Alasbarricadas - Foros

Estas vacaciones tuve que trasladarme desde Cantabria hasta Andalucía en tren, vía Madrid. En Madrid, como es sabido, coges el enlace en Atocha, estación en la que la psicosis es más intensa que en ninguna otra parada de tren.
Pues bien, pasé la maleta por la cinta transportadora y el policía debió ver por la cámara que en mi maleta había algo de metal (y acertó). Entonces me paró yme preguntó si llevaba alguna navajita ahí dentro. Yo, ya cazado, obviamente le reconocí que sí, que llevaba una, y tuve pues que enseñársela. En esos momentos ya estaba rodeado por dos polis. Se la di, la cogieron y fliparon. Era un navajote de metal, más grande de lo permitido legalmente y además automática (también prohibidas). Enseguida me dijeron que eso estaba prohibido portarlo, tanto en tren como por la calle, que era ilegal, que el tamaño excedía y que las autoáticas, fueran del tamaño que fueran, estaban en todo caso prohibidas. Yo les dije que no iba a apuñalar a nadie, que la llevaba en la maleta y no en el bolsillo, y que si podía quedármela. Ellos me dijeron que sí, que podía hacerlo, pero que entonces no subía al tren y ellos avisaban a la Guardia Civil para que viniera a buscarme y ponerme una multa, añadieron, de 300 euros por posesión ilegal de arma blanca. Viendo una multa al caer, me hice el loco y repuse que no tenía ni idea de que fuera ilegal por el tamaño o por ser automática, que la había comprado en Nicaragua y que en Miami nadie me dijo nada, y que si para evitar la multa tenía que dejar que me revisaran la navaja, pues vale. Total, me costó tres euros en la trastienda de un mercadillo...
Y ahí acaba la historia. Moraleja: en Atocha, esperad la máxima paranoia posible de los guardias de seguridad.


Fernando Tarrida

*requisaran