Y seguía diciendo que solo la Ciencia fue capaz de explicar, un universo de millones de años. Realmente curas y filósofos, fueron incapaces de predecir (o postdecir) que los microbios y las amebas, mataron al Inmortal Alejandro.Miguel Bakunin en El Sistema del Mundo y la Ciencia escribió: La naturaleza es la suma de todas las cosas realmente existentes. ¿Qué es la suma de las cosas? Las cosas que son hoy no serán mañana; mañana se habrán no perdido, sino enteramente transformado. Me acercaré, a la verdad diciendo que la naturaleza es la suma de las transformaciones reales de las cosas que se producen y que se producirán incesantemente en su seno
Todo lo que es, los seres que constituyen el conjunto indefinido del universo, todas las cosas existentes en el mundo, cualesquiera que sea por otra parte su naturaleza particular, ejercen una acción y una reacción perpetuas; y toda esa cantidad infinita de acciones y de reacciones particulares, al combinarse producen la naturaleza. No podemos reconocer más que esa parte infinitamente pequeña del universo que nos es manifestada por nuestros sentidos.
Los detalles son inagotables. No le será dado nunca al hombre conocer más que una parte infinitamente pequeña de ellos. Nuestro cielo estrellado, con su multitud de soles, no forma más que un punto imperceptible en la inmensidad del espacio, y aunque lo abarquemos con la mirada, no sabemos casi nada de él. Debemos contentarnos con conocer un poco nuestro sistema solar. Le conocemos ya muy bien desde el punto de vista mecánico, y comenzamos a conocerlo ya un poco desde el punto de vista físico, químico, hasta geológico. Nuestra ciencia irá mucho más allá. Sabemos que ha nacido en el tiempo y presumimos que -no sé en qué número indefinido de siglos o de millones de siglos- será condenado a perecer, como nace y perece, o más bien se transforma, todo lo que es.
Cómo nuestro globo terrestre, primero materia ardiente y gaseosa, se ha condensado, se ha enfriado; por qué inmensa serie de evoluciones geológicas ha debido pasar, antes de poder producir en su superficie toda esa infinita riqueza de la vida orgánica, vegetal y animal, desde la simple célula hasta el hombre; cómo se ha manifestado y continúa desarrollándose en nuestro mundo histórico y social; cuál es el fin hacia donde marchamos: he ahí las únicas cuestiones que nos son accesibles. No formando más que un punto imperceptibles ofrecen a nuestro espíritu un mundo realmente infinito, infinito por la riqueza de sus detalles, que ciencia sabrán apreciar jamás.
No es, pues, uniendo la abstracción y el análisis escrupuloso, atento y paciente de los detalles, como podremos elevarnos a la concepción real de nuestro mundo. Aún así es evidente que si nuestro sentimiento y nuestra imaginación pueden darnos una imagen, una representación más o menos falsa de este mundo, sólo la Ciencia podrá darnos una idea [más] clara y precisa.
Yo lo que me pregunto, es cómo teniendo Bakunin una visión tan clara de las cosas en el siglo XIX, no se le ocurrió al viejo hablarnos de los Extraterrestres.