Canarios en Aushwitz

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Antoñé

Canarios en Aushwitz

Mensaje por Antoñé » 31 Ene 2005, 15:34

Carta abierta al Presidente del Gobierno Canario

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10767

Benito Capone
Radio Bahía

Desde Radio Bahía - la radio del sur - espacio "a todo sur"

Buenos días,

Debería empezar esta carta con el usual “Estimado Señor”. Esto podía ser ayer. Hoy señor Presidente, no. No puede ser. Aunque Usted tenga una ideología derechista, como todos en Canarias piensan y dicen, Usted después de ayer resulta ser un hombre totalmente sin vergüenza. Y utilizo este apodo y no lo que aquí mucho más apropiado bien estaría, para no ofender al pueblo que usted debería representar y por el mismo motivo sigo llamándolo Señor Presidente. Aunque las perplejidades me sobran acerca del “Señor”. Ayer se cumplía el aniversario del 60º año de la liberación de un campo de concentración que en su vida, liada a los intereses de pocos, nunca ha visitado. Usted ha viajado mucho y sigue viajando mucho utilizando los fondos que son de todos nosotros. Si, por un momentito, hubiera cambiado su destino, y visitara un lugar que muchas veces habrá oído, sin ponerle mucha atención,… un sitio que se llama Gussen, hubiese comprendido con qué agrado, muchos canarios le habrían justificado ese gasto. Pero estúpidamente quiso ahorrar, y no ha leído lo que pasó en la que usted llama “su tierra canaria” en la época de los años cuarenta; de haberlo hecho habría descubierto que en aquel lejano país de nombre tan raro para quien vive en esta parte del atlántico, habían fallecido unos cuantos canarios. No mucho. No tanto para desatar su famélico interés electoral. Los muertos, claro está, no pueden votar. No ponen papeletas cada cuatros años para que usted pueda mal representarlos. Estos muertos canarios, son solamente una veintena de personas, que no murieron en su cama, rodeados de sus familiares, de sus amigos, de sus vecinos, como todos esperamos que nos ocurra y como también usted espera. No, Presidente: estos hombres fueron expulsados a la fuerza de su tierra, en medio del silencio; un silencio cargado de miedo de los vecinos; estos sus paisanos, y ahora igualmente míos, forzadamente emprendieron, un largo viaje. Un viaje que contrariamente a los suyos, no tuvo retorno. NO murieron, Presidente, de muerte natural, de vejez. Eran bastante jóvenes para vivir aún más. Murieron de un continuo martirio, de continuas vejaciones. Sufrieron el hambre, la sed, la barbarie de unos cuantos locos inhumanos. No soy el único en pensar que si ayer era el aniversario de la muerte de un familiar suyo o, qué digo, de unos de estos amigos suyos tan ricos, tan lleno de este poderío económico que tanto le gusta a usted, es posible, diría cierto, que los diarios de este rincón de la cual usted se siente rey, tendría tanto espacio para recordar, incluidos a los que no interesa, los méritos de estas personas. Y si fuera usted que hubiera sufrido el pase al otro lado, todas las islas serían vestidas de luto. Pero estas veinte personas que el único poderío eran los ideales de libertad y Justicia, de verdadera independencia – no la que usted constantemente invoca por todas rezones ajenas a la ideología - estos canarios son para usted de segunda categoría. Una categoría de locos de los cuales los amigos suyos se ríen, llamándolos mentecatos, tocados por haberse manifestado en defensa de todos nosotros y no, como es costumbre en su entorno, en el solo interés de si mismo Esta “gentuza”, estúpidamente muerta en tierra lejana, no merecía su atención, su conmemoración. Otros asuntos cautivaban su atención y la de los compañeros de su gobierno. ¿Cuánta gente canaria habría tenido que morir en aquellos campos de concentración para mover su conciencia y la de los demás políticos? Cien, mil, cientos de miles. No creo sea una cuestión de cantidad. Es cuestión de honradez, de conciencia, de moralidad aunque mínima, de justicia que, por lo visto en este caso, usted no tiene. YO, que como ellos, formo parte de los mantecados, de los tocados con la sola diferencia que yo todavía vivo: Yo, guiri y canario de adopción, estoy orgulloso de ser quien recuerda a estos veinte canarios que yo nunca he conocido, pero que si sé son mis hermanos. El filosofo Georges Santayana escribió a la entrada del campo de exterminio de Aushwitz “Los pueblos que olvidan su historia están condenado a repetirla”. Si los intereses suyos particulares le dejan algo de tiempo, piense en esto, Presidente sin vergüenza.

Benito Capone

P.D. Que tenga un buen día y recuerden estos veinte hermanos de todos.



También en:

http://canarias.indymedia.org/newswire/ ... /index.php

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