Al paso de las criticas de la CNT como españolista
Al paso de las criticas de la CNT como españolista
Al paso de las criticas de la CNT como una organización españolista
x Crespo - La Haine
La CNT en más de una ocasión ha sido denominada por determinados sectores del independentismo anticapitalista como una organización españolista. El término "Nacional" que contiene sus históricas siglas y la actuación de la organización a nivel estatal ha llevado a recibir acusaciones, me temo que desde el simplismo y el desconocimiento de la organización, de apología del españolismo.
Desobediencia al modelo territorial autonómico pactado en la transición
La CNT desobedece el modelo territorial españolista pactado en la transición. La Confederación es una organización que basa su estructura en el federalismo. Sus propios acuerdos entienden el federalismo como:
“Por ser la federación la base de la sociedad futura, la C.N.T. proclama el federalismo como el nexo de articulación libre y solidaria, sin autoritarismo ni coacción, de todos los grupos económicos y de relación humana general, que cumplirán en la nueva convivencia las funciones básicas de la vida social en todos sus aspectos. El federalismo constituye hoy también el principio esencial que rige las actividades de la C.N.T. en el plano estructural y en el del funcionamiento interno de la misma, garantizando de este modo la libertad y la igualdad decisoria de los la individuos y los sindicatos integrados en la organización. Dada su estructura no jerárquica y sus contenidos federalistas, la C.N.T. rechaza cualquier tipo de función dirigente, así como la figura de líderes o jefes carismáticos. El federalismo de C.N.T. no es una descentralización de un poder central, en diferentes poderes a más bajo nivel. Quiere decir lo anterior, en uno de sus aspectos, que tomamos postura decidida contra todo tipo de centralismo. Afirmamos por ello que en su organización y funcionamiento interno la C.N.T. prefigura el tipo de sociedad a que Que aspiramos, dado que el futuro, para realizarse, debe estar contenido ya como germen en el presente”
La CNT se organiza por federaciones libres que han elegido autónomamente en las asambleas de sus sindicatos como y con quien quieren federarse. Esto dista mucho de parecerse al bochornoso pacto del modelo territorial español gestado en la transición que hoy padecemos. Estamos contra cualquier tipo de nacionalismo y por supuesto también del nacionalismo español. Somos federalistas y defendemos la libre federación de los pueblos entre sí del modo que ellos decidan horizontalmente. Esto lejos de ser un yugo que oprime a los pueblos es la máxima expresión de respeto a los aspectos culturales, lingüísticos, peculiaridades…. de las diferentes regiones. Por ejemplo, en las colectividades de Aragón y Catalunya de los años 30 hubo una libre federación muy interesante donde se respetaron al máximo los valores y los aspectos culturales de las comunas libremente federadas.
No podemos ser españolistas por la sencilla razón de que negamos la idea de España, entendemos esta como una construcción interesada fruto de las clases opresoras y del Estado, que tiende a centralizar los caminos políticos, financieros y culturales. Que pretende homogeneizar impositivamente a toda la población, subyugándola a la idea de nación española. Ahora bien, para superar esta injusticia, la propuesta de CNT es diferente a la del nacionalismo y el independentismo existente en el estado español, denunciando el papel opresor de todo estado por pequeño que sea y de todo enaltecimiento de nación y patria como conceptos esencialmente ligados al poder.
Confederación NACIONAL del Trabajo
Escrita está en mayúsculas la palabra de la discordia. Esta cuestión ya se debatió dentro de la Confederación pues ciertos sectores cenetistas propusieron cambiar el término nacional por otro más acorde con el sentir de la organización. Propuesta que no se aprobó por la mayoría de sindicatos. Cosa que se hizo, no por ensalzar el término Nación - concepto que reiteran las burguesías nacionalistas españolistas y periféricas- sino por una cuestión histórica.
La CNT surge en 1910 aglutinando a las diferentes organizaciones locales anarconsindicalistas del Estado español. De ahí deriva el término “Nacional”, porque nace con la voluntad de coordinar ese trabajo a nivel nacional (del territorio del estado español). Coordinar las luchas anarquistas para derrumbar al estado –por lo tanto al estado español y su afán colonizador- y al capital. Por aquel entonces, el término Nación no tenía las connotaciones que tiene ahora sino que era un término más bien sinónimo de "pueblo". No se decidió cambiarlo teniendo en cuenta este pasado histórico. Más aún cuando las siglas CNT actualmente se han convertido en un referente de lucha en todo el mundo; modificarlos crearía un confusionismo innecesario.
Por otro lado no debemos olvidar que la actual CGT –en su apuesta por el sindicalismo de estado- intentó (de una y mil maneras) robar las siglas al sector mayoritario que defendía los principios, tácticas y finalidades anarcosindicalistas. Fueron años de dura lucha por la especificidad e identidad de la CNT, por la no recuperación de su contenido y la no desaparición del sindicalismo revolucionario en el estado español. Lo que también contribuyó a mantener sus siglas históricas. Es irracional pensar que los motivos que llevaron a mantener ese término fue hacer apología de la nación española.
El ámbito de actuación de la CNT propiamente dicho es el territorio del estado español pero con una acción revolucionaria que no entiende de fronteras. La CNT esta adherida a la AIT. Es una sección más de la Internacional del Sindicalismo Revolucionario que aglutina y coordina a diferentes organizaciones anarcosindicalistas en todo el mundo que luchan contra el capitalismo. Lo que supone un rechazo frontal a la imposición territorial que nos imponen los estados y sus fronteras –no sólo el estado español sino en la UE, por ejemplo- entendiendo a la clase trabajadora mundial como explotada, fomentando que se organice y revolucione contra la dominación a escala planetaria. Es decir, la CNT es internacionalista, si los compañeros de la FORA Argentina –por poner un ejemplo- tienen un conflicto laboral con Telefónica y piden, a través de la AIT, apoyo a la CNT, se sucederán, allí donde la CNT pueda llegar, acciones contra Telefónica de apoyo a los compañeros argentinos y viceversa. Ósea, se lucha contra la patronal y los estados a nivel mundial, pasando por encima de las fronteras impuestas por los poderosos.
Por su parte cada sindicato de la CNT tiene su autonomía siempre y cuando no contradigan los acuerdos libremente acordados por la organización. De ahí, por ejemplo, que la propaganda se realice en diversos idiomas, dependiendo de la zona donde se encuentren los mismos (sindicatos), ya sea en gallego, catalàn o euskera.
Otro aspecto que caracteriza a la CNT, o por lo menos a muchas de las personas que la componemos, es la defensa del Esperanto como lengua común. Entendiendo el Esperanto como un mecanismo lingüístico aprendido pero utilizado sólo cuando personas que practican diferentes idiomas no pueden entenderse. El Esperanto tiene un valor meramente pragmático y comunicativo respetando íntegramente las lenguas oprimidas (denominadas minoritarias) y se limita sólo a extender su uso de manera excepcional. Actualmente el poder financiero dictamina cual es el lenguaje universal, tendiendo a la estandarización lingüística en todos los aspectos, pasando por encima de las lenguas no mercantiles (como las indígenas). Así, el idioma impuesto es el inglés a escala mundial y el castellano dentro del estado español. El esperanto, al estar separado del poder mercantil evitaría la colonización lingüística, de ahí que no se haya propagado por los estamentos oficiales…
Aspectos ideológicos
El anarquismo, consciente de la opresión cultural, territorial e imperialista a la que someten los estados a los pueblos, deja entrever –pues no es una teoría cerrada si no en continua construcción por los sujetos revolucionarios que la componen- una propuesta a este respecto.
Rudolf Rocker, gran pensador y activista anarcosindicalista, profundizó sobre este tema en su obra "Nacionalismo y cultura", donde se muestra claramente reacio al concepto que nos ocupa al ver una "voluntad de poder" detrás de todo lo nacional y considerar que "el aparato del Estado nacional y la idea abstracta de nación han crecido en el mismo tronco"; la separación de unos pueblos y otros tiene su génesis y su fortalecimiento en la opresión política de los Estados. Consideraba el teórico alemán que existía una clara ruptura entre la cultura y el nacionalismo, ya que era mucho más influyente en el individuo su entorno intelectual que el llamado "espíritu nacional". El "nacionalismo cultural" es indisociable de su vertiente política, mostrando las mismas aspiraciones de dominio. Para Rocker, la separación entre pueblo y nación era tan clara como entre sociedad y Estado; bajo ningún concepto se puede considerar el Estado como un efecto de la nación, más bien a la inversa.
Por otro lado, como escribió Jaume Balboa: la nación es una construcción mental que se proyecta sobre un espacio simbólico, donde la única materialización es el Estado. Pero ¿qué es un Estado? Toda forma de organización estatal se fundamental en tres pilares: la existencia de un robo por parte de un sector social. El uso institucionalizado de la violencia para, precisamente, reproducir el expolio; y la legitimación ideológica de esta violenta situación. Es decir, hacienda, guerra y adoctrinamiento. Estos tres elementos son inseparables, en mayor o menor medida, en todo estado o en todo proyecto que tenga por objetivo la construcción de un Estado.
Los aspectos culturales de cada pueblo son harto variopintos y heterogéneos. Para conseguir la no imposición de una cultura o peculiaridad sobre otra, ya no de cada región, sino de cada barrio, el anarquismo –consciente de la importancia de este asunto- apuesta por la libre federación de las comunas. Un Estado “independiente” del cual depende el peso político, financiero, militar y educacional difícilmente va a respetar dicha peculiaridad barrial. Tenderá, por pequeño que sea, a homogeneizar, imponer y centralizar todos los aspectos vitales de la gente. El estado, en tanto que gobierno, no será más que el protector de la clase poderosa y sus intereses. Con desigualdad económica y de poder no hay respeto cultural que valga, este sencillo axioma, nos ha llevado sorprendentemente a ser españolistas…
Bakunin expresó con contundencia en su obra Dios y el Estado que explotar y gobernar significan la misma cosa: la una completa a la otra y le sirve de medio y de fin. Por lo tanto, con explotación no hay libertad por muy antiespañolista que se sea.
No somos nacionalistas españoles (¡que espanto!), respetamos profundamente la heterogeneidad y diferencias culturales de los pueblos pero siendo conscientes de que la construcción de un estado es la aniquilación encubierta de estas peculiaridades con fines de poder y dominación. Además negamos la eliminación de la lucha de clases en post de un planteamiento de “liberación nacional” y apostamos por la autogestión en todas las facetas de la vida.
Estos son planteamientos teóricos, discutibles, debatibles… e imagino que los independentistas –ya no digamos los nacionalistas- no los compartan. Pero eso es una cosa y otra acusarnos de españolismo.
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crespez@hotmail.com
x Crespo - La Haine
La CNT en más de una ocasión ha sido denominada por determinados sectores del independentismo anticapitalista como una organización españolista. El término "Nacional" que contiene sus históricas siglas y la actuación de la organización a nivel estatal ha llevado a recibir acusaciones, me temo que desde el simplismo y el desconocimiento de la organización, de apología del españolismo.
Desobediencia al modelo territorial autonómico pactado en la transición
La CNT desobedece el modelo territorial españolista pactado en la transición. La Confederación es una organización que basa su estructura en el federalismo. Sus propios acuerdos entienden el federalismo como:
“Por ser la federación la base de la sociedad futura, la C.N.T. proclama el federalismo como el nexo de articulación libre y solidaria, sin autoritarismo ni coacción, de todos los grupos económicos y de relación humana general, que cumplirán en la nueva convivencia las funciones básicas de la vida social en todos sus aspectos. El federalismo constituye hoy también el principio esencial que rige las actividades de la C.N.T. en el plano estructural y en el del funcionamiento interno de la misma, garantizando de este modo la libertad y la igualdad decisoria de los la individuos y los sindicatos integrados en la organización. Dada su estructura no jerárquica y sus contenidos federalistas, la C.N.T. rechaza cualquier tipo de función dirigente, así como la figura de líderes o jefes carismáticos. El federalismo de C.N.T. no es una descentralización de un poder central, en diferentes poderes a más bajo nivel. Quiere decir lo anterior, en uno de sus aspectos, que tomamos postura decidida contra todo tipo de centralismo. Afirmamos por ello que en su organización y funcionamiento interno la C.N.T. prefigura el tipo de sociedad a que Que aspiramos, dado que el futuro, para realizarse, debe estar contenido ya como germen en el presente”
La CNT se organiza por federaciones libres que han elegido autónomamente en las asambleas de sus sindicatos como y con quien quieren federarse. Esto dista mucho de parecerse al bochornoso pacto del modelo territorial español gestado en la transición que hoy padecemos. Estamos contra cualquier tipo de nacionalismo y por supuesto también del nacionalismo español. Somos federalistas y defendemos la libre federación de los pueblos entre sí del modo que ellos decidan horizontalmente. Esto lejos de ser un yugo que oprime a los pueblos es la máxima expresión de respeto a los aspectos culturales, lingüísticos, peculiaridades…. de las diferentes regiones. Por ejemplo, en las colectividades de Aragón y Catalunya de los años 30 hubo una libre federación muy interesante donde se respetaron al máximo los valores y los aspectos culturales de las comunas libremente federadas.
No podemos ser españolistas por la sencilla razón de que negamos la idea de España, entendemos esta como una construcción interesada fruto de las clases opresoras y del Estado, que tiende a centralizar los caminos políticos, financieros y culturales. Que pretende homogeneizar impositivamente a toda la población, subyugándola a la idea de nación española. Ahora bien, para superar esta injusticia, la propuesta de CNT es diferente a la del nacionalismo y el independentismo existente en el estado español, denunciando el papel opresor de todo estado por pequeño que sea y de todo enaltecimiento de nación y patria como conceptos esencialmente ligados al poder.
Confederación NACIONAL del Trabajo
Escrita está en mayúsculas la palabra de la discordia. Esta cuestión ya se debatió dentro de la Confederación pues ciertos sectores cenetistas propusieron cambiar el término nacional por otro más acorde con el sentir de la organización. Propuesta que no se aprobó por la mayoría de sindicatos. Cosa que se hizo, no por ensalzar el término Nación - concepto que reiteran las burguesías nacionalistas españolistas y periféricas- sino por una cuestión histórica.
La CNT surge en 1910 aglutinando a las diferentes organizaciones locales anarconsindicalistas del Estado español. De ahí deriva el término “Nacional”, porque nace con la voluntad de coordinar ese trabajo a nivel nacional (del territorio del estado español). Coordinar las luchas anarquistas para derrumbar al estado –por lo tanto al estado español y su afán colonizador- y al capital. Por aquel entonces, el término Nación no tenía las connotaciones que tiene ahora sino que era un término más bien sinónimo de "pueblo". No se decidió cambiarlo teniendo en cuenta este pasado histórico. Más aún cuando las siglas CNT actualmente se han convertido en un referente de lucha en todo el mundo; modificarlos crearía un confusionismo innecesario.
Por otro lado no debemos olvidar que la actual CGT –en su apuesta por el sindicalismo de estado- intentó (de una y mil maneras) robar las siglas al sector mayoritario que defendía los principios, tácticas y finalidades anarcosindicalistas. Fueron años de dura lucha por la especificidad e identidad de la CNT, por la no recuperación de su contenido y la no desaparición del sindicalismo revolucionario en el estado español. Lo que también contribuyó a mantener sus siglas históricas. Es irracional pensar que los motivos que llevaron a mantener ese término fue hacer apología de la nación española.
El ámbito de actuación de la CNT propiamente dicho es el territorio del estado español pero con una acción revolucionaria que no entiende de fronteras. La CNT esta adherida a la AIT. Es una sección más de la Internacional del Sindicalismo Revolucionario que aglutina y coordina a diferentes organizaciones anarcosindicalistas en todo el mundo que luchan contra el capitalismo. Lo que supone un rechazo frontal a la imposición territorial que nos imponen los estados y sus fronteras –no sólo el estado español sino en la UE, por ejemplo- entendiendo a la clase trabajadora mundial como explotada, fomentando que se organice y revolucione contra la dominación a escala planetaria. Es decir, la CNT es internacionalista, si los compañeros de la FORA Argentina –por poner un ejemplo- tienen un conflicto laboral con Telefónica y piden, a través de la AIT, apoyo a la CNT, se sucederán, allí donde la CNT pueda llegar, acciones contra Telefónica de apoyo a los compañeros argentinos y viceversa. Ósea, se lucha contra la patronal y los estados a nivel mundial, pasando por encima de las fronteras impuestas por los poderosos.
Por su parte cada sindicato de la CNT tiene su autonomía siempre y cuando no contradigan los acuerdos libremente acordados por la organización. De ahí, por ejemplo, que la propaganda se realice en diversos idiomas, dependiendo de la zona donde se encuentren los mismos (sindicatos), ya sea en gallego, catalàn o euskera.
Otro aspecto que caracteriza a la CNT, o por lo menos a muchas de las personas que la componemos, es la defensa del Esperanto como lengua común. Entendiendo el Esperanto como un mecanismo lingüístico aprendido pero utilizado sólo cuando personas que practican diferentes idiomas no pueden entenderse. El Esperanto tiene un valor meramente pragmático y comunicativo respetando íntegramente las lenguas oprimidas (denominadas minoritarias) y se limita sólo a extender su uso de manera excepcional. Actualmente el poder financiero dictamina cual es el lenguaje universal, tendiendo a la estandarización lingüística en todos los aspectos, pasando por encima de las lenguas no mercantiles (como las indígenas). Así, el idioma impuesto es el inglés a escala mundial y el castellano dentro del estado español. El esperanto, al estar separado del poder mercantil evitaría la colonización lingüística, de ahí que no se haya propagado por los estamentos oficiales…
Aspectos ideológicos
El anarquismo, consciente de la opresión cultural, territorial e imperialista a la que someten los estados a los pueblos, deja entrever –pues no es una teoría cerrada si no en continua construcción por los sujetos revolucionarios que la componen- una propuesta a este respecto.
Rudolf Rocker, gran pensador y activista anarcosindicalista, profundizó sobre este tema en su obra "Nacionalismo y cultura", donde se muestra claramente reacio al concepto que nos ocupa al ver una "voluntad de poder" detrás de todo lo nacional y considerar que "el aparato del Estado nacional y la idea abstracta de nación han crecido en el mismo tronco"; la separación de unos pueblos y otros tiene su génesis y su fortalecimiento en la opresión política de los Estados. Consideraba el teórico alemán que existía una clara ruptura entre la cultura y el nacionalismo, ya que era mucho más influyente en el individuo su entorno intelectual que el llamado "espíritu nacional". El "nacionalismo cultural" es indisociable de su vertiente política, mostrando las mismas aspiraciones de dominio. Para Rocker, la separación entre pueblo y nación era tan clara como entre sociedad y Estado; bajo ningún concepto se puede considerar el Estado como un efecto de la nación, más bien a la inversa.
Por otro lado, como escribió Jaume Balboa: la nación es una construcción mental que se proyecta sobre un espacio simbólico, donde la única materialización es el Estado. Pero ¿qué es un Estado? Toda forma de organización estatal se fundamental en tres pilares: la existencia de un robo por parte de un sector social. El uso institucionalizado de la violencia para, precisamente, reproducir el expolio; y la legitimación ideológica de esta violenta situación. Es decir, hacienda, guerra y adoctrinamiento. Estos tres elementos son inseparables, en mayor o menor medida, en todo estado o en todo proyecto que tenga por objetivo la construcción de un Estado.
Los aspectos culturales de cada pueblo son harto variopintos y heterogéneos. Para conseguir la no imposición de una cultura o peculiaridad sobre otra, ya no de cada región, sino de cada barrio, el anarquismo –consciente de la importancia de este asunto- apuesta por la libre federación de las comunas. Un Estado “independiente” del cual depende el peso político, financiero, militar y educacional difícilmente va a respetar dicha peculiaridad barrial. Tenderá, por pequeño que sea, a homogeneizar, imponer y centralizar todos los aspectos vitales de la gente. El estado, en tanto que gobierno, no será más que el protector de la clase poderosa y sus intereses. Con desigualdad económica y de poder no hay respeto cultural que valga, este sencillo axioma, nos ha llevado sorprendentemente a ser españolistas…
Bakunin expresó con contundencia en su obra Dios y el Estado que explotar y gobernar significan la misma cosa: la una completa a la otra y le sirve de medio y de fin. Por lo tanto, con explotación no hay libertad por muy antiespañolista que se sea.
No somos nacionalistas españoles (¡que espanto!), respetamos profundamente la heterogeneidad y diferencias culturales de los pueblos pero siendo conscientes de que la construcción de un estado es la aniquilación encubierta de estas peculiaridades con fines de poder y dominación. Además negamos la eliminación de la lucha de clases en post de un planteamiento de “liberación nacional” y apostamos por la autogestión en todas las facetas de la vida.
Estos son planteamientos teóricos, discutibles, debatibles… e imagino que los independentistas –ya no digamos los nacionalistas- no los compartan. Pero eso es una cosa y otra acusarnos de españolismo.
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- Chimaera monstrosa
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- Zirriparra
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Creo que aquí, presicamente, esta el quid de la cuestión para quienes dicen que la CNT toma como marco de referencia la nación España.La CNT surge en 1910 aglutinando a las diferentes organizaciones locales anarconsindicalistas del Estado español. De ahí deriva el término “Nacional”, porque nace con la voluntad de coordinar ese trabajo a nivel nacional (del territorio del estado español).
Por otra parte no deja de ser una opinión personal y no de la CNT como organización.
"Kaletan kriston kaña / sartzen ari dira. Bertan gaztea izatea / a zer mobida!"
"Están metiendo / una caña del copón en las calles. / ¡Qué movida / ser joven allí!."
"Están metiendo / una caña del copón en las calles. / ¡Qué movida / ser joven allí!."
- estricalla
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Si, es una opinión personal pero el artículo está bien.
Lo que comentas Chimaera, si que sacan algunas veces propaganda en otros idiomas, no hay como echar un ojo a la parte de info de la página donde acusan a la CNT de "separatas", si es que nunca llueve al gusto de todos
Lo que comentas Chimaera, si que sacan algunas veces propaganda en otros idiomas, no hay como echar un ojo a la parte de info de la página donde acusan a la CNT de "separatas", si es que nunca llueve al gusto de todos
a luita ye l´unico camin
http://zh2no.noblezabaturra.org
http://zh2no.noblezabaturra.org
el valenciano no es ni lengua oficial ni no oficial
"Basta un amo en el cielo para que haya mil en la tierra." Bakunin
Contrainformacion; http://nnbes.blogspot.co.uk/
Contrainformacion; http://nnbes.blogspot.co.uk/
Unos rápidos apuntes como respuesta al artículo de Crespo:
- Nuestra organización se reclama federalista, pero ese federalismo lo articula no a partir del marco del Estado de las Autonomías, sino respetando uno anterior: las provincias, demarcación territorial que continúa intacta desde antes del franquismo... Cuando se nos tacha a la CNT como españolista, hemos de reconocer nuestra contradicción de que actuamos aceptando el marco estatal. Euskal Herriak existe más allá de las fronteras del Estado España. Lo mismo los Països Catalans... Con nuestro ámbito de actuación y organización reconocemos implícitamente a la ficticia nación española por un lado y, también por otra, nos negamos a reconocer que las naciones naturales se extienden más allá de las fronteras estatales actualmente impuestas... Cierto es que, fuera de las fronteras españolas pero aún dentro del territorio en el que se asientan sus naciones, a un trabajador vasco o catalán es otro marco de relaciones laborales el que le afecta, pero, en todo esto, ¿dónde queda el respeto a las culturas de los pueblos y a la libre federación? Atendiendo a la libre federación y suponiendo que en las comunidades nacionales citadas existieran núcleos anarcosindicalistas que, por decisión propia, pretendieran una relación con los sindicatos que, en su nación, están al otro lado de la frontera (española o francesa), ¿qué respuesta se les daría? Esa unión, atendiendo a aspectos nacionales, no sería "internacionalismo", sino el afán de realizar una aspiración que, por cuestiones de afinidad cultural, habría de darse plena libertad para que así establecieran autónomamente su relación... ¿Cómo la CNT ha de expresar en sus Estatutos y en su organización esta legítima y coherente opción con el federalismo?
- Hay un grave error en señalar que la CNT nació con el nombre con el que es conocida. En su Congreso Fundacional de 1910, la CNT no quiso llamarse Confederación Nacional del Trabajo. La CNT quiso llamarse de la misma forma que la organización sindicalista-revolucionaria francesa, la CGT, Confederación General del Trabajo. Sobre este asunto se ha hablado en el foro (http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... e45a4b18e9). El discurso que se articula a partir de una asumida voluntad de llamarse CNT es absolutamente falso y carece del menor rigor histórico.
- Se acepta con el "internacionalismo" la validez del marco territorial del Estado-nación para articular una organización "nacional". Se tiene en la AIT una organización que es representativa de una nación-Estado... Esto es otra contradicción... Una cosa son las naciones y otra los Estados-nación. La AIT debe estar abierta a más opciones. ¿Por qué no puede tener cabida en la Internacional un anarcosindicato catalán o de Euskal Herriak? Por otra parte, en sí misma, la CNT debe reconocerse internacionalista, no porque establezca coordinaciones más allá de las fronteras del Estado España, sino porque la CNT acoge en su seno a trabajadores que pertenecen a distintas comunidades nacionales sometidas al Estado España y, en algunos casos, también al Estado Francia. ¿Qué mejor manera de negar al Estado España?
- La actual estructuración orgánica en regionales que no atienden a aspectos históricos y culturales, plantean serias dificultades. Así sucede con el uso del idioma... Los compañeros de la "Regional de Galicia" han adoptado el acuerdo de usar el gallego en sus comunicaciones internas, lo cual me parece un gesto de agradecer (¿quién no habla gallego en Galiza...?) y una defensa del patrimonio cultural de su nación. ¿Pueden hacer lo propio con el catalán los compañeros de la "Regional Levante" cuando tiene como apéndice a Albacete? ¿Deben abstenerse de usar el catalán para no ejercer "imperialismo cultural" (
) sobre los compañeros del Sindicato de Albacete? ¿O el Sindicato de Albacete ha de aprender catalán forzado por una posible decisión mayoritaria de los sindicatos adheridos a la Regional? ¿Y qué pasa con el euskera...? ¿Y con el asturianu...? Otra cuestión es todo lo relativo a las relaciones con los organismos oficiales, al estar transferidas a las Comunidades Autónomas muchas competencias con las que tiene que ver la actuación sindical. La Regional Norte, ¿ha de cuadriplicar sus esfuerzos cuando se dirige a la administración autonómica en comparación con los compañeros de la Regional de Galicia? No estoy abogando por la aceptación del marco territorial autonómico, pero presumir de no aceptarlo porque "la CNT desobedece el modelo territorial españolista pactado en la transición" creo que es ni cierto ni es mejor tampoco la estructuración en Regionales que ahora tenemos... Hace falta una verdadera autocrítica y que verdaderamente sean los sindicatos los que se autodeterminen. Hay que observar los pros y contras y elegir la estructuración menos mala. El mapa confederal debe ser reestructurado y construido desde abajo.
He expresado en otras ocasiones que la CNT debe serguirse llamando así. Y esto por cuestiones históricas. Somos continuadores de lo que los trabajadores bajo estas siglas han hecho. Y, con estas siglas asumimos una trayectoria con aciertos y errores. Ahora no somos un "fósil"... Debemos cambiar y evolucionar acorde a los tiempos y a lo que con ellos los propios trabajadores vayan asumiendo y demandando. La nomenclatura orgánica ha de modificarse y la estructura orgánica ha de articularse bajo criterios de mayor raciocinio y atendiendo a afinidades culturales.
Hay otros aspectos reflejados en el artículo de Crespo en los que quisiera centrarme, pero ahora carezco del tiempo preciso. Ya los aportaré otro día...
- Nuestra organización se reclama federalista, pero ese federalismo lo articula no a partir del marco del Estado de las Autonomías, sino respetando uno anterior: las provincias, demarcación territorial que continúa intacta desde antes del franquismo... Cuando se nos tacha a la CNT como españolista, hemos de reconocer nuestra contradicción de que actuamos aceptando el marco estatal. Euskal Herriak existe más allá de las fronteras del Estado España. Lo mismo los Països Catalans... Con nuestro ámbito de actuación y organización reconocemos implícitamente a la ficticia nación española por un lado y, también por otra, nos negamos a reconocer que las naciones naturales se extienden más allá de las fronteras estatales actualmente impuestas... Cierto es que, fuera de las fronteras españolas pero aún dentro del territorio en el que se asientan sus naciones, a un trabajador vasco o catalán es otro marco de relaciones laborales el que le afecta, pero, en todo esto, ¿dónde queda el respeto a las culturas de los pueblos y a la libre federación? Atendiendo a la libre federación y suponiendo que en las comunidades nacionales citadas existieran núcleos anarcosindicalistas que, por decisión propia, pretendieran una relación con los sindicatos que, en su nación, están al otro lado de la frontera (española o francesa), ¿qué respuesta se les daría? Esa unión, atendiendo a aspectos nacionales, no sería "internacionalismo", sino el afán de realizar una aspiración que, por cuestiones de afinidad cultural, habría de darse plena libertad para que así establecieran autónomamente su relación... ¿Cómo la CNT ha de expresar en sus Estatutos y en su organización esta legítima y coherente opción con el federalismo?
- Hay un grave error en señalar que la CNT nació con el nombre con el que es conocida. En su Congreso Fundacional de 1910, la CNT no quiso llamarse Confederación Nacional del Trabajo. La CNT quiso llamarse de la misma forma que la organización sindicalista-revolucionaria francesa, la CGT, Confederación General del Trabajo. Sobre este asunto se ha hablado en el foro (http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... e45a4b18e9). El discurso que se articula a partir de una asumida voluntad de llamarse CNT es absolutamente falso y carece del menor rigor histórico.
- Se acepta con el "internacionalismo" la validez del marco territorial del Estado-nación para articular una organización "nacional". Se tiene en la AIT una organización que es representativa de una nación-Estado... Esto es otra contradicción... Una cosa son las naciones y otra los Estados-nación. La AIT debe estar abierta a más opciones. ¿Por qué no puede tener cabida en la Internacional un anarcosindicato catalán o de Euskal Herriak? Por otra parte, en sí misma, la CNT debe reconocerse internacionalista, no porque establezca coordinaciones más allá de las fronteras del Estado España, sino porque la CNT acoge en su seno a trabajadores que pertenecen a distintas comunidades nacionales sometidas al Estado España y, en algunos casos, también al Estado Francia. ¿Qué mejor manera de negar al Estado España?
- La actual estructuración orgánica en regionales que no atienden a aspectos históricos y culturales, plantean serias dificultades. Así sucede con el uso del idioma... Los compañeros de la "Regional de Galicia" han adoptado el acuerdo de usar el gallego en sus comunicaciones internas, lo cual me parece un gesto de agradecer (¿quién no habla gallego en Galiza...?) y una defensa del patrimonio cultural de su nación. ¿Pueden hacer lo propio con el catalán los compañeros de la "Regional Levante" cuando tiene como apéndice a Albacete? ¿Deben abstenerse de usar el catalán para no ejercer "imperialismo cultural" (
He expresado en otras ocasiones que la CNT debe serguirse llamando así. Y esto por cuestiones históricas. Somos continuadores de lo que los trabajadores bajo estas siglas han hecho. Y, con estas siglas asumimos una trayectoria con aciertos y errores. Ahora no somos un "fósil"... Debemos cambiar y evolucionar acorde a los tiempos y a lo que con ellos los propios trabajadores vayan asumiendo y demandando. La nomenclatura orgánica ha de modificarse y la estructura orgánica ha de articularse bajo criterios de mayor raciocinio y atendiendo a afinidades culturales.
Hay otros aspectos reflejados en el artículo de Crespo en los que quisiera centrarme, pero ahora carezco del tiempo preciso. Ya los aportaré otro día...
Yo no creo que la CNT sea españolista, sencillamente es española, pero no la España de las autonomías ni la españa centralista, la España plural.
¿Ese mapa que aparece en el enlace que has puesto es la España de la Confederación, es decir, es la división territorial que proclama la CNT?, lo sigo porque Albacete está unida a Valencia, La Rioja a Aragón, Asturias a León, y algun que otro cambio mas.
¿Ese mapa que aparece en el enlace que has puesto es la España de la Confederación, es decir, es la división territorial que proclama la CNT?, lo sigo porque Albacete está unida a Valencia, La Rioja a Aragón, Asturias a León, y algun que otro cambio mas.

- chief salamander
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- Alquimista loco
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- Registrado: 23 Feb 2005, 17:41
Aquí van unos cuantos apuntes, rápidos y desordenados, en los que complemento argumentos ya señalados (también rápidos y desordenados) y que pretenden contraponerse a los que Crespo señala en su artículo “Al paso de las criticas de la CNT como una organización españolista”. Pido disculpas y comprensión por la rapidez con la que he elaborado estos apuntes. Que Crespo ni nadie entienda como una falta de respeto lo que digo y la forma en que lo expreso, producto de las prisas, y no dotada voluntariamente de una carga tajante y que pretenda encrespar los ánimos a nadie. Si así alguien lo interpreta, que sepa de antemano que no es mi propósito. El tema del españolismo cenetista debería ser producto de una meditación seria entre nuestra militancia y proclive de adopción de acuerdos que rebajaran una evidente contradicción con los propósitos que perseguimos como organización.
- La adhesión cenetista a la AIT no implica, contrariamente a lo que afirma Crespo, “un rechazo frontal a la imposición territorial que nos imponen los estados y sus fronteras”, pues la AIT se articula en organizaciones que tienen como ámbito de actuación los territorios de los Estados, esto es, el respeto a sus fronteras. No hay ninguna organización que tenga el ámbito de actuación el de una nación sometida a un Estado que no coincida con las fronteras de éste. Como cenetistas hemos de reconocer esta contradicción. ¿Qué pasaría si los anarcosindicalistas bretones –por poner un ejemplo- se organizan en una organización distinta a la CNT francesa? Por muy afines que sean sus principios, tácticas y finalidades a la Internacional, ¿debe ser la CNT francesa la que permita o rechace su adhesión a la AIT? Una vez admitida una organización en la AIT se le otorga “la exclusividad” de actuación sobre un territorio que, en las organizaciones admitidas hasta hoy, coinciden siempre con las demarcaciones territoriales de Estados… ¿Es esto coherente? ¿Es verdaderamente esto internacionalismo o un incoherente despropósito de interestatalismo revolucionario? Este tipo de decisiones y de articulación de la internacional, ¿representan verdaderamente un rechazo frontal a las fronteras estatales o su reconocimiento y perpetuación?
- El federalismo que tenemos en la CNT no es “puro”, porque, aunque los acuerdos emanen de abajo a arriba, una vez aprobados por instancias consideradas superiores, todos los sindicatos tienen la obligación de respetarlos, es decir, no tanto desarrollarlos, pero sí no ir en contra de esos acuerdos que no se compartan. En este sentido, ¿dónde queda el federalismo? Siempre me dirán que se tiene la libertad de desfederarse, claro, pero el resultado es una organización que sólo puede experimentar en un sentido democrático en su acepción más burguesa: la ley de mayorías o “del número” como decía Mella, obligando a permanecer de brazos cruzados a los que no comparten el acuerdo mayoritario…
- Los únicos Congresos que se celebran en la Organización son los de “España”, esa es una de las piedras de toque de nuestro españolismo, rechazado en teoría, pero aplicado en la práctica. La CNT no tiene congresos de sus “Regionales”. ¿Cómo es posible que la CNT limite la capacidad autoorganizativa de los sindicatos? ¿Cómo la CNT no va a poder celebrar Congresos de lo que hoy definimos como Regionales –término que abogo por modificar en la nomenclatura orgánica- para tratar asuntos concernientes a su ámbito específico? ¿Cómo no van a poderse tomar decisiones que incidan en una mayor y mejor penetración en la realidad circundante, diseñando estrategias de extensión que tengan en cuenta las condiciones específicas o hasta asuntos transversales que asimismo incidan en ella, como son la defensa de una lengua o una cultura? Me dirán que están los Plenos y Plenarias Regionales, pero no es lo mismo… La “puesta a punto” organizativa que se experimenta con un Congreso para nada es equiparable. Un Congreso es una llamada de atención militante, un acicate a la participación militante, una potenciación en la búsqueda de análisis y planes de actuación ajustados que llama al debate amplio…
- La defensa del esperanto, ¿lo ha de ser conjuntamente con la del español? La torpe demarcación de las regionales está impidiendo que la CNT asuma el uso de las otras lenguas que en los territorios del Estado España se hablan. Disculpen que me repita en cuestiones ya señaladas en mi aportación anterior, pero el hecho de que dentro de la CNT de Galicia se hable gallego es producto de que su Regional coincide con el territorio en el que se asienta su nación. ¿Por qué no ha de poderse hacer lo propio en la Euskal Herriak bajo dominio español? La estructuración territorial que tenemos en la Organización es bastante retorcida y debe ser revisada atendiendo a afinidades culturales. Esto favorece que la CNT comulgue con las expresiones populares y se implique en la promoción y defensa de los rasgos culturales diferenciales presentes en el lugar en el que actúa, no haciendo promoción del español como ahora hace.
- Para rechazar la defensa y apoyo a las culturas nacionales oprimidas, desde el anarquismo y anarcosindicalismo se busca a Rocker como referente. Y todo ello porque se entiende erróneamente que promover una actuación cultural libertaria que tome en cuenta las realidades culturales específicas es caer en el nacionalismo. Antes que Rocker muchos libertarios han apoyado las luchas de emancipación nacional como parte del mismo proyecto anarquista o como una manera de impulsar un nuevo orden social que no contempla ni al capital ni, por supuesto, a los Estados, siendo estos teóricos libertarios esenciales en la formación y formulación de nuestro pensamiento, tales como Bakunin o Kropotkin. Reconocer y promocionar la defensa de la cultura nacional no es hacer nacionalismo. Reconocer a la nación no es hacer nacionalismo, ni reconocer la existencia de la nación lleva de cabeza a la generación de nuevos Estados. Rocker estaba muy influido en sus formulaciones por la experiencia alemana, por el nacionalismo alemán, que ya sabemos que trocó en nacional – socialismo o nazismo… Su formulación es válida en ese contexto, pero no es de aplicación universal. Lo curioso, siempre, es que se eche mano de Rocker para señalar los peligros presentes en las naciones que resisten, más no para criticar con igual o mayor contundencia a la nación española opresora, ya articulada como Estado…
- Otro aspecto que reiteradamente chirria en los discursos cenetistas, incluyendo el artículo del compañero Crespo, es el uso de una expresión que implica la validación de concepciones nacionales referidas a todos los terriorios sometidos al Estado España o la utilización del gentilicio de español o españoles. Habría de cuidarse esos aspectos. El lenguaje expresa una ideología; si nos reclamamos antiespañolistas, expresémonos bien a las claras; si no somos nacionalistas, no aceptemos a España como nación; si no nos creemos la mentira de España, dejémos de referirnos a catalanes, vascos, canarios, gallegos, etc., como “españoles”. Esto no es un asunto baladí y no es sólo una cuestión de “imagen”. Es algo más profundo e importante de lo que a primera vista pueda parecer. Recordemos la lucha contra el sexismo en el lenguaje y los debates suscitados en la Organización, pienso que llegó la hora de luchar contra el nacionalismo en el lenguaje…
Otro día sigo. Disculpen el desorden con que las ideas han salido plasmadas…
- La adhesión cenetista a la AIT no implica, contrariamente a lo que afirma Crespo, “un rechazo frontal a la imposición territorial que nos imponen los estados y sus fronteras”, pues la AIT se articula en organizaciones que tienen como ámbito de actuación los territorios de los Estados, esto es, el respeto a sus fronteras. No hay ninguna organización que tenga el ámbito de actuación el de una nación sometida a un Estado que no coincida con las fronteras de éste. Como cenetistas hemos de reconocer esta contradicción. ¿Qué pasaría si los anarcosindicalistas bretones –por poner un ejemplo- se organizan en una organización distinta a la CNT francesa? Por muy afines que sean sus principios, tácticas y finalidades a la Internacional, ¿debe ser la CNT francesa la que permita o rechace su adhesión a la AIT? Una vez admitida una organización en la AIT se le otorga “la exclusividad” de actuación sobre un territorio que, en las organizaciones admitidas hasta hoy, coinciden siempre con las demarcaciones territoriales de Estados… ¿Es esto coherente? ¿Es verdaderamente esto internacionalismo o un incoherente despropósito de interestatalismo revolucionario? Este tipo de decisiones y de articulación de la internacional, ¿representan verdaderamente un rechazo frontal a las fronteras estatales o su reconocimiento y perpetuación?
- El federalismo que tenemos en la CNT no es “puro”, porque, aunque los acuerdos emanen de abajo a arriba, una vez aprobados por instancias consideradas superiores, todos los sindicatos tienen la obligación de respetarlos, es decir, no tanto desarrollarlos, pero sí no ir en contra de esos acuerdos que no se compartan. En este sentido, ¿dónde queda el federalismo? Siempre me dirán que se tiene la libertad de desfederarse, claro, pero el resultado es una organización que sólo puede experimentar en un sentido democrático en su acepción más burguesa: la ley de mayorías o “del número” como decía Mella, obligando a permanecer de brazos cruzados a los que no comparten el acuerdo mayoritario…
- Los únicos Congresos que se celebran en la Organización son los de “España”, esa es una de las piedras de toque de nuestro españolismo, rechazado en teoría, pero aplicado en la práctica. La CNT no tiene congresos de sus “Regionales”. ¿Cómo es posible que la CNT limite la capacidad autoorganizativa de los sindicatos? ¿Cómo la CNT no va a poder celebrar Congresos de lo que hoy definimos como Regionales –término que abogo por modificar en la nomenclatura orgánica- para tratar asuntos concernientes a su ámbito específico? ¿Cómo no van a poderse tomar decisiones que incidan en una mayor y mejor penetración en la realidad circundante, diseñando estrategias de extensión que tengan en cuenta las condiciones específicas o hasta asuntos transversales que asimismo incidan en ella, como son la defensa de una lengua o una cultura? Me dirán que están los Plenos y Plenarias Regionales, pero no es lo mismo… La “puesta a punto” organizativa que se experimenta con un Congreso para nada es equiparable. Un Congreso es una llamada de atención militante, un acicate a la participación militante, una potenciación en la búsqueda de análisis y planes de actuación ajustados que llama al debate amplio…
- La defensa del esperanto, ¿lo ha de ser conjuntamente con la del español? La torpe demarcación de las regionales está impidiendo que la CNT asuma el uso de las otras lenguas que en los territorios del Estado España se hablan. Disculpen que me repita en cuestiones ya señaladas en mi aportación anterior, pero el hecho de que dentro de la CNT de Galicia se hable gallego es producto de que su Regional coincide con el territorio en el que se asienta su nación. ¿Por qué no ha de poderse hacer lo propio en la Euskal Herriak bajo dominio español? La estructuración territorial que tenemos en la Organización es bastante retorcida y debe ser revisada atendiendo a afinidades culturales. Esto favorece que la CNT comulgue con las expresiones populares y se implique en la promoción y defensa de los rasgos culturales diferenciales presentes en el lugar en el que actúa, no haciendo promoción del español como ahora hace.
- Para rechazar la defensa y apoyo a las culturas nacionales oprimidas, desde el anarquismo y anarcosindicalismo se busca a Rocker como referente. Y todo ello porque se entiende erróneamente que promover una actuación cultural libertaria que tome en cuenta las realidades culturales específicas es caer en el nacionalismo. Antes que Rocker muchos libertarios han apoyado las luchas de emancipación nacional como parte del mismo proyecto anarquista o como una manera de impulsar un nuevo orden social que no contempla ni al capital ni, por supuesto, a los Estados, siendo estos teóricos libertarios esenciales en la formación y formulación de nuestro pensamiento, tales como Bakunin o Kropotkin. Reconocer y promocionar la defensa de la cultura nacional no es hacer nacionalismo. Reconocer a la nación no es hacer nacionalismo, ni reconocer la existencia de la nación lleva de cabeza a la generación de nuevos Estados. Rocker estaba muy influido en sus formulaciones por la experiencia alemana, por el nacionalismo alemán, que ya sabemos que trocó en nacional – socialismo o nazismo… Su formulación es válida en ese contexto, pero no es de aplicación universal. Lo curioso, siempre, es que se eche mano de Rocker para señalar los peligros presentes en las naciones que resisten, más no para criticar con igual o mayor contundencia a la nación española opresora, ya articulada como Estado…
- Otro aspecto que reiteradamente chirria en los discursos cenetistas, incluyendo el artículo del compañero Crespo, es el uso de una expresión que implica la validación de concepciones nacionales referidas a todos los terriorios sometidos al Estado España o la utilización del gentilicio de español o españoles. Habría de cuidarse esos aspectos. El lenguaje expresa una ideología; si nos reclamamos antiespañolistas, expresémonos bien a las claras; si no somos nacionalistas, no aceptemos a España como nación; si no nos creemos la mentira de España, dejémos de referirnos a catalanes, vascos, canarios, gallegos, etc., como “españoles”. Esto no es un asunto baladí y no es sólo una cuestión de “imagen”. Es algo más profundo e importante de lo que a primera vista pueda parecer. Recordemos la lucha contra el sexismo en el lenguaje y los debates suscitados en la Organización, pienso que llegó la hora de luchar contra el nacionalismo en el lenguaje…
Otro día sigo. Disculpen el desorden con que las ideas han salido plasmadas…
Genial argodey. Podrías desarrollarlo un poco y hacer un artículo. Francamente, si yo me defino como "no nacionalista" español, entonces no me tendría que importar que España federada con la federación de comunas de Euskal Herriak y Canarias sea independiente, y que en vez de comunidades autónomas existan 235 cantontes independietnes confederados entre sí. Si no eres nacionalista, el modelo que se dé el estado te dá igual.
Nunca vi problema en que por ejemplo exista una CNT española y una CNT gallega por ejemplo, teniendo las dos el mismo ámbito de actuación. Que se afilie quien quiera a cada confederación y que éstas colaboren. No tiene por qué haber problemas si se solapan en el territorio.
Por cierto, la CGT tiene congresos regionales. Y re-porcierto, que podría haber perfectamente una CNT-EH que opere a la vez en Hegoalde (país vasco y navarra) e Iparralde (pais vasco francés).
Nunca vi problema en que por ejemplo exista una CNT española y una CNT gallega por ejemplo, teniendo las dos el mismo ámbito de actuación. Que se afilie quien quiera a cada confederación y que éstas colaboren. No tiene por qué haber problemas si se solapan en el territorio.
Por cierto, la CGT tiene congresos regionales. Y re-porcierto, que podría haber perfectamente una CNT-EH que opere a la vez en Hegoalde (país vasco y navarra) e Iparralde (pais vasco francés).
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
cnt-ppcc
Esta es una de la razones mas importantes...Argodey escribió: Nuestra organización se reclama federalista, pero ese federalismo lo articula no a partir del marco del Estado de las Autonomías, sino respetando uno anterior: las provincias, demarcación territorial que continúa intacta desde antes del franquismo... Cuando se nos tacha a la CNT como españolista, hemos de reconocer nuestra contradicción de que actuamos aceptando el marco estatal. Euskal Herriak existe más allá de las fronteras del Estado España. Lo mismo los Països Catalans... Con nuestro ámbito de actuación y organización reconocemos implícitamente a la ficticia nación española por un lado y, también por otra, nos negamos a reconocer que las naciones naturales se extienden más allá de las fronteras estatales actualmente impuestas...
Aparte de que hasta haze 2 dias todas las CNT´s catalanas hacian españolismo activo...ahora empiezan a sacar carteles y cosas en catalan...
Ya en tiempos de la republica la CNT dijo que se opondria con las armas a una posible segregación catalana de españa....
fuentes?
"Basta un amo en el cielo para que haya mil en la tierra." Bakunin
Contrainformacion; http://nnbes.blogspot.co.uk/
Contrainformacion; http://nnbes.blogspot.co.uk/
Gracias por las inmerecidas alabanzas, _nobody_. Lo que he expresados son “apuntes de urgencia”, incompletos, desordenados, a vuelapluma… Son los condicionantes vitales que impone las obligaciones laborales y las domésticas…
Desde posiciones libertarias, se pone un acento sobredimensionado en un antinacionalismo que tiene como cuestionados blancos a los nacionalismos llamados “periféricos”, descuidando bastante la crítica al nacionalismo español y, por omisión, cayendo en implícitos (aunque no creo que deseados) apoyos a éste. Por otro lado, llevados por la pasión antinacionalista periférica se cae, también reiteradamente, en un incomprensible rechazo al apoyo a las luchas por la conservación de las peculiaridades culturales de las naciones asfixiadas por el Estado España (y también en algunos casos por el Estado Francia), particularmente en el uso de sus lenguas autóctonas. El desaparecido compañero Josep Peirats, en una entrevista que se incluye en el apartado de Historia del Foro de alasbarricadas.org (http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 4aa7012938) y de muy recomendable lectura, señala el grave error cenetista de usar, antes de la guerra, el español en sus publicaciones de Catalunya, alejándose de esta forma del campesinado catalán, que cayó en manos de ERC… “Esta es una lección de la que deberíamos acordarnos”, concluye Peirats.
Sobre la “solapación territorial” del anarcosindicalismo, no hace falta suponer nada. Sólo hace falta observar la situación presente en Catalunya… Son dos organizaciones, prácticamente idénticas, que no sólo comparten un ámbito territorial de actuación, sino hasta nombre. ¿Lo deseable? Diálogo, entendimiento, colaboración y, si se puede cuando así lo decidan, unidad orgánica.
Dispuestos a hacer política ficción, o “anarcosindicalismo ficción” (¡yeah…!): ¿Qué pasaría si una Regional decide separarse de la CNT de España, pretendiendo un proceso de adecuación en su ámbito territorial? ¿La CNT de España la despojaría de su patrimonio y montaría su propia “franquicia”, haciendo valer sus “derechos territoriales” a actuar también en ese solar? ¿Qué pasaría si Galiza entra en un (sorprendente) proceso social que proclame que ansía emanciparse del Estado España y si, inmersa en esa marea, la CNT gallega concluye que, adaptándose a las nuevas circunstancias, lo más conveniente es replantear el pacto federal con el resto de la CNT de España y optar por constituirse en una organización propia (que no enfrentada) al anarcosindicato articulado en los territorios del Estado España? ¿Debe dejar de llamarse CNT y abandonar locales en propiedad y demás pertenencias para que gente llegada de otros lugares actúen como CNT? Claro que hay muchos “depende”… Pero llegados a este punto en la lectura, algunos ya estarán diciendo: ¡eso es nacionalismo! ¡anatema!, cuando lo que hay es un libertario ejercicio de autodeterminación de los compañeros gallegos que –a mi juicio—habría ser respetado y apoyado por quienes quieren seguir siendo la CNT de España, que renunciaría a inmiscuirse en los asuntos gallegos, montando “franquicias” del anarcosindicato español, es decir, no haciendo “solapamiento territorial”. He hablado de la Regional de Galicia, pero bien podrían ser también los compañeros de Canarias o parte de lo que es la Regional Norte, en concreto Euskal Herriak, o de cualquier otro lugar…
La CNT no tiene previsto esas cuestiones y no lo hace porque tiene una concepción bastante anquilosada de su lucha, planteándola como alternativa “unitarista” al Estado existente, pero no queriendo inexplicablemente contemplar los componentes nacionales que, en diversos lugares, condicionan la lucha de clases. No aprecia las culturas nacionales de resistencia como elementos cohesionadores entre los trabajadores de las naciones sometidas, ni entabla tácticas alternativas y liberadoras, basadas en sus principios y finalidades, para oponerlas a quiénes quieren otro Estado para la liberación nacional y social. Apoyar las culturas nacionales de resistencia presentes entre los trabajadores de determinados lugares, conservadas a pesar de los intentos asfixiadores de la misma por la cultura impuesta por el Estado y su artificial nación, nada tiene que ver con apoyar nuevos Estados ni la pervivencia del modelo económico y social capitalista que rentabilicen burguesías locales.
A ojo de buen cubero, no somos muchos los que asumiendo lo nacional como parte inexcusable del proyecto libertario militamos en CNT en diversas Regionales. No observamos contradicción entre lo que es la acción anarcosindicalista con nuestros planteamientos, pero sí que sería conveniente que el grueso de la CNT en el ámbito del territorio España se cuestionara sus reticencias a todo lo que sea respeto y promoción de las culturas autóctonas y desechara muchos tópicos convertidos en dogma de fe cenetista. La CNT debe, en consonancia, cambiar su desgastada nomenclatura y reestructurarse territorialmente de acuerdo a afinidades culturales. ¿Por qué no una CNT de los Països Catalans que haga posible el uso del catalán? También avanzar en cuestionar su pacto con-federal, dotándose de mayor autonomía lo que hoy denominamos Regionales, pudiendo, por ejemplo, realizar sus propios Congresos y hasta estableciendo coordinaciones más allá de las fronteras impuestas por España. ¿Por qué no, como dice _nobody_, una CNT de Euskal Herriak que opere tanto en Hegoalde como en Iparralde?
La CGT no es, de ninguna de las maneras, un referente anarcosindicalista, pues hace ya su tiempo en que esa organización discurre más por senderos socialdemócratas, sin que, de vez en cuando, le salten algunos tics que puedan recordar algo a CNT y no me refiero sólo a sus idénticas banderas… La estructura orgánica que ha adoptado la CGT no me parece un modelo a imitar, pues calcan el mapa del Estado de las Autonomías sin más contemplaciones, aunque esto pueda favorecer sus relaciones con las administraciones autonómicas (las autonomías también sueltan subvenciones). Sin embargo, sí que tienen para sus Confederaciones Territoriales (el equivalente en CNT a nuestras Regionales) la opción de realizar Congresos, tal como ha recordado _nobody_; opción que también tienen lo que nosotros hemos llamado las Federaciones de Industria.
Con respecto a lo que dice PUNKHEAD, no conozco con precisión las actuaciones de las dos CNT que operan hoy en Catalunya, pero, si la cosa ha cambiado y “empiezan a sacar carteles y cosas en catalán”, me alegro bastante. Eso demuestra que algo ha cambiado y que han corregido un aspecto que, como ya indicó Peirats, en nada ha de descuidarse…
Sobre la otra cuestión, referida a una asumida posición antisecesionista de la CNT en Catalunya durante el tiempo de la II República no tengo noticia, a excepción de un episodio que luego comentaré. A veces hay que tener cuidado con simples citas descontextualizadas que pierden todo su sentido. Para obtener una visión más certera de la posición cenetista en las primeras décadas del s. XX, es conveniente releer a Salvador Seguí, el Noi de Sucre, en concreto su discurso en el Ateneo de Madrid en 1919, en el que asume las reivindicaciones nacionales catalanas y opuso un catalanismo obrero y popular al reaccionario nacionalismo derechista de la Lliga… En la etapa republicana, es interesante acudir también al “moderado” Joan Peiró y sus planteamientos sobre la emancipación nacional y social en Catalunya...
Lo que sí al parecer sucedió (me lo comentó un compañero que merece todo el crédito, aunque ahora no pueda aportar una fuente) es que en 1931, en un Pleno celebrado en Madrid, incluso con la aprobación de los sindicatos catalanes, se amenazó con la huelga general y con la insurrección armada contra cualquier intento de independencia de Cataluña, Galicia y Euskadi... Pero esto es historia, ¿no?
Desde posiciones libertarias, se pone un acento sobredimensionado en un antinacionalismo que tiene como cuestionados blancos a los nacionalismos llamados “periféricos”, descuidando bastante la crítica al nacionalismo español y, por omisión, cayendo en implícitos (aunque no creo que deseados) apoyos a éste. Por otro lado, llevados por la pasión antinacionalista periférica se cae, también reiteradamente, en un incomprensible rechazo al apoyo a las luchas por la conservación de las peculiaridades culturales de las naciones asfixiadas por el Estado España (y también en algunos casos por el Estado Francia), particularmente en el uso de sus lenguas autóctonas. El desaparecido compañero Josep Peirats, en una entrevista que se incluye en el apartado de Historia del Foro de alasbarricadas.org (http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 4aa7012938) y de muy recomendable lectura, señala el grave error cenetista de usar, antes de la guerra, el español en sus publicaciones de Catalunya, alejándose de esta forma del campesinado catalán, que cayó en manos de ERC… “Esta es una lección de la que deberíamos acordarnos”, concluye Peirats.
Sobre la “solapación territorial” del anarcosindicalismo, no hace falta suponer nada. Sólo hace falta observar la situación presente en Catalunya… Son dos organizaciones, prácticamente idénticas, que no sólo comparten un ámbito territorial de actuación, sino hasta nombre. ¿Lo deseable? Diálogo, entendimiento, colaboración y, si se puede cuando así lo decidan, unidad orgánica.
Dispuestos a hacer política ficción, o “anarcosindicalismo ficción” (¡yeah…!): ¿Qué pasaría si una Regional decide separarse de la CNT de España, pretendiendo un proceso de adecuación en su ámbito territorial? ¿La CNT de España la despojaría de su patrimonio y montaría su propia “franquicia”, haciendo valer sus “derechos territoriales” a actuar también en ese solar? ¿Qué pasaría si Galiza entra en un (sorprendente) proceso social que proclame que ansía emanciparse del Estado España y si, inmersa en esa marea, la CNT gallega concluye que, adaptándose a las nuevas circunstancias, lo más conveniente es replantear el pacto federal con el resto de la CNT de España y optar por constituirse en una organización propia (que no enfrentada) al anarcosindicato articulado en los territorios del Estado España? ¿Debe dejar de llamarse CNT y abandonar locales en propiedad y demás pertenencias para que gente llegada de otros lugares actúen como CNT? Claro que hay muchos “depende”… Pero llegados a este punto en la lectura, algunos ya estarán diciendo: ¡eso es nacionalismo! ¡anatema!, cuando lo que hay es un libertario ejercicio de autodeterminación de los compañeros gallegos que –a mi juicio—habría ser respetado y apoyado por quienes quieren seguir siendo la CNT de España, que renunciaría a inmiscuirse en los asuntos gallegos, montando “franquicias” del anarcosindicato español, es decir, no haciendo “solapamiento territorial”. He hablado de la Regional de Galicia, pero bien podrían ser también los compañeros de Canarias o parte de lo que es la Regional Norte, en concreto Euskal Herriak, o de cualquier otro lugar…
La CNT no tiene previsto esas cuestiones y no lo hace porque tiene una concepción bastante anquilosada de su lucha, planteándola como alternativa “unitarista” al Estado existente, pero no queriendo inexplicablemente contemplar los componentes nacionales que, en diversos lugares, condicionan la lucha de clases. No aprecia las culturas nacionales de resistencia como elementos cohesionadores entre los trabajadores de las naciones sometidas, ni entabla tácticas alternativas y liberadoras, basadas en sus principios y finalidades, para oponerlas a quiénes quieren otro Estado para la liberación nacional y social. Apoyar las culturas nacionales de resistencia presentes entre los trabajadores de determinados lugares, conservadas a pesar de los intentos asfixiadores de la misma por la cultura impuesta por el Estado y su artificial nación, nada tiene que ver con apoyar nuevos Estados ni la pervivencia del modelo económico y social capitalista que rentabilicen burguesías locales.
A ojo de buen cubero, no somos muchos los que asumiendo lo nacional como parte inexcusable del proyecto libertario militamos en CNT en diversas Regionales. No observamos contradicción entre lo que es la acción anarcosindicalista con nuestros planteamientos, pero sí que sería conveniente que el grueso de la CNT en el ámbito del territorio España se cuestionara sus reticencias a todo lo que sea respeto y promoción de las culturas autóctonas y desechara muchos tópicos convertidos en dogma de fe cenetista. La CNT debe, en consonancia, cambiar su desgastada nomenclatura y reestructurarse territorialmente de acuerdo a afinidades culturales. ¿Por qué no una CNT de los Països Catalans que haga posible el uso del catalán? También avanzar en cuestionar su pacto con-federal, dotándose de mayor autonomía lo que hoy denominamos Regionales, pudiendo, por ejemplo, realizar sus propios Congresos y hasta estableciendo coordinaciones más allá de las fronteras impuestas por España. ¿Por qué no, como dice _nobody_, una CNT de Euskal Herriak que opere tanto en Hegoalde como en Iparralde?
La CGT no es, de ninguna de las maneras, un referente anarcosindicalista, pues hace ya su tiempo en que esa organización discurre más por senderos socialdemócratas, sin que, de vez en cuando, le salten algunos tics que puedan recordar algo a CNT y no me refiero sólo a sus idénticas banderas… La estructura orgánica que ha adoptado la CGT no me parece un modelo a imitar, pues calcan el mapa del Estado de las Autonomías sin más contemplaciones, aunque esto pueda favorecer sus relaciones con las administraciones autonómicas (las autonomías también sueltan subvenciones). Sin embargo, sí que tienen para sus Confederaciones Territoriales (el equivalente en CNT a nuestras Regionales) la opción de realizar Congresos, tal como ha recordado _nobody_; opción que también tienen lo que nosotros hemos llamado las Federaciones de Industria.
Con respecto a lo que dice PUNKHEAD, no conozco con precisión las actuaciones de las dos CNT que operan hoy en Catalunya, pero, si la cosa ha cambiado y “empiezan a sacar carteles y cosas en catalán”, me alegro bastante. Eso demuestra que algo ha cambiado y que han corregido un aspecto que, como ya indicó Peirats, en nada ha de descuidarse…
Sobre la otra cuestión, referida a una asumida posición antisecesionista de la CNT en Catalunya durante el tiempo de la II República no tengo noticia, a excepción de un episodio que luego comentaré. A veces hay que tener cuidado con simples citas descontextualizadas que pierden todo su sentido. Para obtener una visión más certera de la posición cenetista en las primeras décadas del s. XX, es conveniente releer a Salvador Seguí, el Noi de Sucre, en concreto su discurso en el Ateneo de Madrid en 1919, en el que asume las reivindicaciones nacionales catalanas y opuso un catalanismo obrero y popular al reaccionario nacionalismo derechista de la Lliga… En la etapa republicana, es interesante acudir también al “moderado” Joan Peiró y sus planteamientos sobre la emancipación nacional y social en Catalunya...
Lo que sí al parecer sucedió (me lo comentó un compañero que merece todo el crédito, aunque ahora no pueda aportar una fuente) es que en 1931, en un Pleno celebrado en Madrid, incluso con la aprobación de los sindicatos catalanes, se amenazó con la huelga general y con la insurrección armada contra cualquier intento de independencia de Cataluña, Galicia y Euskadi... Pero esto es historia, ¿no?