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El pueblo judio es una invencion
Publicado: 03 Ene 2009, 13:39
por biofilo
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 03 Ene 2009, 13:47
por Jorge.
Pues para ser una invención les dieron bien duro en el Holocausto. Curiosas paradojas. Les mataron por ser lo que no eran. ¿Cómo puede ser posible? Y con independencia de todo ello, tras el Holocausto se convirtieron en Pueblo, en nación o en lo que fuera a todos los efectos. El precio fue grande.
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 03 Ene 2009, 19:35
por turiferario
Bueno, aunque muchas de las cosas que expone la entrevista (Y conste que el libro no lo he leído) son ciertas, yo intentaría por un lado huir del titular espectacular y por otro intentar no malinterpretar algunas afirmaciones, con el riesgo de caer en el antisemitismo.
Es cierto, por ejemplo, que el hebreo que hablan los judíos de Israel hoy en día es un idioma en realidad inventado, o que se han reconstruido su historia a medida para que las "cuentas les salgan" y sobre todo para justificar las atrocidades que ha cometido y comete Israel. Pero tanto como decir que no son un pueblo... Si los judíos han decidido ser un pueblo, pues lo son, porque lo han decidido ellos mismos, así de simple. Además en Europa desarrollaron una cultura propia, idioma propio (Yiddish) y unas pautas que los identifican como pueblo. Del Estado de Israel ya hablaremos otro día.
Por otro lado, el autor no dice en su obra más que una cosa que es sobradamente conocida, que es con el auge de los nacionalismos en el XIX cuando se reinventan muchos pueblos y se empieza su identificación con determinados territorios. El sionismo es de entonces, pero también los diferentes nacionalismos como el alemán que cita, o el italiano.
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 04 Ene 2009, 10:20
por Urkijo
Además de mostrarme de acuerdo con las intervenciones de turiferario y Jorge quisiera dar mi opinión sobre esta oportunista entrevista. Oportunista porque cobra su entidad a partir de los sanguinarios ataques israelíes a Gaza; de no ser por esta situación su interés informativo no hubiera pasado probablemente de la mera anécdota.
Si analizamos la veracidad histórica de las tesis de Schlomo Sand, veremos que muchas de ellas están cogidas por los pelos. Para empezar, el profesor Sand da a entender que su visión de los pueblos es puramente étnica ("ni siquiera pienso que hoy haya pueblo judío"). A partir de ahí, punto de partida muy discutible, Sand se dedica a tergiversar diversos episodios histórico, como el de la conversión de los khazaríes (jázaros) al judaísmo, convirtiéndose en el tronco originario de los judíos akhenazíes. Pero, ¿quiénes se convirtieron al judaísmo? ¿El rey y la clase dirigente? ¿Todo el pueblo? La cuestión todavía no está clara.
En cuanto a lo que manifiesta sobre los judíos en la Península Ibérica, Sand matiza la presencia de judíos en el reino visigodo, la cual no debió ser irrelevante para obligar a los concilios (que regulaban tanto la vida civil como religiosa del reino) a elaborar leyes sobre esta minoría, como por ejemplo la prohibición de los matrimonios mixtos. Así mismo, tampoco menciona como la población ibérica judía se engrosó a lo largo de la Edad Media con aportes de población procedentes de otras partes del mundo islámico y de Europa. En cuanto a la reina Kahina, su vinculación con el judaísmo está discutida (es Ibn Khaldun, un historiador árabe del siglo XIV, quien da esta versión, mientras que la reina habría vivido entre los siglos VII y VIII).
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 31 Ene 2009, 20:12
por Dagonse
Los mitos fundacionales del Estado de Israel (Introducción)
Roger Garaudy (*)
«Allí donde la libertad eche raíces, estará mi tierra.»
-Benjamin Franklin-
Este libro es la historia de una herejía. Esta consiste, en base a una lectura literal y selectiva de la palabra revelada, en hacer de la religión el instrumento sacralizado de una determinada política. Es una enfermedad mortal de este fin de siglo que ya he definido como Integrismos. He intentado combatirlos en los libros citados antes de esta introducción. En ellos dije cosas que no gustaron como: «El islamismo es una enfermedad del Islam» (Grandeur et décadences de l'lslam) o «El Cristo de Pablo no es Jesús» (Vers une guerre de religion).
Los combato hoy entre los judíos con este libro, con el riesgo de atraerme las iras de los israelí-sionistas a quienes tampoco les agradó que el Rabino Hirsh les recordara que «El sionismo quiere definir al pueblo judío como una entidad nacional Esto es una herejía».
¿Qué es el sionismo que denuncio en mi libro (y no a la fe judía)?
Se define frecuentemente por sí mismo:
1• Es una doctrina política (Desde 1896, sionismo se refiere al movimiento político fundado por Théodore Herzl).
2• Es una doctrina nacionalista que no ha nacido del judaísmo sino del nacionalismo europeo del siglo XIX. El fundador del sionismo político, Herzl, no apelaba a la religión: «No obedezco a un impulso religioso, Soy un agnóstico».
Lo que le interesa, no es particularmente la tierra santa; acepta de buen grado, para sus objetivos nacionalistas, Uganda o Libia, Chipre o Argentina, Mozambique o el Congo. Pero ante la oposición de sus amigos de fe judía, toma conciencia de la importancia de la «poderosa leyenda» como él dice que «constituye una llamada de reunión de una irresistible fuerza».
Es un eslógan movilizador que este eminente político realista no podía ignorar. De esta manera proclama, transformando la poderosa leyenda del retorno en realidad histórica: «Palestina es nuestra inolvidable patria histórica; este solo nombre sería un grito de reunión poderoso para nuestro pueblo. La cuestión judía no es para mí ni una cuestión social, ni una cuestión religiosa , es una cuestión nacional».
3• Es una doctrina colonial. A este respecto el lúcido Théodore Herzl no oculta sus objetivos: como primera etapa, realizar una Compañía a la carta, bajo la protección de Inglaterra o de cualquier otra potencia, a la espera de hacer el Estado judío.
Por ello se dirige a quien se había revelado como el maestro en este tipo de operaciones: el traficante colonial Cecil Rhodes, que, de su Compañía a la carta, supo hacer una Africa del Sur, dando a una de las tierras integrantes su propio nombre: Rhodesia. Herzl le escribió, el 11 de enero de 1902: «Le ruego que me envíe un texto en el que diga que ha examinado mi plan y que lo aprueba. Si se pregunta por qué me dirijo a Vd., Sr. Rhodes, le diré que es porque mi programa es un plan colonial». Doctrina política, nacionalista y colonial, tales son las tres características que definen al sionismo político tal y como triunfó en el Congreso de Basilea, en agosto de 1897. Théodore Herzl, su genial fundador, pudo decir, con justa razón al término de este Congreso: «He fundado el Estado judío».
Medio siglo más tarde es en efecto esta política la que aplicarán escrupulosamente sus discípulos al crear, según sus métodos y siguiendo su línea política, el Estado de Israel (inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial). Pero esta empresa política, nacionalista y colonial, no tenía nada de la proyección de la fe y la espiritualidad judías. Al tiempo del Congreso de Basilea que no pudo celebrarse en Munich (como lo había previsto Herzl) por la oposición de la comunidad judía alemana, se celebraba en América la Conferencia de Montreal (1897) donde, a propuesta del Rabino Isaac Meyer Wise, la personalidad judía más representativa de la América de entonces, se votó una moción que se oponía radicalmente a dos lecturas de la Biblia, la lectura política y tribal del sionismo y la lectura espiritual y universalista de los Profetas. «Desaprobamos completamente cualquier iniciativa tendente a la creación de un Estado judío.
Tentativas de este género ponen en evidencia una concepción errónea de la misión de Israel que los Profetas judíos fueron los primeros en proclamar Afirmamos que el objetivo del judaísmo no es ni político, ni nacional, sino espiritual Apunta hacia una época mesiánica en la que todos los hombres reconocerán pertenecer a una sola gran comunidad para el establecimiento del Reino de Dios sobre la tierra».
Esta fue la primera reacción de las organizaciones judías desde La Asociación de los rabinos de Alemania, hasta la Alianza Israelita Universal de Francia, la Israelitische Allianz de Austria, al igual que las Asociaciones judías de Londres.
Esta oposición al sionismo político, inspirado por el vínculo a la espiritualidad de la fe judía, no ha cesado de expresarse. A continuación de la Segunda Guerra Mundial, se aprovechó en la ONU, la rivalidad entre las naciones, y sobre todo el apoyo incondicional de los Estados Unidos, para que el sionismo israelí se impusiera como fuerza dominante y, gracias a sus lobbies, invirtió la tendencia e hizo triunfar la política israelí-sionista de poder, contra la admirable tradición profética. Sin embargo no logró acallar la crítica de los grandes místicos. Martin Buber, una de las más grandes voces judías de este siglo, no cesó, hasta su muerte en Israel, de denunciar la degeneración e incluso la conversión del sionismo religioso en sionismo político.
Martin Buber declaraba en Nueva York: «El sentimiento que me embargaba, hace sesenta años, cuando entré en el movimiento sionista, es esencialmente el que siento hoy Esperaba que este nacionalismo no siguiera el camino de otros que comienzan por una gran esperanza y se degradan posteriormente hasta convertirse en un egoismo sagrado, que osan incluso, como el de Mussolini, proclamarse como sacro egoísmo, como si el egoísmo colectivo pudiera ser más sagrado que el egoísmo individual. Cuando regresamos a Palestina, la cuestión era:¿Quiere Vd. venir aquí como un amigo, un hermano, un miembro de la comunidad de pueblos de Oriente Próximo, o como el representante del colonialismo y del imperialismo? La contradicción entre el fin y los medios a alcanzar ha dividido a los sionistas: unos querían recibir de las Grandes Potencias privilegios políticos particulares, otros, sobre todo los jóvenes querían solamente que se les permitiera trabajar en Palestina con sus vecinos,para Palestina y para el porvenir.
»No siempre fueron perfectas nuestras relaciones con los árabes, pero existía, en términos generales, una buena vecindad entre el pueblo judío y el pueblo árabe. Esta fase orgánica del establecimiento en Palestina perduró hasta la época de Hitler. »Fue Hitler quien empujó a las masas de judíos a venir a Palestina. De esta forma, a un desarrollo orgánico selectivo se sucedió una inmigración de masas con la necesidad de encontrar una fuerza política para su seguridad La mayoría de los judíos prefirió aprender de Hitler que de nosotros Hitler ha enseñado que la historia no sigue el camino del espíritu, sino el del poder, y que cuando un pueblo es lo suficientemente fuerte, puede matar con impunidad Esta es la situación que nosotros teníamos que combatir En el Ihud propusimos que judíos y árabes no se contentaran con coexistir sino en cooperar Ello haría posible un desarrollo económico de Oriente Próximo, gracias al cual Oriente Medio podría aportar una gran y esencial contribución al futuro de la humanidad.»
Dirigiéndose al XII Congreso Sionista celebrado en Karlsbad, el 5 de septiembre de 1921, decía: «Nosotros hablamos del espíritu de Israel y creemos que no es parecido al de las demás naciones Pero si el espíritu de Israel no es más que la síntesis de nuestra identidad nacional, nada más que una bella justificación de nuestro egoísmo colectivo transformado en idolo, nosotros, que hemos rehusado aceptar cualquier otro príncipe que no sea el Señor del Universo, entonces somos como el resto de las naciones y bebemos con ellos en la copa que les embriaga. La nación no es el valor supremo Los judíos son más que una nación: son los miembros de una comunidad de fe. La religión judía ha sido desarraigada, y ésta es la esencia de la enfermedad cuyo síntoma fue el nacimiento del nacionalismo judío a mediados del siglo XIX. Esta forma nueva del deseo de la tierra es el trasfondo que marca lo que el judaísmo nacional moderno ha tomado en préstamo del nacionalismo moderno de Occidente ¿Qué tiene que ver en todo esto la idea de la elección de Israel? La elección no designa un sentimiento de superioridad sino un sentido de destino. Este sentimiento no nace de una comparación con los demás, sino de una vocación y de una responsabilidad de cumplir la tarea que los Profetas no han cesado de recordarnos: si os vanagloriáis de ser los escogidos en lugar de vivir en la obediencia a Dios, cometeis una felonía».
Evocando esta crisis nacionalista del sionismo político que es una perversión de la espiritualidad del judaísmo, concluía: «Esperamos salvar al nacionalismo judío del error de hacer de un pueblo un ídolo. Si no lo logramos habremos fracasado».
El profesor Judas Magner, Presidente de la Universidad Hebraica de Jerusalén desde 1926, consideraba que el Programa de Biltmore de 1942, que exigía la creación de un Estado Judío en Palestina conduciría a la guerra contra los árabes. Al pronunciar, en la reapertura de 1946, el discurso inaugural de esta Universidad Hebraica de Jerusalén que presidía desde hacía veinte años, decía: «La nueva voz judía habla por la boca de los fusiles Así es la nueva Tora de la tierra de Israel. El mundo ha sido encadenado a la locura de la fuerza física. El cielo nos proteja de encadenar ahora al judaísmo y al pueblo de Israel a esta locura. Es un judaísmo pagano el que ha conquistado una gran parte de la poderosa Diáspora. Nosotros habíamos pensado, en los tiempos del sionismo romántico, que Sión debía ser redimido por la rectitud. Todos los judíos de América llevan consigo la responsabilidad de esta falta, de esta mutación incluso aquellos que no están de acuerdo con las artimañas de la dirección pagana, pero que permanecen sentados, con los brazos cruzados. La anestesia del sentido moral conduce a su atrofia».
En América, desde la Declaración de Biltmore, los dirigentes sionistas tendrán en lo sucesivo a Estados Unidos como su más poderoso protector. La Organización sionista mundial barrió la oposición de los judíos fieles a las tradiciones espirituales de los Profetas de Israel, y exigió la creación, no ya de un hogar nacional judío en Palestina, según los términos de la Declaración Balfour de la guerra precedente, sino la creación de un Estado judío de Palestina.
En 1938 Albert Einstein condenó esta orientación: «Sería más razonable alcanzar un acuerdo con los árabes sobre la base de una vida común pacífica que crear un Estado judío La conciencia que tengo de la naturaleza esencial del judaísmo tropieza con la idea de un Estado judío dotado de fronteras, con un ejército, y con un proyecto de poder temporal, por modesto que sea. Temo los perjuicios internos que el judaísmo sufrirá en razón del desarrollo en nuestras filas, de un nacionalismo estrecho Nosotros no somos ya los judíos de la época de los Macabeos. Volver a ser una nación, en el sentido político del término, equivaldría a apartarse de la espiritualidad de nuestra comunidad que hemos recibido del genio de nuestros Profetas».
En cada violación del Derecho Internacional por Israel, no han dejado de oirse las protestas. Citaremos dos ejemplos en donde se dijo en voz alta lo que millones de judíos piensan (aunque sin poder decirlo públicamente por estar bajo la inquisición intelectual de los lobbies israelí-sionistas). En 1960, durante el juicio de Eichmann en Jerusalén el American Council for Judaism declaraba: «El Consejo estadounidense del Judaísmo dirigió ayer lunes una carta a M. Christian Herter para denegar al Gobierno de Israel el derecho de hablar en nombre de todos los judíos. El Consejo declara que el Judaísmo es una cuestión de religión y no de nacionalidad».
El 8 de junio de 19S2, el Profesor Benjamín Cohen, de la Universidad de TelAviv, durante la sangrienta invasión de los Israelíes al Líbano, escribió a P. Vidal-Naquet: «Le escribo escuchando el transistor de radio que acaba de anunciar que nosotros estamos a punto de alcanzar nuestro objetivo en el Líbano: asegurar la paz a los habitantes de Galilea. Estas mentiras dignas de Goebbels me vuelven loco. Está claro que esta guerra salvaje, más bárbara que todas las precedentes, no tiene nada que ver, ni con el atentado de Londres, ni con la seguridad en Galilea A quellos judíos, hijos de Abraham. Aquellos judíos víctimas de tantas atrocidades, ¿han podido volverse crueles hasta tal extremo? El mayor éxito del sionismo es, así pues, éste: la desjudeización de los judíos. Haced, queridos amigos, todo lo que esté en vuestras manos para que los Beghin y los Sharon no logren su doble objetivo: la liquidación final (expresión de moda aquí estos días) de los Palestinos como pueblo y de los israelíes como seres humanos».
Esto es lo que está en juego en la lucha entre la fe profética judía y el nacionalismo sionista, fundado, como todo nacionalismo, en el rechazo del otro y la sacralización del yo.
Todo nacionalismo tiene necesidad de sacralizar sus pretensiones, tras la dispersión de la cristiandad, los Estados-nación han tenido la pretensión de recoger el legado de lo sagrado y de haber recibido la investidura de Dios: Francia, es la Hija mayor de la Iglesia, por medio de la cual se cumple la acción de Dios (Gesta Dei per Francos). Alemania está por encima de todos porque Dios está con ella (Gott mit uns). Eva Perón proclamaba que la Misión de Argentina es la de anunciar a Dios al mundo, y en 1972, el Primer Ministro de Africa del Sur, Vorster, célebre por el racismo salvaje del apartheid, vaticina a su vez: «no debemos olvidar que somos el pueblo de Dios, investido de una misión». El nacionalismo sionista comparte esta embriaguez de todos los nacionalismos. Incluso los más preclaros se dejan tentar por esta borrachera.
Hasta un hombre como el Profesor André Neher, en su magnífico libro L 'Essence du prophétisme tras haber evocado el sentido universal de la Alianza: alianza de Dios con el hombre, llega a escribir que Israel es «el signo, por excelencia, de la historia divina en el mundo. Israel es el eje del mundo y en él está el nervio, el centro, el corazón».
Tales frases evocan desagradablemente el mito ario en cuya ideología se basó el pangermanismo y el hitlerismo. En esta vía se está en las antípodas de las enseñanzas de los Profetas y del admirable Je et Tu de Martin Buber. El exclusivismo no permite el diálogo: no se puede dialogar ni con Hitler, ni con Beguín, puesto que su superioridad racial y su alianza exclusiva con lo divino no les permite en absoluto escuchar al prójimo.
Tenemos conciencia de que en nuestra época no existe más alternativa que el diálogo o la guerra, y que el diálogo exige, como no nos cansaremos de repetir, que cada cual sea consciente de lo que le falta a su propia fe, y que tiene necesidad de los demás para cubrir ese vacío. Nuestro libro se sitúa en la prolongación de los esfuerzos de aquellos judíos que han intentado defender un judaísmo profético contra un sionismo tribal. Lo que alimenta el antisemitismo, no es la crítica de la política de agresión, es el mantenimiento incondicional de esta política que no proviene de las grandes tradiciones del judaísmo, que podían justificarse por una interpretación literal, es la política que eleva por encima de cualquier ley internacional la sacralización de los mitos de ayer y hoy.
Fuentes
Kimhe John, Palestine et Israël. Ed. Albin Michel. 1973
Encyclopaedia of zionism and Israel. Herzl Press. Nueva York (EEUU)
Isaac Shamir, Looking back, looking ahead.
Herzl: Diaries. Ed. Victor Gollanz. 1958.
Herzl, L'Etat juif
Conferencia Central de Rabinos estadounidenses. Yearbook VII, 1987
Martin Buber, Israel and the World, Ed. Schocken, Nueva York, 1948.
Norman Bentwich. For Sion Sake. Biografía de Judas Magnes. Philadelphia. Jewish Publication
Society of America. 1954.
(*)Título original: Roger Garaudy, Les Mythes fondateurs de la politique israélienne. 2a édicion:
Samiszdat Roger Garaudy, Paris, 1996.
© Historia XXI Ap. C. 14.243 08080 - Barcelona 1ª edición: Diciembre 1997. Traducción: José Luis Jérez Riesco. ISBN: B-84-923089-0-7 Depósito legal: B.48.721-97.
No debe pasarse por alto, que el Sionismo, se experimentó como sistema racista y colonial en Rodesia y Sudafrica, régimenes que costó mucho derribar y eran una lacra para la humanidad.
El sionismo, tenía un pacto con Hitler, por medio del cual, los judios que quisieran emigrar a Palestina, se les evaluaban los bienes en Alemania de forma conjunta entre los representantes del Sionismo en Alemania y el propio gobierno alemán. Este último, entregaba dicho contravalor en materiales de construcción, tractores, coches, etc .... lo que los sionistas decían necesitar, quienes a cambio, le daban al emigrante la casa etc..
Fue a partir de la decisión de entrada de EE.UU en la guerra, que el sionismo rompió sus lazos con Hitler, pues le interesaba más la alianza con EE.UU.
Para EE.UU, la fundación del estado de Israel, era meter la pezuña en Oriente Medio, en el centro del Islam.
Es decir, la creación del estado de Israel, obedece a intereses puramente políticos y geoestratégicos de las grandes potencias; y por eso, callan con sus barbaries.
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 02 Feb 2009, 18:26
por Comunista integral
Comparto los dichos principales de esta entrevista.
Un pueblo no se define alrededor de una religión. No existe un pueblo judío así como no existe un pueblo cristiano o un pueblo musulmán.
Lo que existió fue un pueblo hebreo, y la mayoría de los judíos actuales (o sea, las personas de religión judía) no son descendientes de ese pueblo hebreo.
Lo que se expandió fue el judaísmo como religión, no el pueblo judío (hebreo) original, como dice el historiador repetidas veces durante la entrevista.
Y sí, la invención del pueblo judío sólo tiene lógica dentro de los esquemas sionistas, que justifican la existencia del Estado teocrático de Israel y su regimen de apartheid.
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 02 Feb 2009, 21:54
por Urkijo
Hola C. I.
He estado hojeando tu intervención y me ha llamado la atención una cosa, que es justo sobre la que pivota toda tu intervención
Comunista integral escribió:Un pueblo no se define alrededor de una religión.
¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 02 Feb 2009, 22:27
por Comunista integral
Eso llevaría a un debate sobre cómo se define un pueblo (opinión que he dado en otro lado) y también a un debate epistemológico (que también he dado en otro lado). Disculpa, pero creo que en su momento ya quedó agotado.
Saludos.
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 19 Feb 2009, 23:19
por Dagonse
Judíos y medio orientales descienden de una mezcla de hombres que tenían solo 8 de las 19 variaciones totales que existen en el cromosoma Y (4S, 1R, Med, 1Ha, 1U, 1C, 1D, 1L). Es decir, no configuran una étnia separada.
Líbaneses Med > 4S > 1R
Palestinos Med > 4S > 1L
Sirios Med > 4S > 1L=1D
Druzos Med > 4S = 1U
Sauditas Med > 1U > 1D
Judíos Med > 4S > 1L
Europeos 1L > 1R > 4S
NAF 4S > Med > otros
Tal como se aprecia, la étnia Palestina y Judía Sefardita es idéntica, mientras que los Sirios tambien son idénticos a excepción de los mezclados con los Sauditas 1D; esto nos lleva a pensar que la diferencia religiosa, a partir de Jesús será el detonante de la separación, de igual forma que se convirtió masivamente el pueblo Asirio; el pueblo Sirio, se mezcló con el Árabe tras la conversión a Mahoma, de ahí la mezcla.
Obviamente, si los palestinos son genéticamente judíos, hay una motivación puramente geoestratégica, para estructurar el estado de Israel, sin considerar a los mismos.
Y dicho estado, debía llevar el nombre de Israel, por imposición de los judíos asquenazis rusos, pues de esa forma se obtenía el apoyo de los cristianos protestantes de EE.UU, que creerían que se estaba refundando el estado biblico de Israel que nunca existió.
Manipulación de los pueblos y de la historia
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 20 Feb 2009, 10:18
por Urkijo
Dagonse escribió:Tal como se aprecia, la étnia Palestina y Judía Sefardita es idéntica, mientras que los Sirios tambien son idénticos a excepción de los mezclados con los Sauditas 1D; esto nos lleva a pensar que la diferencia religiosa, a partir de Jesús será el detonante de la separación
?
Dagonse escribió:si los palestinos son genéticamente judíos, hay una motivación puramente geoestratégica, para estructurar el estado de Israel, sin considerar a los mismos.
??
Dagonse escribió:Y dicho estado, debía llevar el nombre de Israel, por imposición de los judíos asquenazis rusos, pues de esa forma se obtenía el apoyo de los cristianos protestantes de EE.UU, que creerían que se estaba refundando el estado biblico de Israel que nunca existió.
???
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No entiendo por qué hay que tratar al pueblo judío desde un punto de vista genético. A no ser -es lo único que se me ocurre- que con ello se pretende evitar la etiqueta de
anti-semita.
En cuanto al resto, me parece delirante. La palabra
Israel se encuentra ya recogida en la Biblia y se mantuvo como referencia en la diáspora.
Lo de la separación por la diferencia religiosa a través de Jesús lo tendré como un
lapsus calami ¿Acaso los sirios profesaban el judaísmo antes de la expansión de la fe cristiana?
Re: El pueblo judio es una invencion
Publicado: 20 Feb 2009, 11:35
por Dagonse
El pueblo arameo, sin país independiente en la actualidad, que sería el descendiente del Asirio antíguo, es aún en nuestros días cristiano, con muchos conversos al islam, como el palestino; y esto sucede tambien en Libano, donde el cristianismo es un número muy importante, o en Jordania. Si bien en todos estos países, es mayoritariamente "Catolicismo ortodoxo" en lo que a cristianismo se refiere, igual que en Egipto o Etiopía, con el cristianismo Copto.
Así podemos ver como hubo una expansión ideológica cristiana en todo este orbe de países, en los cuales, con la aparición del islam, una mayoría se convierte al Islam, ya sea por creencia o conveniencia. Pero el fenómeno es común a todo el entorno. Tal como apunta Sand, esta expansión religiosa del cristianismo por todo el Mediterráneo y oriente medio, se vió facilitada enormemente por la expansión a través de los judíos que vivian en dichas áreas.
Jesús hablaba arameo, tal como queda patente en la película de Mel Gibson "La Pasión" y que le valió la acusación de "anti-semita", cuando en la misma queda perfectamente patente, que los que se ensañan con la martirización (y sangre en demasía) son los soldados romanos; mientras que el hecho de que fuera acusado por el Sanedrin, ya figura en los evangelios.
Por consiguiente, se debe deducir, en mi opinión, que lo que realmente molestó, es que los judíos, ya en aquella época, no hablaban hebreo sino arameo. Se derrumba uno de los mitos.
El mito étnico del "pueblo judío", tambien queda demostrado; pero como dices, en realidad, la paradoja, es que unos "judíos asquenazis" que matan palestinos que son descendientes de los judíos y genéticamente judíos, son antisemitas por supuesto; ya que los asquenazis son jazaros del Caucaso.
En hebreo, la palabra "judío" significa etimológicamente "la plenitud en Díos", es decir en "su amor, sabiduría etc"; motivo por el que Jesús dice "que la salvación viene de los judíos", de los que viven la plenitud de Díos, en amor y cualidades, no es un problema etnico.
Para los judíos, el resto de la población del mundo, estaba claramente diferenciado entre:
- los propios judíos
- los samaritanos
- los gentiles, todos los demás
El Evangelio de Mateo, en su capítulo 10, Jesús envía a sus discípulos a predicar "por el mundo", pero les dice:
no vayais a los samaritanos, ni tampoco a los gentiles, antes id a las ovejas perdidas de Israel
No yendo a samaritanos y gentiles, solo quedaban los judíos. pero dice "ovejas perdidas de Israel", por lo que tampoco los está enviando a los judíos, sino a esos poderes fácticos, que estaban por encima del pueblo y lo gobernaban siendo "judíos", pero que en realidad no se comportaban como tales.
Etimologicamente, Israel, significa "manifestación que se expande en línea recta hacia Díos", de ahí que se diga "pueblo de Díos"; pero es un concepto, no una etnia; y por dicha circunstancia es que los judíos ortodoxos, que entienden el judaismo como una vida espiritual y de ejemplo a los demás, se opusieron desde el principio a la fundación de un estado de Israel, pues según ellos, "Israel" solo puede ser instaurado por el Mesías; y obviamente, este no ha llegado aún.
Así que hay una manipulación en el motivo de usar un nombre como Israel, para estructurar un estado terrenal, con un sistema político sionista, que además es ateo e introduce una etnia ajena en oriente medio, persiguiendo justamente a los que si que son semitas. Suplantación.
Historicamente, el Israel de las 12 tribus, no ha existido nunca. Hubo un estado que era Samaria y conocido como Israel, pero era una ciudad estado dependiente del Reino del Nilo; puesto que "Samaria" significa "Vigilante o alerta" y era justamente la ciudad límite con Fenicia (de Tiro y Sidón).