Castro contra el trotskismo y todo lo que considere oposició

¿Qué tienen en común el Anarquismo y el Comunismo? ¿Qué separa y une a estas dos formas de organizar la sociedad? ¿Nuestro fin es el mismo? Stalinistas, leninistas, marxistas y marxistas libertarios. ¿En qué se diferencian entre sí? ¿Y en qué se parecen?
Cerrado
FREEDOM

Castro contra el trotskismo y todo lo que considere oposició

Mensaje por FREEDOM » 04 Feb 2005, 16:29

Castro contra el trotskismo

Con el fortalecimiento del régimen castrista se hicieron frecuentes los casos en los que un dirigente importante condenaba en público a una persona para que ésta fuese detenida y acusada ante los tribunales revolucionarios.

Así ocurrió con los trotskistas. En mayo de 1961 bastó que el Che Guevara hiciera un comentario polémico sobre un artículo del periódico del PORT para que el gobierno de Castro suprimiese Voz Ploretaria (3) y destruyese las planchas del libro de Trotsky, La Revolución Permanente, que el PORT pensaba publicar. A continuación el Ministerio del Trabajo se apoderó de la imprenta de los trotskistas denegándoles el derecho a imprimir, por lo que tuvieron que recurrir a una máquina mimeográfica. Guevara invocó la dictadura del proletariado para justificar la represión contra los seguidores de una de las "cabezas" de la primera dictadura proletaria del mundo, Leon Trotsky.


En agosto de 1962, Castro intensificaba la persecución de los trotskistas. Dos de sus líderes fueron arrestados por distribuir una declaración en la que se hacía un llamado a una reunión de delegados de las cooperativas azucareras. La declaración denunciaba la falta de democracia dentro del movimiento obrero y las cooperativas cañeras.


En el mismo año 62, el PORT alcanzó a efectuar su Segunda Conferencia Nacional en La Habana, pero ya en diciembre del 63 recibía su tiro de gracia cuando sus principales líderes eran arrestados, acusados de distribuir periódicos ilegales en los que se abogaba por el derrocamiento del régimen imperante y se criticaba la figura del propio Castro. Ellos fueron sentenciados a prisión en términos que iban desde los dos a los nueve años. No salieron de la cárcel hasta que firmaron una declaración en la que repudiaban a la Cuarta Internacional (4).


El 8 de marzo de 1962 se anuncia en La Habana la composición de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y el equipo estaba compuesto por 25 personas, 13 de las cuales provenían del antiguo 26 de Julio, 10 del Partido Socialista Popular (estalinista) y dos del antiguo Directorio (5). Anarcos y trotskistas brillaban por su ausencia. Así, la izquierda anti-estalinista quedaba excluida de la dirección revolucionaria.


El trotskismo internacional y la Revolución cubana


De pronto Castro se gira hacia la derecha y da un nuevo golpe teatral. El 13 de marzo de 1962, en un mitin en la escalinata de la Universidad de La Habana, Castro saltó airadamente de su lugar cuando un joven comunista relevó el testamento político de José Antonio Echeverría, mártir del Directorio Estudiantil Revolucionario. El texto, que era bien conocido, había sido depurado de sus referencias religiosas. Castro protestó violentamente contra la "falsificación", aunque en sus escuelas de instrucción revolucionaria y en los periódicos de las ORI se reescribía la historia de un modo más audaz (6). Aquel escándalo podía interpretarse como una señal de que Castro se aprestaba a frenar el avance de estalinistas dentro de la Revolución.


Efectivamente, el 26 de marzo Fidel se dirigió inesperadamente a la nación en un discurso televisado y denunció vehementemente a Aníbal Escalante, líder del Partido Socialista Popular (estalinista), quien hasta ese momento era Secretario de Organización de las ORI. Escalante fue acusado de todos los vicios propios de Castro: sectarismo, autoritarismo, hipercontrol y oportunismo político.


El discurso causó un efecto revivificante dentro y fuera de Cuba. La campaña contra el sectarismo fue interpretada como un signo de salud y fuerza dentro de la Revolución. Mientras Escalante se retiraba discretamente a Moscú, las lenguas se desataron para hablar con franqueza de los errores cometidos durante el período del "miniestalinismo". El trotskismo internacional cayó en la trampa. Aquella campaña contra un pequeño sector del estalinismo nacional le hizo creer a la izquierda antisoviética que Castro en enfrentaría las tendencias burocratizadoras de su régimen. El hecho fue estudiado con mayor serenidad por K. S. Karol, un periodista que conoció profundamente el sistema soviético y que siguió muy de cerca a la Revolución cubana en su primera década. Karol analizó las expectativas desatadas por el destronamiento de Escalante, las consideró demasiado jubilosas y escribió:


"Una lectura un poco atenta del discurso de Fidel Castro permitía constatar que atacaba directamente al antiguo secretario de la organización y no las mismas bases del sistema autoritario y vertical. Se hubiera dicho que en ese asunto, se trataba de nuevo del problema de algunos hombres particularmente nocivos y no de toda una concepción del gobierno, de toda una tradición común a los países del bloque soviético...


...Fidel Castro no quería, o no podía simplemente poner en entredicho la responsabilidad colectiva del grupo dirigente y por tanto la suya propia que había tolerado todas esas anomalias y permitido la cristalización de una cierta forma de poder y de gestión en la saciedad. Su elección estaba limitada, en primer lugar, por su alianza con la URSS, que no habría tolerado una puesta de entredicho global de toda la concepción del socialismo autoritario vertical...". *


En su libro Los Guerrilleros del Poder, Karol ofrece numerosos ejemplos de casos "autorepresivos" dentro de la Revolución cubana: la condena de Hubert Matos, de Lunes de Revolución, la lucha contra el "sectarismo", la expulsión autoinculpación forzada del poeta Heberto Padilla, quien a pesar de "con la Revolución todo", resultó demasiado crítico para ella. En todos ellos se operó de manera arbitraria e ilegal, en forma muy semejante a los "célebres" procesos de Moscú. Pero la recepción a estos testimonios no fue muy favorable que digamos entre los trotskistas de Francia, país donde residía Karol. Uno de los teóricos de la Cuarta Internacional, Livio Maitán, consideró que las conclusiones de Karol sobre el hecho de que Cuba había adoptado la concepción estalinista era simplemente aberrante, aunque aceptaba la presencia de algunos elementos alarmantes dentro del nuevo "estado obrero". Para Maitán el régimen cubano, como parte de la Revolución Mundial, merecía el apoyo de la Cuarta Internacional(7). Lamentablemente Maitán no se ubicaba en el hecho de que Fidel, más que dar la alarma contra las deformaciones estalinistas que amenazaban su revolución, era precisamente el mentor de las mismas, a las que se opone solo si éstas amenazan su poder personal. Castro podría ser considerado dentro de una perspectiva consecuentemente trotskista, como el principal obstáculo para la participación de las "masas" en la gestión económica y política del país. Lamentablemente, los teóricos de esta versión del marxismo-leninismo se han preocupado más por destacar las concepciones castro-guevaristas acerca de la lucha armada, el estímulo "moral" versus material, el aniquilamiento de las relaciones mercantiles dentro del sector estatal y la exportación de la revolución, que de analizar la represión de los dirigentes cubanos contra cualquier tipo de oposición obrera, especialmente la de inspiración trotskista.


La condescendencia con Castro de numerosos trotskistas internacionales llegó al extremo de perdonarle el hecho de que en enero de 1966, Fidel usara la plataforma del Congreso de la Tricontinental en La Habana para atacar a diferentes grupos del trotskismo latinoamericano. La convivencia con el estalinismo tropical llega a límites impensables, como es el caso del Partido Socialista Obrero de Estados Unidos, quien históricamente ha mantenido relaciones cordiales con el régimen de Castro. La generación más joven de este Partido ha transitado del trotskismo a un castrismo (8) ortodoxo en el que no cree ni el propio Fidel. A principios de los 90, cuando Castro se aleja de la URSS con motivo de su rechazo al proceso democratizador desatado por Gorbachov se podía encontrar en la Feria Internacional del Libro de La Habana un puesto de venta con las obras publicadas por aquel partido, entre ellas, numerosos discursos de Fidel y el Che, junto a clásicos de Trotsky prohibidos durante años en las editoriales, librerías y universidades cubanas. Allí estaba La Revolución traicionada, pero ningún cubano podía comprarla, pues se vendía en dólares y su tenencia estaba entonces penalizada para los ciudadanos de Cuba. Aquellos jóvenes vendedores norteamericanos, acosados por jineteras o jineteros (sexuales o intelectuales) no podían sospechar que estaban ofreciendo su mercancía ideológica en el país en que yacía enterrado y donde fue condecorado y premiado con un cómodo puesto de asesor de Castro, tras su excarcelación en México, el hombre que dio muerte a Leon Trotsky. **


Notas


*Se trata del segundo embate contra Escalante en el 68, de acciones "microfraccionarias" dentro del Partido Comunista, lo que le costó ser condenado a 15 años de cárcel. Su delito, que no prefiguraba en las leyes cubanas, fue el de haber intentado crear una oposición dentro del Partido Comunista, al más puro estilo de la oposición obrera trotskista.


** El asesino de Trotsky fue un agente anarquista-estalinista llamado Ramón Mercader y del Río. Por encargo de Stalin tomó la identidad falsa de "Jacques Monard

Avatar de Usuario
Manu García
Mensajes: 5401
Registrado: 27 Ago 2004, 21:32

Mensaje por Manu García » 04 Feb 2005, 16:56

El asesino de Trotsky fue un agente anarquista-estalinista llamado Ramón Mercader y del Río. Por encargo de Stalin tomó la identidad falsa de "Jacques Monard
Agente anarquista-stalinista :o Pues no es la primera vez que leo o me comentan eso. Se trata de una falsedad. Ramón Mercader era un militante del PSUC que fue pagado por Stalin para asesinar a su rival político. Y de anarquista, nada de nada.

No fue un anarquista quien mató a Trotsky. Pero tampoco me hubiera apenado de ser así (eso sí, en Ucrania y de un sablazo habría sido una muerte más lucida) W:Wrz
Última edición por Manu García el 04 Feb 2005, 16:58, editado 1 vez en total.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"

SarDi
Mensajes: 574
Registrado: 10 Dic 2004, 12:36

Mensaje por SarDi » 04 Feb 2005, 16:57

anarquista-estalinista??????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????

Invitado

Mensaje por Invitado » 04 Feb 2005, 17:07

Me gustaría saber las fuentes de información (?) de freedoN....

Avatar de Usuario
Joreg
Mensajes: 6693
Registrado: 17 Dic 2004, 17:45

Mensaje por Joreg » 04 Feb 2005, 17:14

Radio Galáctica

Avatar de Usuario
Rosa de Foc
Mensajes: 1873
Registrado: 19 Oct 2003, 20:58
Contactar:

Mensaje por Rosa de Foc » 04 Feb 2005, 20:40

Seguro que a "fridom" le encanta esto que voy a hacer:

Ya hay un frente de debate sobre este tema
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... postdays=0

Cierro este tema, y fridom, mejor si has de seguir colgando tu propaganda lo haces en el tema que ya has abierto.
Ningún acto de revuelta es inútil

¿Cómo funciona este foro?

Cerrado