«Todavía me sigo considerando un 'marxista grouchiano'»

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«Todavía me sigo considerando un 'marxista grouchiano'»
El autor avilesino habla de su libro 'Khaos' y reflexiona sobre el premio Xosefa Xovellanos, que ha recibido por cuarta vez
17.11.08 - RAFA BALBUENA | AVILÉS

Adolfo Camilo Díaz (Aller, 1963) es uno de los más destacados escritores en lengua asturiana. Comenzó a expresarse, al final de los años setenta, con Guaxa, el primer grupo de rock duro con letras en asturiano, con rabia a raudales. Escritor todoterreno, acaba de publicar 'Khaos' (Ediciones Trabe), una novela juvenil «tensa, sin pelos en la lengua». Además, la pasada semana recibió por cuarta vez el premio Xosefa Xovellanos, máximo galardón de las letras astures.

-Debo empezar con una felicitación por su reciente premio.

-Muchas gracias. Es una sensación un poco contradictoria: ganar el premio más reconocido de la lengua asturiana con la sensación de estar abonado, como si no hubiese buenos relevos entre los escritores en este idioma tan maltratado.

-Acaba de publicar 'Khaos', una novela juvenil. ¿Cómo se ha gestado este libro?

-Un poco como terapia. Sufrí una grave dolencia y además tuve que pasar por el trance de vivir la enfermedad terminal de mi madre. Eso hizo que 'Khaos' sea una crónica de destrucción, que ha tenido algo de curativo.

-En esta novela, los jóvenes protagonistas van hacia su fin del mundo particular.

-Justamente, son chicos que salen traumáticamente de la adolescencia y de Asturias. Todo ello reflejando la problemática de los quince-diecisiete años, una época en que todo se revoluciona, hormonas incluidas. Me meto en su papel, en lo duro que resulta hacerse adulto a golpes.

-¿Qué tiene la adolescencia que atrae tanto a los escritores?

-En mi caso, el trabajar con ellos todos los días me da una visión que elimina muchos prejuicios. Hablábamos antes de una revolución hormonal, pero también que para ellos todos los días son de cambio, de duda. De emociones, en una palabra. Además, al ser una novela orientada a ese público, 'Khaos' pretende dar alguna que otra respuesta a esa confusión.

-Usted tiene fama de agitador. ¿Qué queda de aquel rockero de dieciocho años que lanzaba culebras vivas desde el escenario, en 1980?

-Queda mucho, de hecho hablando hace tiempo con Víctor Erice me contaba que la coherencia es sentirse reflejado en una foto vieja, pese a los cambios físicos y psicológicos. La ilusión, las ganas y hasta las contradicciones las tengo igual que al principio.

-Cuando se define en política, lo hace como 'marxista grouchiano' o 'ácrata posibilista'. ¿Sigue en esa tesitura?

-Totalmente. Desde muy joven milité en partidos de izquierda, llegando al anarquismo con 22 años. Creo en las utopías aunque nunca lleguemos a ellas, pero con sentido del humor porque si no. Posibilista, desde luego. No puede ser de otra forma. En cuanto al marxismo, abogo por hacer de Groucho un santo laico, al frente de un nuevo catecismo digamos. cáustico (risas).

-Escritor, traductor, autor teatral, articulista, músico. ¿con qué labor se siente más a gusto?

-Con todas, cada una a su momento. Ahora volveré a los escenarios con el guitarrista Rody Herrera. Estamos ensayando el repertorio y la puesta en escena. Pero las demás facetas siguen ahí, y ya tengo otro par de libros en la recámara.

-Por último, en su obra me da la sensación de que bajo la ironía y la rabia, se esconde una enorme ternura.

-Me alegra que se dé cuenta (risas). Es como soy, las dos caras de una misma moneda. Mi agresividad esconde esa ternura, que creo francamente necesaria ante este mundo, feo como él solo.

encontrado en: elcomerciodigital.com

[Mazhuku]

Este hombre creó en su día junto con Xuan Bello Comuña Llibertaria, grupo "adscrito" a la CNT que trataba cuestiones relativas a la llingua y la cultura asturianas y cuya historia sigue pendiente de ser escrita.

Recomendar su obra teatral País, una ácida crítica al sindicalismo minero asturiano mayoritario y contemporáneo.