La Peste Religiosa - Jean Most

Confrontación e intercambio de ideas entre las diferentes tendencias del Anarquismo, así como crítica desde un prisma libertario a otras corrientes ideológicas e información sobre éstas.
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Inadaptada
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La Peste Religiosa - Jean Most

Mensaje por Inadaptada » 24 Sep 2006, 18:26

(Si erré el subforo correspondiete, mis discuplas)



De todas las enfermedads mentales que el hombre se ha inyectado sistemáticamente en el crebro, la Peste Religiosa es ciertamente la más terrible.

Como todas las cosas, esta epidema no deja de tener su historia, cuyo desarrollo es de sentirse no sea muy divertido que digamos. Los viejos Zeus y Júpiter eran individuos muy conformes y diremos también bastante ilustrados, si se les compara con los "retoños trinitarios" del árbol genealógico del "buen Dios·, los cuales no ceden nada a los primeros en crueldad y brutalidad.

Por lo demás, no queremos perder nuestro tiempo con dioses retirados o caídos, que no causan ya ningún perjuicio, sino criticaremos sin miramiento alguno a los "fabricantes de lluvia o de buen tiempo" que están aún en servicio activo, y a los terroristas del infierno.

Los cristianos tienen una "trinidad": sus abuelos los judíos se contentaban con una "sola deidad" y a pesar de eso, los dos pueblos forman una sociedad muy graciosa. El Antiguo y el Nuevo Testamento son para ellos la fuente de toda sabiduría; y a esto se debe que de buen grado o por fuerza sea preciso leer esas Santa Escrituras si se las quiere conocer y, por ende, ponerlas en ridículo.

Examinemos sencillamente la Historia de esas divinidades, y veremos que eso sólo bastará para caracterizar el todo. He aquí la cuestión en pocas palabras.

Al principio Dios creó el cielo y la tierra. Hay que advertir que se encontraba en medio de la Nada, cuyo aspecto debe ser, en efecto, bastante triste para que hasta el mismo Dios se fastidiara; pero como para un Dios es una bagatela hacer mundos de la Nada, creó el cielo y la tierra de la misma manera que un charlatán saca huevos y monedas por entre las mangas de su camisa. Más tarde fabricó el Sol, la Luna y las Estrellas. Algunos heréticos, llamados astrónomos, han demostrado desde hace tiempo que la tierra no es ni ha sido nunca, el centro del universo y que no ha podido existir antes que el sol a cuyo rededor gira. Estos señores han demostrado que es un verdadero disparate hablar de la luna, del sol y de las estrellas después de la tierra, com si ésta comparada con aquellos, fuera una cosa excepcional y extraordinaria; hace tiempo que cualquier chamaco de la escuela sabe que el sol no es sino un astro, que la tierra es uno de sus satélites y que la luna es, por decirlo así, un subsatélite; sabe igualmente que la tierra, en comparación del Universo, está lejos de desepeñar un papel superior y que, por el contrario, no es sino un grano de polvo en el espacio. Pero, ¿acaso un Dios se ocupa de astronomía? Hace lo que se le da la gana y se burla de la ciencia y de la lógica; es por esa razón por lo que después de haber fabricado la tierra, hizo la luz y, enseguida, el sol.

Un hotentote sabría perfectamente que sin el sol, la luz no puede existir; pero Dios... no es un hotentote.
Veamos algo más: la creación marchaba con todo éxito hasta aquí; pero faltaba la vida en la barraca; y como el creador tenía la firme intención de divertirse, hizo al hombre; solamente que al hacerlo se apartó un poco de su primer procedimiento, y en lugar de efectuar esta creación con un simple mandato, se tomó muchas molestias y en un prosaico trozo de arcilla modeló a su imagen un hombre, y le insufló un alma.

Como Dios es todopoderoso y bueno y justo, en una palabra, es la amabilidad misma, se dió cuenta inmediatamente de que Adán (éste es el nombre que dió a su fabricación)se fastidiaría horrorosamente estando solo (¿recordó quizá su propia existencia tan fastidiosa en medioa de la Nada?) y fabricó entonces una "nena", una encantadora Eva.

Seguramnente la experiencia le había demostrado que era un trabajo muy sucio para un Dios modelar la arcilla, pues empleó otro método para hacer a Eva: arrancó una costilla a Adán y la transformó instantáneamente en una mujercita, y digo instantáneamente, porque la velocidad no significa nada para un dios. La historia no nos dice si la costilla de Adán le fue repuesta más tarde, o si debió contentarse con las que le quedaban.

Las ciencias modernas han establecido que los animales y las plantas formados por simples celdillas, han adquirido poco a poco , en el transcurso de millones de años, sus formas actuales; han establecido, asímismo, que el hombre no es sino el producto más perfecto de ese largo y continuo desarrollo, y que no solamente hace cien mil años no hablaba y se asemejaba mucho al animal en la acepción común de la palabra, sino que debe descender de los animales de la más baja escala zoológica, debiendo rechazarse cualquiera otra suposición. Partiendo de ésto, la historia natural nos obliga a considerar a Dios en su fabricación del hombre como un charlatán ridículo, pero¿de qué sirve todo esto? Con un Dios no se gastan bromas.

Ya sea que esta historias tengan o no un sello histórico, él ordena que se las crea y si no lo hacéis así, os enviará con el diablo (su competidor), lo cual debe ser sumamente desagradable, ya que en el infierno no sólo se escuchan llantos y un continuo rechinar de dientes, sino, más aún, arde un fuego eterno, un gusano infatigable os roe las entrañas y se percibe un fuerte olor de brea y de azufre.


Ahora bien, según esto, un hombre sin cuerpo, es decir, un alma, será asada; la carne, que no tiene, se achicharrará, los dientes que tampoco tiene, rechinarán aún; llorará sin ojos y sin pulmones; el gusano roerá sus huesos, convertidos desde hace mucho tiempo en polvo; su nariz percibirá el olor sulfuroso y todo esto ETERNAMENTE. ¡Qué diablo de historia!

Por lo demás, Dios, como lo dice él mismo en su crónica, la Biblia, que es una especie de autobiografía, es excesivamente caprichoso y ávido de venganza; en una palabra, es un déspota de primer orden.

No bien habían sido creados Adán y Eva, cuando fue necesario gobernar esta casta y al efecto, Dios promulgó un código cuyo tenor categórico es éste: "No comerás el fruto del árbol de la ciencia". Desde entonces no ha existido ningún tirano, coronado o no, que no haya impuesto también esta prohibición a todos los pueblos. Pero Adán y Eva no obedecieron esta orden y fueron inmediatamente expulsados (como vulgares agitadores socialistas) y condenados, ellos y sus descendientes, para siempre, a los más rudos trabajos. Además, a Eva le fueron arrebatados sus derecho y se convirtió en esclava de Adán, aquien debió obediencia. En todos los casos, estaban ya bajo vigilancia de la policía divina.

Seguramente Lehmann (1) no ha ido tan lejos en sus despotismos pero, ¿no es acaso Dios su superior?

La severidad de Dios hacia los hombres no sirvió para nada, al contrario, entre más aumentaba, más lo abrumaban. Puede uno formarse idea de la rapidez de su propaganda cuando se lee la historia de Caín y Abel; cuando éste último fue muerto por su hermano. Caín se alejó a un país extranjero y buscó mujer. El buen Dios no nos dice de dónde procedía ese país extranjero ni las mujeres que vivían en él, lo cual, por lo demás, no es de llamar la atención, pues muy bien pudo haberlo olvidado en esos momentos en que tenía un exceso de trabajo de toda especie.

En fin, la medida había llegado a su colmo, Dios resolvió exterminar al género humano por medio del agua, y solamente escogió una pareja para hacer un último ensayo; mas a pesar de toda su sabiduría, no tuvo buena mano, pues Noé, el jefe de los supervivientes, se reveló como un gran parrandero divirtiéndose en unión de sus hijos…

¿Qué podía resultar de bueno de semejante familia?

El género humano se esparció de nuevo y produjo pobres pecadores. El buen Dios debió reventar de cólera divina, viendo que todos sus castigos ejemplares, como la destrucción de ciudades enteras por el azufre y por el fuego, no servían absolutamente de nada. Y ya había resuelto exterminar toda esta canalla, cuando un acontecimiento de los más extraordinarios le hizo cambiar de opinión; sin esto habría arrasado la humanidad.

Un día apareció cierto Espíritu Santo. Sucedió con éste como con la joven Flor de Thé: nadie sabe de dónde venía. El texto de la Biblia, es decir, Dios, dice sólo que él mismo es el Espíritu Santo. Por consecuencia, ya tenemos desde este instante a un Dios en dos unidades. Este espíritu Santo tomó la forma de una paloma y conoció a una mujer humilde llamada María. En un momento de grato esparcimiento, la cubrió con su sombra y ¡Zas! Dio al mundo un hijo, sin que esto, como lo afirma la Biblia, ocasionará ningún ataque a su virginidad. Dios se llamó entonces Dios Padre, asegurando que no formaba más que UNO, no solamente con el Espíritu Santo, sino también con el Hijo. Hay que considerar esto detenidamente: ¡el padre era su propio hijo, el hijo su propio padre y, además, los dos juntos eran el Espíritu Santo! Es así como se forma la Santísima Trinidad. Y ahora, ¡pobre cerebro humano, ténte firme, pues lo que va a seguir podrá trastornarte completamente!

Sabemos que Dios Padre había resuelto exterminar al género humano, lo cual causó una gran pena a Dios Hijo, entonces éste (el Hijo, que como sabemos era el Padre) tomó todo por su cuenta y para apaciguar a su padre (que era al mismo tiempo el hijo), se hizo crucificar por aquellos mismos a quienes quería salvar del exterminio. Este sacrificio del hijo (que es uno mismo con el padre) gustó de tal manera al padre (que es uno solo con el hijo), que publicó una amnistía general la cual, en parte, todavía está vigente en la actualidad.

Estudiemos ahora el dogma de la recompensa y del castigo del hombre en el otro mundo. Hace mucho tiempo que ha sido comprobado científicamente que no hay otra vida independiente que la del cuerpo y que el alma - (lo que los charlatanes religiosos llaman el alma) – no es otra cosa que el órgano del pensamiento (cerebro) que recibe las impresiones por el órgano de los sentidos y que, por consiguiente, este movimiento debe cesar necesariamente con la muerte corporal. Pero los enemigos jurados de la inteligencia humana, no se ocupan de los resultados de las experiencias científicas, sino lo estrictamente necesario para impedir que penetren en el pueblo; por eso predican la vida eterna del alma. ¡Desgracia para ella en el otro mundo, si el cuerpo en el cual habitó en la tierra no ha seguido al pie de la letra las leyes de Dios! Al efecto, como nos lo aseguran estas gentes, el Dios todo bondad, todo justicia y hasta si se quiere muy correcto, se ocupa de los pecadillos de todos y cada uno y los anota en sus registros universales. ¡Qué control y qué contabilidad! A parte de esto, es a veces cómico en sus exigencias; escuchad:

En tanto que desea que los recién nacidos sean rociados con agua fría, bautizados en su honor con riesgo de un catarro; en tanto que experimenta un placer inaudito cuando numerosas ovejas creyentes balan sus letanías y los más celosos de su partido cantan sin interrupción sus piadosos himnos, solicitándolo para toda clase de cosas posibles o imposibles; en tanto que se mezcla en las guerras sangrientas haciéndose incensar y adorar como el Dios de las batallitas… se pone rojo de cólera cuando un católico come carne en viernes o no va regularmente a confesarse. Se irrita también si un protestante desprecia los huesos de los santos, imágenes y otras reliquias de la virgen recomendadas por la iglesia católica, o si un fiel cualquiera no hace su peregrinación anual con el espinazo encorvado, con las manos juntas y los ojos vueltos hacia el cielo. Si un hombre muere como pecador empedernido, el buen Dios le impone un castigo al lado del cual todos los garrotazos y los chirrionazos, los tormentos de las prisiones y del destierro, las sensaciones de los condenados al subir al cadalso, todos los suplicios inventados por los tiranos, aparecen como un agradable cosquilleo. Este buen Dios sobrepasa en crueldad bestial a todo lo que pueda uno imaginarse del más canalla sobre la tierra. Su casa de detención se llama el Infierno, su verdugo es el Diablo, sus castigos duran eternamente. Pero por ligeras faltas y con la condición de que el delincuente muera como católico, concede indulto después de una permanencia más o menos larga en el Purgatorio, que se distingue del Infierno como en México la Penitenciaría se distingue de la cárcel de Belén.

Aunque un fuego lento sea mantenido en el referido Purgatorio, no está acondicionado sino para una permanencia relativamente corta, y su disciplina no es muy dura. Los llamados pecados mortales nos son castigados en el Purgatorio, sino en el Infierno. Y entre esos últimos, se debe contar la blasfemia por medio de la palabra, por el pensamiento y por escrito. Dios no tolera, no digo la libertad de prensa y de palabra, sino que prohíbe y suprime hasta los pensamientos no articulados que pudieran disgustarle. ¡Sonrójense los déspotas de todos los países y de todos los tiempos! Este Dios ha sobrepasado a los llamados tiranos, en la elección y en la duración de los castigos. Así pues, es Dios el monstruo más espantoso que pueda uno imaginarse y su conducta es tanto más infame cuanto que es preciso creer que el mundo entero, que la humanidad, está regida en todas sus acciones por su providencia divina.

En consecuencia, maltrata a los hombres por acciones de las cuales él es el mismo inspirador. ¡Son unas palomitas los tiranos de la tierra en tiempos antiguos y modernos comparados con este monstruo! Pero si place a Dios que un hombre viva como hombre de bien, es entonces cuando lo maltrata y lo tortura más, después de su muerte, ya que el paraíso prometido es todavía más infernal que el propio infierno, pues en él no se tiene que satisfacer ninguna necesidad, sino por el contrario, está uno siempre satisfecho, sin que ningún deseo preceda a la satisfacción de ninguna necesidad.

Pero como no puede uno concebir ningún placer sin un deseo seguido de su cumplimiento, la permanencia en el cielo será, pues, muy estúpida. Está allí uno eternamente ocupado en contemplar a Dios; se tocan siempre las mismas melodías ejecutadas con las mismas harpas, se canta continuamente un hermoso cántico que aunque no sea tan fastidioso como La Cucaracha o La Adelita, no por eso deja de serlo. Es el fastidio en su más alto grado. Sería ciertamente preferible permanecer en una celda aislada, que en el Paraíso.

Nada tiene de admirable que los ricos y los poderosos, que pueden procurarse el paraíso en la tierra, exclamen, riéndose, con Heine el poeta:

Dejemos el paraíso a los
Ángeles y a los tontos.


Y a pesar de esto, son precisamente los ricos y los poderosos quienes mantienen la religión, de seguro esto forma parte de su oficio. Es también una cuestión de vida para la clase explotadora, para la burguesía, que el pueblo permanezca embrutecido por la religión, su poderío aumenta o disminuye con la locura religiosa.

Entre más el hombre se entrega a la religión, más cree. Entre más cree, menos sabe. Entre menos sabe, es más bruto. Mientras más bruto es, se deja gobernar más fácilmente.

Esta lógica fue conocida de los tiranos de todos los tiempos y es por esto que siempre se aliaron con el sacerdote. Si una pequeña disputa estalla entre estas dos especies de enemigos del hombre, no es por decirlo así, sino un fútil pleito de comadres para saber quién tiene el dominio. Los sacerdotes saben que su papel ha terminado cuando ya no están sostenidos por los millones. Los ricos y los poderosos saben también que el hombre no se deja dominar ni explotar sino cuando los “cuervos” (poco importa a la iglesia a la cual pertenezcan) han logrado imbuir en el seno de las masas la idea de que nuestra tierra es un valle de lágrimas, y cuando les han infiltrado el precepto de respetar ciegamente a la autoridad, o bien cuando los han atraído con la promesa de una vida más feliz en el otro mundo.

Windhorst, el jesuita por excelencia, se permitió decir un día claramente en el calor del combate parlamentario, lo que los pillos y los charlatanes del mundo piensan a este respecto:

“Cuando la fe se extingue en el pueblo, no se puede soportar más su gran miseria y se rebela.”

Esta frase en clara y debió hacer reflexionar a muchos obreros. Pero ¡ay! Tantos de entre ellos son de tan limitado entendimiento gracias a la religión, que escuchan las cosas más sencillas sin comprenderlas.

No en vano los sacerdotes, es decir, los guardias negros del despotismo, se han esforzado en detener con todas sus fuerzas la decadencia religiosa, aunque, como se sabe, se mueren de risa entre ellos mismos pensando en las burradas que predican a cambio de tan buena remuneración.

Durante siglos y siglos, estos destructores de cerebros han gobernado las masas por medio del terror, pues sin eso, hace mucho tiempo que la locura religiosa hubiera terminado. El calabozo y las cadenas, el veneno y el puñal, la fuerza bruta y la guillotina, la emboscada y el asesinato en nombre de Dios y de la Justicia, han sido los medios empleados para el sostenimiento de esta locura que es una mancha imborrable en la historia de la humanidad. Millares de individuos han sido achicharrados a fuego lento en las hogueras, en nombre de Dios, por haberse atrevido a poner en duda el contenido de la Biblia. Millones de hombres fueron obligados a matarse entre sí durante prolongadas guerras y a desalojar países enteros dejándolos en las garras de la peste, después de haberlos saqueado e incendiado, para mantener la religión. Los suplicios más refinados han sido inventados por los sacerdotes y sus acólitos, cuando se ha tratado de volver al seno de la religión a aquellos que no tenían ya temor de Dios.

Se llama criminal a un hombre que priva de un pie o de una pierna a un semejante. ¿Cómo se llamará al que atrofia el cerebro de otro y que, cuando esto no le produce el resultado deseado, lo hace perecer a fuego lento con una crueldad refinada?

Es verdad que los curas ya no pueden entregarse hoy a su oficio de bandidos, como antes, aunque abundan aún los procesos por blasfemia; pero todavía saben deslizarse en el seno de las familias, influenciar a la mujer, acaparar a los niños y abusar de la enseñanza que se da en las escuelas. Su hipocresía ha aumentado más bien que disminuido. Se posesionaron de la prensa cuando se dieron cuenta de que no era posible hacer desaparecer la imprenta.

Dice un viejo refrán: “Donde un cura ha puesto un pie, no crece la hierba durante diez años”, lo cual quiere decir que cuando un hombre honrado se encuentra en las garras de un sacerdote, su cerebro pierde la facultad de pensar, su mecanismo se detiene y las arañas tejen en él su tela. Se asemeja a un borrego presa del vértigo. Estos desventurados han perdido el objeto de la vida y, lo que es aún más deplorable, forman la mayor parte de los enemigos de la Ciencia y de la Luz de la Revolución y de la Libertad. Se les encuentra siempre listos con su embrutecimiento para ayudar a quienes quieren forjar nuevas cadenas con que oprimir a la humanidad o colocar obstáculos a la máquina del progreso siempre en marcha. Ahora bien, tratando de curar a los enfermos, no solamente se cumple una obra buena con respecto a ellos mismos, sino que se trata de arrancar un cáncer que contamina al pueblo y que debe ser totalmente destruido, si queremos que la tierra sea residencia de los hombres, y no un campo de juego para los dioses y los diablos como lo ha sido hasta hoy.

Por consecuencia, arranquemos del cerebro las ideas religiosas y ¡abajo los curas!. Estos últimos tienen la costumbre de decir que “el fin justifica los medios”; pues bien, empleemos nosotros este axioma contra ellos. Nuestro fin es liberar la humanidad de toda esclavitud, quitarle tanto el yugo de la servidumbre social, como los grilletes de la tiranía económica y hacer salir a esa misma humanidad de las tinieblas religiosas. Cualquier medio para la ejecución de este alto fin, debe ser reconocido como justo por todos los verdaderos amigos de la humanidad, y debe ser puesto en práctica en toda ocasión propicia.

Todo hombre antirreligioso comete una falta a sus deberes cuando no hace lo que está a su alcance diariamente y en cada momento, para destruir la religión. El hombre libertado de la fe que se abstiene de combatir a la clerecía en cualquier lugar y en cualquier momento, es un traidor a su partido. ¡Por doquiera guerra, guerra sin cuartel a esta negra casta!

Excitemos al pueblo contra los corruptores y hagamos que los ciegos vean la luz. Que toda arma sea para nuestra causa, lo mismo la irónica burla que la luz de la ciencia; y cuando estas armas no causen efecto, empleemos argumentos más fáciles: no perder nunca la oportunidad de hacer alguna alusión a Dios y ala religión en las asambleas donde se discuten los intereses del proletariado. Así como el principio de propiedad y su sanción, que es la burguesía, no puede encontrar lugar en el campo de la Revolución Social (lo que está fuera de este campo es naturalmente reaccionario), así también la religión o lo que se refiere a ella no debe tener cabida en él. Y sépase bien que los que quieren mezclar su palabrería religiosa a las aspiraciones de los trabajadores, aunque tengan apariencia respetable y aunque se reputación sea buena, son personajes peligrosos. Todo el que predique la religión bajo cualquier forma no puede ser sino un tonto o un malvado. Estas dos especies de individuos no significan nada para el progreso de una causa que no puede conseguir su objeto, sino cuando está segura de la sinceridad de sus combatientes.

La política oportunista es, en estos casos, no sólo un mal, sino un crimen. Si los obreros permiten a los curas mezclarse en sus asuntos, no solamente serán engañados, sino traicionados y vendidos.

Así como es lógico que el proletariado combata principalmente el capitalismo y, por ende, quiera la destrucción de su mecanismo necesario, la burguesía, también es natural que la iglesia reciba su parte en este combate, ya que ella no puede permanecer al margen. Es necesario que la religión sea destruida sistemáticamente en el pueblo, si se quiere que éste último recupere la razón, sin la cual no podrá nunca conquistar su libertad.

Formulemos algunas preguntas a los tontos, o, mejor dicho, a aquellos que han sido embrutecidos por la religión, pero no hasta el grado de que permanezcan incurables. Por ejemplo:

Si Dios quiere que se le conozca, que se le ame y se le tema ¿por qué no se da a conocer?

Si es tan bueno como lo proclaman los sacerdotes ¿qué razones existen para temerle?

Si sabe todo, ¿para qué fastidiarlo con nuestros negocios particulares y con nuestras oraciones?

Si se encuentra por doquiera ¿para qué edificar iglesias?

Si es justo ¿por qué castiga a los hombres creados por él mismo plenos de debilidad?

Si los hombres no hacen el bien por una gracia particular de Dios, ¿qué razón tiene para recompensarlos?

Si es todopoderoso ¿cómo es que consiente la blasfemia?

Si es inconcebible ¿por qué ocuparnos de él?

Si el conocimiento de Dios es necesario, ¿por qué permanece en la sombra?

Ante tales cuestiones, el hombre creyente permanece mudo, pero todo hombre que piense debe admitir que no existe una sola prueba de la existencia de Dios. Además, no hay ninguna necesidad de una divinidad. Un Dios fuera o dentro de la naturaleza es completamente innecesario, cuando se conocen las propiedades y las reglas de esta última. Su fin morral no es menos inútil.

Existe un gran reino gobernado por un soberano, cuya manera de proceder acarrea el desorden en el espíritu de sus súbditos. Quiere ser conocido, amado, honrado, y todo contribuye a embrollar la idea que puede uno formarse acerca de él. Los pueblos sometidos a su dominio, no tienen sobre el carácter y las leyes de su soberano invisible, sino las ideas que quieren proporcionarles sus ministros; por el contrario, esos ministros admiten que no pueden formarse ninguna idea de su amo, que la voluntades impenetrable, que sus ideas y propósitos son inasibles; sus pajes no están de acuerdo sobre las leyes que deben darse por su parte y las anuncian en cada provincia de una manera diferente; se insultan mutuamente y se acusan de engaño uno al otro.

Los decretos y las leyes que ellos han considerado necesarios dar, son embrollados; son jeroglíficos que no pueden ser comprendidos ni adivinados por los súbditos a quienes debería servir de enseñanza. Las leyes del monarca oculto tienen necesidad de explicación y, sin embargo, los mismos que las explican no están nunca de acuerdo entre sí, todo lo que saben referir de su soberano oculto, es un caos de contradicciones. No dicen una palabra que no pueda ser inmediatamente juzgada y calificada de mentira.

Se llama extremadamente bueno, y sin embargo, no hay un hombre que no se queje de sus decretos.

Se le llama infinitamente sabio, y a pesar de esto, en su administración parece estar en contra de la razón y del buen sentido.

Se glorifica su justicia, y los mejores de sus súbditos son habitualmente los menos favorecidos.

Se asegura que ve todo, y su presencia no pone nada en regla.

Él se dice amigo del orden, y sin embargo en sus estados todo es confusión y desorden. Hace todo por sí mismo, pero los hechos rara vez responden a sus planes. Ve todo de antemano, pero ignora lo que sucederá. No se deja ofender en vano, y, sin embargo, tolera las ofensas de todos. Se admira su saber, la perfección de sus obras, y a pesar de ello, sus obras son imperfectas y de corta duración. Crea, destruye, corrige lo que ha hecho sin estar nunca contento de su obra. Busca en todas sus empresas su propia gloria sin alcanzar el fin de ser alabado en todo y por doquiera. No trabaja sino para el bienestar de sus súbditos… pero la mayor parte de ellos carece de lo necesario. Quienes parecen ser sus más favorecidos, son generalmente los menos contentos de su suerte; se les ve a todos sublevarse contra un amo cuya grandeza admiran, cuya sabiduría alaban, cuya bondad honran, cuya justicia temen y cuyos mandatos (que no siguen nunca) santifican.

Este reino es el mundo, este soberano es Dios; los pajes son los sacerdotes, los hombres son los súbditos. ¡Qué simpático país! El Dios de los cristianos especialmente es un Dios que, como lo hemos visto, hace promesas para no cumplirlas, esparce la peste y las enfermedades sobre los hombres dizque para curarlos; un Dios que creó a los hombres a su imagen y que sin embargo, no toma a su cargo las responsabilidades del mal; que quisiera que todas sus obras fueran buenas, y bien pronto se da cuenta de que no valen nada; que no obstante que sabía que los dos primeros seres comerían del fruto prohibido, por este hecho castigó a todo el género humano. Es un Dios tan débil que se deja burlar por el Diablo, y es tan cruel, que ningún tirano de la tierra puede serle comparado. Tal es el Dios de la mitología judeo-cristiana.

El que creó a los hombres perfectos sin cuidase de que siguieran siéndolo; el que creó al Diablo sin poder llegar a dominarlo, es un baratijero que la religión califica de soberanamente sabio; para ello todopoderoso es el que condena a millones de inocentes por la falta cometida por uno solo, el que extermina por el diluvio a todos los hombres, con excepción de unos cuantos que volvieron a formar una raza tan mala como la primera; el que forma un Cielo para los locos que creen en los evangelios y un Infierno para los sabios que los rechazan.

El que se creó a sí mismo por el Espíritu Santo, el que se envió como mediador entre sí y los otros; el que despreciado y befado por sus enemigos, se dejó clavar en una cruz como un murciélago en la puerta de una granja; el que se dejó enterrar, que resucitó entre los muertos, que descendió a los infiernos, que volvió a subir vivo al cielo, donde está sentado a u misma derecha para juzgar desde allí a los vivos y a los muertos… el que ha hecho todo eso es un charlatán divino. Es un terrible tirano cuya historia debería estar escrita con letras de sangre, pues constituye la religión del terror. ¡Vaya lejos de nosotros la mitología cristiana! ¡Lejos de nosotros un Dios inventado por los sacerdotes de la fe sangrienta que sin su Nada, con la cual explican todo, no se revolcarían más tiempo en la abundancia, no predicarían ya la humildad viviendo ellos mismos en el esplendor y el lujo, sino por el contrario, serían precipitados en el abismo del olvido! ¡Lejos de nosotros esa cruel Trinidad, el padre asesino, el hijo contranatural y el Espíritu Santo voluptuoso! Lejos de nosotros todos estos fantoches deshonrantes en nombre de los cuales se rebaja a los hombres hasta el nivel de miserables esclavos a quienes se envía, por la omnipotencia de la mentira, de las penas de esta tierra a los gozos del cielo. Lejos de nosotros todos aquellos que, con su demencia santa, son los obstáculos de la felicidad y de la libertad. Dios es un fantasma inventado por refinados charlatanes, por medio del cual se aterroriza y se tiraniza hasta hoy a los hombres; pero el fantasma se desvanece desde que es examinado por la sana razón; las masas engañadas se indignan de haber creído en él tan largo tiempo y gritan a la faz del cura estas palabras del poeta:

Hemos en vano alimentado esperanza;
Nos has engañado y hemos sido tu burla;
Dios, al que hemos suplicado en el frío del invierno,
Y en los tormentos del hambre… ¡Maldito seas!


Esperamos que las masas de trabajadores no se dejarán burlar por más tiempo, sino que llegará un día en que el crucifijo y los santos serán arrojados al fuego, los cálices y las custodias convertidos en útiles artefactos; las iglesias transformadas en salas de conciertos, de asambleas o en teatros, y en caso de que no pudieran servir para esto, en graneros y en caballerizas. Abrigamos la esperanza de que llegará un día en que el pueblo, ilustrado esta vez, no comprenderá por qué semejante transformación no se ha verificado desde hace mucho tiempo. Esta manera de proceder rápida y concisa, no se practicará naturalmente sino cuando se lleve a cabo la Revolución Social, es decir, cuando se arrasen los cómplices de la clerigalla: príncipes, capitalistas, etc, etc… y cuando la burguesía, así como la iglesia, sean destruidos radicalmente.

Jean Most




(1) El Emperador Guillermo fué llamado así por una gran parte del pueblo alemán para recordar su huida en 1848, disfrazado de cochero de sitio y con el nombre de Lehmann.
No aguardo más. Vendrás a verme hoy mismo. Ven dispuesto a todo. Tuya hasta la muerte (A)

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Cenetista
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Mensaje por Cenetista » 25 Oct 2006, 11:53

Para saber más sobre Johann Most y leer algún artículo a parte del ya citado, lo podéis encontrar en el Periódico Tierra y Libertad del mes de agosto, que es un monográfico en su memoria.

Salud!
"Queremos personas capaces de destruir, de renovar sin cesar los medios y de renovarse ellas mismas; personas cuya independencia intelectual sea su mayor fuerza, que jamás estén ligados a nada... aspirando a vivir vidas múltiples en una sola vida".

Francisco Ferrer i Guardia

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non profit
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Mensaje por non profit » 25 Oct 2006, 19:52

Hola inadaptada, que al final te gustó eh!!! ;)
"Sólo porque dicen que estás paranoico no significa que no te estén persiguiendo"

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CHINASKY
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Mensaje por CHINASKY » 29 Oct 2006, 16:16

Hace mucho tiempo que ha sido comprobado científicamente que no hay otra vida independiente que la del cuerpo y que el alma - (lo que los charlatanes religiosos llaman el alma) – no es otra cosa que el órgano del pensamiento (cerebro) que recibe las impresiones por el órgano de los sentidos y que, por consiguiente, este movimiento debe cesar necesariamente con la muerte corporal
Me parece que no se ha demostrado cientificamente que no exista el alma, igual tampoco ha podido comprobarse cientificamentes que las ideas se produccan en el cerebro.
si tu oyes a Luis Del Olmo por la radio eso no quiere decir que ese tio esté dentro del receptor de radio. Pues tampoco las ideas y el pensamiento tienen por que nacer dentro del cerebro, podrian venir de fuera y que el cerebro fuese solo un receptor. La ciencia no lo explica todo. De echo hay muchisimos cientificos de prestigio que no se consideran ateos, por algo será. Y eso no significa que tengan que ser cristianos, o judios, o musulmanes, o budistos, o lo que sea. Simplemente, que aunque sean cientificos no son materialistas acerrimos.
Que los libros religiosos están todos llenos de disparates es verdad. Que las religiones establecidas sirven para aborregar, manipular y exclavizar al ser humano tambien es verdad, pero eso no justifica para que se crea que fuera de la materia no existe nada.
Tengo grabado en video un documental sobre esperiencias de gente que ha estado clinicamente muerta. Este documental lo pusieron en la 2 de Tve en Documentos TV. A mi no me parece un documental sensacionalista tipo esoterico y toda esa mierda, me parece serio, y hay medicos, neurologos, psiquiatras, y mucha gente de ciencia que está interesada en este tema por que creen que la gente que lo cuenta están contando la verdad de lo que les ha sucedido.

Esto va para los que se consideran ateos:
Si la vida es un sin sentido. Si que el ser humano exista es pura casualidad y podria ser de cualquier otro modo. Si no existe nada mas allá de lo puramente material. Si cuando uno muere deja de existir para siempre jamas y pasa de haber sido a no ser y a no existir. Si la vida es pura casulidad sin ningun sentido entonces yo pregunto: ¿por que ser solidario entonces; a cuento de que nos tenemos que preocupar por mejorar la sociedad; a cuento de que nos tenemos que preocupar de los que pasan hambre e injusticias; por que tenemos que preocuparnos de las generaciones futuras preocupandonos de salvar este planeta y su naturaleza? ¿que nos tiene que importar que todo se valla a tomar por culo? ¿no seria mas logico, si se es ateo, ser completamente egoista? Me parece incongruente que un ateo se preocupe del bien y del mal. Si no existe Dios, o lo que sea, ¿por que tendria que existir la moral, a cuento de que?
Decidme ateos ¿cual es la razón, el motivo, que hace que querais hacer el bien?. No será ese motivo vuestra conciencia, que no consciencia, que no es lo mismo. ¿ y que es la conciencia? la conciencia: ese sentimiento humano que nos hace sentirnos culpables si hacemos el mal. ¿Y de donde nos viene la conciencia? claro, queridos compañeros ateos, vosotros seguramente respondereis que del cerebro y os quedareis tan anchos. Pero si eso es así y nos viene del cerebro, tambien podemos decir que el libre albedrio tambien nos viene del cerebro. Pero entonces, si sentirse culpable y tener conciencia es incoherente con la idea de que Dios no existe ¿por que no eliminar estos sentimientos "absurdos" y ser completamente egoistas sin sentirse culpable por ello? sencillamente por que no podemos. No podemos dominar nuestra conciencia por que ella no es un sentimiento que salga del cerebro,es mucho mas que eso. O se tiene conciencia o no se tiene. Por eso yo creo que los verdaderos ateos son esos que no se sienten culpables de ser completamete egoistas, que les importa una mierda la gente, la naturaleza y el mundo entero. Solo les importa ellos mismos y su bienestar. Y son capaces de robar a su padre.
En definitiva: si no existe nada fuera de lo puramente material entonces, ¿no seria mas logico ser completamente corrupto y así el que lo fuese tendria su razón de serlo y no habria el porque recriminarle nada?
Los verdaderos ateos precisamente son los curas, los esplotadores, los contaminadores destrucctores de la naturaleza, los gobernantes politicos, los grandes propietarios y ejecutivos de las grandes multinacionales y los bancos, y toda la demas carroña. Simplemente son ateos por que no tienen conciencia. No se sienten culpables de sus actos criminales.
No confundiros compañoros. Hagamos una nueva religion que venga de la conciencia humana, porque sin un sentido de la moral, que tiene que justificarse mas allá del simple materialismo, la vida y el ser humano no son nada.
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Marcelino pan y vino.
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Mensaje por Marcelino pan y vino. » 29 Oct 2006, 21:14

CHINASKY escribió:Si la vida es un sin sentido. Si que el ser humano exista es pura casualidad y podria ser de cualquier otro modo. Si no existe nada mas allá de lo puramente material. Si cuando uno muere deja de existir para siempre jamas y pasa de haber sido a no ser y a no existir. Si la vida es pura casulidad sin ningun sentido entonces yo pregunto: ¿por que ser solidario entonces; a cuento de que nos tenemos que preocupar por mejorar la sociedad; a cuento de que nos tenemos que preocupar de los que pasan hambre e injusticias; por que tenemos que preocuparnos de las generaciones futuras preocupandonos de salvar este planeta y su naturaleza? ¿que nos tiene que importar que todo se valla a tomar por culo? ¿no seria mas logico, si se es ateo, ser completamente egoista? Me parece incongruente que un ateo se preocupe del bien y del mal. Si no existe Dios, o lo que sea, ¿por que tendria que existir la moral, a cuento de que?
Por imperativo moral.

http://es.wikipedia.org/wiki/Immanuel_Kant


O por lógico interés.

http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_juegos

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Mensaje por CHINASKY » 29 Oct 2006, 22:46

en vez de mandarme un enlace me podrias esplicar con un lenguaje coloquial como el que es capaz de comprender un hombre de casi cincuenta años que no tiene estudios universitarios ni siquiera estudios basicos porque tuvo que ponerse a trabajar a los doce años y dejar la escuela para ayudar a su familia ya que es hijo de un jornalero agricola y que tenia 17 años cuando se murio Franco y lo poco que sabe ha sido a base de leer lo que ha podido en los pocos ratos libres que le deja su trabajo de esclavo del siglo XXI.
¿podrias explicarme que es eso de "imperativo moral"? he leido algo a Kant y no me gusta, prefiero a Schopenhauer. Que por cierto creo que no le gustaban mucho algunas ideas de Kant.
Schopenhauer:
El mundo es mi representación: esta verdad es aplicable a todo ser que vive y conoce, aunque sólo al hombre le sea dado tener conciencia de ella; llegar a conocerla es poseer el sentido filosófico. Cuando el hombre conoce esta verdad estará para él claramente demostrado que no conoce ni un sol ni unta tierra, y sí únicamente un ojo que ve el sol y una mano que siente el contacto con la tierra; que el mundo que le rodea no existe más que como representación, esto es, en relación con otro ser: aquel que le percibe, o sea él mismo. Si hay alguna verdad a priori es ésta, pues expresa la forma general de la experiencia, la más general de todas, incluidas las de espacio, tiempo y causalidad, puesto que la suponen.

Si no entiendo esto mal creo que esto es antimaterialista.(El mundo es mi representación. que el mundo que le rodea no existe más que como representación)


Y con lo de "logico interes" quiero comprender que te refieres a que la gente se une o se soliradizan unos con otros para conseguir un interes comun. Que si no hay ese interes común para que solidarizarse. Entonces si las cosas se hacen por puro egoismo mutuo no podemos recriminar al empresario explotador su comportamiento ya que estamos legitimando el egoismo. El empresario no necesita la solidaridad mutua con sus obreros ya que tiene la sarten por el mango. Su interes consiste en explotarlos cada vez mas.
Las clases acomodadas de la socidad tambien estarian legitimadas en su posicion de defender sus interes y su estatus. Y los paises del primer mundo tambien estarian legitimados en su insolidaridad y continuacion de la explotacion de los del tercer mundo.
Si como dices solo se trata de intereses personales de cada cual, yo lo entiendo así.
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Mensaje por CHINASKY » 30 Oct 2006, 15:12

Rectifico donde he puesto kant queria decir Hegel. Ha sido una confusión.


la ciencia explica, predice y controla los fenomenos de la naturaleza. Lo que no explica la ciencia es el porqué de la existencia de la naturaleza, cual es la razón por la cual existe.

yo creo en la existencia de Dios pero creo que las religiones son falsas. Son falsas por que las hace el hombre y para que fuesen verdaderas tendrian que estar echas por Dios no por el hombre. Dios no escribe, ni fabrica libros, pues no se dedica a hacer cosas artificiales, las cosas artificiales son echas solo por el hombre. Igual tampoco el hombre es capaz de hacer algo natural (biologico), todo lo que hace es artificial. Un hombre no puede hacer una lechuga, ni un tomate. Puede sembrar una semilla y que nazca una lechuga, pero siempre necesitará de material biologico para producir otro material bilogico. El dia que el hombre mediante la ciencia sea capaz de producir algo que sea biologico sin que tenga que usar para ello otro material biologico ya existente entonces, ese dia, se podrá decir que Dios no existe.
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Mensaje por anarkoanthony » 09 Nov 2006, 13:36

CHINASKY escribió: Esto va para los que se consideran ateos:
Si la vida es un sin sentido. Si que el ser humano exista es pura casualidad y podria ser de cualquier otro modo. Si no existe nada mas allá de lo puramente material. Si cuando uno muere deja de existir para siempre jamas y pasa de haber sido a no ser y a no existir. Si la vida es pura casulidad sin ningun sentido entonces yo pregunto: ¿por que ser solidario entonces; a cuento de que nos tenemos que preocupar por mejorar la sociedad; a cuento de que nos tenemos que preocupar de los que pasan hambre e injusticias; por que tenemos que preocuparnos de las generaciones futuras preocupandonos de salvar este planeta y su naturaleza? ¿que nos tiene que importar que todo se valla a tomar por culo? ¿no seria mas logico, si se es ateo, ser completamente egoista? Me parece incongruente que un ateo se preocupe del bien y del mal. Si no existe Dios, o lo que sea, ¿por que tendria que existir la moral, a cuento de que?
Decidme ateos ¿cual es la razón, el motivo, que hace que querais hacer el bien?. No será ese motivo vuestra conciencia, que no consciencia, que no es lo mismo. ¿ y que es la conciencia? la conciencia: ese sentimiento humano que nos hace sentirnos culpables si hacemos el mal. ¿Y de donde nos viene la conciencia? claro, queridos compañeros ateos, vosotros seguramente respondereis que del cerebro y os quedareis tan anchos. Pero si eso es así y nos viene del cerebro, tambien podemos decir que el libre albedrio tambien nos viene del cerebro. Pero entonces, si sentirse culpable y tener conciencia es incoherente con la idea de que Dios no existe ¿por que no eliminar estos sentimientos "absurdos" y ser completamente egoistas sin sentirse culpable por ello? sencillamente por que no podemos. No podemos dominar nuestra conciencia por que ella no es un sentimiento que salga del cerebro,es mucho mas que eso. O se tiene conciencia o no se tiene. Por eso yo creo que los verdaderos ateos son esos que no se sienten culpables de ser completamete egoistas, que les importa una mierda la gente, la naturaleza y el mundo entero. Solo les importa ellos mismos y su bienestar. Y son capaces de robar a su padre.
En definitiva: si no existe nada fuera de lo puramente material entonces, ¿no seria mas logico ser completamente corrupto y así el que lo fuese tendria su razón de serlo y no habria el porque recriminarle nada?
Los verdaderos ateos precisamente son los curas, los esplotadores, los contaminadores destrucctores de la naturaleza, los gobernantes politicos, los grandes propietarios y ejecutivos de las grandes multinacionales y los bancos, y toda la demas carroña. Simplemente son ateos por que no tienen conciencia. No se sienten culpables de sus actos criminales.
¿Qué tiene que ver el no creer en Dios y el ser egoísta y que todo te importe una mierda?¿Qué tiene que ver el decir que no existe un dios y el ser malvado, egoísta...? Entonces, las personas que se consideran ateas y no creen en la existencia de Dios pero, sin embargo, dedican su vida ha realizar "el bien", ha intentar mejorar su alrededor, a ayudar a los demás...? ¿de verdad crees que ser bueno, solidario, justo... implica creer en Dios?
Un... blog:
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Mensaje por CHINASKY » 01 Dic 2006, 16:48

anarkoanthony escribio:
¿Qué tiene que ver el no creer en Dios y el ser egoísta y que todo te importe una mierda?¿Qué tiene que ver el decir que no existe un dios y el ser malvado, egoísta...? Entonces, las personas que se consideran ateas y no creen en la existencia de Dios pero, sin embargo, dedican su vida ha realizar "el bien", ha intentar mejorar su alrededor, a ayudar a los demás...? ¿de verdad crees que ser bueno, solidario, justo... implica creer en Dios?
Las cosas no se hacen porque si. Siempre hay algun motivo por el cual hacemos las cosas. ¿cual es el motivo que nos hace hacer el bien y el preocuparnos del bien de los demas?
creo que hay gente que dice que es atea y ademas creé que lo es, pero que no lo es en realidad.
A esta gente que se cree que es atea y en cambio se preocupan por que el mundo sea mas justo y les duele dentro de su alma que haya gente que sufra hambre e injusticias, yo les pregunto: ¿cual es el motivo que te hace a ti que vives en una sociedad occidental donde vives comodamente
y sin problemas de alimento, vestido, vivienda, etc. preocuparte por los demas, a cuento de que? ¿será el sentimiento de culpa?¿y por que tienes que sentirte culpable?¿tienes miedo a algun castigo?¿y si no es así entonces por que te preocupa?. Si uno actua de una forma por que se siente culpable si no lo hace es por que detras de eso está la creencia(inconsciente) de que algo nos va a juzgar por nuestro comportamiento. Porque si no hay nada que nos vaya a juzgar entonces a que tener miedo de ser despreocupado e indolente.
Creo que todo depende de sentirse culpable o no de nuestros actos.¿y que hay detras del sentimiento de culpa?: ???????????????????
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Mensaje por anarkoanthony » 04 Dic 2006, 20:43

CHINASKY escribió:anarkoanthony escribio:
¿Qué tiene que ver el no creer en Dios y el ser egoísta y que todo te importe una mierda?¿Qué tiene que ver el decir que no existe un dios y el ser malvado, egoísta...? Entonces, las personas que se consideran ateas y no creen en la existencia de Dios pero, sin embargo, dedican su vida ha realizar "el bien", ha intentar mejorar su alrededor, a ayudar a los demás...? ¿de verdad crees que ser bueno, solidario, justo... implica creer en Dios?
Las cosas no se hacen porque si. Siempre hay algun motivo por el cual hacemos las cosas. ¿cual es el motivo que nos hace hacer el bien y el preocuparnos del bien de los demas?
creo que hay gente que dice que es atea y ademas creé que lo es, pero que no lo es en realidad.
A esta gente que se cree que es atea y en cambio se preocupan por que el mundo sea mas justo y les duele dentro de su alma que haya gente que sufra hambre e injusticias, yo les pregunto: ¿cual es el motivo que te hace a ti que vives en una sociedad occidental donde vives comodamente
y sin problemas de alimento, vestido, vivienda, etc. preocuparte por los demas, a cuento de que? ¿será el sentimiento de culpa?¿y por que tienes que sentirte culpable?¿tienes miedo a algun castigo?¿y si no es así entonces por que te preocupa?. Si uno actua de una forma por que se siente culpable si no lo hace es por que detras de eso está la creencia(inconsciente) de que algo nos va a juzgar por nuestro comportamiento. Porque si no hay nada que nos vaya a juzgar entonces a que tener miedo de ser despreocupado e indolente.
Creo que todo depende de sentirse culpable o no de nuestros actos.¿y que hay detras del sentimiento de culpa?: ???????????????????

Nunca me habían planteado esto, pero simplemente yo no creo en Dios, que para mí no es lo mismo que si yo dijera que dios no existe, yo nunca afirmaré eso, porque no tengo prueba alguna para confirmar que no existe, simplemente no creo en él, ni lo siento ni nada, pero dejando a un lado esto; a mí me duele en el alma saber que hay personas que no tienen un bocado que llevarse a la boca, ni tampoco un vaso de agua porque lo veo injusto, por que veo que ellos también son personas como tú y como yo y han nacido en el mismo mundo que tú y que yo sin embargo a ellos se les ha privado de las oportunidades que tú y yo y otros tantos tenemos...Nose, no es exactamente el sentimiento de culpa, o sí, es verdad que si yo no luchase por "algo mejor" me sentiría culpable, si no intentara ayudar a otr@s que en esta vida no han tenido "suerte", me sentiría mal, pero yo lo reflexiono y veo que ese sentimiento de culpa está ahí por que sino lo hago me siento mal y tú me podrías preguntar, -¿y porqué te sientes mal?- pues porque sino luchase pienso que sería un egoísta, sería una persona injusta, vería en mí, que ya que he tenido la suerte de poder comer tres veces al día y de poder ponrme ropa en buen estado, una persona malvada y asquerosa que no intenta que los demás también puedan comer día a día y vestirse... nose, es algo que siento en el interior de mí, pero a la vez lo veo lo más lógico del mundo el pensar de tal forma; el sentimiento de desolación y culpabilidad sino luchase es algo que surgiría en mí y igual que suerge en mí el sentimiento de ayudar a los demás y de cooperar por una vida mejor, ¿miedo? no es miedo a nada, bueno sí, únicamente miedo a no haber aprovechado mí vida, miedo a saber que he vivido cómo si nada malo pasase a mí alrededor; no tengo miedo a que algo me vaya a juzgar, únicamente me juzgaré yo, mis pensamientos y mi conciencia me torturán si no lucho por los demás y junto a los demás por un mundo mejor, cómo ya he dicho no tengo miedo a que nada me juzge, no me siento culpable por eso, como ya te he dicho, solo me juzgaría yo mismo, mi YO. Dices que si uno no tiene miedo que qué le preocupa, pues yo creo que ya te lo he comentado, me preocupa el no haber aprovechado mi vida, el no haber vivido honrradamente, el, ya que yo tengo las necesidades principales cumplidas, no haber aprovechado mi vida porque otr@s también las tengan.
Simplemente creo que debo y debemos aprovechar nuestra vida y luchar por nosotros y por los demás, por nuestra libertad y por la de los demás y porque creo que nadie tiene derecho a arrebatarle la vida a otra persona.

Me gustaría, CHINASKY, que si tienes alguna pregunta, por mínima que sea, directa o indirecta a lo que he dicho, la hagas; porque me ha gustado como has planteado lo de la creencia en Dios.



Salud, libertad y dignidad. :wink:
Última edición por anarkoanthony el 04 Dic 2006, 20:45, editado 1 vez en total.
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