¿Quien es nieto del Che Guevara?

¿Qué tienen en común el Anarquismo y el Comunismo? ¿Qué separa y une a estas dos formas de organizar la sociedad? ¿Nuestro fin es el mismo? Stalinistas, leninistas, marxistas y marxistas libertarios. ¿En qué se diferencian entre sí? ¿Y en qué se parecen?
Avatar de Usuario
oreka
Mensajes: 422
Registrado: 20 Abr 2004, 04:40

¿Quien es nieto del Che Guevara?

Mensaje por oreka » 11 Nov 2004, 01:10

Muy bueno el articulo de la portada sobre el régimen castrista, dejo aquí una autobiografía de CubaNuestra.

¿Quién es el nieto de Ernesto Che Guevara?
2004-11-6
Por Canek Sánchez Guevara .

Una vez más nuestro amigo Canek Sánchez Guevara cumple con los lectores de CN “ la voz en Suecia de los hijos rebeldes de la revolución”: aquí está la biografía solicitada. Por nuestra parte no queda más que agradecer a Canek por este valioso testimonio, que publicamos íntengramente; no le sobre una sola palabra.

Que lo disfruten quienes siguen a Cuba Nuestra desde todas partes del mundo.

Carlos M. Estefanía

Director de Cuba Nuestra.

Estimado Carlos Manuel:

Cuando recibí tu correo pidiéndome una biografía me sentí como un prócer que nada ha hecho y se ve obligado a llenar unas cuantas páginas en el libro de texto con hazañas imaginarias. Por fortuna mi heroísmo se limita a la simple supervivencia, y mis hazañas, tan imaginarias que ni me imagino contándolas...

........
Nací en La Habana en 1974, en una casona en Miramar, sobre la Quinta Avenida: en resumen, en plena Aristocracia esquina con Burguesía. La vida en casa, empero, era cualquier cosa menos aburguesada. Además de mis padres (Hilda Guevara Gadea y Alberto Sánchez Hernández) habitaba el lugar un grupo de guerrilleros mexicanos llegados a la isla un par de años atrás. Ellos no eran Técnicos Extranjeros ni nada por el estilo, eran unos malditos revoltosos que estaban en Cuba —digamos— sin haber sido invitados por el gobierno (en otras palabras: secuestraron un avión en México y aterrizaron en La Habana; para hacer corta la historia). Creo que vivíamos unas doce o quince personas en aquella casa, no sé bien —por supuesto, mis recuerdos de aquella época no son míos, sino recuerdos de los recuerdos de otros; recuerdos de conversaciones, pues—. En algún momento los revoltosos mexicanos (comunistas, anarquistas, socialistas libertarios, qué se yo) decidieron que esa realidad socialista distaba mucho del ideal de libertad que ellos tenían, así que mandaron a la mierda la realidad y se largaron de Cuba en pos de la Idea (creo recordar que alguno de ellos, incluso, fue invitado a salir del país…). Y allá nos fuimos todos —me llevaron, quiero decir—, hasta la lejana Italia.


Durante los años setenta Italia era un hervidero de refugiados latinoamericanos de todas las tendencias de la izquierda. No “refugiados” en el sentido pasivo del término, sino militantes de sus respectivas causas en el exilio. Había argentinos, colombianos, nicaragüenses, salvadoreños, peruanos y sí, mexicanos también. Qué hacían mis padres en Italia es algo que no concierne al texto en cuestión, baste saber que cuando me preguntan algo relacionado con canciones infantiles, siempre respondo: Bandiera Rosa... Sí, creo que Bandera Roja y La Internacional fueron las primeras canciones que aprendí de niño. Recuerdo (no sé por qué) que en esos años llevaba siempre colgada del cuello una tira de cuero negro con un puño verde olivo. Tengo vagos recuerdos también (como flashazos) del minúsculo departamento que habitábamos en Milán. En serio minimalista...


Cuando tenía cinco años mi madre y yo volamos a La Habana. Durante varios meses (y ya sabes como es el tiempo en las Eras Infantiles: un verano puede ser infinito y un año entero apenas un segundo) vivimos en un apartamento en un edificio recién estrenado, justo tras el hotel Riviera. En realidad eran dos edificios, de esos que llaman de Microbrigada, de unos siete pisos, pequeñas ventanas y balcones aún más chicos. Y yo la pasaba de lo más bien: había tantos niños con los que jugar, tanto sol y tanta vida...


Bien, ese año en La Habana asistí al preescolar y francamente, no tengo muchos recuerdos de la escuela... En realidad sí: recuerdo los días de vacunación (no tienes idea de lo cobardón que era —soy— para las inyecciones). Recuerdo también a un par de gemelos (jimaguas) que eran un verdadero desastre juntos, y ahora me vienen a la memoria las interminables repeticiones de ejercicios caligráficos. En fin, cosas de preescolar.


Terminado ese curso, mi madre y yo viajamos a Barcelona para reunirnos con mi padre. Habían pasado pocos años desde la muerte de Francisco Franco (estoy hablando del setenta y nueve u ochenta) y las izquierdas estaban, como quien dice, desatadas. Mis padres siempre colaboraron con sindicatos y publicaciones diversas, tanto periódicos como revistas de izquierda. Colaboraron profundamente, quiero decir. El caso es que crecí entre salas de redacción y manifestaciones de tres días; el cuarto oscuro de revelado y un concierto de rock; entre mesas de diseño e interminables discusiones sobre el sujeto y el objeto de la revolución. Estudié el primer año de la primaria en una escuela bilingüe (castellano-catalán) de acuerdo con el discurso libertario de la época en España: el rescate de las Autonomías y sus valores culturales, comenzando por la lengua, claro. Recuerdo a mis amigos argentinos, hijos de unos refugiados amigos de mis padres, y recuerdo también las abiertas discusiones que los adultos sostenían por encima de la mesa —y los vinos— sobre la revolución permanente, mundial, en un sólo país, no sé; y siempre citando nombres en ruso, alemán, italiano o francés (vamos, no recuerdo qué discutían, sino el hecho de discutir —algo que, por supuesto, pasó a formar parte intrínseca de mi ser). Yo no entendía nada, y para serte franco, tampoco me interesaba: si Batman lucha por el bien, de qué se preocupan estos tontos, pensaba yo...


Mi padre pudo volver a México cuando el presidente López Portillo dictó una amnistía general para todos los involucrados en los movimientos armados de los setenta. Mi madre tenía siete meses de embarazo y yo siete años de edad. (Aquí debo aclarar que apenas dos años atrás, cuando salimos de Italia, pude decir abiertamente los verdaderos nombres de mis padres, siempre sujetos al rigor del clandestinaje. Mi familia entonces eran los compañeros de ruta de mis padres, y sus nombres —los de todos ellos— otros muy distintos a los verdaderos...) Mi hermano Camilo nació en Monterrey, la ciudad de la que es mi padre y en medio de la numerosa familia paterna, tan ajena y acogedora a la vez: lo desconocido para mí.


Poco antes del primer cumpleaños de mi hermano nos mudamos a la ciudad de México —una mole impresionante que contiene un mundo alucinante— y mis padres, por ironía o yo-que-sé, me inscribieron en una escuela de nombre José Martí. Mi hermano era asmático y yo estudié un año y medio en esa escuela. (Ya sé que una cosa no tiene relación con la otra, sólo intento resumir dos hechos en una sola frase). Camilo pasó su segundo cumpleaños en una cámara de oxígeno en el hospital cercano a casa, y la casa —toda— medía unos siete metros de largo por cuatro de ancho: la sala era también la habitación de mis padres, con la cocina a un lado, apenas separada por una barra o una mesa, no recuerdo. El micro-mini-nano baño y una estrecha habitación que compartíamos Camilo y yo completaban nuestro hogar. Tuve tres buenos amigos cuando viví en ese sitio; uno de ellos murió, no regresó de las vacaciones y cuando le pregunté a su mamá por él, ella se echó a llorar. Después mi madre me explicó. Fue mi primer contacto con la muerte. He perdido a muchos amigos. (El enfrentamiento con la Muerte, afirma Savater marca el inicio del pensamiento en el humano. Cuando por primera vez se piensa en la muerte, se Piensa, en realidad, por vez primera porque la muerte despierta la conciencia de la vida, despierta el miedo y despierta las preguntas también…)
Terminé la primaria en la ciudad de México, en una pequeña escuela de la que tengo buenos recuerdos y en la que hice buenos amigos. Por entonces vivíamos en el sur de la ciudad, en una unidad habitacional con cuarenta y siete edificios, lo recuerdo bien. Estaba cerca de la Universidad Nacional, así que vivían algunos profesores e investigadores de dicha institución... con sus familias, claro. Durante las dictaduras latinoamericanas de los años setenta, México acogió a muchos perseguidos políticos de diversas nacionalidades, sobre todo argentinos y chilenos. Algunos de ellos encontraron trabajo en la UNAM, y unos cuantos vivían en los edificios cercanos al mío. De hecho, mi mejor amigo en esa época era un chileno a quien recuerdo con mucho cariño... nos hemos visto un par de veces después, seguimos siendo amigos. Entre nosotros teníamos un pacto, un secreto que nadie más debía compartir: éramos comunistas... (es decir, sabíamos que había algo diferente en nuestro pasado, en nuestra historia, y teníamos la vaga idea de que un vago sentimiento de justicia justificaba esa diferencia... En fin, todo un trabalenguas infantil).
Mi madre, mi hermano y yo nos fuimos a vivir a La Habana en el verano de 1986, e inmediatamente después, entré a la secundaria Carlos J. Finlay, en Línea y G, en pleno Vedado. Honestamente, fue un choque tremendo. No tanto por las diferencias tangibles, materiales, como por las otras, las incorpóreas, las no-cósicas: de ser la revolución una utopía o una conversación, se convirtió para mí en una realidad absoluta. Entendámonos, yo no entendía un carajo de la revolución, tan sólo intuía que era el núcleo de nuestra vida (de la vida que yo había vivido con mi familia) y que se trataba de algo de lo que sólo se hablaba en voz alta cuando se estaba en confianza. De hecho, mi relación familiar con Ernesto Guevara nació en Cuba, donde irremediablemente fui bautizado como El Nieto del Che, y eso ya a los doce años.


Me costó mucho aprender a lidiar con esa suficiencia revolucionaria tan llena de carencias, con ese discurso que se contradecía al abandonar el aula y con la maldita obsesión de algunos de mis profesores con que yo tenía que ser el mejor. Por otra parte, recuerdo con especial cariño a mi maestro de Español, a quien le agradeceré siempre la severidad con que revisaba mis trabajos; a cierta profesora de Matemáticas con quien de inmediato hice amistad, y a otro más de la misma asignatura, que era serio y jocoso a la vez; recuerdo a una profesora de Química de quien no aprendí mucho pero me caía muy bien y a una de Fundamento de los Conocimientos Políticos que, involuntariamente, me hacía pensar.


Ser El Nieto del Che fue sumamente difícil; yo estaba acostumbrado a ser yo, a secas y de pronto comenzó a aparecer gente que me decía cómo comportarme, qué debía hacer y qué no, qué cosas decir y qué otras callar. Imagina, para un preanarquista como yo, eso era demasiado. Por supuesto, me empeñé en hacer lo contrario. Mis padres me educaron (como a mis hermanos) con absoluta libertad. De hecho, a veces pienso que me educaron para ser desobediente... aunque quizás sólo esté buscando excusas, no lo sé. Lo cierto es que pronto comencé a sentirme a disgusto con tal situación. Vivíamos en un apartamento amplio y confortable (quizá el único inconveniente es que estaba en un piso doce y el ascensor pocas veces funcionaba) pero bastante alejados de la nomenclatura. De los pocos contactos que tuve con la “alta sociedad” cubana no tengo recuerdos memorables (y no incluyo aquí a los buenos amigos que encontré en esos estratos: pocos pero sinceros), a no ser por el gusto amargo que me quedaba al comparar sus palabras y su forma de vida con las palabras y la vida del llamado Pueblo. Pero yo apenas me hacía adolescente, las valoraciones las hago ahora, en aquel momento no las comprendía del todo. No quiero que pase por tu cabeza la idea de que yo era un niño superdotado o algo por el estilo, sencillamente fui educado en el análisis, y el análisis decía que algo andaba mal, ¿entiendes? Digamos que sabía sin comprender; o que comprendía sin saber a ciencia cierta qué demonios ocurría a mi alrededor. Porque yo no vivía encerrado en una burbujita de cristal, de ninguna manera. Mis amigos vivían en el Vedado mismo, o en Centro Habana, o en Marianao, o en Miramar, o en Alta Habana, o en Alamar o en La Lisa. Mi vida no quedó circunscrita al discurso oficial, si bien formaba, consciente o inconscientemente, parte de ese discurso... Asistía a conciertos de rock (semiclandestinos mas tolerados... a veces), vagaba por la ciudad como uno más de sus habitantes; era joven y por ello sospechoso. ¿Sospechoso de qué? Pues eso, de ser joven, supongo. A veces me detenían en la calle y revisaban mis papeles y mis pertenencias, y una vez me revisaron el culo. En serio, recuerdo que estaba en la cola de Coppelia y se me acercó un tipo vendiendo pastillas (psicotrópicas, claro). Le dije que no quería y en cuanto dio dos pasos me cayeron encima. Me llevaron a los baños de la heladería, hicieron que me desnudara y me obligaron a hacer cuclillas mientras uno de ellos, con su uniforme de civil (la sempiterna guayabera blanca) se asomaba a ver si alguna pastillita asomaba por el ano... Qué obsesiones las de los policías...


En fin, era yo un greñudo más, un “desafecto”, “antisocial” y algo muy cercano —según los cánones policíacos— a un lúmpen. Claro que no lo era pero eso no importaba, y además en cuanto salía a relucir mi árbol genealógico, simple y llanamente me soltaban, no sin antes recordarme que esas no eran las actitudes que se esperaban de alguien como yo: El Nieto del Che no podía frecuentar tales compañías; en otras palabras, que no me juntara con el pueblo, que no me contaminara con ellos. Comencé a comprender que Pueblo es una hermosa abstracción que tiene múltiples usos, sobre todo retóricos... Tendría yo unos quince o dieciséis años y por entonces ya había abandonado el Pre.
Sí, como tantos otros estudiantes de mi generación fui un desertor escolar. Navegaba con bandera de NadaMeImporta entre otras cosas para restarme importancia o, mejor aún, para restarle importancia a la imagen que de mí se esperaba (si es que a estas alturas se esperaba algo de mí). Por esos años adquirí la costumbre de discutir, aún en términos superficiales, sobre lo real y lo simbólico, sobre el fondo y la forma, sobre la esencia y la apariencia. Comencé a enamorarme de las palabras y de las ideas. Me apasioné con Kafka y —lo admito con rubor— el primer pensador que en verdad me “llegó” fue Schopenhauer, tan antitropical él. Me interesaban por igual el rock y el mito de Trotsky, los dadaístas y el sonido electrónico; y al mismo tiempo, todo me daba igual. Era un chico un tanto silencioso: no triste ni nada de eso, por el contrario, siempre he sido feliz; quiero decir que era bastante introspectivo: Existencialista, decían mis amigos mayores, y aunque a mí no me quedaba muy claro qué significaba aquello, la palabrita me gustaba.


Comencé a interesarme en las formas culturales, a leer sobre pintura y música, a hundirme en novelas y películas, ensayos filosóficos y teorías artísticas; no sé, simplemente a buscar. Mi lucha, empiezo a darme cuenta, siempre ha sido cultural: digamos que el hombre es hombre a pesar de sí mismo, pero se hace plenamente humano por encima de su ser. Ser lo que somos es natural; lo cultural entonces, es preguntarnos qué somos, a dónde vamos, y también de dónde venimos. Y cuando afirmo que soy un hombre “culto” no refiero con esto al sentido aristocrático que se oculta tras el término; entiendo por hombre culto a aquel que sabe que además de su propia cultura hay otras más, ni mejores ni peores, tan sólo diferentes. Y en Cuba, Carlos Manuel, ambos lo sabemos, la dictadura es también cultural. O, ante todo, quizás... (Recuerdo ahora un acontecimiento que al igual que a tantos cubanos, me marcó como hierro candente. Me refiero al telenovelesco juicio al General Arnaldo Ochoa, a los hermanos De la Guardia y demás implicados en el tráfico de drogas, marfil, diamantes y divisas. Si utilizo el término “telenovelesco” es sólo para acentuar el modo en que yo lo viví: a través del televisor, noche tras noche, a las ocho en punto, esperando un desenlace que de antemano conocíamos, con el morbo exacerbado y ese desagradable tonito inquisitorio que permeó todo el (pre)juicio… Entendámonos, no insinúo que esos hombres fueran inocentes, sino que a todas luces sus superiores conocían tales manejos. A nadie podía caberle en la cabeza (a menos que el cerebro dejase mucho espacio libre dentro de la cavidad craneana) que el mismísimo Comandante no estuviera al tanto de todo el asunto. Evidentemente se trató de una operación de Estado, como muchas más que hemos presenciado; una operación destinada a procurar de preciosos dólares al gobierno cubano… Nadie en su sano juicio podía aceptar tal locura, tamaña farsa, tremenda broma de pésimo gusto. Sin embargo, mucha gente perdió el juicio en esos meses… Se hacían los locos, para decirlo en buen cubano; admitieron a pies juntillas la mentira judicial pero, ¿qué otra cosa podían hacer? Yo tampoco decía en voz alta lo que pensaba, lo comentábamos entre los amigos, nada más. Lo discutíamos como uno de los tantos temas que por entonces nos interesaban: las tetas de Fulanita o la fiesta de mañana, la proyección de Metrópolis o el concierto de Carlos Varela, no sé… Se discutía mucho pero nada se decía: ¿Cómo expresar la ausencia de expresión; ésa que silencia al individuo y lo vuelve zombi parlante?)
Después viví en El Cerro, en un minúsculo apartamento a unas cuadras de la Biblioteca Nacional, donde por cierto trabajé: restauraba libros. Olvidé decirte que entre los quince y los diecisiete años fui aprendiz de fotógrafo, primero en Juventud Rebelde y luego en Granma (además de adentrarme en lo que, con algo de autoelogio, se da en llamar fotografía artística). Edité junto con algunos amigos una pequeña revistita fotocopiada dedicada al rock (unos pocos ejemplares, nada más), y comencé a escribir. Debo decir que todo esto lo hacía con la mayor ingenuidad del mundo, no como parte de un plan maestro sino con la espontaneidad del antojo. Me interesé por las vanguardias artísticas, culturales, estéticas, y también, claro, por las ideológicas y políticas. Me hundí en los ismos, he de admitirlo. Empecé a dedicarme al diseño gráfico, al tiempo que hacía fotografía, componía música y escribía pésimos poemas “abstractos”. Me hice buen lector y poco a poco, editor.


En 1996 salí de Cuba, un año después de la muerte de mi madre y a diez de mi llegada a La Habana —mi hermano salió de Cuba justo después de la muerte de Hilda—. Salí con el corazón hecho mierda y las ideas más revueltas que cuando llegué: había vivido desde los doce hasta los veintidós años ahí. Me hice en Cuba: la amé y la odié como sólo se puede amar y odiar algo valioso, algo que es parte fundamental de uno...

Ahora vivo en la ciudad de Oaxaca, en México, alejado voluntariamente de la comunidad cubana en este país, y del exilio en general —debo admitirlo, me harta la sola idea de dedicarme a hablar de Cuba: me interesan tantas cosas—. Soy diseñador, editor, a veces promotor cultural o crítico de la cultura, según el caso. Colaboro con algunas publicaciones culturales o políticas; sigo componiendo música y me involucro en discusiones artísticas. Estoy editando una revista cuyo número 0 está pronto a aparecer (se llama El Ocio Internacional y aparecerá en papel y en internet a la vez —ya les avisaré): una revista dedicada al análisis y la discusión cultural; y además, escribo una novela, La inmortalidad del cangrejo, de la cual llevo unas 280 cuartillas. (En 1996 publiqué un librito titulado Diario de Yo —que para colmo ni siquiera es un diario—, texto que pronto pondré en red por si a algún despistado le interesa… La publicación corrió a cargo de una pequeñísima editorial hoy desaparecida y hasta donde yo sé, no se vendió un sólo ejemplar, lo que aumenta mi orgullo anticapitalista... Je.)


En cuanto a mí... ¿qué puedo decir? Sólo soy un egoísta que aspira a ser un hombre libre. Un egoísta que sabe que el Egoísmo nos pertenece a todos y que éste ha de ser solidario si se quiere pleno: en otras palabras, que mi libertad sólo es válida si la tuya también lo es, si mi libertad no aplasta tu libertad ni la tuya a la mía... Como decían los Sex Pistols: And I am an anarchist...


Como ves, estimado Carlos Manuel, se trata de la biografía de un inútil. Si no puedo plantear mi vida como una secuencia de logros, premios y demás es, simple y llanamente, porque no los tengo. Vivo de acuerdo a mis propios valores, hago lo que me gusta hacer. En definitiva, soy feliz. Espero, amigo Carlos, que logres extraer de este enredillo unos cuantos datos que sean de utilidad a ti y a tus lectores.

Un abrazo fraterno
Canek Sánchez Guevara
<caneksanchez@yahoo.com.mx>

Avatar de Usuario
subversivo
Mensajes: 229
Registrado: 27 Ago 2004, 01:17
Ubicación: Perdido en el corazón de la grande Babylon

.

Mensaje por subversivo » 11 Nov 2004, 23:23

Qué se puede decir a cuenta de esto o del artiúculo de la portada... Si su abuelo viviese hoy en día, también se vería asqueado por la gran farsa que se vive ya en Cuba... Todos estamos de acuerdo, aunque también es verdad que de una manera objetiva, si la Revolución Cubana no hubiese acontecido; a saber cómo andaría la isla...

Todo depende del cristal con el que se mire.

Salud
ORGANÍZATE Y LUCHA.
http://www.elforo.de/laligacomunista http://groups.msn.com/laligacomunista
Habló Subversivo por la emancipación de los desposeídos.

Invitado

Mensaje por Invitado » 17 Nov 2004, 20:35

El nieto del Che critica la revolución cubana y Joselito a la de Franco :lol:

Avatar de Usuario
ElRojo
Mensajes: 93
Registrado: 22 Oct 2004, 23:06

el nieto

Mensaje por ElRojo » 17 Nov 2004, 23:03

De lo que el dice solo estoy de acuerdo con esto

En cuanto a mí... ¿qué puedo decir? Sólo soy un egoísta ....

y eso es exactamente un egoista cualquiera una persona comun cuya unica gloria es la de ser el nieto del Che. No se por que los medios insisten tratar de ver a familiares de los personalidades como personalidades, de hecho creo que solo en el caso de los artistas se heredan algunas capacidades.

Pienso viendo todo como se comporto el Che con sus hijos y lo que quizo para ellos que si el Che viviera iria a donde vive su nieto y le daria una buena patada por el c...

Avatar de Usuario
_nobody_
Mensajes: 10668
Registrado: 12 May 2002, 13:28

Mensaje por _nobody_ » 17 Nov 2004, 23:18

sí, por anarquista. Niño malo !

Avatar de Usuario
subversivo
Mensajes: 229
Registrado: 27 Ago 2004, 01:17
Ubicación: Perdido en el corazón de la grande Babylon

.

Mensaje por subversivo » 18 Nov 2004, 00:28

la verdad es que más de uno no tiene ni puta por lo que estoy leyendo por aquí, el che era una persona que creía en la autodisciplina, alguien que daba ejemplo y que no toleraba la depravación ni los privilegios... Por un lado estaría contento de lo que se ha conseguido en Cuba (hablando de educación, salud pública, etc. "al césar lo que es del césar") pero por otro lado hay mucha mafia, narcotráfico, gente que tiene que prostituirse... Por no hablar de más de un corrupto en el partido... ese fue su fallo, creer que todo el que dice ser revolucionario lo es de corazón y no por oportunismo, y es esto por lo que castro lo dejó morir en bolivia...

No creo que la diferencia de opinión entre el che y su nieto fuera abismal... pero vaya, que pensad lo que queráis; pero entre el che y personajes como castro no hay ni punto de comparación...

lo que hoy en día es cuba no lo ha hecho el che, sino el partido; pues el che murió a los 8 años de consagrarse la revolución...
Pienso viendo todo como se comporto el Che con sus hijos y lo que quizo para ellos que si el Che viviera iria a donde vive su nieto y le daria una buena patada por el c...
No he leído en ningún momento que el chaval reniegue ni se sienta avergonzado de quien fue su abuelo, sino de la retórica revolucionaria que más de uno explota para asegurar un sistema que impone a los demás.
ORGANÍZATE Y LUCHA.
http://www.elforo.de/laligacomunista http://groups.msn.com/laligacomunista
Habló Subversivo por la emancipación de los desposeídos.

Avatar de Usuario
ElRojo
Mensajes: 93
Registrado: 22 Oct 2004, 23:06

de Cuba

Mensaje por ElRojo » 18 Nov 2004, 16:44

No se pero me parece que no estamos hablando de la misma Cuba. La cuba del Narcotafico y la mafia esta al otro lado del estrecho de la florida. La cuba de miami que ha logrado poder gracias al dinero que se robaron cuando se fueron de Cuba con los millones y la ampliado gracias al narcotrafico, que cometio fraude electoral para eligir al fasista de Bush, que ha cometido miles atentados contra Cuba ametrallando pueblos costeros y que tiene grupos paramilitares bajo la mirada complaciente de la CIA y el FBI, que tiene una radio y una television con la cual trata de subvertir el orden en Cuba enviado las ondas mediante diribles y violando todos los convenios de radio y teledifusion, que se estimula y paga con patrocinio del gobierno de U.S los llamados disidentes que no son mas que mercenarios insencibles al hambre que sufre sus hermanos producto del Bloqueo y que no dudan en apoyar una invasion a Cuba donde moririan miles de personas. Que querian convertir a Cuba en un gigantesto casino lleno de visios y prostitucion lo que era la Habana en 1959 antes del triunfo de la revolucion de castro.

Esa no es la Isla de Cuba que tiene mejores indicadores sociales que muchos paises desarrollados, en la que hasta los anos 90 solo se conocian las drogas por las peliculas americanas. A partir de esta etapa producto de la apertura al turismo y la legalizacion del dolar empezaron a haber problemas con las drogas sobre todo las personas que tenian relacion con los turistas, de manera similar paso con la prostitucion con la aparicion de las llamadas "jineteras".

Ahora en Cuba hicieron una batida para acabar con los pocos focos de narco que habia que son ninos de tetas delante de los de cualquier parte del mundo.

Llamarse anarquisa es una cosa otra bien distinta es serlo, el nieto del che esta adoptando la posicion mas facil y comoda en estos momentos, n estoy con nadie asi estoy con todos, ser anarquista no es criticar a todo el mundo es creer en una ideologia y luchar por ella tambien.

Bonnie and Clyde

Mensaje por Bonnie and Clyde » 18 Nov 2004, 20:03

ElRojo se dedica, en este caso, utilizando un verbalismo ideologico propio de la izquierda maniquea, a desacreditar las ideas revolucionarias de Canek Sanchez Guevara.
Ya te cubriste de gloria defendiendo supuestas "virtudes de Stalin"demostrando, junto a la apología de la burocracia castrista que haces en tus post, la verdad de tu "socialismo" .
Este "socialismo" muestra los ingredientes que contienen tu salsa ideologica, ingredientes básicos de todo contrarrevolucionario burocrático de izquierdas:Vanguardia-Partido-Lider, Estado y Trabajo Asalariado...
Hasta otra!

Avatar de Usuario
oreka
Mensajes: 422
Registrado: 20 Abr 2004, 04:40

Mensaje por oreka » 18 Nov 2004, 21:57

La postura del nieto del Che no es cómoda ni muchísimo menos, él en Cuba hubiese sido un ídolo, desde que nació estuvo rodeado de la burocracia del estado y hubiese gozado del privilegio que gozan muchxs intelectuales o personalidades afines al régimen en Cuba, hubiese tenido el reconocimiento de gran parte de la izquierda revolucionaria de todo el mundo. Es como decir que para el nieto de un rey lo cómodo es exiliarse y declararse republicano. El hecho de que el gobierno de EEUU sea una tomadura de pelo que nos presente su democracia fascista y fraudulenta como “el país de las libertades”, no quita para que el de Cuba no sea otra que nos presente una dictadura como una “revolución de lxs trabadorxs”. Salud!

Avatar de Usuario
ElRojo
Mensajes: 93
Registrado: 22 Oct 2004, 23:06

conveniencia

Mensaje por ElRojo » 18 Nov 2004, 22:41

Uno no es lo quiere sino lo que puede ser y dudo mucho que hubiera sido un idolo en Cuba como no lo son los hijos del che Aleida y Camilo, los cuales si mantuvieron la actitud de su padre y son activistas de la juventud cubana pero no se les trata segun veo como nada del otro mundo.

Sencillamente al el lo que le sucedio fue todo lo contrario se frustro y se convirtio en un lumpen por que se esperaba mas de lo que el realmente podia ser y al parecer lo cogio la adolencia en esa etapa y despues de todas las cagadas que hizo dudo que alguien lo quiciera en un puesto politico, el ser familia de una personalidad tiene sus inconvenientes.

Lo que me disgusta de el no es lo que es por que como el hay cientos sino que al menos no hace lo mejor que puede hacer en ese caso es admitirlo, lo que me disgusta es que no valore la excelente educacion en Cuba la cual no tienen millones de las personas por las que su abuelo lucho y por la cual puede escribir los libros que le hace propaganda en una estrevista que le hacen no gracias a que sea buen escritor sino por que es el nieto del che y esta hablando mal de Cuba.

Avatar de Usuario
_nobody_
Mensajes: 10668
Registrado: 12 May 2002, 13:28

Mensaje por _nobody_ » 18 Nov 2004, 22:41

De hecho la hija de Fidel está exiliada en Miami. Se llama Alina Fernández y es una furibunda anti-castrista que pide sanciones económicas contra Cuba. Toda una pieza.

http://www.el-mundo.es/larevista/num118 ... alina.html
http://www.lasegunda.com/ediciononline/ ... cia=116432
http://static.highbeam.com/s/semana/aug ... president/

Sinceramente, prefiero al nieto del Ché, anarquista o marxista libertario con sus contradicciones, su tristeza y desilusión hacia la revolución, que a la hija de Fidel con todo su odio hacia lo que representa.
Última edición por _nobody_ el 18 Nov 2004, 23:27, editado 1 vez en total.

Avatar de Usuario
oreka
Mensajes: 422
Registrado: 20 Abr 2004, 04:40

Mensaje por oreka » 18 Nov 2004, 23:21

l
ElRojo escribió:lo que me disgusta es que no valore la excelente educacion
¿Donde habla de la educación?
ElRojo escribió:una estrevista que le hacen no gracias a que sea buen escritor sino por que es el nieto del che y esta hablando mal de Cuba.
Una cosa es hablar mal de Fidel y otra hablar mal de cuba, una cosa es decir que lo que hay en Cuba no es una revolución, que se puede estar o no de acuerdo y otra ser un anti-revolucionario como la mafia de Miami.

Avatar de Usuario
subversivo
Mensajes: 229
Registrado: 27 Ago 2004, 01:17
Ubicación: Perdido en el corazón de la grande Babylon

.

Mensaje por subversivo » 19 Nov 2004, 11:42

Respondiendo al rojo, sólo quería repetirme en lo que ya dije... y resumiendo, podría decirte a ti que defiendes a stalin, que no sacas ni un fallo a castro, tan bueno y revolucionario que es... sólo una reflexión: "si se pasa hambre en cuba, fidel es el último que la sufre". Ni un santo ni un diablo, simplemente. y no me vengas con cuentos de que en cuba no hay narcotráfico ni corrupción en el partido, etc. etc. no se en que año fue cuando fue que se fusilaron a unos pocos, intentaría concretar pero no tengo ganas de buscar el dato...

¿que bush es un fascista, etc. etc.? Joder, dime algo que no sepa :lol: :lol: :lol:
Que querian convertir a Cuba en un gigantesto casino lleno de visios y prostitucion...
y ahora, ¿no hay prostitución? joas joas...

Saludos
ORGANÍZATE Y LUCHA.
http://www.elforo.de/laligacomunista http://groups.msn.com/laligacomunista
Habló Subversivo por la emancipación de los desposeídos.

Avatar de Usuario
ElRojo
Mensajes: 93
Registrado: 22 Oct 2004, 23:06

Cuba

Mensaje por ElRojo » 19 Nov 2004, 13:20

Ya de Stalin dije lo que tenia que decir y eso pertenece a otro tema: que no estaba de acuerdo con sus metodos pero que tampoco estoy de acuerdo con la manipulacio de los medios sobre los hechos ocurriedo en la URSSS durante su mandato.

Respecto a Fidel no creo que ningun hombre sea perfecto asi como que ninguna obra es perfecta, lo que hacemos en este mundo y pienso que es lo mas logico es valorar segun los medios que cada cual a tenido a su disposicion y las circunstancias a las que se ha enfrentado ha actuado de buena fe y por el bien de los demas y te aseguro que en eso los dos hombres que considero mejor lo han hecho son Gandi y Fidel.

Una revolucion es una acto complejo lleno de matices donde ocurren cosas fuera de control por que la violencia siempre trae exacervacion de estados de animos y ni aun asi en Cuba se asesino un solo prisionero incluyendo los asesinos los cuales despues fueron jusgados. En Cuba como dice Serrat se ha "hecho camino al andar" y de esa forma es siempre inevitable que cometas errores pero lo importante es como te comportes respecto ello.

Cuando empezo la crisis despues de la caida del campo socialista, se creo un grupo perteneciente al ejercito denominado "Grupo de lucha contra el bloqueo" cuyo objetivo era de manera encubierta para impedir que U.S lo impidiera, lograr la entrada de algunas cosas que son muy necesarias a Cuba pero no puden ser compradas por el Bloqueo como por ejemplo algunas medicinas que son hechas en U.S y que son unicas y sin las cuales muchos pacientes no puede sobrevivir. Ahora que en este Grupo dirigido por Ochoa se cometieron grandes errores, por ejemplo traficaron marfil cuando Cuba esta luchando en Africa contra la UNITA y que fue clave para la caida la de la ApartHeit lo cual Mandela a gradecido reiteradas veces, en esa lucha en Africa unos de los heroes fue precisamente este General Ochoa por eso se tenia tanta confianza en el pero el violo esta confianza y se involucro en trafico tanto de Marfil como de drogas se dice que iba vender unos cohetes a narcotraficantes en troca. Entonces el y varios mas fueron fusilados despues de un juicio publico y segun creo televisado. Ahora hay algunos maliciosos entre ellos este nietesito del Che que creen que los altos mandos sabian de eso idea que la comunidad de miami a propagado para justificar una intervencion en Cuba como la que se hizo en panama y la cual murieron mas de un centena de civiles.

Ahora en cuanto a lo de pasar hambre es verdad que en Cuba es dificil la situacion de los alimentos pero nadie se muere de hambre ( leete el libro de Roman Cuba Roja que es extremadamente detallado de toda esta etapa de 90-96) ni aun en el momento mas critico de la crisis valga la redundancia, y sin a un presidente que tiene miles de problemas y duermen 4 horas diarias lo pones a pasar hombre, joder tio, mejor que se lo coma el leon.

Avatar de Usuario
ElRojo
Mensajes: 93
Registrado: 22 Oct 2004, 23:06

En cuanto a la prostitucion

Mensaje por ElRojo » 19 Nov 2004, 13:25

La prostitucion en Cuba es insignificante en comparacion con la que habia en Cuba en el 59 ademas de ser ilegal.

Responder