Los kibbutz
Publicado: 21 Jun 2008, 17:02
En el Estado de Israel, dejando aparte su problema con la población palestina, se ha dado un experimento de comunas que me temo que merecía más atención de la que se le ha dado dentro del movimiento socialista.
El sionismo o nacionalismo judío que proponía la vuelta de los judíos diseminados por el mundo a una tierra originaria situada en Palestina, nació en el siglo XIX por parte de algunos de ellos que se sentían discriminados e incluso perseguidos en sus países de acogida. Eran los círculos en principio más progresistas y laicos dentro de la comunidad judía los que están en su nacimiento.
"Por mucho que nos esforcemos, hasta ahora en la historia nunca nos consideran como unos conciudadanos de pleno derecho"--- parece que pensaban.
Son abrumadoras las muestras de una animosidad antijudía en la historia europea. No abundaré en ello porque es de sobra conocido, pero quiero señalar que ciertamente de haber una comunidad oprimida y perseguida a lo largo de la historia, y que a pesar de las penalidades ha sabido perserverar y mantener su identidad, es difícil encontrar otro caso tan claro como el del pueblo israelita.
Los judíos querían tener por ello un Estado propio, donde pudieran ser ellos mismos. Había el problema de que la tierra Palestina había sido ocupada desde la diáspora impuesta en tiempos de los romanos por gente que no se identificaba como tal, particularmente de identidad musulmana.
Pero a la hora de fundar su nuevo Estado Israel, impulsado por gente de inspiración socialista surgen los kibbutz, que eran unas comunas donde la propiedad de la tierra era comunal, se hacía rotación entre los puestos de trabajo, las decisiones se decidían en asambleas y los salarios eran igualitarios.
En definitiva, el viejo sueño socialista llevada ---sobre la letra---a la realidad por y para la gente judía.
No se exigía ser judío de religión (muchos judíos venidos de europa estaban ya muy secularizados, aunque la mayoría se considerase judía formalmente) ni desde un punto de vista racial (se admitían gente de otras razas casados con israelitas o comprometidos con su idea nacional) e incluso desde el punto de vista lingüístico a menudo se combinaban la oficial israelí con otras sin grandes problemas (cuando los integrantes de kibutz procedían de una misma zona en europa solían seguir hablando en su misma lengua de origen con asiduidad).
Comparados con otras iniciativas comunitaritas como la de los koljoses rusos o las comunas chinas, creo percibir un mayor sentido de la responsabilidad y un menor sentido de una uniformidad impuesta en los kibbutz---lo que las hacía desde un punto de vista económico más productivos y desde un punto de vista de la convivencia más cohesionados. Comparadas con las comunas hippys eran desde luego menos experimentales, porque tendían a mantenerse parejas monógamas y un uso ordenado de la sexualidad. Nada que se pueda comparar a la orgías de sexo promiscuo, regado con LSD para añadir mayor colorismo y gloria si cabe, como se daba por ejemplo entre el célebre grupo de Charles Manson.
Parece que con el tiempo, fue pasando un poco el entusiasmo inicial de las primeras generaciones, y muchos de sus integrantes emigraron a las grandes ciudades. En principio, vivir en un kibbutz exigía un capacidad de trabajo y de convivencia bastante superior del exigido en un entorno urbano normal.
Hoy decir israelí o judío dentro de los círculos de izquierda es casi como "mentar la bicha". Tienen en general, una mala imagen.
Pero, sin negar que su tratamiento de la población palestina que convive con ellos me parezca muy mal, quizá se tiende a ignorar una parte de su legado---concretamente éste de los kibbutz--- que desde un punto de vista socialista se debería ciertamente criticar, pero que creo que sería un grave error ignorar.
El sionismo o nacionalismo judío que proponía la vuelta de los judíos diseminados por el mundo a una tierra originaria situada en Palestina, nació en el siglo XIX por parte de algunos de ellos que se sentían discriminados e incluso perseguidos en sus países de acogida. Eran los círculos en principio más progresistas y laicos dentro de la comunidad judía los que están en su nacimiento.
"Por mucho que nos esforcemos, hasta ahora en la historia nunca nos consideran como unos conciudadanos de pleno derecho"--- parece que pensaban.
Son abrumadoras las muestras de una animosidad antijudía en la historia europea. No abundaré en ello porque es de sobra conocido, pero quiero señalar que ciertamente de haber una comunidad oprimida y perseguida a lo largo de la historia, y que a pesar de las penalidades ha sabido perserverar y mantener su identidad, es difícil encontrar otro caso tan claro como el del pueblo israelita.
Los judíos querían tener por ello un Estado propio, donde pudieran ser ellos mismos. Había el problema de que la tierra Palestina había sido ocupada desde la diáspora impuesta en tiempos de los romanos por gente que no se identificaba como tal, particularmente de identidad musulmana.
Pero a la hora de fundar su nuevo Estado Israel, impulsado por gente de inspiración socialista surgen los kibbutz, que eran unas comunas donde la propiedad de la tierra era comunal, se hacía rotación entre los puestos de trabajo, las decisiones se decidían en asambleas y los salarios eran igualitarios.
En definitiva, el viejo sueño socialista llevada ---sobre la letra---a la realidad por y para la gente judía.
No se exigía ser judío de religión (muchos judíos venidos de europa estaban ya muy secularizados, aunque la mayoría se considerase judía formalmente) ni desde un punto de vista racial (se admitían gente de otras razas casados con israelitas o comprometidos con su idea nacional) e incluso desde el punto de vista lingüístico a menudo se combinaban la oficial israelí con otras sin grandes problemas (cuando los integrantes de kibutz procedían de una misma zona en europa solían seguir hablando en su misma lengua de origen con asiduidad).
Comparados con otras iniciativas comunitaritas como la de los koljoses rusos o las comunas chinas, creo percibir un mayor sentido de la responsabilidad y un menor sentido de una uniformidad impuesta en los kibbutz---lo que las hacía desde un punto de vista económico más productivos y desde un punto de vista de la convivencia más cohesionados. Comparadas con las comunas hippys eran desde luego menos experimentales, porque tendían a mantenerse parejas monógamas y un uso ordenado de la sexualidad. Nada que se pueda comparar a la orgías de sexo promiscuo, regado con LSD para añadir mayor colorismo y gloria si cabe, como se daba por ejemplo entre el célebre grupo de Charles Manson.
Parece que con el tiempo, fue pasando un poco el entusiasmo inicial de las primeras generaciones, y muchos de sus integrantes emigraron a las grandes ciudades. En principio, vivir en un kibbutz exigía un capacidad de trabajo y de convivencia bastante superior del exigido en un entorno urbano normal.
Hoy decir israelí o judío dentro de los círculos de izquierda es casi como "mentar la bicha". Tienen en general, una mala imagen.
Pero, sin negar que su tratamiento de la población palestina que convive con ellos me parezca muy mal, quizá se tiende a ignorar una parte de su legado---concretamente éste de los kibbutz--- que desde un punto de vista socialista se debería ciertamente criticar, pero que creo que sería un grave error ignorar.