La crisis también habla canario

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antícrata
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La crisis también habla canario

Mensaje por antícrata » 27 Sep 2008, 16:58

La crisis también habla canario


Ramón Afonso - Canarias-semanal.com

http://www.canarias-semanal.com/EXTERNA ... 17750.HTML

Ya no se puede obviar la existencia de la crisis económica utilizando subterfugios o refiriéndose a ella con vacuos eufemismos, tanto es así, que hasta los publicistas -pícaros ellos- ya hacen llamamientos televisivos al consumo utilizándola como lema: “Señora, no deje que la crisis entre en su casa, compre congelados…”. Quizás a estas alturas se hable demasiado y con poco tino, como el psocialista Joaquín Almunia, Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, diciendo que "ha sido un problema de avaricia", o esos tertulianos que al fin se han decidido a compartir temores con sus escuchadores y televidentes poniéndoles el alma en vilo.

Es cierto que la avaricia rompe el saco, ya lo dice el refrán, pero no es menos cierto que ese apetito por incrementar exponencialmente la tasa de ganancia debería estar regulado, aunque esa batalla se perdió hace muchos años, cuando los bancos y sus fondos de inversión libre (hedge funds) destruyeron el control público y democrático -fraude contable, uso de información privilegiada, evasión de impuestos, blanqueo de capitales- situando al frente de los mecanismos de vigilancia a eminentes desreguladores. Para el Premio Nobel Joseph Stglitz existe un claro responsable: “Esta crisis es el fruto de la falta de honradez de las instituciones financieras y de la incompetencia de los políticos”. Habría que añadir que los damnificados son los mismos de todas las crisis capitalistas, los trabajadores y las clases populares.

Los que saben de estos asuntos dicen que el Crack del 29, comparado con esto, es un juego de niños, que lo que ha pasado las dos últimas semanas -la bancarrota de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, del banco Lehman Brother o la aseguradora América International Group (AIG)-, escenifica el inesperado fin del capitalismo industrial. Sobre todo si, como advierte Michael Hudson, la “cleptocracia” yanqui logra consumar el golpe de Estado que significa la descomunal intervención con dinero público por parte del Tesoro Estadounidense -más de medio billón de dólares- para resucitar los precios inmobiliarios a fin de mantener el valor del mercado de las hipotecas basuras, las malditas subprime. Así los tahúres ganadores de la economía mundial podrán cobrar las deudas que no pueden satisfacer los perdedores como el banco Lehman o el británico Northern Rock. La subida de las bolsas lo confirma, ellos son lo beneficiados y no los currantes -como dicen los interesados voceros neoliberales- que, masacrados por el paro y unos salarios de miseria, no podrán pagar las crecientes cuotas de sus hipotecas, con lo que perderán irremisiblemente sus casas, esas que retornarán a la noria del mercado en busca de nuevas víctimas que se arriesguen a hipotecarse. A estos gobernantes siempre les cuesta encontrar dinero para las políticas sociales -sanidad, educación, pensiones- nunca para los bancos que se arruinan en la ruleta capitalista.

Lo cierto es que los efectos son a escala mundial. Leopoldo Abadía explica cómo un dinero depositado en un fondo de inversión en Cajacanarias puede acabar, en cuestión de segundos y persiguiendo una altísima rentabilidad, en cualquier banco gringo financiando una hipoteca subprime sin que nadie lo sepa, pero contribuyendo a que suframos también aquí los efectos que, a estas alturas, ya los trabajadores empieza a sentir: paro, cierre de empresas, pobreza. Por tanto esta crisis, además del inglés de Wall Street, también habla canario: del Sauzal y del Faycanato de Telde, de la Ric y la Zec, de los planes generales a la medida de los especuladores, de Tindaya, del pelotazo de Las Teresitas y de Anfitauro, de Satocan socio del fondo Colonial y del Napwaci del CD Tenerife donde sientan sus reales empresarios cubanos de Miami… el de todos esos piratas del cemento que nos embarcaron en la burbuja inmobiliaria mundial.

Será muy difícil remontar esta crisis si siguen gobernando los mismos personajes que aun en tiempos de bonanza nos han situado en las últimas posiciones en los índices de desarrollo humano del Estado, se podría decir que hemos estado en crisis permanente a pesar de las ayudas europeas y las condiciones de paraíso fiscal disfrutadas por el empresariado; hemos sido los trabajadores que más trabajamos, los que menos cobramos, los que soportamos la inflación más alta, las tasas de paro y de precariedad laboral más elevadas, han logrado que más del 20 por ciento de nuestra gente - como diría Paulino Rivero - viva en la pobreza severa, además de padecer los peores servicios asistenciales. Así y todo, José Manuel Soria, Consejero de Economía y Vicepresidente del Gobierno de Canarias, uno de los máximos responsables de esta situación y que no renuncia a vivir en un palacete de 350m2 mas jardín, que se mueve en un Jaguar, que ya no navega -eso es verdad- porque vendió el barco de 8 metros, que se desprendió de la casita en la playa y de la otra de Madrid cuando entró en política, ha tenido la desvergüenza de advertirnos que debemos apretarnos el cinturón.

Soria, en sus apariciones públicas, logra dar la sensación de saber lo que se dice, incluso de que sabe cómo salir de la crisis generada en las entrañas del monstruo capitalista o de que sus medidas, por lo menos, pueden paliar sus efectos. Sin embargo, sus propuestas son viejas y obsoletas, tan intervencionistas que deberían ronchar a un liberal tan ultra como él y encaminadas, igual que sucede en EE.UU., a sacar del apuro a los de su clase: inyecciones de capital a promotores y constructores, a los bancos y cajas de ahorro que financian las hipotecas con la excusa de ayudar a los ciudadanos, incremento de las rebajas de impuestos a los ricos, combinadas con un aumento de la flexibilidad laboral, bajos salarios y jornadas laborales interminables. Finalmente, propugna una austeridad en el gasto público que no parece estar reñida con el despilfarro de la Policía Autonómica, la Televisión Canaria o los sueldos de consejeros y altos cargos. Unas medidas que algunos expertos no han dudado en calificar como un “plan de choque contra la crisis, que aceleran el choque y la crisis”.

Por si todo el apoyo institucional fallara, la Cámara de Comercio de las Palmas tiene su plan B. Entre otras medidas, han encargado al bufete Llorens&Diaz Aguilar que imparta unos cursos para que los afiliados a este lobby empresarial -que también hablan canario- se manejen lo mejor que puedan en el arte del procedimiento concursal para las empresas en “dificultades económicas”, y de cómo es posible rentabilizar sus ventajas en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Todo un ejemplo de preocupación del empresariado por el bienestar de sus trabajadores. Mientras los empresarios se pertrechan ante la crisis, los sindicatos CC.OO. y UGT callan, lo más, balbucean algo sobre la bondad de las políticas implementadas por Zapatero y el mantenimiento del diálogo social. Si las subvenciones y prebendas recibidas los ha convertido en correa de trasmisión de la explotación capitalista, su silencio e indolencia de ahora los hace tan responsables de la crisis capitalista como lo son el PSOE el PP o Coalición Canaria. Pero esa responsabilidad ya no recae solamente en la alta dirección sino en toda la estructura sindical; salvo honrosas excepciones, los cuadros provinciales, sectoriales o los miembros de los comités de empresa ya no son aquellos trabajadores conscientes y luchadores, ahora se acomodan muy bien a las directrices colaboracionista con la empresa que emanan de sus ejecutivas. No hay voces disidentes, las que hubo ya están fuera de estos sindicatos, algunos “quemados”, otros expulsados.

Marx decía que “cuando las relaciones de producción capitalistas se establezcan a escala mundial, las contradicciones internas del mercado mundial revelarán los límites de la acumulación capitalista, y provocarán un estado de crisis permanente…La hora de la revolución proletaria habrá sonado…". Pero la injusticia capitalista no va a desvanecerse por sí sola, hay que ayudarla. Si en 2004, fuimos capaces de responder a las agresiones de aquel Foro para el Progreso de Tenerife, hoy se hace ineludible organizarnos para una batalla aun más dura y, quizás, definitiva. Desde la confluencia de la izquierda en un programa de consenso claro y asumido por todos como la tarea fundamental, más allá de las consabidas apetencias de los numerosos reinos de taifa, podría ser Asamblea por Tenerife, despojada de comportamientos inmaduros y procedimientos paralizantes, quien debe liderar este proceso. Crisis o una oportunidad de acabar con la corrupción, la desregulación, el desgobierno, el nepotismo; crisis o defensa de lo público y de los derechos sociales. Quién sabe, a lo mejor llegamos a contribuir al parto de una nueva era. ¡Ojalá!

fuco
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Re: La crisis también habla canario

Mensaje por fuco » 09 Abr 2009, 18:35

En este momento tal vez piense que a su ciudad, a su país, o al planeta ya ha llegado la crisis; pero no, nada más lejos de la realidad: lo peor, verdaderamente, todavía está por llegar. Si mira a su alrededor, observará que gran número de fábricas continúan en funcionamiento, que camiones, trenes y autobuses siguen transportando mercancías y personas, que la mayor parte de los suministros llegan a las tiendas y a los supermercados, y que todo ello sucede con suficiente regularidad, señal de que su ciudad, su país, aún no se hallan en crisis.
La crisis, la verdadera crisis, cuando estalle, a mediados del 2010, será tremenda, paralizante, una auténtica caída a plomo; será deflación, depresión, nada comparable a pasadas recesiones que usted haya vivido. Será algo semejante al sentimiento que se refleja en los rostros de las gentes que muestran las imágenes tomadas durante la Gran Depresión; unos rostros que, si nos hablasen, aunque lo hiciesen con las palabras de los años treinta, en realidad estarían hablándonos con las de mañana. Los de esas gentes son los rostros de una crisis profunda, sistémica, como la que en estos momentos ya está llamando a nuestras puertas.
Una situación a la que los futuros libros de historia se referirán con un solo apelativo: el crash del 2010.

El que escribe esto se llama Santiago Niño, es catedrático de Estructúra Económica y se le conoce como el profeta de la crisis, ya, en el año 2006 predijo la crisis actual lo que demuestran diferentes entrevistas a distintos medios de comunicación, ha publicado un libro titulado <<El crah del 2010>> el cual no me he leído, trataré de descargarlo de internet, supongo que habrá alguna forma, lo poco que conozco de él ha sido por pequeñas reseñas periodísticas.

Y en sus entrevistas dice cosas tan curiosas como estas: <<En 2006 hubo gente que incluso se rió de mi>> <<Lo novedoso es que nadie tiene la culpa. Esta crisis sistémica es fruto de la evolución, porque era la única forma de crecer>> <<Vamos a una pérdida de libertad individual. Vamos hacia un mejor aprovechamiento de los recursos, que al ser escasos, habrá que alargar su disponibilidad, hasta racionalizar su consumo para que nadie los desperdicie. En suma, el concepto de grupo primará por encima del individuo.>>

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