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Patriotas del hambre

Publicado: 13 Jul 2013, 09:51
por Voltairine de Cleyre
Patriotas del hambre

“No tenéis patria, sencillamente porque no tenéis ni en qué caeros muertos”.
Ricardo Flores Magón, “A los Patriotas” (en Regeneración), 17 de junio de 1911.

¿Cómo se puede hablar desde Canarias y no hacerlo de independencia? La independencia, la autonomía (literalmente: regirse por las propias normas), no es sólo lo más deseable, sino la única forma de subsistencia digna de un grupo o individuo.

No poca gente vive geográficamente enajenada. No hay nada más absurdo que escuchar algo que se repite en muchos rincones de las Islas, que chirría hasta en boca de un turista, y que proclama que: “estamos en España”. No existe realidad más palmaria que la que afirma que las Islas Canarias son unas islas norteafricanas. No se puede luchar contra la geografía. Mucha gente desconoce completamente todo lo que ocurre en un continente que tiene a pocos kilómetros, pero se siente parte de otro que está casi a la misma distancia que las Azores. Quizás muchos no lo crean, pero la abstracción “España”, liberticida como pocas, está condenada a desaparecer. Sólo esperemos que en su larga agonía desista de morir matando. Pero esto es altamente improbable.

Sin embargo, quienes no entienden en qué coordenadas del Atlántico se encuentran las Islas Canarias no tienen las cosas más claras que los que creen que han levantado la mascarada.

El nacionalismo canario hizo una fuerte labor propagandística en los 70 y 80. Caló en el imaginario colectivo, y eso hay que reconocérselo. Curiosamente, contaba con una peculiaridad con la que no contaban ni el nacionalismo vasco (Arana), ni el catalán (de la Riba), ni el gallego (Castelao): el principal defensor del independentismo canario, Secundino Delgado, no era conservador, como el resto, sino auto declaradamente libertario. Esto podía facilitar que un pueblo que, en los estertores del franquismo declarado (ahora tenemos el franquismo “diferido y simulado”, como los finiquitos), empezaba a reivindicar la figura de Degaldo, fuera permeable a un mensaje y una praxis de corte anarquista.

Algunos proyectos contraculturales de la época demostraron que cierta parte de la juventud lo entendió así, pero los grandes popes del nacionalismo y el patrioterismo canario se encargaron de que el socialismo libertario quedara camuflado. A un pueblo que tenía reivindicaciones reales y concretas, de pan y sal, de libertad integral y soberanía económica, le ofrecían superchería folclórica y lugares comunes. El nacionalismo y el patriotismo siempre se han caracterizado por su miopía, su estrechez de miras e intereses mezquinos. Siguen a rajatabla la máxima que Lampedusa hizo famosa en El Gatopardo (1958) e intentan que “todo cambie para que todo sigua igual”. Que el mismo perro, cambiando el color y las franjas del collar, siga oprimiendo al mismo pueblo. Acabaron, en definitiva, representando lo que su mistificado Secundino Delgado ya advertía en su póstumo ¡Vacaguaré! (Vía Crucis…) (1905) cuando decía: “he observado que la fe, en ideales, sólo la poseen […] los anarquistas. Los demás obran como comediantes”.

Vistas así las cosas, la mayoría de la gente, a día de hoy, entiende cosas bastante distintas, y contrapuestas entre sí, cuando habla de independencia. La mayoría quieren sólo una independencia parcial. Y la libertad a medias no es más que esclavitud velada.
Muchos entienden la independencia exclusivamente como la soberanía de una comunidad humana con respecto a otra, pero muy pocas veces como la soberanía de los miembros de esa comunidad humana con respecto al Estado o a quienes quieran dirigirlos; casi nunca como soberanía económica integral, como autogestión; jamás como la soberanía personal del individuo con respecto a la comunidad que le ha tocado en suerte.
Nos hablan de independencia política y cultural, pero de qué nos sirven éstas si económicamente seguimos siendo súbditos de una potencia invasora: el capitalismo, el trabajo asalariado, el empresariado, el caciquismo rural. Y esta “invasión” no viene más de fuera que de dentro.

Con el término godo se califica zahirientemente al obrero de la construcción gallego que viajó a Gran Canaria con la promesa de descuernarse en una obra y que ahora, descubierto el engaño, duerme entre las barcas de La Puntilla esperando a que su familia le mande un dinero que no tiene; mientras, José Cristóbal García (Secretario General de la Confederación Canaria de Empresarios), Gustavo Santana (Secretario General de la CEOE en Canarias) o Juan José Cardona (Alcalde de Las Palmas de G.C.) son paisanos, compatriotas. Yo no sé ustedes, pero si las razas existieran la mía sería la del gallego (o la del senegalés que carga bloques, o la de la ecuatoriana que cuida ancianas, o la del chino que malvive vendiendo rosas y sombreros), y no la de tan ilustres canarios. Aunque para algunos la escoria tenga pedigrí, la realidad es que no tiene certificado de origen y a veces la mayor basura está acumulada en el portal de la propia casa.
Con el pretexto de la endofobia hemos abierto las compuertas del chovinismo y la más vergonzante autocomplacencia. “Todo es bueno si es del país, si es de la tierra”; aunque quienes esto afirmen lo hagan sin que les pertenezca un centímetro de ese suelo del que están tan orgullosos. Como decía Magón: “se enseña al niño a venerar un trapo de determinado color al que hay que defender, aunque no se tenga un palmo de tierra de la patria” (“A los Trabajadores Mexicanos” [en Regeneración], 1 de julio de 1911).

He visto a una niña vomitando, después de innumerables arcadas, de puro asco, mientras ella y sus padres revolvían en la basura de unos de esos supermercados que por cierto fundaron en su día los esclavistas hermanos Domínguez (parece que si el colono proviene del “interior” explota menos). He visto familias de cuatro, cinco, seis miembros, acomodándose en una casa abandonada, semi derruida (no se les pudo encontrar otra cosa), antes de elegir el banco de un parque. ¿Qué patria tiene esta gente? ¿Con qué bandera se consuelan? Hoy por hoy el “hecho diferencial canario” no es la insularidad, sino el paro y el hambre.

Podemos argüir que eso es fruto de la colonización exterior, pero muchos de los imperialistas que empobrecieron a esas familias nacieron (como sus abuelos, bisabuelos, etc.) en Guía, Las Palmas, Telde, Agaete, Arinaga o Teror. A mí, y a esa gente, nos han explotado desde dentro y desde fuera, y no nos duele más una bofetada porque nos la dé un extraño que un vecino. El imperialismo y el colonialismo son fenómenos capitalistas, y los capitalistas, como los carrancios, se reproducen y extienden por todos lados. Ellos sí que no entienden de fronteras.

Podemos hablar de colaboracionistas, de cipayos, de traidores, pero nadie es más colaboracionista que el que ofrece folclore y “orgullo nacional” a quienes necesitan pan y techo. Hay gente, al borde de la desnutrición y el desahucio, a los que no les importa que les digan nosotros o vosotros; sino que les digan nosotros comemos, ustedes ayunan; nosotros mandamos, ustedes obedecen.

Muchos se olvidan de que, parafraseando a González Prada, amar incondicionalmente a la patria no es sólo inocuamente encariñarse de las playas y las montañas, y de la buena gente que las habita; significa también ignorar al chivato que te vende, al policía que te agrede, al juez que te condena, o al empresario que te explota tan sólo porque sean hijos de tu misma tierra.

No existe independencia real si no hay una verdadera emancipación económica. Crea todas las instituciones políticas de cuño propio que quieras, desarrolla toda la cultura autóctona que desees, y mientras la gente siga siendo económicamente dependiente, individualmente sometida, no habrás conseguido nada. Instituciones libres y un pueblo esclavo.

Personalmente, concibo la Isla de Gran Canaria, si un futuro revolucionario fuera factible, como una comuna independiente y autónoma, con respecto al resto de comunas (sean otras islas, penínsulas o continentes), repleta a su vez de otras comunas municipales y locales. Todas ellas soberanas de federarse o desfederarse cuando gusten, entre ellas o entre otras. Y ambiciono la misma independencia para el individuo, a fin de que pudiera –parafraseando a Han Ryner– maldecir los crímenes e injusticias que llegaran a cometerse en esa misma porción de tierra, sin que su criterio quedara limitado por ningún supersticioso amor a la patria ni por ninguna obediencia ciega. Esto es también lo que deseo para el resto del mundo, no sólo para una fracción del planeta. Pero para todo eso antes hace falta que el pueblo reconquiste y tome la misma tierra que trabaja o que contempla a lo lejos, abandonada.

Puede que los “europeos civilizados” puedan hablar de tener patria; aquí, en el Norte de África, no tiene sentido hablar de patria cuando lo que necesitamos es tierra.

Ruymán F. Rodríguez
http://elrincondelaguillotina.wordpress ... -hambre-2/

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 13 Jul 2013, 15:43
por eu
He dejado de leer a este ignorante donde dice que Castelao era conservador.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 13 Jul 2013, 16:52
por Jorge.
La hostia.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 13 Jul 2013, 23:01
por El Errabundo
Creo que se podría entender que el autor considera a Castelao un conservador desde una óptica anarquista. Sin embargo, no hace falta convertirse en intérprete del autor: donde Castelao fue desarrollando los rasgos de su incipiente nacionalismo (antes del exilio, el Frente Popular, el ORGA y la Acción Gallega), como demuestran sus artículos de primera hora (desde 1910 en el conservador El Barbero Municipal [órgano desde el que atizar las guerras internas con los caciques si éstos iban de liberales]), fue curiosamente en el Partido Conservador (en la franquicia local que seguía la línea de Maura, lo cual significaba que estaba inmerso en la corriente más ultraconservadora dentro del partido [la otra, supuestamente, la encarnaba Dato, sí, el de la Ley de Fugas]). Recordemos que estamos hablando del Partido de Cánovas). Por si queda alguna duda, fue Maura el que mandó ejecutar a Ferrer en 1909 y el que decretó las temibles leyes anti-terroristas, dirigidas a reprimir el Movimiento Obrero y Anarquista. Obviamente, la imagen de los “padres de la patria” queda compuesta, para la posteridad, con las omisiones o exaltaciones que interesen según quien sea el reivindicador.

Antes de acusar a alguien de ignorante recordemos lo que dijo el carpintero opiómano sobre las vigas, las pajas, y demás.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 01:33
por parco
El Errabundo escribió:Creo que se podría entender que el autor considera a Castelao un conservador desde una óptica anarquista. Sin embargo, no hace falta convertirse en intérprete del autor: donde Castelao fue desarrollando los rasgos de su incipiente nacionalismo (antes del exilio, el Frente Popular, el ORGA y la Acción Gallega), como demuestran sus artículos de primera hora
Buenas noches.

Siguiendo este razonamiento, Bakunin fue siempre un militar y Kropotkin un príncipe, Mateu Morral un bugués industrial de Sabadell, etc, etc. No hay cambios ni evoluciones, "lo que fuiste siempre serás". Muy reduccionista, y más cuando hablamos de vidas de personas, no de mitos.

Leyendo los variados artículos de "Sempre em Galiza" se me hace difícil calificarlo de "conservador", incluso desde una "óptica anarquista". Pero bueno, cada uno sabrá...

Saludos.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 02:16
por Lebion
Del mismo libro "Sempre em Galiza":
"Existe en Galicia una homogeneidad de carácter, tan secularmente autóctono, tan contrario al alma castellana, que a menudo caemos en tentaciones antipáticas, tales como la de proclamar que nosotros somos arios y los demás semitas. Con todo, séanos permitido decir con Portela Valladares: “Los confusos linderos de la raza se destacan en Galicia de rara manera, porque celtas, suevos, normandos, peregrinos, cuantos allá fueron, vienen de un tronco común, repiten la misma sangre, como la repiten los iberos, los fenicios, los árabes y bereberes, los almoades y los almorávides en otras zonas de la Península. En la medida de lo posible, indudablemente poseemos unidad etnográfica”

“tiene, si quisiéramos –que no queremos–, características diferenciales de raza, pues somos predominantemente celtas”

“Lo que el mundo distingue como “español” ya no es “castellano; es “andaluz”, que tampoco es andaluz sino gitano. A este respecto hay que decir que no negamos la hondura cultural de Andalucía, solamente comparable a la nuestra; pero es que allí los fondos antiguos de mayor civilización están ahogados por la presencia de una raza nómada y mal avenida con el trabajo. “Estos son unos hombres errantes y ladrones” –decía el padre Sarmiento–; y si nosotros no apoyamos tan duro juicio, nos mostramos satisfechos de no contar con este gremio en nuestra tierra. El caso es que los gitanos monopolizan la sal y la gracia de España y que los españoles se vuelven locos por parecer gitanos como antes se volvían locos por ser godos. La cosa está en consagrar como español todo cuanto sea indigno de serlo. (...) Pero... ¿Qué son la golferancia y el señoritismo sino un remedo de la gitanería? ¿Qué es el flamenquismo sino la capa bárbara en que se ahogaron los fondos tradicionales de España, la cáscara imperial y austriaca, los harapos piojosos de la delincuencia gitana? Hoy el irrintzi vasco, el renchillido montañés, el ijujú astur, el aturuxo gallego y el apupo portugués están vencidos por el afeminado Olé... Pues bien; los gallegos espantaremos de nuestro país la “plaga de Egipto” aunque se presente con recomendaciones..., porque somos la antítesis de la golferancia y del señoritismo, de la gitanería y del torerismo”

“Siendo Galicia el reino más antiguo de España le fue negada la capacidad para asistir a las cortes, y ésta es una ofensa imperdonable; pero peor ofensa fue la de someternos a Zamora –una ciudad fundada por gallegos, pero separada ya de nuestro reino y diferenciada étnicamente de nosotros–. Con razón el exaltado Vicetto escribió estas palabras: “¿Y quién le negaba (a Galicia) ese derecho de igualdad y solidaridad entre los demás pueblos peninsulares? Se lo negaba la canalla mestiza de gallegos y moros que constituía los modernos pueblos de Castilla, Extremadura, etc.; Se lo negaba, en fin, esa raza de impura, adulterada sangre”

Y si la raza fuese, en efecto, la determinante del carácter homogéneo de un pueblo, sin que por así creerlo incurriésemos en pecado, bien podría Galicia enfrentar su pureza con el mestizaje del resto de España, atribuyéndole a la sangre árabe la indisciplina, la intolerancia y la intransigencia con que los españoles se adornan”

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 03:15
por El Errabundo
parco escribió: Siguiendo este razonamiento, Bakunin fue siempre un militar y Kropotkin un príncipe, Mateu Morral un bugués industrial de Sabadell, etc, etc. No hay cambios ni evoluciones, "lo que fuiste siempre serás". Muy reduccionista, y más cuando hablamos de vidas de personas, no de mitos.

Leyendo los variados artículos de "Sempre em Galiza" se me hace difícil calificarlo de "conservador", incluso desde una "óptica anarquista". Pero bueno, cada uno sabrá.
Nadie ha hablado de que uno esté condenado a seguir siendo lo que empezó a ser; se ha dicho simplemente que los origines de la mayoría de teóricos nacionalistas eran conservadores, cuando no declaradamente reaccionarios. El pasado de una persona no puede abordar lo que fue íntegramente, pero tampoco lo pueden hacer exclusivamente sus manifestaciones posteriores. De lo contrario, también podría incluirse otro error pues, siguiendo esa línea argumental, ¿qué Arana se convirtiera al españolismo no obliga inmediatamente a dejar de considerarlo uno de los padres del nacionalismo vasco? Si un supuesto es desproporcionado, el otro no lo es menos. Quien analizara los origines de la I Internacional ¿se equivocaría si afirmara que, en un principios, era una coartada gubernamental, auspiciada por Napoleón III?, ¿y si afirmara que sólo representaba los intereses moderados de los cartistas ingleses y de los confusos proudhonianos franceses? Obviamente tomar la parte por el todo y sacar conclusiones de la Internacional en base a sus orígenes sería un error, pero eso no significa que pueda negarse que en sus inicios fue una charada política, que obviamente se le escapó a los intereses gubernamentales de las manos, tal y como después le ocurriría al propio Marx.

Castelao, cuando empieza a abordar la cuestión gallega y a atacar a los caciques liberales, lo hace desde posturas conservadoras. Se puede hablar del influjo de la época y demás (él mismo decía que de nacer en Extremadura le hubiera tocado unirse al PSOE, pero que en Galicia no podía más que defender la parcelación de la tierra [en Castelao, Cuadernos para el dialogo, reedición de 1999]), pero lo que es innegable es que su posicionamiento en la época, sobre todo por lo que acontecía precisamente en esa época, es inequívoca. No puede ser fruto de la confusión que uno siga al mismo Maura de la Semana Trágica, al de los destierros (como el que sufriría el propio Castelao a manos del bienio negro), al que pagaba a los agentes provocadores como Joan Rull, al que se echó al monte y abrazó posturas de un conservadurismo furibundo propias del pre-fascismo.

Evidentemente Castelao sufrió un aparente viraje en sus simpatías. El conservadurismo dentro del Partido Galeguista acabarían representándolo otros. También es obvio que en muchos de sus artículos muestra cierta identificación con las penurias de la clase obrera y campesina. Pero yo he mencionado sus artículos de primera hora, y eso son los de El Barbero Municipal. En esa época era un conservador maurista convencido. Lo cual no contradice que los movimientos nacionalistas más destacados suelen gozar de unos origines política y económicamente conservadores.

Y, de todas maneras, aún en otras épocas Castelao seguiría lanzando algún que otro vómito parecidos a los de sus años mozos. Por cierto, ya que mencionas Sempre en Galiza... (si bien el prejuicio contra los gitanos era bastante común, incluso en los medios anarquistas [a pesar de la presencia de Marianet], eso no le quita graduación a las opiniones de Castelao):
“Lo que el mundo distingue como “español” ya no es “castellano; es “andaluz”, que tampoco es andaluz sino gitano. A este respecto hay que decir que no negamos la hondura cultural de Andalucía, solamente comparable a la nuestra; pero es que allí los fondos antiguos de mayor civilización están ahogados por la presencia de una raza nómada y mal avenida con el trabajo. “Estos son unos hombres errantes y ladrones” –decía el padre Sarmiento–; y si nosotros no apoyamos tan duro juicio, nos mostramos satisfechos de no contar con este gremio en nuestra tierra. El caso es que los gitanos monopolizan la sal y la gracia de España y que los españoles se vuelven locos por parecer gitanos como antes se volvían locos por ser godos. La cosa está en consagrar como español todo cuanto sea indigno de serlo. [...] Pero... ¿Qué son la golferancia y el señoritismo sino un remedo de la gitanería? ¿Qué es el flamenquismo sino la capa bárbara en que se ahogaron los fondos tradicionales de España, la cáscara imperial y austriaca, los harapos piojosos de la delincuencia gitana? Hoy el irrintzi vasco, el renchillido montañés, el ijujú astur, el aturuxo gallego y el apupo portugués están vencidos por el afeminado Olé... Pues bien; los gallegos espantaremos de nuestro país la “plaga de Egipto” aunque se presente con recomendaciones..., porque somos la antítesis de la golferancia y del señoritismo, de la gitanería y del torerismo”.

Alfonso Castelao, Sempre en Galiza, 1944.
Edito: el compa Lebión se me ha adelantado :wink: Me alegra que haya completado el fragmento.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 06:44
por autogobierno
No conozco la historia canaria por lo tanto no participaré del debate de Castelao, pero me ha parecido un buen artículo porque es una crítica del nacionalismo canario sin caer en el anarco-españolismo.

Esta persona está diciendo que la independencia política y cultural poco vale si no va acompañada de la económica, y que el patriotismo no tiene sentido si la mayoría del pueblo está desprovisto de tierra y de medios para sobrevivir. Tiene algunos errores de maximalismo (como aquella bobada de que la libertad parcial es esclavitud velada, lo cual es una contradicción inclusive, a menos que en vez de "parcial" hubiera usado "simbólica" o "formal"), pero la crítica del nacionalismo que hace, si bien no es original porque es la de la teoría revolucionaria-proletaria del siglo XIX, me ha encantado como la redactó.

La superación revolucionaria del capitalismo y las comunas autónomas federadas son la única vía de la independencia efectiva, no solo de un Estado y de compañías extranjeras, sino del Estado y corporaciones locales. No hay independencia total si sigue habiendo concentración de la riqueza (ricos/pobres) y del poder (arriba/abajo).

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 09:50
por parco
Buenos días.

Primero pedir disculpas por el desvío del hilo.

Y seguido comentar, que al igual que el anarquismo, el nacionalismo tiene sus vertientes más identitarias. Siendo éste último más vulgar en sus derivas.

La virtud, y la pega, que tiene "Sempre em Galiza" es que se trata de un recopilatorio de textos y artículos a lo largo de hartos años. Y como suele pasar con las personas puedes encontrar de todo, por épocas, momentos, y cómo no, porque somos personas: múltiples contradicciones.

Simplemente apuntaba, lo que me pareció una afirmación demasiado reduccionista. :wink:

El nacionalismo tal y como lo entendemos hoy en día tiene muchas raíces románticas, de gente ilustrada, que idealizaba situaciones, gentes, cultura, etc. Además de pesar su procedencia de clase...

Igual que hacen parte de los anarquistas con sus mitos, ya sean personas o situaciones. Quizás, cierto anarquismo es experto en ver pajas en ojos ajenos y elavorar críticas demoledoras de lo que hacen otros (dentro y fuera del anarquismo). Pero sin ser capaz de producir un proyecto social, con su estrategia y su táctica aplicable en su correspondiente momento.

Saludos.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 10:21
por eu
El Errabundo escribió:Antes de acusar a alguien de ignorante recordemos lo que dijo el carpintero opiómano sobre las vigas, las pajas, y demás.
Y antes de hablar de vigas y de pajas hay que saber que no todo está en el único libro que tú conoces. Porque claro, ahora si yo saco la gira de mítines de Castelao y la CNT (que, por cierto, como tú sabes, la CNT estuvo presente en el Pacto de Lestrove con ni más ni menos que tres representantes (Manuel Fernández, Ricardo GArcía Lago y César Guillán Bozo) sobre los 50 que participaron) o el hecho de que las ediciones de Atila en Galiza (que claro, ya sé que tú solo conoces el delirio de Sempre en GAliza, muy en consonancia con la línea más reaccioaria que quiso imponer cierto nacionalismo, claro) las hiciese, oh, la CNT, supongo que ya nos harás concluir que la CNT es una cosa como muy reaccionaria y el anarquismo no deja de ser pequeño-burgués. Claro que también decía un fulano de por aquí: "... pero non!"

Y sí, hay que ser un ignorante para lanzar por la boca cosas sobre el carácter conservador de una persona y colocarlo al nivel de Portela Valladares, Suárez Picallo, Paz Andrade y otra basura parecida, ignorando completamente por que solo hay un momento de ataque a CAstelao por parte del anarquismo gallego (tú ya sabes cual es, te dejo a ti colocar aquí la cita de la wikipedia) o ignorar completamente que puede haber detrás de que el anarquismo gallego llegue a reivindicar publicamente el carácter de CAstelao como hijo del pueblo de Galiza y a denunciar la recuperación institucional de su figura, auqnue a la historia haya pasado el Bloque como los únicos que estuvieron ahí.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 15:08
por Lebion
En la wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Castelao
http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Ga ... C3%B3rico)

Conservador no era. Por lo que se puede leer en internet y en la prensa que escribía o en sus escritos, se podría decir que era republicano de izquierdas.

De hecho no me extraña nada que confluyeran en actos con la CNT, ya que históricamente siempre se han llegado mejor con el republicanismo federal que con el socialismo demócrata del PSOE y derivados.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 14 Jul 2013, 18:29
por Aquitania
autogobierno:
), pero la crítica del nacionalismo que hace, si bien no es original porque es la de la teoría revolucionaria-proletaria del siglo XIX, me ha encantado como la redactó.
Bueno, no sé si cae o no en el anarco-españolismo, pero la forma en que toca el "nacionalismo" es un poco rara. Lo de asociar nacionalismo vasco con Arana y catalán con Prat de la Riba, encima en una frase que se refiere a lso años 70-80 m(entiendo que del siglo XX), hmfss...

No sé porqué las críticas al "nacionalismo" siempre son en plan de "cojo el referente que más me interesa".

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 15 Jul 2013, 11:08
por El Errabundo
Muy interesante todo lo comentado. Entiendo las ampollas (a veces tenemos necesidad de buscarnos dioses laicos que den sentido al “quiénes somos”, y como alguien ose escupirlos [aunque a lo mejor sólo está salpicando al hablar] contra él cargamos. Algunos deifican a Marx, otros a Durruti, y otros a Castelao… Los panteones nunca tiene exceso de aforo), pero personalmente me abstengo de entrar en disquisiciones cuando hay que debatir entre espumarajos (con demasiada frecuencia, por ego o pundonor, nos convertimos en defensores de las babas, de agarrar a alguien dialécticamente por la pechera e invitarlo a un callejón del foro. Esto suele ser así hasta que llega un día en que te das cuenta que hay cosas mucho más importantes que merecen tu “odio” o “desprecio”, cosas que no caben en el monitor; entonces conviertes las ofensas, los “delitos de opinión”, en mero ruido). Así que sólo tocaré lo que considero terreno seco.

Creo que hay que reconocer cierta honestidad del autor. Pudiendo citar a Risco como padre fundador del galegismo creo prefirió mencionar a Castelao (supongo que por ser fiel a este último como principal referente de los nacionalistas actuales. A lo mejor me equivoco y es que desconocía la existencia de éste). Ciertamente su mención despierta polémica, pues en algunos ambientes se prefiere al Castelao del federalismo y los guiños a los libertarios ("Os anarquistas galegos tamén poden aceptar a proposta maximalista de Galiza, sen detrimento das ideias que profesan. Ante os problemas de liberdade os anarquistas non poden manterse dubidosos. Saben moi ben que non hai homes libres en pobos que non gozan de liberdade, i están autorizados, pola súa propria conciencia, a recoñeceren a personalidade nacional de Galiza e o dereito que lle asiste para vivir libremente confederada cos demais pobos da Iberia ou do mundo. Non esquezamos que o federalismo é, para os libertarios, a única fórmula de unión entre os homes, as institucións e os pobos" Sempre…, op.cit.) que al racialista anti gitano (en una línea mucho más prolija que el propio García Oliver, que ya es decir [¿se podría decir que el Oliver de después del 36 es conservador con respecto al de antes? Seguramente. ¿Crujir de dientes? Seguramente]) y al maurista convencido de primera hora que aplaudía la mano dura de Madrid.

No obstante, parece que no hemos entendido lo que plantea el texto. Lo único que dice, y sólo brevemente, es que mientras la mayoría de nacionalismos anticolonialistas, en sus orígenes, y a través de sus padres fundadores (el Arana más etnicista, el de la Riba más equidistante entre Almirall y Torras i Bages [otro error que puede señalársele al autor del artículo: ¿por qué cita a de la Riba y no a Torras i Bages? Quizás porque, a pesar de que se le ha acusado de lo contrario, simplemente haya escogido a los más representativos y no a los que le interesaban para defender su tesis. Lo que ya he dicho con respecto a risco y Castelao. Aunque repito, que también puede ser que su conocimientos al respecto sean limitados], y al primer Castelao, convencido y furibundo maurista) eran conservadores (he ahí la piedra de toque, lo único que por ahora se le reprocha al texto, su gran pecado. ¿Quizás se hubiera preferido “ninguno de ellos declaradamente partidarios de las tesis socialistas libertarias”?), mientras que el padre del nacionalismo canario se autodenominaba “libertario, antes que nacionalista”.

Creo que escoger dichos nombres responden simplemente a una comparativa entre los distintos “padres de las patrias” fini o primiseculares (para mí el asunto responde a una pura analogía cronológica entre patriotas contemporáneos y a la vez reivindicados como “fundadores”. Pero puedo equivocarme). ¿Cuál parecer ser el fin? Decir que de nada le sirvió al nacionalismo canario contar con un referente declaradamente libertario (al contrario de lo que acontece con los nacionalismos no centralistas del resto del Estado) pues cuando llegó el momento de reivindicar su legado (en la llamada transición) el nacionalismo oficial sepultó toda interpretación Anarquista. Así lo entiendo yo, y para mí a eso venía la relación (que según parece resulta tan “sospechosa”) del nacionalismo canario de los 70-80. Recuerdo que en el texto sólo se habla del nacionalismo canario –otra vez someramente– en esa época de la transición, y no del resto, y de cómo sólo algunos grupos contraculturales reivindicaron al Secundino anti estatista (me imagino que el autor se refiere al COA). Supongo que esta es una realidad que se debe desconocer fuera de las Canarias.

En definitiva, ¿no supone todo esto una enorme ojeada al famoso dedo que señala al sol? En el peor de los casos el autor se equivoca al afirmar que a principios del siglo XX todos los nacionalismos de enjundia estaban en la órbita del conservadurismo (salvo el canario, y de poco le sirvió). En el mejor, tiene parte de razón. ¿Y bien?. En todos ellos es una admirable forma de ignorar la tesis central: ¿acaso ofrecer banderas y liturgias patrias, cuando lo que se tiene es hambre y necesidad de suelo y techo, no significa ofrecer pan cuando lo que se tiene es sed?

Creo que esta crítica es obviamente extensible al Anarquismo que ofrece consignas huecas, cuando hay desahucios y hambrunas; al cristianismo de base que ofrece contención cuando hay rabia; al sindicalismo que ofrece en exclusiva respuestas obreristas fordistas ante una crisis que requiere también trabajo social, y así un largo etcétera. Mirando otros escritos del mismo autor creo que lo que aquí hace con el patriotsmo también se lo ha dedicado a a otras posturas (incluyendo la libertaria).

Es obvio, no obstante, que siempre que se habla de patriotismo se pincha en hueso. La iconoclasia es un ejercicio al que, por increíble que parezca no estamos acostumbrados, y aún pueden correrte a gorrazos si no te tomas en serio (no digamos ya si te orinas) en una bandera negra, en otra a franjas o en otra que ponga CNT o FAI; lo mismo que te pasaría si hicieras lo propio con una Virgen, un uniforme o una foto del Rey. Los símbolos cambian, pero el carácter sacro de lo que se tiene por hierático sigue en pie.

Salud y no enfadarse.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 15 Jul 2013, 12:02
por Jorge.
El Errabundo escribió:En definitiva, ¿no supone todo esto una enorme ojeada al famoso dedo que señala al sol? En el peor de los casos el autor se equivoca al afirmar que a principios del siglo XX todos los nacionalismos de enjundia estaban en la órbita del conservadurismo (salvo el canario, y de poco le sirvió).
Ché. Quedan los andalucistas, con Blas Infante a la cabeza, al cual fusilaron las derechas. El padre del nacionalismo andaluz yo no sé si era de derechas o de izquierdas, pero simpatía tenía por los obreros anarquistas. Y en Coria del Río a la gente de la CNT no le caía mal "Don Blas". Al fin y al cabo compartieron destino, aunque las trayectorias vitales de los obreros y de los partidarios de la nación fueron muy distintas.

Otra cosa es que me parezcan tonterías todas las cuestiones nacionalistas, ligadas a pueblo, cultura, territorialidad, historia y naturaleza natural del país. Los andaluces de hoy día serían verdaderos marcianos para los andaluces del año 1900. Y Blas Infante se dedicaría a difundir su doctrina no mediante ideas libertarias, sino en el parlamento con cualquiera sabe qué coalición electoral.

Re: Patriotas del hambre

Publicado: 15 Jul 2013, 12:35
por El Errabundo
Jorge. escribió:Ché. Quedan los andalucistas, con Blas Infante a la cabeza, al cual fusilaron las derechas.
Cierto, el autor del texto se olvidó de Blas Infante. Siempre hubo una cosa que me pareció muy curiosa, no exenta de ironía: los autores de tres himnos patrióticos, el de Cataluña (Emili Guanyavents), el de Andalucia (Blas Infante) y el de Madrid (García Calvo), eran libertarios.

Obviamente por eso dice el de Andalucía:

"¡Andaluces, levantaos!

¡Pedid tierra y libertad!

¡Sea por Andalucía libre,

Los Pueblos y la Humanidad!".