Reivindicar la no-nacionalidad

[Funes]

A priori puede parecer una reivindicación superflua o irrelevante. Si bien creo que hay mucha gente no quiere que se la encasille en ningún tipo de nación, lo cual se puede situar en una cronología trazada desde –por lo menos- los inicios de la decadencia de las identidades amuebladas adquiridas como un sentimiento al cual someterse –gregario-, sin capacidad de imprimarle un cariz subjetivo que las tornase más transversal: Dios ha muerto… lo cual se simboliza con el afianzamiento de un nihilismo que no debatea nada, ni consolida ningún tipo de opinión duradera, que no sea la del consumo de masas y de gadtgets. En este sentido, el vacío de las sociedades tardo capitalistas perjudica seriamente a los nacionalismos (tanto dominantes, como aspirantes a serlo), reconvirtiéndolos, adoptando ese cariz nihilista necesario para adaptarse a los nuevos tiempos que corren. Habría que analizar esto buscando los aspectos positivos…

Pero buscando ser más prácticos, creo que habría que aprovechar el desconcierto, para socavar de una vez la necesidad de ver al Otro como un extraño, definido de antemano por su género o por su nacionalidad. Lo cual tiene connotaciones negativas, frenos a la multiplicidad y a la diversidad sin atenerla como una fuente productiva fuera de márgenes estrechos que la devuelven a una normalidad en sí misma roída por lastres que sujeta su movimiento de creación en un plano de consistencia.
No habría, por tanto, una línea divisoria entre la población nativa y la que viene de fuera, lo cual dejaría a la xenofobia en paños menores.

A este respecto, devenir extranjero en la propia tierra que se nomadea, pues fabrica nuevas relaciones sociales y permite los intercambios culturales, fortaleciendo las diferencias, esto es creando nuevas culturas basadas en lo colectivo como experimentación ilimitada

[Diskoteque]

Entonces no es socavar la nacionalidad, sino socavar los prejuicios. No es algo nuevo.

[Contumacia]

puedes ser apátrida...