Filosofía del proceso constituyente

Anarquismo e Independentismo vs. Nacionalismo. ¿Cómo afronta el Anarquismo la existencia de "naciones" y "movimientos de liberación nacional"?
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Zirriparra
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Filosofía del proceso constituyente

Mensaje por Zirriparra » 26 May 2006, 15:04

x Kris

http://euskalherria.indymedia.org/es/20 ... 8893.shtml

Antonio Negri, gran estudioso de la cuestión del estado, nos proporciona en el conocido texto "Poder constituyente" unas claves muy apropiadas para enfocar las características de la formación de un proceso constituyente, del que se empieza a hablar ahora también.

He aquí algunos pases interesantes:

"El concepto de poder constituyente rechaza cualquier idealización: se configura como contrapoder, como capacidad de responder continuamente a una oportunidad histórica, expresa potencia social y ésta siempre tiene que ver con la innovación, impidiendo de este modo la inversión del curso histórico. Expresándose, el poder constituyente ofrece un poco más de ser a la historia".

Luego, analizando casos concretos de procesos de autodeterminación en naciones oprimidas, afirma:

"La organización de la lucha (de liberación nacional) no está sólo unida radicalmente a los intereses, no sólo expresa y consolida en formas nuevas lo abstracto nacional; por el contrario abre una transformación del hombre que significa transformación de su esfera interior, de su capacidad imaginativa, de su voluntad de potencia.
La 'virtud' ahora puede proponerse una frontera interminable, frontera de la libertad, como potencialidad de un nuevo hombre; es un poder progresivo que la potencia constituyente ofrece a los ciudadanos, a los nuevos ciudadanos, una progresividad formativa.
El acto fundador (del nuevo país) es radicalísimo: destruye la memoria condicionada, crea nuevas organizaciones y órdenes, construye mitos funcionales; el poder constituyente se revela como actividad ontológica".

Refiriéndose en concreto, en este caso, también a los cambios del "imaginativo nacional" de ciudadanos pertenecientes a pueblos oprimidos, que hasta la puesta en marcha de procesos constituyentes aceptan o asumen como suya la nacionalidad del estado ocupante, en nuestro caso España y Francia.

A este respeto, Negri subraya la relación entre un desarrollo de la democracia en concomitancia con un proceso constituyente popular, señalando que "Democracia significa expresión multilateral de la multitud, radical inmanencia de la potencia, exclusión de todo signo de definición externa, de todos modos externos a este radical absoluto terreno de inmanencia.

Esta democracia es lo opuesto al constitucionalismo como poder constituido, impermeable a las modalidades singulares del espacio y del tiempo, como máquina predispuesta no tanto al ejercicio de la potencia cuanto al control de sus dinámicas, de órdenes de fuerzas inmutables. El constitucionalismo es un aparato que niega el poder constituyente y la democracia.

Una democracia absoluta, una república radical se describen en base a un único principio: el del poder popular, la imposibilidad de transferir la base de la soberanía hacia cualquier otra forma que no sea el pueblo".

···

Y para terminar otra reflexión más general: "La democracia, la república, la revolución son posibilidades reales; la creatividad compete a éstas no como utopía, sino como práctica concreta. La creatividad es el concepto que unifica la multitud convirtiéndola en sujeto."

Lo que nos trae a la mente la afirmación que hizo hace algún tiempo el compañero preso de España, Antton Lopez Ruiz "Kubati", en un artículo de Gara donde, parafraseando a Séneca, afirma: "No es el hecho de que las cosas nos parezcan inaccesibles la razón de que no nos atrevamos; es el hecho de no atrevernos la causa de que nos parezcan inaccesibles".

Visto todo esto, podemos decir que no nos faltan elementos y estímulos de teoría general para superar los viejos y nuevos condicionantes que el "delirium tremens" colonial sigue sacándose de la manga, día tras día, para intentar parar el desenlace inevitable de nuestra autodeterminación. Con que pongamos manos a la obra de verdad.

En efecto, sólo a través de actividades populares de participación colectiva, será realmente posible desplegar una potencia constituyente que modifique los estrechos parámetros de unas cuantas votaciones por arriba, algunos referéndum por abajo, consultas por aquí y sondeos por allá, sólo posibilitados por la actual cultura adormidera metropolitana que nos impone el sistema mediático oficial.

Es decir: únicamente con la intervención popular activa, con el empuje hacia iniciativas reales de poder popular, ligadas a la situación concreta de cada sector social, es posible romper, o por lo menos debilitar, progresivamente, ese arrastre de cristalizaciones parlamentario-sociológicas, de mayorías y minorías contables, de espejismos y formaciones ideológicas, mediáticas y mediatizadas de "vascos", "vascos-españoles" o "franceses", y otras categorías hoy a menudo acríticamente asumidas, y sobre las que el poder español y francés, y los partidos parlamentaristas, siguen construyendo y reconstruyendo sus mercados y sus clientelas electorales.
"Kaletan kriston kaña / sartzen ari dira. Bertan gaztea izatea / a zer mobida!"
"Están metiendo / una caña del copón en las calles. / ¡Qué movida / ser joven allí!."

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