcheviques nunca esperaban ver una revolución en vida, sin embargo, debido a que su movimiento estaba bien constituido para la acción decisiva en cualquier momento, fue
capaz de hacer un uso eficaz de la ruptura imprevista del régimen zarista y del consiguiente caos.
Por encima de todo, un movimiento revolucionario debe tener valor. Una revolución en el mundo moderno no será una fiesta. Será mortal y brutal. Usted puede estar seguro de que cuando el sistema tecnoindustrial empiece a romperse, el resultado no será la repentina conversión de toda la raza humana en niños de las flores. En cambio, diversos grupos competirán por el poder. Si los contrarios a la tecnología demuestran ser duros, serán capaces de asegurar que el desmoronamiento del tecnosistema llegue a ser completo y definitivo. Si los otros grupos resultan ser resistentes, puede ser que sean capaces de salvar el Tecno-Sistema y hacerlo funcionar de nuevo. Así, un movimiento revolucionario eficaz debe estar compuesto de las personas que están dispuestos a pagar el precio que exige una verdadera revolución: Deben estar preparados frente a los desastres, el sufrimiento y la muerte. Ya existe un movimiento revolucionario de lucha de clases, pero es de baja eficacia.
En primer lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, ya que no se centra en un objetivo claro, definido. Por el contrario, tiene una mezcolanza
de objetivos definidos vagamente como el fin de la "dominación", la protección del medio ambiente, y la "justicia" ( ya quiera significar esto lo que sea) para las mujeres, los homosexuales, y los animales. La mayoría de estos objetivos no son ni siquiera los revolucionarios. Como se señaló al principio de este artículo, una condición previa para la revolución es el desarrollo de los valores que se puedan realizar sólo a través de la destrucción de la estructura existente de la sociedad. Pero, por poner un ejemplo, los objetivos feministas como la condición de igualdad para las mujeres y poner fin a la violación y el abuso doméstico son perfectamente compatible con la estructura existente de la sociedad. De hecho, la realización de estos objetivos, incluso haría que el sistema Tecno-Industrial funcionara más eficientemente. Lo mismo se aplica a la mayoría de los objetivos de los "activistas".
En consecuencia, estos objetivos son reformistas. Entre otros tantos objetivos, el verdadero objetivo revolucionario es la destrucción del sistema Tecnoindustrial en sí mismo, para así evitar que el movimiento se pierda en la confusión. Para que la revolución se convierta en realidad, es necesario que deba surgir un movimiento que haga una clara autoidentificación, y se dedique exclusivamente a la eliminación del Tecnosistema. No debe ser distraído por objetivos reformistas tales como la justicia para este o aquel grupo.
En segundo lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, porque demasiadas personas que están en él los están por las razones equivocadas. Para algunos de ellos, la revolución es sólo una vaga e indefinida esperanza más que un objetivo real y práctico. Algunos tienden a preocuparse más de sus propias y especiales quejas que con el problema global de la civilización tecnológica. Para otros, la revolución es sólo una especie de juego al que ellos juegan como una salida para sus impulsos rebeldes. Para otros, la participación en el movimiento es pura egolatría. Compiten por sus "status", o bien por escribir "análisis" y "críticas" que sirven más para alimentar a su propia vanidad que para promover la causa revolucionaria.
Para crear un movimiento revolucionario eficaz, será necesario reunir a la gente para los cuales la revolución no es una teoría abstracta, una fantasía vaga, una simple esperanza para un indefinido tiempo futuro o un juego para dar salida a sus impulsos rebeldes, sino una realidad, definida, y un objetivo práctico para trabajarlo de un modo práctico.
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EL CAMINO A LA REVOLUCION
Una revolución no es una fiesta...
MAO ZENDONG [1]
Una gran revolución se está gestando. Lo que esto significa es que las condiciones previas necesarias para la revolución se están creando. Si la revolución se convierte en realidad dependerá del coraje, determinación, persistencia y eficacia de los revolucionarios.
La condiciones previas necesarias para la revolución [2] son estas: Debe haber un fuerte desarrollo de los valores que son incompaibles con los valores de las clases dominantes en la sociedad, y la realización de estos nuevos valores será imposible sin un colapso de la estructura existente de la sociedad.
Cuando estas condiciones están presentes, surge un irreconciliable conflicto, entre los nuevos valores y los valores que son necesarios para el mantenimiento de la estructura existente. La tensión entre estos dos sistemas de valores crece y sólo puede resolverse a través de la eventual derrota de uno de los dos. Si el nuevo sistema de valores es suficientemente vigoroso, resultará victorioso y la estructura existente de la sociedad será destruida.
Este es la forma mediante la cual las dos grandes revoluciones de la era moderna, la revolución Francesa y la revolución Rusa, se hicieron realidad. Solamente como un conflicto de valores se está construyendo (la revolución) en la sociedad actual. Si este conflicto se hace suficientemente intenso, dará lugar a la mayor revolución que el mundo haya visto.
1. "Crónica de una investigación sobre el movimiento campesino en Hunan" en Lecturas seleccionadas de los trabajos de Mao Tsetung [=Zengong]. Agencia de Lenguas Extranjeras. Pekín. 1971. Página 30.
2. Como lo he usado en este artículo, el término "revolución" significa un radical y rápido colapso en la estructura existente de la sociedad, producido de forma deliberada desde dentro de la sociedad más que por algún factor externo, y contrario a la voluntad de las clases dominantes en la sociedad. Una revolución armada, incluso una que derroca a un gobierno, no es una revolución es este sentido de la palabra a menos que barra la estructura existente de la sociedad en la que se produce la revolución.
La estructura central de la sociedad moderna, el elemento clave del cual dependen todos los demás, es la tecnología. La tecnología es el factor principal para determinar la forma en la que la gente moderna vive y es la fuerza decisiva en la historia moderna. Esta es una opinión expresada por diversos y doctos pensadores [3], y dudo mucho que varios historiadores serios pudieran encontrarse con quién se aventurase a estar en desacuerdo conmigo. Sin embargo, tú no necesitas depender de opiniones de expertos para comprender que la tecnología es el factor decisivo en el mundo moderno. Basta con mirar alrededor y verlo tú mismo. A pesar de las enormes diferencias que antes existían entre las culturas de los diferentes países industrializados, todos esos países están ahora convergiendo rápidamente hacia una cultura común y una forma común de la vida, y lo hacen a causa de su tecnología común.
Dado que la tecnología es la estructura central de la sociedad moderna, estructura de la cual depende todo lo demás, el fuerte desarrollo de los valores totalmente inconsistente con las necesidades del sistema tecnológico debería satisfacer las condiciones previas para la revolución.
Este tipo de desarrollo está teniendo lugar ahora mismo. Hace 50 años, cuando yo era un niño, la aprobación calurosa e incluso el entusiasmo por la tecnología era casi universal. En 1962 me había convertido en hostil hacia la tecnología por mi mismo, pero yo no me atrevía a expresar mi opinión abiertamente, pues en aquellos días casi todo el mundo suponía que sólo un chiflado, o tal vez un predicador de los bosques del Mississipi, podría oponerse a la tecnología. Ahora sé que por aquellos tiempos había algunos pensadores que escribían críticamente sobre la tecnología. Pero era tan raro y tan poco escuchado que hasta que yo no tuve casi 30 años nunca supe de nadie más excepto yo que se opusiese al progreso tecnológico. Desde entonces ha habido un profundo cambio en las actitudes de la gente hacia la tecnología. Por supuesto, la mayoría de la gente en nuestra sociedad no tienen una actitud hacia la tecnología, porque nunca se han molestado en pensar acerca de la tecnología como tal.
3. Karl Marx mantenía que los medios de producción constituyen el factor decisivo para determinar el carácter de una sociedad. Pero Marx vivió en un tiempo en el que el principal problema al que se aplicó la tecnología fue al de la producción. Debido a que la tecnología ha resuelto de manera tan brillante el problema de la producción, la producció ya no es el factor decisivo. Más críticos actualmente son otros problemas a los cuales la tecnología es aplicada, como el procesamiento de la información y la regulación de la conducta human (p.ej: a través de la propaganda). Así la concepción de Marx del poder de determinación del carácter de una sociedad debe ser ampliado para incluir toda la tecnología y no sólo la tecnología de la producción. Si Marx estuviera vivo hoy, él sin duda estaría de acuerdo.
Si la industria de la publicidad les eñseña a comprar nuevos Tecno-trastos, entonces ellos van a comprarlos y a jugar con ellos, pero ellos no piensan en esto. El cambio en actitudes hacia la tecnología ha ocurrido entre la minoría de la gente que piensa seriamente acerca de la sociedad en la cual ellos viven. Por lo que sé, casi toda la gente reflexiva que sienten entusiasmo por la tecnología son aquellos que pueden beneficiarse de alguna manera, como científicos, ingenieros, ejecutivos de las corporaciones y militares. Un número mucho mayor de personas se muestran cínicos acerca de la sociedad moderna y han perdido la fe en sus instituciones. Ellos ya no respetan un sistema político en el que el más despreciable de los candidatos puede ser vendido con éxito al público mediante sofisticadas técnicas de propaganda. Son despectivos respecto a las industria del entretenimiento electrónico que nos alimenta de basura. Ellos saben que los escolares están siendo drogados (con Ritalin, etc.) para mantenerlos dóciles en las aulas, saben que las especies se están extinguiendo a un ritmo anormal, que la catástrofe medioambiental es una posibilidad muy real y que la tecnología nos está impulsando a todos hacia lo desconocido a una velocidad temeraria, con consecuencias que pueden ser totalmente desastrosas. Pero debido a que no tienen esperanza en que el gigante tecnológico pueda ser detenido, han crecido apáticos. Ellos simplemente aceptan el progreso tecnológico y sus consecuencias como males inevitables, e intentan no pensar nada sobre el futuro.
Pero al mismo tiempo hay un número creciente de personas, especialmente los jóvenes, que están dispuestos a observar el carácter atroz de lo que el sistema Tecno-Industrial está haciendo con el mundo. Ellos están preparados para rechazar los valores del sistema Tecno-Industrial y reemplazarlos por otros nuevos. Están dispuestos a renunciar a la seguridad física y a la comodidad, los juguetes de los estudios Dysney, y el resto de fáciles soluciones para todos los problemas que la tecnología provee. Ellos no necesitan el tipo de estatus que proviene de poseer más y mejores objetos materiales que un vecino. En lugar de estos valores espiritualmente vacíos, están dispuestos a abrazar un estilo de vida moderado que rechace el obsceno nivel de consumo que caracteriza al nivel de vida Tecno-Industrial; son capaces de optar por el valor y la independencia en lugar de la servidumbre cobarde del hombre moderno, y sobre todo, están dispuestos a desprenderse de la idea tecnológicadel control humano sobre la naturaleza y reemplazarla con la reverencia por la totalidad de la vida en la Tierra-libre y salvaje como fue creada a través de cientos de millones de años de evolución.
¿Cómo podemos utilizar este cambio de actitud para sentar las bases de para una revolución? Una de nuestras tareas, obviamente, es ayudar a promover el crecimiento de los nuevos valores y difundir ideas revolucionarias, que alentará a la oposición activa al sistema de technoindustrial. Sin embargo, la difusión de ideas, por sí misma, no es muy eficaz. Tenga en cuenta la respuesta de una persona que está expuesta a las ideas revolucionarias. Asumamos que él o ella es una persona reflexiva que se enferma escuchando o leyendo sobre los horrores que la tecnología guarda para el mundo, y se siente estimulado y esperanzado en el aprendizaje de qué mejores, y más ricas, formas satisfactorias de vida son posibles. ¿Qué sucede después? Tal vez nada. A fin de mantener un interés en las ideas revolucionarias, las personas tienen que tener la esperanza de que esas ideas en realidad puedan llevarse a la práctica, y necesitan tener la oportunidad de participar personalmente en la realización de estas ideas. Si una persona que ha sido expuesta a las ideas revolucionarias no se le ofrece nada práctico que puede hacer en contra del Tecnosistema, y si nada importante está pasando para mantener viva la esperanza, esta persona probablemente pierda el interés. La exposición adicional al mensaje revolucionario tendrá cada vez menos efecto en ella por más veces que se repita, hasta que finalmente se convierte en completamente apáticos y se nieguen a pensar más allá acerca del problema de la tecnología. Con el fin de mantener el interés de la gente, los revolucionarios tienen que mostrarles que cosas están sucediendo, cosas importantes, y tienen que dar a la gente la oportunidad de participar activamente en el trabajo hacia la revolución. Por esta razón, un efectivo movimiento revolucionario es necesario, un movimiento que sea capaz de hacer que las cosas sucedan, y que las personas interesadas pueden inscribirse o cooperar con el fin de tener una parte activa en preparar de la forma en preparar el camino a la revolución. Y a menos que el movimiento crezca mano a mano con la difusión de las ideas, las ideas resultarán relativamente inútiles. Por el momento, por lo tanto, la tarea más importante de los revolucionarios es construir un movimiento eficaz.
La eficacia de un movimiento revolucionario no se mide sólo por el número de personas que pertenecen a él. Mucho más importante que la fuerza numérica de un movimiento es su cohesión, su determinación, su compromiso con un objetivo bien definido, su valor, y su persistencia obstinada. La posesión de estas cualidades, en un número muy reducido de personas pueden pesar más que la vacilación de la mayoría no comprometida. Por ejemplo, los bolcheviques nunca fueron una parte numéricamente importante, pero fueron ellos los que determina el curso que tomó la Revolución Rusa. Me apresuro a añadir que no soy un admirador de los bolcheviques. Para ellos, los humanos sólo tenían valor caja de cambios en el sistema tecnológico. Pero esto no siginifica que no podamos aprender lecciones de la historia de un efectivo movimiento revolucionario que no se preocupaba mucho acerca de la opinión pública. Por supuesto, un movimiento revolucionario no debe ofender al público mientras no haya una buena razón para ello. Pero el movimiento nunca debería sacrificar su integridad por comprometer sus principios básicos de cara a la hostilidad pública.
El servir a la opinión pública puede traer ventajas a corto plazo, pero a la larga, el movimiento tendrá su mejor oportunidad de éxito si se mantiene fiel a sus principios en lo bueno y en lo malo, no importa los impopulares que estos principios pueden ser, y si está dispuesto a competir contra el sistema en las cuestiones fundamentales, incluso cuando las probabilidades están en contra del movimiento. Un movimiento que retrocede o pacta (con el sistema, nota del traductor *) cuando las cosas se ponen difíciles es probable que pierda su cohesión o se convierta en un movimiento de reforma flojo y soso. El mantenimiento de la cohesión, la integridad del movimiento, y demostrar su valor, son mucho más importante que mantener la buena voluntad del público en general. El público es voluble, y su la buena voluntad puede tornarse en hostilidad y viceversa repentinamente.
Un movimiento revolucionario requiere de paciencia y persistencia. Podría ser que tuviera que esperar varias décadas antes de la ocasión para la llegada de la revolución , y durante estas décadas tiene que ocuparse de preparar el camino para la revolución. Esto fue lo que el movimiento revolucionario hizo en Rusia . La paciencia y la persistencia a menudo dan sus frutos a largo plazo, incluso en contra de toda expectativa. La historia proporciona muchos ejemplos de causas que parecían perdidas y que triunfaron al final debido a la persistencia tenaz de sus fieles, a su negativa a aceptar la derrota.
Por otra parte, el momento propicio para la revolución puede llegar inesperadamente, y un movimiento revolucionario tiene que estar bien
preparado con antelación para aprovechar la ocasión cuando este llega. Se dice que los bolcheviques nunca esperaban ver una revolución en vida, sin embargo, debido a que su movimiento estaba bien constituido para la acción decisiva en cualquier momento, fue
capaz de hacer un uso eficaz de la ruptura imprevista del régimen zarista y del consiguiente caos.
Por encima de todo, un movimiento revolucionario debe tener valor. Una revolución en el mundo moderno no será una fiesta. Será mortal y brutal. Usted puede estar seguro de que cuando el sistema tecnoindustrial empiece a romperse, el resultado no será la repentina conversión de toda la raza humana en niños de las flores. En cambio, diversos grupos competirán por el poder. Si los contrarios a la tecnología demuestran ser duros, serán capaces de asegurar que el desmoronamiento del tecnosistema llegue a ser completo y definitivo. Si los otros grupos resultan ser resistentes, puede ser que sean capaces de salvar el Tecno-Sistema y hacerlo funcionar de nuevo. Así, un movimiento revolucionario eficaz debe estar compuesto de las personas que están dispuestos a pagar el precio que exige una verdadera revolución: Deben estar preparados frente a los desastres, el sufrimiento y la muerte. Ya existe un movimiento revolucionario de lucha de clases, pero es de baja eficacia.
En primer lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, ya que no se centra en un objetivo claro, definido. Por el contrario, tiene una mezcolanza
de objetivos definidos vagamente como el fin de la "dominación", la protección del medio ambiente, y la "justicia" ( ya quiera significar esto lo que sea) para las mujeres, los homosexuales, y los animales. La mayoría de estos objetivos no son ni siquiera los revolucionarios. Como se señaló al principio de este artículo, una condición previa para la revolución es el desarrollo de los valores que se puedan realizar sólo a través de la destrucción de la estructura existente de la sociedad. Pero, por poner un ejemplo, los objetivos feministas como la condición de igualdad para las mujeres y poner fin a la violación y el abuso doméstico son perfectamente compatible con la estructura existente de la sociedad. De hecho, la realización de estos objetivos, incluso haría que el sistema Tecno-Industrial funcionara más eficientemente. Lo mismo se aplica a la mayoría de los objetivos de los "activistas".
En consecuencia, estos objetivos son reformistas. Entre otros tantos objetivos, el verdadero objetivo revolucionario es la destrucción del sistema Tecnoindustrial en sí mismo, para así evitar que el movimiento se pierda en la confusión. Para que la revolución se convierta en realidad, es necesario que deba surgir un movimiento que haga una clara autoidentificación, y se dedique exclusivamente a la eliminación del Tecnosistema. No debe ser distraído por objetivos reformistas tales como la justicia para este o aquel grupo.
En segundo lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, porque demasiadas personas que están en él los están por las razones equivocadas. Para algunos de ellos, la revolución es sólo una vaga e indefinida esperanza más que un objetivo real y práctico. Algunos tienden a preocuparse más de sus propias y especiales quejas que con el problema global de la civilización tecnológica. Para otros, la revolución es sólo una especie de juego al que ellos juegan como una salida para sus impulsos rebeldes. Para otros, la participación en el movimiento es pura egolatría. Compiten por sus "status", o bien por escribir "análisis" y "críticas" que sirven más para alimentar a su propia vanidad que para promover la causa revolucionaria.
Para crear un movimiento revolucionario eficaz, será necesario reunir a la gente para los cuales la revolución no es una teoría abstracta, una fantasía vaga, una simple esperanza para un indefinido tiempo futuro o un juego para dar salida a sus impulsos rebeldes, sino una realidad, definida, y un objetivo práctico para trabajarlo de un modo práctico.
Última edición por raskolhnikov el 12 Abr 2010, 19:13, editado 1 vez en total.
"Perseguís a la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambuláncias, y os protegemos mientras dormís, así que no te metas con nosotros."
Tyler durden
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Gracias raskolhnikov. Si alguien se hace con una versión en castellano o valencià (eso sí que es una utopía...) del libro, que haga el favor de compartirlo.
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Muchas gracias y eso que haber si lo teneis en pdf o asi.
- raskolhnikov
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
La revolución que viene.................................174
En proceso de traducción.
En proceso de traducción.
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Tyler durden
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- Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Saludos,
Aprovechando que Raskolhnikov ha retomado la traducción de los textos de esta obra, me gustaría informaros de que actualmente estoy trabajando en la compilación, revisión y traducción de la misma.
En este momento estoy revisando la critica al anarco-primitivismo traducida en este mismo tópico, enmendando errores de traducción y omisiones de partes del mismo. Este proceso me lleva una ardua tarea, puesto que leo ambas versiones y busco la manera mas fidedigna y comprensible de expresar cada idea contenida en el texto. Continuaré, de todos modos, revisando todas las traducciones que vayáis ofreciendo, para posteriormente continuar con la traducción de aquellas partes aún no traducidas.
Me gustaría agradecer a todos los que habéis aportado ayuda en este trabajo, independientemente de la exactitud y de la extensión. Yo personalmente estoy haciendo esto con la finalidad principal de la comprensión máxime de las ideas de Kaczynski, pero no me importará en ningún caso compartir la versión final.
Finalmente, deciros que si os queréis poner en contacto conmigo podéis utilizar un mensaje privado o cualquier otro mecanismo posible.
Aprovechando que Raskolhnikov ha retomado la traducción de los textos de esta obra, me gustaría informaros de que actualmente estoy trabajando en la compilación, revisión y traducción de la misma.
En este momento estoy revisando la critica al anarco-primitivismo traducida en este mismo tópico, enmendando errores de traducción y omisiones de partes del mismo. Este proceso me lleva una ardua tarea, puesto que leo ambas versiones y busco la manera mas fidedigna y comprensible de expresar cada idea contenida en el texto. Continuaré, de todos modos, revisando todas las traducciones que vayáis ofreciendo, para posteriormente continuar con la traducción de aquellas partes aún no traducidas.
Me gustaría agradecer a todos los que habéis aportado ayuda en este trabajo, independientemente de la exactitud y de la extensión. Yo personalmente estoy haciendo esto con la finalidad principal de la comprensión máxime de las ideas de Kaczynski, pero no me importará en ningún caso compartir la versión final.
Finalmente, deciros que si os queréis poner en contacto conmigo podéis utilizar un mensaje privado o cualquier otro mecanismo posible.
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Yo los últimos trozos de la crítica al anarcoprimitivismo los hice del tirón. Gracias al maravilloso Windows tuve problemas en su día, y perdí el archivo (excepto la parte aquí posteada claro). Por diversos motivos no he podido continuar, ni al principio digamos que tenía muchas ganas puesto que me desmotivó bastante perder todo el trabajo. Ahora que vienen días festivos podría continuar porque creo que me quedaron relativamente poco por postear. Bueno, mis disculpas y un saludo.
PD: Judge_Destiny no domino totalmente el inglés, pero como el propio Kaczynski avisaba en su prólogo, intenté ser lo más fiel posible, ya que según él, ciertas traducciones le mosqueaban. Quizá alguna cosa suene un poco arcaica por ese motivo, pero vamos que se agradecen las correcciones, es bueno para todos nosotros. Un saludo.
PD: Judge_Destiny no domino totalmente el inglés, pero como el propio Kaczynski avisaba en su prólogo, intenté ser lo más fiel posible, ya que según él, ciertas traducciones le mosqueaban. Quizá alguna cosa suene un poco arcaica por ese motivo, pero vamos que se agradecen las correcciones, es bueno para todos nosotros. Un saludo.
- Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
También me gustaría aportaros la traducción de prueba (para comprobar cuan rápido podía traducir) que realicé con la primera parte no traducida presentada en el orden de los contenidos. Obviamente, os invito a la revisión personal de la traducción y la disculpa de posibles errores.
[NOTA FINAL AL MANIFIESTO]
El manifiesto, La sociedad industrial y su futuro, ha sido criticado por una falta de originalidad, pero esto olvida sus razonamientos. El manifiesto nunca ha pretendido ser original. Su finalidad era exponer ciertos puntos sobre la tecnología moderna de una manera clara y relativamente breve, para que así estos pudieran ser leídos y entendidos por gente que nunca ha encontrado la manera de leer un texto dificultoso como la Sociedad Industrial de Jacques Ellul.
La acusación de no originalidad es en cualquier caso irrelevante. ¿Es importante para el futuro del mundo conocer si fue Ted Kaczynski original o no original? ¡Obviamente no! Pero de hecho sí que es importante para el futuro del mundo saber si la tecnología moderna nos tiene en un camino hacia el desastre, si algún tipo de revolución puede advertir el desastre o si la izquierda política es un obstáculo hacia la revolución. Luego, ¿por qué tener críticos, para la mayor parte, ignorando la sustancia de los argumentos planteados y palabras gastadas en cuestiones de insignificante importancia, como la falta de originalidad del autor y defectos de este estilo? Ciertamente, los críticos no pueden responder a la esencia de los razonamientos del manifiesto, en cambio ellos intentan desviar su propia atención y la de los demás de sus argumentos atacando los aspectos irrelevantes del manifiesto.
Uno no necesita ser original para reconocer que el progreso tecnológico nos está llevando hacia un camino al desastre, y que nada menos que la destrucción completa del sistema tecnológico nos llevará fuera de este camino. En otras palabras, solo aceptando el desastre masivo ahora nos conducirá a evitar un desastre mucho peor luego. Pero muchos de nuestros intelectuales –y aquí uso el termino en un sentido amplio- prefieren no encarar este espantoso dilema porque, después de todo, no son muy valientes, y encuentran más cómodo gastar su tiempo perfeccionando las soluciones de la sociedad a problemas del siglo XIX, tales como la desigualdad social, el colonialismo, la crueldad hacia los animales, y similares.
No he leído todo aquello escrito en relación al problema tecnológico, y es posible que el manifiesto haya sido precedido por algunos otros textos que hayan expuesto el problema en una forma igual de breve y accesible. Pero incluso así esto no implicaría que el manifiesto fuere superfluo. Por menos que los puntos puedan resultar familiares a los científicos sociales, estos puntos aún no han devenido hacia la atención de otra mucha gente que debe ser consciente de ellos. Aún más importante, el conocimiento disponible en esta materia no está siendo utilizado. No pienso que muchos de nuestros intelectuales hoy en día nos negaran la existencia de un problema tecnológico, pero casi todos ellos nos declinarían hacerle frente. En el mejor de los casos discuten problemas en particular creados por el progreso tecnológico, como el calentamiento global o la propagación de armas nucleares. El problema tecnológico como conjunto es simplemente ignorado.
De ello se deduce que los hechos sobre el progreso tecnológico y sus consecuencias para la sociedad no pueden ser repetidos a menudo. Incluso las personas más inteligentes pueden negarse a encarar una dolorosa verdad hasta que se les haya repetido en sus cabezas una y otra vez. Debo añadir que, como con el manifiesto, ninguna reclamación de originalidad es hecha para el conjunto de este libro. El hecho de que yo haya citado autoridad sobre las ideas acerca de la sociedad humana que son presentadas aquí demuestra que estas ideas no son nuevas, y que probablemente la mayoría de las otras ideas también hayan previamente aparecido en algún lugar de la impresión. Si aquí hay algo nuevo en mi enfoque, es que yo he tomado la revolución seriamente como una proposición práctica. Muchos ambientalistas radicales y anarquistas verdes hablan de revolución, pero en la medida de mi conocimiento ninguno de ellos ha enseñado algún tipo de comprensión de cómo las revoluciones reales ocurren, ni parecen captar el hecho de que el objetivo exclusivo de la revolución debe ser la tecnología de por sí, no el racismo, el sexismo o la homofobia. Pocos pensadores serios han sugerido una revolución contra el sistema tecnológico; por ejemplo, Ellul, en su Autopsia de la Revolución. Pero Ellul solo sueña en una revolución que resultaría de una vagamente definida, espontanea y espiritual transformación de la sociedad, y viene acercándose a la verdad admitiendo que la propuesta de una revolución espiritual es imposible. Yo por otra parte pienso que es plausible que las condiciones previas para la revolución puedan estar siendo desarrolladas en la sociedad moderna, y quiero decir una revolución real, que no difiere fundamentalmente de carácter de las otras revoluciones que han ocurrido en el pasado. Pero esta revolución no se volverá realidad sin un bien definido movimiento revolucionario guiado por adecuados líderes que tengan un conocimiento racional de lo que están haciendo, no anarquistas furiosos actuando solamente sobre la base de las emociones.
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- Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Ciertamente, Kaczynski ha informado de la existencia de graves errores (como la omisión de palabras, lineas e incluso párrafos), tanto en la propagación inglesa del texto como en sus traducciones. En cualquier caso, a lo que nosotros podemos optar es a la máxima aproximación a lo que el escribió.carlmn escribió:Yo los últimos trozos de la crítica al anarcoprimitivismo los hice del tirón. Gracias al maravilloso Windows tuve problemas en su día, y perdí el archivo (excepto la parte aquí posteada claro). Por diversos motivos no he podido continuar, ni al principio digamos que tenía muchas ganas puesto que me desmotivó bastante perder todo el trabajo. Ahora que vienen días festivos podría continuar porque creo que me quedaron relativamente poco por postear. Bueno, mis disculpas y un saludo.
PD: Judge_Destiny no domino totalmente el inglés, pero como el propio Kaczynski avisaba en su prólogo, intenté ser lo más fiel posible, ya que según él, ciertas traducciones le mosqueaban. Quizá alguna cosa suene un poco arcaica por ese motivo, pero vamos que se agradecen las correcciones, es bueno para todos nosotros. Un saludo.
Lo importante aquí, o el objetivo, es el razonamiento que nosotros podamos hacer respecto lo que nos llegue, y no tanto la búsqueda por la exactitud.
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Me alegro de que esto se anime, yo de Inglés lo que uno aprende en el Instituto combinado con el traductor de google y diccionarios, muchas frases he encontrado que traduciendo literalmente no tenía sentido alguno así que he decidido "cambiarlo" a lo que me parecía que quería decir, ya sé que es un poco garrulo pero para las traducciones informales que estamos haciendo creo que vale, disculparme en todo caso.
Por cierto aviso que "el truco más ingenioso del sistema" está en proceso de traducción, según me dijo la usuaria Caos por privado.
Por cierto aviso que "el truco más ingenioso del sistema" está en proceso de traducción, según me dijo la usuaria Caos por privado.
"Perseguís a la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambuláncias, y os protegemos mientras dormís, así que no te metas con nosotros."
Tyler durden
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Muchas gracias a todos los que estan traduciendo, exelente trabajo.
A esto me referia cuando decia en otro topic que no estan propagados los valores anti-tecnologicos:
"Hace 50 años, cuando yo era un niño, la aprobación calurosa e incluso el entusiasmo por la tecnología era casi universal. En 1962 me había convertido en hostil hacia la tecnología por mi mismo, pero yo no me atrevía a expresar mi opinión abiertamente, pues en aquellos días casi todo el mundo suponía que sólo un chiflado, o tal vez un predicador de los bosques del Mississipi, podría oponerse a la tecnología. Ahora sé que por aquellos tiempos había algunos pensadores que escribían críticamente sobre la tecnología. Pero era tan raro y tan poco escuchado que hasta que yo no tuve casi 30 años nunca supe de nadie más excepto yo que se opusiese al progreso tecnológico. Desde entonces ha habido un profundo cambio en las actitudes de la gente hacia la tecnología. Por supuesto, la mayoría de la gente en nuestra sociedad no tienen una actitud hacia la tecnología, porque nunca se han molestado en pensar acerca de la tecnología como tal."
Hasta que no se consiga la efectiva difusion de ideas coherentes, no hay ninguna forma de encarar una revolucion. Kaczynski habla de los bolcheviques y pasa por alto que su ideologia no se formo en 50 años. Las ideas tenian mas de un siglo de formacion. Él mismo confiesa que hace 50 años no se animaba a critcar a la tecnologia porque lo tomarian como un loco... bueno.. yo les puedo asegurar que al menos en latinoamerica las cosas no han cambiado mucho. Si bien se notan progresos aun falta mucho. Lo de la formacion de un movimiento me sigue pareciendo contraproducente, creo que un fracaso en los movimientos puede voltear la revolucion. De hecho el caracter del movimiento ya da lugar a sospechas de un rotundo fracaso. En lo personal, opto por pequeñas celulas de pocas personas, que sean capaces de reaccionar contra la tecnologia en el momento que se presente la oportunidad. Por otro lado, de la revolucion Fracesa y la rusa, solo se puede tomar el proceso. En cuanto a la accion y formacion del movimiento preferiria tomar el ejemplo del luddismo. Esto no se trata de cambiar un sistema economico o politico, con las correspondientes repercusiones sociales. Se trata de destruir el sistema-tecnologico. La adhesion de las personas ante la destruccion es muy facil de lograr, se da de forma casi natural. Paso con el luddismo, y sucede con cualquier ataque de caracter destructivo que hay. Cuando hay saqueos, se suma gran cantidd de gente. Cuando se destruye un banco.. se suman personas y se destruyen otros comercios. La marginalidad, la delicuencia y la diversion, en estos casos son factores positivos.
Por otro lado.. tambien agrega Kaczynski:
"¿Cómo podemos utilizar este cambio de actitud para sentar las bases de para una revolución? Una de nuestras tareas, obviamente, es ayudar a promover el crecimiento de los nuevos valores y difundir ideas revolucionarias, que alentará a la oposición activa al sistema de technoindustrial. Sin embargo, la difusión de ideas, por sí misma, no es muy eficaz. Tenga en cuenta la respuesta de una persona que está expuesta a las ideas revolucionarias. Asumamos que él o ella es una persona reflexiva que se enferma escuchando o leyendo sobre los horrores que la tecnología guarda para el mundo, y se siente estimulado y esperanzado en el aprendizaje de qué mejores, y más ricas, formas satisfactorias de vida son posibles. ¿Qué sucede después? Tal vez nada. A fin de mantener un interés en las ideas revolucionarias, las personas tienen que tener la esperanza de que esas ideas en realidad puedan llevarse a la práctica, y necesitan tener la oportunidad de participar personalmente en la realización de estas ideas. Si una persona que ha sido expuesta a las ideas revolucionarias no se le ofrece nada práctico que puede hacer en contra del Tecnosistema, y si nada importante está pasando para mantener viva la esperanza, esta persona probablemente pierda el interés. La exposición adicional al mensaje revolucionario tendrá cada vez menos efecto en ella por más veces que se repita, hasta que finalmente se convierte en completamente apáticos y se nieguen a pensar más allá acerca del problema de la tecnología. Con el fin de mantener el interés de la gente, los revolucionarios tienen que mostrarles que cosas están sucediendo, cosas importantes, y tienen que dar a la gente la oportunidad de participar activamente en el trabajo hacia la revolución. Por esta razón, un efectivo movimiento revolucionario es necesario, un movimiento que sea capaz de hacer que las cosas sucedan, y que las personas interesadas pueden inscribirse o cooperar con el fin de tener una parte activa en preparar de la forma en preparar el camino a la revolución. Y a menos que el movimiento crezca mano a mano con la difusión de las ideas, las ideas resultarán relativamente inútiles. Por el momento, por lo tanto, la tarea más importante de los revolucionarios es construir un movimiento eficaz."
En este punto estoy casi complementamente en desacuerdo. Una vez que una persona se topa con ideas antitecnologicas y las comprende.. su vida cambia por completo. No necesita ninguna insentivo.. porque todo el tiempo se topa con un sistema que lo oprime y la critica y conciencia se vuelve tan grande, que simplemente no puede estar bien dentro del sistema. Ya se ha manifestado dicha situacion en un topic de este foro. Hay una infelisidad y molestia, que no se puede solucionar dentro del sistema. La acciones y practica es inmediata. Desde abondanar la idea de adquirir un automovil, hasta la conviccion de establecerse lejos de una ciudad, difundiendo las ideas y planeando ataques. Todo es positivo.
Hay algo que me parecio mas que interesante:
"En segundo lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, porque demasiadas personas que están en él los están por las razones equivocadas. Para algunos de ellos, la revolución es sólo una vaga e indefinida esperanza más que un objetivo real y práctico. Algunos tienden a preocuparse más de sus propias y especiales quejas que con el problema global de la civilización tecnológica. Para otros, la revolución es sólo una especie de juego al que ellos juegan como una salida para sus impulsos rebeldes. Para otros, la participación en el movimiento es pura egolatría. Compiten por sus "status", o bien por escribir "análisis" y "críticas" que sirven más para alimentar a su propia vanidad que para promover la causa revolucionaria."
Esto es completamente cierto. Por eso en otro topic acerca de la revolucion estableci que no debe haber lideres y que debe majarse en la clandestinidad. Las personas deben ser anonimas. Si alguien escribe un texto, debe darse una difusion anonima. Eso impide la proliferacion de egos personales y tontos.
Al respecto.. y como aporte me gustaria decir lo siguiente:
Hice un rejunte de todas las traducciones hechas en este foro, incluyendo todos los textos de kaczynski. El rejunte lo hice antes de ver que se habian realizado las ultims traducciones, por lo tanto no estan incluidas. Se puede bajar de aca: http://www.megaupload.com/?d=J5QIBZTX
En lo personal, estoy elaborando un escrito acerca del origen del sistema tecno-industrial y la reproduccion tecnologica inevitable que obliga a la esclavitud de las personas. Estoy convendio de la produccion anonima y la difucion de las ideas anti-tecnologicas que ayuden a formar conciencia.
A esto me referia cuando decia en otro topic que no estan propagados los valores anti-tecnologicos:
"Hace 50 años, cuando yo era un niño, la aprobación calurosa e incluso el entusiasmo por la tecnología era casi universal. En 1962 me había convertido en hostil hacia la tecnología por mi mismo, pero yo no me atrevía a expresar mi opinión abiertamente, pues en aquellos días casi todo el mundo suponía que sólo un chiflado, o tal vez un predicador de los bosques del Mississipi, podría oponerse a la tecnología. Ahora sé que por aquellos tiempos había algunos pensadores que escribían críticamente sobre la tecnología. Pero era tan raro y tan poco escuchado que hasta que yo no tuve casi 30 años nunca supe de nadie más excepto yo que se opusiese al progreso tecnológico. Desde entonces ha habido un profundo cambio en las actitudes de la gente hacia la tecnología. Por supuesto, la mayoría de la gente en nuestra sociedad no tienen una actitud hacia la tecnología, porque nunca se han molestado en pensar acerca de la tecnología como tal."
Hasta que no se consiga la efectiva difusion de ideas coherentes, no hay ninguna forma de encarar una revolucion. Kaczynski habla de los bolcheviques y pasa por alto que su ideologia no se formo en 50 años. Las ideas tenian mas de un siglo de formacion. Él mismo confiesa que hace 50 años no se animaba a critcar a la tecnologia porque lo tomarian como un loco... bueno.. yo les puedo asegurar que al menos en latinoamerica las cosas no han cambiado mucho. Si bien se notan progresos aun falta mucho. Lo de la formacion de un movimiento me sigue pareciendo contraproducente, creo que un fracaso en los movimientos puede voltear la revolucion. De hecho el caracter del movimiento ya da lugar a sospechas de un rotundo fracaso. En lo personal, opto por pequeñas celulas de pocas personas, que sean capaces de reaccionar contra la tecnologia en el momento que se presente la oportunidad. Por otro lado, de la revolucion Fracesa y la rusa, solo se puede tomar el proceso. En cuanto a la accion y formacion del movimiento preferiria tomar el ejemplo del luddismo. Esto no se trata de cambiar un sistema economico o politico, con las correspondientes repercusiones sociales. Se trata de destruir el sistema-tecnologico. La adhesion de las personas ante la destruccion es muy facil de lograr, se da de forma casi natural. Paso con el luddismo, y sucede con cualquier ataque de caracter destructivo que hay. Cuando hay saqueos, se suma gran cantidd de gente. Cuando se destruye un banco.. se suman personas y se destruyen otros comercios. La marginalidad, la delicuencia y la diversion, en estos casos son factores positivos.
Por otro lado.. tambien agrega Kaczynski:
"¿Cómo podemos utilizar este cambio de actitud para sentar las bases de para una revolución? Una de nuestras tareas, obviamente, es ayudar a promover el crecimiento de los nuevos valores y difundir ideas revolucionarias, que alentará a la oposición activa al sistema de technoindustrial. Sin embargo, la difusión de ideas, por sí misma, no es muy eficaz. Tenga en cuenta la respuesta de una persona que está expuesta a las ideas revolucionarias. Asumamos que él o ella es una persona reflexiva que se enferma escuchando o leyendo sobre los horrores que la tecnología guarda para el mundo, y se siente estimulado y esperanzado en el aprendizaje de qué mejores, y más ricas, formas satisfactorias de vida son posibles. ¿Qué sucede después? Tal vez nada. A fin de mantener un interés en las ideas revolucionarias, las personas tienen que tener la esperanza de que esas ideas en realidad puedan llevarse a la práctica, y necesitan tener la oportunidad de participar personalmente en la realización de estas ideas. Si una persona que ha sido expuesta a las ideas revolucionarias no se le ofrece nada práctico que puede hacer en contra del Tecnosistema, y si nada importante está pasando para mantener viva la esperanza, esta persona probablemente pierda el interés. La exposición adicional al mensaje revolucionario tendrá cada vez menos efecto en ella por más veces que se repita, hasta que finalmente se convierte en completamente apáticos y se nieguen a pensar más allá acerca del problema de la tecnología. Con el fin de mantener el interés de la gente, los revolucionarios tienen que mostrarles que cosas están sucediendo, cosas importantes, y tienen que dar a la gente la oportunidad de participar activamente en el trabajo hacia la revolución. Por esta razón, un efectivo movimiento revolucionario es necesario, un movimiento que sea capaz de hacer que las cosas sucedan, y que las personas interesadas pueden inscribirse o cooperar con el fin de tener una parte activa en preparar de la forma en preparar el camino a la revolución. Y a menos que el movimiento crezca mano a mano con la difusión de las ideas, las ideas resultarán relativamente inútiles. Por el momento, por lo tanto, la tarea más importante de los revolucionarios es construir un movimiento eficaz."
En este punto estoy casi complementamente en desacuerdo. Una vez que una persona se topa con ideas antitecnologicas y las comprende.. su vida cambia por completo. No necesita ninguna insentivo.. porque todo el tiempo se topa con un sistema que lo oprime y la critica y conciencia se vuelve tan grande, que simplemente no puede estar bien dentro del sistema. Ya se ha manifestado dicha situacion en un topic de este foro. Hay una infelisidad y molestia, que no se puede solucionar dentro del sistema. La acciones y practica es inmediata. Desde abondanar la idea de adquirir un automovil, hasta la conviccion de establecerse lejos de una ciudad, difundiendo las ideas y planeando ataques. Todo es positivo.
Hay algo que me parecio mas que interesante:
"En segundo lugar, el movimiento existente es de escasa eficacia, porque demasiadas personas que están en él los están por las razones equivocadas. Para algunos de ellos, la revolución es sólo una vaga e indefinida esperanza más que un objetivo real y práctico. Algunos tienden a preocuparse más de sus propias y especiales quejas que con el problema global de la civilización tecnológica. Para otros, la revolución es sólo una especie de juego al que ellos juegan como una salida para sus impulsos rebeldes. Para otros, la participación en el movimiento es pura egolatría. Compiten por sus "status", o bien por escribir "análisis" y "críticas" que sirven más para alimentar a su propia vanidad que para promover la causa revolucionaria."
Esto es completamente cierto. Por eso en otro topic acerca de la revolucion estableci que no debe haber lideres y que debe majarse en la clandestinidad. Las personas deben ser anonimas. Si alguien escribe un texto, debe darse una difusion anonima. Eso impide la proliferacion de egos personales y tontos.
Al respecto.. y como aporte me gustaria decir lo siguiente:
Hice un rejunte de todas las traducciones hechas en este foro, incluyendo todos los textos de kaczynski. El rejunte lo hice antes de ver que se habian realizado las ultims traducciones, por lo tanto no estan incluidas. Se puede bajar de aca: http://www.megaupload.com/?d=J5QIBZTX
En lo personal, estoy elaborando un escrito acerca del origen del sistema tecno-industrial y la reproduccion tecnologica inevitable que obliga a la esclavitud de las personas. Estoy convendio de la produccion anonima y la difucion de las ideas anti-tecnologicas que ayuden a formar conciencia.
- Judge_Destiny
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- Registrado: 10 Mar 2010, 14:46
Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
Lo que estoy realizando es parecido a lo que tu has hecho en el link que ofreces, pero solamente de la obra "The Road to Revolution", sin añadir el resto de los textos. Por el momento, hasta que no tengamos el conjunto de los puntos traducidos, veo absurdo compilar nada, puesto que debería ser modificado.
Al respecto.. y como aporte me gustaria decir lo siguiente:
Hice un rejunte de todas las traducciones hechas en este foro, incluyendo todos los textos de kaczynski. El rejunte lo hice antes de ver que se habian realizado las ultims traducciones, por lo tanto no estan incluidas. Se puede bajar de aca: http://www.megaupload.com/?d=J5QIBZTX
Apenas veo el cielo con el humo de las fábricas,
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- Judge_Destiny
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Re: The Road to Revolution, Ted Kazcynski
He decidido traducir el punto titulado "Moralidad y revolución".
Debo decir primero, que el texto corresponde a un ensayo de 1999 para una revista, y que el texto contenido en la obra compartía aproximadamente el 60% con el anterior, que he encontrado traducido en la siguiente pagina web:
http://gritasalvaje.entodaspartes.net/2 ... kaczynski/
He comprobado personalmente la correspondencia en la traducción y mis aportaciones se pueden contar con los dedos de una mano. Del 40% restante de la obra, el epílogo y las notas me he encargado personalmente.
Kaczynski indica en el epílogo que: "El ensayo es presentado aquí en una forma profundamente revisada." Básicamente, por lo que he observado, se ha limitado a eliminar párrafos por otros que explicaban la idea mejor, a añadir párrafos para detallar más una idea y para indicar las incidencias del ensayo en la revolución.
A continuación pongo el texto:
Debo decir primero, que el texto corresponde a un ensayo de 1999 para una revista, y que el texto contenido en la obra compartía aproximadamente el 60% con el anterior, que he encontrado traducido en la siguiente pagina web:
http://gritasalvaje.entodaspartes.net/2 ... kaczynski/
He comprobado personalmente la correspondencia en la traducción y mis aportaciones se pueden contar con los dedos de una mano. Del 40% restante de la obra, el epílogo y las notas me he encargado personalmente.
Kaczynski indica en el epílogo que: "El ensayo es presentado aquí en una forma profundamente revisada." Básicamente, por lo que he observado, se ha limitado a eliminar párrafos por otros que explicaban la idea mejor, a añadir párrafos para detallar más una idea y para indicar las incidencias del ensayo en la revolución.
A continuación pongo el texto:
[MORALIDAD Y REVOLUCIÓN]
“La moralidad, la culpa y el miedo a la condenación actúan como policías en nuestras mentes, destruyendo nuestra espontaneidad, nuestro carácter salvaje, nuestra capacidad para vivir nuestras vidas plenamente…
Intento actuar según mis impulsos, mi espontaneidad surge sin preocuparme de lo que los demás piensen de mí…
No quiero limitaciones en mi vida, quiero que todas las posibilidades queden abiertas… Esto significa… la destrucción de toda moralidad” [1].
Es cierto que el concepto de moralidad como es convencionalmente entendido es uno de los más importantes instrumentos que el sistema usa para controlarnos, y que debemos liberarnos de ello.
Pero supongamos que un día te encuentras de mal humor. Ves a una inofensiva pero fea y vieja mujer; su apariencia te irrita, y tus “impulsos espontáneos” te llevan a derribarla y patearle la cara.
O supón que sientes “algo especial” por las niñas pequeñas, así que tus “impulsos espontáneos” te conducen a coger a una niña de cuatro años, arrancarle la ropa y violarla mientras grita de terror.
Me gustaría suponer que no hay ningún anarquista leyendo esto a quien no le disgusten este tipo de actos, o que no intentara evitarlos si viese que están siendo llevados a cabo. ¿Es esto una mera consecuencia del condicionamiento moral que la sociedad nos impone?
Yo afirmo que no. Defiendo que existe una especie de “moralidad” (nótense las comillas) natural, o una especie de concepción de la justicia que actúa como una trama común a casi todas las culturas y tiende a aparecer en ellas de un modo u otro, aunque frecuentemente puede verse suplantada o modificada por fuerzas específicas de cada cultura en particular. Puede ser que esta concepción de lo que es correcto esté biológicamente predispuesta. Sea como sea, puede ser resumida en los Seis Principios siguientes:
1.- No perjudicar a nadie que no te haya perjudicado a ti, ni te haya amenazado con hacerlo.
2.- (Principio de autodefensa y revancha) Puedes perjudicar a otros para anticiparte al perjuicio con que ellos te amenazan, o en respuesta a un perjuicio que ellos ya te han causado.
3.- Un buen acto merece otro: Si alguien te ha hecho un favor, deberías estar dispuesto a hacerle un favor comparable cuando lo necesite.
4.- Los fuertes han de mostrar consideración por los débiles.
5.- No mentir.
6.- Cumplir fielmente cualquier promesa o compromiso que hagas.
Voy a dar un par de ejemplos de las formas en que los Seis Principios a menudo son sustituidos por tendencias culturales. Entre los Navajo, tradicionalmente, se consideraba “moralmente aceptable” usar el engaño cuando comerciaban con cualquiera que no fuese miembro de su tribu (W. A. Haviland “Cultural Anthropology” – “Antropología Cultural”- 9ª Edición, pág. 207) aunque esto contraviene los principios 1, 5 y 6. Y en nuestra sociedad mucha gente rechazará el principio de revancha: debido a la necesidad imperiosa de la sociedad industrial de mantener el orden social y al potencial desestabilizador que los actos de venganza personal tienen sobre el mismo, somos entrenados para reprimir nuestros impulsos negativos y dejar cualquier forma seria de revancha (llamada “Justicia”) en manos del aparato judicial.
A pesar de estos ejemplos, yo mantengo que los Seis Principios tienden a la universalidad. Pero, se acepte o no que los Seis Principios son hasta cierto punto universales, no creo equivocarme si asumo que casi todos los lectores estarán de acuerdo con estos principios (con la probable excepción del principio de revancha), de un modo u otro. Por consiguiente los Seis Principios pueden servir como base para la presente discusión.
Yo sostengo que los Seis Principios no deberían ser respetados como código moral, por las siguientes razones:
- Primero: Estos principios son tan vagos y pueden ser interpretados de un modo tan diverso que no habrá manera de ponerse de acuerdo a la hora de aplicarlos en casos concretos. Por ejemplo, si Pedro insiste en poner el volumen de su radio tan alto que impide dormir a Juan, y Juan debido a ello destroza la radio de Pedro, ¿es la actuación de Juan un perjuicio infligido a Pedro sin causa alguna, o es un acto de legítima defensa de Juan frente al perjuicio que Pedro le está ocasionando? En esta cuestión es poco probable que Pedro y Juan se pongan de acuerdo. (Sin embargo, también hay límites a la hora de interpretar los Seis Principios. Imagino que sería difícil encontrar a alguien, en cualquier cultura, que interpretase estos principios de tal modo que justificase la brutalidad con las ancianas o la violación de niñas de cuatro años).
- Segundo: La mayoría de la gente estará de acuerdo en que a veces es “moralmente” justificable hacer excepciones a los Seis Principios. Si tu amigo ha destruido equipamiento de tala perteneciente a una gran empresa maderera, y la policía viene preguntándote quien lo hizo, cualquier verdadero eco-anarquista estará de acuerdo en que es justificable que mientas y digas: “no lo sé”.
- Tercero: Los Seis Principios no han sido, por lo general, tomados como si poseyesen la firmeza y rigidez de las verdaderas leyes morales. La gente a menudo viola los Seis Principios, incluso cuando no hay justificación “moral” para hacerlo. Es más, como ya he dicho, los códigos morales de ciertas sociedades con frecuencia entran en conflicto y pasan por encima de esos Seis Principios. Más que leyes, estos principios son sólo una especie de guía, una expresión de nuestros más nobles impulsos que nos llevan a evitar hacer ciertas cosas de las que luego podamos arrepentirnos.
- Cuarto: Considero que el término “moralidad” debería ser utilizado sólo para designar códigos de conducta socialmente impuestos que son específicos de ciertas sociedades, o subculturas. Ya que los Seis Principios, de una u otra forma, tienden a ser universales e incluso bien podrían venir predispuestos biológicamente, no deberían ser denominados como moralidad.
Asumiendo que la mayoría de los anarquistas aceptarán estos Seis Principios, lo que el anarquista (o, al menos, el anarquista del tipo individualista) hace es reclamar el derecho a interpretar estos principios por sí mismo en cualquier situación concreta en la que se vea involucrado y a decidir por sí mismo cuándo hacer excepciones a estos principios, en lugar de permitir a cualquier autoridad tomar decisiones por él.
De todos modos, cuando las personas interpretan los Seis Principios por sí mismas, aparecen los conflictos porque los diferentes individuos interpretan los principios de maneras diferentes. Por esta razón, entre otras, prácticamente todas las sociedades han desarrollado reglas que restringen la conducta de un modo más preciso que lo que lo hacen los Seis Principios. En otras palabras, siempre que un grupo de personas estén juntas por un periodo de tiempo largo, será casi inevitable que se desarrolle cierto grado de moralidad. Sólo los ermitaños son completamente libres. Esto no es un intento de desprestigiar la idea de anarquía. Aún cuando no exista ninguna sociedad perfectamente libre de moralidad, sigue habiendo una gran diferencia entre una sociedad en la cual la carga de la moralidad sea ligera y otra en la que sea pesada. Los pigmeos de las pluviselvas africanas, según los describe Colin Turnbull en sus libros “The Forest People” (“La Gente de la Selva”) y “Wayward Servants: The Two Worlds of the African Pigmies” (“Sirvientes Díscolos: Los Dos Mundos de los Pigmeos Africanos”) son una muestra de una sociedad que no anda lejos del ideal anarquista. Sus reglas son pocas y flexibles y permiten en gran medida la libertad personal. (Y aún así, a pesar de no tener policías, juzgados ni cárceles, su tasa de homicidios es virtualmente cero, según Turnbull).
Por el contrario, en las sociedades tecnológicamente avanzadas la mecánica social es compleja y rígida, y sólo puede funcionar cuando el comportamiento humano está altamente regulado. En consecuencia, tales sociedades requieren un sistema de leyes y moralidad mucho más restrictivo (Para los propósitos de este artículo no necesitamos distinguir entre ley y moralidad. Consideramos simplemente la ley como un tipo particular de moralidad, lo cual no es del todo descabellado ya que en nuestra sociedad se considera de forma generalizada que es inmoral saltarse la ley). La gente chapada a la antigua se suele quejar de la falta de moral en la sociedad moderna, y es verdad que en ciertos aspectos nuestra sociedad está relativamente libre de la moralidad. Pero yo más bien afirmaría que la relajación de la moralidad que se da en nuestra sociedad en cosas como el sexo, el arte, la literatura, la vestimenta, la religión, etc., es en gran medida una reacción frente a la severa opresión que genera el control del comportamiento humano en otros ámbitos prácticos de la vida. El arte, la literatura y cosas similares son una válvula de escape para impulsos de rebeldía que podrían ser peligrosos si tomasen una dirección más práctica, y así, formas de satisfacción hedonistas como la exagerada indulgencia en lo referente al sexo o la alimentación, o los modernos entretenimientos intensamente estimulantes, ayudan a la gente a olvidar la pérdida de su libertad.
De todos modos, está claro que en cualquier sociedad la moralidad sirve a funciones prácticas. Una de estas funciones es la de prevenir los conflictos o hacer posible la resolución de ellos sin el uso de la violencia. (Conforme al libro de Elizabeth Marshall Thomas titulado “The harmless People” -en castellano, "La gente inofensiva"-, Vintage Books, Random house, Nueva York, 1989, páginas 10, 82, 83, los bosquimanos del Sur de África poseían como propiedad privada el derecho a recolectar fruta en zonas especificas de la sabana, y respetaban estos derechos estrictamente. Es fácil observar como este tipo de reglas evitaban conflictos sobre el uso de los recursos de alimentación. )
Puesto que los anarquistas colocan como valor supremo la libertad, presumiblemente querrán mantener la moralidad al mínimo, incluso si esto les cuesta algo de seguridad personal u otras ventajas prácticas. No es mi propósito establecer aquí donde situar la balanza entre libertad y las ventajas prácticas de la moralidad, pero quiero llamar la atención a un punto que es a menudo pasado por alto: el beneficio práctico y material de la moralidad son contrarrestados por el coste psicológico de reprimir nuestros impulsos “inmorales”. Es común entre los moralistas el concepto de “progreso” conforme el cual la raza humana está siempre destinada a convertirse cada vez más moral. Cada vez más los impulsos “inmorales” son suprimidos y reemplazados por el comportamiento “civilizado”. Para esta gente la moralidad es aparentemente un fin en sí mismo. Nunca parecen preguntarse porque los seres humanos deben convertirse más morales. ¿A qué fin sirve la moralidad? Si el fin es cualquier cosa parecida al bienestar humano entonces una moralidad aún más radical e intensiva solo puede ser contraproducente, puesto que lo cierto es que el coste psicológico de suprimir los impulsos “inmorales” hará que a la larga se supere cualquier ventaja conseguida por la moralidad (si no lo hace ya). De hecho, está claro que, ante cualquier escusa que se puedan inventar, el motivo real de los moralistas es satisfacer parte de su necesidad psicológica imponiendo su moralidad en otras personas. Su movimiento hacia la moralidad no es el resultado de ningún programa racional para mejorar la suerte de la raza humana.
Esta moralidad agresiva no tiene nada que ver con los Seis Principios del comportamiento justo. En realidad es incompatible con ellos. Al tratar de imponer su moralidad a otra gente, bien sea a la fuerza o bien mediante propaganda y educación, los moralistas están ocasionando un perjuicio a gente que no les ha causado ningún perjuicio a ellos, contraviniendo así el primero de los Seis Principios. Pensemos, por ejemplo, en los misioneros del siglo XIX que hacían sentirse culpables por sus prácticas sexuales a la gente primitiva, o en los modernos izquierdistas que intentan suprimir los discursos políticamente incorrectos.
La moralidad a menudo también es antagónica con los Seis Principios de otras maneras. Por poner sólo unos pocos casos:
En nuestra sociedad la propiedad privada no es lo mismo que lo que es para los bosquimanos –un mero instrumento para evitar conflictos acerca del uso de los recursos-. Por contra, aquí es un instrumento mediante el cual ciertas personas u organizaciones se apropian del control sobre inmensas cantidades de recursos que usan para ejercer el poder sobre otra gente. Con esto violan el primero y cuarto de los principios de justicia. Al exigirnos que respetemos la propiedad, la moralidad de nuestra sociedad ayuda a perpetuar un sistema que está claramente en conflicto con los Seis Principios.
Entre muchas personas primitivas, los bebes con deformaciones importantes son matados en el nacimiento. (Mirar, e.g., Paul Schebesta, Die Bambuti-Pygmaen vom Ituri, I.Band, Institut Royal Colonial Belge, Brusels, 1938, página 138.) En la sociedad moderna esta práctica es absolutamente prohibida. Los profesionales de la salud mental que estudian los problemas psicológicos de los discapacitados nos pueden decirnos cuan grave son estos problemas. Cierto, incluso entre los gravemente deformados –por ejemplo, aquellos que nacen sin brazos o piernas- puede haber ocasionalmente individuos que logren la satisfacción en sus vidas. Pero la mayoría de las personas con tal grado de discapacidad están condenados a vidas de inferioridad e impotencia, y para criar un bebe con deformidades extremas hasta que sea suficientemente grande para ser consciente de su propia impotencia es por lo general un acto de crueldad. En un caso concreto, por supuesto, puede resultar difícil equilibrar la probabilidad de que un bebe deformado tenga una miserable existencia, si es criado, en contraposición a la posibilidad de que pueda adquirir una vida que valga la pena. Lo importante es que, en cualquier caso, el código moral de la sociedad moderna no permite tal equilibrio. Automáticamente requiere que todo bebe sea criado, sin importar cuán extrema sea su discapacidad física o psíquica, y sin que importe tampoco cuán remotas sean sus posibilidades de que su vida pueda ser algo no miserable. Este es uno de los aspectos más despiadados de la moralidad moderna.
Se espera que los militares maten o se abstengan de matar siguiendo ciega y obedientemente las órdenes del gobierno, se espera que los policías y jueces encarcelen o liberen a personas obedeciendo mecánicamente la ley. Se consideraría algo “contrario a la ética” e “irresponsable” que los soldados, los jueces o los policías actuasen según su propia noción de lo que es justo en lugar de hacerlo de acuerdo con las reglas del sistema. Un juez moral y “responsable” enviará a un hombre a prisión si la ley le dice que lo haga, incluso si el hombre es inocente según los Seis Principios.
Apelar a la moralidad a menudo sirve como tapadera para ocultar lo que de otro modo estaría claro que es una imposición de la propia voluntad sobre otra gente. Así, si una persona dice: Voy a impedirte cometer un aborto (o practicar el sexo, o comer carne, o cualquier otra cosa) por el mero hecho de que me resulta personalmente ofensivo que lo hagas”, este intento de imponer su voluntad sería visto como una muestra de arrogancia y sería considerado como irrazonable. Pero si dice tener una base moral para lo que hace y te dice: “Voy a impedirte abortar porque es inmoral”, entonces su intento de imponer su voluntad parece adquirir cierta legitimidad, o al menos tiende a ser más respetado que si no apela a la moral.
La gente que está fuertemente apegada a la moralidad de su propia sociedad a menudo no presta ninguna atención a los principios de la conducta correcta. El profundamente moral y cristiano hombre de negocios John D. Rockefeller utilizó métodos deshonestos para conseguir el éxito, como es admitido por Allan Nevin en su admirativa biografía de Rockefeller. Hoy, es casi inevitable en cualquier empresa financiera a gran escala joder a otra gente de un modo u otro. La distorsión voluntaria de la verdad, lo suficientemente grave como para aproximarse a la mentira, es en la práctica considerada como un comportamiento aceptable entre los políticos y periodistas, a pesar de que muchos de ellos indudablemente se consideran a sí mismos personas morales.
Tengo frente a mí un folleto de propaganda enviado por una revista llamada “The National Interest” (“El Interés Nacional”). En él leo lo siguiente:
“En tus manos está la responsabilidad de defender nuestros intereses nacionales en el extranjero y conseguir apoyo para ellos en casa.”
“Tú no eres ningún ingenuo, ni mucho menos. Crees que, para bien o para mal, la política internacional exige, esencialmente, el uso de la fuerza –o sea que como Thomas Hobbes dijo, cuando no hay acuerdo entre estados, siempre pintan bastos.”
Esto es una defensa descarada del comportamiento maquiavélico en lo referente a asuntos internacionales, a pesar de que es casi seguro que la gente responsable de este folleto que acabo de citar son firmes defensores de la moralidad convencional dentro de los Estados Unidos. Considero que para esta gente la moralidad convencional sirve como “sustituto” de los Seis Principios. Al identificarse con la moralidad convencional obtienen un sentido artificial de la virtud que les permite desdeñar los principios de la conducta correcta sin sentir malestar alguno.
Otra forma en la cual la moralidad de una sociedad es antagónica respecto a los Seis Principios es el hecho de que a menudo sirve como excusa para el maltrato y la explotación de personas que han violado el código moral o las leyes de esa sociedad. En los Estados Unidos, los políticos promocionan sus carreras “siendo duros con el crimen” y defendiendo la imposición de fuertes condenas a aquellos que se hayan saltado la ley. Los fiscales con frecuencia buscan ventajas personales siendo todo lo duros que la ley les permite con los acusados. Esto además satisface ciertos impulsos sádicos y autoritarios del público en general y apacigua el miedo que las clases privilegiadas tienen al desorden social. Todo esto tiene poco que ver con los Seis Principios de justicia. Muchos de los “criminales” condenados a fuertes penas –por ejemplo, por poseer marihuana- no han violado en modo alguno los Seis Principios. Pero incluso si los condenados han violado los Seis Principios las duras condenas que soportan no vienen motivadas por ningún sentido de lo que es correcto, ni siquiera de la moralidad, sino por las ambiciones personales de políticos y jueces o por los apetitos sádicos y punitivos del público. La moralidad es una mera excusa.
En resumen, cualquiera que observe honestamente la sociedad moderna verá que, a causa de todo este énfasis en la moralidad, ésta en realidad cumple los principios de justicia de un modo muy pobre. En realidad bastante menos de lo que lo hacen muchas sociedades primitivas.
Salvo algunas excepciones, el principal propósito de la moralidad en la sociedad moderna es facilitar el funcionamiento del sistema tecnoindustrial. Así es como funciona:
Nuestra concepción tanto de lo que es justo como de la moralidad está fuertemente influenciada por el interés propio. Por ejemplo, yo creo sincera y profundamente que es perfectamente correcto, para mí, destruir el equipamiento de cualquiera que esté talando el bosque. Y uno de los motivos por lo que lo creo así es que la perpetuación de la existencia del bosque permite la satisfacción de mis necesidades personales. Si yo no tuviese una relación personal con el bosque puede que lo viese de otro modo. De forma similar, la mayoría de la gente rica probablemente crea sinceramente que las leyes que protegen su propiedad son correctas y morales; y que las leyes que restringen los modos en que ellos pueden usar su propiedad son incorrectas. No hay duda de que, a pesar de lo sinceros que puedan ser, estos sentimientos están motivados en gran medida por el interés propio.
La gente que ocupan posiciones de poder en el sistema tiene interés en promover la seguridad y la expansión del mismo. Cuando esta gente percibe que ciertas ideas morales refuerzan el sistema o lo hacen más seguro, entonces, bien sea por intereses propios abiertamente reconocidos, bien porque sus sentimientos morales están influidos inconscientemente por el interés propio, ejercen presión sobre los medios de comunicación y sobre los educadores para promover esas ideas morales. Así, las exigencias de respeto hacia la propiedad, y de un comportamiento ordenado, dócil, respetuoso con las reglas, cooperante… se han convertido en valores morales en nuestra sociedad (a pesar de que esas exigencias pueden entrar en conflicto con los principios de justicia) porque son necesarias para el funcionamiento del sistema. De modo similar, la armonía e igualdad entre las distintas razas y grupos étnicos es un valor moral de nuestra sociedad ya que los conflictos interraciales e interétnicos entorpecen el funcionamiento del sistema. El trato equitativo para todas las razas y grupos étnicos puede ser también un deber según los principios de justicia, pero no es por esta razón por lo que es un valor moral en nuestra sociedad, es un valor moral en nuestra sociedad porque es bueno para el sistema tecnoindustrial. Las restricciones tradicionales en lo referente al comportamiento sexual se han suavizado, porque la gente que tiene poder ha visto que estas restricciones no son necesarias para el funcionamiento del sistema y que seguir manteniéndolas provoca tensiones y conflictos que son perjudiciales para el mismo.
Particularmente instructivo es el caso de la prohibición moral de la violencia en nuestra sociedad. (Por “violencia” entiendo los ataques físicos hacia seres humanos o la aplicación de fuerza física contra seres humanos). Hace varios siglos, la violencia no era considerada inmoral, en sí misma, en la sociedad europea. De hecho, bajo determinadas condiciones, era admirada. La clase social más prestigiosa era la nobleza, que precisamente por aquel entonces era una casta guerrera. Incluso en los albores de la Revolución Industrial la violencia no era considerada el mayor de los males, y se creía que ciertos otros valores –como por ejemplo, la libertad personal- eran más importantes que evitar la violencia. En América, ya bien entrado el siglo XIX, las actitudes públicas hacia la policía eran negativas, y se tendía a mantener las fuerzas policiales en estado de precariedad e ineficiencia ya que eran consideradas una amenaza para la libertad. La gente prefería ocuparse ellos mismos de su propia defensa y aceptar así un alto grado de violencia en la sociedad antes que arriesgarse a perder su libertad personal. [2]
Desde entonces, las actitudes hacia la violencia han cambiado profundamente. Hoy en día los medios de información, los centros de enseñanza y todos aquellos comprometidos con el sistema nos lavan el cerebro para que creamos que la violencia es algo que, por encima de cualquier otra cosa, jamás debemos cometer. (Por supuesto, cuando al sistema le resulta conveniente usar la violencia –por medio de la policía o del ejército- para obtener sus propios fines, siempre pueden encontrarse excusas para justificarlo).
A veces se afirma que esta moderna actitud hacia la violencia es el resultado de la influencia apaciguadora del cristianismo, pero esta afirmación es absurda. El periodo a lo largo del cual el cristianismo fue más poderoso en Europa, la Edad Media, fue una época especialmente violenta. Ha sido durante la Revolución Industrial y sus consiguientes cambios tecnológicos cuando las actitudes hacia la violencia se han visto alteradas, y precisamente durante este mismo intervalo de tiempo la influencia del cristianismo se ha visto marcadamente debilitada. Está claro que no ha sido el cristianismo el que ha cambiado las actitudes hacia la violencia.
Es necesario para el funcionamiento de la sociedad industrial moderna que la gente coopere de un modo rígido, como si fueran máquinas, obedeciendo reglas, siguiendo órdenes y horarios, llevando a cabo procesos preestablecidos. Por consiguiente el sistema requiere, sobre todo, docilidad en los seres humanos y orden en la sociedad. De todos los comportamientos humanos, la violencia es el más dañino para el orden social y de ahí que sea el más peligroso para el sistema. A medida que la Revolución Industrial progresaba, las clases poderosas, percibiendo que la violencia era cada vez más contraria a sus intereses, cambiaron su actitud hacia la misma. Y debido a que su influencia era predominante a la hora de determinar lo que era publicado en la prensa y enseñado en las escuelas, gradualmente fueron transformando la actitud de la sociedad entera, así que hoy la mayoría de la gente de clase media, e incluso la mayoría de quienes se consideran a sí mismos rebeles contrarios al sistema, creen que la violencia es el mayor de los pecados. Creen que su oposición a la violencia es la expresión de la toma de una decisión moral por su parte, y en cierto sentido lo es, pero esa decisión está basada en una moralidad que ha sido diseñada para servir a los intereses del sistema y que ha sido inculcada por la propaganda. En realidad, sencillamente, esta gente sufre un lavado de cerebro.
No hace falta decir que para lograr una revolución en contra del sistema tecnoindustrial será necesario descartar la moralidad convencional. Una de las dos afirmaciones principales que he intentado realizar en este artículo es que incluso el rechazo más radical a la moralidad convencional no implica necesariamente el abandono de la decencia humana: existe una moralidad natural (e incluso en cierto sentido universal) – o, como he preferido llamarlo, un concepto de justicia- que tiende a mantener una conducta “decente” hacia otra gente incluso cuando hemos descartado toda moralidad formal.
La otra principal afirmación que he intentado realizar es que el concepto de moralidad, es usado para muchos propósitos que no tienen nada que ver con la decencia humana o con lo que he llamado “justicia”. En particular, la sociedad moderna usa la moralidad como un instrumento para manipular el comportamiento humano con objetivos que son a menudo completamente inconsecuentes con la decencia humana.
En consecuencia, una vez los revolucionarios hayan decidido que la presenta forma de sociedad debe ser eliminada, no hay razón por la cual ellos deban titubear para rechazar la existente moralidad; y el rechazo de la moralidad no será en ningún sentido equivalente a un rechazo a la decencia humana.
No se puede negar, sin embargo, que la revolución en contra del sistema tecnoindustrial violará la decencia humana y los principios de justicia. Con el colapso del sistema, tanto si es espontaneo o es el resultado de una revolución, innumerables personas inocentes sufrirán y morirán.
Para comparar, consideremos la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo la ambición de despiadados dictadores solamente podía ser frustrada a través de la guerra a larga escala, y, dadas las condiciones de la guerra moderna, millones de civiles inocentes fueron inevitablemente matados o mutilados. Pocas personas negaran que esto constituya una extrema e inexcusable injusticia a las víctimas, aún así pocas continuaran argumentando que tanto a Hitler, a Mussolini, y a los militares japoneses se les debía haber permitido dominar el mundo.
Si esto fue aceptable para luchar la Segunda Guerra Mundial a pesar de la grave crueldad a millones de personas inocentes que esto entrañaba, entonces una revolución en contra del sistema tecnoindustrial debería ser aceptable también. Si los fascistas hubieren conseguido dominar el mundo, indudablemente hubieren tratado a su población con brutalidad, reducido a millones a la esclavitud bajo duras condiciones y exterminado abiertamente a mucha gente.
Sin embargo, por muy horrible que esto hubiere sido, parece casi trivial en comparación con los desastres con los cuales el sistema tecnoindustrial nos amenaza. Hitler y sus aliados simplemente trataron de repetir a larga escala el tipo de atrocidades que ocurrieron una y otra vez en toda la historia de la civilización. Con lo que la tecnología moderna nos amenaza no tiene en absoluto precedentes.
Hoy nos tenemos que cuestionar si será una guerra nuclear, un desastre biológico o un colapso ecológico lo que producirá bajas más grandes que aquellas de la Segunda Guerra Mundial; si la raza humana continuará existiendo o si será reemplazada por maquinas inteligentes o monstruos de la ingeniería genética; si los últimos vestigios de la dignidad humana desaparecerán, no solamente durante la duración de un régimen totalitario en particular sino por todo el tiempo; incluso si nuestro mundo será habitable dentro de unos cientos de años a partir de ahora. Bajo estas circunstancias, ¿quién reclamará que la Segunda Guerra Mundial fue aceptable pero una revolución en contra del sistema tecnoindustrial no lo es?
La revolución necesariamente implicará la violación de los principios de justicia, los revolucionarios deberán hacer todos los esfuerzos para evitar violar estos principios más de lo necesario –no solamente por el respeto a la decencia humana, sino también por razones prácticas. Cumpliendo con los principios de justicia, en la medida de que hacer esto no es incompatible con la acción revolucionaria, los revolucionarios ganaran el respeto de los no revolucionarios, y serán capaces de reclutar mejores individuos para ser revolucionarios, y incrementara la dignidad del movimiento revolucionario, de este modo fortaleciendo el espíritu de equipo.
EPILOGO
“Moralidad y Revolución” fue escrito originalmente en 1999, fue publicado en Green Anarchist, y fue dirigido específicamente hacia los anarquistas, pero considero que puede ser de interés a un público mucho más amplio. El ensayo es presentado aquí en una forma profundamente revisada.
Como fue escrito para anarquistas, los cuales no son generalmente religiosos, este ensayo discute la moralidad en formas puramente seculares; toda cuestión cercana a una base moral religiosa para la moralidad queda fuera. Esta cuestión es, por supuesto, formidable de por sí, y no voy a emprender una discusión de la misma aquí. Solo puntualizaré que nadie ha tenido éxito en demostrar que el propio código moral prescrito por su propia religión es de hecho el que ordenó la divinidad, suponiendo que haya una divinidad. Todo lo que tenemos son las conflictivas y no probadas reclamaciones de varias religiones.
Para “Moralidad y Revolución” me gustaría añadir la siguiente observación: hay dos tipos de moralidad –el tipo de moralidad que uno se impone a sí mismo y la que uno impone a otros. Para el primer tipo de moralidad, esto es, para el dominio de uno mismo, tengo el mayor respeto. El segundo tipo de moralidad no lo respeto excepto cuando constituye defensa propia. (Por ejemplo, cuando las mujeres dicen que la violación y el golpeo a la esposa son inmorales, esto es defensa propia.) Me he dado cuenta que la gente que intenta más duramente imponer un código moral en otros (no en defensa propia) son a menudo los menos cuidadosos de acatar el mismo.
NOTAS
1. Feral Faun, “The cops in Our Heads: Some thoughts on anarchy and morality” in The Quest for the Spiritual: A Basis for a Radical analysis of Religion (Los Policías en Nuestras Cabezas: algunos pensamientos en la anarquía y la moralidad en La Aventura por la Espiritualidad: Una base para el análisis radical de la Religión), y otros ensayos por Feral Faun, publicados por Green Anarchist.
BCM 1715, London WC 1N 3XX, United Kingdom
2. Mirar Hugh Davis Graham y Ted Robert Gurr (editor). Violence in America: Historical and Comparative Perspectives (Violencia en América: Perspectivas Históricas y Comparativas). Bantam Books, New York, 1970, Capítulo 12, por Roger Lane; también, The New Encyclopedia Britannica, 15th Edición, 2003, Volumen 25, articulo “Police”, paginas 959-960. Sobre actitudes medievales hacia la violencia y las razones por las cuales estas actitudes cambiaron, mirar Norbert Elias. The Civilizing Process (El Proceso de Civilización), Edicion Revisada, Blackwell Publishing, 2000, páginas 161-172.
Última edición por Judge_Destiny el 01 Abr 2010, 17:41, editado 1 vez en total.
Apenas veo el cielo con el humo de las fábricas,
ni oigo a mi conciencia con el ruido de las máquinas...
ni oigo a mi conciencia con el ruido de las máquinas...
