¿Por qué naciones?
Publicado: 29 Ene 2009, 15:15
¿Por qué naciones?
Menudo caos ideológico que hay hoy en día en el anticapitalismo ibérico. Menudas barbaridades que se oyen y en consecuencia, qué mal se hacen las cosas, qué poco se llega a la gente y qué futuro más turbio. Unxs dando la vara con el socialismo identitario, otrxs todo el día con sus banderas nacionales, otrxs con una independencia nacional no estatal y todxs mirando sus respectivos ombligos y justificando esta conducta con teorías difusas.
“España representa el fascismo y el capitalismo, y por eso debemos destruirla para crear socialismo desde las distintas naciones oprimidas por España” Para, no sigas por ahí porque ya has mezclado suficientes cosas. Empecemos por aclarar que nación se considera a aquel conjunto poblacional que comparte una cultura determinada (lengua, dieta, horario, tradición, geografía común…) y seguimos por el nacionalismo que reclama un sistema político independiente para cada nación, es decir, un estado distinto para cada nación. El nacionalismo es una interpretación burguesa del tema nacional, y por ello a los distintos movimientos independentistas actuales se les tilda de nacionalistas (desde los incultos o malintencionados medios burgueses), cayendo en un error, pues el independentismo es una postura más anticapitalista en cuanto a que reclama la simple independencia de una nación frente a un estado opresor o imperialista. El independentismo no implica estatismo, aunque por desgracia casi siempre es así. Con estos conceptos definidos entremos a ver las contradicciones de la frasecita (muy común en los razonamientos anticapitalistas actuales) antes citada. ¿Es España una nación?¿Era el imperio español una nación?¿Si España es nación, puede serlo Castilla?¿Si España no es nación, por qué iba a serlo Portugal? España, Hispanoamérica, Castilla, Europa, Portugal, País Leones, Segovia y otros tantos grupos de población pueden perfectamente cumplir los requisitos para ser nación antes definidos. Y España como nación (conjunto poblacional…) ¿está oprimiendo a otras culturas? ¿Se puede afirmar que las gentes de cultura española, que hablan español y comen jamón, están oprimiendo a gentes de otras culturas? A que no. Pues entonces vamos a decir las cosas claras: “El Estado Español es fascista y capitalista, y por eso debemos destruirle para crear justicia”. Ahora bien, dado que la definición de nación es totalmente imprecisa y solo obedece a fines interesados, normalmente arraigados en el sentir popular y utilizados por algún grupo poderoso (burguesía, ejército, clero…) para su propio beneficio creo absurdo el declarar que debamos “crear socialismo desde las distintas naciones oprimidas por España”. Pensemos como anticapitalistas que vemos en el socialismo la utopía obrera, la anarquía. ¿A cuento de qué iban las distintas naciones a crear el socialismo? Y más si dichas naciones han sido definidas por grupos de poder que saldrían beneficiados de esa nueva división entre humanxs.
La pregunta que hemos de hacernos con urgencia es: ¿por qué juntamos la política con el nacionalismo? ¿por qué intentamos que un sentimiento comunitario sea lo que defina el sistema político, cuando es algo irregular e injusto?
La idea de unir este tipo de sentimientos culturales con el sistema político es un legado de las revoluciones liberales de hace un par de siglos, cuando todos los estados burgueses se debían justificar en base de un nacionalismo que hiciese las veces de religión seglar de los ciudadanos del nuevo estado. Todos los súbditos del Rey de España debían sentirse españoles, todos los súbditos de Napoleón I debían sentirse franceses y así en todos y cada uno de los estados nacionales que se han ido creando desde que se invento esto del nacionalismo. Nos han hecho entender a base de repetirlo, de hacérnoslo ver normal, que el sistema político debe verse relacionado con un nacionalismo, y así es legítimo que los nacionalistas vascos, catalanes, canarios o portugueses reclamen su propio estado frente a cualquier otro que se lo prohíba. Pero en vez de romper con su nacionalismos impuestos con otros nacionalismos igual de burgueses deberíamos plantear otro tipo de sistemas políticos más neutrales en temas culturales y que por tanto protegiesen de verdad la cultura, sin interceder en ella ni obligarnos a todos a hablar cierto dialecto, a usar ciertos colores o a llevar cierta rutina.
Todxs lxs anticapitalistas entendemos por qué de la separación Iglesia-Estado, por qué hay que separar el poder de la Iglesia, de la religión, del poder del Estado, del poder civil. Por qué es importante separar política de religión. Pues bien, hemos de entender el sentimiento nacionalista como una variante del sentimiento religioso, pues al fin y al cabo el sentimiento nacionalista es algo subjetivo, que a cada persona le atañe de una manera, al igual que las preocupaciones metafísicas que cada persona pueda tener. Y al igual que es injusto que una corporación milenaria nos obligue a comulgar con cierto tipo de espiritualidad religiosa, lo es que un sistema político nos obligue por nacer en tal o cual sitio a sentirnos representados por una cultura determinada. Así pues, con estas líneas quiero pedir la total separación entre la política y el nacionalismo, para mandar al nacionalismo, junto con la religión, al sagrario personal de las conciencias.
Extraído de: http://www.larosainflamable.amarquia.org
Menudo caos ideológico que hay hoy en día en el anticapitalismo ibérico. Menudas barbaridades que se oyen y en consecuencia, qué mal se hacen las cosas, qué poco se llega a la gente y qué futuro más turbio. Unxs dando la vara con el socialismo identitario, otrxs todo el día con sus banderas nacionales, otrxs con una independencia nacional no estatal y todxs mirando sus respectivos ombligos y justificando esta conducta con teorías difusas.
“España representa el fascismo y el capitalismo, y por eso debemos destruirla para crear socialismo desde las distintas naciones oprimidas por España” Para, no sigas por ahí porque ya has mezclado suficientes cosas. Empecemos por aclarar que nación se considera a aquel conjunto poblacional que comparte una cultura determinada (lengua, dieta, horario, tradición, geografía común…) y seguimos por el nacionalismo que reclama un sistema político independiente para cada nación, es decir, un estado distinto para cada nación. El nacionalismo es una interpretación burguesa del tema nacional, y por ello a los distintos movimientos independentistas actuales se les tilda de nacionalistas (desde los incultos o malintencionados medios burgueses), cayendo en un error, pues el independentismo es una postura más anticapitalista en cuanto a que reclama la simple independencia de una nación frente a un estado opresor o imperialista. El independentismo no implica estatismo, aunque por desgracia casi siempre es así. Con estos conceptos definidos entremos a ver las contradicciones de la frasecita (muy común en los razonamientos anticapitalistas actuales) antes citada. ¿Es España una nación?¿Era el imperio español una nación?¿Si España es nación, puede serlo Castilla?¿Si España no es nación, por qué iba a serlo Portugal? España, Hispanoamérica, Castilla, Europa, Portugal, País Leones, Segovia y otros tantos grupos de población pueden perfectamente cumplir los requisitos para ser nación antes definidos. Y España como nación (conjunto poblacional…) ¿está oprimiendo a otras culturas? ¿Se puede afirmar que las gentes de cultura española, que hablan español y comen jamón, están oprimiendo a gentes de otras culturas? A que no. Pues entonces vamos a decir las cosas claras: “El Estado Español es fascista y capitalista, y por eso debemos destruirle para crear justicia”. Ahora bien, dado que la definición de nación es totalmente imprecisa y solo obedece a fines interesados, normalmente arraigados en el sentir popular y utilizados por algún grupo poderoso (burguesía, ejército, clero…) para su propio beneficio creo absurdo el declarar que debamos “crear socialismo desde las distintas naciones oprimidas por España”. Pensemos como anticapitalistas que vemos en el socialismo la utopía obrera, la anarquía. ¿A cuento de qué iban las distintas naciones a crear el socialismo? Y más si dichas naciones han sido definidas por grupos de poder que saldrían beneficiados de esa nueva división entre humanxs.
La pregunta que hemos de hacernos con urgencia es: ¿por qué juntamos la política con el nacionalismo? ¿por qué intentamos que un sentimiento comunitario sea lo que defina el sistema político, cuando es algo irregular e injusto?
La idea de unir este tipo de sentimientos culturales con el sistema político es un legado de las revoluciones liberales de hace un par de siglos, cuando todos los estados burgueses se debían justificar en base de un nacionalismo que hiciese las veces de religión seglar de los ciudadanos del nuevo estado. Todos los súbditos del Rey de España debían sentirse españoles, todos los súbditos de Napoleón I debían sentirse franceses y así en todos y cada uno de los estados nacionales que se han ido creando desde que se invento esto del nacionalismo. Nos han hecho entender a base de repetirlo, de hacérnoslo ver normal, que el sistema político debe verse relacionado con un nacionalismo, y así es legítimo que los nacionalistas vascos, catalanes, canarios o portugueses reclamen su propio estado frente a cualquier otro que se lo prohíba. Pero en vez de romper con su nacionalismos impuestos con otros nacionalismos igual de burgueses deberíamos plantear otro tipo de sistemas políticos más neutrales en temas culturales y que por tanto protegiesen de verdad la cultura, sin interceder en ella ni obligarnos a todos a hablar cierto dialecto, a usar ciertos colores o a llevar cierta rutina.
Todxs lxs anticapitalistas entendemos por qué de la separación Iglesia-Estado, por qué hay que separar el poder de la Iglesia, de la religión, del poder del Estado, del poder civil. Por qué es importante separar política de religión. Pues bien, hemos de entender el sentimiento nacionalista como una variante del sentimiento religioso, pues al fin y al cabo el sentimiento nacionalista es algo subjetivo, que a cada persona le atañe de una manera, al igual que las preocupaciones metafísicas que cada persona pueda tener. Y al igual que es injusto que una corporación milenaria nos obligue a comulgar con cierto tipo de espiritualidad religiosa, lo es que un sistema político nos obligue por nacer en tal o cual sitio a sentirnos representados por una cultura determinada. Así pues, con estas líneas quiero pedir la total separación entre la política y el nacionalismo, para mandar al nacionalismo, junto con la religión, al sagrario personal de las conciencias.
Extraído de: http://www.larosainflamable.amarquia.org