Con motivo del Congreso del PP de este fin de semana, los diarios de la derecha comienzan a sacar interesantes análisis sobre el Partido. No nos viene mal conocer cómo le van las cosas a los partidos.
Bien, viendo estas estadísticas uno flipa un poco. Son muuuchos. Claro, acostumbrados a CCOO y UGT en donde muchos afiliados están para prosperar económicamente, es casi seguro que muchos "militantes" del PP están para que los alcaldes de turno les recalifiquen unos terrenos o para meterse en política.Perfil del militante del PP
Total 677 073
Hombres 449 161
Mujeres 227 912
afiliados por sectores:
servicios - 173 837
industria/costruc - 52 178
agric. pesca - 56 318
profesionales - 49 828
empresarios - 77 535
amas de casa - 80 238
jubilados - 34 249
estudiantes - 101 093
desempleados - 51 797
afiliados por edad:
de 18 a 23 - 1,79%
de 24 a 28 - 5,58%
de 29 a 35 - 14,71%
de 36 a 40 - 10,6%
de 41 a 45 - 9,47%
de 46 a 50 - 8,55%
de 51 a 55 - 8,75%
de 56 a 60 - 9,44%
de 61 a 65 - 8,15%
más de 65 - 22,96%
Choca en las cifras por sectores la gran cantidad de estudiantes y el alto numero de parados. Viendo esto, uno se pregunta qué clase de parados tiene el PP (¿a la nobleza tal vez?) y qué clase de agricultores (¿a los terratenientes?).
Tampoco encaja el número declarado de estudiantes con el de las edades. Entre los 18 y los 29 años hay un 7.37% de afiliados que son unos 50.000. Lo que quiere decir que tienen otros 50.000 estudiantes de más de 29 años !!!!!
Tampoco me encaja la cifra de jubilados. Si tienen un 22.96% de personas de más de 65 años, esto hace más de 150.000 personas. Pero si vemos el número de jubilados éste no llega a 35.000. Todo parece indicar que el resto hasta los 150.000 están trabajando (menos los "parados"). Esta es mucha gente que está engrosando los números de otros sectores.
Por edades no es facil enterarse mucho de la cosa por cómo está dividido. Sería más lógico esta clasificación:
de 18 a 28 - 7.37%
de 29 a 40 - 25,31%
de 40 a 50 - 18,02%
de 50 a 65 - 26,34%
+ de 65 - 22,96%
Con esto se ve claramente que casi de la mitad del partido tiene más de 50 años. Son preocupantes esos 50.000 veinteañeros afiliandose a ese partido.
Aquí está el artículo:
«Boom» de afiliados tras el 14-M
No es sólo el partido con más afiliados de España, sino que las traumáticas circunstancias de la derrota electoral han disparado el incremento de su militancia
BLANCA TORQUEMADA/
MADRID. Más que habitantes tienen Málaga, Bilbao o Valladolid. Casi seiscientos ochenta mil militantes son muchos. Muchísimos, si consideramos lo lejos que queda nuestra actividad cotidiana (la suya, la del jefe o la del vecino del quinto) de la vida interna de los partidos. Casi seiscientos ochenta mil militantes significan que uno de cada 50 españoles mayores de edad (condición sine qua non para apuntarse) comulga con el credo anaranjado de la rediseñada gaviota hasta el punto de haberse «retratado» en un carné con unas siglas. Al otro lado de la barrera, el PSOE, según sus fuentes, ha superado ya el medio millón de afiliaciones, aún a amplia distancia de la formación de Rajoy.
La radiografía de la militancia del Partido Popular dibujada por los datos de sus órganos internos sorprende por el manifiesto desequilibrio de género (hay prácticamente el doble de hombres que de mujeres), mientras que la distribución es equilibrada por grupos de edad (los de 18 a 35 años casi igualan en número a los mayores de 65) y significativa en lo que atañe a profesiones: una cuarta parte trabaja en el sector servicios, como lógico reflejo de la estructura de la población activa española, y más de cien mil (casi un sexto) son estudiantes, en tanto que las amas de casa suman ochenta mil (una de cada cuatro militantes mujeres). Aunque los datos más reseñables son que la militancia neta creció en 2003 (pese a ser «el año de la guerra» se apuntaron al PP 11.321 ciudadanos) y que en 2004 se disparó la afiliación a partir de abril, por la sensación de agravio que provocaron las circunstancias de la derrota electoral. En lo que va de año se ha doblado con creces el total de nuevos militantes de 2003, con puntas espectaculares en la primavera y julio. Ejemplo en esta avanzadilla de la honra sin barcos es Federico Crespo, un joven estudiante de Empresariales de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón. Simpatizante de las ideas del PP «desde siempre», se decidió a pedir el carné a raíz de los sucesos de marzo «porque después de todo lo que ocurrió en la jornada de reflexión no podía quedarme parado. Por la manera en que se produjo la derrota, había que estar ahí. No soportaba que llamaran asesinos a personas honradas». Ahora cree que Rajoy está encauzando la situación «bastante bien» porque «se muestra coherente sobre el modelo de Estado, la asignatura de Religión o el trasvase del Ebro. O sea, lo contrario que el Gobierno».
Cuotas modestas
Los militantes de base del Partido Popular abonan unas modestas cuotas que ellos mismos conciertan en el momento de la afiliación y que por regla general suelen atenerse a unos mínimos orientativos que, dependiendo de las directrices locales, están entre 6 y 3 euros al mes, a los que cada quien puede añadir «pluses» de contribución al sostenimiento de la causa. La condescendencia con los morosos es notable (por no decir absoluta), ya que cortar el flujo de la aportación económica no se considera en ningún caso motivo de baja, según nos certifica la oficina central de la calle Génova. El relato de un afiliado sobre este particular es ilustrativo: «Un día me llamaron de mi sede y me dijeron que tenía que ponerme al día de pago, que me pasara cuando pudiera. Fui y me esperaban con una deuda de ¡noventa mil pesetas! Un palo demasiado gordo. El problema vino de que, al pasar de Nuevas Generaciones al batallón de los «adultos», no me habían avisado del incremento. Si me hubieran obligado a pagar, seguramente habría tenido que decirles: «Chicos, he estado encantado de conoceros, pero me doy de baja». Afortunadamente, no se tuvo en cuenta la circunstancia y sigo en el PP». Por eso la cuestión de fondo es si el grueso del número de militantes de un partido es realmente significativo o responde la la inercia de un proceso de acumulación en el tiempo en el que apenas se «limpian» fichas del cajón.
Otra vertiente común es la del afiliado que pasa del inicial e hiperactivo entusiasmo a un cierto desencanto. Tal es el caso de Julián Fuertes. Dice que a lo largo de dos décadas se ha topado con dos clases de militantes, «los que tienen una forma de vida bien establecida al margen de la política y los que no. Quienes forman parte del primer grupo se hacen miembros del partido por el deseo de sustentar unas ideas, mientras que los del segundo se dejan ver e intentan relacionarse con las personas adecuadas para entrar en la rueda de los cargos públicos o ejecutivos. Si lo logran, hacen de la política su profesión».
Fuertes pertenece a la agrupación del Distrito de Salamanca, en Madrid, un barrio tradicionalmente conservador en el que el PP barre. Tanta llegó a ser su implicación en el trabajo de base que le nombraron «militante del año» y le entregaron una placa en la tradicional cena de Navidad: «Me agasajaron porque modernicé el sistema informático de la sede, para gestionar las afiliaciones y las cuotas. Pero después compruebas que no tiran de ti cuando bajas la guardia o te centras más en tu «otro» trabajo. Es así».
Sería interesante desglosar la afiliación del PSOE, de IU, de ... CCOO de UGT , etc. etc.