Normalmente, Al Azif, te expresas de manera bastante entendible, y tengo entendido que te encanta leer todo tipo de textos densos y crípticos, por decirlo de manera suave. Precisamente eso debería abundar más, saber explicarse con sencillez.
Entiendo este tipo de critica, en cierta manera los textos post-estructuralistas quizá debieran expresarse más claro (y en esto Mil Mesetas y El AntiEdipo se llevan la palma[1]). Creo también que sinceramente se intenta facilitar la lectura en los textos postanarquistas (Todd May y Saul Newman me parecen un ejemplo de ello), aunque siempre se tiene que navegar entre esos nuevos (y extraños) conceptos/mundos/analisis y su facilidad a la hora de hacerlos entendibles facilmente -y más teniendo en cuenta que el post-estructuralismo hace un fuerte hincapie en la epistemología y la linguística, y la renovación radical de estas tradiciones.
Más bien me extrañó que un discurso tan innovador y en ciertos aspectos (no en todos), tan lúcido, acabara en la práctica por buscar reformas dentro de un sistema. La rueda mejorada no será destruida...
A este respecto es importante remarcar que el postestructuralismo hace hincapie en la imposibilidad de reconciliación de los antagonismos sociales. En este sentido no existiría la utopia, entre otras cosas porque también se rechaza cualquier tipo de esencia humana -ni buena, ni mala, ni por realizarse. Así el postestructuralismo ve al sujeto como el resultado de las relaciones de poder. Relaciones de poder que no son meramente negativas/represivas sino que también pueden ser positivas/creativas (ya sabes lo que dice Nietzsche: "Sois voluntad de poder y nada más").
Así no habría rueda que romper puesto que siempre existiría tal rueda (tomará la forma que tomara). De esta forma las diferencias entre revolucion y reformismo se diluyen fuertemente. Bajo este punto de vista los cambios son a mejor (en cuanto construye una subjetividad más ecosofica dijeramos: que ayuda a autoenriquecer las relaciones con sí mismo y con el medio / otra definición: que distribuye mejor el poder) o a peor. Entonces o cualquier cambio positivo es revolucionario (y la reforma no existe) o es reformista (y la revolución no existe). Simplemente (y quizá) haya diferencias de escala. Así quizá puedieramos distinguir entre cambios a "mejor" reformistas o revolucionarios.
Por otro lado y para acompañar a esta teoría del poder (que proviene de Foucault) se afirma una multiplicidad de dominios en los que se ejerce la dominación (poder en sentido negativo) como pueden ser el tema migratorio o el genero o la precarización. Hay multitud de ellos y siempre los habrá (en mayor o menor medida).
La simple negación/destrucción de aquello que nos domina aparece así como una falacia (ya no solo por problemas de posible irrealización sino simples problemas teóricos e incluso prácticos [nunca se ha mostardo que tal cosa fuera posible]). Pues no opera cambios a nivel subjetivo y puesto que no hay esencia original buena tampoco nos lleva a ninguna situación mejor (sino posiblemente peor). Por otro lado lleva a una especie de pasión de abolición que se cree en posición de la verdad (y los futuristas son un claro ejemplo de ello, con su esticización de la violencia). Y finalmente porque la epistemología postestructuralista intenta mostrar que no existe ningún tipo de verdad absoluta. La justificación de nuestro saber viene dada por la practica (no hay nada mas allá). Por lo tanto y en este sentido se intenta dar un gran sentido de la prudencia reflejado a través de lo que podriamos llamar quizás "laboratorios de experimentación bio-política". Proyectos altamente utopicos e idealizados como es el caso de la (presunta) destrucción (al estilo ¿insurrecional?) del sistema capitalista (o de sus infraestructuras economicas) nos puede llevar a posiciones altamente peligrosas e incluso "microfascistas" (en terminos de Deleuze y Guattari). En este sentido creo que un claro ejemplo de este tipo de posiciones es la vida y obra de Nechaev, ese cura que se creía revolucionario.
Entonces bajo este punto de vista que une la multiplicidad de dominios en los que se ejerce la dominación y la irreductibilidad de las relaciones antagonista se propone (creo ;)) por un lado practicas p(r)o(po)sitivas de revolución anti-autoritaria en cada uno de los ambitos (generalmente relacioandas con la autonomía y todas sus facetas) y por otro la transversalización de todos estos movimientos de resistencia. Esto por un aldo es mucho más alentador y alegre; y por el otro mucho más plausible (y posiblemente jsutificado).
En el caso de Todd May que críticas. Una analisis post-estructuralista de la situación actual nos viene a llamar la atención sobre la centralidad del problema migratorio. ¿Por que? principalmente por dos razones: a) Como Deleuze y Guattari explican, el control de flujo humano es básico para el desarrollo del capital, de ahí su alianza con la nacion-estado/fronteras (no podría vivir sin ellas). b) En un mundo global como el nuestro, en que el dinero circula de forma global, las fronteras forman una especie de violencia ontológica. Hoy más que nunca ningún hombre debería ser ilegal.
May, imagino que considerando estos analisis, y teniendo en cuenta que es imposible una revolución total (que acabe con los antagonismos). Opta por dedicarse al tema migratorio, además del de la producción común del saber y la transversalización de los dominios. Además no toca el tema migrante desde una óptica onegera si no que lo hace creando autonomía, hibridandose y aprendiendo también de esos cuerpos migrantes.
En este sentido no me parece nada criticable sus prácticas, sino todo lo contrario. En cambio tachar a alguien de reformista (en sentido despectivo) después de todo este esfuerzo y trayectoria me parece pueril y altamente destructivo (por serte sincero). De hecho creo que lo que Todd May está proponiendo son grandes cambios, imagina un mundo sin fronteras (en el que posiblemente el capitalismo no pudiera subsistir), y en este sentido si hay que poner la etiqueta de reformista o revolucionario, sería un revolucionario.
Después de todo no somos martires, somos personas. Cada uno con sus posiciones y pensamientos, cada uno con sus prácticas.
La ética post-estructuralista es por una parte un ejercicio de humildad pero por otra uno de voluntad de poder, de alegría, caos y cambio; en definitiva es un ejercicio de amor al cuerpo.
Me despido con una cita de Bey (que creo que nos gusta bastante a ambos): "No hay devenir, ni revolución, ni lucha, ni sendero; tú ya eres el monarca de tu propia piel"
Un fuerte abrazo ;)
Pd: espero no haber sido muy lioso en la explicación...
Notas:
1.- Hasta respecto comentar (y como anecdota) que MiIMesetas fue un libro que me encanto y que logro reproducir en mi la sensación que muy pocos otros libros (estoy pensando en Asi Habló Zaratustra) me habían producido. Es para mí, uno de esos libros para una vida. Respecto a él comentar que tiene la capacidad de remover fuertemente la subjetividad hasta el punto de que existe la leyenda de que es capaz de volver loca a la gente (quizá por su intrincado lenguaje :P, auqnue no lo creo), al estilo de esos manuscritos necromanticos.