Charla informal sobre salud mental.

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Rimbaud
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Charla informal sobre salud mental.

Mensaje por Rimbaud » 08 Mar 2007, 10:12

CHARLA INFORMAL CON MONTSERRAT, YOLANDA Y JUAN MANUEL
SOBRE LA SALUD MENTAL.


Una tarde calurosa de junio de 1999 en Barcelona, un estudio de grabación de radio (gracias Marc, Michel, Xavi y demás navegantes de la contrainformación por las ondas hertzianas por prestar la infraestructura), rodeados de los siempre un poco imponentes micros, auriculares, mesa de mezclas, cables..., Montserrat, Yolanda y Juan Manuel, que en tal marco se conocieron por primera vez, explicaron para los-as lectores-as de El Rayo que no cesa su visión de la salud mental. Desde sus propias experiencias de toma de medicación neuroléptica, diferentes formas de afrontar las experiencias psíquicas inusuales, situaciones vividas en internamientos psiquiátricos,... Una charla informal de poco menos de una hora, en algunos momentos en un clima tal vez algo tenso -de lo que se charlaba no era de bagatelas-, en otros momentos con más relajo y sin que nunca faltara el (h) umor -en ocasiones el que se escribe con h y en otras el que no la lleva.
De aquella conversación ha surgido esta aportación con la síntesis, aclaraciones y revisiones que con respecto a lo grabado han realizado todos/as sus protagonistas en febrero del 2000.

El Rayo que no cesa (E.R.) : Si os parece hacemos las presentaciones.

Yolanda (Y.) : Buenas, yo me llamo Yolanda y voy a hacer veinticuatro años, soy una enferma mental, por decirlo así, me encuentro ahora mucho mejor que cuando me dio el brote de la enfermedad, pero bueno..., yo espero superarlo poco a poco, que eso me han dicho, que se puede superar. A ver qué es lo que se puede creer y lo que no se puede creer, porque esto nadie lo sabe. Hace tres años que me empecé a encontrar..., más tiempo: cuatro años o así, pero hasta que no me diagnosticaron lo que tenía y fui a un centro psiquiátrico y tal, pues pasó como un año y medio.

Montserrat (M.) : Yo estoy enferma, un poco. Lo estoy a veces. Cuando me pongo un poco nerviosa y entonces: que si no haces nada... Yo hago muchas cosas buenas, lo que pasa es que no las tengo que decir, para qué las voy a explicar.
Yo me encuentro con el problema de que quiero estudiar piano, pero resulta que la casa se ensucia tanto y siempre hay cosas que hacer y me distraigo, la costura, la televisión... y me estorba más que otra cosa, pero la entiendo, lo que puedo, la televisión. Y a veces me hacen servir de dictadora, yo lo noto, tengo que hablar y no me canso, pero..., la cabeza se me pone un poco débil, ¿no?, tanto hablar.Y yo no me tengo que defender de nada, ni quiero matar, ni quiero robar nada, me conformo con lo que tengo. Y si hacen un poco de terapia vendo, un poco de género de punto y en mi casa no me dejan vender nada. Dice que es feo, que es feo esto de vender, que lo deje para los pobres, pero yo aún tengo unas cosas para regalar y para hacer y voy a cumplir la palabra.
Tengo 67 años y soy de Arenys de Mar, de la Costa Dorada, y me gusta mucho nadar.

Juan Manuel (J.M.) : Yo me llamo Juan Manuel, tengo 33 años y cuando tenia 6 años ya me ingresaron en un psiquiátrico, en el Villa-Blanca, en Vilaseca de Tarragona, en el P.N., el Pabellón de Niños y estuve allí hasta los 14 años. Después he estado, desde los 27 años, otras dos veces más ingresado en dos psiquiátricos, durante en total dos años y siete meses. El diagnóstico psiquiátrico que se me ha dado por el equipo técnico clínico es de una esquizofrenia paranoide, que parece ser que es debido a mis alucinaciones y a mis paranoias. Pero de hecho yo esto lo sufro de manera esporádica y no hay una exactitud con la que se pueda decir que me pasa por esto o por aquello...
Y. :... Cuando dices que es esporádico, ¿es porque cuando dejas de tomar la medicación, te vuelve?...

J.M. : Yo de hecho no tomo medicación. Ahora llevo cuatro años sin medicación y ya antes estuve casi catorce sin medicación, después de ocho años de haberla tomado. En mi caso la medicación ha sido en general un engañabobos, un camelo y una manera de tenerme bajo unos efectos que no eran los reales, ni naturales y además contraproducentes para mi estado físico y mental.

Y. : Pues para mí no ha sido así.

J.M. : Para mí cualquier medio que sea artificial para curar es perjudicial. De todos modos yo también creo que siempre se puede utilizar como último recurso, vale, de acuerdo como último recurso, o como a veces una ayuda. Pero en mi caso lo tengo muy claro: la medicación en general me ha resultado negativa. He sufrido más esquizofrenias por la medicación: por causa de sus efectos secundarios y los extra-piramidales, porque me ha llevado a desestabilizarme aún más de lo que estaba.

Y. : Cada persona es un mundo, pero también creo que hay veces en que la medicación, al menos en algún caso, es para prevenir.

J.M. : Cuando una persona está enferma es porque te lo dice ella y no porque lo diga alguien que no es ella.

Y. : No, cuando una persona está enferma es porque el cerebro no segrega cierta sustancia. O más bien, puede ser, que por tender a exagerar sus pensamientos, sus miedos o simplemente la conducta defensiva que casi todos tenemos.

J.M. : ¿Tú hablas por lo que dicen los médicos o como criterio personal tuyo?.

Y. : Yo estoy explicando lo que es una enfermedad mental. Lo que yo tengo también es una esquizofrenia paranoide y es porque el cerebro no me segrega cierta sustancia, entonces tomándote la medicación ésta te da la sustancia que te falta en el cerebro para funcionar normal, dicen los médicos. No sé si podemos estar al cien por cien de como estábamos antes de esto. Yo me he pasado más de diez horas en la cama, de día, por tomar 16 miligramos de Risperdal, no podía ni hablar, ni levantarme de la cama, pero hay que pasarlo..., tratamiento de choque.

J.M. :...Yo creo que a veces hablamos sobre lo que nos dan a entender ellos.

Y. : No es mi caso.

J.M. : A mí los efectos secundarios y los extra-piramidales de la medicación me han causado trastornos más profundos que la esquizofrenia que he sufrido.

Y. : Yo los he visto esos efectos.

J.M. : A mí, esos efectos, me han causado tales trastornos físicos y psíquicos que de hecho empeoraban mi situación, a causa de impedirme poder conseguir por mí mismo la fuerza y la energía que necesitaba para estabilizar la situación en la que me encontraba. A mí la medicación, en general, me causa efectos extra-piramidales y efectos secundarios, y lo que hacen es mermar mis fuerzas. Por ejemplo, el Akineton retard para los efectos extra-piramidales, es cierto que vale para según que situaciones pero no vale para todas...

Y. :... Yo he visto a personas quedarse como parapléjicas e inyectarles Akineton y volver a estar sin tensión y sin nada.

J.M. : A mí me han inyectado Akineton retard, me ponían un cuarto mezclado con tres cuartos de Modecate y además tomaba oralmente más Akineton, pero tenían que acabar metiéndome una ampolla de Akineton entera para poder bajar los efectos extra-piramidales y aun así no hacía nada. Es que en mi caso la medicación era pretender remediar una enfermedad a base de castigar al cuerpo y a la mente. Así no se soluciona el problema. La medicación no es antes que la mente o que el cuerpo. Eso es como querer decir que la medicación fue antes que el hombre.

Y. : Estamos desarrollándonos y estamos avanzando. Están encontrando otras cosas...

J.M. : Yo creo que a veces tenemos metido en la cabeza lo que un médico nos dice.

Y. : Uno no, doscientos, doscientos,...

J.M. : Como si cuarenta mil médicos me hablaran. Yo no me creo nada hasta que me lo plantean en base científica. Todo lo que son especulaciones, hipótesis, no me sirven. De ésas podría sacar yo todas las que quisiera. Y la teoría científica de la psiquiatría no existe, es todo relativo, más relativo que la relatividad misma.

Y. : Yo lo que sé, es que antes cuando a una persona se la diagnosticaba de esquizofrenia o de alguna enfermedad mental, a mucha gente les hacían lobotomías, que era cortarles un trocito de cerebro y decían que así funcionaba mejor. Ahora hemos avanzado y está la medicación que no es tan sufrido. Yo tengo mucho que agradecer a la medicación.

E.R.: Una aclaración, las lobotomías se siguen haciendo, es poco conocido y tal vez se hacen menos que antes, pero las hacen y en España es desgraciadamente legal esa operación. Sobre el tema medicación, si os parece, podríamos continuar con una rueda de intervenciones acabando de explicar las experiencias de cada cual al respecto. También quería introducir otra cuestión : utilizáis la palabra esquizofrenia, ¿podríais explicar qué queréis decir con esa palabra?

J.M. : Mi experiencia y tras tomar medicación durante ocho años seguidos fue, y de la noche a la mañana, decir: se acabó, no voy a tomar más, y esto lo hice durante casi catorce años. Tuve a los 27 años una mala situación por causas que son difíciles de explicar ahora y al estar ingresado otra vez durante unos dos años y siete meses, más o menos en total, volví a tomar medicación, obligado. Ahora hace cuatro años que no tomo medicación.
Se trata de ser consciente de lo que te están administrando, porque muchas veces no es para curarte sino para tratar de tenerte controlado, a ti y no a tu enfermedad o a tu estado, es muchas veces una manera de tenerte como a un borrego en un corral. Yo hablo por mi experiencia personal y por lo que he podido ver en otros. Yo me he tirado más de diez años en psiquiátricos, he visto tratamientos de medicación que son, verdaderamente, estúpidas maneras de proceder: porque no se puede explicar que a una persona le den una cosa y a otra lo mismo porque ellos creen que tienen lo mismo, y no tienen en cuenta que las reacciones de las personas son distintas. Una esquizofrenia no se puede tratar igual a uno que a otro, esto tiene que quedar bien claro...

M. :...¡Y tanto y tanto!...

J.M. :... Si te ves en una situación de estado desequilibrado, aún en ese estado tu físico, tu mente, tienen sus mecanismos de defensa, que sabrán actuar aunque tú mismo no estés equilibrado en ese momento y no te veas bien, sabrán responder..., yo le llamo terapia de choque: es una reacción de efecto inmediato, frente a algo que te cause impresión tú respondes por instinto natural, si tú te ves en un apuro respondes por instintos naturales, ya sea por ideas del pensamiento o del...

Y. :... del subconsciente...

J.M. :...sí, del subconsciente. Y de hecho a mí lo que no me interesa son los lavados de cerebro, a mí me interesa que me digan lo que me va a hacer esta medicación, no que me cuenten: “esto te va a ayudar, te va a poner bien, si no te lo tomas no te vas a poner bien... ”, estos lavados de coco... ¿Queréis que os diga una cosa?: Estos lavados de coco que les hacen a los pacientes para que se tomen la medicación..., es humillante, es ultrajante, es violar la personalidad, es violar, es meterse en la intimidad mental de la persona. Una persona tiene que conocer por sí misma lo que le pasa y tratarse él mismo...

Y. :... ¿Tú dices que cuando te dan los brotes puedes controlarte?.

J.M. : He controlado situaciones...

Y. :... yo no puedo sola, cuando he pasado cierto límite, en el que me obsesiono de forma inconsciente. Aparte me diagnosticaron trastornos obsesivos, pero esto creo que está superado...

J.M. :... Cuando una persona está mal también el que está al lado está mal en cierta manera, estás trasmitiéndole de alguna forma la situación...

Y. :... Si lo quiere y tal, pues sí...

J.M. :... y de hecho cuando una persona está mal, el otro si lo entiende ya es forma suficiente de darle un apoyo, por lo tanto no hace falta más medios que tener los medios naturales, no hacen falta tantas medicaciones... La medicación para mí tiene un lado absurdo, porque no cura. No hay medicación que cure problemas mentales. Si tú te tomas un sedante estarás sedada, si tú te tomas un calmante estarás calmada, si te tomas un alucinógeno estarás alucinada y con todo pasará igual, pero eso no curará nada. Yo acepto de todos modos, ya lo dije al principio, que se puede consumir medicación en ciertos casos, como último recurso, o una ayuda, incluso yo mismo en los últimos años alguna vez he tomado pastillas para dormir, cuando ya no podía más. Pero hay que tener claro que si uno se toma una aspirina porque le duele la cabeza, no se toma más aspirinas si ve que no funcionan. Quiero decir, que si alguna medicación no me va bien lo lógico es no repetir, no tomar absurdamente algo absurdo.

Y. : Es que tampoco hay que depender de la medicación. Es una ayuda, para equilibrarte y una prevención.

J.M. : Pero a veces es para controlarte.

M. : A mí me va bien la medicación, mira, por ejemplo Orap, y aún con eso tenía mal humor y a veces me escocía la cabeza. Esos granos se me han ido, ya no me pican tanto. Y tengo un malestar que mi hermana me dice: “tienes un pretendiente”, y yo: “¿qué me dices?, no puede ser eso, yo no lo acepto”, que me diga la verdad. Me han salido unas pupas, no sé de donde se me han pegado, un poco, y ahora ya no me rasco tanto, ya tengo medicación, ¿me entiendes?. El Meleril es lo único que me cura, porque las demás pastillas ya no me hacían nada y el Meleril me va bastante bien, ¿entiendes?. Y después tengo, Celes..., ¿como se llama?, esperad que lo tengo aquí... Celestoderm, para las pupas que tengo en las manos y se me están secando todas, ¿ves?.

Y. : ¿Eso sabes de qué es? del reloj, que te hace alergia.

M. : No es eso, no. Aquí tenía otros granos y se me han curado.


Y. : Quítate el reloj que es alergia, a mí me ha pasado eso también.
Bueno... yo lo he pasado, cuando me dio el brote y tal, como lo llaman los médicos, pues bueno..., la principal cosa por la que me dio fue por pensar que todo el mundo sabía lo que yo pensaba. Pensaba que la gente, os parecerá una tontería, pero bueno..., que la gente cuanta más edad tenía pues más derecho tenía a reírse de los demás, ¿me entiendes?, pero esto es casi real.

M. : Ya, ya...

Y. : Lo pasé muy mal, me encerré en casa, pensaba que, bueno..., cosas que..., inconsciente, pensando en mis paranoias y en mis cosas y gracias a que en su día pudieron atajarlo a tiempo, porque si yo hubiera seguido por ese camino me hubiera pasado lo que le ha pasado a otra gente, que se ha hecho daño a ella misma o ha hecho daño a otras personas, ¿no?. Yo de momento, bueno..., me pasé con mi familia, porque bueno..., me dio por romperlo todo, por putear a los que estaban a mi lado y echarle la culpa de todo a mi familia y bueno..., mi familia sufrió mucho conmigo y ahora, pues están contentos, porque me ven que, bueno..., que estoy muy bien. He estado también en un centro de día y tal... Yo he estado como tres o cuatro meses ingresada, bueno cuatro o cinco meses en total...

M. :...Yo también, yo también, toda la vida yo también...

Y. :... He estado un mes, me dieron el alta, otra vez me escapé, otra vez me volvieron a dar el alta. Y normalmente siempre en verano tengo recaídas y tengo miedo porque este verano..., pero lo estoy planeando de forma diferente, quiero trabajar, quiero conocer a gente, hacer cosas, para no caer en la depresión en que caigo cada verano y que entonces me tengan que volver a ingresar y volver a empezar desde el principio, porque bueno..., yo dormía mucho, no hacía nada, no limpiaba la casa, o sea que me aislaba de la gente y ahora pues lo estoy superando.
Estoy muy contenta y yo creo que es gracias a la medicación. Yo me veo ahora aquí como estoy hablando y lo mal que he estado y me digo: ¡vaya!, y creo que ha sido gracias a la medicación. Yo ha habido veces que no me la he tomado, o como ahora que últimamente la estoy vomitando y tal, porque me..., bueno por otra cosa, que estoy mala del estómago, y yo me lo noto, me lo noto un montón, cuando llevo tres o cuatro días que no me tomo la medicación a cuando me la tomo, yo lo noto. Hombre..., yo también pongo de mi parte, y la gente me ayuda, me motiva: pues tienes que levantarte por la mañana para ir a trabajar, tienes que hacer esto y bueno... La gente me ayuda un poco, la gente de la familia y la gente que tengo cerca. Es lo que tú dices: todo no es la medicación, también necesitas una motivación...

M. :...Un cariño, un cariño...

Y. :...Sí, motivación y mucho cariño.

J.M.: Vale. Y también entiendo la opción personal de que si estás bajo los efectos de una droga estás mucho más aliviada.

Y. : Mira, di droga, di medicación, llámalo como quieras, pero algo hace en el cuerpo.

J. M. : Yo le llamo droga, porque es una droga. Y además yo le llamo droga mala.

Y. : Bueno, pero si tienes que pasar una temporada sedada para que el brote tan fuerte que tienes se baje un poco, pues yo creo que merece la pena, ¿no?. Porque yo le pillé miedo a ir en el metro, tenía claustrofobia, luego me quería suicidar, tenía miedos.

J.M. : Al igual que una herida cicatriza puede cicatrizar una problemática mental. El caso es que cada uno baraje las posibilidades que tiene.

Y. : Pero.., es que hay gente...

E.R. :... Si os parece podríamos....

M. : Se dirige en voz baja a Yolanda.

Y. : Responde algo a Montserrat. -risas de ambas.- Oid, -riendo- dice que porqué no me caso. Digo que no, que me quitan la paga...
-Risas por parte de todas/os.

M. : Yo he tomado medicación, droga, droga, y a veces me ha ido bien. Y el Sinogan es un poco fuerte, pero a veces me duermo y a veces no me duermo.

Y. : Yo soy la primera que si me van a dar una medicación pregunto: ¿y esto qué me va ha hacer?. A mí me han querido dar el Risperdal, que es esa medicación que digo que me tiraba 17 y 18 horas durmiendo cada día..., durmiendo no, es que no podía ni dormir. Un estado..., o sea en la cama hecha una mierda, pero sin ni dormir, ni estar levantada, ni nada, todo el día perreando y sin poder hacer nada. Y me la han querido volver a dar y yo no he querido. Tú eres la primera que sabes como estás, ¿no?, y si llevas un tiempo tomando medicación ya sabes un poco tú misma lo que te sienta bien y lo que no te sienta bien. En esto pasa como con todas las drogas.

E.R. : Y los médicos y en concreto los psiquiatras, ¿aceptan en general esto de que seas tú quien dice lo que te sienta bien y lo que no?.

J.M. : Que van a aceptar, que van a aceptar...

M. : El Modecate me lo dan cada 21 días a mí, una inyección y media. Y no sé porqué esto de y media...

J.M. : No aceptan que tú digas cual medicación y sobretodo bajo ningún argumento que no tomes medicación...

Y. :... Cuando estás ingresada no te hacen ni puto caso, te quieren tener sedada y ya está, y que no causes problemas.

J.M. : En esto estamos totalmente de acuerdo.

M. : Un día me escapo..., una vecina me dijo: vete a ver si está tu padre allí en el “turó” -en catalán: colina pequeña-, me quitaron de la puerta... y ni caso, no me hicieron ni caso, y una que no sé quién era, una intrusa, decía: mátala, mátala. Estaba dentro y me mandaba su gran pastel... tengo un poco yo también de pastel, pero no quiero abusar...

E.R. : Si os parece hablamos de vuestra experiencia del trato en los hospitales psiquiátricos.

Y. : Los tratos en los hospitales no son muy delicados que digamos. Incluso te atan a la cama, te incomunican, no te dejan ver a la familia, bueno..., te putean vivo.

J.M. : Tendríamos que haber empezado por ahí para aclararnos en muchas cosas.

M. : Te espían y yo por la ventana no me tiraba, no..., la tenía abierta pero no me tiraba...

Y. : A mí una vez, hablando de los malos tratos en los hospitales, pues vino mi hermano y tal, porque yo, ... mi familia..., me metía con ellos, les hice la vida imposible, en fin que mi madre..., venía a verme cada día, pero hubo una semana más o menos que no vino y vino mi hermano un día. Esto en el Benito Menni, en Sant Boi. Pues no me dejaron ver a mi hermano, decían que era peligroso, que no y que no, que no podía verlo. Y ya llevaba un tiempo ingresada, ya me veía que estaba mejor y yo no he sido agresiva ni nada de eso.
Pues, como no me dejaron ver a mi hermano yo pillé un disgusto muy grande, me puse a llorar, tirada en el suelo y tal. Bueno..., cogí y me fui para la habitación y las cintas que tenía, las mías, las estampé contra el armario y en esto que vino el celador y me vio tirando las cintas, pues como la policía, ¿sabes?, rodilla en la espalda y a la cama atada.
Y a un chico que conocí el verano pasado, por decirle al médico que la medicación, que no..., bueno..., que no “trempaba” -en catalán empalmarse- vamos, por la medicación, y que si eso sería para siempre, pues lo tuvieron atado cinco días. ¿Tú sabes lo que es cinco días atado a la cama?

J.M. : Diecisiete días he estado yo...

Y. : Yo me muero, yo es que me muero, te lo juro. Son unos...

J.M. : Yo he estado diecisiete días atado a la cama en el mismo hospital, en el Benito Menni, Sant Boi, en el pabellón H. Allí hay un pabellón H y un pabellón B, los dos de hombres que están prácticamente juntos y luego hay el A de mujeres...

Y. : ...Y los hombres pueden jugar al fútbol y todo y las mujeres no, porque es de monjas, ni al fútbol, ni al tenis, ni nada. Porque decían las monjas que los chicos nos verían y esto era como un pecado, una provocación.

M. : Vaya, es de las monjas Sant Boi, me gustaría verlas.

J.M. : Hay un trato humillante, tanto físico como mental. Te tratan malamente...

Y. : Hay muchos que son unos..., ya sabéis, trabajando de enfermeros y celadores. Los médicos los hay más buenos y más malos, hay los que te putean, porque también te putean.

J.M. :... Son ellos los que te putean, el médico es el que asigna al celador lo que te van a administrar, la medicación te la administran los celadores pero la prescripción es médica. Y el médico es el que dice que te aten.

M. : A mí una vez fue el celador por su cuenta el que me ató, sin médico ni nada, una mole, Sr. Antonio se llamaba... A una chica la tuvieron atada también dos o tres semanas.

J.M. : A todos los que ingresan en Sant Boi los pasan a una sala de observación, una sala que está donde están las habitaciones, prácticamente quedas aislado...

Y.:..el palomar, ¿no?...

J.M. :... Esto en el pabellón H, arriba...

Y. :... Sí, está el de mujeres y el de hombres está al fondo, hay un jardín, hay un bar, que vaya bar...

J.M. :... El bar se llama “La Esperanza” y de esperanza allí poca. El hecho es que nada más ingresar, en lugar de hacerte una observación personal, hablar contigo, lo que hacen es aislarte, ponerte en cuarentena, estés como estés, y si te ven un tanto alterado, que no es necesario que estés más alterado de lo que podría estar cualquier persona, te sedan y si es necesario te dejan..., vamos, que ni te enteras hasta al cabo de varios días...

Y. :...Yo hay dos o tres días que no me acuerdo de lo que paso...

J.M. :... Y ahí, en el ingreso, no consultan contigo para nada.

M. : Me pincharon, me durmieron y me encerraron..., mi hermana. Me pinchó una con bata, cada vez que la veo, tengo una visión ahí entre sombras, con una jeringuilla, yo estaba débil y sólo me falto eso, me vinieron con una jeringuilla y pata-pum, yo la vi entre sombras, medio dormida y ¡caray!, me quedé tiesa... Se murió, me parece que no. Decía que era católica, o lo hacía ver, porque católica poco, pinchando poco.

J.M. : Entre 1992 y 1993 tuve yo el último ingreso allí en Sant Boi...

Y. : Yo en 1997. Ese hospital es un mierda.

J.M. : No le voy a dar ni calificativo.

Y. : ¿Sabéis lo que hacen donde las mujeres?: a la hora de comer, son cuatro personas por mesa, te ponen unas jarras, pues la jarra del agua la llenan del mismo grifo donde tiran los orinales y las cuñas, donde tiran los meados de toda la peña, pues de ahí cogen el agua para las jarras, ¿sabes?, el agua para beber en las comidas.

J.M. : Y si sólo fuera eso. Atan a la gente a la cama con cuatro correas. A veces, entonces, también lo hacían con una sábana cruzada, no sé si habréis visto este sistema: una sábana que pasa por debajo de la cama y te coge por los sobacos y el cuello. Esto era tan bárbaro que por lo peligroso y después de algo que ocurrió, sacaron un boletín cambiando las formas de inmovilizar, siguieron atando a la gente de todas formas con las correas. Os voy a decir más: a una persona, también por esas fechas, del 92 al 93, le dio por intentar suicidarse con una sábana y por haberlo intentado lo expulsaron. Se daba la contradicción de que a uno por haberlo intentado y haberlo enganchado vivo, colgado, ya meado pero vivo, lo reanimaron y al muy poco tiempo le dieron el alta obligatoria, haciéndole firmar... como si fuera voluntaria.

Y. : No me extraña que digan que se intentan suicidar, porque te dan unas ganas de darte un choquetazo contra la pared..., y el alta te la dan cuando a ellos les sale de los cojones, o más bien cuando hay falta de plazas,... No admiten que no seas como ellos quieren...,porque las voces pueden llegar a ser como un consejo..

J.M. : El alta te la dan ellos, nunca puedes ser tú quien la pidas, a no ser que crees allí un conflicto y que para ellos no seas más que un inconveniente...

Y. :...O que seas un pelota...

J.M. : El hecho es que queda claro que no hay valoración ninguna del paciente, el paciente mental esta degradado a cero.

Y. : Está bajo cero.

J.M. : Exactamente, bajo cero. Por lo tanto el trato no se basa en una ciencia y los medicamentos se convierten en mecanismos de un montaje para dominar la situación.

Y. : Me acuerdo yo, en el ingreso que tuve, que nos daban la medicación a la hora de las comidas y luego te dejaban salir al jardín a dar un paseo durante el día..., bueno eso de que te dejaban salir..., más bien te tenían todo el día afuera, como un perro ahí tirado, ¿no?..., pues te daban la medicación a las ocho de la tarde y hasta las diez de la noche que te daban la pastilla para dormir te quedabas allí hecha una mierda. No te dejaban irte a la cama, ¿sabes?, tenías que estar allí aguantando. Y te decían: ¿qué quieres, estar así toda drogada y hecha una mierda ahí o quieres estar en la cama, pero en la cama todo el día?, es lo que te dan a elegir.

J.M. : Cambian algunas cosas, en apariencia, para que todo siga igual.

E.R. : ¿Pensáis que podría haber una situación diferente?. Quiero decir, si podría existir la posibilidad de que la gente fuera voluntariamente a algún lugar y ahí fuera bien tratada y no de esta forma que estáis denunciando.

Y. : Yo he ido voluntariamente, pero claro, luego, una vez que firmas el papel y estás ahí dentro, lo malo es como volver a salir, ¿sabes?.

M. : Ya...

E.R. : ¿A pesar de haber ido voluntariamente no podías irte cuando considerabas que ya estabas bien?

Y. : No, que va. Me tuvieron allí, bueno..., una película.

J.M. : Incluso para entrar voluntariamente te lo ponen difícil. Tiene que ser por prescripción médica a través de un psiquiatra o un médico de urgencias. El que consigue entrar por una entrada directa, personal, es porque le pega un lavado de cerebro al médico que vamos..., que lo puede convencer.

Y. : A mí el verano pasado me llevaron por alcoholemia, pues un día me emborraché y lié una y tal... y bueno... Yo estaba en un punto en que me daba miedo mirar a la gente a la cara, ¿sabes?, pensaba que por mirar a alguien a la cara, pues que me iba a hacer daño, que me iba a pegar...

M. : No, no,...

Y. :...yo me lo creía, estaba mala y es lo que pensaba. Y esto ellos no lo veían, no le daban importancia y me decían: ¿pero tú quieres dejar el alcohol o no quieres dejarlo?, es lo que me decían, Y yo le explicaba lo que me estaba pasando y el tío..., pues mira, le daba más importancia al alcohol que al miedo que yo tuviera de salir a la calle, o de ver a nadie, o al quedarme sola. Le daba igual.

E.R. : Alguien puede preguntarse al conocer toda esta situación que estáis denunciando, que situáis en el 92-93 y en el 97 y que parece que sigue hoy por hoy: ¿cómo puede ser que en una sociedad que se llama democrática, con una población que se acerca a las 50.000 personas ingresadas psiquiátricamente, cómo puede ser que nadie, ni los familiares, esté diciendo: qué pasa aquí, porqué se permite que esto este pasando?. Y en cuanto a los propios pacientes, ¿cual es la situación que no permite protestar por todo esto?.

Y. : Allí tienen unas hojas de sugerencias, y dicen que te puedes quejar. Bueno en el Benito Menni, Sant Boi, no sé siquiera si las hay, en el de al lado, el San Juan de Dios, sí...

J.M. :... Hay asambleas, y se habla con el médico y con los médicos que asisten a cada uno...

Y. :...pero hablan ellos, entre los médicos...

J.M. :... Hablan los médicos y hablan los pacientes..., en el psiquiátrico de Sant Boi en el pabellón de hombres, por lo menos cuando yo estaba, un día a la semana, después del desayuno a eso de las once de la mañana, había reunión...

M. :...¡Ah!, pues esto está muy bien...

J.M. : De lo que se hablaba era teóricamente de la convivencia, pero de hecho no se hablaba más que de cosas vanas, no hay cosas importantes que se puedan poner en práctica, porque de hecho los médicos no admiten nada de lo que dicen los pacientes. Es una mera comedia, por ejemplo, con lo que antes explicabas de un chico que con la medicación no lograba trempar, pues eso es general y se planteaba en las reuniones por la necesidades sexuales que toda persona tiene, y no había manera de conseguir nada... En realidad esas asambleas son mera apariencia, para dar apariencia de que se preocupan, de que hay un interés por comprender al paciente. Pero no hay un claro interés en aportar ayuda al paciente, porque no interesa...

M. : No interesa, no interesa....

E.R. : ¿Y los familiares?

J.M. : Los familiares no hacen nada porque están influenciados, tanto o más que los enfermos, por los médicos, que hablan primero con los familiares y algunos, no todos pero sí algunos, lo que quieren es deshacerse del paciente que en la familia molesta.

Y. : Mi madre puso una denuncia al hospital, puso una denuncia por una cuestión de que con la medicación me salía leche de los pechos, bueno..., paso una historia con un enfermero, porque ..., o sea hay enfermeros que..., a mí no me ha pasado pero lo he visto, que te vienen a despertar poniéndote la mano en el culo y tal..., te estas duchando y entran allí “como Pedro por su casa” y bueno... Yo estoy esperando a que me contesten la denuncia, me parece a mí que no me va a contestar ni Dios, la puse ahora hace dos años.

J.M. : Los médicos entrevistan a los familiares y les pegan tal sablazo de coco que los ponen entre la espada y la pared. Lo primero que les dicen es que para tener allí a su familiar tiene que estar sometido a las condiciones que ellos dictan y no a las condiciones que la sociedad, o los familiares y la persona asistida quieran. Es como un partido de fútbol, hay unas reglas y el que las quiere las toma y el que no las deja, pero el que las deja las tiene que dejar..., pero para no jugar. Es así el juego..., ellos son los que tienen la sartén agarrada por el mango y es por lo que los pacientes y los familiares no pueden hacer nada. Estamos atados de pies y manos, es como los que están en las cárceles...

Y. :...Sí, sí...

J.M. :....nosotros sabemos lo que ocurre en las cárceles, pero no podemos hacer nada, menos los que están dentro, pero de hecho nadie puede hacer nada, nos tenemos que joder todos...

Y. :...Es como “la mili”, el servicio militar lo están quitando, pero en esto otro no se ven soluciones por ningún lado.
E.R. : Pues muchos dicen que con la reforma psiquiátrica, del año 1985, ya no hay manicomios.

Y. : Uffff..., ¿eso dicen?.

M. : Manicomios no, asistencia psiquiátrica le llaman y por el seguro si no tienes “calerons” -en catalán: dinerillos.

E.R. : Bueno, pues de momento y si os parece lo dejamos aquí. Gracias Montserrat, Yolanda y Juan Manuel...

Y. :...Gracias a vosotros.

J.M. : Yo quiero también dar las gracias por haber sido escuchado, porque ya es algo el poder hablar de esto, aunque no se vean soluciones y gracias atentamente también a quien ha rivalizado en la opinión sobre la medicación, que de hecho no es rivalizar, es compartir.

Y. : Tenemos suerte de que cada uno pensamos de una manera, de aquí a nada todos seremos como calcomanías.

M. : Yo si tengo una calcomanía la guardo para la Tita y para sus hijas.



ALGUNOS DATOS DE INTERES:


Se considera que cerca de 800.000 personas en el Estado Español sufren algún tipo de trastorno mental y de éstas se etiquetan como enfermos psíquicos graves a 350.000. El porcentaje de los/as diagnosticados/as de esquizofrenia es del 22,6 % sobre el conjunto de los llamados trastornos mentales severos. Se acepta, por parte de muchos especialistas, que el 1% de la población en occidente, si llega a la adultez, sufrirá por lo menos un episodio de esquizofrenia.

Feafes -una federación de asociaciones de familiares de enfermos mentales- denunció, en octubre de 1999, que el 84% de los enfermos mentales están exclusivamente a cargo de sus familiares y constataba la falta de Centros de Día. La Coordinadora de Centros de Salud Mental de Adultos de Catalunya -que agrupa a profesionales de la red de salud mental-, denunció también, en las mismas fechas, que la Generalitat de Catalunya dedica menos recursos a salud mental que muchas otras autonomías (menos de la mitad que Euskadi, por ejemplo), planteando que:“a menudo las inversiones se mueven más por influencias de grupos de presión y motivaciones políticas, que para cubrir con eficiencia las necesidades” - La Vanguardia del 8 de octubre de 1999-.

En Catalunya la legislación que regula el ingreso psquiátrico obligatorio -vía judicial- es el llamado “Codi de família” -“Código de familia”- (Llei del Parlament de Catalunya 9/1998, del 15 de julio de 1998), que substituye, desde su aprobación, en el territorio catalán al articulado del Código Civil -artículo 211 en cuanto a internamientos-. El “Codi de família” prevee que una vez comunicado el internamiento involuntario, un juez está obligado, en el plazo de 24 horas, a “una exploración personal del paciente” y a revisar la situación de la persona cada dos meses, como mínimo -el Código Civil obliga a esa revisión cada seis meses. Esta legislación en muchas ocasiones no se cumple, como reconoce, en algún caso, incluso el “Síndic de Greuges“ de Catalunya -”Síndico de Agravios”, figura análoga al Defensor del Pueblo a nivel estatal. Este organismo -“Síndic de Greuges”- ha realizado visitas, desde 1993, a algunos centros psiquiátricos (ver informes en Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya -BOP- Nºs: 153, 266 y 380, e Informes al Parlament de Catalunya de 1993, 94 y 95, editados en forma de libro por esta institución). En cuanto al hospital psiquiátrico Benito Menni -Sant Boi-, por lo visto en los citados informes, la visita se redujo a las instalaciones de la U.C.A. -Unidad de Contención de Adolescentes (ver BOP nº 266 de marzo de 1998 y BOP nº 380 de marzo de 1999). En el informe se constata -ver pág. 21679 del BOP nº 266- que los adolescentes tienen “posibilidad” de visitas diarias de sus padres, pero...”con excepción de aquellos casos en que se cree más conveniente espaciar un poco los contactos”, en una restrictiva aplicación de la ley vigente sobre sanidad que contradictoriamete prevee el derecho de infantes y adolescentes hospitalizados a estar acompañados por “sus padres, tutores o guardadores” pero “a menos que pueda perjudicar o obstaculizar la aplicación de los tratamientos médicos” ( Art 27, Llei del Parlament de Catalunya 8/1995 y modificaciones Llei 37/1991 del 30/12).

En los informes anuales al Parlament de Catalunya del citado“Síndic de Greuges”, en los apartados de salud mental no aparece específicamente la tipología de las quejas -que sí aparece en otros apartados como por ejemplo “Normalització Lingüística”- , ni el número de quejas recibidas, ni la población que las ha realizado -pacientes, familiares, profesionales, otros...-, estando estadísticamente integradas en “Salud y Consumo”, haciendo imposible conocer: cuantas quejas se han recibido y su tipología con respecto especificamente a salud mental y de ellas la proporción de las que se han cursado -como actuaciones de oficio, recomendaciones a organismos,...- en relación a las que no. Hasta ahora la secretaría del “Síndic de Greuges” nos ha facilitado amablemente información de como conseguir la documentación que este organismo hace pública, planteándonos que al respecto de los datos citados sobre quejas en salud mental, los solicitáramos por escrito, cosa que hemos hecho -en febrero del 2000- estando a la espera de un respuesta.

Esperamos poder informar en el próximo Rayo al respecto de estos datos, en el marco de información general sobre la situación de los centros psiquiátricos. Aprovechamos para llamar a los lectores-as a enviar información a ese respecto al apartado de correos de este boletín.



*Estraida de " El rayo que no cesa" n-2 : http://www.antipsiquiatria.com
"Al cesar lo que es del cesar : 23 puñaladas"

JillChase
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Re: Charla informal sobre salud mental.

Mensaje por JillChase » 07 Abr 2015, 08:42

Cuánto por descubrir en este mundillo... Lo que si os diría yo es que nunca os auto-mediquéis contra depresiones y demás. Hay veces que vienen a la farmacia a preguntar y siempre les digo lo mismo: que os trate vuestro médico ;)

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