La España de Aznar y la España de las nacionalidades
Publicado: 01 Abr 2004, 18:44
Extraído de http://www.esfazil.com/kaos/noticia.php ... 04d3f22d1c
También: http://euskalherria.indymedia.org/es/20 ... 3627.shtml
La España de Aznar y la España de las nacionalidades
Hay gentes por el centro peninsular que representan perfectamente a la España que odiamos, que odiamos gentes que la concebimos de otra manera, que concebimos otra España distinta a la que nos obligan...
Jaime Richart
Y esas gentes han estado, están todavía, preferentemente en el gobierno en funciones. Gentes que han acaparado el sentido organizativo político y social de 40 millones de personas repartidas por una Península que hace mucho debiera estar estructurada cuando menos en Estado Federal.
Esa política, ese talante y esas arengas contra partidos políticos representativos de un sentir, que han venido imperando a lo largo de ocho años han sido, son, por norma, disolventes o disgregadores. Con soflamas simplistas y eslóganes no se hace "patria", y menos la paz. Ni siquiera se hace política: se hace dominación. No sólo aquellas gentes no se han preocupado de atraerse a las nacionalidades que, quieran o no, existen; nacionalidades sometidas a la fuerza de las armas, de las policías y de una lengua que su administración no ha sido capaz de aglutinarlas, sino sólo desgajarlas. Es que se han dedicado a hostigarlas, a empujarlas, a hacer que los moradores de los territorios que componen la geografía peninsular deseen la huida... Han presionado de tal modo, han dotado de tal fuerza centrípeta a su estilo de gobierno, que han provocado una fuerza centrífuga de la misma intensidad y el mismo desprecio que recibían de ellos...
Hablan con engolamiento de España, la meten en la megabandera que mandaron tejer, pero no hacen más que desprestigiarla entregándola a la ramera imperial. Han puesto de nuevo en evidencia a "España" en Europa cuando Europa y España se aproximaban después de muchísimos años de distanciamientos permanentes por la incuria, la ignorancia y la egolatría de los gobernantes acomplejados que se iban sucediendo, incluidos los que ahoran salen. España y Europa, y España por dentro, se han pasado su historia alejándosese como se alejan las galaxias entre sí por culpa de los necios...
Si Euskadi, con derecho y razones, no quiere saber nada de los dominadores y ansía desde siempre la separación del Estado Central, Cataluña ha intentado sucesivas veces "catalanizar" a España, la única manera de avanzar y de madurar todos de una vez. Pero siempre encontró resistencias insuperables y cazurras. El tópico, la marrullería, las trampas, los simplismos y el cinismo han sido las armas esgrimidas por los “centralistas” para impedir que Cataluña ostentase el cetro para decidir el destino de España.
Y es que los "españoles" en realidad no existen. Existe un conglomerado de habitantes con muy diferentes sensibilidades. Y la sensibilidad es un rasgo antropológico demasiado importante como para dejarlo en manos de los políticos, y con mayor motivo cuando esos políticos nos recuerdan más a una banda de mafiosos que a un gobierno serio (aunque es cierto que estas democracias falseadas, o precisamente por el falseamiento mismo, ya se sabe que nunca acaban de tenerlo). La sensibilidad se tiene o no se tiene, y difícilmente la adquiere el adulto cuando es político. Y mucho menos cuando de la persecución de la sensibilidad ha hecho una Cruzada.
Si no se plantea pronto una Confederación de Estados o un Estado Federal, el problema por antonomasia de este pequeño continente que es España se irá agravando cada vez más. Sobre todo si la oposición que hagan los salientes consiste, como nos tememos, en un hostigamiento sin cuartel acompañado de innobles maniobras para recuperar cuanto antes el poder.
También: http://euskalherria.indymedia.org/es/20 ... 3627.shtml
La España de Aznar y la España de las nacionalidades
Hay gentes por el centro peninsular que representan perfectamente a la España que odiamos, que odiamos gentes que la concebimos de otra manera, que concebimos otra España distinta a la que nos obligan...
Jaime Richart
Y esas gentes han estado, están todavía, preferentemente en el gobierno en funciones. Gentes que han acaparado el sentido organizativo político y social de 40 millones de personas repartidas por una Península que hace mucho debiera estar estructurada cuando menos en Estado Federal.
Esa política, ese talante y esas arengas contra partidos políticos representativos de un sentir, que han venido imperando a lo largo de ocho años han sido, son, por norma, disolventes o disgregadores. Con soflamas simplistas y eslóganes no se hace "patria", y menos la paz. Ni siquiera se hace política: se hace dominación. No sólo aquellas gentes no se han preocupado de atraerse a las nacionalidades que, quieran o no, existen; nacionalidades sometidas a la fuerza de las armas, de las policías y de una lengua que su administración no ha sido capaz de aglutinarlas, sino sólo desgajarlas. Es que se han dedicado a hostigarlas, a empujarlas, a hacer que los moradores de los territorios que componen la geografía peninsular deseen la huida... Han presionado de tal modo, han dotado de tal fuerza centrípeta a su estilo de gobierno, que han provocado una fuerza centrífuga de la misma intensidad y el mismo desprecio que recibían de ellos...
Hablan con engolamiento de España, la meten en la megabandera que mandaron tejer, pero no hacen más que desprestigiarla entregándola a la ramera imperial. Han puesto de nuevo en evidencia a "España" en Europa cuando Europa y España se aproximaban después de muchísimos años de distanciamientos permanentes por la incuria, la ignorancia y la egolatría de los gobernantes acomplejados que se iban sucediendo, incluidos los que ahoran salen. España y Europa, y España por dentro, se han pasado su historia alejándosese como se alejan las galaxias entre sí por culpa de los necios...
Si Euskadi, con derecho y razones, no quiere saber nada de los dominadores y ansía desde siempre la separación del Estado Central, Cataluña ha intentado sucesivas veces "catalanizar" a España, la única manera de avanzar y de madurar todos de una vez. Pero siempre encontró resistencias insuperables y cazurras. El tópico, la marrullería, las trampas, los simplismos y el cinismo han sido las armas esgrimidas por los “centralistas” para impedir que Cataluña ostentase el cetro para decidir el destino de España.
Y es que los "españoles" en realidad no existen. Existe un conglomerado de habitantes con muy diferentes sensibilidades. Y la sensibilidad es un rasgo antropológico demasiado importante como para dejarlo en manos de los políticos, y con mayor motivo cuando esos políticos nos recuerdan más a una banda de mafiosos que a un gobierno serio (aunque es cierto que estas democracias falseadas, o precisamente por el falseamiento mismo, ya se sabe que nunca acaban de tenerlo). La sensibilidad se tiene o no se tiene, y difícilmente la adquiere el adulto cuando es político. Y mucho menos cuando de la persecución de la sensibilidad ha hecho una Cruzada.
Si no se plantea pronto una Confederación de Estados o un Estado Federal, el problema por antonomasia de este pequeño continente que es España se irá agravando cada vez más. Sobre todo si la oposición que hagan los salientes consiste, como nos tememos, en un hostigamiento sin cuartel acompañado de innobles maniobras para recuperar cuanto antes el poder.