¿En el vertedero asturiano existe la lucha de clases?

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DenYuri
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¿En el vertedero asturiano existe la lucha de clases?

Mensaje por DenYuri » 12 Ene 2011, 10:47

En el anterior número hicimos referencia a unos sucesos acontecidos a principios de enero de 2010 en una comarca minera y rural de Asturias, un lugar que aúna literalmente todos los estereotipos atribuidos por la mitología obrerista a Asturias: Degaña. Pues contrariamente a lo que sucede en otras comarcas mineras de Asturias, donde el proletariado sociológico desclasado vive de las pensiones y de la distribución de drogas, en Degaña la actividad minera sigue siendo significativa e incluso lo es la ganadera. Los burgueses dominantes siguen siendo patrones privados y no los funcionarios sindicalistas. En ese lugar siguen existiendo lo que la burguesía calificó y califica de “proletarios” (léase lúmpenes) sociológicos y todo, cobrando 700 euros al mes en las minas, gastándoselos casi en su totalidad en alcohol y putas como los “lúmpenes sociológicos” históricos en muchos casos. Bueno, esta descripción debería extenderse a toda la zona del Bierzo y Degaña. Y a pesar de todo y gracias a algunas cosas, sigue habiendo guerra de clases. Los métodos represivos en esta zona no dejan lugar a dudas de que existe una conciencia proletaria en algunos aspectos casi cualitativamente mayor que en otras zonas de Asturias, aunque sea con muchas debilidades, contradicciones y cortapisas ideológicas desde varios niveles y presente problemas cuantitativos. Lo que sucedió el 5 de enero pasado en una presunta cabalgata de reyes, incluyendo un arresto y una posterior concentración en torno al cuartel de la Guardia Civil del municipio no es más que una muestra de la resistencia proletaria al exterminio burgués del proletariado subempleado. Este incidente estuvo motivado por otros acontecimientos anteriores y en general por una evolución de la estrategia liquidacionista del proletariado en Asturias en esa zona, provocada por la actitud recalcitrante de algunos sectores del mismo. Es esta actitud recalcitrante, hostil a la política general de anulación de los proletarios a través del ocio o la ingeniería social, que no valora positivamente la libertad para reventar bebiendo, drogándose y fornicando en los burdeles del patrón y la vida cómoda en casa de los padres; ni siquiera la libertad de desfasar con el coche y atropellar mortalmente a gente o pegarle un tiro a alguien por drogas o porque sí.



Por ello, en los últimos años los medios de comunicación de Asturias soltaron algunas informaciones un poco chocantes, como que se detuvo a dos guardias civiles en Degaña por extorsión en cuestiones de tráfico o declaraciones de desmentido en relación a calumnias desconocidas sobre que un tal Vitorino Alonso (un señor muy elegante) puso de su bolsillo los fondos que facilitaron la rehabilitación y la instalación de la calefacción de la casa cuartel de Degaña. Pero, ¿por qué tanto afán por desmentir cosas que fuera del Bierzo y de Degaña se desconocen? Precisamente por la resistencia recalcitrante de ciertos proletarios a adaptarse al entorno lógico de corrupción burguesa, que hace aconsejable que los medios de desinformación descalifiquen la credibilidad de posibles “injurias” venidas desde el proletariado que trasciendan fuera de la comarca. Ya que hay que remarcar que toda la zona del Bierzo está salpicada de minas a cielo abierto y puticlubs y en Degaña existe la mayor mina subterránea de la península, todo ello propiedad del antiguo dueño de la mina La Camocha de Gijón, Vitorino Alonso, el hombre que hizo de esta mina la mayor productora de carbón australiano subvencionado de Asturias. Pero eso, según el PSOE, es algo totalmente incuestionable, no juzgable y prescribible.



Esto empieza a aclarar las cosas, pues resulta que el mayor empresario minero de la península, protegido del PSOE, que domina a su vez los ayuntamientos de la zona, no tiene mucho apego a las propias leyes burguesas. Ya puestos, tampoco es necesario mucho celo policial en esa zonas para todas cualesquiera formas de economía capitalista de puerta de atrás o efectos secundarios de las mismas. Un lugar súper chulo para pasarlo súper bien, pero claro, algunos proletarios se resisten a morir en el lumpen burgués. Y eso terminó cabreando a los responsables contrainsurgentes de Asturias-León y a algunos burgueses locales. Por ello, resulta que en Degaña la Guardia Civil tiene rotaciones de turnos cada seis meses. Por ello, los concejales del PSOE en Degaña trataron de injuriar a la asociación juvenil que organizó las fiestas del pueblo. Eso sí, sin mucho éxito gracias a los súper obreros y súper carcas, pero quizás por ello no tan obreristas y algo proletarios. Eso explica el acoso selectivo policial, patronal y político combinado contra algunos grupos de jóvenes y algunas familias de la zona de Degaña: controles policiales sistemáticos en las carreteras a determinados vecinos, acoso de secretas y de politiquillos contra cabezas de turco, presiones laborales, acoso moral e injurias, denuncias judiciales por similar cuestión a los injuriados y un largo etcétera. Sin duda, esto se debe a que la izquierda y las drogas sociales —incluidas las legales— no son capaces de terminar de cumplir su función. Mientras que en el resto de Asturias se pueden encontrar en las paredes pintadas pidiendo trabajo, reafirmando el Estado nacional asturiano contra el español, o se encuentra propaganda de partidos defensores del trabajo que una y mil veces defienden los intereses de la economía (burguesía) nacional contra los intereses del proletariado, en la comarcas del Bierzo, de Degaña y de Cangas del Narcea se pueden encontrar pintadas que rezan “Paraíso libre del Estado”, por poner un ejemplo. Contrariamente a lo que sucede en otras partes, se denuncia el expolio del PSOE en los plenos municipales y en general se planta cara en público a la policía como a los esbirros que son. En muchas partes se pueden encontrar cosas como las aparecidas en un panfleto sacado tras la algarada del día 5 de enero: “NI PSOE NI PCP, NI PARTIDO POPULAR NI IZQUIERDA UNIDA. SON TODOS IGUALES”; pero en un pueblo minero de Asturias es bastante raro…



El proletariado en Degaña y en sus alrededores da señales de vida. Y quiere vivir, por mucho que le pese a los burgueses y todos sus servidores.



Pero por todo ello cabe preguntarse: ¿por qué un lugar tan arquetípicamente asturiano no sufre en la misma medida la liquidación del proletariado del resto de Asturias? Sin duda, esto se debe a que el nivel de derrota del proletariado y liquidación de éste en el resto de Asturias ha resultado mucho más exitoso.



Sobre las técnicas represivas de la burguesía internacional en Asturias



En la actualidad, esta zona tiene unas características peculiares de gestión de la guerra de exterminio contra el proletariado. Por un lado, más de la cuarta parte de la población vive del Estado o es sobornada para morirse de asco en la inmunda realidad mercantil. En este sentido, el capitalismo más clásico tiene unos puntos de coincidencia casi pasmosos con el capitalismo “socialista”. Por ejemplo, Trasniester, república soviética recalcitrante, basa su estabilidad en que el 25 % de la población vive del ejército y de su tráfico de armas. En el caso que nos ocupa, se diría que cerca del 30% o 40% de la población vive de las pensiones y de la distribución de drogas posibilitada por las pensiones. Esto, sin duda, es un gran indicador del progreso en la guerra contra el proletariado: él mismo se aniquila gestionando las pocas posibilidades de supervivencia que le dejan.



Este lugar ocupado por la burguesía internacional requiere, con todo, de algunos rudimentos contrainsurgentes administrados por la policía en claro complemento de lo ya apuntado más arriba. Porque está claro que la frustración, la insatisfacción, la rabia y el hartazgo están presentes en el proletariado de esta zona. Nada más significativo es que Asturias ocupe el primer puesto en número de suicidios anuales entre las comunidades autónomas de la finca autodenominada por la burguesía internacionalista local como España (y eso que Asturias tan sólo está habitada por un millón escaso de habitantes). Por descontado, no hace falta decir que la mayoría de los suicidas no son miembros de la clase dominante. Además de ello, por mucho que digan los sociólogos ideologetas, los suicidas son en su mayoría gente en edad laboral y tirando a joven. No es nada inhabitual conocer los casos de adolescentes, veinteañeros, treintañeros y cuarentones suicidas. Menudo trabajo que se han quitado de encima los policías… Y la verdad es que en parte es gracias a un trabajo preventivo, de anulación psicológica, desde el sindicato, desde el tajo, desde el colegio y desde la calle, claro está no sólo realizado por los policías uniformados como tales pero también por ellos. Si se te enseña a reprimir tu frustración, tu rabia, a acatar las humillaciones y a tragártelas, eso termina por destruirte por dentro. La resignación más ovejera es la norma pero esa resignación termina por destruir a más proletarios que cualquier arma. Pero el caso es que sólo tenemos que hacer memoria de acontecimientos relativamente recientes para darnos cuenta de que en esta zona el proletariado existía en la práctica no hace tanto tiempo. Por descontado, no se trata de los obreros industriales ya liquidados como proletarios por los izquierdistas y sindicalistas desde los procesos comenzados en los años 60 y 70. Nos referimos más bien a los vándalos de la huelga minera del 98, que en realidad eran cualquier cosa menos obreros. Todo parece que se diluyó con una extraordinaria facilidad en menos de una década. Es preciso que ahondemos por ello en los métodos represivos contra la juventud proletaria, pues ya se sabe que los viejos proletarios están amodorrados por el izquierdismo ciudadanista gilipollas… Desde la escuela, desde los locales de ocio, en la calle, en el hogar… desde todas partes se pretende disecar o reconducir el inconformismo y la espontaneidad de los nuevos proletarios que no pueden ser sobornados, sólo eliminados o reubicados. El sistema educativo y la televisión, entre otras instituciones, inculcan la mentalidad del ciudadano atomizado, de individualistas cuyo afán más respetable sea la salvación individual, lo que facilita su adaptación al permanente movimiento hacia el lugar donde sea necesaria su fuerza de trabajo, lo que, a su vez, lleva inevitablemente a aceptar la fatalidad de que un individuo aislado no es nada contra el régimen omnisciente y todopoderoso del Capital. Así, las drogas ejercen un papel primordial en el ocio, como forma cultural de olvidarse de las humillaciones cotidianas en el insostenible trabajo asalariado y otras formas de reproducción del Capital, pero no es que sean elementos de por sí determinantes. Sólo son lo que son, en Asturias, gracias a la ideología democrática individualista del placer mercantil, de las pensiones, de la necesidad de guardar las apariencias sociales (no olvidemos las sabias palabras de los colegas camellos y proxenetas de Berlusconi), de la atomización de los individuos y del aplastamiento de toda iniciativa humana por las mil y una vicisitudes de la presión social ciudadana y policial.



Digamos que las drogas como salida existencial son como el callejón por donde necesariamente tienes que pasar casi a la fuerza. En cuanto a la labor social y policial del izquierdismo, podríamos centrarnos en la labor de separación, división y aislamiento de los proletarios que llevan a cabo las distintas sectas izquierdistas. Mientras que en el País Vasco las sectas izquierdistas nacionales se han constituido en una gran ayuda para el Estado burgués internacional en la división de los proletarios, en Asturias no adquieren la importancia de un cuerpo o institución para la separación del proletariado de esta zona como el de otras, pero como fenómeno pandillero sí que pueden causar bastante daño en la unificación proletaria. Por ejemplo, pueden intentar reprimir a los que reafirman el programa invariante del proletariado internacional, aislar o entorpecer la comunicación entre minorías revolucionarias proletarias. Eso ha creado a su vez muchas frustraciones, quemazos y dudas existenciales entre muchos miembros de estas minorías. Eso es precisamente lo que pretenden las autoridades contrainsurgentes de Asturias-León, desanimar a las minorías revolucionarias y a los proletarios con un mínimo de conciencia, aislarlos, sacarlos fuera de la calle, dejarlos en el mayor de los ostracismos y finalmente, a ser posible, fomentar su deriva hacia las formas de evasión existencial que facilitarán su definitiva liquidación. O, en todo caso, empujarlos a que se marchen de Asturias, como es lógico y normal dada la infrautilización del proletariado en Asturias, y que de esta manera el problema de su liquidación quede en manos de otros contrainsurgentes.



Publicado en: Su Capital, nº13 (2010), pp. 25-28.
Lunes 10 de la mañana, al sol de una vieja canción sin tramas, son miradas secas, hígados de alcohol, nadie en la cama, juventud ahogada, la prejubilación ahorcada, al son de bares con claves ke minan ideales con nada.

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