[Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

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AXIONDIREKTA
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por AXIONDIREKTA » 10 Jul 2012, 17:10

Todo asomo de resistencia o lucha reivindicativa bajo el capitalismo se presenta con contradicciones. El "escaqueo" manifiesta un rechazo intuitivo al trabajo asalariado, pero también puede reflejar (y lo hace) la falta de empatía con el resto: Hago lo posible por escabullirme del trabajo pero no me importa mucho si con eso se ven sobrecargados/as mis compañeros/as. Pero esta contradicción se manifiesta igual en las luchas colectivas reivindicativas, a las que muchos se suman cuando les conviene sólo directamente y poco les importa una lucha similar en otros espacios. Sacar lo verdadero de cada situación es una tarea a realizar. Pero para mí, sigue siendo mucho más honesto y conectado con los intereses reales del proletariado el hecho de negarse a entregar todo el tiempo al trabajo, que el de pedir mejores condiciones en que realizarlo o un aumento de sueldo que a la larga termina siendo muy poco significativo.

Porque en el fondo, luchar contra el capitalismo es luchar contra el trabajo asalariado: es luchar contra la noción misma de trabajo que difunde la ideología dominante...

En realidad, no creo que el sabotaje individual sea LA herramienta de lucha del proletariado. Cuando es individual, expresa una actitud, una tendencia anti-trabajo que debe ser sistematizada. Pero una vez clarificado el contenido, el rechazo a la explotación asalariada se realiza colectivamente. La cuestión es que algunxs pensamos que esa lucha colectiva es fuera y contra el sindicalismo. No por una cuestión ideológica, dogmática, sino para superar efectivamente las luchas reivindicativas y proyectarlas como revolucionarias.
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Jove Obrer
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por Jove Obrer » 10 Jul 2012, 19:01

Yo lo que quiero es salario, no trabajo.
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por Jove Obrer » 10 Jul 2012, 19:50

Yo de autoconciencias y tareas proletarias ando un poco mal, pero opino que:

- Si lo que promueves es el escacqueo y la vagancia, 1. Tus compis te escupiran a la cara, porque el escaqueo o es un acuerdo o jode al compañero, que le tocara hacer tu faena. No se si es solo en mi sector pero en el mio despreciamos al vago cerdo y cabron, que normalmente acaba de encargado. En mi sector normalmente el escaqueo consiste en "vamos a tumbarnos hoy aqui, llama al machupichu para que traiga unas cervezas y se venga y mañana le metemos a full y nos sacamos esa mierda de faena".

Asi que lo que puede haver de interesante en eso es un control obrero de la organización de la producción y distribución del tiempo, xD.

El escacqueo individual esta mal visto y es sancionado por tus compañeros, por insolidario. Yo estoy totalmente a favor del escaqueo. Es un poco de sindicalismo del weno. Pero tiene sus limites: si te escaqueas mucho no sale la faena, y si no sale la faena no viene mas faena, y si no viene mas faena me quedo sin curro, y si me quedo sin curro no comemos en casa y si no comemos en casa voy a buscarme otro curro donde voy a pencar como un cabron por haber hecho el gilipollas en el otro. El ejemplo de la obra que pone cantueso, me lo creo, pero porque el capataz estaba de acuedo en retrasar la obra, si no los cojones.

- Si nos vamos a lo social no se que prefiguración estan haciendo con el "abajo el trabajo", porque la gente piensa "vale em..ok ok, entonces si todos hacemos lo mismo, todo se va a la mierda no, el capitalismo y tal, esta bien, pero tambien se va la sanidad, el alimento y tal no?" y el abajo el trabajo dice "claro, pero mientras vamos con el abajo el trabajo nos montamos los huertis y los talleres okupados y autogestionados" y el otro le dice "pero eso es trabajo, es, más trabajo que el que tengo ahora no?, porque no dices directamente "Arriba las cooperativas y el autompleo?", que es mas facil y nos entendemos todos.

Pues eso, que no lo veo.
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por cantueso » 10 Jul 2012, 21:30

Quiero pedirle perdon a jorge si se siente ofendido, mi intencion no era joder este post, solo trataba de hablar como el que mas,al fin y al cabo aqui estamoa para tratar de entendernos, a no ser que los puntos de vista sean totalmente opuestos,pero no puedo evitar que la gente piense que no hay envidia, por que si la hay eso es algo inegable, al igual que hay gente totmalmente buena en el mudno, aun que sean cosas totalmente opuestas, pero asi es la vida , al menos por ahora y las cosas hay reconocerlas a tiempo antes de que sean tarde, para poder buscarle soluciones

y repecto a lo de la obra de los 2 años, no fue hecho a proposito,no soy racista pero voy a explicar lo que alli paso,(era el boom cuando venian gente de todos los lados y querian trabajo)cogieron a todo tipo de imigrantes, peruanos, marroquies, "talibanes", y de todo , muy pocos españoles, ninguno tenia experiencia de trabajo tan solo de peon, pero querian cobrar como una persona normal, asi que pues dijeron todos que eran grandes maestros y oficiales,, y enpezaron a trabajr, cuando yo llegue a los 2 años, eran unas 240 casas en 5 bloques de edifcios amueblaos y faltaba el ultimo bloque que solo estaba el planche, pues hubo que cambiar , las puertas de entradas , estaba puestas para el otro lado, los arcos de la cocina , no tenian su inclinacion, la puerta de el aseo tocaba en la bañera y apenas se podia entrar, en la parte de atras las ventanas estaba mal puestas ,y los balcones habia que cambiarlos y ponerlos de nuevo bien con escayola(todas estas reformas en mas de 170 casas una por una), no recuerdo todo lo que estaba mal lo que recuerdo, y no pude reir mas en la vida, fue cuando vi el planche de el ultimo bloque de edificios, que sobresalia a la carretera y los coches pasaban por debajo de el edificio,tu oias ruido , pero no veias los coches, por que pasaban por abajo(como se peude tener tal despieste?el que hizo ese planchee deberian darle un par de premios nobeles) hubo que traer una sierra de 5 metros y ir cortando el planche de el ultimo bloque poco a poco

y lo que si provoco esto es que a nosotros nos gritaran y trabajaramos como cabornes, para recuperar lo que los anterioes "oficiales de primera"habian hecho
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Libérrimo
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por Libérrimo » 10 Jul 2012, 22:54

Jove Obrer escribió:- Si nos vamos a lo social no se que prefiguración estan haciendo con el "abajo el trabajo", porque la gente piensa "vale em..ok ok, entonces si todos hacemos lo mismo, todo se va a la mierda no, el capitalismo y tal, esta bien, pero tambien se va la sanidad, el alimento y tal no?" y el abajo el trabajo dice "claro, pero mientras vamos con el abajo el trabajo nos montamos los huertis y los talleres okupados y autogestionados" y el otro le dice "pero eso es trabajo, es, más trabajo que el que tengo ahora no?, porque no dices directamente "Arriba las cooperativas y el autompleo?", que es mas facil y nos entendemos todos.
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por Oc » 10 Jul 2012, 23:03

Libérrimo escribió:
Jove Obrer escribió:- Si nos vamos a lo social no se que prefiguración estan haciendo con el "abajo el trabajo", porque la gente piensa "vale em..ok ok, entonces si todos hacemos lo mismo, todo se va a la mierda no, el capitalismo y tal, esta bien, pero tambien se va la sanidad, el alimento y tal no?" y el abajo el trabajo dice "claro, pero mientras vamos con el abajo el trabajo nos montamos los huertis y los talleres okupados y autogestionados" y el otro le dice "pero eso es trabajo, es, más trabajo que el que tengo ahora no?, porque no dices directamente "Arriba las cooperativas y el autompleo?", que es mas facil y nos entendemos todos.
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Yo no es por generalizar. Igual las compañeras y compañeros que defienden eso son unos currantes natos y se lo montan dabuti, pero mi experiencia al respecto, y tengo unos añitos, es que he conocido esa forma de pensar de siempre, y la gente que al final se ha decidido y se ha tirado al monte, en el sentido de vivir "autogestionadamente" la tierra, al final ha sido un desastre. Como dice "Jove Obrer", cualquier currante que trabaja (QUE TRABAJA) sabe que esa opción suele significar más trabajo, muchísimo más duro y penoso, y con menos contraprestaciones que las que tenían en la industria y los servicios de la ciudad. Hay gente que si que lo ha aguantado y ha vivido una vida humilde y sóbria en el campo, pero son los que menos, muy pocos.

Digamos que al que conoce el tema, le asusta. Eso de perder las "comodidades" de la sociedad actual para volver a las penalidades del campo. Malas experiencias pasadas le dicen a uno que mejor pensárselo.
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AXIONDIREKTA
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por AXIONDIREKTA » 10 Jul 2012, 23:11

La opción no es irse al campo a trabajar más (aunque quien así lo quiera hacer, entendiendo que no es lo mismo más esfuerzo físico que más trabajo asalariado, me parece bien que lo haga), sino atacar al capital que nos explota mediante el trabajo asalariado. Atacar el trabajo, no arrancar de él. Aunque su evasión bajo determinadas circunstancias pueda ser un ataque. Pero ya yo y otros/as foreros/as han explicitado esto, así que no voy a insistir en lo mismo.

Lo que sí quiero dejar claro, es que aquí pareciera que por lo que se agita es por abandonar unas "comodidades" en pos de un ideal abstracto que no convence a nadie. En realidad, para una buena parte del mundo, no existen prácticamente ningunos derechos ni servicios del progreso de la civilización a los cuales renunciar. Esto último parece olvidarse a menudo.
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cantueso
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por cantueso » 11 Jul 2012, 00:15

entonces que habría que modificar del panfleto?
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protorm
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por protorm » 11 Jul 2012, 13:41

Jove Obrer escribió:- Si lo que promueves es el escacqueo y la vagancia, 1. Tus compis te escupiran a la cara, porque el escaqueo o es un acuerdo o jode al compañero, que le tocara hacer tu faena. No se si es solo en mi sector pero en el mio despreciamos al vago cerdo y cabron, que normalmente acaba de encargado. En mi sector normalmente el escaqueo consiste en "vamos a tumbarnos hoy aqui, llama al machupichu para que traiga unas cervezas y se venga y mañana le metemos a full y nos sacamos esa mierda de faena".
Obviamente la organización de la vagancia resulta más interesante, como todo. Pero el escaqueo individual no necesariamente es insolidario, no siempr supone que el compañero tiene que hacer tu faena. A veces solo retrasa la producción. Como con el caso de las huelgas u otras formas de lucha, sería necesario estudiar qué es aplicable en cada caso.
Jove Obrer escribió:Pero tiene sus limites: si te escaqueas mucho no sale la faena, y si no sale la faena no viene mas faena, y si no viene mas faena me quedo sin curro, y si me quedo sin curro no comemos en casa y si no comemos en casa voy a buscarme otro curro donde voy a pencar como un cabron por haber hecho el gilipollas en el otro. El ejemplo de la obra que pone cantueso, me lo creo, pero porque el capataz estaba de acuedo en retrasar la obra, si no los cojones.
Como toda herramienta de lucha, tiene sus límites y te juegas el empleo. Nada nuevo en esto.
Jove Obrer escribió:- Si nos vamos a lo social no se que prefiguración estan haciendo con el "abajo el trabajo", porque la gente piensa "vale em..ok ok, entonces si todos hacemos lo mismo, todo se va a la mierda no, el capitalismo y tal, esta bien, pero tambien se va la sanidad, el alimento y tal no?" y el abajo el trabajo dice "claro, pero mientras vamos con el abajo el trabajo nos montamos los huertis y los talleres okupados y autogestionados" y el otro le dice "pero eso es trabajo, es, más trabajo que el que tengo ahora no?, porque no dices directamente "Arriba las cooperativas y el autompleo?", que es mas facil y nos entendemos todos.
Eso es reducir mucho la postura antitrabajo.

Obviamente, el rechazo del trabajo asalariado debe ir acompañado de la construcción de alternativas populares (en sanidad, alimentación, etc.) o, incluso, la toma y gestión de ciertas empresas bajo criterios no mercantiles (reparto del trabajo, planificación colectiva de la producción...) De acuerdo en eso.

Pero el caso es que tan importante como la promoción de las cooperativas y el autoempleo, es la difusión del rechazo al trabajo asalariado por los motivos explicados en el panfleto. Porque las cooperativas y el autoempleo son plenamente compatibles con el capitalismo, pero este no puede funcionar sin asalariados. Y el primer paso para acabar con el rol de asalariado es generalizar la conciencia de sus miserias, puesto que nadie hará esfuerzos por liberarse de una condición en la que se encuentra cómodo.

En cierto modo, poner el acento en el rechazo al trabajo responde a la necesidad "destructiva" del movimiento revolucionario, mientras que hacerlo en las cooperativas, el autoempleo o la toma de empresas, en la vertiente más constructiva.

Respecto a lo que dice Oc:
cualquier currante que trabaja (QUE TRABAJA) sabe que esa opción suele significar más trabajo, muchísimo más duro y penoso, y con menos contraprestaciones que las que tenían en la industria y los servicios de la ciudad.
Por supuesto. Pero ¿No es también trabajoso dedicarse a la causa revolucionaria? Quiero decir que, si por comodidad fuese, sería más sencillo para muchos dedicarse a vivir la vida y no buscarse más preocupaciones. O incluso tener aspiraciones más bajas, como un sistema más humano, con condiciones laborales decentes y que no destruya la naturaleza, aunque por ejemplo se base en la autoridad. Aspirar a mantener la horizontalidad, la autonomía y la justicia en un sistema económico y social es mucho más dificil que irse a vivir al campo, vaya. Yo creo que al menos la mayoría somos conscientes que hemos escogido un camino dificil que exige esfuerzo y dedicación, así que no veo que dicha exigencia (la de esfuerzo y dedicación) pueda ser un argumento para criticar una propuesta revolucionaria. Otra cuestión sería argumentar que dicho esfuerzo fuese inútil o contraproducente.

Además de lo que menciona AXIONDIREKTA, que las condiciones de partida no son las mismas para todo el mundo y hay quien ya parte de una situación muy dura y no tiene tantas comodidades para perder.

Al margen de eso, entiendo el apunte de que es algo muy duro y complicado. En cualquier caso, yo tampoco planteaba marchar al campo, creo que ya lo he dicho. Aunque resulta una opción vital respetable y relativamente positiva si parte de un rechazo al capitalismo y al Estado y no se convierte en mera evasión. Por concretar y finalizar, lo más interesante de la postura antitrabajo me parece: primero, la difusión de un rechazo al rol de asalariado (ya que generalizar ese rechazo para mi sería una condición necesaria para una posible revolución) y segundo, la propuesta de utilizar el escaqueo y la vagancia, en algunos casos, como herramientas proletarias (para recuperar el tiempo de trabajo y utilizarlo para la lucha o la vida, para organizarlo en prácticas de presión...).

Creo que ya me estoy repitiendo y no sé si tengo mucho más que aportar al hilo.

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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por AXIONDIREKTA » 11 Jul 2012, 14:34

Yo me quedo con la última intervención de protorm, especialmente con la última parte.

Tampoco sé que más agregar sin repetirme. Hay varios temas en los que seguir profundizando a partir de la crítica al trabajo asalariado, como la crítica del valor, el debate acerca de la alienación (que alcanzó a darse brevemente), principios sobre los que se organizaría la comunidad humana no alienada, propuestas concretas de sabotaje al trabajo como herramientas de lucha, coherencia entre las reivindicaciones laborales y el contenido anti-trabajo del movimiento proletario, libertas mencionaba que él consideraba alguna forma de recompensa a quien más trabaje en una hipotética sociedad futura, no en dinero sino en tiempo libre (algo así decía, creo), lo que me parecía un tanto sin sentido (ese comentario en particular, no todo lo que dijo), pues si el resto "trabajara" menos sería exactamente en base al mismo principio de disponer de más tiempo libre, etc. Pero quizá den para otro hilo.
protorm escribió:Obviamente, el rechazo del trabajo asalariado debe ir acompañado de la construcción de alternativas populares (en sanidad, alimentación, etc.) o, incluso, la toma y gestión de ciertas empresas bajo criterios no mercantiles (reparto del trabajo, planificación colectiva de la producción...) De acuerdo en eso.
Aquí en principio estoy de acuerdo, pero habría que precisar. Por ejemplo, ¿una alternativa popular en alimentación serían los comedores populares del tipo argentino? Una empresa recuperada por sus obreros, ¿debiera seguir el desarrollo de Zanon -o Fasinpat-, por seguir con ejemplos argentinos? ¿Qué empresas o industrias pueden ser autogestionadas?
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por cantueso » 11 Jul 2012, 14:39

el hilo se ha vuetl bien grande, que conclusiones se pueden sacar sin tener que releer todo el hilo, por ahy atras hubo algun coentario que dijo que le añadirian unas cosas y le quitarina otras a el panfleto, pero no se todos estaban de acuerdo
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Las mujeres y la lucha por no trabajar

Mensaje por AXIONDIREKTA » 11 Jul 2012, 15:12

Siguiendo con el tema del trabajo...
Las mujeres y la lucha por no trabajar
Extracto de "Las mujeres y la subversión de la comunidad", de Mariarosa Dalla Costa.

Resumamos. El papel de ama de casa, tras cuyo aislamiento se oculta un trabajo social, debe ser destruido. Pero nuestras alternativas están estrictamente definidas. Hasta ahora, el mito de la incapacidad femenina, arraigado en esa mujer aislada, dependiente del salario de otra persona y, por lo tanto, moldeada por la conciencia de otra persona, se ha roto con sólo una acción: al obtener la mujer su propio salario, romper el gozne de la dependencia económica personal, vivir su propia experiencia independiente en el mundo fuera de la casa, desempeñar trabajo social en una estructura socializada, ya fuera la fábrica o la oficina, e iniciar sus propias formas de rebelión social junto con las formas tradicionales de la clase. El advenimiento del movimiento de las mujeres es un rechazo de esta alternativa.

El capital se está apoderando del ímpetu mismo que creó al movimiento -el rechazo por millones de mujeres del lugar tradicional de la mujer- para rehacer la fuerza de trabajo incorporando cada vez a más mujeres. El movimiento sólo puede desarrollarse en oposición a esto. Con su misma existencia, plantea, y debe hacerlo cada vez más articuladamente en la acción, que las mujeres niegan el mito de la liberación a través del trabajo. Porque ya hemos trabajado bastante. Hemos cortado billones de toneladas de algodón, lavado billones de platos, fregado billones de suelos, mecanografiado billones de palabras, conectado billones de aparatos de radio, lavado billones de pañales, a mano y a máquina. Cada vez que nos han "permitido entrar" en algún enclave tradicionalmente masculino, ha sido para encontrar un nuevo nivel de explotación para nosotras.

Aquí de nuevo, a pesar de que sean diferentes, establecer un paralelo entre subdesarrollo en el Tercer Mundo y subdesarrollo en la metrópoli, para precisar mejor, en las cocinas de la metrópoli. El plan capitalista propone al Tercer Mundo que se "desarrolle"; que, además de sus agonías presentes, sufra también la agonía de una contrarrevolución industrial. A las mujeres de la metrópoli se les ha ofrecido la misma "ayuda". Pero las que hemos salido de nuestras casas para trabajar porque no teníamos más remedio o para ganar dinero extra o independencia económica, hemos prevenido a las demás: la inflación nos ha clavado en estos horribles puestos de mecanógrafas o en las líneas de ensamble y ahí no está la salvación. No debemos admitir el desarrollo que nos ofrecen. Pero la lucha de la mujer que trabaja no consiste en regresar al aislamiento de la casa, por muy atractivo que pueda resultar, a veces, los lunes por la mañana; como tampoco consiste en cambiar la sujeción en la casa por la sujeción a un escritorio o a una máquina, por muy atractivo que pueda resultar comparado con la soledad del doceavo piso de un edificio de viviendas.

Las mujeres debemos descubrir nuestras posibilidades totales, que no son ni remendar calcetines ni convertirse en capitanes de transoceánicos. Es más, puede que queramos hacer este tipo de cosas, pero ahora no puede situárselas en otro contexto que no sea la historia del capital.

El reto que enfrenta el movimiento de las mujeres es el de encontrar formas de lucha que, a la vez que liberen a las mujeres de la casa, eviten, por un lado, una esclavitud doble y, por otro, nos impidan llegar a otro nuevo grado de control y regimentación capitalista. Esta es, en definitiva, la línea divisoria entre reformismo y política revolucionaria dentro del movimiento de las mujeres.

Parece que ha habido pocas mujeres geniales. No ha podido haberlas ya que estaban separadas del proceso social y no podemos ver en qué asuntos podrían haber aplicado su genialidad. Ahora hay un asunto y es la lucha misma.

Freud también dijo que toda mujer desde que nace sufre de "envidia del pene". Olvidó añadir que este sentimiento de envidia comienza cuando la mujer percibe que de algún modo tener un pene significa tener poder. Todavía cayó menos en la cuenta de que el poder tradicional del pene comenzó toda una nueva historia desde el momento mismo en que la separación del hombre y la mujer se convirtió en una división capitalista. Y ahí es donde comienza nuestra lucha.

29 de diciembre de 1971.
http://www.grupofeministalaruptura.blog ... bajar.html
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Actividad humana contra trabajo (GCI)

Mensaje por AXIONDIREKTA » 11 Jul 2012, 16:31

Aquí el GCI desarrolla más sistemáticamente el tema que se viene discutiendo en otros hilos...
Actividad humana contra trabajo

“No se trata de hacer libre al trabajo, sino de abolirlo” Karl Marx

La palabra «trabajo» es la denominación burguesa de «actividad humana»

El lenguaje, como toda esfera de la sociedad burguesa, es determinado por el capital. Es, fundamentalmente, el lenguaje de la clase dominante, el lenguaje burgués. Se le puede definir como la supremacía de la ideología burguesa, ejerciéndose en el mismo acto de la comunicación. El lenguaje burgués es el intercambio verbal que se efectúa con la ayuda de signos que ofrecen las máximas garantías para la perpetuación de la dominación de clase de la burguesía. De esta manera, el modo de comunicación reinante logra en gran medida imponernos sus límites. Como no se trata ahora de crear un nuevo lenguaje –que no podría basarse más que sobre una nueva comprensión de las relaciones humanas– nos vemos por lo tanto continuamente obligados a desenmascarar la perfidia de las palabras y a redefinirlas, de igual forma que lo hacemos con los conceptos.
La palabra «trabajo» es el ejemplo perfecto, total, de la falsificación de las conciencias humanas. Aun cuando el hombre siempre se ha definido, expresado y realizado a través de su actividad vital –qué es la vida, sino actividad–, aun cuando la realización del hombre no puede pasar más que por la materialización de esta actividad vital –creación de objetos, de ideas...–, el sistema mercantil encerró esa actividad en la forma de «trabajo». El capital universalizó esta forma, haciéndola, bajo su aspecto salarial, la relación humana dominante en el planeta. De este modo, la forma trabajo que hoy en día es la única posibilidad de sobrevivir para la inmensa mayoría de las personas, y la única manera de existir para el proletariado, se convierte también en la actividad vital, central, del hombre; la actividad universal, alrededor de la cual gira todo. Habiéndose convertido en la actividad esencial del hombre, en su más importante actividad, la burguesía nos presenta la esencia del hombre como sinónimo de su trabajo.

¡He aquí como la palabra «trabajo», que no designaba de hecho más que una forma muy particular de la actividad humana, suena hoy a los oídos de todo el mundo un poco como el perfecto sinónimo de «actividad», puesto que para la mayoría de los hombres, el trabajo ha llegado a ser en realidad... ¡la totalidad de su actividad! Desde entonces, actuar significa «trabajar», y ser activo se entiende como «ser trabajador», es decir «con buen rendimiento». La hipocresía y el cinismo del lenguaje burgués culminan en expresiones tales como «hacer trabajar el dinero», imagen de una riqueza hermafrodita reproduciéndose por sí misma, como si detrás del dinero no se encontraran el brazo, el sudor y la sangre de aquéllos a quienes se le ha extorcado la plusvalía, única fuente del enriquecimiento de los capitalistas.

Hace falta por consiguiente, cuando se habla de «trabajo», comprender que la utilización de ese término determina una categoría, una forma muy precisa de producción de la actividad humana, intrínsecamente ligada al sistema mercantil; hay que entender el trabajo como la producción de la actividad humana en tanto que actividad extraña al hombre, a la manifestación de su vida y a la conciencia que tiene de su vida; es el hombre reducido al estado de trabajador.

El trabajo es el acto de enajenación de la actividad humana práctica. Marx, «Manuscritos de 1844»

El trabajo no es otra cosa que la expresión de la actividad humana en el marco de la enajenación, la expresión de la manifestación de la vida como extrañación (1) de la vida. El carácter enajenado del trabajo aparece bajo diferentes formas y, en primer lugar, a través del objeto creado; éste, en efecto, no pertenece al obrero. Cuando el resultado de la producción humana debería definirse como la más alta manifestación del ser humano, como afirmación del hombre, como medio de conocimiento por el otro de su propia persona humana, el trabajo hace al hombre extraño a su producto, y éste se le enfrenta y opone. El obrero es desposeído del objeto que ha creado. Obligado a vender su fuerza de trabajo, pone su vida en el objeto y dicha vida no le pertenecerá más. La extrañación del trabajo se basa en la necesidad del trabajador de vender su fuerza de trabajo, empleada en producir una mercancía que le es totalmente extraña. El obrero no puede sacar ninguna satisfacción del resultado de su trabajo. Aun suponiendo que el objeto creado tuviese para él un interés inmediato, no podrá disfrutarlo; su uso le será vedado, al estar sometido a las leyes de la economía mercantil. Lo absurdo de tal estado de cosas aparece a veces en toda su cruel dimensión, cuando, por ejemplo, obreros trabajando en locales a 35ºC sin acondicionamiento de aire, ni ventilación, se enteran de que la fábrica para la que trabajan produce aparatos de aire acondicionado, vendidos con el eslogan: ¡¡¡«Las temperaturas estivales no afectarán vuestra energía, si posee un climatizador X»!!!
Pero el proletario no sólo ha llegado a ser extraño al objeto de su actividad, sino también de su misma actividad. La actividad productiva no le pertenece más en tanto que actividad libre; en efecto, el trabajo es exterior al obrero, pero como es la única actividad que le permite el procurarse los medios de subsistencia en el sistema capitalista, está del todo obligado, para sobrevivir, a someterse. El trabajo es, por tanto, la actividad no-libre por excelencia, y solo la realiza porque está obligado y forzado.

«El carácter extraño del trabajo aparece netamente en el hecho de que en cuanto no existe coacción física o de otra clase, el trabajo es evitado como la peste.» Marx, Manuscritos de 1844.

El obrero no se afirma, por lo tanto, trabajando, sino que se niega. Del mismo modo que pone su vida en el objeto del que es desposeído, deja su existencia en la actividad de producción de ese objeto.

«Por lo tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la misma producción debe de ser enajenación en acto, desposeimiento de la actividad, la actividad del desposeimiento. La enajenación del objeto del trabajo no es más que el resumen de la enajenación, de la extrañación, en la misma actividad del trabajo». Marx, Manuscritos de 1844.

El trabajo, acto de producción en el sistema capitalista, llega a ser, por lo tanto, para el obrero la actividad en tanto que pasividad, la fuerza en tanto que impotencia; cada día, ocho horas de actividad absurda, contraria a la esencia y la razón humanas; la enajenación de sí mismo, como antes enajenación de la cosa.

Pérdida de sí, pérdida del objeto, queda todavía la pérdida del otro. El trabajo enajenado hace extraño al hombre del género humano (2). Separa la vida individual de la vida genérica. Lo que distingue al hombre del animal es que este último se identifica directamente con su actividad vital, «él es esta actividad. El hombre hace de su actividad vital, el objeto de su voluntad y su conciencia. Hay una actividad vital consciente.» Marx, Manuscritos de 1844. Al convertir la actividad vital del hombre en trabajo enajenado, en el sistema mercantil, la relación se transforma en la medida en que el obrero es obligado a hacer de su actividad vital consciente un simple medio de subsistencia, un medio de existir. Aun cuando esta actividad vital consciente debería ser la expresión del hombre en tanto que elaboración de un mundo objetivo en el que pudiera contemplarse, reconocerse, siendo esa producción su vida genérica activa, reconocimiento de los hombres entre ellos, el trabajo enajenado reduce la actividad del hombre a la simple producción de riqueza; hace de la actividad humana un simple medio de subsistir.

«La conciencia que el hombre tiene de su género se transforma por lo tanto por el hecho de su extrañamiento, de tal manera que la vida genérica se convierte para él en un medio». Marx, Manuscritos de 1844.

El trabajo hace al hombre extraño consigo mismo, con su ser genérico y por lo tanto con el otro, con el hombre enfrentado a él.

«Esto que es verdad respecto de la relación del hombre con su trabajo, al producto de su trabajo y a sí mismo, es verdad respecto de la relación del hombre con el otro, así como con el trabajo y el objeto del trabajo del otro. De una manera general, la proposición de que su ser genérico llega a ser extraño al hombre significa que el hombre se convierte en extraño al otro, así como cada uno de ellos llega a ser extraño a la esencia humana». Marx, Manuscritos de 1844.

Esta conciencia del género humano, de la especie, del otro, no queda ni un átomo bajo el capital. Por el contrario, las manifestaciones de solidaridad proletarias son la señal y el esbozo de lo que es esta conciencia genérica del hombre, de hombre que comprende que sus propios intereses pasan por los de la comunidad; el ser humano que entiende la satisfacción de sus necesidades y de sus deseos a través del disfrute colectivo.

La abolición del trabajo se expresa bajo la forma política de la emancipación del proletariado

Acabamos de ver que el ser humano enajenado por el trabajo no se pertenece más. Pero si él no se pertenece más, debe entonces pertenecer a algún otro. Si la actividad humana resulta tormento para el obrero, es porque ella es necesariamente goce para otro. A través del trabajo enajenado, el hombre no crea solamente una relación extraña a su producto y a su producción; engendra igualmente la dominación del que no produce, dominación que se ejerce sobre su producto, sobre su actividad productiva y sobre él mismo.
Lo único que justifica hoy que la actividad humana siga encerrada, enajenada, extrañada en la forma de «trabajo», es el interés de la clase dominante. El provecho que saca la burguesía de su dominación le impide ver más allá de sus propios intereses egoístas. La clase social que liberará a la humanidad del trabajo extrañado no puede ser sino aquella que más sufre sus fatales efectos, la emancipación universal del hombre depende de la emancipación del proletariado, porque esta última clase concentra, en su relación con la producción, TODA la esclavitud del hombre.

«[...] De una clase con cadenas radicales, de una clase de la sociedad civil que no sea una clase de la sociedad civil; de un orden que sea la disolución de todos los órdenes, de una esfera que posea, por lo universal de sus sufrimientos, un carácter universal, y que no reclame para sí ningún derecho especial, puesto que no se ha cometido contra ella ninguna injusticia en particular, sino la injusticia pura y simple. Una clase que no puede apelar a ningún título histórico, sino solamente a un título humano. Que no se encuentra en oposición unilateral con las consecuencias, sino en oposición global con las premisas de la forma del Estado; de una esfera, finalmente, que no puede emanciparse sin emanciparse de todas las otras esferas y así emanciparlas a todas; que sea, en una palabra, la pérdida total del hombre y no pueda reconquistarse más que a través de la recuperación completa del hombre. La disolución de la sociedad en tanto que Estado particular, es el proletariado.» Marx, Crítica de la filosofía del derecho de Hegel.

Es por lo tanto al proletariado organizado en clase, y por lo tanto en partido, a quien corresponde la tarea histórica de liberar a la humanidad del trabajo y de resolver, de una vez por todas, los antagonismos entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, entre su actividad y su disfrute, entre el individuo y la especie.

¡Abajo el trabajo!

Después de este desarrollo, se verá más claramente porqué los eslóganes sindicalistas e izquierdistas de «derecho al trabajo» y de «garantía del empleo» son eminentemente reaccionarios y utópicos. Los proletarios saben que, en el sistema capitalista, el trabajo es la única forma de subvenir a sus necesidades y que, en ese sentido, no tener trabajo significa claramente reventar. Pueden mencionarse como prueba los miles de seres humanos asesinados por hambre cada día. Por lo tanto, hay que comprender la exigencia de un empleo por el obrero como la exigencia de la necesidad de alimentarse, de vestirse y de reproducirse, él y su familia. Pero reivindicar trabajo para todos, en el seno del sistema capitalista burgués, es hacer creer que eso es posible, es ilusionar con un absurdo y es negar el carácter catastrófico del capitalismo, su descontrol sobre el movimiento que él mismo engendra. Los comunistas sabemos que la reivindicación de trabajo para todos es utópica y tomando como prueba evidente que si el capital no ha conseguido realizar el pleno empleo a escala mundial en período de prosperidad, se ve difícil como podía satisfacer esta demanda en pleno período de crisis. La consigna es reaccionaria, porque corresponde a una visión idealizada del sistema en curso, y porque es la negación de la naturaleza contradictoria del capital, que solo puede desarrollar el trabajo desarrollando simultáneamente el paro, es decir, el trabajo al grado cero. La naturaleza de la dictadura del capital es la riqueza engendrando la miseria. Todos los economistas y otros ideólogos del trabajo intentarán explicarnos que el trabajo es necesario, porque confunden producción de mercancías y riqueza social. Es de la más elevada hipocresía el intentar presentarnos al trabajo como si fuera la única fuente de riqueza. Nosotros definimos el trabajo, en tanto que actividad enajenada y extrañada, como la pérdida del hombre.
«El trabajo mismo, no solamente en las presentes condiciones sino en general, en la medida en que su objetivo sea el simple acrecentamiento de la riqueza, es perjudicial y funesto.» Marx, Manuscritos de 1844.

En lugar de la reaccionaria consigna: «Un salario equitativo por una jornada equitativa», Marx nos hablaba ya de enarbolar la consigna revolucionaria: ¡«Abolición del asalariado»! De la misma manera, en lugar de las reivindicaciones de «Trabajo para todos», nosotros oponemos la consigna invariante del programa comunista: «Abajo el trabajo».

Trabajo, tiempo libre y comunismo

«En todas las revoluciones anteriores, el modo de actividad permanecía invariable y sólo se trataba de otra distribución de esta actividad, de una nueva repartición de trabajo entre otras personas; la revolución comunista, por el contrario, está dirigida contra el modo de actividad anterior, suprime el trabajo y la dominación de clase, aboliendo las clases mismas.» Marx, La ideología alemana.
El comunismo destruye el modo de actividad específico del sistema capitalista: el trabajo, esencia de la propiedad privada. Al mismo tiempo que suprime el trabajo, suprime la organización del tiempo libre en tanto que complemento indispensable del trabajo enajenado. Hay que comprender por tiempo libre, el tiempo concedido al proletariado para rehacer su fuerza de trabajo. Del mismo modo que el salario representa el mantenimiento del obrero y sólo debe ser considerado como el «engrase» necesario para la continuidad del buen funcionamiento de los «pistones», el tiempo libre no tiene más que una utilidad: el papel de válvula de escape a las tensiones producidas durante la actividad-trabajo. Ocio no corresponde en absoluto a tiempo libre, puesto que no se trata, para el obrero, más que de reparar sus fuerzas, sus energías, para un rendimiento cada vez más eficaz, para una explotación renovada de sus capacidades. Los ocios vienen dictados por la necesidad, para el proletariado, de estar en su puesto y en forma, el lunes por la mañana. Como resultado del trabajo el hombre no conoce más el verdadero sentido de su actividad vital y sólo reproducirá durante sus horas «perdidas» una actividad «espejo» del trabajo enajenado, de forma que ese período de su tiempo, de su actividad llamada «libre», no entra en contradicción con el período «trabajo». La actividad extrañada tiene que tener necesariamente como correspondiente la inactividad extrañada; el trabajo extrañado, los ocios extrañados. El capital opone tiempo de trabajo y tiempo de ocio; separa las dos actividades aun haciéndolas complementarias. La escolarización prepara ya esta separación: «Estáis aquí para trabajar, estáis aquí para divertiros, ¡pero no hagáis jamás las dos cosas al mismo tiempo!». Pero la actividad humana es una totalidad. En este sentido, la sociedad comunista no tiene nada que ver con una sociedad de ocio, idealización del polo «positivo» del sistema burgués. A la separación trabajo-ocio, el comunismo opone la actividad vital que es disfrute, el disfrute que es actividad.

«La actividad y el goce, tanto por su contenido como por su género de origen, son sociales, son actividad social y disfrute social.» Marx, Manuscritos de 1844.

En el comunismo primitivo, la misma palabra designaba «trabajo» y «juego» (3). De la misma manera, el comunismo suprime las oposiciones entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio, entre producción y aprendizaje, entre lo que es vivido y experimentado. Esta descripción no resulta en modo alguno de una anticipación idílica, de una visión idealizada del futuro, sino más bien del movimiento mismo de la historia y del mundo. Y este movimiento no es en nada el fruto del azar; es el fantástico desarrollo de las fuerzas productivas lo que hace más actual que nunca la posibilidad, la necesidad, del comunismo.

La abolición del trabajo en tanto que actividad humana extrañada es un punto esencial del programa comunista, y el proletariado cumplirá esta obra humana afirmándose como clase dominante para negar todas las clases. A las cuarenta horas semanales, a las torturas de los madrugones, a la angustiosa búsqueda de trabajo, a los escupitajos corteses de los capitalistas que despiden, a los fines de jornada apresurados y de pie en el metro, al embrutecimiento de las horas vacías, a las cadencias infernales, a los asesinatos por el trabajo, a la propiedad privada, a la explotación del hombre por el hombre, al capital, nosotros contraponemos nuestra fuerza, nuestro conocimiento y nuestra determinación, con vistas a la edificación de una sociedad sin trabajo, una sociedad comunista, asegurando por la comunidad la libre disposición del tiempo como campo de expansión de la actividad humana.

«Otra fuente de la inmoralidad de los trabajadores es el hecho de ser los condenados al trabajo. Si la actividad productiva libre es el mayor placer que conocemos, el trabajo forzado es la más cruel, la más degradante tortura. Nada es más terrible que tener que hacer de la mañana a la noche alguna cosa que nos repugne. Y cuanto más sentimientos humanos tenga el obrero, más debe detestar su trabajo, porque nota la represión que implica y la inutilidad que ese trabajo representa para él mismo». Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra, 1854.

Notas

1. En lo concerniente a la definición de extrañación, ver el artículo: De la alienación del hombre a la comunidad humana, en este mismo ejemplar.
2. Hay que entender el género como al hombre comprendiéndose en tanto que hombre, como la conciencia que el individuo puede tener de la especie humana.
3. ¡Hasta qué punto el lenguaje burgués es totalitario! Aquí para explicar la no separación-oposición debemos emplear necesariamente ese lenguaje. Si dijésemos la misma palabra, designar «actividad» y «actividad», que en el fondo es lo correcto, no seríamos comprendidos.
http://gci-icg.org/spanish/comunismo12.htm
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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por Exposito » 12 Jul 2012, 13:32

Trabajo como una activada que haces que no te gusta o no tienes la inclinacion para hacer.

El sistema te encadena, hay persona que trabajan toda la vida y se embrutecen en ello cada dia su esquema mental esta mas cerrado y por ello van perdiendo entendimiento.

Por ello la sociedad deberia alternar el trabajo de un trabajador con actividades multiple para que no se embrutesca.

Arte, cultura, artesania donde el pueda coordinar sus mecanismo de comunicacion mediante la creatividad
La accion del devenir, dentro de las formas del absoluto...
El caos del cosmos, antecede al orden universal...

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Re: [Panfleto] ¡ABAJO EL TRABAJO!

Mensaje por cantueso » 13 Jul 2012, 23:26

Exposito te lo dire francamente, en este foro no hay cristianos, creo que solo tu, si esto fuera una guerra, el foro entero iria por ti
El hombre tiene que ser libre

No se puede ir contra lo natural

Y Que viva la escuela moderna

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