Jorge. escribió:Pues en ese texto, se dice que el texto de Ojea es por una parte bueno, porque diferencia entre cristianismo e Iglesia. Pero que es malo porque ignora las creativas interpretaciones del Apocalipsis del beato de liebana sobre el apocalipsis de Juan, porque ignora el monacato revolucionario y las consecuencias de la expropiación llevada a cabo por la burguesía del XIX sobre las tierras de la Iglesia (que no la de los cristianos), en la desamortización de Mendizábal y en la de Madoz (expropiación de las tierras comunales). Carga contra el anticlericalismo burgués y proletario, recuerda la matanza de curas del 36, y expone una serie de afirmaciones dogmáticas, como que lo espiritual existe, que hemos de aprender del verdadero cristianismo y similares.
- Estoy de acuerdo con Rodrigo Mora en diferenciar cristianismo y cristianos de Iglesia.
- Como bien dices, el
Apocalipsis es un texto de alto (por no decir total) contenido metafórico y dependiente, por no estar presente el emisor para explicárnoslo, de la interpretación que cada receptor realice.
- El llamado "monacato revolucionario" me resulta interesante por lo que ya he leído, que es poco en cantidad. Principalmente por expresar una serie de valores y prácticas que veo positivas (sentido comunitario extramercantil,
relativa autonomía respecto a los poderes fácticos, entre otros) pero no en sentido absoluto, sino mejorables en gran medida. En cualquier caso, es un conclusión apriorística que dejo a la espera de tener más información y reflexión del asunto.
- Sobre la expropiación decimonónica del comunal, me remitiría a las conclusiones, esta vez sí, de Rodrigo Mora en su libro
La democracia y el triunfo del Estado, con las que estoy de acuerdo.
- Respecto al anticlericalismo burgués, creo efectivamente que su contenido de verdad (crítica al poder eclesiástico y a lo irracional de sus postulados) ha de compensarse con el vacío ético que terminó provocando (no siempre y no por parte de todos) en la ideología común y el consecuente allanamiento de terreno para la dominación estatal y el capitalismo.
- La persecución de religiosos, independientemente de la verdad histórica en las magnitudes de tales hechos, es un hecho condenable en mi opinión, lo haga quien lo haga y bajo la idea que diga hacerlo. Sin embargo, ha de ser ponderado en su contexto para una correcta apreciación, y desde luego no condenaré una idea porque algunos de los culpables se autodenominaran seguidores de tal idea, sería una falacia completa.
- Creo personalmente que el ser humano tiene una faceta, podríamos llamar, espiritual, principalmente por la aplastante realidad de la muerte, por su capacidad para reflexionar sobre lo que desconoce, para plantearse cuestiones que le son misteriosas y para sentir ciertas sensaciones anímicas (no necesariamente carentes de explicación científica, no se trata de eso). También pienso, aún más claramente, que es un error mayúsculo dejarlo en manos de las religiones, como si fuera su monopolio, pues éstas la desnaturalizan, la dogmatizan, la irracionalizan y la usan para menesteres ajenos.
- Y sí, creo que el cristianismo, como todas las religiones, tiene aspectos positivos dignos de reivindicar. El problema, insisto y repito, es que están viciados
de origen por su naturaleza dogmática, revelada, arreflexiva.
Te agradezco el resumen Jorge, sin ironías.