El Comisario Jefe de Tenerife acusado de torturas a Arregui

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El Comisario Jefe de Tenerife acusado de torturas a Arregui

Mensaje por antitxakurra » 31 Mar 2005, 22:34

Esto es un extracto de un artículo de canarias-semanal publicado en lahaine.org e indymedia canarias a cuento del nombramiento de Gil Rubiales, acusado por torturas en el caso Arregui, como Comisario Jefe de Tenerife. En estos enlaces está el artículo entero.

http://canarias.indymedia.org/newswire/ ... /index.php

http://lahaine.org/b2lharticulo.php?p=6793&more=1&c=1

(...)

GIL RUBIALES DESTINADO A "TERRITORIOS DE ULTRAMAR"

Cabía esperar que una vez formulada la sentencia por el Supremo ésta - pese a su levedad - se ejecutara de inmediato. Sin embargo, no ocurrió así. El ministro Barrionuevo, y su mano derecha Rafael Vera, tuvieron siempre especial interés en proteger a aquellos funcionarios policiales condenados a inhabilitación por malos tratos o torturas a los detenidos. Tal fue el caso, por ejemplo, del teniente coronel Rafael Masa, condenado a una pena de seis años de inhabilitación por torturas. No sólo no se le separó del servicio, sino que incluso fue promocionado a un destacado puesto en los servicios de Información de la Guardia Civil. Algo parecido ocurrió con quien hoy ha sido encargado de velar por nuestra seguridad - la de todos los tinerfeños - el comisario jefe José Antonio Rubiales. Pese a haber sido condenado a dos años de suspensión de empleo y sueldo continuó trabajando, como si nada hubiera sucedido, en la Brigada de Documentación, hasta que, por fin, la dirección del Cuerpo se vio obligada a hacer efectiva la condena. Una vez finalizada ésta se incorporó, a principios de 1992, también como si nada hubiera ocurrido, a las patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid.

Unos pocos años después de su inhabilitación, en 1996, Gil Rubiales aparece en Gran Canaria, donde se le encomienda la jefatura de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Desconocemos las razones que tuvieron sus superiores para destinarlo a nuestro Archipiélago, pero constituye una vieja tradición del Estado español enviar a sus personajes conflictivos a los "territorios de ultramar". Y aunque muchos de los expatriados, desterrados por motivos políticos, fueron acogidos con simpatía y cariño por parte de la población canaria, no parece haber sido éste el caso del hoy Comisario Provincial Gil Rubiales. Durante su estancia en Las Palmas de G.C. no tardó en entrar en conflicto con sus propios subordinados de la UIP, y también fueron frecuentes sus roces con la Policía Municipal. Pronto sus antecedentes se filtraron a la prensa, provenientes, al parecer, de las mismas filas de la UIP. En honor a la verdad hay que decir que en Gran Canaria no todo fueron antipatías hacia Gil Rubiales. José Manuel Soria, por ejemplo, alcalde del PP por aquellos años, armonizó rápidamente con él. Lo calificó de "funcionario ejemplar" e hizo reconocimiento público de sus servicios, dejándose fotografiar a su vera. A la actual alcaldesa, Pepa Luzardo, le resultó tan "ejemplar" su conducta que lo quiso reclutar para que dirigiera a la mismísima Policía Municipal pues -decía la primera edil- "era preciso poner orden" entre los indisciplinados "guindillas" locales. Los revuelos que suscitaron los propósitos de doña Pepa entre los municipales y el "brillante" currículum del policía torturador, acabaron con tan descabelladas intenciones. Sea por los antagonismos que suscitó, sea por que se apercibió de que en un ambiente tan hostil se hacía muy difícil progresar profesionalmente, lo cierto es que Gil Rubiales emigró desde Gran Canaria hacia la isla vecina.

En el año 2003, ya en Tenerife, fue nombrado jefe de la policía de Arona. Como ocurrió en situaciones precedentes, su notoriedad no se hizo esperar. El número de detenciones creció rápidamente. El "peinado" de las calles y plazas se multiplicó en relación con el pasado. Sin que fuera necesario que transcurriera mucho tiempo, Gil Rubiales conecta con la "autoridad competente". Una corriente de inmediata simpatía vincula a Gil Rubiales con la subdelegada gubernativa del PP, Pilar Merino, de la que recibe un apoyo incondicional. Establece también estrechos lazos de colaboración y amistad con el Círculo de Empresarios de la Comarca, con el que emprende un gran número de iniciativas. Pero como siempre le sucede a este arquetípico "hombre de Harrelson", las simpatías que genera en la "superioridad" se convierten en odio cainita cuando de los que están bajo su autoridad se trata. El recién estrenado comisario inicia una durísima cruzada contra los pequeños negocios que tenían pendiente su legalización. Quinientos puestos de trabajo están en peligro. Los pequeños comerciantes protestan. Y él, como respuesta, clausura más de una decena de modestos locales comerciales, alegando que no poseían licencia de apertura. Pese al creciente malestar, Gil Rubiales se siente seguro. Cuenta con el apoyo de dos pilares fundamentales confusa la subdelegada Pilar Merino, que le acompaña en las visitas de inspección.

Se equivoca quien piense que el "comisario Rubiales", como se le conoce en el ámbito policial, pone reparos a la procedencia ideológica de sus superiores. Se considera a sí mismo un "fiel servidor del Estado". En su nombre practicó la tortura y le sirvió con igual "eficacia" cuando aún pervivían los restos del franquismo, con los socialistas o con el gobierno del PP. Por eso recibió con respeto y amabilidad a su nuevo jefe, el socialista y delegado del gobierno para Canarias, José Segura, cuando por primera vez en la provincia se celebró en la Comisaría del sur la fiesta del santo patrón del Cuerpo. Quizás fue el encuentro entre estos dos hombres "eficaces" lo que facilitó que hace unas semanas, finalmente, un policía torturador fuera nombrado para ocupar la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife. El gobierno del PSOE volvía a asumir - como en la época de Felipe González- el papel de rehabilitador de los de los personajes mas siniestros del Cuerpo General de Policía. "No te quepa la menor duda, amigo - nos decía un viejo sindicalista de CCOO ya retirado- , históricamente el papel de la socialdemocracia ha sido siempre hacerle el trabajo sucio a la derecha. Ni Soria ni la Luzardo se atrevieron a darle un cargo de esa responsabilidad este tío… Y terminaba preguntándose: ¿Por qué Segura Clavel ha aventurado a hacerlo? Pues muy fácil, porque sabe que no va a tener contestación; porque tiene a los sindicatos y a muchas organizaciones "progresistas" en el bolsillo; porque ya están construyendo de nuevo el pesebre…".

La noticia ha pasado casi desapercibida en la prensa y en los medios de comunicación del Archipiélago. No resulta extraño, pues la servidumbre de los medios ante el poder gubernativo de turno en las Islas, es pavorosa.

(...)

Desde el pasado día tres de Marzo, una perfecta simbiosis entre un policía torturador y un "socialista" que está muy lejos de serlo, ha empezado a funcionar con plena "eficacia" sobre la capital tinerfeña. Bajo los emblemáticos nombres de "Operación Látigo" y "Operación Espada" más de 200 policías "peinan" Santa Cruz y La Laguna, deteniendo, interrogando y cacheando a centenares ciudadanos. Se desea hacer creer a la sociedad de que solo despliegue y el aumento del aparato policial mitiga el crecimiento de la delincuencia. Por eso Segura Clavel y su lugarteniente miden los "éxitos" de sus truculentos operativos en el número de actas levantadas, interrogatorios efectuados, y pequeños consumidores detenidos. El redoble de los tambores marca el paso del "nuevo talante", ante el que ciertos sectores de la "izquierda crédula" se rindieron en los pasados comicios.

Mientras tanto, una sociedad inerme, distraída, que ya no cuenta siquiera con las voces de protesta de quienes dicen ser sus legítimos interlocutores, permite por enésima vez que se creen las condiciones para que un día se vea obligada a repetir hasta el hastío, el tantas veces recurrido poema de Bertolt Brecht:

Primero cogieron a los comunistas,
y no dije nada porque yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar.

un comentario en la haine, es bastante ilustrativo:

CANARIO [ 30.03.05 - 17:38]

curioso que el nombramiento de este carnicero coincida con el auge en Tenerife de las movilizaciones multitudinarias contra el Puerto de Granadilla,entre otras, con la aparición de Asamblea por Tenerife, que aglutina colectivos independentistas, vecinales ecologistas, antimilitaristas, etc. Y con la idea de muchxs ciudadanxs de llevar a cabo una protesta de desobediencia civil ante los atropellos de nuestros contrugobernantes. Movilizaciones están llevando a una mayor concienciación social en las islas. El aparato político-represor se pone en marcha y rescata a sus viejos mercenarios para que le haga el trabajo sucio.

¿LADRAN? ESO ES QUE CABALGAMOS.

VIVA CANARIAS LIBRE
Conviene resaltar lo ocurrido a Arregui:
el día 13 de Febrero fue detenido por la policía en Madrid José Ignacio Aguirre Izaguirre, de treinta años, camionero de profesión y vasco de origen. Se trataba, según el Ministro del interior, de un presunto miembro de la organización armada Euskadi ta Askatasuna (ETA). En virtud de las leyes antiterroristas en vigor, el detenido permaneció nueve días incomunicado en los calabozos de la Seguridad del Estado, sometido a interrogatorios policiales. El noveno día, cuando fue trasladado a prisión, su cuerpo era una auténtica piltrafa. Las autoridades penitenciarias, atemorizadas por el aspecto que presentaba, dieron órdenes inmediatas de ingresarlo en la Prisión-Hospital de Carabanchel. De acuerdo con lo que declaró luego un alto cargo del ministerio de Justicia, cuyo titular era entonces Fernández Ordoñez, "Aguirre llegó a Carabanchel destrozado".

Tres presos políticos -también internos en el mismo hospital - manifestaron que su estado era lamentable. "Al observar sus párpados totalmente amoratados - declararon - y un gran derrame en el ojo derecho, así como las manos hinchadas, le preguntamos el tipo de tortura que había sufrido y respondió: "Oso Latza izan da" (ha sido muy duro). Me colgaron en la barra varias veces dándome golpes en los pies, llegando a quemármelos no sé con qué; saltaron encima de mi pecho; los porrazos, puñetazos y patadas fueron en todas partes". Su cuerpo era un amasijo de llagas, moretones y quemaduras. Su estado era de tal gravedad que sólo logró sobrevivir unas horas.

"Murió en nuestras manos. Venía todo ennegrecido", dijo el practicante. "Yo aquí no tengo donde pinchar", manifestó el preso político que permaneció junto a él durante sus últimos momentos. "Las plantas de los pies, - prosiguió- las tenía todas rojizas con infinidad de cráteres fruto de los cigarros apagados contra su piel. Venía con el jadeo de la muerte. Este camionero de Zizurkil era muy fuerte físicamente, quería ducharse, pero no le dejamos, lo metimos en la cama, lo tapamos y llamamos al practicante. Su última compañía fui yo, un militante del PCE(r) y un militante de ETA Político Militar. Arregui hablaba en euskera con el compañero vasco y él nos traducía. Con respecto a mí nunca olvidaré las últimas palabras que dijo tratando de darnos ánimo 'peor te han dejado a ti en una silla de ruedas'. Minutos después lo llevaron a rayos y allí murió."

El propio informe oficial del forense no puede ocultar la evidencia. En el texto del resultado de la autopsia, que el Ministro del Interior trató de ocultar al conocimiento público, se puede leer:

1. "La causa de la muerte ha sido un fallo respiratorio originado por proceso bronco neumónico con intenso edema pulmonar bilateral y derrame de ambas cavidades pleurales y pericardio.
2. Los hematomas superficiales, las erosiones y esquimosis demuestran violencias físicas sin relación etiopatogénica con el proceso bronco neumónico.
3. Las quemaduras en ambos pies no son recientes, pero tampoco antiguas, ya que todavía están en fase de reepitalización grave y han sido sometidas a tratamiento tópico.
4. Hay punturas de actuación terapéutica intramuscular e intravenosa".

Pero, ¿qué podía tener que ver una "bronconeumonía" con las torturas que supuestamente se había infligido al detenido José Arregui en comisaría? Santi Brouard, médico pediatra y dirigente de la organización abertzale HASI, señaló por aquellas fechas que "la bronconeumonía constatada por la autopsia en el cuerpo del fallecido estaba causada por la práctica de la tortura conocida como "la bañera", que consiste en introducirle la cabeza a una persona en un recipiente con agua sucia, impidiéndole respirar durante minutos". En opinión de Brouard - que tres años después sería asesinado en su despacho por las bandas parapoliciales del GAL- "el torturado se ve obligado a tragar el líquido, que penetra con todos sus gérmenes en los pulmones produciendo la bronconeumonía".

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