La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Anarquismo e Independentismo vs. Nacionalismo. ¿Cómo afronta el Anarquismo la existencia de "naciones" y "movimientos de liberación nacional"?
totalitariamenteculto
Mensajes: 1
Registrado: 29 Sep 2007, 16:17
Ubicación: Chiapas Mexico

yo opino que...

Mensaje por totalitariamenteculto » 29 Sep 2007, 16:40

Me gusta como escribes la historia (a menos que solo la estes transcribiendo) pero real mente yo creo que cualquier sujeto que se compare con una bestia de carga y sea un apatrido merece vivir como una bestia de carga o morir como un traidor pregunteselo a mis queridos aztecas, ustedes llegaron de un mundo sumerjido en guerras y matanzas a un lugar paradisiaco, pero llegaron disparando cañones y destruyendo todo a su paso, pero los descendientes de Nezahualcoyotl no se rindieron y vendieron muy caras sus vidas (tomando en cuenta que no tenia polvora ni metal ni caballos) a lo que voy es ke culaquier cabron que no ame a su patria merece arder en el infierno (independientemente de que si existe o no 8-))

Larga vida al fascismo!!!
¡¡DELENDA EST DEMOKRATOS!!!

vaevictis
Usuari@ Expulsad@
Mensajes: 481
Registrado: 06 Nov 2006, 01:47

Mensaje por vaevictis » 29 Sep 2007, 20:19

ustedes llegaron de un mundo sumerjido en guerras y matanzas a un lugar paradisiaco
El imperio azteca no era ninguna comuna hippie, era una sociedad compuesta por dominadores y dominados
[/quote]pero llegaron disparando cañones y destruyendo todo a su paso
Naci en el estado español, si, pero en mi vida he visto un azteca ni he disparado un cañon. Que cada palo aguante su vela
a lo que voy es ke culaquier cabron que no ame a su patria merece arder en el infierno (independientemente de que si existe o no )
Todo el mundo ama a su patria. El problema viene cuando se quiere lograr una definicion unitaria de dicha palabra.
Muchachos: ahí tenéis a una vanguardia que lleva la antorcha hacia el futuro donde refulge la Nada": jorge (el d este foro)

Avatar de Usuario
Grumilda
Mensajes: 1241
Registrado: 14 Jun 2007, 21:59

Mensaje por Grumilda » 30 Sep 2007, 05:49

vaevictis escribió: Todo el mundo ama a su patria.
Abre un post defendiendo esa tesis. Molará tope.

Avatar de Usuario
indurain_rules
Mensajes: 146
Registrado: 07 May 2006, 17:43

Mensaje por indurain_rules » 30 Sep 2007, 18:50

Hace ocho días que pusiste el último cuento, estoy esperando más...¡ánimo!
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Avatar de Usuario
TAO
Mensajes: 49
Registrado: 18 Dic 2006, 14:05

Mensaje por TAO » 01 Oct 2007, 19:43

¿Dónde está la Patria?

En lo alto de la colina, un anciano contempla apaciblemente sentado la puesta de sol. A sus pies, los jóvenes —cantando entre las flores— marchan para recogerse en las casas de la colectividad agrícola de Liang Shang, cerca de la frontera entre Guanpong y el Imperio de Quon. El anciano sonríe con embeleso y echa un trago de vino. Ahora contempla como tres extraños se dirigen hacia él subiendo el cerro. Agitan sus manos y saludan. El anciano responde amistoso, y entorna sus ojos intentando ver mejor. A unos diez metros de distancia, visualiza perfectamente a Lu Tao, a Ho Sa Nian y a Jormungand. A continuación, da media vuelta y echa a correr intentando ocultarse entre las matas de té rosa. No obstante, resbala, tropieza y choca de cabeza contra un melocotonero. Jormungand intenta reanimarlo haciéndole el boca a boca. El anciano de inmediato se incorpora y escupe una y otra vez. Lu Tao da las explicaciones pertinentes.

— Disculpa a mi amigo noble señor. Es un bárbaro venido de la lejana Britania, tierra en la que el saludo que se da al ser amado se realiza de esa forma.

— ¡Maldita sea Lu Tao! ¡Esa bestia me introducido la lengua hasta el estómago!

— ¿Sabes mi nombre? ¿Nos conocemos señor?

— Mmm... No. No. Qué nos vamos a conocer... Bueno, hasta la vista.

Ho Sa Nian se ha quedado mirando la escena boquiabierta.

— Lu Tao, ¡ese anciano es el capitán Cao Zhi! [ver tercer relato de la página uno].

— ¡Cógelo Jormungand, que no escape! —chilla Lu Tao— ¡Cuidado que el viejo zorro es escurridizo! ¡Menudo salto ha dado!

— ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡A mí hijos míos!

Desgraciadamente, sus hijos van cantando a voz en cuello por la avenida de la Ensalada de Flores cosas acerca de la cosecha de arroz, y no contemplan el pequeño drama a sus espaldas. Poco tiempo después de ser pillado, Cao Zhi charla con sus tres captores.

— A ese gordo y bruto —comenta Cao Zhi resoplando y señalando a Jormungand— no le ponía la cara. Pero a vosotros dos en cuanto os he visto de cerca os he conocido.

— Pero capitán Cao —dice la sorprendida Ho Sa Nian—, ¡estás vivo! ¡Todo el mundo piensa falleciste en el parapeto de la Puerta del Dragón de la Ciudad Imperial! ¡Cuenta!

— Escucho y obedezco princesa, pero sólo por la fuerza del hábito. Tan sorprendido como tú estoy yo de verte aquí sin tus eunucos, con la ropa destrozada y oliendo a algo que no son rosas.

— Levanta, levanta Cao, no te arrodilles que estoy de incógnito.

— Yo también estoy de incógnito princesa. Escuché que huiste de Palacio y que tu primo ha puesto a precio tu cabeza...

— Incluso he tenido que dedicarte varias canciones —interrumpe con sarcasmo Lu Tao—. Eres el héroe nacional de Quin. ¿Cómo te libraste de los quonistas viejo amigo?

— ¡Bah! —contesta malhumorado Cao Zhi. No tiene ningún misterio. Recordarás que aquella noche hablamos de lo absurdo de esa guerra. Por la mañana, en cuanto escuché silbar la primera flecha negra, di media vuelta y salí corriendo. Menos mal que no fue demasiado tarde. ¡De lo que ocurriese luego no tengo ninguna responsabilidad princesa!. Que si resistencia gloriosa, que si nuestros pechos de cobre romperán sus lanzas... ¡Monsergas! Todos los que ese día tuvieron algo de raciocinio, huyeron del parapeto. Las leyendas que se inventaron luego las sacaron los historiadores de sus inmensos egos...

— Eso de que el Emperador padre asegurase que un tornado patriótico salvó tu cuerpo —dice Lu Tao— y lo depositó en una gema de jade verde, me daba algo de esperanza de que hubieses salvado el pellejo.

— Todo eso del tornado son pamplinas Lu. Pamplinas. Me vine aquí, a la frontera, porque había mucha tierra sin dueño. De hecho, este territorio no ha sido hasta ahora reclamado ni por Quin, ni por Quon, porque a todos los topógrafos que han ido llegando los hemos tirado por el barranco. Accidente de trabajo se puede decir. Como os digo, cuando llegué, aquí no había casi nada. En el lado de Quon vivía un campesino de espíritu positivo, Mu Chun. Hicimos amistad y me ayudó mucho a establecerme. Me enseñó a manejar una granja y desde entonces todo ha sido prosperidad. Tengo una cantidad de hijos, yernos, nueras, hijas y mujeres venidos de todas partes que no llevo ya la cuenta. Mu Chun me dice que tendríamos que formar una milicia porque hay rumores de guerra por doquier, pero yo no quiero saber nada del ejército. En fin, acompañadme a casa y guardemos nuestros secretos.

Cao Zhi les acompaña hasta una gran casa de campo. En la sala comunal que hace las veces de cocina y lavadero, corretean niños, mujeres, hombres, perros, cerdos, gatos y varios murciélagos. Al cabo de un rato Lu Tao, Jormungang y Ho Sa Nian toman un baño colectivo de aceite de grasa caliente de perro en un barril, son refregados, despiojados y sus vestidos lanzados al fuego entre los comentarios espantados de la alegre concurrencia que se tapa la nariz. Tras suministrarles nuevas prendas, se sientan y toman la primera comida caliente en mucho tiempo: caldereta de cerdo majado con hígado de rata. Lu Tao pone al capitán Cao al corriente de sus andanzas. Ho Sa Nian pregunta a su antiguo oficial...

— Dime Cao, ¿no sientes nostalgia por volver a tu patria? ¿No te llaman las calles que recorriste en tu juventud, el aroma del chu recién prensado...?

— No —contesta Cao mientras se come una carpa rellena de manitas de topo—.

— Pero... —iniste Ho Sa Nian—, ¿ni siquiera un poquitín?

— Princesa, Lu Tao me dices que has cambiado, y que ya no eres aquella perra arrogante de hace veinte años. Por eso te contesto que no pienso volver a Quin, porque me siento muy alegre aquí.

— Pero la Patria...

— Perdona princesa. La patria está allí donde hay una buena jarra de vino. Como dijo Po Li:
Mientras bebo en la noche
una jarra de vino entre las flores:
Levanto la copa y brindo.
Vierto unas gotas sobre la tierra
que la chupa ansiosa.
La tierra que piso, la tierra que me nutre
la que me cubrirá un día,
es la de cualquier parte.
es aquella en la que te sientas
para beber vino
— ¿Eso todo lo que hay en tu vida? —sugiere con pena Ho Sa Nian— ¿Una jarra de vino?

Cao Zhi medita brevemente y cabecea. Parece que se ha dormido porque respira como si roncase... Pero levanta la vista y responde...

— Bueno princesa, cuando llegué aquí se habían llevado a todos los hombres para la guerra, y prácticamente quedamos yo y Mu Chun. En doscientos quilómetros en dirección a cualquier parte, sólo había montones de mujeres y algún anciano. Así que cuando se corrió la voz de que dos hombres jóvenes estábamos aquí trabajando, vinieron cientos de mujeres a que las fecundásemos. Las madres nos pagaban incluso. Como bien sabes, el hombre no tiene importancia a la hora de la reproducción. Se puede prescindir de casi todos ellos [Cao Zhi se interrumpe para chupar con fruicción la cabeza de la carpa] Con que queden uno o dos... Bueno, a los nueve meses de comenzar nuestros servicios, tuvimos unos cincuenta hijos. Y ese año hubo más de trescientos nacimientos. Ten en cuenta princesa, que conseguir mantener el ritmo del primer mes fue muy laborioso..., teníamos que tomar garras de tigre y colas de serpiente como esas que cuelgan de la pared...

— ¿Puedo coger esas garras de tigre? —pide Lu tao—

— Sírvete tú mismo viejo. Te las regalo. Te eché de menos Lu Tao. Podías haberte venido a vivir aquí...

— No. Soy músico e hice voto de castidad.

— ¡Pero eso es comportarse como animales! —estalla Ho Sa Nian—.

— Bueno Ho Sa Nian, tú me has preguntado si había algo más que el vino en mi vida...

— ¿Y qué planes tienes ahora que viene la guerra —pregunta Lu Tao probándose las garras en manos y pies—.

— ¿Planes? Si yo hubiera hecho planes jamás hubiera salido corriendo. El hombre tiene mil planes, el azar sólo uno. Bebamos.

— ¡Por el Cielo! —exclama Ho Sa Nian—. ¡Como si este mundo no tuviera bastante con un solo Lu Tao!

Como llevados por un impulso irresistible, más de veinte hijos e hijas de Cao Zhi estaban cantando una copla que hablaba del mono que dejó preñada a la elefanta, y que se quedó ciego por no tener cuidado con el rabo. Jormungand —deprimido por la muerte del teniente Bo—, acompañaba con su cuerno.

Avatar de Usuario
indurain_rules
Mensajes: 146
Registrado: 07 May 2006, 17:43

Mensaje por indurain_rules » 02 Oct 2007, 06:15

muchas gracias :lol:

podías hacer entregas mas largas pero bueno, no te quiero presionar, ¡saludos!
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Avatar de Usuario
faradio
Mensajes: 15
Registrado: 23 Sep 2007, 15:20

Re: La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Mensaje por faradio » 02 Ago 2010, 15:38

Enhorabuena Tao!
Estupendo trabajo. Pero te pido, por favor, que nos saques de dudas: ¿es creación propia o lo has sacado de algún lado?

Gracias de antemano.
DecontrolSchizo82 escribió:No había vuelto abrir este tema desde la primera vez que lo leí, porque no me interesan las parábolas (con las del Nuevo Testamento que repetían los curas me bastó), y lo he vuelto a mirar únicamente porque veía que habías escrito, Grumilda.
Entro en este foro porque es un foro de debate político, para intercambiar argumentos y dialogar. El pretender exponer (y no digamos ya argumentar) una postura política en base a fábulas y cuentos es absurdo, y por supuesto no da lugar al debate.
Entiendo que no te gusten los cuentos. Pero no por eso es la ficción mucho menos didáctica que cualquier tostón o manual de política. Por ficción entiendo todo tipo de documento: canciones, poesías, novelas, fábulas, pintura, cine, etc. Al contrario podemos aprender más de la Historia de EEUU a través del cine que de los libros de Historia.
El cuento de Tao hace reflexionar y da para un buen debate.

salut

Avatar de Usuario
TAO
Mensajes: 49
Registrado: 18 Dic 2006, 14:05

Re: La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Mensaje por TAO » 02 Ago 2010, 15:44

faradio escribió:Enhorabuena Tao!
Estupendo trabajo. Pero te pido, por favor, que nos saques de dudas: ¿es creación propia o lo has sacado de algún lado?
Son propias.
Última edición por TAO el 02 Ago 2010, 16:00, editado 1 vez en total.

Avatar de Usuario
faradio
Mensajes: 15
Registrado: 23 Sep 2007, 15:20

Re: La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

Mensaje por faradio » 02 Ago 2010, 15:52

Olé! Me alegro, pues son cojonudas!

Suerte!

Responder