Publicado: 11 Mar 2008, 13:54
6. Seguridad personal.
Consigue todo lo necesario para tus acciones. No hay que hacer acciones de alto nivel si la situación no lo requiere. Si sólo realizas pequeñas acciones y te relacionas con activistas del mismo nivel, solo necesitas una seguridad básica, no es necesario que lleves a cabo todas las medidas de seguridad. Si estás más comprometido y haces acciones más serias, entonces deberás hacer un esfuerzo mucho mayor.
Una regla de oro es que cuanto mayores sean tus acciones, menos pistas debes dar. Por ejemplo, si estás implicado en acciones serias, no es conveniente que vayas a manifestaciones o participes en situaciones en las que puedas ser arrestado y que atraigan la atención sobre ti. Tener contacto con activistas ya conocidos tampoco ayuda, reflexiona sobre cuáles son tus prioridades. Cuanto menos te des a conocer, menores serán las posibilidades de aparecer en el radar del estado y ser investigado.
Un fallo que los activistas ya conocidos suelen cometer es desaparecer de repente de la escena mientras continúan en contacto con otros activistas. Si vas a desaparecer, hazlo progresivamente.
La mayor amenaza hacia tu seguridad depende de la imagen que puedan construir de ti y de tu red de contactos. La policía investiga frecuentemente a la gente nueva que aparece en el movimiento o en un grupo activo ya conocido, así consiguen averiguar quiénes son y si les interesa investigar más a la persona. Estas investigaciones son rutinarias y la gente cuando descubre que está siendo investigada suele cometer la equivocación de pensar que tiene problemas serios y que le pueden registrar su casa en cualquier momento. La realidad es que has aparecido en su radar y sólo quieren saber más cosas de ti por si las necesitasen en el futuro.
Otro motivo para vigilarte es confirmar información que les ha llegado sobre ti a través de otras fuentes como teléfonos pinchados y confidentes de la policía. Por ejemplo, quieren saber si es cierto que vas a ir a un funeral.
Es desconcertante cuando te pasa por primera vez, pero estate tranquilo, no te pongas paranoico, simplemente estate alerta. El pánico sólo va a servirte para que se den cuenta de que tienes algo por lo que esconderte y puede traer más atención.
Saber que estás siendo investigado o que te han puesto micrófonos en casa puede afectarte psicológicamente. Es una desagradable intrusión en tu espacio y en tu vida privada. No le des más importancia de la que tiene o aumentará tu paranoia. Coméntaselo a los activistas de confianza con los que trabajes y pensad juntos en formas de esquivar la vigilancia. Es importante que recuerdes que te están investigando porque tus acciones están logrando objetivos y eso es lo que importa. Si haces las cosas bien podrás burlar a la vigilancia.
6.1 Manejar a la policía.
La policía sabe menos de lo que pretende hacernos creer. Un truco que usan mucho es tratarte por tu nombre o dejar caer algún dato sobre ti en la conversación. Si piensas en esto detenidamente, comprobarás que esta información apenas tiene importancia y sólo muestra que han investigado un poco y, ¿qué importa? Piensa en por qué usan estos trucos. Si te dan a entender que te están investigando es porque te quieren asustar. Si te estuviesen vigilando de forma seria no intentarían que te dieses cuenta. En lugar de eso lo que quieren es que te pongas paranoico o que te asustes y cometas un error. Estate tranquilo y analiza cómo puede afectar a lo que planeas hacer como activista. Por nuestra experiencia, generalmente afecta muy poco.
La policía quiere saber principalmente dos cosas sobre ti: tus ideas y tus contactos. Dicho de otra manera, quieren saber lo que quieres hacer y con quien lo quieres hacer. El departamento de inteligencia policial no tiene por qué investigar un delito concreto, sino que puede intentar conseguir información general. De esta forma, cuando se comete un delito ya saben a donde dirigirse, intentando que no de tiempo a los activistas a deshacerse de las pruebas.
Es habitual que haya policías buscando información en manifestaciones, y la gente se pone muy nerviosa cuando ven a los policías haciendo fotografías. En realidad, si quieren mostrar tu presencia en la manifestación, con una fotografía les basta. Lo que de verdad les interesa es saber quién habla en público (según su forma de pensar ellos son una especie de organizadores) y quién habla con quién. Les interesa mucho saber quién es amigo de quién para hacerse una idea de cómo funciona la red. La próxima vez que vayas a una manifestación fíjate en su forma de actuar y trabajar. Fíjate en a quién fotografían y qué es lo que hacen.
A un nivel más personal, tus oponentes tienen los mismos prejuicios que el resto de la sociedad en lo que a formas de vestir o estereotipos se refiere. Si llevas camisetas radicales apoyando al ALF o con mensajes políticos provocativos, o si llevas una estética militar que transmite imagen militante, o una estética punk, entonces atraerás su atención.
La ropa y la estética te pueden parecer importante, pero si vas a ser un activista serio, deberás evitar llamar la atención. Esta bien ser “un individuo”, pero si estás haciendo cosas que pueden atraer la atención del estado, ¿por qué ayudarles? Por desgracia no vivimos una utopía, así que los activistas comprometidos tendrán que hacer ese sacrificio. La idea es no destacar en la sociedad que te rodea. Usa ropa discreta todos los días y lleva un corte de pelo que llevaría un ciudadano corriente. Se podría debatir qué es lo “normal” en la sociedad, pero la realidad para un activista es que los estereotipos son muy claros. Estos debates teóricos deberían ser mantenidos al margen de la práctica. Si tu propósito es mantenerte al margen y seguir activo durante mucho tiempo, no intentes llamar la atención.
Una persona que lleva chaqueta militar es muy fácil de distinguir. Sólo con llevar una cazadora llamativa es suficiente para facilitarles el seguimiento. Fijarse en las formas de vestir es más sencillo que fijarse en aspectos de la casa, a no ser que haya otros aspectos que llamen la atención (barba, gafas de sol, cortes de pelo, etc.).
Si la policía te investiga de forma seria pretenderá que no te enteres. Aun así un error frecuente de los paranoicos es pensar que esto se lo hacen a todo el mundo constantemente. Simplemente, el estado no tiene tantos recursos. Esas investigaciones las dedican a activistas a los que consideran verdaderas amenazas. A no ser que estén realmente interesados en cogerte, te investigarán de forma intermitente actualizando la información que tengan de ti, usando policías de paisano.
6.2 En casa.
A continuación hay algunas técnicas y consejos para protegerte en el hogar. Aquí la regla de oro es preguntarte “si la policía viene, ¿qué pueden encontrarme que me traiga problemas?”
La otra regla de oro es no hablar NUNCA dentro de casa de nada que te pueda traer problemas. Salir al jardín a discutir estas cosas tampoco es seguro. Incluso aunque estés convencido de que no te están investigando, no te arriesgues.
Si alguien viene a buscarte para hablar de una liberación o un sabotaje, o para hablar de un tema arriesgado, iros a dar un paseo. Si es posible iros por un camino que tú no suelas usar, y cámbialo constantemente. Por supuesto, deja el teléfono móvil en tu casa.
6.2.1 Controla la información de tu casa.
Quema tu basura, cartas personales y facturas. Ahí hay mucha información importante sobre ti, tus hábitosy tus contactos. Es mejor no dejar textos tuyos escritos a mano para que no reconozcan tu letra.
Acostúmbrate a no dejar descuidadas cosas como tus cartas, anotaciones, etc, en el lugar a los que algún confidente pueda tener acceso. Dependiendo de tu pasado, tu situación actual y las actividades que llevas a cabo, plantéate si es conveniente que tengas revistas y textos radicales en tu casa. Si no eres una persona conocida, o actúas independientemente, este tipo de material puede servir par demostrar que estás interesado en el movimiento o en una campaña concreta.
Los diarios no son una buena idea, incluso si los escondes bien. Si se te ocurre un buen escondite, puedes estar seguro de que no vas a ser el único y que los policías especializados en registros ya conocen ese lugar. Esto incluye detrás de los cuadros, debajo de tablas, en cisternas, pegados bajo los armarios, dentro de almohadas, etc.
A pesar de esto, si te registran policías inexpertos hay bastantes posibilidades de que no reparen en algunos detalles, hemos oído muchas historias de policías que no ven cosas obvias. Sólo tienes que analizar la situación, pensar en las posibilidades que hay de que te haga un registro policías serios y qué peligro te puede suponer esa información.
Cualquier información arriesgada debería introducirse en un disco de ordenador y encriptarla con PGP. De esta forma es difícil que accedan a la información aunque encuentren el disco.
No le dejes a nadie en quien no tengas total confianza tus llaves de casa o del coche.
6.2.1.1 Prepárate para un registro.
Si crees que te pueden hacer un registro en algún momento –por ejemplo porque una acción ha salido mal o ha ocurrido algo gordo en tu zona-, mantén todo el material que pueda darte problemas en un mismo lugar, así si te lo tienes que quitar de encima rápidamente no perderás el tiempo en buscar nada. Seguir un proceso para usar la información arriesgada facilitará mucho las cosas, te ayudará a no perder material y te proporcionará un gran control sobre él.
Recuerda que si estás siendo observado y actúas movido por el pánico, esto será detectado y atraerás la atención sobre ti mismo. Ésta es una de las causas por las que la policía llama a la puerta de los activistas. Puede que ya sepan que no les vas a contar nada, pero así lo que pretenden es asustarte para ver como reaccionas.
Un consejo: si te visita alguien no empieces a llamar a la gente que vaya a participar en la acción. Las llamadas realizadas tras una visita recibirán más atención y puedes señalar a gente que para ellos había pasado desapercibida.
Debes sacar de tu casa el material peligroso de forma discreta, calmada y como algo normal, no de forma furtiva. Esto no quiere decir que no hagas una contravigilancia, pero hazlo de forma discreta. Cualquier material peligroso (incluyendo cualquier cosa relacionada con el objetivo, incluso si es un simple panfleto) debe ser eliminado antes de la acción, nunca después. Esto también se refiere al material inofensivo (por ejemplo, una revista de Greenpeace puede ser usada para demostrar que estás en contra de los transgénicos), y esto te puede traer problemas, especialmente si tu objetivo está mencionado.
Si te enteras de que se ha hecho algo y piensas que puedes recibir una visita por ello, estate tranquilo, piensa qué es lo primero que debes sacar de casa. Llama a gente de confianza para que vaya a tu casa para ayudarte a sacar las cosas o para que se “lleven sus cosas”. Otra vez, planead esto con antelación, te facilitará el proceso el día que lo necesites. Si te pones a prepararlo todo cuando te están vigilando o cuando llaman a tu puerta es demasiado tarde y no tendrás la mente despejada; además, tus amigos no estarán preparados para ayudarte si no les has advertido.
Depende de donde vivas puede que, incluso improvisando, puedas escaquearte. En una ocasión la casa de un activista iba a ser registrada, así que cogió rápidamente el ordenador y lo escondió en el jardín de unos vecinos sin ser visto.
Incluso si no tienes nada por lo que preocuparte dentro de casa, la atención por parte de la policía es inquietarte. Muchas veces (pero desgraciadamente no siempre) esas visitas son para asustarte e intimidarte, por tanto deberían intentar usarse para hacerte una idea de la información que tienen sobre ti y las pruebas de que disponen. Si tienen muchas pruebas no perderán el tiempo en intentar hablar contigo amistosamente, sino que te arrastrarán hasta la comisaría más cercana para intentar interrogarte de forma menos amistosa.
Si entras en un estado de paranoia e inactividad, les habrás dejado ganar. Hay activistas a los que se les registra la casa con bastante frecuencia y que siguen haciendo acciones de muy alto nivel.
6.2.2. Teléfonos, ordenadores y correos electrónicos.
Sonidos interrumpidos, chirriantes o ecos no tienen por qué indicar que te están escuchando, pero puede ser que estén intentando que te entre la paranoia. Lo cierto es que si quieren escuchar lo que dices por teléfono, tu no tienes por qué notar nada. Lo mismo ocurre con los mails y teléfonos móviles. Nunca digas nada por teléfono que no admitirías haber dicho en un juicio. Si planeas las cosas por teléfono te estarás poniendo a ti, a tus compañeros y a vuestros planes en peligro.
Incluso si de lo que estáis hablando no es ilegal, piensa lo mucho que les puede servir para hacerse una idea de los perfiles de cada activista.
Sitios como GCHQ (el texto es inglés) controlan todas las conversaciones por teléfono o mail. Esto lo consiguen por medio de programas sofisticados que se activan con palabras clave, a veces también las engloban en un contexto. No son infalibles, pero es mejor tenerlo en cuenta. El uso de códigos apropiados funciona, pero nuestra experiencia nos ha demostrado que a veces comprobarán la verdad de estas historias falsas. Por ejemplo, un activista fue seguido fuera de Inglaterra hasta fuera de un funeral familiar porque el estado creía que el funeral era una tapadera para hacer otra cosa. El mejor consejo es evitar hacer planes por teléfono o por mail, a no ser que el mail esté encriptado.
Algunos activistas recomiendan usar el programa Skype si tienes internet para llamadas. La ventaja de este sistema es que no va a haber un registro de a quién llamas, cuantas veces y cuanto tiempo. De todas formas es importante que quede claro que te pueden seguir escuchando con micrófonos en casa o por la red. Cuando no te vigilan estrechamente sólo quieren tener un perfil de ti, pero no confíes en esto si estás haciendo cosas serias.
Cuando escribas mails usa PGP para todo. Cuanta más gente use este programa, mejor. Busca información sobre seguridad en otros lugares.
Recuerda que el teléfono y el mail son útiles sólo para facilitarte e iniciar algunas cosas, pero tienen limitaciones.
6.2.3 Correo.
El correo se puede abrir fácilmente. A veces lo hacen de forma obvia, otras no. Un signo en el que hay que fijarse es que el correo te llega de golpe cada pocos días. Otro son desgarros en la solapa.
Cuando envíes cartas, pega con celo o pegamento los bordes del sobre para que les sea más difícil sacar la carta (esto lo hacen usando pinzas con las que enrollan la carta y lo sacan por el hueco del sobre). Puedes usar otras formas de sellarla para que no abran el sobre echándole vapor. Los sobres pueden también abrirlos usando esprais especiales.
De todas formas, hay muy pocas formas de saber si ha sido interceptado o no, así que no escribas nada en cartas que pueda incriminarte a ti o a otros.
Un viejo truco de los investigadores (aunque no muy usado actualmente) era escribir cartas a un activista haciéndose pasar por otra persona del grupo o por una de otro grupo para crear discordia entre ellos, así que estate alerta. Si el lenguaje de un mail o una carta no concuerda con el autor, puede que no lo haya escrito él. Si tienes duda, ponte en contacto con el autor y pregúntaselo directamente.
Cuando vayas a enviar algo puedes aplicar casi todo lo que ya se ha dicho. Cualquier cosa comprometedora debes hacerla lejos de tu zona.
6.2.4 Estate alerta de intrusos.
El estado puede entrar a cualquier casa que le interese, así que son totalmente inseguras. Por supuesto, si no haces nada comprometedor dentro, no hay por qué preocuparse. No deja de ser algo desagradable, pero un buen activista debe aprender a convivir con ello si quiere lograr sus objetivos.
Hay muy pocas cerraduras, si es que hay alguna, que pueda comprar un activista y que no pueda abrir la policía. Dicho esto, si tu cerradura de repente se resiste mucho y funciona diferente puede ser un signo de que hayan intentado entrar.
Mantén tu casa limpia. Es mucho más fácil darse cuenta de si han entrado, ya que apreciarás mejor si las cosas pequeñas se han movido. Es un tema psicológico.
En las ventanas (si vives en un primer piso) y otros lugares estratégicos, deja una capa de polvo. De esta forma si alguien los toca, dejará una marca.
El problema de dejar marcadores para ver si han abierto la puerta es que al abrir tú la puerta los puedes mover, así que es imposible saber si han entrado. Un truco es poner de pie en el suelo un cigarro apoyado en su filtro, encenderlo y dejar que se consuma hasta que quede una columna de ceniza. Cualquier persona que camine cerca tirará la ceniza sin poder reponerla (a no ser que lo limpien y empiecen de nuevo). El cigarro tiene que colocarse en algún lugar que no se vea demasiado y que no lo puedas tirar tú al entrar.
Amontonar pelos con saliva no es especialmente efectivo, ya que al secarse la saliva los pelos pueden esparcirse por el suelo.
Nota de Acción Vegana: una alternativa es hacer cilindros de cartón en los que puedas poner encima una pelota de ping-pon. Debajo de cada pelota escribes un número. Colocas los cilindros con las pelotas en fila formando una serie de números, por ejemplo tenemos cuatro cilindros en fila con sus pelotas formando la serie 6-2-9-1. Esta fila se coloca cerca de la puerta de entrada de tu casa de forma que al abrirla más de lo estrictamente necesario se caerán las pelotas de los cilindros. Si entra la policía volverá a poner las pelotas encima, pero no usarán la misma serie.
Las alarmas son un método caro, pero tampoco es muy efectivo. Podrán evitar que la policía use métodos sencillos, pero no pueden hacer nada frente a métodos sofisticados, especialmente si estás lejos cuando se active la alarma. Si crees que puedes entrar en tu casa, o en tu oficina, entonces lo mejor que puedes hacer es no dejar ahí nada que les pueda interesar. Por supuesto, no tengas material comprometedor a la vista.
Un consejo: escondites posibles son las bolsas y cajas de comida, pero no sirven siempre.
6.2.5 Micrófonos en casa.
La policía (y detectives privados) tanto en intrusiones como en registros oficiales, pueden poner micrófonos en tu casa. Por ello, no debes decir nada que no reconocerías haber dicho en un juicio, que pueda estropear tu plan de acción, o que te ponga a ti o a otros en un compromiso.
Los micrófonos tienen muchos mecanismos y tamaños, la mayoría se activan con la voz. Trucos como música alta de fondo no van a servir de nada.
Los micrófonos duraderos pueden ser escondidos en teléfonos y contadores de luz, desde donde se conectan con el sistema central durante tiempo indefinido. Otros funcionan con pilas y tienen una duración limitada. Pueden esconderse en armarios, camas, almohadas (las charlas nocturnas en voz baja con la pareja no son seguras), sofás y otros muchos lugares, incluso ropa. Pueden también introducirse en adornos, lámparas, etc. Vigila la parte superior de las puertas.
Lo más importante para la policía es recuperar la información captada por el micrófono. A veces tienen que ir ellos mismos a buscarla, y otras veces los transmiten a receptores de radio. Los primeros son muy difíciles de detectar y se suelen descubrir en mudanzas o reformas. Los últimos se pueden descubrir utilizando escáneres, ya que utilizan hondas de radio que pueden ser detectadas.
6.2.5.1 Escáneres.
Los escáneres son sencillos instrumentos que se activan con hondas de radio. Pueden adquirirse en tiendas (en Inglaterra los puedes comprar en Maplins) o a través de Internet, y tenerlos no es ilegal. Sólo hay que seguir las instrucciones de uso. Lo normal es que tengas que ir por toda la casa con el escáner a unos 20 centímetros de la pared mientras hablas sin parar. Muchos micrófonos se activan con la voz, por lo que si no los activas, no podrás detectarlos con el escáner.
El mayor problema es que los escáneres están siempre atrasados con respecto a los micrófonos. Cuando se consiguió que los escáneres fueran capaces de detectar frecuencias de 2GHz, los fabricantes de los micrófonos sólo tuvieron que aumentar su frecuencia hasta 3GHz. Los escáneres realmente efectivos cuestan miles de euros y requieren a un profesional para su uso.
Por una parte, los micrófonos que pueden ser detectados con escáner son bastante frecuentes. Por otra parte, si no detectas ningún micrófono puedes pensar equivocadamente que no te están vigilando; además, quitar los micrófonos puede hacer que la policía aplique técnicas de vigilancia más sofisticadas. En realidad, si tomas las debidas medidas de seguridad, no debe preocuparte que te pongan micrófonos.
6.2.5.2 Tu coche, tu jardín y zonas abiertas.
Muchas personas registran sus casas buscando micrófonos, pero se olvidan del coche, del garaje, del jardín y de lugares exteriores ideales para quedar, como parques cercanos. Todos estos lugares ya se han usado para poner micrófonos, por lo que deberían revisarse (especialmente el coche y el jardín). Vigila también las cabinas de teléfonos de tu vecindario.
6.2.5.3 Sistemas de vigilancia de alta tecnología.
Incluso si sabes de lugares que no tienen micrófonos, hay otras formas de escucharte. Por ejemplo, si saben que vais a quedar en una casa, puedes dejar un coche aparcado y poner dentro un micrófono dirigido de largo alcance que pueda captar conversaciones a través de las paredes.
También pueden usar láseres enviados a través de ventanas para escuchar conversaciones y captar imágenes de las pantallas de tu ordenador. No conocemos a nadie con quien hayan empleado estas técnicas, al parecer la tecnología actual suele ser de baja calidad, especialmente cuando hay cortinas en las ventanas. Pero una vez más, si quieres estar seguro no digas nada comprometedor dentro de tu casa.
6.3 Tu barrio y tus vecinos.
Es importante que sepas quienes son y donde viven tus vecinos. Se amable con ellos. No necesitas decirles que eres políticamente activo aunque en ocasiones podría ser una ventaja.
Vecinos (o compañeros de trabajo) pueden ser una fuente de información, tanto para ti como para la policía. Se sabe que la policía suele hacer preguntas a los vecinos, especialmente a los más cotillas, para conseguir información sobre ti y tus actividades. Algunos vecinos irán más allá y empezarán a observarte ellos mismos o les dejarán colocar cámaras de vigilancia ocultas en su propiedad. La policía no tendrá problemas en mentirles sobre ti para conseguir que cooperen.
Si te llevas bien con los vecinos puedes descubrir gracias a ellos a los policías que les preguntan sobre ti, y además cooperarán menos con la policía. Si han decidido colaborar, seguramente cambiarán de actitud hacia ti, lo que levantará sospechas.
En una ocasión, un activista descubrió una cámara que habían colocado en el edificio de enfrente porque el portero de ese edificio no supo guardar el secreto y se lo contó a un vecino amigo del activista. Otro descubrió una cámara porque un vecino suyo al poner la tele vio su propio portal en la pantalla.
Es importante que conozcas bien tu zona. Dibuja un mapa con las ventanas cercanas a tu casa y obsérvalas. Relaciona las casas y las ventanas con las caras de sus propietarios. Fíjate en las ventanas que nunca tienen las luces encendidas o en las que tienen persianas y cortinas que nunca se cierran del todo. Esto no quiere decir que te estén vigilando, pero es algo a tener en cuenta.
Conocer las caras también es bueno porque si aparecen cuando vas a hacer una acción o en un lugar en el que no deberían estar, puedes sospechar de que son policías. Es algo improbable, pero ya ha pasado más de una vez, incluso en una acción en la que se pensaba que podía haber mucha vigilancia.
Igual que con los micrófonos, ser vigilado no debería ser una gran amenaza si tomas las debidas precauciones. Al acabar la jornada, quienes te están espiando deben mostrar sus resultados. Si no consiguen nada espiándote y poniéndote micrófonos, acabarán por dejar de hacerlo o al menos reducirán su esfuerzo.
Debes conocer la actividad “habitual” de tu barrio. Fíjate en los coches aparcados en lugares inusuales o en cruces que les permitan saber a qué dirección vas desde tu casa.
Generalmente estos coches no tendrán ninguna característica llamativa aparte de una persona en su interior durante largos periodos de tiempo. Algunas cosas en que fijarse son la falta de pegatinas del concesionario, ruedas nuevas y más de una antena. Incluso si la persona de dentro te está dando la espalda, puede verte con el espejo retrovisor. Los vehículos de empresas no son difíciles de conseguir y pueden ser muy útiles para vigilancias, así que fíjate a que casa van los trabajadores y qué es lo que hacen.
Algo muy útil para averiguar si te están espiando, tanto en casa como en una reunión es que una persona salga de casa para pasear al perro o comprar algo, así esa persona puede fijarse en si hay alguien en un coche sospechoso. Se debe pasar por el mismo lugar entre 15 y 30 minutos más tarde para ver si esa persona o personas siguen ahí.
Estos detalles no aseguran que se trate de espías, pero es conveniente que memorices la matrícula y el color, así si vuelven a aparecer sospecharás de ellos al instante. Si tienes fuertes sospechas sobre un coche o una furgoneta, acércate y ponte a atarte los cordones para observar con atención:
a) ¿Tiene unas ruedas demasiado buenas para el modelo?
b) ¿Tiene mapas en su interior?
c) ¿Han quitado la pegatina del concesionario que suele haber en el cristal de atrás?
d) ¿Tiene una antena especialmente buena o más de una?
e) ¿El vehículo o sus ocupantes se giran hacia el sitio donde estás?
f) Si el vehículo supuestamente pertenece a una compañía, llama a la compañía para comprobar si es cierto (inventate una historia como que bloque tu salida de garaje)
Nada de esto es una prueba irrefutable, pero son cosas que levantan sospechas.
6.4 Tu coche.
Tu coche es una buena forma de saber dónde estás y construir un esquema de tu actividad. Esto es especialmente peligroso si usas el coche en una acción. Para minimizar esto, registra el coche en un apartado de correos y cambia el propietario con frecuencia.
Consigue todo lo necesario para tus acciones. No hay que hacer acciones de alto nivel si la situación no lo requiere. Si sólo realizas pequeñas acciones y te relacionas con activistas del mismo nivel, solo necesitas una seguridad básica, no es necesario que lleves a cabo todas las medidas de seguridad. Si estás más comprometido y haces acciones más serias, entonces deberás hacer un esfuerzo mucho mayor.
Una regla de oro es que cuanto mayores sean tus acciones, menos pistas debes dar. Por ejemplo, si estás implicado en acciones serias, no es conveniente que vayas a manifestaciones o participes en situaciones en las que puedas ser arrestado y que atraigan la atención sobre ti. Tener contacto con activistas ya conocidos tampoco ayuda, reflexiona sobre cuáles son tus prioridades. Cuanto menos te des a conocer, menores serán las posibilidades de aparecer en el radar del estado y ser investigado.
Un fallo que los activistas ya conocidos suelen cometer es desaparecer de repente de la escena mientras continúan en contacto con otros activistas. Si vas a desaparecer, hazlo progresivamente.
La mayor amenaza hacia tu seguridad depende de la imagen que puedan construir de ti y de tu red de contactos. La policía investiga frecuentemente a la gente nueva que aparece en el movimiento o en un grupo activo ya conocido, así consiguen averiguar quiénes son y si les interesa investigar más a la persona. Estas investigaciones son rutinarias y la gente cuando descubre que está siendo investigada suele cometer la equivocación de pensar que tiene problemas serios y que le pueden registrar su casa en cualquier momento. La realidad es que has aparecido en su radar y sólo quieren saber más cosas de ti por si las necesitasen en el futuro.
Otro motivo para vigilarte es confirmar información que les ha llegado sobre ti a través de otras fuentes como teléfonos pinchados y confidentes de la policía. Por ejemplo, quieren saber si es cierto que vas a ir a un funeral.
Es desconcertante cuando te pasa por primera vez, pero estate tranquilo, no te pongas paranoico, simplemente estate alerta. El pánico sólo va a servirte para que se den cuenta de que tienes algo por lo que esconderte y puede traer más atención.
Saber que estás siendo investigado o que te han puesto micrófonos en casa puede afectarte psicológicamente. Es una desagradable intrusión en tu espacio y en tu vida privada. No le des más importancia de la que tiene o aumentará tu paranoia. Coméntaselo a los activistas de confianza con los que trabajes y pensad juntos en formas de esquivar la vigilancia. Es importante que recuerdes que te están investigando porque tus acciones están logrando objetivos y eso es lo que importa. Si haces las cosas bien podrás burlar a la vigilancia.
6.1 Manejar a la policía.
La policía sabe menos de lo que pretende hacernos creer. Un truco que usan mucho es tratarte por tu nombre o dejar caer algún dato sobre ti en la conversación. Si piensas en esto detenidamente, comprobarás que esta información apenas tiene importancia y sólo muestra que han investigado un poco y, ¿qué importa? Piensa en por qué usan estos trucos. Si te dan a entender que te están investigando es porque te quieren asustar. Si te estuviesen vigilando de forma seria no intentarían que te dieses cuenta. En lugar de eso lo que quieren es que te pongas paranoico o que te asustes y cometas un error. Estate tranquilo y analiza cómo puede afectar a lo que planeas hacer como activista. Por nuestra experiencia, generalmente afecta muy poco.
La policía quiere saber principalmente dos cosas sobre ti: tus ideas y tus contactos. Dicho de otra manera, quieren saber lo que quieres hacer y con quien lo quieres hacer. El departamento de inteligencia policial no tiene por qué investigar un delito concreto, sino que puede intentar conseguir información general. De esta forma, cuando se comete un delito ya saben a donde dirigirse, intentando que no de tiempo a los activistas a deshacerse de las pruebas.
Es habitual que haya policías buscando información en manifestaciones, y la gente se pone muy nerviosa cuando ven a los policías haciendo fotografías. En realidad, si quieren mostrar tu presencia en la manifestación, con una fotografía les basta. Lo que de verdad les interesa es saber quién habla en público (según su forma de pensar ellos son una especie de organizadores) y quién habla con quién. Les interesa mucho saber quién es amigo de quién para hacerse una idea de cómo funciona la red. La próxima vez que vayas a una manifestación fíjate en su forma de actuar y trabajar. Fíjate en a quién fotografían y qué es lo que hacen.
A un nivel más personal, tus oponentes tienen los mismos prejuicios que el resto de la sociedad en lo que a formas de vestir o estereotipos se refiere. Si llevas camisetas radicales apoyando al ALF o con mensajes políticos provocativos, o si llevas una estética militar que transmite imagen militante, o una estética punk, entonces atraerás su atención.
La ropa y la estética te pueden parecer importante, pero si vas a ser un activista serio, deberás evitar llamar la atención. Esta bien ser “un individuo”, pero si estás haciendo cosas que pueden atraer la atención del estado, ¿por qué ayudarles? Por desgracia no vivimos una utopía, así que los activistas comprometidos tendrán que hacer ese sacrificio. La idea es no destacar en la sociedad que te rodea. Usa ropa discreta todos los días y lleva un corte de pelo que llevaría un ciudadano corriente. Se podría debatir qué es lo “normal” en la sociedad, pero la realidad para un activista es que los estereotipos son muy claros. Estos debates teóricos deberían ser mantenidos al margen de la práctica. Si tu propósito es mantenerte al margen y seguir activo durante mucho tiempo, no intentes llamar la atención.
Una persona que lleva chaqueta militar es muy fácil de distinguir. Sólo con llevar una cazadora llamativa es suficiente para facilitarles el seguimiento. Fijarse en las formas de vestir es más sencillo que fijarse en aspectos de la casa, a no ser que haya otros aspectos que llamen la atención (barba, gafas de sol, cortes de pelo, etc.).
Si la policía te investiga de forma seria pretenderá que no te enteres. Aun así un error frecuente de los paranoicos es pensar que esto se lo hacen a todo el mundo constantemente. Simplemente, el estado no tiene tantos recursos. Esas investigaciones las dedican a activistas a los que consideran verdaderas amenazas. A no ser que estén realmente interesados en cogerte, te investigarán de forma intermitente actualizando la información que tengan de ti, usando policías de paisano.
6.2 En casa.
A continuación hay algunas técnicas y consejos para protegerte en el hogar. Aquí la regla de oro es preguntarte “si la policía viene, ¿qué pueden encontrarme que me traiga problemas?”
La otra regla de oro es no hablar NUNCA dentro de casa de nada que te pueda traer problemas. Salir al jardín a discutir estas cosas tampoco es seguro. Incluso aunque estés convencido de que no te están investigando, no te arriesgues.
Si alguien viene a buscarte para hablar de una liberación o un sabotaje, o para hablar de un tema arriesgado, iros a dar un paseo. Si es posible iros por un camino que tú no suelas usar, y cámbialo constantemente. Por supuesto, deja el teléfono móvil en tu casa.
6.2.1 Controla la información de tu casa.
Quema tu basura, cartas personales y facturas. Ahí hay mucha información importante sobre ti, tus hábitosy tus contactos. Es mejor no dejar textos tuyos escritos a mano para que no reconozcan tu letra.
Acostúmbrate a no dejar descuidadas cosas como tus cartas, anotaciones, etc, en el lugar a los que algún confidente pueda tener acceso. Dependiendo de tu pasado, tu situación actual y las actividades que llevas a cabo, plantéate si es conveniente que tengas revistas y textos radicales en tu casa. Si no eres una persona conocida, o actúas independientemente, este tipo de material puede servir par demostrar que estás interesado en el movimiento o en una campaña concreta.
Los diarios no son una buena idea, incluso si los escondes bien. Si se te ocurre un buen escondite, puedes estar seguro de que no vas a ser el único y que los policías especializados en registros ya conocen ese lugar. Esto incluye detrás de los cuadros, debajo de tablas, en cisternas, pegados bajo los armarios, dentro de almohadas, etc.
A pesar de esto, si te registran policías inexpertos hay bastantes posibilidades de que no reparen en algunos detalles, hemos oído muchas historias de policías que no ven cosas obvias. Sólo tienes que analizar la situación, pensar en las posibilidades que hay de que te haga un registro policías serios y qué peligro te puede suponer esa información.
Cualquier información arriesgada debería introducirse en un disco de ordenador y encriptarla con PGP. De esta forma es difícil que accedan a la información aunque encuentren el disco.
No le dejes a nadie en quien no tengas total confianza tus llaves de casa o del coche.
6.2.1.1 Prepárate para un registro.
Si crees que te pueden hacer un registro en algún momento –por ejemplo porque una acción ha salido mal o ha ocurrido algo gordo en tu zona-, mantén todo el material que pueda darte problemas en un mismo lugar, así si te lo tienes que quitar de encima rápidamente no perderás el tiempo en buscar nada. Seguir un proceso para usar la información arriesgada facilitará mucho las cosas, te ayudará a no perder material y te proporcionará un gran control sobre él.
Recuerda que si estás siendo observado y actúas movido por el pánico, esto será detectado y atraerás la atención sobre ti mismo. Ésta es una de las causas por las que la policía llama a la puerta de los activistas. Puede que ya sepan que no les vas a contar nada, pero así lo que pretenden es asustarte para ver como reaccionas.
Un consejo: si te visita alguien no empieces a llamar a la gente que vaya a participar en la acción. Las llamadas realizadas tras una visita recibirán más atención y puedes señalar a gente que para ellos había pasado desapercibida.
Debes sacar de tu casa el material peligroso de forma discreta, calmada y como algo normal, no de forma furtiva. Esto no quiere decir que no hagas una contravigilancia, pero hazlo de forma discreta. Cualquier material peligroso (incluyendo cualquier cosa relacionada con el objetivo, incluso si es un simple panfleto) debe ser eliminado antes de la acción, nunca después. Esto también se refiere al material inofensivo (por ejemplo, una revista de Greenpeace puede ser usada para demostrar que estás en contra de los transgénicos), y esto te puede traer problemas, especialmente si tu objetivo está mencionado.
Si te enteras de que se ha hecho algo y piensas que puedes recibir una visita por ello, estate tranquilo, piensa qué es lo primero que debes sacar de casa. Llama a gente de confianza para que vaya a tu casa para ayudarte a sacar las cosas o para que se “lleven sus cosas”. Otra vez, planead esto con antelación, te facilitará el proceso el día que lo necesites. Si te pones a prepararlo todo cuando te están vigilando o cuando llaman a tu puerta es demasiado tarde y no tendrás la mente despejada; además, tus amigos no estarán preparados para ayudarte si no les has advertido.
Depende de donde vivas puede que, incluso improvisando, puedas escaquearte. En una ocasión la casa de un activista iba a ser registrada, así que cogió rápidamente el ordenador y lo escondió en el jardín de unos vecinos sin ser visto.
Incluso si no tienes nada por lo que preocuparte dentro de casa, la atención por parte de la policía es inquietarte. Muchas veces (pero desgraciadamente no siempre) esas visitas son para asustarte e intimidarte, por tanto deberían intentar usarse para hacerte una idea de la información que tienen sobre ti y las pruebas de que disponen. Si tienen muchas pruebas no perderán el tiempo en intentar hablar contigo amistosamente, sino que te arrastrarán hasta la comisaría más cercana para intentar interrogarte de forma menos amistosa.
Si entras en un estado de paranoia e inactividad, les habrás dejado ganar. Hay activistas a los que se les registra la casa con bastante frecuencia y que siguen haciendo acciones de muy alto nivel.
6.2.2. Teléfonos, ordenadores y correos electrónicos.
Sonidos interrumpidos, chirriantes o ecos no tienen por qué indicar que te están escuchando, pero puede ser que estén intentando que te entre la paranoia. Lo cierto es que si quieren escuchar lo que dices por teléfono, tu no tienes por qué notar nada. Lo mismo ocurre con los mails y teléfonos móviles. Nunca digas nada por teléfono que no admitirías haber dicho en un juicio. Si planeas las cosas por teléfono te estarás poniendo a ti, a tus compañeros y a vuestros planes en peligro.
Incluso si de lo que estáis hablando no es ilegal, piensa lo mucho que les puede servir para hacerse una idea de los perfiles de cada activista.
Sitios como GCHQ (el texto es inglés) controlan todas las conversaciones por teléfono o mail. Esto lo consiguen por medio de programas sofisticados que se activan con palabras clave, a veces también las engloban en un contexto. No son infalibles, pero es mejor tenerlo en cuenta. El uso de códigos apropiados funciona, pero nuestra experiencia nos ha demostrado que a veces comprobarán la verdad de estas historias falsas. Por ejemplo, un activista fue seguido fuera de Inglaterra hasta fuera de un funeral familiar porque el estado creía que el funeral era una tapadera para hacer otra cosa. El mejor consejo es evitar hacer planes por teléfono o por mail, a no ser que el mail esté encriptado.
Algunos activistas recomiendan usar el programa Skype si tienes internet para llamadas. La ventaja de este sistema es que no va a haber un registro de a quién llamas, cuantas veces y cuanto tiempo. De todas formas es importante que quede claro que te pueden seguir escuchando con micrófonos en casa o por la red. Cuando no te vigilan estrechamente sólo quieren tener un perfil de ti, pero no confíes en esto si estás haciendo cosas serias.
Cuando escribas mails usa PGP para todo. Cuanta más gente use este programa, mejor. Busca información sobre seguridad en otros lugares.
Recuerda que el teléfono y el mail son útiles sólo para facilitarte e iniciar algunas cosas, pero tienen limitaciones.
6.2.3 Correo.
El correo se puede abrir fácilmente. A veces lo hacen de forma obvia, otras no. Un signo en el que hay que fijarse es que el correo te llega de golpe cada pocos días. Otro son desgarros en la solapa.
Cuando envíes cartas, pega con celo o pegamento los bordes del sobre para que les sea más difícil sacar la carta (esto lo hacen usando pinzas con las que enrollan la carta y lo sacan por el hueco del sobre). Puedes usar otras formas de sellarla para que no abran el sobre echándole vapor. Los sobres pueden también abrirlos usando esprais especiales.
De todas formas, hay muy pocas formas de saber si ha sido interceptado o no, así que no escribas nada en cartas que pueda incriminarte a ti o a otros.
Un viejo truco de los investigadores (aunque no muy usado actualmente) era escribir cartas a un activista haciéndose pasar por otra persona del grupo o por una de otro grupo para crear discordia entre ellos, así que estate alerta. Si el lenguaje de un mail o una carta no concuerda con el autor, puede que no lo haya escrito él. Si tienes duda, ponte en contacto con el autor y pregúntaselo directamente.
Cuando vayas a enviar algo puedes aplicar casi todo lo que ya se ha dicho. Cualquier cosa comprometedora debes hacerla lejos de tu zona.
6.2.4 Estate alerta de intrusos.
El estado puede entrar a cualquier casa que le interese, así que son totalmente inseguras. Por supuesto, si no haces nada comprometedor dentro, no hay por qué preocuparse. No deja de ser algo desagradable, pero un buen activista debe aprender a convivir con ello si quiere lograr sus objetivos.
Hay muy pocas cerraduras, si es que hay alguna, que pueda comprar un activista y que no pueda abrir la policía. Dicho esto, si tu cerradura de repente se resiste mucho y funciona diferente puede ser un signo de que hayan intentado entrar.
Mantén tu casa limpia. Es mucho más fácil darse cuenta de si han entrado, ya que apreciarás mejor si las cosas pequeñas se han movido. Es un tema psicológico.
En las ventanas (si vives en un primer piso) y otros lugares estratégicos, deja una capa de polvo. De esta forma si alguien los toca, dejará una marca.
El problema de dejar marcadores para ver si han abierto la puerta es que al abrir tú la puerta los puedes mover, así que es imposible saber si han entrado. Un truco es poner de pie en el suelo un cigarro apoyado en su filtro, encenderlo y dejar que se consuma hasta que quede una columna de ceniza. Cualquier persona que camine cerca tirará la ceniza sin poder reponerla (a no ser que lo limpien y empiecen de nuevo). El cigarro tiene que colocarse en algún lugar que no se vea demasiado y que no lo puedas tirar tú al entrar.
Amontonar pelos con saliva no es especialmente efectivo, ya que al secarse la saliva los pelos pueden esparcirse por el suelo.
Nota de Acción Vegana: una alternativa es hacer cilindros de cartón en los que puedas poner encima una pelota de ping-pon. Debajo de cada pelota escribes un número. Colocas los cilindros con las pelotas en fila formando una serie de números, por ejemplo tenemos cuatro cilindros en fila con sus pelotas formando la serie 6-2-9-1. Esta fila se coloca cerca de la puerta de entrada de tu casa de forma que al abrirla más de lo estrictamente necesario se caerán las pelotas de los cilindros. Si entra la policía volverá a poner las pelotas encima, pero no usarán la misma serie.
Las alarmas son un método caro, pero tampoco es muy efectivo. Podrán evitar que la policía use métodos sencillos, pero no pueden hacer nada frente a métodos sofisticados, especialmente si estás lejos cuando se active la alarma. Si crees que puedes entrar en tu casa, o en tu oficina, entonces lo mejor que puedes hacer es no dejar ahí nada que les pueda interesar. Por supuesto, no tengas material comprometedor a la vista.
Un consejo: escondites posibles son las bolsas y cajas de comida, pero no sirven siempre.
6.2.5 Micrófonos en casa.
La policía (y detectives privados) tanto en intrusiones como en registros oficiales, pueden poner micrófonos en tu casa. Por ello, no debes decir nada que no reconocerías haber dicho en un juicio, que pueda estropear tu plan de acción, o que te ponga a ti o a otros en un compromiso.
Los micrófonos tienen muchos mecanismos y tamaños, la mayoría se activan con la voz. Trucos como música alta de fondo no van a servir de nada.
Los micrófonos duraderos pueden ser escondidos en teléfonos y contadores de luz, desde donde se conectan con el sistema central durante tiempo indefinido. Otros funcionan con pilas y tienen una duración limitada. Pueden esconderse en armarios, camas, almohadas (las charlas nocturnas en voz baja con la pareja no son seguras), sofás y otros muchos lugares, incluso ropa. Pueden también introducirse en adornos, lámparas, etc. Vigila la parte superior de las puertas.
Lo más importante para la policía es recuperar la información captada por el micrófono. A veces tienen que ir ellos mismos a buscarla, y otras veces los transmiten a receptores de radio. Los primeros son muy difíciles de detectar y se suelen descubrir en mudanzas o reformas. Los últimos se pueden descubrir utilizando escáneres, ya que utilizan hondas de radio que pueden ser detectadas.
6.2.5.1 Escáneres.
Los escáneres son sencillos instrumentos que se activan con hondas de radio. Pueden adquirirse en tiendas (en Inglaterra los puedes comprar en Maplins) o a través de Internet, y tenerlos no es ilegal. Sólo hay que seguir las instrucciones de uso. Lo normal es que tengas que ir por toda la casa con el escáner a unos 20 centímetros de la pared mientras hablas sin parar. Muchos micrófonos se activan con la voz, por lo que si no los activas, no podrás detectarlos con el escáner.
El mayor problema es que los escáneres están siempre atrasados con respecto a los micrófonos. Cuando se consiguió que los escáneres fueran capaces de detectar frecuencias de 2GHz, los fabricantes de los micrófonos sólo tuvieron que aumentar su frecuencia hasta 3GHz. Los escáneres realmente efectivos cuestan miles de euros y requieren a un profesional para su uso.
Por una parte, los micrófonos que pueden ser detectados con escáner son bastante frecuentes. Por otra parte, si no detectas ningún micrófono puedes pensar equivocadamente que no te están vigilando; además, quitar los micrófonos puede hacer que la policía aplique técnicas de vigilancia más sofisticadas. En realidad, si tomas las debidas medidas de seguridad, no debe preocuparte que te pongan micrófonos.
6.2.5.2 Tu coche, tu jardín y zonas abiertas.
Muchas personas registran sus casas buscando micrófonos, pero se olvidan del coche, del garaje, del jardín y de lugares exteriores ideales para quedar, como parques cercanos. Todos estos lugares ya se han usado para poner micrófonos, por lo que deberían revisarse (especialmente el coche y el jardín). Vigila también las cabinas de teléfonos de tu vecindario.
6.2.5.3 Sistemas de vigilancia de alta tecnología.
Incluso si sabes de lugares que no tienen micrófonos, hay otras formas de escucharte. Por ejemplo, si saben que vais a quedar en una casa, puedes dejar un coche aparcado y poner dentro un micrófono dirigido de largo alcance que pueda captar conversaciones a través de las paredes.
También pueden usar láseres enviados a través de ventanas para escuchar conversaciones y captar imágenes de las pantallas de tu ordenador. No conocemos a nadie con quien hayan empleado estas técnicas, al parecer la tecnología actual suele ser de baja calidad, especialmente cuando hay cortinas en las ventanas. Pero una vez más, si quieres estar seguro no digas nada comprometedor dentro de tu casa.
6.3 Tu barrio y tus vecinos.
Es importante que sepas quienes son y donde viven tus vecinos. Se amable con ellos. No necesitas decirles que eres políticamente activo aunque en ocasiones podría ser una ventaja.
Vecinos (o compañeros de trabajo) pueden ser una fuente de información, tanto para ti como para la policía. Se sabe que la policía suele hacer preguntas a los vecinos, especialmente a los más cotillas, para conseguir información sobre ti y tus actividades. Algunos vecinos irán más allá y empezarán a observarte ellos mismos o les dejarán colocar cámaras de vigilancia ocultas en su propiedad. La policía no tendrá problemas en mentirles sobre ti para conseguir que cooperen.
Si te llevas bien con los vecinos puedes descubrir gracias a ellos a los policías que les preguntan sobre ti, y además cooperarán menos con la policía. Si han decidido colaborar, seguramente cambiarán de actitud hacia ti, lo que levantará sospechas.
En una ocasión, un activista descubrió una cámara que habían colocado en el edificio de enfrente porque el portero de ese edificio no supo guardar el secreto y se lo contó a un vecino amigo del activista. Otro descubrió una cámara porque un vecino suyo al poner la tele vio su propio portal en la pantalla.
Es importante que conozcas bien tu zona. Dibuja un mapa con las ventanas cercanas a tu casa y obsérvalas. Relaciona las casas y las ventanas con las caras de sus propietarios. Fíjate en las ventanas que nunca tienen las luces encendidas o en las que tienen persianas y cortinas que nunca se cierran del todo. Esto no quiere decir que te estén vigilando, pero es algo a tener en cuenta.
Conocer las caras también es bueno porque si aparecen cuando vas a hacer una acción o en un lugar en el que no deberían estar, puedes sospechar de que son policías. Es algo improbable, pero ya ha pasado más de una vez, incluso en una acción en la que se pensaba que podía haber mucha vigilancia.
Igual que con los micrófonos, ser vigilado no debería ser una gran amenaza si tomas las debidas precauciones. Al acabar la jornada, quienes te están espiando deben mostrar sus resultados. Si no consiguen nada espiándote y poniéndote micrófonos, acabarán por dejar de hacerlo o al menos reducirán su esfuerzo.
Debes conocer la actividad “habitual” de tu barrio. Fíjate en los coches aparcados en lugares inusuales o en cruces que les permitan saber a qué dirección vas desde tu casa.
Generalmente estos coches no tendrán ninguna característica llamativa aparte de una persona en su interior durante largos periodos de tiempo. Algunas cosas en que fijarse son la falta de pegatinas del concesionario, ruedas nuevas y más de una antena. Incluso si la persona de dentro te está dando la espalda, puede verte con el espejo retrovisor. Los vehículos de empresas no son difíciles de conseguir y pueden ser muy útiles para vigilancias, así que fíjate a que casa van los trabajadores y qué es lo que hacen.
Algo muy útil para averiguar si te están espiando, tanto en casa como en una reunión es que una persona salga de casa para pasear al perro o comprar algo, así esa persona puede fijarse en si hay alguien en un coche sospechoso. Se debe pasar por el mismo lugar entre 15 y 30 minutos más tarde para ver si esa persona o personas siguen ahí.
Estos detalles no aseguran que se trate de espías, pero es conveniente que memorices la matrícula y el color, así si vuelven a aparecer sospecharás de ellos al instante. Si tienes fuertes sospechas sobre un coche o una furgoneta, acércate y ponte a atarte los cordones para observar con atención:
a) ¿Tiene unas ruedas demasiado buenas para el modelo?
b) ¿Tiene mapas en su interior?
c) ¿Han quitado la pegatina del concesionario que suele haber en el cristal de atrás?
d) ¿Tiene una antena especialmente buena o más de una?
e) ¿El vehículo o sus ocupantes se giran hacia el sitio donde estás?
f) Si el vehículo supuestamente pertenece a una compañía, llama a la compañía para comprobar si es cierto (inventate una historia como que bloque tu salida de garaje)
Nada de esto es una prueba irrefutable, pero son cosas que levantan sospechas.
6.4 Tu coche.
Tu coche es una buena forma de saber dónde estás y construir un esquema de tu actividad. Esto es especialmente peligroso si usas el coche en una acción. Para minimizar esto, registra el coche en un apartado de correos y cambia el propietario con frecuencia.