Apuntaría que aquello del "victimismo" no resulta patrimonio exclusivo de fascistas, también entre anarquistas y movimientos sociales en general predomina cierta tendencia al auto-compadecimiento por parte de muchos individuos y grupos que se perciben como representantes de una variante ideológica "minoritaria".
Respecto a esto que dice Ánima, me gustaría sugerir que tal vez unas ciertas características culturales comunes pueden constituir una "nación" en el sentido que se mencionaba por aquí, conteniendo dentro de sí a grupos pequeños separados que mantienen (o no) relaciones federativas entre ellos. Creo que esto tampoco nos sonará nuevo ni mucho menos propio de estos "nacional-anarquistas".Ánima escribió:pel fet de parlar la mateixa llengua, no em puc considerar de la mateixa nació que una persona amb la que mai he tingut ni tindré cap relació. El concepte "nació" no pot estar per damunt de l'individu, sinó que ha de formar part d'ell, i no cal ni dir que de manera voluntària.
Finalmente comentar que si bien la "segregación racial" no tiene sentido alguno para mí (no creo en el concepto de "raza"), el hecho de que algunos individuos quieran experimentar creando comunidades anti-autoritarias marcadas por la pertenencia a una sola etnia (o aspecto físico, o la afición de jugar al ping-pong como decía Peterpan) no tendría por qué representar un problema para el resto del espectro anti-autoritario, ¿no? Nosotros aplicamos el juicio moral pero los fenómenos que refiero se han producido circunstancialmente. Los migrantes (de diferentes etnias) se mueven o han movido, principalmente, por supervivencia, no con el objetivo de mezclarse con otras etnias. Pero este hecho -aparentemente colateral- ha generado unas mutaciones comprobables en las sociedades receptoras (así como en las emisoras), ¿tiene para vosotros, pregunto, una marca esencialmente perjudicial o autoritaria que a algunos anarquistas les interese evitarlo?
La pregunta no tiene trampa ninguna. Parto de la idea de que la migración no puede calificarse como perniciosa o beneficiosa, a pesar de las influencias generales interesantes que tiene sobre las culturas receptoras y por supuesto también a pesar del normalmente accidental transporte de fauna y flora alóctonas, desplazadores potenciales de las especies autóctonas.